Efectividad de la Escuela en el siglo XXI

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Ensayo:
Evaluación de una Escuela Efectiva para el Siglo XXI
Al abordar este interesante tema, se debe primero citar algunos conceptos de evaluación
desde la perspectiva de algunos autores.
Wikipedia, la Enciclopedia Libre Virtual define la evaluación como la acción de estimar,
apreciar, calcular o señalar el valor de algo. Explica esta enciclopedia que la evaluación es
la determinación sistemática del mérito, el valor y el significado de algo o alguien en
función de unos criterios respecto a un conjunto de normas.
El Gran Diccionario Enciclopédico ´´Grijalbo 1998´´ precisa que la evaluación es la
estimación de los conocimientos adquiridos y las actitudes desarrolladas por un alumno en
un periodo determinado.
Desde nuestra óptica, la evaluación constituye un proceso continuo, permanente y
sistemático de recolección de información y análisis de la misma, destinado a describir la
realidad de una institución y emitir juicios de valor sobre la adecuación a un patrón o
criterio de referencia establecido como base para la toma de decisiones.
Para hablar evaluación se precisa presentar el marco legal que establece y reglamenta la
evaluación en nuestro país:
La Ley General de Educación 66´97 en su art. 58 expresa que el Sistema Educativo
Dominicano tiene como función garantizar la eficiencia y la eficacia global del mismo.
Comprende la evaluación de los procesos, del producto, de los insumos y de los servicios
que intervienen en la actividad educativa para satisfacer las necesidades de la sociedad.
Para cumplir con anterior, en el art. 60 de la misma ley dice que se establece un sistema
nacional de evaluación de la Calidad de la Educación como el medio para determinar la
eficiencia y eficacia global del sistema educativo, y en el art. 61 cita sus funciones: a)
Disponer de informaciones objetivas del rendimiento escolar; b) Establecer mediciones
periódicas mediante un sistema de pruebas nacionales de término en los niveles y ciclos; c)
Utilizar la investigación y los resultados de las evaluaciones para mejorar.
Además de lo expresado en la Ley, se aprueba la Ordenanza 7´2004, la cual modifica e
integra las Ordenanzas 3’92 y 2’93 que norman el Sistema de Pruebas Nacionales de la
República Dominicana, en los niveles Básico, Medio, y del Sub-sistema de Educación de
Adultos.
Es muy propicio señalar que para la conquista de una escuela efectiva para el siglo XXI, se
demanda de un pueblo educado que asegure no solo la construcción democrática y
participativa de la sociedad, sino su productividad y su bienestar colectivo. Para algunos, la
educación se ha constituido en la nueva utopía social, con la ventaja de llegar a ser uno de
los sectores sociales capaz de generar las mayores sinergias, acuerdos y compromisos
sociales; así que una escuela para ser efectiva no puede estar divorciada de lo planteado.
La Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación (Vol.3 No.2,
2005) define la escuela efectiva o eficaz, como aquella que promueve de forma duradera el
desarrollo global de todos y cada uno de sus alumnos más allá de lo que sería esperable
teniendo en cuenta sus condiciones previas, al mismo tiempo que fomenta el desarrollo de
la comunidad educativa.
Javier Murillo Torrecilla expresa que la escuela eficaz o efectiva es aquella “que fomenta
permanentemente de forma duradera el desarrollo integral de todos y cada uno de sus
educandos tomando en consideración su rendimiento inicial y su situación social, cultural y
económica” (Murillo, 2003).
El mismo autor considera que dentro del centro educativo resultan esenciales los conceptos
de “cultura para la mejora”, “procesos de mejora” y “resultados de mejora”. Los tres están
interrelacionados e influyen constantemente los unos sobre los otros.
La cultura de mejora entre los factores que la conforman se encuentra la presión interna
para la mejora; la visión y las metas compartidas por la comunidad escolar.
Los procesos de mejora están conformados por las fases tradicionales del cambio escolar,
desde la valoración de las necesidades, el diagnóstico previo, la selección de las áreas
prioritarias, la planificación de las acciones, la aplicación de los planes, la evaluación hasta
la institucionalización.
Los resultados de mejora constituyen una de las aportaciones más evidentes de la eficacia
escolar, dado que son los factores de eficacia encontrados en investigaciones anteriores.
En procura de lograr una escuela eficaz, en la gestión educativa 2008-2012, el Ministerio de
Educación de la Republica Dominicana promovió el programa de modelo de gestión de los
centros educativos ´´nos organizamos para una escuela efectiva´´; en este programa se
involucraba la participación del director y su equipo de gestión, con la finalidad coordinar y
organizar los procesos de acompañamiento y seguimiento del centro en las áreas
pedagógicas y administrativas, creando unas sinergias entre estos actores para que los niños
y niñas aprendan.
Según el MINERD, para el cumplimiento de tan importante programa los docentes tenían la
responsabilidad de promover el desarrollo humano integral diseñando situaciones de
aprendizajes, los estudiantes debían desarrollar potencialidades intelectuales y éticas, la
familia promovería actividades socio-culturales a lo interno del centro educativo y la junta
de centro tenía el deber de crea los nexos entre la comunidad, la gestión del centro y su
actores.
En el portal de la educación dominicana ´´educando.edu.do´´ se citan los cinco factores
claves en escuelas que obtienen buenos resultados: a)Profesor efectivo: maneja los
contenidos del currículum, los conoce, los domina, tiene buena metodología para
enseñarlos; b)Sala de clase efectiva: un espacio agradable, donde los tiempos se utilizan de
manera óptima para la enseñanza; c)Relación escuela-familia: escuelas que mantienen una
relación con la familia, centrada en los objetivos de aprendizaje de los niños; d)Liderazgo:
el director está muy implicado en los procesos de aprendizaje y no sólo en administrar la
escuela; e)Evaluación permanente: evaluar si los objetivos planteados por la escuela se han
cumplido en un periodo específico.
Dentro de las características clave de una escuela efectiva tenemos: Liderazgo profesional,
visión y objetivos compartidos, ambiente de aprendizaje, la enseñanza y el aprendizaje,
enseñanza con propósito, expectativas elevadas, reforzamiento positivo, seguimiento de
avances, derechos y responsabilidades de los alumnos, colaboración hogar – escuela y una
organización para el aprendizaje. Estos factores no deben considerarse como
independientes uno de otro, por lo cual se destacan varios vínculos entre ellos que pueden
ayudar a comprender mejor los posibles mecanismos de efectividad (Sammons, Hilman y
Mortimore, 1987).
Gestionar la calidad en una institución implica realizar todas las tareas inherentes a la
consolidación de una organización que se prepara para garantizar calidad en sus productos
o servicios. Esa calidad en función de un compromiso, de una especificación de un
producto o servicio, del tiempo de entrega, de un ambiente organizacional predispuesto a la
mejora continua, de un conjunto de procedimientos hecho para identificar por dónde las
cosas se están haciendo bien en función de un parámetro externo o norma adoptados
voluntariamente (Malvinicio,2001).
De ellos se deriva que la calidad no es el resultado de la casualidad sino, de una
programación y voluntad de mejora puesta en marcha en aspectos, tales como:

