EL ACORAZADO POTEMKIN FICHA TÉCNICA: URSS, 1925. Directores: Sergei M. Eisenstein y Grigori Aleksandrov. Productor: Jacob Bliokh. Producción: Goskino y Mosfilm. Guión: Sergei M. Eisenstein y Nina Agadzhanova. Fotografía: Vladimir Popov y Eduard Tisse. Música: Edmund Meisel y Dmitri Shostakovich. Montaje: Sergei M. Eisenstein. Dirección artística: Vasili Rakhals. Intérpretes: Aleksandr Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, Ivan Bobrov, Beatrice Vitoldi, N. Poltavseva, Julia Eisenstein. RESUMEN DE LA PELICULA: La película narra la historia de la unión soviética dentro del primer intento, fallido, de la revolución, en 1905. Los marineros del Acorazado Príncipe Potemkin de Táurida soportan las pésimas condiciones de vida, como toda la población rusa, que vive bajo el dominio del Zar. El amotinamiento se desarrolla por el descontento de los marinos por las condiciones precarias e inhumanas en que estaban, siendo su líder, Vakulinchuk, asesinado por un oficial. Los oficiales de rango superior han sido destronados y cuando el Potemkin llega al puerto de Odessa, la gente aparece por todos los lugares y quiere saber la causa del marinero muerto y el porqué del comienzo de los actos de rebelión, siendo enfrentados por el ejército zarista. ANTECEDENTES: Se realizó por encargo del PCUS, el cine había sido nacionalizado por Lenin en 1919, para conmemorar el aniversario de la Pre−Revolución rusa, centrándose en el motín del acorazado Potemkin. Sublevación que sería reprimida por la flota zarista, ejecutando a parte de la tripulación insurrecta y desguazando el célebre acorazado, este final es ocultado en el filme, con fines netamente propagandísticos, al tiempo que los autores idealizan el hecho revolucionario. El movimiento revolucionario que terminó con la creación de la unión soviética es considerado como el más grande experimento social de la historia moderna. En unos años, las estancadas estructuras políticas del zarismo se desintegraron para dar paso a un sistema sin clases sociales, producto de las ideas modernistas originadas en el siglo XIX. El nacimiento del primer gobierno comunista coincidió con una revolución importante en el mundo de las 1 artes. En los primeros años del siglo XX aparecieron una serie de movimientos vanguardistas que pretendían acabar con los esquemas dominantes el mundo artístico. Derivando la aparición de nuevas formas de expresión como el cine, la tecnología de la imagen. En los años veinte los soviéticos intentaban construir una teoría fílmica para así sustentar sus producciones y a partir de la cual explicarlas al público. En el ensayo de Eisenstein: Dickens, Griffith y el cine actual, Eisenstein manifiesta la deuda de los cineastas soviéticos de su generación con el realizador norteamericano, pues, según a su parecer, el papel de Griffith en la evolución del sistema de montaje soviético fue tan importante como lo fue Dickens en la creación de los métodos de Griffth. Sin embargo, la huella del realizador norteamericano no fue seguida por aquellos jóvenes activos, impetuosos y llenos de creatividad. De hecho, el realizador norteamericano dentro de la cinematografía mundial marco con su labor, la cual fue decisiva, sus textos son ahora clásicos convertidos en referentes para los cineastas actuales. Además, de su labor teórica, Eisenstein se esforzó en plasmar en la realización de sus películas aquellos conceptos expuestos en sus teorías. Los soviéticos intentaron superar los principios de la narratividad griffithiana, que consideraban demasiado inmersa en la estructura de la sociedad burguesa, sustituyéndolos por los del cine de masas. Dichas intenciones eran claramente pedagógicas: se trataba de instrumentalizar el cine en beneficio de la revolución, haciendo de él una herramienta didáctica que permitiera formar la conciencia revolucionaria de los espectadores. Y justamente para esa misma finalidad se estableció una planificación cuidadosa en la producción de lo que se llegó a conocer como cine de masas, que debía rendir sus obras dentro de los límites quinquenales establecidos. Durante el transcurso del tiempo la unión soviética experimento una serie de cambios importantes que, irremediablemente, se trasladaron al terreno cinematográfico. En este clima, se asientan las bases de cuestiones clave para el desarrollo del lenguaje del cinematógrafo. El cine de la vanguardia rusa responde a una estimulación revolucionaria que lo condiciona y, a su vez, condiciona el cine mundial. Eisenstein, Vertov, Pudovkin, entre otros, investigarían y sacarían diferentes conclusiones sobre un mismo hecho, la creación cinematográfica como elemento educativo social y a la vez artístico. Cada uno con sus aportaciones, se convirtieron en inventores, de formas y