Ficha Abu Simbel - Colegio Santo Tomás de Aquino

Colegio Santo Tomás de Aquino
Centro Autorizado E.S.O. y Bachillerato
Templo de Ramses II (Abu Simbel)
Localización: El gran templo de Abu- Simbel fue construido por deseo de Ramsés II (1290-1224
a.C.) excavado en los acantilados del Alto Nilo (cerca de Sudan), actualmente no está en el
emplazamiento original, pues la construcción de la presa de Asúan obligo a trasladarlo unos
metros más arriba para ponerlo en un lugar seguro. Fue dedicado a los principales dioses
egipcios (Amón, Ra, Ptah) y aun al mismo Ramsés que fue divinizado.
Análisis formal: El exterior muestra una gran fachada (de 38 m. de ancho por 33 de alto)
esculpida en la roca granítica del acantilado, adoptando la forma de un pilono aunque hueco.
Contiene cuatro colosales estatuas sedentes del faraón (con una altura superior a 20 metros)
rodeadas por otras esculturas de menor tamaño que representan a sus familiares (su mujer
Nefertari, su madre y sus hijos) y numerosos relieves exaltando las victorias de Ramsés sobre
sus enemigos. Entre los dos colosos centrales hay una puerta y, encima de ella un nicho con la
figura del titular del templo, Re-Horakhte (el dios sol resultado de la fusión de Horus y Re),
acompañado de una Maat (diosa de la justicia) de escala menor, y del cetro User. Las tres
figuras componían un jeroglífico: Usermare (“poderosa es la justicia del sol”). Delante de los
pedestales de los colosos se alzan estatuas de halcones y del propio rey. En la parte más alta
de la fachada, una fila de monos de más de dos metros saludan al sol naciente.
Las características de la figuras remiten a los principios de la escultura egipcia: frontalidad,
hieratismo, simetría, etc… para dar la imagen de un rey poderoso, fuerte pero sereno, joven,
divino…
Su estructura es un caso único en la arquitectura egipcia: un speos, templo rupestre, dotados
de los mismos elementos que un templo normal no rupestre, salvo la inversión de sus dos
elementos primeros, el pilono y el patio. El patio, precedía aquí al pilono, que estaba tallado en
la roca entre dos contrafuertes oblicuos. El objetivo de esto era producir el efecto de
perspectiva que hiciese parecer más distante y profunda la fachada del pilono.
La puerta conduce al interior del templo, cuya disposición general sigue el modelo de las
grandes construcciones religiosas de Tebas: se accede por una cámara a modo de primera sala
hipóstila, con pilares monolíticos, desde ella se penetra en otra sala hipóstila; al fondo una
tercera cámara o santuario con estatuas de Ramsés y de los dioses Ptah, Amón y Ra. En los
laterales se disponen otras salas y capillas.
La orientación de la fachada hacia el este fue tan precisa que, en los días equinocciales del año
(20 octubre y de febrero; germinación y recolección de la cosecha) los primeros rayos del
amanecer penetraban en el interior del macizo rocoso para bañar las imágenes del santuario.
A continuación de este edificio, construyó Ramsés el de Hathor, en homenaje a su esposa
Nefertari y siguiendo el mismo esquema. A cada lado se encuentran un coloso de Nefertari
entre dos de Ramsés, seis figuras en total todas de pie. El templo quedo sin acabar, según se
hecha a deber en las cámaras que flanquean a esta.
Significado: Ramsés mando construir este templo con una doble idea: por un lado, para
ensalzar su propia figura, ya que las cuatro figuras magníficamente talladas e idénticamente
iguales, son un fiel retrato del propio faraón con toda la potencia de la juventud en relación con
los dioses. Por otro, la región en la que se enclava el templo, en la frontera de Nubia, país
tributario de Egipto, que será una zona codiciada por sus yacimientos de oro, hasta el punto
que Ramsés construirá una serie de fuertes para su control al igual que diversos templos
escavados en las gargantas como símbolo de su poder y dominio sobre los levantiscos nubios.
El faraón se hace representar en actitud majestuosa e hierática, como si vigilara el paso de todo
aquel que quisiera entrar en Egipto. El arte, de nuevo, al servicio del poder.
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