La definición de una política explícita para la calidad.

El reconocimiento del usuario como el factor clave que define los lineamientos
de la calidad.

El reconocimiento del factor humano como el eje del cambio y de la generación
de valor.

La innovación tecnológica como el sendero de expansión necesario.

La cultura de la incorporación permanente de desafíos sustentada en la
participación y en un ambiente laboral sano.
En definitiva la escuela no puede lograr por sí sola la efectividad; más bien se requiere de la
intervención y el liderazgo de un guía, gestor, gerente, dirigente y administrador.
El director de escuela, como líder administrativo debe tener el conocimiento, las destrezas y
atributos para entender y mejorar la organización, implantar planes operacionales, manejar
los recursos fiscales y aplicar procesos y procedimientos administrativos descentralizados.
Tienen a su cargo la fase operacional de la escuela con el propósito de lograr la visión, la
misión, las metas y los objetivos institucionales (Castillo, 2005).
El director de escuela, como líder administrativo, está a cargo de la fase operacional de la
institución, así como la responsabilidad de planificar, organizar, coordinar, dirigir y evaluar
todas las actividades que se llevan a cabo en la escuela. El dominio de estas competencias
permite realizar con eficacia las prácticas administrativas correspondientes hacia el logro de
la visión, la misión, las metas y los objetivos institucionales (Castillo, 2005).
Finalmente el director como líder situacional toma en cuenta las variables que puedan
incidir en su ejercicio de líder dentro de su conglomerado, tales como las tareas a realizar
por los demás y su respectiva supervisión, así como las tareas que él realizará y la
metodología que pondrá en práctica. También toma en consideración su institución. Un
líder situacional cambia su conducta, según cambia la situación concreta (Cruz Pascual,
2000).
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