2011_Barrientos_Motivación escolar y rendimiento académico en alumnos del cuarto año de secundaria de una institución educativa estatal de Ven.pdf

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“MOTIVACIÓN ESCOLAR Y RENDIMIENTO
ACADÉMICO EN ALUMNOS DEL CUARTO AÑO DE
SECUNDARIA DE UNA INSTITUCION EDUCATIVA
ESTATAL DE VENTANILLA”
Tesis para optar el grado Académico de Maestro en Educación
en la Mención de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la
Educación.
BACHILLER LEONOR LIDIA BARRIENTOS CHUQUI
Lima– Perú
2011
2
“MOTIVACIÓN ESCOLAR Y RENDIMIENTO
ACADÉMICO EN ALUMNOS DEL CUARTO AÑO DE
SECUNDARIA DE UNA INSTITUCION EDUCATIVA
ESTATAL DE VENTANILLA”
Tesis para optar el grado Académico de Maestro en Educación
en la Mención de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la
Educación.
BACHILLER LEONOR LIDIA BARRIENTOS CHUQUI
Lima– Perú
2011
3
Dedicatoria
A
mis
Filomena
queridos
padres
y Félix por su
permanente
apoyo.
4
INDICE DE CONTENIDO
Título.
Dedicatoria.
Índice de contenido
Índice de tablas.
Índice de figuras
Resumen
Abstract
Pág.
02
03
04
05
06
07
07
INTRODUCCION
Marco teórico
Base teórica.
Motivación escolar.
Conceptualización de Motivación escolar.
Constructos teóricos en la motivación escolar.
Autoeficacia académica.
Motivación de logro.
Atribución causal del logro.
El clima motivacional en la clase.
Rendimiento académico.
Dimensiones causales del rendimiento académico.
Antecedentes de Investigación
08
Planteamiento del problema.
Objetivos
Hipótesis
38
40
41
10
10
10
13
13
16
19
23
24
25
28
METODO
Tipo y diseño de investigación
Variables.
Participantes: Población y muestra
Instrumentos de recolección de datos
Procedimientos.
42
43
44
45
48
RESULTADOS
50
DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
Discusión
Conclusiones
Sugerencias
57
64
65
REFERENCIAS
Anexos
66
5
INDICE DE TABLAS
Pág.
Tabla N° 01
Primer modelo de atribución causal de Weiner
Tabla N° 02
Relación entre
afectivas
Tabla N° 03
Distribución de la muestra según género
Tabla N° 04
Medias y desviaciones estándares de la motivación 50
escolar y el rendimiento académico
Tabla N° 05
Relación entre la motivación escolar y el rendimiento 51
académico en matemáticas y comunicación
Tabla N° 06
Relación entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en ciencia, tecnología y ambiente (CTA), y 53
puntuación global del rendimiento académico
Tabla N° 07
Comparación de la motivación escolar y el rendimiento 55
académico general entre escolares varones y mujeres
Tabla N° 08
Comparación del rendimiento académico en matemática,
comunicación y CTA entre escolares varones y mujeres
56
atribuciones causales
20
y reacciones 21
44
6
INDICE DE GRAFICOS
Pág.
Figura N° 01
Segundo modelo de atribución causal de Weiner
20
Figura N° 02
Tendencia de los datos en la relación entre la motivación 52
escolar y el rendimiento académico en matemáticas
Figura N° 03
Tendencia de los datos en la relación entre la motivación 52
escolar y el rendimiento académico en comunicación
Figura N° 04
Tendencia de los datos en la relación entre la motivación 54
escolar y el rendimiento académico en CTA
Figura N° 05
Tendencia de los datos en la relación entre la motivación 54
escolar y el rendimiento académico general
7
RESUMEN
El presente estudio trata de establecer la relación entre las variables motivación escolar y
rendimiento académico en estudiantes del cuarto grado de nivel secundario, tomando
como instrumento de evaluación el cuestionario de motivación escolar adaptado para esta
población. La muestra está constituida por 210 escolares de ambos sexos de la Institución
Educativa estatal Villa Los Reyes de Ventanilla.
El análisis psicométrico de las pruebas ha requerido de una adaptación, el cual alcanzó la
validez y confiabilidad requerida para ser utilizados como instrumentos de medición en
este trabajo de investigación. La metodología utilizada fue de tipo sustantiva, descriptiva,
y diseño correlacional.
El contraste de hipótesis permitió validar las hipótesis planteadas, encontrando una
correlación significativa entre la motivación escolar y el rendimiento académico
Palabras claves: motivación escolar, rendimiento académico.
ABSTRACT
This study tries to establish the relationship between the variables school motivation and
academic performance in fourth-grade students at the secondary level, taking as an
evaluation tool of school motivation questionnaire adapted for this population. The sample
consisted of two hundred students of both sexes of public school “Villa Los Reyes.”
The psychometric analysis of the evidence has required an adjustment, which became the
validity and reliability required for use as measuring tools in this research. The
methodology used was of a substantive, descriptive, correlational design.
The contrast of hypotheses allowed to validate the hypotheses, and found a significant
correlation between school motivation and academic performance.
Keywords: school motivation, academic performance.
8
INTRODUCCIÓN
Frecuentemente tanto a los padres de familia como a los maestros no les es fácil
comprender una conducta desmotivada del escolar ante las actividades relacionadas con
el contexto educativo en general y con su rendimiento académico en particular. Esto
ocurre generalmente porque, los escolares suelen enfrentarse a tareas ante las cuales
experimentan determinadas dificultades para resolverlas, lo cual trae como consecuencia
vivencias negativas, frustración, sentimientos de fracaso y marcada desmotivación
entorno a cualquier actividad escolar.
En este sentido, hay que entender que la motivación escolar constituye uno de los
factores psico-educativos que más implicancia tiene sobre el aprendizaje escolar; está
presente en todo acto de aprendizaje así como en todo procedimiento pedagógico. Si bien
es cierto que el rendimiento escolar tiene un origen multifactorial, sin embargo el aspecto
motivacional es crucial, teniendo en cuenta que este factor es lo que induce a una
persona a llevar a la práctica una acción, es decir estimula la voluntad de aprender.
Claro que también se debe tener en cuenta el papel del docente en cuanto a saber
inducir motivos a sus alumnos en el proceso de aprendizaje, de tal manera que su
comportamiento sea canalizado de manera voluntaria en dicho proceso.
Hay que entender que la motivación escolar no es una técnica o método de
enseñanza en particular, sino un factor cognitivo presente en todo acto de aprendizaje.
Ello condiciona la forma de pensar del alumno y del tipo de aprendizaje resultante. Es un
proceso resultante de la interacción entre el profesor y el alumno, pero también se debe
añadir la atmósfera familiar.
La motivación con la que los alumnos afrontan las actividades académicas dentro y
fuera del aula es uno de los determinantes más importantes del aprendizaje. Si un alumno
está motivado, si le interesa comprender lo que estudia y adquirir los conocimientos y
habilidades, se concentra más en lo que hace, persiste más en la búsqueda de soluciones
a los problemas con que se encuentra, y dedica más tiempo y esfuerzo que el alumno que
carece de motivación adecuada, entonces está evidenciando una buena disposición hacia
la tarea.
9
Es por esto que en la actualidad, se ha tratado de relacionar el concepto de
motivación con el ámbito escolar desde los siguientes aspectos: a) Las características y
exigencias de la tarea o actividad; b) Las metas o propósitos que se establecen; y c) El fin
que se busca con su realización.
De estos aspectos se infiere que la condición que se desea alcanzar en el alumno
es despertar el interés en la tarea de aprendizaje, estimular el deseo de aprender y
canalizar este esfuerzo hacia el logro de fines educativos.
Bajo esta perspectiva, se puede entender la importancia del estudio que, en primer
lugar, busca aportar al conocimiento científico con una revisión exhaustiva de la teoría
sobre la motivación escolar y el rendimiento académico, además, con datos actuales
sobre cómo se dan dichos procesos en los escolares del Callao.
Otro aporte que se realizará a través de este estudio es el metodológico, en la
medida que se presenta un instrumento actual y adaptado para el contexto educativo
chalaco, el cual podría ser utilizado en futuras investigaciones o si las autoridades
educativas lo desean, utilizarlo como medio diagnóstico para conocer la realidad
educativa de sus instituciones escolares.
En fin, tomando en consideración la importancia de conocer cómo se relaciona la
motivación escolar y el rendimiento de los alumnos, es que se plantea el presente estudio,
cuyo documento consta de las siguientes partes:
Primeramente se realizará una revisión teórica tanto de las bases conceptuales
como de los antecedentes de la investigación, así mismo, se planteará la delimitación del
problema y los objetivos e hipótesis.
En segundo lugar, se presenta el contenido metodológico del estudio, en el que se
define el tipo y diseño de investigación, se caracteriza la muestra de estudio, los
instrumentos a utilizar y además se determinarán las variables de estudio.
En tercer lugar, se plantean los resultados obtenidos en base al análisis estadístico.
