LA MEMORIA P. Francisco Murray c.p. LA MEMORIA “Este tiempo es tiempo de pensar pero sin la marcha detener. Este tiempo es tiempo de dolor, de memoria que se empeña en recordar. Pues el llanto no tiene porvenir, este tiempo es tiempo de pensar y caminar” L os Pasionistas estamos llamados a HACER MEMORIA de la Pasión de Jesús. Esta es una de las dimensiones vertebrales de nuestra espiritualidad, puesto que Pablo de la Cruz decía que los males de su tiempo se debían al “olvido de la Pasión de Jesús” y propuso como remedio más eficaz, “la Memoria”. Nos queremos detener en ella, desentrañando su riqueza, ya que en otras reflexiones ahondamos más sobre la Pasión, que es el contenido de la Memoria. Rastreando en la Biblia, en el aporte de los símbolos, en la espiritualidad de Pablo de la Cruz y en la reflexión teológica, la Memoria nos abre a muchas y profundas significaciones para nuestra vida. Ella no está ligada a una función intelectual, a una capacidad de memorizar que algunos tienen y otros no. La Memoria es más un RECORDAR, es decir, volver a pasar por el corazón aquellas experiencias fuertes para RE-VIVIRLAS. Es una actualización de vivencias pasadas, para que en el presente vuelvan a tener el mismo efecto benéfico que en el pasado. Por eso mismo, cuando los judíos celebran la Pascua se sienten nuevamente liberados. No la viven como una gesta histórica antigua, sino como actualización de la Alianza. Nosotros también, en la liturgia, hablamos de “memorial” cuando queremos expresar en palabras la realidad de que Jesús se hace presente en la Eucaristía. No es un recuerdo de un pasado lejano sino la renovación de su presencia y de su Alianza con nosotros. EN LA BIBLIA Tanto el significado de ciertas palabras como la reflexión bíblica, nos ayudan a profundizar esta dimensión que en la Biblia tiene una importancia fundamental, ya que es un libro hecho de recuerdos de acontecimientos sucedidos con mucha anterioridad a su escrito y, por eso mismo, reinterpretados. PALABRAS El verbo hebreo “zakar” significa: acordarse, recordar, mencionar, invocar. El verbo griego “mneskomai”, tiene varias derivaciones: La facultad intelectual: recordar, acordarse. La experiencia de la fe: creer, confesar, invocar, anunciar, recordar en la oración. La conexión del pasado con el presente:considerar, reflexionar. La conexión del presente con el pasado: tener presente, tener en cuenta, mencionar. REFLEXIÓN La Biblia habla de la Memoria del hombre para con Dios y de Dios para con el hombre. Todo recuerdo de uno u otro supone experiencias vividas en conjunto, que marcaron el rumbo de la historia del pueblo. El efecto de la Memoria es hacer presente esas experiencias y renovar el vínculo a través de la alianza. Sólo el recuerdo del pasado garantiza el camino hacia el futuro. Recordar el nombre de Dios produce inmediatamente, la memoria de todos los hechos que lo ligaron con su pueblo. La Memoria sucede en los ritos, en las fiestas, en la visita a lugares especiales y por medio de algunos símbolos que dejó el pueblo. Es también importante el olvido del hombre. Algo que a Dios nunca le ocurre. Por eso, arrepentirse es, para el hombre, recordar las faltas y volver a la Memoria de Dios. En cambio, Dios al perdonar, por su amor renovado se acuerda de su alianza y se olvida del pecado. Por otro lado, la Memoria del pasado abre a la esperanza de que en el futuro se realizarán las promesas, porque el presente es desalentador. En el A.T. es el Deuteronomio el libro que más énfasis pone sobre el tema: “Graben estas palabras en los más íntimo de tu corazón. Atenlas a sus manos como un signo, que sean como una marca sobre tu frente. Enséñaselas a tus hijos, inculcándoselas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes.” Dt 10,18-20. Los textos más importantes del N.T. se refieren a la última cena: “Hagan