Honorable Cámara de Diputados Provincia de Buenos Aires

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Honorable Cámara de Diputados
Provincia de Buenos Aires
PROYECTO DE RESOLUCION
La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires:
RESUELVE
Declarar de Interés
Legislativo la implementación del “ CIRCUITO
TURISTICO CULTURAL de la obra del Arquitecto e Ingeniero Francisco Salamone”,
que abarca 17 partidos y 28 ciudades y pueblos de la Provincia de Buenos Aires
como son , Alberti, Alem, Adolfo Alsina, Carhue, Azul, Cachari, Chillar, Balcarce,
Coronel Pringles, Chascomús, Gonzales Chaves, Guaminí, Laprida, Lobería Pilar,
Pellegrini, Rauch, Salliqueló, Tornquinst, Saldungaray, Tres Lomas, cuyo estilo
arquitectónico Art decó con lineamientos del Neocolonial muestran una nueva
expresión cultural industrial, y son ya por Ley 12.854 Patrimonio Cultural de nuestra
Provincia.-
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FUNDAMENTOS
Francisco Salamone, nacido en León Forte, Catania, Sicilia, el 5 de junio de
1897. Llegó a la Argentina a comienzos de siglo cuando su padre, constructor, intentó
buscar fortuna en nuestro país.Se recibió de maestro mayor de obras en el Otto Krause de
Buenos Aires, (ciudad en la que murió el 8 de agosto de 1959) y de ingeniero en Córdoba,
cuando tenía 25 años, donde comenzó a ejercer en la década de 1920.
En el año 1936 fue convocado por el polémico régimen conservador de
Manuel Fresco, para integrarse a la obra pública.
Este ingeniero y prolífico arquitecto, creador notable y solitario fue injustamente olvidado
durante años y redescubierto recientemente.
Además de las imaginativas construcciones en toda la Provincia de Buenos
Aires, Alberti, Alem, Adolfo Alsina, Carhue, Azul, Cachari, Chillar, Balcarce, Coronel
Pringues, Chascomús, Gonzales Chaves, Guaminí, Laprida, Loberia Pilar, Pellegriní, Rauch,
Salliqueló, Tornquinst, Saldungaray, Tres Lomas, que contienen su obra. Salamone dejó
varios edificios en la Provincia de Córdoba y sólo dos en la Capital Federal: uno cerca del
cruce de la General Paz con la Avenida Libertador (Zufriategui 637) y el otro en la Avenida
Alvear y Ayacucho, frente al Alvear Palace Hotel, ambos de estilo racionalista.
Su estilo arquitectónico, el Art decó monumental que, podría decirse, es el
estilo que Salamone adoptó para expresarse en buena parte de su obra –también
construyó siguiendo los lineamientos del Neocolonial, del que existen tres Delegaciones
Municipales en Guaminí, Chascomus y varias en otros distritos-, trata de ser expresión de
una nueva cultura industrial. Sus campos de mayor fuerza fueron las artes decorativas. Y
sus códigos de composición, el equilibrio entre efectos dramáticos y sus elementos
surgieron de formas basadas en las antiguas culturas.
Este lenguaje sirvió de respuesta al barroquismo del Academicismo, y pronunció
muchas de las sencillas formas de la arquitectura moderna.
Las rectas, las circunferencias, el zigzag, las grecas, motivos solares en una repetición casi
industrial y mucho de cintas decorativas.
El solemne aspecto de los edificios y sus severas líneas contrastan con la
serenidad del paisaje rural y su baja densidad poblacional. No deja de exhibir el nuevo
carácter de la arquitectura bonaerense, que respalda o legitima, mediante el simbolismo,
el poder de un Estado que intenta consolidar urbanísticamente pequeños poblados y
diversas ciudades cabeceras con edificios monumentales.
Los palacios municipales tienen la característica de una arquitectura modernista
de dimensiones monumentales, con una torre que en muchos casos supera en altura al
campanario de la iglesia. Coloca en ella un reloj para que el tradicional paso del tiempo
medido por la entrada y la salida del sol sea suplido por el nuevo rol del Estado: dar la
hora oficial.
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Los mataderos expresan las características modernas de la mecanización de la
faena como símbolo de la industria local. La combinación de estilos arquitectónicos hacen
de estos mataderos verdaderas innovaciones edilicias en las que se destacan las torres,
dando a estas fortalezas de hormigón un sentido tan característico como reivindicatorio de
una actividad teñida de cierta brutalidad y violencia, a la cual era necesario socializar e
integrar a la vida cotidiana del pueblo como una actividad próspera e importante.