Y finalmente, se realiza la discusión del estudio y las conclusiones del mismo, con
sus respectivas recomendaciones.
10
Marco teórico
A continuación se presentan las bases teóricas que sustentan el presente estudio,
iniciando la revisión bibliográfica con el tema relacionado a la motivación escolar y
posteriormente, al rendimiento académico.
Motivación escolar.
Al hacer referencia a la motivación escolar, no se puede dejar de lado un primer aspecto,
que es su conceptualización, ya que a lo largo de los años éste ha sufrido modificaciones
en la medida que su estudio se ha profundizado. Seguidamente, se analizarán algunas
teorías motivacionales que surgen precisamente de este constructo, como son las de
autoeficacia, motivación de logro y atribución causal, para luego continuar con el clima
motivacional en clase.
Conceptualización de motivación académica. En principio, se debe recordar que el interés
científico por reconocer cuáles son los motivos que orientan las acciones y
comportamientos de las personas, ya tiene cierta trayectoria, por lo que la investigación al
respecto también ha sido profusa. En un principio dominó el paradigma mecanicista, en el
que se estudiaba básicamente variables como instinto, impulso, activación, necesidad y
energización, entre otros, para luego dar paso al cognitivismo emergente, el que en la
actualidad sigue ejerciendo una gran influencia en los estudios motivacionales
(Manassero y Vázquez, 1997).
Estos cambios pueden ser observados y analizados en función a las definiciones
que sobre la motivación existen, por ejemplo, Liettman (1958; citado en Elvira, 2005) la
define como el proceso o condición fisiológica o psicológica, que puede ser innata o
adquirida, e incluso interna o externa al organismo, el cual determina o describe por qué o
respecto a qué, se inicia la conducta, se mantiene, se guía, se selecciona o finaliza.
Como se puede entender, en este concepto prima la proyección conductista de la que se
hablaba anteriormente.
En el caso de Rodríguez (1999; citado en Escobar y Aguilar, 2002), el autor plantea
una definición un tanto más actual y completa, en la medida que asume que la motivación
es un proceso mediante el cual las personas suelen dirigir sus esfuerzos hacia el logro o
11
la consecución de determinadas metas u objetivos, como parte de la realización de una
determinada actividad, y con esto, buscan satisfacer algún tipo de necesidad y/o
expectativa y de cuya mayor o menor satisfacción depende el esfuerzo que decidan
aplicar en acciones futuras.
Como se puede observar, para el autor no es prioritario referir los componentes
cognitivos en la definición de motivación, en cambio, para Morales-Bueno y GómezNocetti (2009) sí, en ese sentido, las autoras definen a la motivación como un proceso
psicológico, prioritariamente de tipo cognitivo, que es susceptible de ser estudiado a
través de determinados fenómenos o comportamientos en relación a circunstancias
específicas.
En el caso de Nuñez (1996; citado en García y Doménech, 1997), se preocupa por
dar un concepto aún más integral de la motivación, en el que plantea que no es un
proceso unitario, sino que posee componentes muy diversos, que hasta ahora ninguna de
las teorías elaboradas ha conseguido integrar, por lo que uno de los mayores retos es el
tratar de precisar y clarificar qué elementos o constructos se engloban dentro de este
proceso llamado motivación.
Como se puede concluir, la motivación es un proceso multidimensional, que tiene
como base o inicio la existencia de un motivo o razón que oriente o dirija la conducta
humana, y que en términos de Pintrich y Schunk (2006), se haría referencia más a un
proceso que a un producto, ya que la motivación no puede ser observada directamente
sino que debe ser inferida de ciertas conductas, como la elección entre distintas tareas, el
esfuerzo, la persistencia y en las frases que se dicen (por ejemplo “me interesa ese
tema”).
Una vez definida la motivación, ahora se podrá explicar qué es la motivación escolar
o académica, por lo que se partirá del concepto que brindan Zimmerman y Martínez-Pons
(1992; citado en Pintich y Schunk, 2006), quienes afirman que la motivación escolar es un
proceso mediante el cual el comportamiento del alumno se dirige a la acción de aprender,
mostrándose comprometido con toda actividad que estime importante para ayudarlo a
adquirir conocimientos, atender con detenimiento las enseñanzas del profesor, así como
12
organizar y preparar el material educativo correspondiente, entre otras tareas que faciliten
su aprendizaje.
En este sentido, para Alonso (1997) la motivación escolar parece incidir sobre la
forma de pensar de los alumnos, y con ello sobre el aprendizaje, por lo que al parecer, el
estudiante motivado intrínsecamente selecciona y realiza sus actividades por el interés,
curiosidad y desafío que éstas le provocan, e incluso están más dispuestos a aplicar un
esfuerzo mental significativo durante la realización de la tarea; por otro lado, es más
probable que el alumno motivado extrínsecamente asuma un compromiso con las
actividades que ofrezcan la posibilidad de obtener recompensas externas, además, es
posible que tales estudiantes opten por tareas más fáciles, cuya solución les asegure la
obtención de la recompensa.
En el caso de Pintrich y Schunk (2006) distinguen tres categorías generales de
constructos relevantes para la motivación en contextos educativos, los que se mencionan
a continuación:
- Creencias de los estudiantes sobre sus capacidades para realizar su tarea
(autoeficacia académica);
- Valor al logro, que incluye la meta de los alumnos y sus creencias sobre la
importancia e interés de la tarea (motivación de logro); y
- Un componente afectivo, que incluye las consecuencias derivadas de la realización
de una tarea así como los resultados de éxito o fracaso a nivel académico
(atribución causal al logro).
Por la importancia que tienen estos constructos en el estudio de la motivación escolar,
es que seguidamente se desarrollará cada uno de los puntos mencionados.
13
Constructos teóricos en la motivación escolar.
El análisis de los siguientes constructos permitirá profundizar en la comprensión de la
variable motivación. A continuación se desarrolla cada uno de ellos.
Autoeficacia académica. Bandura (1986; citado por Sanfélix, 2004) fue quien inició el
estudio de la autoeficacia desde una perspectiva cognitivo social, definiéndola como la
convicción que tiene una persona de que puede ejecutar con éxito una determinada
conducta para poder producir un determinado resultado. En términos del mismo autor, la
autoeficacia constituye “los juicios que realizan las personas sobre sus capacidades para
organizar y ejecutar las acciones requeridas para alcanzar los tipos de actuación
designados” (Bandura, 1986; citado por Pintrich y Schunk, 2006, pp. 156).
De acuerdo con esto, un estudiante que tiene dudas acerca de sus capacidades de
aprendizaje, posee una baja autoeficacia y probablemente evitará participar en las
actividades que le sean asignadas. En cambio, un estudiante con alta autoeficacia se
compromete más con las actividades que se le encomiendan y muestra un mayor
involucramiento y persistencia, a pesar de las dificultades que se puedan encontrar.
En este sentido, Zeldin (2000; citado en Olaz, 2003) refiere que las creencias acerca
de la propia eficacia juegan un rol mediacional, actuando a manera de filtro entre los
logros anteriores o habilidades y la conducta posterior. Esto permite explicar el porqué
muchas veces las personas tienden a elegir las actividades en las que se consideran más
hábiles y asumen una actitud de rechazo hacia aquellas en las que se consideran
incapaces.
Si esto se analiza a la luz de lo observado en las aulas escolares, se podría
entender porqué un alumno que tiene experiencias negativas con las matemáticas, por
ejemplo, al iniciar cualquier nuevo aprendizaje de esta materia, ya se sienten fracasados,
es más actúan como fracasados y sólo corroboran con su actuación lo que ellos desde
antes ya esperaban de sí mismos, es decir, mostrarse ineficaces ante dicho aprendizaje.
Otro aspecto importante dentro del estudio de la autoeficacia es el considerar los
tipos de expectativas con las que cuenta una persona para poder actuar eficazmente. En
términos de Bandura (Sanfélix, 2004) existen dos tipos de expectativas:
14
a)
Las expectativas de eficacia o control personal (convicción de una persona de que
es capaz de realizar una determinada conducta, al margen de que sepa o no cuál
será el resultado que producirá esa conducta); y
b)
Las expectativas de resultado (estimación de una persona de que una conducta
concreta lleva a un determinado resultado).
En el caso de las expectativas de eficacia personal, éstas se basan en cuatro
principales fuentes de información, las cuales podrían ser utilizadas para aumentar la
autoeficacia:
Logros de ejecución. Se basan en las experiencias de dominio personal, de forma
que los éxitos aumentan las expectativas de dominio y los fracasos las disminuyen.
Experiencia vicaria. Incluye las expectativas derivadas de la observación de la
conducta de los demás. Ver a otras personas cómo realizan actividades
amenazadoras sin consecuencias adversas, puede generar en el observador
expectativas de que él también puede conseguirlo.
Persuasión verbal. Consiste en hacerle creer a la persona que es capaz de hacer
una cosa.
Arousal emocional. Las personas suelen tomar como referencia su arousal
fisiológico para estimar su ansiedad y vulnerabilidad al estrés.