esto en memoria mía ” 1 Cor 11,24-25; Lc 22,19. La certeza de la presencia de Jesús en la Eucaristía es la memoria-presencia más fuerte, real y transformadora que tenemos los cristianos. EN LA MITOLOGÍA GRIEGA Una vez creado el universo, el dios Zeus le preguntó a los dioses que se encontraban admirando en silencio todo ello, si creían que le faltaba algo a su obra para ser perfecta. Los dioses le respondieron que le faltaba una voz divina para alabar, celebrar y manifestar la grandeza de la creación. Le pidieron que engendrara a las musas inspiradoras. Entonces Zeus las creó a partir de una de las potencias que lo rodeaban: la Mnemosyné, es decir: la memoria. EN PABLO DE LA CRUZ Pablo, habla de “grata memoria”. Ella “no sólo estimula a la gratitud, sino que es agradable y gozosa”. Utiliza, también, la palabra “devoción” pero la define como “sólida y verdadera” para no confundirla con otras devociones. Para Pablo, hacer Memoria es tomar conciencia de la muerte en Cruz de Jesús, descubrir su gran amor para con nosotros y animarnos a vivir con sus mismas actitudes. Por eso, lo más importante es SER memoria. “Vivir en actitud de memoria”- se decía antiguamente en la Congregación. De nada valen todos los recuerdos si no se encarnan las convicciones. Como decía Atahualpa Yupanqui: “Había un hombre, que de tan hombre que era, era puro mensaje…” Las formas para hacer Memoria que Pablo eligió fueron los signos externos del hábito y el escudo, las actitudes interiores de meditación y el anuncio externo de la pasión con palabras y gestos. Un remero Porque quien rema en un bote mira hacia atrás para conocer su rumbo, para ubicarse en el espacio, para andar hacia adelante. Porque sólo puede hacer un buen esfuerzo mirando hacia el lugar donde ya ha pasado. Sólo cada tanto mira hacia delante. Las imágenes del paisaje que ha ido pasando se le irán desdibujando, pero siempre le quedará de todas ellas el rumbo que debe seguir. LAS IMÁGENES Tanto los que quieren recordar, como los que se resisten a hacerlo, pueden encontrar imágenes muy expresivas de lo que sienten y viven en relación a la memoria. Para quienes quieren recordar Un pozo De donde sacamos el agua inagotable de nuestra espiritualidad, como lo refleja tan hermosamente el texto de la mujer samaritana. Un montón de cenizas que ocultan las brasas Porque en estas cenizas del pasado podemos descubrir mucho calor, mucha riqueza, mucho fuego. Para quienes no quieren recordar Un laberinto Muchas veces, quienes sienten que no hay que recordar más algunos hechos del pasado, tienen la impresión que debe ser así porque de otra manera los recuerdos atrapan en un laberinto sin salida. Una prisión de la que no se sale Porque se cree que recordar siempre alguno hechos dolorosos es como vivir aprisionado, encarcelado por esos recuerdos. Sin libertad para una creatividad mayor hacia el futuro. Una herida que no cierra Porque siempre sangra inútilmente. Porque, para construir. lo mejor es olvidar. Porque siempre se están removiendo dolores que paralizan el camino. MEMORIA INTERESADA Todas las memorias son interesadas. Todos elegimos los hechos que queremos traer al presente. Hay elecciones por interés de unos pocos, o por intereses políticos, económicos o religiosos mezquinos o para congraciarse con los que participan del recuerdo. La pregunta que deberíamos plantearnos es: ¿por qué y para qué queremos hacer memoria? Es decir, tener claro nuestros propios intereses al recordar. Nuestro verdadero interés es la vida en abundancia, la justicia para los pobres, un mundo más humano y fraterno, las huellas de Dios en nuestra historia. “La memoria no es neutra. Solo se recuerda aquello en que se está implicado, depende del interés y supone parcialidad y alineamiento. No es un recuerdo resentido o estéril que llevaría al lamento pasivo e impotente, sino