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Reporte de medios
23 de febrero de 2015
Ministerio de Educación prepara 2.500 tutores
Son 100 formadores y 3.000 tutores, quienes acompañan a los docentes
oficiales en las aulas. FOTO DONALDO ZULUAGA
Por medio de 32 encuentros que se realizarán hasta el próximo 6 de marzo, el
programa Todos a Aprender espera formar a 2.500 tutores que en temas básicos
que apuntan a la evaluación de los estudiantes en el desarrollo de sus
competencias en las áreas de matemáticas y lenguaje.
“Se hará una formación en la aplicación, interpretación y uso de las pruebas Egma
(Early Grade Math Assesment) y Egra (Early Grade Reading Assesment)”, explica el
Ministerio de Educación en su comunicado de prensa.
Todos a Aprender se vale de las pruebas Egma y Egra para la evaluación formativa
de los estudiantes y permite a los docentes tomar decisiones en relación con los
procesos de enseñanza y aprendizaje.
Actualmente, este programa del Ministerio de Educación beneficia a 2.345.372
niños de primaria en 21.400 sedes y ha formado 92.000 docentes y directivos
docentes;.
Además, ha llevado este conocimiento fuera de las ciudades, pues de los 4.303
establecimientos a los que ha llegado, el 78% es rural y el 22% urbano. Un total de
878 municipios de Colombia hacen parte de esta estrategia que ha entregado
gratuitamente 20 millones 500 mil libros de lenguaje y matemáticas.
¡SIN LUCHA, NO HAY VICTORIA!
Reporte de medios
23 de febrero de 2015
http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/ministerio-de-educacion-prepara-2500-tutores-HX1356944
Se escuchan propuestas para implementar la
cátedra de paz
1732 es la ley de 2014 por la cual se establece la cátedra de paz en las instituciones educativas
del país.
El Ministerio de Educación se reunió la semana pasada con los representantes de la academia así
como de la Confederación Colombiana de Consumidores y personas que están involucradas en la
construcción de la Ley 1732 que promueve la Cátedra de la paz.
El fin era revisar las propuestas que existen para la reglamentación de esta norma, reunión en la que
estuvo el viceministro de educación preescolar, básica y media, Luis Enrique García.
García expuso los trabajos que el Ministerio ha realizado como son los estándares básicos de
competencias y la ley 1620 de convivencia escolar.
“No solo tenemos los estándares de competencias básicas y ciudadanas, la convivencia escolar se
convierte en un elemento vital de la cotidianidad en las escuelas y estamos acá preparándonos para el
tercer paso que va más allá, pues entrará el concepto de la Cátedra para la Paz”, indicó el
Viceministro.
Durante la jornada, Juan Lozano, uno de los ponentes de la Ley y actualmente director del Centro de
Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda, enfatizó en que se debe pensar en cómo
construir una cátedra que reivindique los valores, que se generen relaciones respetuosas, que se
construya desde la escuela una sociedad más tolerante, pluralista, entre otros aspectos
fundamentales.
Adiós a la guerra
Otra de la propuesta presentadas fue Adiós a la guerra, un trabajo adelantado por varios maestros
universitarios que pretenden en el marco de la Ley 1732 de 2014, que todas las instituciones
educativas en todos sus niveles creen sensibilidad moral y lenguajes distintos a la violencia y a la
discriminación.
Los docentes como Marieta Quintero, representante de la Red de docentes universitarios explicó que
la propuesta es formar a los profesores en temas como memoria histórica y derechos humanos así
como hacer una cartografía pedagógica que reúna las experiencias significativas de las escuelas en
materia de no violencia y con base en esto hacer materiales educativos..
Este espacio de socialización es un paso más para que el Ministerio de Educación finalice la
construcción del decreto reglamentario de esta Cátedr.a
http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/se-escuchan-propuestas-paraimplementar-la-catedra-de-paz-BY1357366
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23 de febrero de 2015
La calidad es una carrera de largo aliento
La calidad constituye un camino que se debe recorrer de la mano de todos los
involucrados: maestros, estudiantes, directivos docentes y gobierno para llegar a
buen término.