Es así como se puede entender que la motivación, en términos de autoeficacia,
parte de las experiencias previas que se tenga y constituye un aspecto importante de la
mediación de la actuación del sujeto, pero hay que entender también que la autoeficacia
puede ser variable de acuerdo a tareas específicas y en esa medida puede ser fluctuante,
de acuerdo a la preparación individual, a la condición física (enfermedad y fatiga), al
estado de ánimo o al estado afectivo, así como a condiciones externas como la naturaleza
de la tarea y el medio social (Pintrich y Schunk, 2006).
15
Ahora bien, en el caso de Pajares y Schunk (2001; citado en Ruiz, F. 2005) teorizan
sobre el desarrollo de la autoeficacia en la persona y plantean que su formación empieza
en los primeros años de vida, por lo que es importante que durante este periodo, los
padres y profesores ofrezcan tareas desafiantes e interesantes a los niños, monitoreando
mientras las realizan, apoyando sus esfuerzos, lo cual le ayudará a desarrollar un
adecuado sentido de eficacia.
Al respecto, dichos autores refieren que entre las formas de desarrollar la autoeficacia,
se tienen las siguientes:
El manejo exitoso de experiencias: El sentido de autoeficacia resiliente se formará
con la experiencia de vencer obstáculos mediante esfuerzos perseverantes, y
posteriormente, cuando las personas están convencidas de que tienen lo necesario
para tener éxito, perseveran ante las adversidades y se recuperan rápidamente de
sus traspiés.
Modelos sociales. Se basa en la observación de cómo otras personas logran éxito
mediante un esfuerzo constante, lo que incrementa la creencia de que ellas también
pueden lograr el éxito en actividades similares. En este sentido, los modelos
cumplen roles importantes para las personas, proporcionando estándares sociales
con los cuales los individuos juzgan sus propias capacidades; y además, las
personas buscan modelos que posean competencias deseadas.
Actividades desafiantes que promuevan sus potencialidades. Se debe resaltar que
es fácil desestimar creencias de eficacia personal establecidas sobre la base de la
persuasión social, puesto que estas pueden ser rápidamente contradichas ante
resultados decepcionantes en la práctica.
Mejorar el estado físico. Implica reducir el estrés y corregir las interpretaciones
erradas de los estados corporales, ya que éstas suelen servir en la evaluación de
sus capacidades. De este modo, estas infieren qué reacciones de tensión y de
estrés son signos de pobre desempeño y/o vulnerabilidad. El humor también influye
en la evaluación de la eficacia personal. El mal humor disminuye la autoeficacia
percibida, mientras que el buen humor la aumenta. Cabe decir que lo importante no
es la intensidad de las reacciones emocionales, sino la manera en que estas son
interpretadas.
16
Motivación de logro. En el estudio de la motivación escolar, un concepto no menos
importante que el de autoeficacia, es el de motivación de logro, el cual es definido por
Garrido (1986) como una tendencia a conseguir una buena ejecución en situaciones que
implican competición con una norma o un estándar de excelencia, siendo la ejecución
evaluada como éxito o fracaso por el propio sujeto o por otros. En este sentido, para
Dweck & Elliot (1983; citado en Ugartetxea, 2001) la motivación de logro es aquel tipo de
motivación intrínseca, dirigida por estímulos internos, que aboca al sujeto a la obtención
de logros máximos, atendiendo a la realidad sobre la que va a actuar y a su propia
capacidad.
Para Garrido (1986), la motivación de logro es aprendida y es una de las formas que
adopta la motivación intrínseca a lo largo del desarrollo del niño, y que se adquiere tras un
proceso de aprendizaje. En cuanto McClelland, Atkinson, Clark y lowell (1953, citado por
Rodríguez, 1996) afirma que, respecto a la motivación de logro, las situaciones deben
implicar normas de excelencia presuntamente impuesta al niño por la cultura o por sus
padres, y la conducta debe implicar un ingrediente competitivo respecto a esas normas, o
el intento de alcanzarla, ya que si consiguen el éxito se produce estados afectivos
positivos y, si fracasan, estados afectivos negativos.
Todo hace pensar que la motivación de logro surge tempranamente apareciendo en
la edad preescolar. Heckhausen (1967, citado por Rodríguez, 1996) quien pone de relieve
que es necesaria la capacidad de percibir que uno, en este caso el niño, es causa de un
resultado, situación importante para que se desarrolle la motivación de logro, sugiriendo
que hasta los tres años y medio o cuatro años el niño no es capaz de percibir que el éxito
o fracaso se debe a su propia actuación y poder así experimentar satisfacción por su
competencia o vergüenza por su incompetencia. Hay que anotar que a estas edades
también se observa metas acompañadas de expectativas y exigencias en cuanto a la
propia capacidad.
Aschersleben (1977, citado por Rodríguez, 1996) distingue una doble visión sobre
las metas de logro: la motivación del rendimiento y la motivación del aprendizaje. En este
sentido considera motivados en cuanto al rendimiento a los escolares aplicados y
ambiciosos para adquirir más conocimiento; y motivados hacia el aprendizaje cuando los
escolares están motivados y buscan solamente alabanza.
17
En cambio Ausubel (1983, citado por Rodríguez, 1996) hace una clara distinción de
las metas de logro entre la dimensión del aprendizaje receptivo y el aprendizaje por
descubrimiento. En el primero, el aprendizaje receptivo, el escolar recibe el contenido a
internalizar
y
recuperar
posteriormente,
mientras
que
en
el
aprendizaje
por
descubrimiento el escolar debe descubrir por sí mismo el material, antes de incorporarlo a
su estructura cognitiva.
Otro aspecto importante en el estudio de la motivación de logro es el planteado por
Elvira (2005), entre otros autores, quien hace referencia a las metas de logro, las cuales
están relacionadas íntimamente con patrones motivacionales de adaptación e
inadaptación, por lo que el comportamiento de una persona se rige por las creencias del
logro alcanzado, y a su vez, estas creencias se encuentran influenciadas por los objetivos
de logro. Esta idea se refleja claramente en tres puntos que se detallan a continuación
según la autora:
a.
Las situaciones de logro. Son aquellas situaciones en las que el sujeto debe
demostrar su competencia según los requisitos de la situación. Atendiendo a la
concepción de competencia o habilidad que tenga cada sujeto, pueden surgir
distintas metas de logro con las que el sujeto responde en ese entorno. Es decir,
existe relación entre los objetivos de logro y lo que se considere por habilidad.
b.
La motivación de logro. Se entiende como un constructo multidimensional
compuesto de disposiciones personales, sociales, contextuales y de desarrollo.
c.
Las metas. Son los determinantes de la conducta, ya que los sujetos, de acuerdo
con la consecución o no de esas metas, definen el éxito o el fracaso.
Al respecto, Colmenares y Delgado (2008) aportan a la clarificación de estos
conceptos, asumiendo que el motivo de logro, según Marshall, es el impulso de
superación en relación a un criterio de excelencia, y atribuyen a McClelland, la definición
según la cual motivo o necesidad de logro es el éxito en la competición con un criterio de
excelencia, que, en este caso, aplicado al modelo educativo, el criterio de excelencia
estaría dado por la tarea propiamente dicha, el terminar el proceso uno mismo, es decir,
superar desempeños anteriores en comparación a otras personas, vale decir, rendir mejor
que los demás.
18
Por otro lado, y siguiendo a las mismas autoras, las situaciones de logro se ven
reforzadas por el conocimiento que tiene la persona sobre su propio rendimiento, el cual
lo llevará a realizar una evaluación favorable o desfavorable, lo que a su vez ocasionará
una reacción emocional de orgullo ante el éxito y de vergüenza ante el fracaso. En ese
sentido, la persona que tiene altas necesidades o motivaciones de logro, experimenta un
incentivo positivo de su rendimiento en una tarea razonablemente difícil, busca
situaciones moderadamente desafiantes porque ponen a prueba sus capacidades y
habilidades, lo que no ocurre con las personas con bajas necesidades o bajas
motivaciones de logro (Marshall, 2000; citado en Colmenares y Delgado, 2008).
En otras palabras, los desafíos que implica la búsqueda del éxito, hacen posible en
quienes se orientan a esta tendencia, la aparición de una disposición dirigida a superar
todo aquello que pueda perturbar la obtención de una meta.
Por ello, cuanto se habla de la motivación de logro en los ambientes escolares,
Pintrich y Schunk (2006) refieren que ésta posee un efecto determinante en el plano
académico, pues conduce la conducta del estudiante frente a las tareas escolares, por lo
que para estos autores, existen cuatro tipos de estudiantes y modos de aproximación a
las tareas de logro:
Los estudiantes orientados al éxito, tienen altas sus motivaciones hacia el éxito y
bajas las de evitación del fracaso. Se implican mucho en actividades de logro y no están
ansiosos ni preocupados por su rendimiento.
Los estudiantes que evitan el fracaso son renuentes a implicarse en el trabajo de
logro académico e intentan evitar el fracaso mediante retrasos y otras estrategias
autolimitadoras.
