Señor IGNACIO MANTILLA PRADA Rector Universidad Nacional de Colombia Respetado señor rector: En mi calidad de representante sindical de SINTRAUNICOL en el proceso de negociación colectiva del pliego de peticiones con la Administración de la Universidad Nacional de Colombia, debo manifestar lo siguiente: 1. Del dicho al hecho hay mucho trecho. La Administración de la UN proclama a diestra y siniestra que “ha dado cumplimiento a las disposiciones legales que garantizan el derecho de asociación, libertad sindical y derecho de negociación colectiva” pero los hecho la contradicen: En primer lugar, quiere intervenir en los asuntos propios de cada sindicato, exigiéndoles condiciones para dar inicio a las conversaciones. Quiere imponer su criterio para que se desvirtúe la autonomía sindical de cada organización de trabajadores y empleadores. No, señor Rector, así no es válida la negociación colectiva: no se trata de esgrimir leguleyadas para retardar injustificadamente la instalación de la mesa de negociaciones y la negociación de los pliegos. Para decirlo de manera clara: la administración de la UN se ha valido de cuanto recurso tiene a mano para limitar ostensiblemente la capacidad y la libertad sindical de cada uno de los sindicatos y, concretamente en el caso de SINTRAUNICOL, advertimos que no existe una voluntad real para sentarse a discutir los asuntos del trabajo y del empleo con sus trabajadores. En segundo lugar, quien violenta y transgreda la normativa es precisamente la administración de la UN. El mismo Decreto 160 de 2014, tantas veces utilizado maniqueamente por la universidad para falsear los postulados de la libertad de los sindicatos de empleados públicos, exige que la entidad pública debe informar por escrito al Ministerio del Trabajo los nombre de sus negociadores y asesores, así como el sitio y la hora para instalar la negociación. Deliberadamente se ha abstenido de hacerlo, porque nuevamente recurre a todo tipo de maniobras fraudulentas y dilatorias, teniendo el cinismo de trasladar la responsabilidad a los sindicatos, cuando es una obligación suya darle cumplimiento a la ley y no exigir requisitos más allá de los necesarios para iniciar prontamente el ejercicio de negociación. En tercer lugar, la administración de la UN no ha querido otorgar las facilidades que contiene el Convenio Internacional sobre negociación colectiva de empleados públicos (Convenio OIT 151) a los representantes de SINTRAUNICOL: infundadamente no quiso darle trámite a la solicitud de permisos, viáticos y gastos de desplazamiento a los negociadores de nuestro sindicato de las sedes de Medellín, Manizales y Palmira, que eran necesarios precisamente para coordinar acciones para la preparación y funcionamiento de nuestra delegación en la mesa de negociaciones. Luego, de que garantía y de qué cumplimiento se habla por parte del Vicerrector General, Dr. Bula, cuando lo que se evidencia y manifiesta es una actitud constante de hostilidad, de negación de la libertad sindical, de interposición de obstáculos innecesarios hacia los sindicatos, de ausencia de voluntad de celebrar acuerdos colectivos que redunden en beneficio de la comunidad de trabajadores y empleados de la Universidad. Es, francamente, lamentable la nula o escasa disposición de los representantes de la administración de la Universidad para asumir la tarea histórica que le corresponde al principal claustro universitario del país, esto es, asumir con grandeza y con la mayor diligencia un verdadera proceso de negociación colectiva de las justas reclamaciones de los trabajadores y empleados. 2. Consideramos que la administración de la Universidad debe reorientar el espacio de la negociación colectiva, empezando por cambiar de asesores jurídicos. Si siguen empecinados en dar una interpretación restrictiva de la negociación (porque, sin duda, el Decreto 160/14 es insuficiente en comparación con las disposiciones del Convenio 151), no podremos avanzar mayor cosa. El Convenio contiene criterios amplios, exige que se respete la autonomía sindical, exige que el proceso de negociación colectiva debe asumirse con la mayor responsabilidad, abre espacios a las partes (no las cierra como ha hecho la Universidad) para que, en medio de la complejidad que imponen las restricciones presupuestales y los ámbitos específicos de competencia constitucional, legal y de la autonomía universitaria, se puedan realizar experiencias exitosas de diálogo y entendimiento entre las partes, y se puedan lograr acuerdo colectivos que beneficien a todas las partes. Lo que ha hecho la administración es asumir con criterios de mezquindad y egoísmo la normatividad precaria que tenemos. Sólo un cambio real en la forma de entender este proceso puede evitar lo que se avecina: un aumento impresionante del descontento de todos los sectores universitarios ante una administración cuya principal virtud no es la apertura democrática y participativa de todos los actores del quehacer universitario. 3. Si se mantiene esta actitud vergonzosa de la administración, hacemos desde un llamado a la sociedad entera para que acompañe las justas y legítimas reclamaciones de los trabajadores y empleados de la Universidad, para que se honren los compromisos adquiridos (pues existen muchos aspectos de la negociación de 2013 que están siendo desconocidos), y se conceda una mayor importancia a la consolidación de un proceso democrático y participativo de discusión y mejoramiento de las condiciones de trabajo y empleo en la institución (para que no se repita el estruendoso y desconcertante fracaso del proceso de 2014). La manera arbitraria y autoritaria con que la administración ha asumido esta experiencia, conduce a una respuesta legítima de los trabajadores y empleados de acudir a los mecanismos de que disponen para hacer cumplir la Constitución, la Ley y la autonomía universitaria. 4. Agradecemos la generosa participación y gestión de entidades como el Ministerio del Trabajo y la Procuraduría General de la Nación. Su acompañamiento ha sido valiosísimo, sobre todo para comprender la importancia del ejercicio de negociación colectiva y para tratar de acercar a dos partes que tienen una estimación muy distinta de los alcances de la misma. Esperamos que se revierta la actitud tozuda y obstinada de la administración de la Universidad para que este proceso de 2015 frente a los sindicatos y se puedan concretar logros reales y eficacias ante tantas situaciones que afectan a sus trabajadores y empleados. Universitariamente, EQUIPO NEGOCIADOR DE SINTRAUNICOL Con copia a: - Consejo Superior Universitario - Vicerrector General y equipo negociador - Procuraduría General de la Nación - Ministerio de Trabajo - Junta Directiva Nacional SINTRAUNICOL - Central Unitaria de Trabajadores (CUT) - Organización Internacional del Trabajo (OIT) - Internacional de Servicios Públicos (ISP) - Confederación de Trabajadores Universitario de las Américas (CONTUA) - Comunidad universitaria