Año tras año las instituciones educativas así como las gubernamentales trabajan en
la búsqueda de la calidad.
Un concepto complejo en el que se conjugan elementos técnicos y académicos.
Estos elementos están directamente alineados con la forma en que las escuelas
gestionan dentro de su dinámica escolar los procesos que buscan mejorar para
alcanzar metas previstas en su planeación.
“Si se parte del supuesto que la calidad es un medio para alcanzar un fin, que en
este caso en particular es formar a nuestros niños y jóvenes como ciudadanos
competentes, es allí donde deben centrar la atención las instituciones educativas.
Se entiende entonces la calidad como la efectividad en los diferentes procesos que
intervienen en la educación: desde lo académico, lo formativo y lo administrativo,
ente otros”, expone Catalina Guzmán, rectora del Colegio Marymount.
Temas como el bilingüismo, la participación en las pruebas internacionales, la
formación de los docentes y la adecuación de la planta física, entre otros planes,
son parte de lo que el Ministerio de Educación Nacional así como los colegios
vienen realizando para llegar a esa calidad.
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Reporte de medios
23 de febrero de 2015
“La clave sin lugar a dudas, para que todos estos esfuerzos redunden en una
educación de calidad, es el compromiso permanente de nuestros líderes y el
reconocimiento a la labor formativa y educativa de los docentes, que le permita a la
educación entregarle a la sociedad personas que construyan ciudad y país”, agrega
la rectora.
Hablando de calidad
Para hablar de calidad se deben tener encuentra tres componentes: el primero es
reconocer que cada estudiante es un ser humano particular, que tienen procesos
individuales diferentes y la escuela no puede homogeneizarlos ni estandarizar su
educación.
El segundo concepto es la necesidad de que los contenidos que se enseñan sean
contextualizados, acorde a las necesidades, porque si no es así, los chicos perderán
fácil el interés y no verán significado en lo que aprenden.
Y como tercer concepto, indicado por la rectora del colegio Los Alcaravanes,Nelcy
Correa, “la institución educativa no puede ser burbuja social sino que debe estar
junto a las realidades sociales, teniendo como eje transversal al maestro, un
docente que se comprometa con el reconocimiento al ser humano y que tenga en
cuenta dos componentes: ser referente en términos de conocimiento y constructor
de la norma y la autoridad”.
Falta camino
En la opinión de Ignacio Gutiérrez, rector de la Institución Educativa Marco Fidel
Suárez, la calidad educativa en Colombia se ha reducido a los resultados de la
pruebas como las Saber o las mismas pruebas Pisa.
“Muchas de estas pruebas no tienen en cuenta los contenidos y competencias que
sí se trabajan en el aula. Si no se hacen procesos integrales nunca se verán buenos
resultados. Algo que se debe tener en cuenta en aquellas pruebas son las
competencias que ellos adquieren a través del proyecto educativo institucional
como los procesos de socialización, convivencia y formación de la dignidad
humana”, dice el rector.
Agrega Gutiérrez que se deben hacer procesos integrales donde se tengan en
cuenta las necesidades de una verdadera calidad y no solo los resultados en
pruebas externas.
La tarea no es imposible, llegar a la calidad es un camino que no termina, que debe
seguir mejorando para llegar algún día a estar a la altura de los mejores.
http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/la-calidad-es-una-carrera-de-largo-alientoAY1357075
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23 de febrero de 2015
La tecnología no es la solución
La quinta edición de la revista digital Semana Educación abordó los desafíos de la
tecnología para revolucionar la enseñanza y el aprendizaje. Más que solo repartir
dispositivos, hay que cambiar el modelo educativo para sacarles el mejor provecho.

Foto: Freeimages.
La influencia de la tecnología en la educación es innegable. Desde hace ya varios
años ha estado presente en los salones de clases con el objetivo de enriquecer y
renovar la experiencia del aprendizaje y de despertar el interés de los alumnos.
Colombia le ha apostado a esa idea y actualmente vive el auge de las tabletas y los
computadores en las escuelas. Según el Ministerio de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación, en los últimos cuatro años se han entregado 2
millones de equipos a instituciones públicas. Para junio de 2013, 34.191 sedes
educativas ya contaban con estos instrumentos. Pero más allá de este ejercicio de
dotación cabe preguntarse cómo han incidido las nuevas tecnologías en la
pedagogía y en la calidad del aprendizaje.