Los estudiantes sobre esforzados son estudiantes que tratan de alcanzar el éxito
pero, a la vez, le tienen mucho miedo al fracaso. Trabajan muchísimo en las tareas de
logro, pero también se sienten muy ansiosos y estresados debido a su temor al fracaso.
Y los estudiantes resignados al fracaso son indiferentes al logro, aunque esta
indiferencia puede ser debida tanto a la falta de preocupación como a un activo rechazo y
resistencia a los valores de logro.
19
En este sentido, Barbera y Cantero (1996) señalan algunas características que
tienen las personas con alta motivación de logro, las cuales favorecen la consecución de
un mejor y mayor rendimiento académico. En términos de los autores, estas personas se
plantean metas realistas a largo plazo, las cuales son consideradas como medios
instrumentales para su éxito futuro, son perseverantes, innovadores y responsables en
sus acciones, analizan sus resultados de manera positiva mediante la retroinformación
sobre su propio desempeño, es más, presentan una activación ante las tareas con
estándares de excelencia.
Atribución
causal
del
logro. La teoría de la atribución destaca entre las teorías
cognitivas, la cual trata de estudiar la forma en que las personas explican los hechos que
les ocurren, relacionándola con la capacidad del ser humano de ser racional y consciente
en el momento de tomar decisiones, las cuales serán apropiadas en la medida que el
individuo pueda predecir y tener cierta opción de manejar efectivamente los
acontecimientos futuros, vinculados a las decisiones que se deben tomar (Morales-Bueno
y Gómez-Nocetti, 2009).
La premisa central de la teoría de la atribución plantea que las personas quieren
saber las causas del éxito o del fracaso que tienen en ciertas situaciones de su vida, por
lo que el estudio de la atribución es el estudio del proceso mediante el cual una persona
se explica las causas de estos resultados; sin embargo, las personas no siempre hacen
un análisis de los resultados que obtienen, sino que suelen realizar una atribución
después de que se den resultados inesperados como sería el caso si se diera un éxito
cuando se hubiese esperado un fracaso o si se diera un fracaso frente a la expectativa de
un éxito, con esto, una vez hechas las atribuciones, se incide en una variedad de estados
emocionales, cognitivos y motivacionales (Henriquez, 2007).
En este sentido, Ugartetxea (2001) realiza un interesante análisis sobre cómo se ha
desarrollado esta teoría y refiere que, entre otros autores, fue Weiner uno de sus máximos
precursores, prestándole mucha atención a aspectos relacionados con la localización del
control (percepción que el sujeto posee en torno a qué o quién controla la actividad), la
relación entre las fuerzas personales (motivación y capacidad) y ambientales (atendiendo
al nivel de estabilidad) a la hora de actuar.
20
Otros autores como Navas, Sampascual y Castejón (1991; citado en Ugartetxea,
2001) también se interesaron por el modelo de Weiner y realizaron un seguimiento de la
evolución de este modelo, en el que tomaron en cuenta la existencia de dos momentos en
su desarrollo: En el primero, establecido a lo largo de la década de los 70, emplea dos
dimensiones, el locus de la causalidad (es de carácter interno si se atribuye a uno mismo
la responsabilidad por el éxito o fracaso de la meta, y es de carácter externo si se culpa a
otra persona, circunstancia o cosa, la responsabilidad por el éxito o fracaso) y la
estabilidad (es estable si se considera que aquello que causa el éxito o fracaso no podrá
ser modificado, pero es inestable si considera que aquello que causa el éxito o el fracaso
es susceptible de modificación); pero en 1978 añade la dimensión de la intencionalidad
(de carácter controlable, si el sujeto conciba atribuciones cuya naturaleza sea controlable
por él, pero es incontrolable si el sujeto percibe que no puede controlar la naturaleza de la
atribución). De este modo se estableció el siguiente esquema:
Tabla 1.
Primer modelo de atribución causal de Weiner
Lugar de la causa
Estabilidad
Intencionalidad
Interno
Estable
Controlable
Externo
Inestable
No controlable
El segundo momento se dio durante la década de los 80, en el que Weiner añade
una nueva dimensión: la globalidad versus la especificidad de la atribución, el cual podría
ser representado de la siguiente forma:
Experienci
a de éxito
Búsqueda de
las causas
Atribución
causal
Nuevo
problema
Expectativa
Figura 1. Segundo modelo de atribución causal de Weiner
Actuación
21
Como señalan Manassero y Vázquez (1997), en las últimas publicaciones de
Weiner se ha potenciado la participación de las emociones en el proceso atribucional,
considerándolas como un medio entre el pasado y el futuro del sujeto, en la medida que
las reacciones afectivas reflejan frecuentemente lo que ha ocurrido en el pasado y ofrecen
guías para las conductas posteriores, así, una secuencia motivacional se iniciaría con un
resultado que la persona interpreta como éxito (meta alcanzada) o fracaso (meta no
alcanzada), la cual relaciona con sentimientos de felicidad y tristeza/frustración.
Estos mismos autores refieren que si el resultado es inesperado, el sujeto busca la
causa de tal resultado, teniendo en cuenta los diversos antecedentes de información
(historia de vida o la experiencia de otros en similares situaciones), las reglas causales, la
perspectiva actor/observador, los sesgos atribucionales, etc., que culmina en la decisión
de atribuir el resultado a una causa singular.
La ubicación de la causa tiene consecuencias relacionadas con las expectativas
(estabilidad) y las emociones. Es así como, las expectativas y los afectos determinan las
características de la conducta futura (intensidad, latencia, persistencia, dirección, etc.) en
los distintos contextos y explican distintos aspectos motivacionales cualitativos de la
misma, como la mejora motivacional después de un fracaso o después de un éxito
(Manassero y Vázquez, 1997). Un esquema que permite explicar esto es el planteado por
Henriquez (2007), el cual se presenta en la tabla 2.
Tabla 2.
Relación entre atribuciones causales y reacciones afectivas
Reacciones afectivas
Atribuciones causales
(Determinantes causales)
Ante el éxito
Ante el fracaso
Habilidad
Positiva: Competencia y
confianza
Negativa: Incompetencia
Esfuerzo extra
Positiva: Relajación
Negativa: Vergüenza y
culpabilidad
Suerte
Sorpresa
Aturdimiento
Dificultad de la tarea
Esperanza y seguridad
Inseguridad
22
En el caso de los escolares, dependiendo de la atribución que el alumno le da a las
causas que produce una actuación eficaz o ineficaz, establece una serie de conceptos y
expectativas que condicionan en gran medida su posterior aprendizaje, así se observa
que un alumno que atribuye sus resultados a la suerte no pondrá especial esfuerzo por
aprender, por estudiar, por esforzarse en corregir errores; el resultado, el éxito o el
fracaso de su actividad académica no está en sus manos y posiblemente tendrá un
desempeño académico bajo; en contraste, la atribución al esfuerzo sería la que con más
claridad facilita el aprendizaje, por cuanto se caracteriza por ser interna, inestable y
controlable (Weiner, 1986; citado en Ugartetxea, 2001).
De este modo, según Valenzuela (2007) tanto la motivación de logro como el
rendimiento académico, se ven favorecidos en la medida en que las atribuciones causales
sean:
-
De carácter interno. Implica atribuir a uno mismo la responsabilidad por el éxito o
fracaso de la meta, por ejemplo, la atribución a la habilidad (carácter interno) o a la
dificultad de la tarea, la cual adquiriere una connotación opuesta (carácter externo).
-
De carácter inestable. Supone la posibilidad de modificar aquello que causa el éxito
o el fracaso. El tipo de atribución inestable varía, a su vez dependiendo si es de
carácter interno o externo.
Eventualmente, la habilidad o la inteligencia, generalmente concebidas como
estables, pueden también ser concebidas como algo desarrollable.
-
De carácter controlable. Es decir, que el sujeto conciba atribuciones cuya naturaleza
sea controlable por él. Ejemplo de lo anterior es el esfuerzo, el cual puede verse
afectado por voluntad del sujeto, mientras que la suerte escapa a cualquier
posibilidad de control.
En definitiva, la motivación escolar es un elemento indispensable para el logro de
objetivos educativos propuestos, o mejor dicho, para logro de aprendizajes, por lo que
analizar cómo se da el clima motivacional en el aula es importante y necesario. A
continuación se plantea precisamente la importancia del clima motivacional en el aula.
23
El clima motivacional en clase.
Wetzell (2009) refiere que el estudio sobre el clima emocional en el aula se ha ido
incrementando en el transcurso del tiempo, y que los conceptos más actuales no sólo
hacen referencia a lo que el alumno percibe y siente con respecto a los docentes, al
personal administrativo, al ambiente físico y psicológico de la institución educativa, sino
también a la calidad de vida en el colegio y el aula, a las actitudes, respuestas afectivas y
percepciones de los estudiantes en relación a los procesos del aula.
