ASAMBLEA MUNDIAL DE POBLADORES Hagamos escuchar nuestra voz Repensando la ciudad desde la gente Ciudad de México, 2 al 6 de octubre de 2000 Mesa: Ciudad Habitable, Sustentable, Saludable, Productiva y Segura Introducción Nuestras ciudades se vienen transformando. Paulatinamente dejan de ser lugares para el desarrollo y la convivencia humana y se convierten en espacios al servicio de la voracidad mercantilista. Los poderes económicos nacionales y transnacionales difunden y venden sus “marcas registradas”, sin medir los impactos negativos sobre las condiciones de vida de los pobladores: Aumenta la pobreza, el caos y la inseguridad social; la pérdida de las expresiones culturales locales, los valores y las relaciones humanas. Se depredan los recursos naturales; se desarticulan los asentamientos humanos; se desequilibran los desarrollos y relaciones entre las propias ciudades; se reproducen los diversos problemas urbanos y la creciente ausencia de satisfactores para la población, suprimiendo los bienes públicos por un modelo global de privatización. La acción de los gobiernos es socavada y debilitada por los dictados económicos de los financieros internacionales. Nosotros, pobladores y pobladoras del mundo, tenemos un claro diagnóstico internacional acerca del oleaje neoliberal pero aún nos falta claridad suficiente para anteponernos a él. Nos encontramos desarticulados, con iniciativas aisladas y mínimos resultados. Hemos hecho una resistencia-subsistencia muy localizada, fragmentada, sin contexto. Autoresistencia que nos impone el caos financiero, donde prevalece el individualismo y se pierde lo colectivo. Por ello es imperativo dar una respuesta internacional con una sola voz, no sólo para reafirmar, crear y sanear estas formas de resistencia, sino para lograr un combate real a la embestida neoliberal. Tenemos el compromiso y la responsabilidad de oponer un gran frente de resistencia mundial que genere identidad y referentes públicos de las luchas. La concepción de ciudad habitable, sustentable, saludable, productiva y segura Acordamos que lograr definirla pasa por reconocer que todos estos atributos están contenidos en la ciudad habitable, pero debemos encontrar las interrelaciones de los aspectos que conforman la ciudad y cómo desde cada uno de nuestros trabajos sociales aportamos y avanzamos en la construcción de un ideal colectivo. Entendemos entonces que la habitabilidad de la ciudad y en general de los asentamientos humanos debe cumplir con las siguientes condiciones: · en lo habitable: que todos los habitantes tengan un lugar para vivir dignamente. · en lo sustentable: equilibrio en la relación entre desarrollo humano y aprovechamiento de 1 de 5 · · · los recursos naturales. en lo saludable: correlación entre alimentación-preservación de la salud y la mejora de las condiciones de vida. en lo productivo: armonía entre productividad-creatividad individual y colectiva. en lo seguro: relaciones de respeto y protección social, así como la prevención que garantice un equilibrio entre el espacio físico y el espacio natural. Por todo lo anterior, los delegados que llegamos a esta Asamblea Mundial de Pobladores debemos asumir que trabajaremos la operatividad de nuestras conclusiones con las bases de nuestras organizaciones, ya que es la gente organizada y con propuestas la única capaz de enfrentar el modelo neoliberal que cada vez nos sumerge más en la pobreza. Se olvidan los defensores del modelo actual de que podemos pensar y actuar organizadamente, y de que tenemos la mejor de las condiciones: la de ser solidarios. Objetivo Nuestro objetivo es la realización plena de los derechos humanos, trabajando creativa y responsablemente desde nuestras organizaciones e impulsando el compromiso del Estado frente al desarrollo social, económico y cultural de la ciudad y del hábitat popular. Estrategia general Construir y hacer ciudades habitables implica: 1. Recuperar una visión integral de la ciudad y del territorio, superando las visiones y prácticas sectoriales y fragmentadas. 2. Promocionar la planeación participativa como instrumento para el mejoramiento comunitario, barrial y urbano. 3. Globalizar nuestra lucha social en contra de la exclusión, estableciendo redes territoriales (con ideario, estrategias y plan de acción común) que permitan una gran alianza. 4. Incidir en los marcos legales nacionales que establecen las relaciones y vínculos entre sociedad, vivienda, ordenamiento territorial y medio ambiente. 