A modo de introducción Si bien es una tentación pensar el lenguaje masivo y las representaciones e imágenes de la cultura de masas como aquello que invita a reflexionar en lo que hace imprevisible el sentido, es necesario seguir expresando una tensión, la misma ambivalencia que experimentaba Barthes, y es que vemos en los productos masivos al mismo tiempo la posibilidad de instaurar una relación con el mundo original, fenómeno de creación y libertad, y, a la vez, coartada. Las representaciones masivas expresan un orden social y se convierten en maneras de demarcar lo apropiado, arrastran la memoria de prácticas de autoridad con las que el lenguaje público nos obliga a expresarnos. Es decir, la significación es lo que nos permite hablar del gozo pero también supone la cristalización de relaciones de poder que recubren el mundo hasta hacerlo desaparecer bajo la apariencia de una certeza. Asume esta tensión y la piensa. Centrándose en la indagación de este segundo aspecto por el que el lenguaje es orden, intentamos comprender cómo la explosión significante es Cuando Barthes se preguntaba hasta qué punto el soldado negro que saluda a la bandera es la imagen de una Francia imperialista y que siendo un posicionamiento se lee, sin embargo, como un hecho, de tal manera que la ideología que lo recubre aparece como sociedad anónima, responde con su concepto de mito. Este camino barthesiano es uno de los que propone la semiótica para afrontar la conformación del consenso y entrarle a las cuestiones de la naturalización, una opción distinta a la de aquellos trabajos que suelen tematizar, para este problema, el análisis de la ideología y el poder. Pensamos que el camino emprendido por Barthes y continuado por otros muchos, como el Deleuze de las consignas, permite una aproximación más fructífera para la indagación de los procesos de elaboración y activación de los pretendidos acuerdos sociales. Si Barthes propuso sus mitologías como modo de pensar estos fenómenos por los que ciertas representaciones suspenden el diálogo del que son productos y en el que participan, la cultura de masas es territorio de lucha semiótica, luchas por introducir nuevos acentos, modificar los estabilizados o mantener los dominantes. Y esto no se dirime sólo a nivel simbólico sino que entraña importantes consecuencias materiales, incluso pensamos que la historia puede observarse desde esta perspectiva precisamente como una pugna por hacerse con el control del sentido de ciertas representaciones. De estas luchas, no siempre semióticas, resultan las versiones del mundo en que habitamos y con las que pensamos. Las imágenes masivas funcionan como argumentos de una versión del mundo. Desde estas reflexiones como premisas, podemos entender cómo Susan Buck-Morss se hace una serie de preguntas para abordar las posibilidades de transformación de nuestra cultura visual ¿hay un afuera desde el que hablar? ¿cómo pueden las representaciones creativas e individuales tener efecto social y político si no es a través del compartirse las imágenes para elaborar imaginarios-otros? y ¿ cómo pueden éstas compartirse si no es precisamente a través de esa cultura de las imágenes que amenaza con aplastar nuestras imaginaciones? Lleva la mitad de la vida aprender a mirar con nuestros propios ojos. Trabajar sobre otras tentativas de reformulación del imaginario, apropiación de los códigos, como forma de intervenir en un imaginario que nos hace desgraciados o frustrados permanentes. La poeta Adrienne Rich dice “el instante en que un sentimiento penetra el cuerpo es político”: Tendemos a pensar y a vivir la experiencia como constituyente del mundo subjetivo, como algo personal, en gran medida indecible, sin darnos apenas cuenta de que da lugar a modos de acción e imaginarios colectivos, esto es, semejantes. Pensamiento, lenguaje y formas de vida son indiscernibles, uno se ve impelido a manejarse en lo colectivo pero hay vías de quiebra de ese universo cultural conformador y una de esas vías de apertura es la imaginación. Abrir las palabras y las cosas, el terreno de lo enunciable y lo visible, decía Deleuze, el arte, la creación, desvelarían que hay una subjetividad, una experiencia privada, un uso privado del lenguaje, que si bien sólo puede ser colectivo, permite una privacidad límite que sería constatable en ciertos terrenos, como el amoroso o el poético, la pintura o la narración cinematográfica. Esta capacidad de apertura es lo que A. Rich denomina político porque esos lenguajes creadores, de expresión de subjetividad, se van incorporando paulatinamente a lo colectivo, a su lenguaje, sus representaciones... hasta devenir principios para nuevos universos simbólicos. Pero ¿cómo definir los seres singulares por medio de nombres que son comunes? Somos seres singulares, en circunstancias singulares, instancias concretas, pero hablamos de todo ello valiéndonos de las formas generales y abstractas de nuestro conocimiento específico. Las consideraciones sobre los límites que impone el espacio público se engarzan en estas consideraciones ¿hay vida más allá de la cultura pública y masiva? El consenso sería la expresión demoledora de una imposibilidad de extender los límites para entender lo político como proceso y no como límite. Como veis, se trata de tres bloques de contenidos: -cultura de masas y mitologías -expresión del consenso en política como límites del espacio público-político al modo de las orientaciones inferenciales indicadas en la cultura de masas -posibilidades de imaginación, creación y transformación dentro de la cultura visual (¿sólo el arte puede ser el arma cargada de futuro?) Las clases presenciales serán tres y seguirán el índice de lecturas propuestas: 1ª parte: 14 enero Gonzalo Abril; 2ª parte: 21 enero Cristina Peñamarín y 3ª parte: 28 enero Vanessa Saiz. En ellas los profesores atenderán vuestras consideraciones sobre los textos e introducirán los problemas fundamentales. La propuesta de evaluación es la siguiente: Los textos articuladores serán cinco a modo de introducción de los problemas a abordar. Deberán realizarse tres trabajos sobre estos tres temas articuladores que yo corregiré y que se entregarán en las fechas acordadas para el examen final con extensión y formato razonables y libres. 1ª Parte: - Roland Barthes, Mitologías, Madrid, S.XXI, 2000 “El mito, hoy” pp. 198257 - El susurro del lenguaje, Barcelona, Paidós, 2009 “La mitología hoy” pp. 97-101 2ª Parte: - Cristina Peñamarín ¿Hay vida política en el espacio público mediatizado? en CIC Cuadernos de Información y Comunicación 2008, vol. 13 pp. 61-78 - Abril, Castañares, Peñamarín, Saiz, Sánchez “Espacio público democrático y lógicas mediáticas” 3ª Parte: - Susan Buck-Morss “Estudios visuales e imaginación global” en Estudios Visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización José Luis Brea (ed) Madrid, Akal, 2005 pp.145-159 - J. Rancière El viraje ético de la estética y la política, Santiago de Chile, Palinopia, 2005 (opcional)