Pero además, hay autores como Ascorra, Arias, y Graff (2003), que plantean que la
actuación del docente y del estudiante también forma parte de este clima emocional en el
aula, el cual se expresa a través de una serie de normas, hábitos comportamentales,
rituales y prácticas sociales dentro de la clase, los que generan, a su vez, ambientes
positivos o negativos, dependiendo del tipo de relación que se dé entre ambos.
En este sentido, los ambientes positivos brindan al escolar el apoyo y respeto de
sus compañeros y del profesor, logrando que estos se identifiquen con los cursos y con el
colegio mismo, por lo que Wetzell (2009) refiere que sus indicadores son el respeto,
confianza, moral alta, cohesión, preocupación de unos por otros, crecimiento académico y
social, comunicación y oportunidades de participación.
En cambio, en los ambientes negativos se siente irritación, estrés, depresión, falta
de motivación, apatía o temor a equivocarse o ser castigados (Wetzell, 2009), lo cual
podría ser contradictorio para sus aprendizajes, pudiendo generar ansiedad en ellos.
Hasta el momento, la información brindada hace suponer que es importante el
fomentar un ambiente positivo de clase, en el que se tome en cuenta los aspectos
metodológicos de la clase, el tipo de material entregado a los alumnos, el ritmo de la
clase, así como el tipo de relación que establezca el docente con sus alumnos en general,
y hacia algún alumno en particular.
Un aporte importante es el de Patrick, Ryan y Kaplan (2007; citado en Wetzell,
2009), quienes refieren que el ambiente social de la clase es importante para que el
estudiante se comprometa con el aprendizaje, es así que cuando los escolares perciben
el soporte emocional del profesor, el soporte académico de los compañeros y el fomento
de la discusión en clase, se sienten más seguros en ese contexto y sus aprendizajes se
realizan de mejor manera.
24
Varios estudios destacan que el ambiente social en la clase afecta el aprendizaje
académico, tanto de manera directa como indirecta. Influye directamente cuando conduce
al estudiante hacia el logro de un buen desempeño e indirectamente cuando lo
compromete y mantiene su esfuerzo. En este sentido, para Alonso y Caturla (1996) los
profesores pueden crear ambientes estimulantes para lograr en sus alumnos la
motivación para aprender de forma positiva, definido a través de la forma cómo se inician
las clases, la organización de las actividades, la interacción que se fomenta entre los
estudiantes y la forma de evaluar, entre otros aspectos importantes.
Es así como se debe entender que la influencia que ejerce el docente, tanto por el
ambiente que promueve en la clase, su forma de instruir, como por el soporte emocional
que le pueda brindar a los estudiantes, puede favorecer u obstaculizar las condiciones de
aprendizaje (Valle, Gonzáles, Barca y Núñez, 1996).
Rendimiento académico.
El rendimiento escolar es un tema de permanente preocupación, probablemente es una
de las dimensiones más importantes en el proceso de enseñanza aprendizaje. Cuando se
trata de evaluar el rendimiento académico y como mejorarlo, se analizan en mayor o
menor grado los factores que pueden influir en él. En este aspecto es tomado como un
indicador del nivel de aprendizaje alcanzado por el alumno.
Al analizar el concepto de rendimiento académico se puede observar que intervienen
muchas otras variables de allí que no existe un solo concepto ya que dicha variable es de
connotación multifactorial. Por ejemplo se describe el aspecto externo al sujeto, como la
calidad del maestro, el ambiente de clase, la familia, el programa educativo, etc., también
hace referencia a variables psicológicas o internas, como la actitud hacia la asignatura, la
inteligencia, la personalidad, el autoconcepto del alumno, la motivación, etc.
Tradicionalmente se han elaborado distintas definiciones al respecto considerando un solo
criterio o enfoque, por lo cual adolecen de una cierta parcialidad y una visión de conjunto
que conlleva el concepto. Limitaciones que se han ido superando a lo largo de la
evolución del concepto. Sin embargo no se puede negar que rendimiento académico se
convierte en una “tabla imaginaria de medida” para el aprendizaje logrado en el aula, que
constituye el objetivo central de la educación. El rendimiento académico o escolar parte
25
del presupuesto de que el alumno es responsable de su rendimiento. En tanto que el
aprovechamiento escolar está referido, más bien, al resultado del proceso enseñanzaaprendizaje, de cuyos niveles de eficiencia son responsables tanto el que enseña como el
que aprende.
Existen enfoques más amplio y genérico como el planteado por Rodríguez Espinar, S
(1985, citado por Alvaro, M., 1990) el cual plantea la convergencia de tres dimensiones
como fenómeno causal del rendimiento académico, los cuales son lo que se detalla:
La dimensión social: El cual hace referencia a la acción de la escuela como un
agente de facilitación de la nivelación de las desigualdades sociales. Vale decir
que el rendimiento se plantea en relación a la igualdad de acceso a las funciones
productivas de la sociedad y a la recepción de los beneficios de la producción.
Desde este punto de vista se podría comprender el valor sustancial del proceso
educativo en la medida que es un derecho de toda población y una obligación de
toda gestión en los planes educativos. Se puede decir que este enfoque plantea
un concepto como proceso.
La dimensión educativa - institucional: Centrada en analizar los diferentes
programas o planes educativos que favorecen el
logro de los objetivos
propuestos (programa, organización, método, profesorado, etc. En este caso se
puede decir que este enfoque plantea el concepto de rendimiento académico
como estrategia. Trata de explicar la minimización de las diferencias en la calidad
e intensidad del rendimiento académico, vale decir elevar la calidad de la
educación.
La tercera dimensión es la económica: Esta se refiere a la medida en que las
inversiones en educación (su forma y contenido) producen la adecuada
satisfacción a las demandas de la sociedad que genera los recursos que se
aplican.
26
Si bien el concepto tiene una connotación multifactorial, se han elaborado distintas
definiciones al respecto considerando un solo criterio o enfoque, por lo que adolecen de
una cierta parcialidad y de una falta de visión de conjunto, según Pérez Serrano, G.
(1981, citado por Alvaro, M., 1990).
Pérez realiza una clasificación de conceptos en base a esta posición parcial. Por ejemplo
menciona:
La concepción del rendimiento basada en la voluntad de Kaczynska, según la cual
el rendimiento académico depende de su buena o mala voluntad. Olvidándose de
otros factores como la inteligencia, las aptitudes, actitudes y ciertas condiciones de
vida de los alumnos.
La concepción desde el punto de vista de la capacidad, de Muñoz Arroyo, según la
cual si el alumno no rinde es porque no tiene capacidad suficiente, y a la inversa,
se suele esperar de un estudiante que tiene buena capacidad un alto nivel de
rendimiento.
La concepción operacional: Esta concepción presenta una visión más integradora
de las variables que influyen en el rendimiento. Trata de ver en qué medida el
alumno utiliza lo que ha aprendido para aplicarlo a nuevas situaciones, de Just
(1971, citado por Alvaro, M. 1990). Interpreta el rendimiento académico como el
resultado de un experimento continuado que se da a lo largo del tiempo y bajo
control permanente.
Este último concepto de rendimiento está planteado en un sentido de utilidad o producto,
el cual lleva a cabo una consideración más amplia y global de la variable motivo de
estudio.
Por lo demás habría que añadir que el rendimiento académico es fruto de una
verdadera constelación de factores derivados del sistema educativo, de la familia, del
propio alumno en cuanto persona en un franco desarrollo. En este caso, como en el
anterior la concepción se centra en el producto del proceso.
27
Hay que tomar en cuenta también lo referido por, el Ministerio de Educación del
Perú (2001), por su carácter global e integrador, a través del manual para docentes, en la
cual señala que:
El rendimiento académico es el resultado del trabajo escolar realizado por el
estudiante, es decir la cantidad de conocimientos, capacidades, habilidades y
destrezas adquiridas por el alumno en la escuela dentro de un marco de
evaluación cualitativa, donde el aprendizaje es un proceso de construcción de
conocimientos elaborados por los propios alumnos
en interacción con la
realidad, con apoyo de mediadores (docentes), que se evidencia cuando
dichas elaboraciones les permiten enriquecer y transformar sus esquemas
anteriores y la enseñanza como un conjunto de ayudas previstas e
intencionadas que el docente ofrece a los niños y niñas para que construyan
sus aprendizajes en relación con su contexto.
Para los efectos de la presente investigación se ha tratado de diferenciar dos aspectos
básicos en el concepto de rendimiento académico, el cual lo plantea Reyes T., (2003)
Por un lado se tiene el aprendizaje como proceso, explicado por Rodríguez, en
cuanto que implica una visión más amplia y multifactorial, y el cual no será
abordado en la presente investigación.
La evaluación del aprendizaje, el cual a pesar de tener dos categorías, la primera
dirigida a la consecución de un valor numérico o calificativo, y la segunda
encaminada a propiciar la comprensión en término de utilizar también la
evaluación como parte del aprendizaje.
28
Antecedentes de la investigación.