un recuerdo generador de compromisos. Recordar para imaginar y re-crear” Carlos Bravo Gallardo. MEMORIA Y OLVIDO “El nuevo nombre del olvido se llama exclusión. El nuevo nombre de la memoria se llama solidaridad profética” Por eso, E. Delaney, decía que, a veces, “hay memorias que producen olvido.” Lo producen porque toman de la experiencia pasada aspectos secundarios o tergiversados de aquello que intentan recordar La memoria que muchas veces se hace de Dios en esferas oficiales, militares e incluso religiosas, no es para buscar en El un camino de mayor libertad, respeto por los derechos de todos y cada uno, de honestidad, de solidaridad, de justicia, sino para ocultar e incluso justificar el atropello a todo ello. Por eso, es una memoria que produce olvido....Olvido del verdadero sueño de Dios que es el Reino. Hay un estado de la conciencia que se llama amnesia, es decir, falta de memoria. Este estado produce desconexión con la realidad presente, pasada y futura. Produce también desconocimiento de quién es uno. El olvido, más que una función intelectual es una amnesia espiritual. Uno está descolocado de la verdadera realidad de sí mismo, de los hombres, de los pobres y del Reino. “Ni el miedo ni el olvido son democráticos…Hasta hoy, el olvido estuvo lleno de memoria y esa memoria siempre ha pugnado por salir a la superficie, para mostrarle al mundo que el olvido es inútil, hipócrita y perverso. Tan importante es la memoria que, parafraseando a Courtoisie, mientras quede un solo elefante que recuerde, ese recuerdo puede llegar a cambiar la historia de un país”. Mario Benedetti Nota: Courtoisie había escrito:”Un día todos los elefantes se reunirán para olvidar. Todos menos uno”. DOLOROSA Y GOZOSA Mientras devano la memoria forma un ovillo la nostalgia. Si la nostalgia desovillo se irá ovillando la esperanza. Siempre es el mismo hilo. Eduardo Galeano La memoria está ligada a hechos dolorosos y también gozosos. Recordamos los que nos hizo disfrutar y lo que nos hizo sufrir. Generalmente, si nosotros recordamos el gozo, estaremos bien reconocidos por los demás. En cambio, si recordamos el dolor, nos dirán que queremos traer fantasmas del pasado, que no hay que remover heridas. Del gozo vivido, podemos tener nostalgia porque el “tiempo pasado fue mejor” y, también, vivir con la esperanza de poder recrearlo en el futuro. Del dolor, podemos sentir la indignación de los hechos que nos hicieron sufrir y, además, estar siempre tensionados por la defensa de la vida, para que no vuelva a suceder, porque también aquí es posible que se vuelva a repetir. Animados por estas experiencias en tensión, aparentemente tan contrapuestas: la nostalgia y la esperanza, la indignación y la defensa de la vida, estamos llamados a vivir el presente, porque es posible que vuelva a suceder algo parecido a lo que en otro tiempo hemos vivido, tanto de gozo como de dolor. MEMORIA Y COMUNIDAD La Memoria consolida y fundamenta la identidad de la comunidad. Por eso, “no hay comunidad sin Memoria, ni Memoria sin comunidad”. Las “Memorias individuales se entretejen en una trama común”, que es la Memoria colectiva de quienes vivieron experiencias semejantes en un mismo lugar y tiempo y la interpretan de un modo similar. Las comunidades tienen necesidad de hacer Memoria, les surge casi espontáneamente el recuerdo sobre los hechos vividos. El dolor y el gozo los une y reúne en sus fiestas, en sus celebraciones, en sus heridas y en sus luchas. Cuanta más Memoria hagan, más fuertes se sentirán para enfrentar los problemas y más claves tendrán para intentar soluciones. Por otro lado, las comunidades incorporan las Memorias individuales, grupales o sectoriales, hasta tal punto que en un momento todos sienten que han vivido esas mismas experiencias. Ya no pertenecen a algunos, sino a todos, ya no son comunicadas