Región Ignota Notas realizadas el sábado 26 de abril de 2008, finalizando el Encuentro internacional de Taichi y Chi Kun a los instructores Willian De Lapedrueza, Taylor Castro y Daniel Bogado. Ya culminaba la movida y entre el gentío nos aproximamos a unos acosados instructores para realizarles la nota. Willian De Lapedrueza, hola, vamos hacia la sombrita que “pica” el Sol... Vamos. ¿Así que ustedes organizaron este Gran Encuentro? La cuestión ya venía gestándose hace tres años atrás, este es el cuarto que hay un intento de hacerlo. Años anteriores fueron a cargo de “Juanjo” que ya se fue, un instructor de la ciudad de Canelones que con su gente y sus grupos, muy humildemente trató de organizar algo y otros compañeros se enteraron de ese hecho y el hecho que es a nivel mundial, y hoy sería una cuestión como “oficial”, de largarnos al agua, por decirlo de alguna forma y ver qué pasaba y realmente superó nuestras expectativas, vino más gente de la que esperábamos y pudimos mostrar todas las cosas que queríamos, siempre queda algo en el tintero pero para eso vamos a tener muchas oportunidades. Y aquí estamos al lado del amigo Taylor Castro que tiene muchas cosas interesantes para decir... Con mucho gusto... Mi nombre es Taylor Castro, vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Taichi, Chi Kun, fundada hace muy poquito. La iniciativa que había en este País era la de unificarnos en un solo criterio, un solo movimiento y un solo sueño, que es hacer llegar a toda la republica lo que es el Tai Chi Chuán y lo que es la vida en salud y la comunicación de lo que es el cuerpo con el universo. La asociación fue creada para traer instructores de China y para traer libros que se puedan traducir, ya es tiempo de una apertura a nivel de conciencia en este país como lo hay en todas partes del mundo, creo que lo estamos logrando y por parte de la Asociación Uruguaya de Tai Chi Chi Kun van a haber más eventos de los que ustedes van a estar informados. Como no, muchas gracias y muy amables por atendernos. Seguimos la recorrida y acosamos también a un concurrido Daniel Bogado ¿Qué significa para vos esto que para muchas personas el primer encuentro Mundial, aquí en Uruguaya? Bueno, por lo pronto me parece algo maravilloso, porque la energía que se sintió al juntarnos todos, pese a que somos de diferentes organizaciones y cada uno trabaja, igual o diferente, pero visiblemente, porque a la vista del corazón todos trabajamos iguales, buscando el bienestar propio y de otros. Tu me decías que estabas, un poco “cerrado” tal vez dentro de tu escuela, hay una apertura ahora, a qué se debe y por qué . Yo hace dos años viajé a China, fui a perfeccionarme, a tomar clases y a dar mi exámen, y me recibí de cuarto Twán, entonces... Que eso es... Como cuarto nivel de faja negra. Cuando regreso traigo nuevos conocimientos y eso hace que tenga que trabajar más enfocándome en la parte interna, por eso no estaba yendo a ningún lado más que trabajando dentro de la propia Escuela. Y hoy después de tanto tiempo de trabajar y trabajar creo que estamos listos para compartir con otros también, ¿no? Y eso hace la diferencia de lo que hacíamos antes y lo que hacemos hoy, trajimos un poco de China y los alumnos de la escuela lo tienen y a su vez lo comparten. Hay una cosa muy linda que en el acercamiento vimos que les decías a los demás, cuando intentaban explicar qué técnicas o qué tipo o escuela hacían, que cada cual tiene su Tai Chi y no importa la escuela en que lo hagan, sino que lo hagan... Claro, el Maestro dice que cada uno tiene su propio Tai Chi, no importa la intención visible, quizás cuando uno mira con los ojos, puede decir, “eso está bien, eso está mal”, pero cuando se practica Tai Chi, se practica sin apegos a una técnica, mas allá que hay una estructura técnica a seguir, pero se practica haciendo aflorar la propia naturaleza; si hoy estoy enojado, hago aflorar mi enojo y practico mi Tai Chi enojado y si hoy estoy feliz, practico mi Tai Chi feliz que eso va a buscar un equilibrio interno que no va a hacer que uno deje cosas guardadas adentro sino que hace una liberación y nos mostramos tal cual estamos, porque vivimos tan encerrados en nosotros mismos y ocultando lo que verdaderamente pasa que lo único que hace es enfermarnos. Cuando uno se libera, por naturaleza y nos contactamos con la propia y no dibujamos una sonrisa si no la quiero hacer, vive con una convicción para sí mismo que ayuda a que nuestra energía circule por naturaleza, la practica nos acerca a ella. Ese es el secreto del Tai Chi, durante muchos años varios maestros estudiaron diferentes técnicas pero la más importante es la del reencuentro con nosotros mismos, no importa si sé una forma o 10 formas, importa mi corazón como lo practica y de ahí se parte. Daniel Bogado, muchas gracias en nombre de los lectores visitantes de Región Ignota. Muchas gracias a ustedes también, hasta luego. Entrevistas: A. Suárez. Fotografías: N. Verdún.