5. Impulsar la creación de fondos nacionales con los recursos públicos para garantizar el equilibrio entre vivienda, desarrollo urbano, social, económico y medio ambiente. 6. Exigir al gobierno la promoción de políticas públicas que garanticen el cumplimiento de los derechos humanos, en particular el derecho a un lugar donde vivir. 7. Exigir que la administración de los fondos públicos se realice de cara a la sociedad y que sea observada, seguida y denunciada en sus fallas. Estrategia operativa En lo local: A. Los miembros de las organizaciones tienen que capacitarse y formarse para poder participar y estar en el lugar donde se toman las decisiones. B. Es necesario el fortalecimiento de la economía popular: que los pobladores sean creadores, autogestores, productores y administradores de sus propios proyectos. C. El trabajo conjunto de la gente organizada, técnicos y gobierno, debe ser una sumatoria de 2 de 5 esfuerzos y alianzas para fortalecer las iniciativas sociales. En lo internacional: A. La alianza entre territorios y regiones geoeconómicas y políticas puede ser un factor de unión colectiva, que permita la coordinación internacional y el mejoramiento de prácticas sociales. En este proceso, la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC) y la Alianza por un Mundo Responsable y Solidario deberán sumarse y asumir los compromisos que se deriven. B. Debemos articular nuestras acciones a las ya encaminadas en el ámbito internacional, como la de Hábitat + 5 y las Campañas de Seguridad de la Tenencia y de Gobernabilidad Democrática promovidas por Naciones Unidas. C. Para estrechar nuestros lazos debemos utilizar las herramientas tecnológicas a favor de la gente y de nuestras organizaciones. D. Las iniciativas de Naciones Unidas deben incluir la voz y participación propositiva de las organizaciones sociales y las ONG. E. Los organismos financieros internacionales también tienen que responder a esta voz propositiva de las organizaciones sociales. Las propuestas En lo habitable: · · · · El primer eslabón en la construcción de una ciudad habitable pasa inexorablemente por contar con un lugar donde construir, transitar y recrearse. El acceso al suelo urbano dotado de servicios obliga a los Estados nacionales a llevar a cabo la regulación del ordenamiento territorial. Por lo que la creación de carteras, fondos de tierras y estímulos para la repoblación de los centros de las ciudades por parte de los Estados debe ser un postulado clave para desarrollar cualquier plan del desarrollo territorial como eje fundamental en los proyectos habitacionales que nos planteemos. La ocupación de tierras no se frena con el debate académico ni las medidas clientelistas. Es imprescindible asumir responsabilidades políticas frente a este fenómeno y no desviar la atención con medidas penales o punitivas, que en definitiva terminan lesionando un derecho legítimo: el derecho a permanecer en el lugar donde se vive y se produce. Una ciudad habitable solamente se construye con esfuerzo y sacrificio intelectual y físico, depositando toda nuestra energía en generar propuestas para transformar nuestra realidad. El desarrollo de las ciudades y de las zonas rurales debe concebirse de forma integrada. En lo sustentable: · · · · · Rescatar las propuestas alternativas que las organizaciones sociales han venido impulsando, acumularlas y direccionarlas desde el punto de vista político. Crear redes integradas a partir de las experiencias desarrolladas para hacer promoción y difusión de sus programas y acciones. Articular las experiencias obtenidas con técnicos serios y especialistas en la materia en base a una relación de trabajo efectiva que posibilite tener ciudades sustentables. Promover la agricultura urbana que permite el reuso de desechos, el reciclaje de agua, etc., dando condiciones de sustentabilidad ambiental a la vivienda. Proponer que los marcos legales que rigen el cuidado del medio consideren y colectivicen las 3 de 5 · experiencias. Responsabilizar a los gobiernos de atender la sustentabilidad de los asentamientos humanos. En lo saludable: · · · · · · · Rescatar el derecho a la salud, partiendo de las experiencias comunitarias y alternativas que los pobladores y pobladoras del mundo han desarrollado. Fortalecer a las organizaciones que desarrollan alternativas de salud, promoviendo la realización de talleres o foros. Desarrollar una cultura de la salud y de prevención de enfermedades, rescatando las experiencias de la medicina preventiva y atendiendo especialmente a los sectores más vulnerables (niños/as y madres). Integrar la lucha por una vida sana con la