como “de otros”, sino como propias. MEMORIA PELIGROSA Por todo esto, decimos que la memoria es “peligrosa”, porque no es ingenua, ni espiritualista, sino que quiere gozar con los muchos momentos en los que Dios se acerca a nosotros y, también, tocar las causas del sufrimiento humano y de las estructuras de pecado que producen la injusticia y la muerte de tantos hermanos. La Memoria de los negros de su libertad, la de los indios de su tradición, la de los cristianos de Jesús y tantas otras Memorias, son peligrosas para el sistema. MEMORIA Y ESPERANZA La Memoria es sustento de nuestra identidad. Descubrimos, gracias a ella, quiénes somos y hacia dónde vamos. Por eso, es raíz de nuestro futuro. Decimos que debajo de las cenizas están las brasas, debajo de las hojas secas está la tierra fértil, debajo de las ruinas están los cimientos. “Hay esperanza porque hay recuerdos”. “Con maderas de recuerdos armamos la esperanza”- decía Unamuno. Por eso, la Memoria debe ser fiel y crítica al mismo tiempo. Recordar el pasado, no para pegarse a él y convertirse en estatua de sal, como le sucedió a la mujer de Lot (Gn 19,26). Debe ser como el Arca de Noé, donde está encerrada la vida para el futuro. Pero la esperanza se funda en hacer Memoria de la presencia, persistencia y permanencia de Dios, quien cumple sus promesas. El estará con nosotros hasta el fin de los tiempos (Mt 28). APORTE 1 LA MEMORIA León Gieco Los viejos amores que no están, la ilusión de los que perdieron, todas las promesas que se van, y los que en cualquier guerra se cayeron. Todos los muertos de la A.M.I.A. y los de la Embajada de Israel, el poder secreto de las armas, la justicia que mira y no ve. Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia. Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia. El engaño y la complicidad de los genocidas que están sueltos, el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno. Fue cuando se callaron las iglesias, fue cuando el fútbol se lo comió todo, que los padres Palotinos y Angelelli dejaron su sangre en el lodo. Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia. La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento. Todo está escondido en la memoria, refugio de la vida y de la historia La memoria estalla hasta vencer a los pueblos que la aplastan y que no la dejan ser libre como el viento. Los desaparecidos que se buscan con el color de sus nacimientos, el hambre y la abundancia que se juntan, el mal trato con su mal recuerdo. La bala a Chico Méndez en Brasil, 150.000 guatemaltecos, los mineros que enfrentan al fusil, represión estudiantil en México . Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia. Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia. Dos mil comerían por un año con lo que cuesta un minuto militar Cuántos dejarían de ser esclavos por el precio de una bomba al mar. América con almas destruidas, los chicos que mata el escuadrón, suplicio de Mugica por las villas, dignidad de Rodolfo Walsh. Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia. La memoria pincha hasta sangrar, a los pueblos que la amarran y no la dejan andar libre como el viento Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia. La memoria apunta hasta matara los pueblos que la callan y no la dejan volar libre como el viento APORTE 2 LA MEMORIA FUNDA SIEMPRE EL MAÑANA Subcomandante Marcos Estas fueron las palabras del Subcomandante Marcos que escucharon, por vía telefónica, las miles de personas que asistieron el sábado al acto en repudio al último golpe militar . México, 24 de marzo de 2001, 18 hs., hora de México. A los niños, niñas, ancianos, ancianas, jóvenes, jóvenas, hombres y mujeres de la Argentina, América Latina, Planeta Tierra. Hermanos y hermana: Nuestros más antiguos nos enseñaron que la celebración de la memoria es también una celebración