Contacto: Analía Garay Y. Difusión y Redes Sociales 5518

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Contacto: Analía Garay Y.
Difusión y Redes Sociales
5518 -2266 Extensión 216
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www.franzmayer.org.mx
Facebook/MuseoFranzMayer
Twitter: @el_mayer
Presentación:
Los escultores novohispanos y sus obras. Colección Museo Franz Mayer
Lugar:
Museo Franz Mayer * Sala Temporales I
Av. Hidalgo 45, Centro Histórico. Ciudad de México.
Fecha:
3 de febrero al 15 de abril de 2012.
Horario:
Martes a domingo 10:00 a 17:00 hrs.
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El Museo Franz Mayer inicia en febrero su ciclo de exposiciones temporales con la muestra
Los escultores novohispanos y sus obras. Colección Museo Franz Mayer.
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La curaduría, a cargo de la Dra. Consuelo Maquívar, destaca la importancia de las
imágenes y prácticas religiosas en el México virreinal, lo que dio paso a una importante
tradición artística: la escultura tallada en madera, policromada y estofada.
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Más de 50 piezas de la Colección integran esta muestra, en las que sobresale la
manufactura, técnica y materiales utilizados por los distintos gremios de entalladores,
ensambladores y pintores de la época.
Los escultores novohispanos y sus obras. Colección Museo Franz Mayer, es la primera
muestra con la que el museo inicia sus actividades en el 2012. En ésta destaca la
importancia de la imaginería religiosa utilizada por la Iglesia Católica durante el Virreinato
como medio de enseñanza, así como el desarrollo y evolución de la escultura tallada en
madera, policromada y estofada de la época.
Al consolidarse la conquista militar de Tenochtitlán, Hernán Cortés solicitó al monarca
Carlos I de España que enviara misioneros a evangelizar a los naturales. Es entonces que
los frailes inician la catequesis de las poblaciones indígenas más numerosas y comienza la
construcción de conventos y edificios, en los que giraría la vida de estos pueblos donde se
desarrollarían proyectos de enseñanza y aprenderían además del castellano y la doctrina
cristiana, las artes y oficios a la usanza europea.
Es durante el Concilio Ecuménico de Trento, en Italia, organizado por la Iglesia Católica,
donde se decreta que las imágenes religiosas debían ser indispensables para que los fieles
creyentes recordaran el sufrimiento de Jesucristo, que había muerto por la salvación de
los hombres y, como una manera de enfrentar las ideas protestantes de Martín Lutero,
cuyos postulados iban en contra de la doctrina cristiana.
Es así que las órdenes religiosas establecidas en la naciente Iglesia Novohispana, se
reúnen posteriormente para ver de qué manera se aplicarían los decretos tridentinos y
darles cumplimiento. Se insistió entonces que las imágenes religiosas del clero debían ser
muy rigurosas en su manufactura y colocación en los templos y capillas de barrio, y
entonces se establece una relación recíproca de enseñanza artística entre frailes e
indígenas.
El resultado de esta combinación cultural fue el valioso cúmulo de obras que en la
actualidad ejemplifican el quehacer artístico novohispano de aquella época, y las más
de 50 piezas de la muestra Los escultores novohispanos y sus obras. Colección Museo
Franz Mayer ofrecen una visión muy completa de las distintas técnicas que realizaron los
artífices talladores novohispanos mediante la talla de madera y relieves, los estofados, la
policromía y la extracción de la pulpa de la caña de maíz.
En esta exposición, curada por la doctora en Historia del Arte y especialista en Arte
Colonial, Consuelo Maquívar, destacan las esculturas de los siglos XVII al XIX, en su mayoría
piezas en tecali (mármol mexicano), madera tallada, policromada y estofada, entre las
que sobresalen por su técnica: Dios Padre Compasivo, realizada en técnica mixta de
pasta de caña de maíz y madera; Calvario, pieza guatemalteca realizada en madera
tallada, dorada, repujada, cincelada, policromada, con aplicación de plata, fundida,
repujada y cincelada; y San Miguel Arcángel, de madera ligera tallada, dorada y
policromada.
Los estofados (del francés étouffee), era una técnica que trataba de imitar las telas de la
época y consistía en colorear una talla previamente dorada para rayar después la
policromía con finos punzones, dejando entrever el oro y darle una apariencia similar a las
telas bordadas con hilos de metal.
Por otro lado, la escultura en caña de maíz consistía en extraer la pulpa de la caña del
maíz, que mezclaban y amasaban con un aglutinante pegajoso al que nombraban
tatzingui, que era la savia de ciertas orquídeas que crecían en los lagos de la región. A las
figuras se colocaba, además, una capa de yeso mezclado con aguacola que, al secarse,
se pulía para lograr la policromía.
Otra de las características del trabajo escultórico de aquella ápoca, es que no es común
encontrar las firmas de sus autores, a diferencia de los pintores que sí firmaban sus obras, y
posiblemente esto se haya debido a que en la creación de estas piezas participaban los
distintos talleres: el del escultor y el del pintor-dorador.
Así, el Museo Franz Mayer comienza sus actividades con una muestra de obra escultórica
representativa del periodo colonial en México, que transformó y enriqueció la labor
artística de aquella época.
El Museo Franz Mayer agradece el apoyo de la Escuela Mexicana de Gastronomía.
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