SECTOR TRÁNSITO, TRANSPORTE Y OBRAS VIALES Para atender las necesidades en materia de tránsito, transporte y obras viales, el Distrito contó con un presupuesto definitivo de egresos de $911.298.6 millones, distribuido así: Cuadro No. 1 DISTRIBUCIÓN PRESUPUESTAL DEL GASTO (millones de pesos) PRESUPUESTO INICIAL PRESUPUESTO DEFINITIVO I.D.U. 1.647.058.0 740.204.7 Secretaría Tránsito 29.608.2 29.667.9 FONDATT 65.907.0 38.849.2 Transmilenio 30.554.8 45.356.9 Secretaría Obras 55.905.9 57.219.9 TOTAL 1.829.023.9 911.298.6 Fuente: Informes de ejecución presupuestal ENTIDAD PARTICIPACIÓN PORCENTUAL 81.2 3.2 4.3 5.0 6.3 100.0 La malograda venta de acciones de la ETB. y la posterior revisión de las metas financieras del Distrito significaron para este sector la pérdida de más de la mitad de los recursos asignados inicialmente, haciendo descender del 23.6% al 15.8% su participación dentro del presupuesto total de gastos del Distrito. El recorte efectuado recayó principalmente en el Instituto de Desarrollo Urbano y determinó la suspensión de obras de especial importancia dentro de la estrategia de Movilidad: el programa de adecuación de la infraestructura vial se vio reducido en $467.889.7 millones, mientras que al desarrollo del sistema integrado de transporte masivo le fueron sustraídos $253.683.0 millones. A su turno, el programa de Recuperación, Mejoramiento y Ampliación del Espacio Público, inscrito dentro de la prioridad Ciudad a Escala Humana, tuvo una afectación negativa de $99.877.0 millones. Los recaudos acumulados del sector ascendieron a $742.491.2 millones, en un 89.9% ($667.745.8 millones) recibidos por el Instituto de Desarrollo Urbano. Los restantes $74.745.4 millones ingresaron, en proporciones aproximadamente iguales, a FONDATT y Transmilenio, resultando conveniente hacer dos observaciones: A Transmilenio deben ingresar como Reconocimientos cerca de $11 mil millones para cubrir el déficit presupuestal que por suma similar presenta al final del ejercicio. Las Secretarías no cuentan con presupuesto de ingresos, razón por la cual el consolidado de recaudos resulta inferior al de gastos. Es importante destacar que el 82.2% de los recaudos se recibieron a manera de transferencias en cuantía de $609.996.8 millones ($522.693.2 millones de la administración central de la ciudad y $87.303.6 millones originadas en la Nación); este rubro, además, fue objeto de una significativa reducción de $846.001.2 millones, es decir, el 57.1% de su estimación inicial. Este hecho demuestra el alto grado de dependencia del sector de las transferencias presupuestales y su baja capacidad de generar ahorro, al tener ingresos corrientes de tan solo $88.147.8 millones durante la vigencia (11.9% del ingreso acumulado). A esto contribuyen, sin duda, los mediocres resultados obtenidos por el sistema de concesiones establecido por FONDATT para la prestación de servicios como patios, grúas, zonas de parqueo, trámites, revisión de vehículos, etc. No obstante la consecución de mayores participaciones para el Distrito (caso Zonas de Parqueo), que no hacen más que demostrar que en principio se trataba de contratos leoninos, es incuestionable que los rendimientos de las concesiones otorgadas para la prestación de servicios como el de Grúas o el de Revisión de Vehículos, han estado muy por debajo de lo que se pretendía con su cesión a entes privados. Adicionalmente, los recursos de capital le reportaron al sector el restante 5.9% de los recaudos con un valor de $44.346.5 millones. Por su parte, la ejecución pasiva sectorial muestra un cumplimiento virtual del 91.4%, equivalente a $832.841.1 millones, cifra altamente influenciada por el excesivo valor de los compromisos y reservas pendientes de pago con que se terminó la vigencia ($421.754.2 millones), con lo cual tendríamos una ejecución efectiva de solamente $411.086.8 millones para un muy limitado índice del 45.1%, que entra en contradicción con las crecientes necesidades en materia vial y de transporte de la capital. No sobra destacar que el 91.1% ($384.362.7 millones) del valor registrado como reservas se concentra en el Instituto de Desarrollo Urbano IDU, entidad que estuvo llamada a liderar buena parte de la inversión del Plan de Desarrollo en la vigencia que terminó, pero, la verdad sea dicha, no trascendió por falta de recursos, de un lado por la no venta de la ETB y del otro por la recesión económica que hasta ahora empieza a mostrar signos de recuperación y que no permitió una mayor tributación de la población. El funcionamiento le demandó al sector recursos por valor de $63.685.5 millones, cumpliéndose en 96.6%, siendo lo aplicado a gastos generales el 32.0% de este valor y lo orientado a aportes patronales el 14.0%. Para atender las obligaciones financieras (intereses y amortizaciones) durante el año, el sector erogó $3.757.0 