del mañana. Ellos nos dijeron que la memoria no es voltear la cara y el corazón al pasado, no es un recuerdo estéril en que había risas o lágrimas. La memoria, nos dijeron, es una de las siete guías que el corazón humano tiene para andar sus pasos. Las otras seis son: la verdad, la vergüenza, la consecuencia, la honestidad, el respeto a uno mismo y al otro, y el amor. Por eso, dicen, la memoria funda siempre el mañana, y esa paradoja es la que permite que en ese mañana no se repitan las pesadillas, y que las alegrías, que también las hay en el temario de la memoria colectiva, sean nuevas. La memoria es sobre todo, dicen nuestros más primeros, una poderosa vacuna contra la muerte y alimento indispensable para la vida. Por eso, quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida, y quien no tiene memoria está muerto. Quienes arriba fueron poder, nos heredaron un montón de pedazos rotos, muertes aquí y allá, impunidades y cinismos, ausencias, rostros de historias desmoronadas, desesperanzas. Y ese montón de escombros es lo que nos ofrecen como tarjeta de identidad, de modo que decir “Soy” y “Somos” sea una vergüenza. Pero hubo quienes fueron y son abajo. Ellos y ellas nos heredaron, no un mundo nuevo, completo y acabado, pero sí algunas claves y pistas para unir esos fragmentos dispersos, y el armar el rompecabezas del ayer, abrirle una rendija al muro, dibujar una ventana, construir una puerta. Porque es bien sabido que las puertas fueron antes ventanas, y antes fueron rendijas, y antes fueron y son memoria. Tal vez por eso temen los de arriba, porque quien tiene memoria en realidad tiene en su futuro una puerta. Somos muchos y muchas los que al buscar la memoria estamos buscando parte de nuestro rostro. Quien nos pide que olvidemos, nos pide que sigamos incompletos, usando las prótesis que el poder oferta. …… Salud, y que nunca más la estupidez se permita democratizar el miedo y la muerte. Desde la ciudad de México, Subcomandante Marcos. APORTE 3 DEL LIBRO DE LOS ABRAZOS Eduardo Galeano Ventana sobre la memoria (I) Ventana sobre la memoria (II) A orillas de otro mar, otro alfarero se retira en sus años tardíos. Se le nublan los ojos, las manos le tiemblan, ha llegado la hora del adiós. Entonces ocurre la ceremonia de la iniciación: el alfarero viejo ofrece al alfarero joven su pieza mejor. Así manda la tradición, entre los indios del noroeste de América; el artista que se va entrega su obra maestra al artista que se inicia. ¿Un refugio? ¿Una barriga? ¿Un abrigo para esconderte cuando te ahoga la lluvia, o te parte el frío, o te voltea el viento? ¿Tenemos un espléndido pasado por delante? Para los navegantes con ganas de viento, la memoria es un puerto de partida. Y el alfarero joven no guarda esa vasija perfecta para contemplarla y admirarla, sino que la estrella contra el suelo, la rompe en mil pedacitos, recoge los pedacitos y los incorpora a su arcilla. Ventana sobre la memoria (III) Quien nombra, llama. Y alguien acude, sin cita previa, sin explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando. Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del todo mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae. Ventana sobre la memoria (IV) Bajo la mar viaja el canto de las ballenas, que cantan llamándose. Por los aires viaja el silbido del caminante, que busca techo y mujer para hacer noche. Y por el mundo y por los años, viaja la abuela. La abuela viaja preguntando: La abuela Raquel está ciega, pero mientras viaja ve los tiempos idos, ve los campos perdidos: allá donde las gallinas ponen huevos de avestruz, los tomates son como zapallos y nos hay trébol que no tenga cuatro hojas. Clavada a su silla, muy peinada y muy limpita y almidonada, la abuela viaja al revés y nos invita a todos: - ¿Cuánto falta? Ella se deja ir desde el tejado de la casa y navega