El debate ha sido extensamente planteado: la herramienta por sí sola no es
suficiente ya que tiene que cumplir alguna función. Los colegios y universidades no
tendrán mejores resultados o alumnos más aplicados solo porque las clases
cambien las fotocopias por un video de YouTube. Se necesita un cambio en el
modelo educativo que incluya a maestros, alumnos y padres.
Un artículo de octubre de la revista norteamericana Forbes concluye que los
verdaderos protagonistas de la transformación de la educación serán los
profesores y no la tecnología más avanzada. No se trata de tener el mejor equipo
sino de usar los recursos que se tienen a mano de la mejor manera para cumplir un
objetivo específico. Por eso, si se pretende que la tecnología marque una diferencia
en el proceso educativo, esta debe ajustarse a las necesidades de docentes y
alumnos y permitirle a los estudiantes que sean sujetos activos de su propio
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23 de febrero de 2015
aprendizaje, explica la publicación.
Bob Harrison, maestro y asesor en educación de la empresa Toshiba, sostiene que
las nuevas tecnologías no han revolucionado los métodos de aprendizaje sino que
han reforzado los modelos pedagógicos tradicionales. Por eso no se puede afirmar
que invertir en herramientas tecnológicas necesariamente mejorará la calidad
educativa. Por ejemplo, una presentación animada en Power Point le puede dar un
nuevo aire a las lecciones, pero mantiene el esquema de un docente que es dueño
del conocimiento y que lo imparte a un grupo de alumnos. Este hace que el
estudiante siga siendo un receptor pasivo de su educación y no un aprendiz activo.
De ahí que el uso eficiente de estos instrumentos sea tan importante, pues allí está
la clave para conseguir mejores resultados.
Harrison también afirma que se necesitan estrategias para que los estudiantes, que
están a la vanguardia en el uso y apropiación de las herramientas tecnológicas,
usen estas habilidades para aprender y no solo para entretenerse. Martin Blows,
director del programa de aprendizaje en línea del National College For Teaching
and Leadership del Reino Unido, recomienda cinco formas de usar la tecnología en
las aulas de clase: atrapar a los alumnos a través de la mezcla de diferentes medios
disponibles en tabletas y computadores, cambiar el modelo tradicional de usar
estos instrumentos, darle el control a los estudiantes sobre su propio aprendizaje,
invitarlos a usar la tecnología para profundizar en los temas que les interesen e
impulsarlos para que lleven su educación más allá del aula.
En la misma línea, John Jon-Hyun Kim, una de las cabezas del proyecto sobre
Educación Pública y Liderazgo en la Universidad de Harvard, planteó que el diseño
de las escuelas no ha cambiado en los últimos 100 años y que sigue vigente un
modelo que busca homogenizar a los estudiantes, cuando debería explorar lo que
quiere aprender cada alumno y la mejor manera de hacerlo. La tecnología podría
detectar las necesidades individuales de los niños y su propio método de
aprendizaje. “¿Qué tal si la tecnología pudiera preparar las clases para que los
estudiantes reciban las lecciones que necesitan?”, se preguntó Kim. Esta idea es
una realidad en el School of One, una institución en Nueva York que asesora a cada
estudiante y le entrega un horario de diferentes cátedras en distintos lugares,
dependiendo de su propia manera de aprender.
Los profesores deben trabajar y capacitarse para tener la suficiente confianza y
las competencias necesarias para redefinir la manera en que enseñan y así
explotar el potencial de las herramientas tecnológicas con las que cuentan. Según
Jordan Shapiro, profesor y colaborador de Forbes, los educadores deberían acoger
estas tecnologías para que sus alumnos aprendan más y mejor, “pero deberíamos
hacerlo porque es útil y funciona, no por el bien de la obsesión por el progreso y la
innovación”, afirma.
http://www.semana.com/educacion/articulo/revista-digital-semana-educaciontecnologia/418891-3
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