se hace la obra de Dios

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“¿COMO SE HACE LA OBRA DE DIOS?”
“Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros
enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo
(aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas),
Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las
aldeas en el campo de Ono. Más ellos habían pensado hacerme mal. Y les
envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque
cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros. Y enviaron a mí con el
mismo asunto hasta cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera”
Nehemías 6:1-4.
El periodo histórico que abarca el libro
Los libros de Esdras y Nehemías pertenecen al periodo post exílico (430-420
a.C.) por lo tanto concluye la historia del antiguo testamento, a los judío
exiliados en Babilonia 70 años, se le permitía volver a tierra santa. El libro de
Esdras habla del inicio del periodo del retorno, y Nehemías se ocupa de relatar
el final de ese periodo. Esdras, el ministro de Dios, se centra en el relato de la
reconstrucción del templo, es decir del plano espiritual, mientras que
Nehemías el gran dirigente de Israel, enfoca la reconstrucción del muro, es
decir del plano social.
Este es un periodo hermoso y glorioso para la nación de Israel, es el tiempo
del regreso y la de restauración, lleno de esperanzas y expectativas después de
tanta pena, dolor y humillación, tiempo de levantarse y volver a empezar, pero
no exento de problemas, luchas y enemistades.
Nehemías y los enemigos de la obra
En este capítulo se relata el momento cuando Nehemías está ocupado en la
reconstrucción del muro y los enemigos de la obra (que siempre existen y
existirán) los cuales son mencionados con sus nombres cada uno sin tapujos,
inmediatamente se levantan contra él, y lo citan para una reunión, pensando
quizás que el varón de Dios debía darle cuenta de lo que hacía (de cuando aquí
que los siervos del Señor debemos dar explicaciones de nuestro trabajo ante
los envidiosos, los carnales, insurrectos, fariseos y religiosos). Ellos
maquinaban mal contra el siervo y la obra de Dios, los enemigos de la obra no
hacen el bien, ni oran, ni ayunan, ni se someten, no ganan almas, solo viven
para dañar, calumniar, es decir al igual que su padre el diablo solo conocen
dos operaciones; RESTAR Y DIVIDIR (Juan 10:10, 1°. Pedro 5:8,
Apocalipsis 9:11).
¿Cómo se hace la obra de Dios?
La respuesta de Nehemías es categórica, firme radical y aclaratoria; “No
puedo ir”, es decir no hay tiempo que perder, los días son cortos y debemos
trabajar en la obra, “estoy muy ocupado” deberíamos decir los cristianos de
hoy (Romanos 13:11, 1°. Corintios 7:26, Efesios 5:16, 1°. Tesalonicenses 5,
Apocalipsis 22:10), algunos se les olvidó lo que dice la orden bíblica; “ve hoy
a trabajar en mi viña” Mateo 21:28-32. La palabra IR-ID se encuentra más
de 1400 veces en las sagradas escrituras. Si somos hijos de Dios y estamos
dentro de la viña debemos trabajar en ella, Dios no llama a pecadores a
trabajar en su viña Dios llama a sus hijos a trabajar. Los que no están
ocupados en hacer la obra de Dios pierden su tiempo en tonterías, vanidades,
comentarios, futilidades, envidias, malas sospechas, chismes, calumnias,
peleas innecesarias etc.
Nehemías dice una frase potente en relación a la obra de Dios “Yo hago una
gran obra” él tenía un llamado, un ministerio, una labor, un magisterio, una
comisión grande, inmensa, de suma importancia (1°. Corintios 9:16, Efesios
4:11-13, Hebreos 5:4, 2°. Timoteo 1:11), cuando un creyente entiende esto
pues se meterá de lleno a trabajar en la obra de Dios. La obra de Dios no se
hace mirando a otros desde un balcón, criticando y no edificando, con
negligencia cuando se requiere de diligencia, con necedad cuando se exige
sabiduría, con resentimiento cuando se pide amor y fervor, con un espíritu
competitivo cuando somos consiervos, con avaricia cuando Dios nos pide un
corazón generoso, con interese egoístas y carnales cuando se requiere
humildad para glorifica al dueño de la obra ¡alabado se Dios!
“Porque cesaría la obra” el que hace la obra de Dios no se detiene por
depresión, distracción, desaliento, criticas, oposición, ni por nada, la obra de
Dios no cesa, y cuando nos metemos en otros asuntos ajenos a la obra de Dios,
la obra comienza a cesar y a detenerse; “Y por esta causa los judíos
perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día
de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”
Juan 5:16-17. Como también nos enseñara el gran Maestro; “Me es
necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la
noche viene, cuando nadie puede trabajar” Juan 9:4.
Palabras finales
La obra de Dios se hace con esfuerzo, amor, devoción, sacrificio, humildad, y
paciencia, siempre dependiendo de Dios y de su santa gracia, y con la
capacidad de reconocer que todo logro, meta alcanzada y victoria es
sencillamente por Dios y la poderosa mano del Señor y que toda la gloria la
honra y la alabanza es para Dios; “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia
que es en Cristo Jesús…Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de
Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de
agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta,
no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los
frutos, debe trabajar primero” 2º Timoteo 2:1-6
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