sobre la tierra. Su barca viaja hacia la infancia y el nacimiento y antes: -¿Cuánto falta para llegar? - No tengan miedo – dice – Yo no tengo miedo. Y se desliza la leve barca por la tierra y el tiempo. - ¿Falta mucho? – pregunta la abuela, mientras va. Ventana sobre la memoria (V) Viaja la luz de las estrellas muertas, y por el vuelo de su fulgor las vemos vivas. La guitarra, que no olvida a quien fue su compañero, suena sin que la toque la mano. Viaja la voz, que sin la boca sigue. APORTE 4 REFLEXIÓN SOBRE EL CENTENARIO P. José Agustín Orbegozo c.p. E l famoso héroe ático de la mitología griega, Teseo, dio muerte al minotauro que se escondía en el laberinto de Creta. Importante fue su hazaña, pero más importante aún el hecho de haber salido del laberinto. Muchos otros intentaron hacer lo que él hizo y acabaron extraviados en aquellas intrincadas galerías. ¿Cómo consiguió él regresar? Había llevado consigo un cordel que iba desenrollando a medida que avanzaba. Luego, para volver, le bastó seguir el hilo hasta llegar por fin a la boca del laberinto y salir a la luz. Ese cordel se lo había regalado Ariadna, su princesa enamorada. Por eso mencionamos el hilo de Ariadna cuando hablamos de la necesidad de la memoria, imprescindible para orientar nuestros pasos en la vida. fidelidad a los orígenes y apoyarnos en la lucha. La memoria es el soporte de nuestra identidad a través del tiempo y de los continuos cambios que éste comporta. La memoria sustenta al hombre porque, al conservar su pasado, ella constituye la base de su presente. La memoria es también la raíz de su futuro. En la memoria guardamos el pasado y con los materiales del pasado forjamos el porvenir. La memoria es el arca de Noé donde quedó a salvo un pequeño resto que es lo único que garantiza la continuidad de la vida, la posibilidad de un futuro. Al celebrar el Tercer Centenario del Nacimiento de nuestro Fundador, San Pablo de la Cruz, resalta inmediatamente la importancia de la memoria, para mantenernos unidos al acontecimiento fundacional mientras libramos nuestra batalla contra el minotauro de turno. La Congregación, como una nueva Ariadna, sigue proveyéndonos del hilo necesario, de la memoria viva, para garantizar nuestra Dentro de nosotros hay una parte del pasado tan inservible como un montón de cenizas, pero debajo de esas cenizas hay una brasa encendida. Debajo de las ruinas siguen estando los cimientos. Debajo de las hojas muertas que cayeron sigue viviendo y trabajando la raíz. La esperanza brota de la memoria. Ex memoria Spes. Hace falta una memoria que sea fiel y al mismo tiempo crítica. Ambas cosas son necesarias, recordar el pasado y no vivir sujetos a él. Hay esperanzas porque hay recuerdos. “Con maderas de recuerdos armamos las esperanzas”, escribió Unamuno. ************************* La memoria religiosa no es un sector o parcela de la memoria, no es una galería destinada a museo sacro. Es la memoria entera del hombre vista a una cierta luz, una tela donde el itinerario de nuestra vida ha quedado dibujado sobre un mapa bíblico. Un día fuimos liberados de la esclavitud de Egipto para marchar hacia la Tierra de Promisión. La memoria es el texto manuscrito del Éxodo y la acción de gracias constituye la oración propia de la memoria. “Recuerda el camino que el Señor tu Dios te ha hecho recorrer en estos cuarenta años por el desierto” (Dt. 8, 2). La salida de Egipto fue para los hebreos el gran acontecimiento liberador, que se repetirá en la historia de cada alma. Pero, como todo don de Dios, constituye a la vez una exigencia. Quien ha atravesado el mar Rojo tiene por delante todavía un largo camino y está obligado a desprenderse de muchas cosas que constituyen lo que podríamos denominar la “marca de Egipto”, las múltiples formas de servidumbre que siguen gravando su corazón. De ahí la necesidad de