Del estudio del desarrollo de las ideas políticas en la Argentina de la primera
mitad del siglo XX, durante el período inmediatamente previo a la 2º Gran Guerra, surge la
imagen de un país dividido básicamente en dos tradiciones enfrentadas en un combate
ideológico: “Liberales democráticos”, que reivindicando la causa aliada se identificaban
formalmente con los valores de la democracia liberal, y “Nacionalistas fraudulentos”, que
creían encontrar en los regímenes totalitarios –Alemania e Italia- modelos adecuados para
la realidad nacional.
El entonces Gobernador, Manuel Fresco, argumentaba que el país estaba
estructurado de manera tal que Buenos Aires era el centro económico, industrial y político
del país mientras que el interior, a su espalda, se debatía entre la baja densidad de
población de sus pueblos y la pobreza.
La modernización del interior se hacía inevitable: al proceso migratorio se le sumaban
intensas sequías y plagas que realzaron la idea de que el interior rural se convertía en una
zona devastada. Ante la necesidad de apoyar el desarrollo del campo, cambiando las
condiciones de precariedad de los trabajadores rurales y contribuyendo a fortalecer su
arraigo, se impulsaron políticas centradas en la colonización ó el crédito agrario y se
crearon instituciones específicas para ocuparse del problema como el Instituto de
Colonización de la Provincia de Buenos Aires en 1937, el Consejo Agrario Nacional en 1938
y la Dirección de Tierras y Colonias del Ministerio de Agricultura.
Pero resulta insuficiente la investigación histórica solamente desde los hechos
documentados. La arquitectura hace posible un mejor abordaje de la problemática desde
una postura critica, ya que se considera que esta ideología se refleja en el Plan de
Construcciones monumentales en la Provincia de Buenos Aires, como parte de un proyecto
de formación de un Nuevo Orden Social materializado en una serie de edificios simbólicos
- palacios municipales, portales de cementerios y matadero- erigidos en más de 15
partidos bonaerenses, que impusieron un nuevo estilo arquitectónico, respuesta a la
arquitectura liberal impuesta hasta entonces en los edificios públicos y eligiendo como
único artífice de tamaña empresa al arquitecto Francisco Salamone. Diseña y construye
más de 60 edificios en 40 meses –período en que permanece Manuel Fresco en el
gobierno-, incluyendo mobiliario, luminarias, solados de plazas, etc..
Un filántropo norteamericano, Micky Wolfson (Jr), decidido a potenciar una
investigación sobre la relación entre arte decorativo y propaganda, tomó conocimiento de
la obra existente en la Provincia de Buenos Aires y “la obra más dramática de la obra de
Salamone -el enorme ángel vengador del portal del cementerio de Azul- apareció con toda
su fuerza en la tapa del Journal of Decorative & Propaganda Arts de 1992”. Esta revistalibro especializadísima que se edita en Florida, dedica su número 18 especialmente a
nuestro país, al período 1875-1945. Incluye en sus 242 impecables páginas "El arte
urbano de Francisco Salamone", el primer estudio especializado sobre la obra de este
arquitecto visionario que es un poquito nuestro.
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El trabajo era un ensayo del arquitecto Alberto Bellucci, Director del Museo
Nacional de Arte Decorativo, sobre las obras de Salamone en cuatro o cinco pueblos
bonaerenses.
A partir de allí comienza el redescubrimiento de la fantástica obra de este
vanguardista que se apartó de la estructura oficial, como se comprobó ahora. Poco a poco
la fantástica obra del “monumentalista de la pampa” es reivindicada.
La obra de Salamone es estudiada por arquitectos de todo el mundo, quienes
reconocen la imposibilidad de definirla estilísticamente, ya que combina elementos del Art
- Decó, del expresionismo, del futurismo, del funcionalismo racionalista y del clasicismo
monumentalista.
La obra del arquitecto/ingeniero Francisco Salamone es declarada Patrimonio
Cultural de la Provincia de Buenos Aires por ley 12854 del Senado y Cámara de Diputados
de la Provincia de Buenos Aires.
La idea de realizar un circuito turístico cultural en torno a su obra surge de un
profundo estudio realizado por el Arquitecto Sergio Salvador De Pietro, quien vislumbra no
solo el recorrido por personas interesadas en las diferentes construcciones de Salamone,
sino también la posibilidad de realizar convenios con distintas Universidades para lograr
la visualización de su obra con alumnos de arquitectura e ingeniería, ciencias sociales
entre otras pudiendo generarse así una fuente de ingresos a pueblos del interior y la
Provincia en general adecuando las diferentes infraestructuras existentes en la actualidad.Es por todo lo expuesto que solicitamos la aprobación del presente.-
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