lucha por vivienda, salud y trabajo. Promover campañas para que las industrias de la televisión en el mundo aporten recursos para la salud. El marco legal sobre la salud humana debe ser incluyente: que los pobres no sean excluidos de la atención por no tener recursos para pagarla. Manifestarnos sobre la responsabilidad de los gobiernos en la atención de la salud. En lo productivo: · · · · · · · Luchar por la generación de empleo a partir de propuestas alternativas y generar nuevas propuestas productivas en nuestras ciudades. Generar proyectos socio-productivos de abasto y vivienda, partiendo de nuestras micro experiencias para traducirlas en políticas generales. Buscar para las actividades de la economía informal una nueva legalidad que considere los intereses populares. Promover que las sociedades cooperativas apoyen a la economía popular con preparación y capacitación. Introducir políticas de empleo juvenil. Crear una economía de inclusión. Descentralizar los servicios públicos, con recursos nacionales, regionales y locales, para contrarrestar las acciones de privatización. En lo seguro: · · · · · · · · Asumir una seguridad colectiva por parte de los pobladores. Hacer conciencia de que la ciudad segura no puede estar basada en la discriminación de ningún tipo. Reconstruir el tejido social con la participación de los pobladores organizados de la ciudad. Inventar nuevos modos de asegurar nuestras ciudades sin recurrir a más violencia. Iniciar un movimiento global y real de cambio, empezando por un cambio de perspectivas (los pobres no son violentos, son víctimas de violencias múltiples). Promocionar nuevos valores humanos y una ética popular distinta de la “ética liberal” dominante: una ética de solidaridad a todos los niveles, incluyendo a las víctimas de la violencia. Promover la seguridad de la sociedad en el ámbito local, nacional e internacional. Impulsar procesos organizativos que incluyan la prevención de riesgos y la mitigación de 4 de 5 · · · · · desastres con participación amplia de organizaciones sociales, académicos y organismos civiles y no gubernamentales. Incluir la participación social amplia en los planes de manejo de emergencias, que deben ser de dominio público e instrumentarse de abajo hacia arriba. Incluir la preparación ante desastres en los programas educativos formales e informales. Trabajar para que los pobladores abandonen la visión dominante impuesta de afuera y creen una visión popular crítica de la realidad. Promover la creación de una red internacional para la prevención, atención y mitigación de desastres. Exigir que los desastres naturales sean analizados y sus prevenciones repensadas a partir de la misma gente, incluyendo un autodiagnóstico de vulnerabilidad y riesgo del territorio. Conclusiones Los explotadores han sido más eficientes que nosotros en nuestros pequeños bloques de poder popular. Hay que discutir el papel que tenemos como clase social y la importancia que tiene el impulsar la formación de los integrantes de las organizaciones sociales. Los pobladores debemos nutrirnos de conocimiento y asumir este rol político cumpliéndolo de forma responsable. Así también, a efectos de lograr nuestro objetivo y nuestras propuestas, es imprescindible contar con organizaciones sociales sólidas, con propuestas reales y alternativas a la crisis. Las organizaciones nacionales no serán suficientes si no establecen una coordinación nacional, regional e internacional. Para avanzar en esta perspectiva, esta Asamblea Mundial debe concretar: - La creación de redes de coordinación nacional e internacional, teniendo como base las regiones geo-políticas. Pensar en una alianza planetaria que luche por un mundo solidario y que haga de las ciudades lugares habitables y democráticos. Las redes permitirán, en el corto plazo, mejorar las prácticas nacionales y consolidar una estrategia internacional para construir verdaderos bloques populares alternativos, que luchen por la calidad de vida construyendo ciudades habitables. - La definición clara de los ejes de formación, organización y disciplina. Estamos de acuerdo en asumir y llevar a cabo el perfeccionamiento y la capacitación de las organizaciones sociales, realizando nuestro trabajo con mayor compromiso y creatividad, para formular y desarrollar propuestas viables. Estamos obligados a trabajar en la construcción de mecanismos innovadores que promuevan una democratización tanto de las organizaciones como de la sociedad. Equipo de Redacción: Carlos Escalante, Paul Maquet, Edgardo Muñiz, Georgina Sandoval 5 de 5