de contenidos, de sueños e ilusiones. HISTORIA: EL ACORAZADO POTEMKIM En 1905, los marinos del acorazado Príncipe Potemkin se amotinan cuando van a ser ejecutados por negarse a comer carne podrida, y toman el mando del barco. En el pueblo de Odessa, los habitantes celebran la llegada del acorazado en apoyo a los amotinados, pero las tropas del Zar los exterminan en las escaleras frente al puerto de la ciudad. Desde alta mar, los cañones disparan contra los soldados, y los marinos se preparan para una batalla contra la flota oficial. El acorazado Potemkin al igual que muchas películas rusas del periodo eran encargos o estaban supervisados por el gobierno y más concretamente por Lenin. Basada en los hechos reales, la película esta narrada con soberbia y maestría. Pese a ser este un trabajo propagandístico, no deja de ser una clase magistral sobre el montaje, el movimiento de la cámara y la narración, con escenas míticas que después serian copiadas posteriormente. Es una película fundamental en la historia del cine. A principios del siglo XX, el arte sufrió muchísimos cambios, evoluciones en todos sus ámbitos, en el ámbito cinematográfico es la época en que nace el movimiento expresionista, Griffith realiza El nacimiento de una 2 nación e Intolerancia, como obras capitalistas, en la URRS Dziga Vertov comienza sus experimentos de cine−ojo y tanto Pudovkin como Eisenstein firman películas que sentaran las bases del lenguaje cinematográfico. Estos cambios que se produjeron en el arte a principios de siglo es extrapolable a la situación económica, social y política del mundo en esa época. Los grandes cambios en la historia de la humanidad han sido consecuencia de guerras, revoluciones o incluso exterminios. Y eso es en gran parte de lo que trata la película de Eisenstein y el tratamiento que le da a la guerra, sobre la revolución de un grupo de hombres frente al poder establecido que les oprimía. El inicio de la revolución rusa que termino con el poder zarista y que dio paso al comunismo. Dividida en cinco capítulos, la película comienza con la narrativa cinematográfica en la que se parte de una situación insostenible, ante la que se produce una reacción y el alzamiento de la masa. Se llega a un final que apacigua la situación y que ilustra el triunfo de la revolución de una forma utópica. En la obra de Eisenstein esa idea de revolución como motor para el cambio esta diseñada bajo la mirada heroica, idealista y de la justificación. Los planos acentuados por Eisenstein a través del montaje en los que se muestra la crueldad del enemigo sirven para crear, magnificar y demostrar la sensación de situación insostenible en la que vivía el pueblo ruso durante la época zarista. El acorazado Potemkin es una obra que manifiesta la visión de la guerra que tiene su autor, a pesar de que fue un encargo. La película corresponde al cine de autor por las formas cinematográficas empleadas por Eisenstein entre las que destaca el montaje. A través de cierto tipo de encuadres, Eisenstein insiste en la idea de la maldad de los soldados zaristas o los oficiales del Potemkin, sobretodo cuando debe encuadrarlos, mostrándolos siempre sin cabeza, a través de sombras aterradoras así deshumanizándoles. Y es ahí donde se puede extraer algo personal de una obra de encargo. Eisenstein no se limita a la espectacularidad y efectividad evidente del montaje opta también por dar una visión personal Con el Acorazado Potemkim, Eisenstein sienta las bases del lenguaje cinematográfico y el montaje a través del uso paralelo de primeros y medios planos sin apenas movimiento de cámara para crear un tiempo y un espacio artificial que contribuye al elemento dramático de la acción y culmina con la masacre de la escalera. Utiliza el Montaje en paralelo de planos yuxtapuestos que ocurren en el mismo instante. Se utiliza también el primer plano para destacar una serie de personajes con los que el público acaba identificándose. Personajes a los que diferencia de la masa, rechaza el artificio escenográfico, la interpretación. En su lugar construye el texto como montaje de huellas fotográficas. Eisenstein ponía el montaje en el primer lugar. Para el era el montaje libre de acciones (atracciones) elegidas, independientes (incluso fuera de la composición dada y del entrelazamiento narrativo de los personajes), pero con una orientación precisa hacia un determinado efecto temático final. El montaje se hace cargo de los movimientos más abstractos y de sus configuraciones plásticas más informalistas, también desempeña una tarea decisiva en la economía global del texto, dando a los procedimientos y enunciados una gran fuerza, la construcción de un espacio que no es narrativo, pero que tampoco es abstracto ni singular: es un espacio formal. 3