abandonar todo aquello que el pasado tiene de lastre, de peso muerto, todo cuanto obstaculiza nuestro futuro. Existe una pesada inercia, la tendencia a una repetición mecánica y rutinaria. No me refiero tanto a los malos hábitos adquiridos cuanto al progresivo empobrecimiento de nuestros hábitos mejores. En cierto momento, nuestro carisma-misión llega a convertirse en una noción sobrentendida o en una distribución más de la jornada. Lo que llamamos fidelidad no es más que pura inmovilidad, una cualidad de índole más bien material, y nuestra estima de la tradición no es otra cosa sino miedo inconfesado al soplo imprevisible del Espíritu. Amamos la seguridad y la tibieza, las explicaciones tranquilizadoras. Preferimos, en suma, hacer del futuro una simple prolongación del pasado. Todo ello forma parte de la herencia de Egipto. Incluso abrigamos esperanzas que en el fondo no son más que una secreta nostalgia, un retroceso a la esclavitud. “¡Cuánto nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y melones y puerros y cebollas y ajos!” (Num. 11, 5). ¿Cómo podían decir los israelitas que habían comido gratis en Egipto? Trabajaron como esclavos y su escasa manutención había sido el único, miserable salario que llegaron a percibir. El pescado que comíamos gratis... No sólo eran incapaces de esperar nada nuevo, incapaces de concebir una Tierra Prometida donde no hubiera pescado y melones y pepinos, sino que además habían falseado sus recuerdos. Efectivamente, la memoria puede esconder muchas trampas. Por consiguiente, hará falta ante todo despejar el campo, esclarecer el pasado y asumir la verdad. Solo así cabe después una esperanza legítima y solo así sería posible una esperanza nueva. Esta esperanza nueva, a la vez que se apoya en la memoria del pasado, podrá servir de base para una nueva y más lúcida reconstrucción de dicho pasado. --------------------------------El pasado de la Congregación sigue presente en el corazón de cuantos formamos parte de ella. Reavivar la memoria nos servirá para recrear y perfilar mejor nuestra identidad de pasionistas. En realidad, mi verdadero ser consiste en un cierto pasado que ha llegado a formar este presente, consiste en este presente que no es otra cosa sino la acumulación de un pasado. Si perdiera la memoria, lo perdería todo. Perder la memoria significa perder el suelo, perder mi nombre, mis señas de identidad, significa perder toda posibilidad de reencontrarme. En otras palabras, al perder mi pasado habría perdido mi futuro. Perder la memoria es perder la vida. El pasado de la Congregación nos engendró y nosotros, todos, contribuimos a configurar la Congregación del mañana. Por eso, cualquier crítica que hagamos sobre la Congregación deberá ir acompañada de una sincera autocrítica, para comprender hasta qué punto nuestro propio pecado viene a deformar el rostro de la Congregación, que todos querríamos más santa, más pobre y pacífica, más libre, más fiel al Señor Jesús, más como la quiso nuestro Fundador. INDICE Página La memoria en la Biblia, en la mitología griega, en Pablo de la Cruz……….. 3 Memoria Interesada, memoria y olvido, dolorosa y gozosa, memoria y comunidad, memoria peligrosa, memoria y esperanza………… Aporte 1 La memoria- León Greco……………………………………… Aporte 11 2 La memoria funda siempre el mañana- Subcomandante Marcos Aporte 7 12 3 Del libro de los abrazos- Eduardo Galeano……………………….. 14 Aporte 4 Reflexión sobre el centenario- P. José Agustín Orbegozo c.p. ……….…16 Colección Espiritualidad Pasionista Para uso interno Los Pasionistas estamos llamados a HACER MEMORIA de la Pasión de Jesús. Esta es una de las dimensiones vertebrales de nuestra espiritualidad, puesto que Pablo de la Cruz decía que los males de su tiempo se debían al “olvido de la Pasión de Jesús” y propuso como remedio más eficaz, “la Memoria”. Familia Pasionista