A continuación se presentan los antecedentes de investigación, los cuales se plantearán
tomando en consideración, en primer lugar, los estudios realizados sobre la motivación
escolar; en segundo lugar, los realizados sobre el rendimiento académico, y finalmente,
los referidos a la motivación escolar y al rendimiento académico. Para esto, en cada rubro
se mencionarán los antecedentes internacionales y luego los nacionales.
Estudios realizados sobre la motivación escolar.
Un interesante estudio a nivel internacional es el realizado por Elvira (2005), quien
analiza los efectos de un programa de intervención docente sobre los ambientes
motivacionales en las clases de educación física. Para ello, se contó por un lado, con la
participación de 35 alumnos del tercer curso de Magisterio (Educación), que seguían la
especialidad de Educación Física y llevaban prácticas en colegios estatales y particulares
de la ciudad de Valencia, de los cuales 18 conformaron el grupo control y 17 el grupo
experimental; y por otro lado, participaron precisamente los escolares que llevaban el
curso de educación física con los alumnos de Magisterio que participaban del estudio, los
cuales conformaron una muestra de 730 escolares de sexto grado de primaria, con
edades comprendidas entre 11 y 12 años, y divididos de la misma forma que sus
docentes.
Se utilizaron básicamente dos instrumentos: El cuestionario de la orientación de
meta disposicional en el deporte – TEOSQ, el cual midió la percepción que tienen los
niños de los criterios de éxito del docente; y el cuestionario de diversión con la práctica
deportiva – CDPD, que midió la satisfacción/concentración que perciben los sujetos en la
práctica deportiva.
Los resultados evidencian que los alumnos del grupo experimental tuvieron mayor
percepción de los criterios de éxito de su maestro orientados a la tarea, lo cual es
determinante del clima motivacional percibido, que los alumnos del grupo control no
sometidos al programa de intervención docente.
29
Otra apreciación de los resultados es que en el grupo control las chicas
manifestaron un mayor nivel de satisfacción/concentración frente a los chicos, mientras
que en el grupo experimental no existieron prácticamente diferencias entre alumnos y
alumnas, sin embargo, la diferencia de satisfacción/concentración fue notable entre los
chicos del grupo experimental y los del grupo control, siendo mayor en los del grupo
experimental, por lo que el autor dedujo que la intervención ha generado un mayor efecto
en los chicos, en cuanto a satisfacción/concentración se refiere.
Un estudio similar es el realizado por Ruiz, Graupera, Contreras y Nishida (2004a),
quienes también investigaron la motivación de logro en las clases de educación física
escolar, comparando los resultados de cinco países. Este estudio es una continuación del
trabajo realizado por Tamotsu Nishida en 1991, en el que se compararon los resultados
de escolares japoneses (346), norteamericanos (478), canadienses (382) e ingleses
(356), a cuyos resultados se les agrega los obtenidos por una muestra de 370 escolares
españoles de 9 a 12 años de edad. El instrumento que se utilizó fue el test de motivación
de logro para el aprendizaje en Educación Física – AMPET de Nishida.
Los resultados mostraron que los escolares de estos cinco países no muestran
niveles similares de motivación para aprender en educación física. En principio, la
percepción de la educación física es diferente, en la medida que los escolares españoles
y canadienses tienen una percepción favorable y se sienten motivados a aprender,
mientras que los otros escolares no, siendo el grupo de los escolares japoneses el más
extremo, en la medida que estos alumnos puntúan más alto en las subescalas negativas
del test, relacionadas con la motivación para evitar fracasar. En cuanto a la diferencia de
género en educación física, se encontró que en los cinco países las chicas puntúan más
bajo que los chicos en las subescalas favorables a la motivación de logro, sobre todo en
la subescala de competencia motriz percibida, o lo que es igual, al sentimiento de eficacia
motriz que en este ámbito creen poseer las chicas en comparación con los chicos.
Posteriormente, Ruiz, Graupera, Contreras y Nishida (2004b), realizaron un estudio
similar pero tan sólo con el objetivo de realizar una adaptación del test ampet (utilizado en
el anterior estudio) para los escolares españoles, y para ello contaron con una muestra de
432 escolares españoles de 9 a 12 años de edad, de ambos sexos, matriculados en
centros públicos de las comunidades de Madrid y Valencia.
30
Los resultados mostraron que el compromiso y entrega en el aprendizaje de la
educación física de los alumnos españoles participantes son altas pero descienden
progresivamente con la edad, en cambio, la percepción que tienen sobre su competencia
motriz es algo moderada pero con tendencia a una disminución progresiva en las niñas a
medida que aumenta la edad y con tendencia a aumentar en el caso de los niños. Este
último hallazgo, parece demostrar que existe una fuerte influencia cultural sobre la
percepción de la competencia motriz especialmente en las niñas, ya que estudios en
similares contextos han obtenido los mismos resultados, y los de contextos diferentes no
han encontrado diferencias entre niños y niñas. Finalmente, los alumnos en general no
perciben los contextos de educación física como estresantes, lo cual hace que tampoco
les genere ansiedad.
Manassero y Vázquez (1997) realizaron un análisis empírico de dos escalas de
motivación escolar y contaron con la participación total de 181 alumnos del cuarto año de
educación secundaria obligatoria y del primer año de bachillerato, cuyas edades están
comprendidas entre los 16 y 17 años. Se utilizaron la escala atribucional de motivación de
logro – EAML y la escala de motivación académica – EMA. Los resultados obtenidos
hacen referencia a que los predictores más significativos del rendimiento escolar son la
motivación de examen, de esfuerzo y de tarea/capacidad, es más, entre ellas, el esfuerzo
es la atribución causal más motivadora al éxito y más terapéutica, en el sentido de ser la
más adecuada para favorecer el éxito, mientras que la tarea/capacidad son dos causas
que deben ser tratadas con precaución, en la medida que es el profesor quien debe
utilizarlas motivacionalmente en el aula y no están bajo el control del alumno.
Por otro lado, las atribuciones a baja capacidad (sentirse tonto) son las más
perjudiciales y un obstáculo muy serio para el aprendizaje, ya que al ser una atribución
estable provoca una perpetuación de las expectativas de fracaso, pudiendo generar
estados de desamparo, indefensión o depresión; además, por ser una atribución interna,
produce un deterioro directo del yo (autoconcepto, autoestima, etc.) que favorece, en
suma, la baja motivación.
31
Valenzuela (2007) realizó un estudio para conocer el impacto de un programa de
intervención sobre algunas variables motivacionales. La muestra estuvo conformada por
157 alumnos de sexto año de primaria, cuya edad promedio era de 11 años,
pertenecientes a colegios de nivel socioeconómico medio de la región metropolitana de
Santiago de Chile. Estos alumnos conformaron a su vez dos grupos de investigación: un
grupo control (80 participantes) y un grupo experimental (77 participantes), y de éstos
últimos, se seleccionaron a 12 alumnos para participar de un estudio de caso, que tenían
como característica el presentar los cambios atribucionales más importantes a la
intervención. Precisamente, para evaluar los cambios atribucionales a la intervención, se
utilizó una adaptación de la escala atribucional de motivación de logro – EAML.
El análisis de los resultados evidencian cambios entre la evaluación pre y post test,
encontrándose una baja significativa en la subescala de motivación al esfuerzo, la cual
permite inferir que el nivel de exigencia en la dinámica de la clase (corrección de tareas,
grado de exigencia en las actividades, etc.) provocaría un efecto negativo sobre la
atribución al esfuerzo como rasgo explicativo del logro académico.
Estudios realizados sobre el rendimiento académico.
En cuanto a los estudios internacionales, el realizado por González (2003) brinda datos
muy interesantes sobre los factores determinantes del bajo rendimiento académico, para
lo cual contó con un total de 989 alumnos participantes que cursaban el segundo año
educación secundaria en la ciudad de Madrid.
Entre los instrumentos utilizados se encuentran el cuestionario de motivación de
logro de Manassero y Vázquez; la escala de autoconcepto – forma A, de Musitu, García y
Gutiérrez, del que sólo se han utilizado los ítems pertenecientes a las dimensiones de
autoconcepto académico y autoconcepto social; la escala del clima social de Moos, Moos
y Trickett, el cual fue utilizado para medir las relaciones interpersonales de los alumnos
basado en dos de las cuatro escalas (clima social en el trabajo y clima social en el aula),
mientras que para medir las habilidades para el aprendizaje y el estudio, se construyó un
instrumento basado en el inventario de habilidades de aprendizaje y estudio - LASSI y la
32
escala ILP que mide estilos de aprendizaje. Todos los instrumentos fueron adaptados
para esta investigación.
Además, se crearon otros instrumentos para la recolección de datos, como un
cuestionario referente al nivel socio-educativo de los padres y una prueba de rendimiento
en matemáticas, y también se recogieron las calificaciones escolares de los alumnos.