millones ejecutándose el rubro en el 93.9%. Todo el valor se orientó a la banca nacional y como abonos a capital correspondieron $1.783.1 millones, mientras que por pago de intereses se aplicaron $1.964.1 millones y por comisiones y otros $9.8 millones. En lo que a la inversión sectorial se refiere, la estimación definitiva se situó en $841.342.6 millones tras haber sufrido un decremento de $921.035.4 millones equivalente al 52.3% del aforo inicial, siendo la prioridad mas afectada Movilidad que absorbió el 82.2% de la disminución con $757.553.7 millones, lo que situó su presupuesto definitivo en $568.753.1 millones. En su orden y a nivel de prioridades, la ejecución con cargo al Plan de Desarrollo “Por la Bogotá que Queremos”, presenta los siguientes resultados: CUADRO No 2 EJECUCIÓN PLAN DE INVERSIONES ESTRATEGIA Movilidad Ciudad a Escala Humana Desmarginalización Urbanismo y Servicios Eficiencia Institucional Seguridad y Convivencia TOTAL EJECUCIÓN 547.448.7 77.639.9 55.070.8 39.423.0 15.601.9 628.4 735.812.7 % EJEC. TOTAL 96.3 96.5 97.6 92.3 93.1 93.1 96.1 millones de pesos % EJEC. REAL 44.8 28.9 47.5 23.4 48.9 72.3 42.2 Incluidos $29.585.7 millones correspondientes a vigencias anteriores, la inversión total ascendió a $765.398.5 millones, es decir, el 91.0% del aforo definitivo, con giros acumulados por $352.992.6 millones y un valor de reservas pendientes en cuantía de $412.405.9 millones, para una ejecución efectiva de 42.0%. CONSIDERACIONES GENERALES El fracaso en la venta de acciones de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, operación sobre la cual se sustentaban inversiones distritales por más de dos billones de pesos, tuvo una repercusión fundamental en la financiación del sector de tránsito, transporte y obras viales, al cual deberían haberse destinado alrededor de las dos quintas partes de esos recursos. Como consecuencia de ello, el presupuesto del sector debió ser reducido a menos de la mitad del aforo original, para situarse en forma definitiva en $911.299 millones que fueron aportados en el 81.2% por el Instituto de Desarrollo Urbano, de lejos la entidad más afectada por el recorte (Ver Cuadro No. 1). Al cierre de la vigencia se registran compromisos de giro por $832.841 millones, cifra equivalente a una ejecución del 91.4%, en la cual tiene alta incidencia el componente de reservas que alcanzaron los $421.754 millones, es decir, el 50.6% del gasto total. Descontados los $3.757 millones que demandó el servicio de la deuda, los $63.685 millones dedicados al funcionamiento y los $29.586 millones girados para satisfacer compromisos adquiridos en vigencias anteriores, los recursos para el desarrollo de programas de inversión quedaron limitados a $735.813 millones. Así, de ser holgadamente el sector bandera, con un presupuesto inicial de $1.682.321 millones que le daba una participación del 31.5% dentro del plan anual de inversiones, se pasó a posición secundaria con una ejecución que representa el 22.6% de la inversión distrital, por debajo del índice observado en el sector Educación (24.5%) y muy similar al obtenido para el sector de Servicios Públicos. Con los recursos citados el sector se comprometió en el desarrollo de 52 proyectos, a nivel de estrategias discriminados así: Desmarginalización (1), Ciudad a Escala Humana (14), Urbanismo y Servicios (1), Seguridad y Convivencia (2), Eficiencia Institucional (14) y Movilidad (20), esta última la más representativa toda vez que absorbe el 74.4% de la inversión realizada por las cinco entidades que conforman el sector. Aunque es innegable el aporte que, en términos de reducción de tiempos de desplazamiento y de modernización y humanización del transporte capitalino, ha significado la puesta en marcha del Sistema Transmilenio, tampoco puede desconocerse que la gestión desarrollada, especialmente por el IDU y la Secretaría de Tránsito, presenta grandes lunares: - La mala calidad de algunas obras, en especial puentes peatonales y vehiculares, que ha obligado a efectuar labores de mantenimiento y/o reconstrucción antes de lo previsto; - La falta de coordinación con otras entidades que también adelantan obras en vía pública, lo que acarrea retrasos en las obras y mayores costos de las mismas; - La persistencia del lamentable estado de la malla vial y el pésimo manejo dado a la contratación para su mantenimiento; - El aislamiento entre las políticas de transporte y urbanismo, actualmente patentizado en el deterioro general de los barrios aledaños a las troncales de Transmilenio por causa de la incontrolada circulación de los buses desplazados por el nuevo sistema. - El manejo dado a las concesiones de servicios como grúas y patios, revisión de vehículos y zonas de parqueo, que pocos recursos aportan a la administración y ciertamente resultan muy beneficiosos para los concesionarios.