“El mar alegre, la tierra jocunda, el aire claro” El pasado miércoles 12 de febrero, los alumnos de segundo de bachiller humanístico del instituto Eugeni d’Ors de Vilafranca fueron a visitar, acompañados de dos profesores del centro; Olga Martínez y Josep Bricullé, las zonas de Barcelona que mencionó Miguel de Cervantes en la gran e importante obra El Quijote. El día comenzó del más agradable modo posible: paseando por Barcelona. Después de una pausa para desayunar, los alumnos fueron llevados a la playa, donde se sentaron sobre la arena para sentir la naturaleza, y observaron el conjunto perfecto para sentirse en paz: el mar, el cielo, la luz del sol…todo acompañado de una agradable brisa. Allí, escucharon entusiasmados a Olga, que había confeccionado un trabajado dossier con la información más relevante, junto con los fragmentos más interesantes, de los capítulos pertenecientes al Quijote en Barcelona. En esa misma playa es donde Cervantes decidió situar hazañas como la primera visión del mar del caballero andante, o la batalla entre Don Quijote y el Caballero de la Blanca Luna. La combinación de la lectura de un buen libro junto al cálido ambiente del mar aseguró que el viaje fuera (y va) a permanecer en la memoria de los alumnos de literatura castellana por mucho tiempo. Después de ello, siguieron paseando por las calles de Barcelona, donde vieron la casa donde muy seguramente Cervantes escribió algunas de sus más célebres palabras, y junto a la cual se sacaron la foto inicial de este texto. Una vez vista la casa del escritor, los alumnos pudieron ver en la realidad un edificio que hasta el momento solo habían podido imaginar mientras leían. Se trata de la casa de Antonio Moreno, en la que Don Quijote y Sancho quedaron admirados por los más sorprendentes hechos, como por ejemplo la aparición de un busto que hablaba. Pasaron también por la calle de Perot lo Lladre, en quien se inspiró Cervantes para uno de sus personajes, el bandolero Roque Guinart. En dicha calle, según la vox populi se escondía el bandolero en sus visitas a la ciudad. Después de comer, el grupo se volvió a encontrar en la librería de calidad Taifa, situada en la vila de Gràcia. Allí tuvieron el placer de encontrarse con tres célebres escritores, Carlos Vitale, Teresa Martín Taffarel y Eduardo Ruíz Sosa, y con los dos libreros, Roberto y Jordi. Con ellos pudieron conversar no sólo acerca del Quijote y el proceso de creación literaria, sino también sobre la difusión del libro en esos lugares mágicos que son las librerías. También pasaron un buen rato escogiendo entre los muchos y buenos libros que guardaban sus estantes para llevarse un recuerdo de un día tan especial. Gracias a ellos. María Rodríguez Gutiérrez. 2º Batx C