Los resultados evidencian que el autocontrol y la comprensión en el estudio
(variables relacionadas a las estrategias de aprendizaje y de personalización de
conocimientos, respectivamente) son piezas importantes para explicar el rendimiento
académico de los alumnos, de igual forma, la percepción que el escolar tiene sobre sí
mismo en cuanto a su capacidad de superar las tareas escolares y los exámenes
académicos, también son influyentes en el rendimiento escolar, aunque el autoconcepto
social y académico no influye en el rendimiento académico. Así mismo, al parecer el nivel
socioeducativo de los padres también permite explicar el rendimiento académico, así
como el tiempo diario que los alumnos pasan en la calle, siendo éste último inversamente
proporcional al buen rendimiento escolar.
Lozano y García (2000) realizaron un estudio para determinar la relación entre el
rendimiento escolar y los trastornos emocionales y comportamentales que podrían
desarrollar los adolescentes, contando con la participación de 684 estudiantes de un
instituto de enseñanza secundaria de Asturias con un nivel socioeconómico bajo, de los
cuales 339 eran varones y 345 mujeres, entre las edades de 13 y 19 años. El instrumento
utilizado fue el Youth Self Report (YSR) de Achenbach y Edelbrock, a fin de valorar las
manifestaciones psicopatológicas en la infancia y adolescencia.
Los resultados obtenidos permiten concluir que existen diferencias en cuanto a los
comportamientos de riesgo asumidos entre hombres y mujeres, en el sentido que las
mujeres muestran una patología más interna, con más conductas depresivas, problemas
de relación y quejas somáticas, mientras que los hombres presentan dos síndromes
externos con puntuaciones muy altas: búsqueda de atención y conducta delictiva.
En cuanto a la relación que tienen estos factores con el rendimiento académico, se
concluye que el alumnado con bajo rendimiento se comporta de forma significativamente
33
diferente en cuanto a la búsqueda de atención, conducta agresiva y conducta delictiva. En
todos, a excepción de la conducta agresiva, puntúan más alto los varones, lo que parece
explicar que los hombres desaprueben más significativamente que las mujeres. En
relación a la conducta agresiva, las mujeres destacan frente a los hombres, e incluso las
alumnas desaprobadas son significativamente más agresivas que las demás.
En cuanto a los estudios nacionales, Castro (2009) buscó la relación entre los
estilos de aprendizaje, la metacognición y el rendimiento académico, en una muestra de
531 alumnos de quinto grado de secundaria de instituciones educativas estatales de la
ciudad de Lima. Los instrumentos utilizados fueron el inventario de estilos de aprendizaje
de Kolb – versión E, y la escala de estrategias de aprendizaje de Sánchez y Gallegos,
además se recogieron las notas de los promedios trimestrales de los alumnos. Los
resultados evidencian que sí existe una relación muy importante entre el rendimiento
académico y los procesos metacognitivos, así como con los estilos de aprendizaje.
Cueto (2004) realizó un estudio longitudinal para conocer el rendimiento escolar en
aritmética y en comprensión lectora de 576 escolares que cursaban el cuarto grado de
primaria hasta que llegaron al primero de secundaria, los que pertenecían a escuelas
polidocentes completas, multigrado y unidocentes de los departamentos de Apurímac y
Cusco, y la mayoría de ellos tenían como lengua materna el quechua, encontrándose sin
embargo grandes variaciones entre los estudiantes en el dominio del castellano. En
cuanto a los instrumentos de recolección de datos, se utilizaron encuestas administradas
individualmente a los padres, alumnos y docentes, mientras que el rendimiento se evaluó
con una prueba de aritmética y otra de comprensión de lectura.
Lo que se observó es que tanto en comprensión de lectura como en aritmética, los
alumnos que pasaron en tiempo ideal a primero de secundaria, logran el mejor puntaje,
sin embargo, el peor puntaje no correspondió a los que eventualmente abandonaron la
escuela, sino a los que habían repetido hasta tres veces en tres años seguidos y
continuaban en cuarto o quinto grado de primaria. En promedio, los estudiantes de todos
los grupos mejoraron sus puntajes, pero los que menos lo hicieron fueron los desertores.
En cuanto a la deserción escolar, se encontró que entre las razones para la
deserción tendrían mucho que ver la pobreza de la familia de los estudiantes, una relativa
34
mayor edad y el hecho de ser mujer. Y en relación a los predictores del paso a la
secundaria sin repetir de grado, se encontró que en general los estudiantes de mejor
rendimiento son los que pasaban cada grado en un año. Además, los estudiantes que
rinden peor en matemática suelen ser los mismos que tienen bajo rendimiento en
comprensión de lectura.
Aliaga (2001) plantea conocer cuáles son las variables psicológicas que se
relacionan con el rendimiento académico en matemática y estadística en alumnos de
primer año de la Facultad de Psicología de la UNMSM. Llegó a la conclusión que la
inteligencia general no se relaciona con el rendimiento matemático ni estadístico, 2) El
autoconcepto académico no tiene una relación directa con el rendimiento, pero sí parece
que actuara sobre este por medio de la motivación y las estrategias. 3) Las actitudes
hacia la matemática y hacía la estadística se relacionan con ambos rendimientos pero la
asociación se desvanece por los efectos de co-variación que tienen con algunos de los
factores motivacionales y estrategias de aprendizaje.
Estudios realizados sobre la motivación escolar y el rendimiento académico.
Entre los estudios realizados a nivel internacional, se encuentra el de Rodríguez
(2009), quien trató de relacionar la motivación, las estrategias de aprendizaje y el
rendimiento académico en 524 estudiantes (varones y mujeres) de primer, segundo,
tercer y cuarto curso (o año) de educación secundaria de la comunidad autónoma de
Galicia, cuyas edades se encontraban entre los 12 y 16 años. Para la recolección de los
datos se aplicó el cuestionario para la evaluación de metas académicas en secundaria –
CEMA-II, el cuestionario de estrategias cognitivas de aprendizaje y estudio – CECAE y el
cuestionario de estrategias de control en el estudio – ECE, además se utilizaron las
calificaciones académicas obtenidas por los estudiantes.
Los resultados evidencian que entre los alumnos del primer y segundo ciclo existen
diferencias significativas, básicamente relacionadas a la motivación académica, en las
que los de primer ciclo obtienen mejores puntuaciones en las pruebas que miden las
metas orientadas al aprendizaje, metas orientadas al yo, metas orientadas a la valoración
35
social y las metas de logro o recompensa, en comparación con los de segundo ciclo. De
igual forma, los de primer ciclo tienen mejores estrategias cognitivas y de autorregulación,
que los de segundo ciclo.
En cuanto a las diferencias por género, se observa que las alumnas tienen mejor
desarrolladas sus metas orientadas al aprendizaje (relacionadas con la adquisición de
competencia y de control), las orientadas a la valoración personal y al logro (relacionadas
con la obtención de un trabajo futuro).
Al realizar la relación entre las variables, el autor concluye que cuanto más altas son
las metas académicas de los alumnos (específicamente las metas de aprendizaje
centradas en la adquisición de competencia y control, en el interés de la materia, en la
búsqueda de reconocimiento social y en la obtención de un trabajo futuro), mayor es el
uso que hacen de las diferentes estrategias cognitivas y de autorregulación del estudio, y
viceversa.
Manassero y Vázquez (1995) compararon las percepciones causales del alumnado
y del profesorado sobre el rendimiento escolar del alumnado. Participaron en este estudio
508 estudiantes de primero y segundo cursos de bachillerato de dos institutos de
Mallorca, y 9 profesores que enseñaban las asignaturas de matemáticas (en el primer
curso) y física y química (en el segundo curso). La recolección de los datos se dio
inmediatamente después de la evaluación del primer trimestre y de la evaluación final del
curso, a través de un cuestionario en formato abierto, en el que se les pidió a los alumnos
participantes que manifestaran su percepción sobre la causa más importante para obtener
la calificación en la asignatura correspondiente, y los profesores atribuirían la causa para
cada uno de los alumnos a quienes daban clase. Para facilitar la elección de la causa, se
les brindó a todos ellos una pequeña lista de causas a modo de sugerencia.
Los resultados evidencian diferencias muy marcadas entre alumnos y docentes
sobre las atribuciones causales que le brindan al rendimiento de los alumnos: el alumnado
atribuye su rendimiento sobre todo a la competencia y sesgos del profesor y a los
exámenes, mientras que en las atribuciones del profesorado resultan predominantes las
atribuciones a la capacidad y al interés del alumnado. Sin embargo, un dato interesante
es que los profesores tienen mayores coincidencias con los alumnos de buen rendimiento
36
en cuanto a la apreciación de la atribución causal, es decir, tanto los docentes como los
buenos alumnos de cada clase atribuyen su buen rendimiento a la capacidad de los
alumnos.
A nivel nacional, Thornberry (2003) realizó un estudio para conocer si existe relación
entre la motivación de logro y el rendimiento académico, y a su vez, si esta relación se da
en función al tipo de gestión educativa. Los participantes fueron 166 alumnos (94 de un
colegio público y 72 de un colegio privado de Lima) de segundo de secundaria, cuyas
edades se encontraban entre los 12 y 15 años. El instrumento utilizado fue la prueba de
motivación de logro creada por la misma autora, en la que se cuenta con dos
dimensiones: motivación de logro académico y deseabilidad social.
