TÍTULO DE LA OBRA: MACROADMINISTRACIÓN (GERENCIA ESTRATÉGICA) AUTOR: JOSE MARÍA MENDOZA EDITORIAL: UNINORTE CAPÍTULO 14 Planeación por escenarios Hace tiempo nos comentaban dos gerentes de empresas productoras de artículos lácteos que en sus respectivas compañías era difícil planificar debido a que no se podía determinar cuando iba a presentarse la temporada de invierno y cuando la de verano. Situaciones como éstas se pueden presentar en muchas compañías en las cuales existe alta turbulencia ambiental, es decir, donde es altamente probable que se presente un cambio en el estado del entorno. Pero ¿es realmente imposible planificar estratégicamente en estas firmas? la respuesta es no, lo que sucede es que la forma de planeación adoptada debe ser distinta de la tradicional planeación de escenario único. Cuando una empresa tiene un entorno estable o con variaciones pequeñas, la planeación es relativamente fácil: basta con precisar el escenario futuro, lo cual no es complicado por la estabilidad y luego continuar con las otras fases de la planeación estratégica. Pero cuando hay turbulencia ambiental se debe emplear la planeación por escenarios, la cual consiste en preparar sendos planes estratégicos para los diferentes escenarios que se puedan presentar. Para adentrarnos más en el tema, comencemos por aclarar qué es un escenario: Simplemente es una especificación de los valores que tomaran un futuro dado, las variables de entorno de la empresa o los comportamientos específicos que adoptarían los agentes del entorno. Por ejemplo, el entorno de la empresa está determinado por las variables: tasa de crecimiento del PIB y población y los agentes gobierno: (PIB = 5%, POB = 2.5%, monetarismo, estrategia ofensiva) Como los escenarios dependen de los valores y comportamientos de las variables y agentes del entorno, en general, habrá una gran cantidad de escenarios posibles. Así, si suponemos que el entorno de una empresa se condensa en las variables inflación y PIB y el agente competencia y si la inflación puede ser alta o baja, el PIB alto o bajo y la compra ofensiva o defensiva tendremos el árbol de escenarios que se grafica más adelante. Procedimiento para planear por escenarios Para desarrollar la planeación por escenarios, se deben seguir los siguientes pasos: 1. Seleccionar las variables y agentes claves del entorno. 2. Especificar los valores o rangos de valores de las variables y los comportamientos que pueden seguir los agentes del entorno. 3. Seleccionar los escenarios altamente probables (describirlos) 4. Desarrollar un cuadro estratégico para cada escenario altamente probable. Selección de variables y agentes claves Esta es la base de la planeación por escenarios. Para arrancar se enumeran todas las variables y agentes del medio externo que tengan alguna incidencia sobre los resultados de la empresa. Pero como esto puede terminaran un número inmenso de factores, es necesario hacer una selección de las claves. Para ello se pueden seguir dos criterios: Primero, el impacto que la variable o agente tenga sobre los resultados: por ejemplo, un competidor lejano puede que no se tome en cuenta, mientras si debemos considerar un competidor próximo; Segundo, la probabilidad de presentación de la variable o agente, porque aunque el impacto sea reducido, si la probabilidad de presentación es alta merece tomarlo en cuenta. Estos dos criterios deben combinarse para llegar a una escogencia. De todas formas, la selección debe hacerse necesariamente, porque si no el número de escenarios se nos vuelve inmanejable. Valores, comportamientos y rangos Obviamente es muy probable que cada variable o agente tome muchos valores o comportamientos; por lo, hay que recurrir a la clasificación de comportamientos o elaboración de rangos de valores. Además, emplear valores puntuales no tiene sentido porque es muy poco probable que un pronóstico realizado en estos términos se cumpla en la práctica. Generalmente se hacen clasificaciones dicotómicas o tricotómicas, siendo las segundas más adecuadas. De todas formas esto implica colocar desigualdades como a< x < b y la estadística descriptiva puede ser un gran auxiliar, al tratar de establecer estos intervalos la inflación nos puede servir como ilustración. En vez de decir que en el próximo año va a ser de 28%, es preferible crear tres intervalos de variación de la misma: alta, media y baja, con sus respectivos límites y establecer el intervalo más probable. Selección de escenarios Con los intervalos ya elaborados, pasamos a construir nuestro árbol de escenarios. Como en éste aparecen todos los escenarios posibles, es necesario nuevamente, hacer una selección porque sí no, las tareas de planeación resultan muy complejas. El criterio básico para hacer esta reducción de escenarios es la probabilidad de su presentación. Esto es, escogemos aquellos escenarios que tengan altas probabilidades de presentación, de hecho, todo esto se puede hacer en dos etapas: la primera es eliminar los escenarios absurdos y la segunda escoger entre los restantes los de mayor probabilidad. Al final, podemos quedarnos, por ejemplo, con tres o cuatro escenarios. Estos pocos escenarios altamente probables deben ser analizados más tenidamente, estudiando su impacto sobre los resultados y en consecuencia, su peso en términos de oportunidades y dificultades. Al final, se ve una narración para cada escenario que remata con una frase evaluadora de su grado de favorabilidad. Supongamos que un escenario altamente probable es devaluación alta, PIB alto, competencia media, desarrollo tecnológico rápido. Se puede decir que este es un escenario preñado de oportunidades, muy favorable. Cuadros estratégicos varios Una vez que hemos obtenido los escenarios más probables, se deben definir sendos cuadros estratégicos para ellos. Es decir, para cada escenario se definen la misión, los objetivos estrategicos y la estrategia correspondiente. Como cada escenario es diferente de otro, se presupone que cada cuadro estratégico también lo será. En general, podemos representar esto de la siguiente forma: S1.......S2........Sn CE1 CE2... CEn donde S1 es el escenario 1 y CE1 es el cuadro estratégico respectivo. Puesta en marcha Para los fines prácticos, corresponde ahora tomar una decisión importante: ¿Cuál de los diferentes cuadros estratégicos debemos elegir? Dada la correspondencia uno a uno entre escenarios y cuadros estratégicos, este problema se resuelve seleccionando un escenario, pues, al hacerlo así, automáticamente se define el cuadro estratégico respectivo. Obviamente el escenario que se debe elegir es el más probable, o sea el que tenga la más alta probabilidad de presentación en el futuro. Pero el método de planeación por escenarios, sin embargo, nos deja una puerta abierta: si posteriormente se presentan cambios en el entorno, contamos con otros escenarios y además con otras opciones a nivel de acción estratégica. Si en la práctica las cosas salen diferentes, en este método sólo se requiere hacer un ajuste adecuado (empalme) entre el cuadro estratégico puesto en marcha y el alternativo que el nuevo escenario exige. Evaluación de este método La planeación por escenarios ofrece una gran ventaja: la flexibilidad que le da a la empresa al permitir poder enfrentar diferentes circunstancias ambientales. Como consecuencia de ello, se disminuye el riesgo para la empresa. Como efecto secundario, además, el personal de alta dirección de la empresa adquiere un mayor conocimiento del entorno en el que ésta se mueve, lo cual repercute en la toma de decisiones por el efecto de aprendizaje implicado, incluso se pueden producir cambios de actitud, como la superación de la introversión administrativa. Finalmente, el método permite tener un cuadro completo de opciones estratégicas posibles, lo cual es importante, aún cuando se trabaja en un escenario dado. Sin embargo, la planeación por escenarios no es un método fácil. En la práctica resulta complejo y costoso pues requiere a menudo personal multidisciplinario y necesidades altas de Información razón por la cual muy pocas empresas lo utilizan en la práctica.