Disciplinas artísticas Las artes creativas a menudo son divididas en categorías más específicas, como las artes decorativas, las artes plásticas, las artes escénicas o la literatura. Así, la pintura es una forma de arte visual, y la poesía es una forma de literatura. Algunos ejemplos son: Pintura Escultura Arquitectura Música Literatura Teatro Danza Fotografía Cinematografía Artes gráficas Arte y estética Según Arnold Hauser, las «obras de arte son provocaciones con las cuales polemizamos» pero que no nos explicamos. Las interpretamos de acuerdo con nuestras propias finalidades y aspiraciones, les trasladamos un sentido cuyo origen está en nuestras formas de vida y hábitos mentales. Nosotros, «de todo arte con el cual tenemos una relación auténtica hacemos un arte moderno». Hoy día, el arte ha establecido unos conjuntos de relaciones que permiten englobar dentro de una sola interacción la obra de arte, el artista o creador y el público receptor o destinatario. Hegel, en su Estética, intentó definir la trascendencia de esta relación diciendo que: «la belleza artística es más elevada que la belleza de la naturaleza, ya que cambia las formas ilusorias de este mundo imperfecto, donde la verdad se esconde tras las falsas apariencias para alcanzar una verdad más elevada creada por el espíritu». El arte es también un juego con las apariencias sensibles, los colores, las formas, los volúmenes, los sonidos, etc. Es un juego gratuito donde se crea de la nada o de poco más que la nada una apariencia que no pretende otra cosa que engañarnos. Es un juego placentero que satisface nuestras necesidades eternas de simetría, de ritmo o de sorpresa. La sorpresa que para Charles Baudelaire, es el origen de la poesía. Así, según Kant, el placer estético deriva menos de la intensidad y la diversidad de sensaciones que de la manera, en apariencia espontánea, por la cual ellas manifiestan una profunda unidad, sensible en su reflejo, pero no conceptualizable. Para Ernst Gombrich, «En realidad el arte no existe: sólo hay artistas». Más adelante, en la introducción de su obra "La historia del arte" dice que no tiene nada de malo que nos deleitemos en el cuadro de un paisaje porque nos recuerda nuestra casa o en un retrato porque nos recuerda un amigo, ya que como humanos que somos, cuando miramos una obra de arte estamos sometidos a un conjunto de recuerdos que para bien o para mal influyen sobre nuestros gustos. Siguiendo al mismo Gombrich, se puede ver cómo a los artistas también les sucede algo parecido: en el Retrato de su hijo Nicolás, el gran pintor flamenco Rubens, lo representó hermoso ya que seguramente se sentía orgulloso del aspecto del niño y nos quiso transmitir su pasión de padre a la vez que artista; en el Retrato de su madre, el gran pintor alemán Durero, la dibujó con la misma devoción y amor que Rubens sentía por su hijo, pero aquí vemos un estudio fiel de la cara de una mujer vieja, no hay belleza natural pero Durero, con su enorme sinceridad, creó una gran obra de arte. La mona lisa obra de l mejor pintor Leonardo Da Vinci.