Fundación Museo de las Ferias NOTA DE PRENSA "Pieza del Mes

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Fundación Museo de las Ferias
NOTA DE PRENSA
"Pieza del Mes" de septiembre de 2012
La Fundación Museo de las Ferias ha seleccionado como “Pieza del Mes” de
septiembre una pintura en la que se representa el Llanto sobre Cristo Muerto,
depositada en el Museo por la Colegiata de San Antolín. Esta obra ha llegado hasta
la actualidad conservada dentro del arcosolio del linaje de los Morejón situado en la
capilla mayor de dicho templo.
Gracias a las recientes investigaciones del profesor de la Universidad Autónoma de
Madrid, Fernando Collar de Cáceres, ha sido atribuida con fundamento al pintor
Jácome de Blancas, artista –quizá de origen flamenco- muy activo en la Medina del
siglo XVI, donde trabaja con autores conocidos como Leonardo de Carrión o Luis
Vélez. La tabla, restaurada hace algo más de una década, presenta una
composición que sigue de cerca una pintura atribuida a Perugino de la que
actualmente se desconoce su paradero.
***
La actividad “La Pieza del Mes” está patrocinada por la Diputación de Valladolid
Más información e imágenes en: www.museoferias.net/sept2012.htm
Llanto sobre Cristo muerto
Jácome de Blancas (sigue el original de Perugino)
Hacia 1540
Óleo sobre tabla / 69 x 59 cm (marco de 83x72’5 cm)
Fundación Museo de las Ferias. Obra depositada por la Colegiata de San Antolín
Última restauración: Mª Encarnación López Sancho (mayo de 1998), con la financiación de
la Asociación Medina por su Patrimonio
Documentado entre 1543 y 1550, Jácome de Blancas es uno de los más relevantes
pintores activos en Medina del Campo a lo largo del siglo XVI y un claro exponente de la
penetración de los usos renacentistas en la pintura castellana, sirviéndose en su caso de
estampas italianas y alemanas (Raimondi, Durero, Nicoletto da Modena, Marco de
Ravena...) en una personal deriva manierista de cierta impregnación berruguetesca.
Casado con Catalina de Bracamonte, quien sabemos viuda en 1575, estuvo estrechamente
relacionado con artistas como Leonardo Carrión o el pintor Luis Vélez, con quien firmaría en
1550 una escritura de Compañía para la partición de todas sus obras por espacio de ocho
años que a la postre quedó sin formalizar.
La pérdida de retablo mayor de la iglesia de San Esteban, en el que realizaría el retrato del
canónigo Diego Ruiz de la Mota (1543), del de la ermita de Nuestra Señora de Parraces
(1554) y la del retablo la capilla de los Salvatierra en el convento medinense de San
Francisco, donde muy probablemente trabajó con Leonardo de Carrión, le han situado largo
tiempo entre los autores sin obra conocida. Pero su personalidad artística ha podido
recuperarse gracias a su identificación con el Maestro Jácome que en 1550 cobraba una
novena parte de las rentas anuales de la iglesia de Santa María del Castillo, de Olmedo,
por un retablo realizado que no es otro que su retablo mayor, recién terminado entonces
según consta en algunas de sus pinturas. De la misma mano son a buen seguro varias de
las tablas de un desmembrado retablo dedicado a san Pedro de la parroquial de Villaverde
de Medina, fechadas en 1541, y la pintura de la capilla-relicario de los Morejón en la
Colegiata de Medina del Campo, de 1542, procedente de la iglesia de Santa Cruz.
Del mismo tema que esta última y análoga en lo compositivo, el Llanto sobre Cristo muerto
del Museo de las Ferias es obra sensiblemente anterior que hay que atribuir al mismo
Jácome de Blancas a tenor de las concordancias tipológicas y figurativas habidas con
diversas pinturas de los retablos de Olmedo y Villaverde y muy en particular con la tabla de
los Morejón. La composición, de factura más lamida y ajena aún a las fórmulas manieristas,
deriva en su caso directamente de la pintura peruginesca del mismo asunto que fue de la
colección Robilant, de Venecia, y que en su última aparición en el mercado de arte ha
figurado con atribución al siempre más arcaizante Bartolomeo Caporali. El tema está
representado con la serenidad propia del arte renacentista. Cristo, sentado en el sepulcro,
sobre el sudario, es sostenido para su veneración, como en la tabla de la Colegiata, por
José de Arimatea, tras el cual figura Nicodemo con las tenazas que hablan de su papel en
el Descendimiento. En el lado opuesto, la Virgen, con ropas de viudedad, acompañada por
una compungida María, y con ellas san Juan, que coge con veneración la mano llagada de
Cristo, completando el cuadro evangélico a Magdalena, quien se sitúa delante, con gesto
devoto, mirando hacia Cristo.
De análoga composición e igual autoría, aunque con diversas modificaciones, es otra
interesante versión aparecida en 2003 en el mercado artístico madrileño, como de pintor
toledano anónimo, en la que la presencia junto a Nicodemo de un par de varones con ropas
modernas, posiblemente retratos, como él mismo, movió a una algo voluntariosa
identificación como Llanto sobre Cristo muero con retratos de la casa de Austria, si bien
cabe pensar que la realizaría el maestro Jácome para comitentes de Medina Campo o de
su entorno.
Fernando Collar de Cáceres
Universidad Autónoma de Madrid
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