Los resultados evidencian que existe una relación importante entre la motivación de
logro y el rendimiento académico de los estudiantes, sobretodo, cuando se analizan las
acciones orientadas al logro; sin embargo, tanto los factores socioeconómicos como el
género de los alumnos no influyen en dicha relación. Por otro lado, en cuanto a las
diferencias de gestión educativa, se observa que los alumnos de colegios estatales
presentan mayor motivación de logro, mientras que los de colegios privados presentan un
mayor rendimiento académico, encontrándose en estos últimos que los pensamientos
orientados al logro sí guardan relación con su desempeño académico.
Thornberry (2008) realizó una investigación sobre estrategias metacognitivas,
motivación académica y rendimiento académico en alumnos ingresantes a una
universidad de Lima Metropolitana. La muestra estuvo compuesto por 116 alumnos
ingresantes al primer ciclo de estudio de una universidad privada, para lo cual elaboró la
escala de motivación académica, en el que evalúa las dimensiones motivacionales de
autoeficacia académica, atribuciones causales y motivación de logro.
La autora concluye que existe correlación positiva entre el rendimiento académico y
las estrategias metacognitivas, pero esta relación no logra ser predictiva del rendimiento
académico. En cambio la motivación académica logra predecir el rendimiento académico
en un 12.6 %.
37
Cartagena (2006) estudió la relación entre la autoeficacia en el rendimiento escolar
y los hábitos de estudio en 103 alumnos de secundaria de primero (37 alumnos), tercero
(35 alumnos) y quinto de secundaria (31 alumnos), pertenecientes al colegio San Antonio
de Asís de Lima Metropolitana, los cuales fueron divididos en dos grupos, uno con alto
rendimiento escolar y otro con bajo rendimiento. Para la recolección de los datos utilizó
una escala de autoeficacia (elaborada por el mismo autor para los fines de la
investigación) y la revisión del año 1998 del inventario de hábitos de estudio CASM-85.
El autor concluye que la autoeficacia sí se relaciona con el rendimiento escolar y
con los hábitos de estudio pero sólo en quinto grado de secundaria, en cambio, evidencia
diferencias importantes entre los alumnos de alto rendimiento y los de bajo rendimiento,
de primer grado de secundaria y de tercero, tanto en las variables autoeficacia en el
rendimiento académico y en los hábitos de estudio.
Rodríguez (2009) evaluó la inteligencia emocional y la autoeficacia en el rendimiento
académico, a fin de encontrar su relación y luego analizar su existen diferencias entre los
alumnos con alto y bajo desempeño. La muestra estuvo conformada por 82 participantes,
de quinto grado de secundaria de un colegio particular de Lima, los que conformaron dos
grupos de comparación: 42 alumnos tenían un alto desempeño escolar y 40 tenían un
bajo desempeño escolar. Los instrumentos utilizados fueron el inventario de inteligencia
emocional de BarOn y la escala de autoeficacia.
Los resultados demuestran que los alumnos (varones y mujeres) con alto
desempeño académico tienen una mejor autoeficacia hacia el rendimiento escolar que
los alumnos (varones y mujeres) con bajo desempeño académico, así mismo, la
inteligencia emocional y la autoeficacia en el rendimiento escolar se relacionan
significativamente en los alumnos con alto desempeño académico.
38
Problema de investigación
Los resultados de las evaluaciones internacionales y nacionales sobre el rendimiento de
los alumnos peruanos en relación a la comprensión lectora y las matemáticas son, por
demás, preocupantes (Cueto, 2007). El Perú ocupa uno de los últimos lugares, por lo
cual, tanto las autoridades a nivel nacional como las institucionales se han preocupado
por desarrollar y fomentar el uso de estrategias pedagógicas que permitan elevar el nivel
educativo de los educandos, a través de los programas de capacitación para docentes, la
entrega de material educativo o el planteamiento del plan de emergencia educativa, entre
otros.
En este sentido, habría que formular una pregunta, si solamente son las estrategias
de enseñanza y de aprendizaje las causantes de tan bajo desempeño. En realidad, se
suele hablar de factores multicausales que intervienen en el rendimiento de las personas,
por lo tanto, se considera que no sólo son las diversas formas de enseñar y de aprender
las que debieran ser atendidas ya que no podrían ser las únicas causas de dicho
problema, lo que a su vez genera una necesidad, la de investigar qué otros factores
podrían estar influenciando o limitando el buen desempeño escolar, cosa que en el
presente contexto educativo poco se ha realizado.
Tratando de atender esta necesidad es que en la presente investigación se plantea
precisamente el estudio de una variable personal, como es la motivación escolar junto a
otra básicamente educativa, que es el rendimiento escolar, para conocer cuál es la
relación que existe entre dichos factores motivacionales y el desempeño escolar en
escolares de la región Callao.
En cuanto a la motivación escolar, ésta es entendida como un proceso general que
permite el inicio de una conducta, dirigiéndola hacia el logro de una meta que, en este
caso, va de la mano con el aprendizaje y se da dentro del ámbito escolar (Edel, 2003), sin
embargo, por lo general ha sido asociada a un momento dentro de una sesión de
aprendizaje que sirve de inicio o de entrada hacia la actividad central, que está dada por
la búsqueda del logro de las capacidades planteadas.
Si bien esta forma de percibir la importancia de la motivación escolar no es errada,
es decir, se considera importante el motivar al alumno día a día para que logre el
aprendizaje propuesto, se considera en el presente estudio, que la motivación va más
39
allá, que no depende de lo que el docente haga día a día sino del sentido que el mismo
alumno le dé a la actividad central o principal en su vida: su educación. En efecto, no
debe olvidarse que durante la etapa escolar, la educación y todo lo que ella representa es
el marco de referencia de cómo se está desarrollando el alumno como persona y como
futuro ciudadano.
En este sentido, se observa en las aulas escolares que existen alumnos que no
saben para qué estudian o tal vez no le encuentran sentido a los contenidos de algunos
cursos, es más, si se toma en consideración que la educación escolar es obligatoria,
entonces se entenderá que muchos alumnos asisten a las instituciones educativas por
presión de los padres o de la sociedad y no por voluntad propia, sobre todo a nivel de
secundaria, lo que conduce a un desinterés de parte de ellos hacia su propia educación,
siendo esto la base de una posible desadaptación escolar.
Es más, si se considera que el referente de un buen proceso educativo es
precisamente el rendimiento escolar que tengan año tras año, entendiéndose éste como
el proceso que involucra dos aspectos importantes: a) el resultado del aprendizaje que es
producido por el alumno, lo que quiere decir que básicamente está dentro de su control el
poder aprovechar las situaciones educativas, y b) la acción pedagógica del docente que
interviene necesariamente en el logro de un buen rendimiento escolar (Montero y otros,
2007), entonces se debe entender que el referente cuantitativo que recae en la nota es
sólo eso, un dato concreto que debe ser analizado y explicado a fin de poder entender
qué pasa en el mundo subjetivo del alumno y por qué tiene el rendimiento en
determinadas materias escolares.
En el Callao existen hechos alarmante especialmente en lo que se refiere al
rendimiento académico, pero como es evidente también esto se halla relacionada también
con la motivación escolar, como por ejemplo el bajo índice de desempeño suficiente, en
las áreas de comunicación y matemática, en los estudiantes de primaria y secundaria. En
la Evaluación Nacional del año 2004, realizada por la Unidad de Medición de la Calidad
Educativa del Ministerio de Educación solo un 16% del total de alumnos evaluados de 2do
grado de primaria alcanzaron el nivel de suficiente en el área de matemática, mientras
que en 6to grado el logro de desempeño suficiente en esta área fue solo del 9%. Estos
resultados es mucho más alarmante en secundaria, en el cual se puede observar que el
40
nivel el desempeño suficiente en matemática baja a 8.2 en 3er año y desciende a 3.3 en
5to de secundaria
Es así como la presente investigación pretende responder a una necesidad
educativa que muchas veces se deja de lado, el conocer qué factores personales se
relacionan o vinculan directamente con el rendimiento académico de los alumnos, ya que
si bien esta relación ha sido estudiada en otros contextos educativos tal y como se señala
en los antecedentes de investigación, es importante conocer en los escolares del Callao,
cuáles son esas motivaciones escolares que orientan su conducta dentro del aprendizaje
escolar.
Teniendo en cuenta estas consideraciones la pregunta que buscará responder esta
investigación es:
¿Existe relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico en alumnos del
cuarto año de educación secundaria de una institución educativa estatal de Ventanilla?
Objetivos
Objetivo General.
Determinar
la relación entre
la motivación escolar y el rendimiento académico en
alumnos del cuarto año de educación secundaria de una institución educativa estatal de
Ventanilla.
Objetivos Específicos.
Establecer la relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área
de matemática en alumnos del cuarto año de educación secundaria de una institución
educativa estatal de Ventanilla.
Establecer la relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área
de comunicación en alumnos del cuarto año de educación secundaria de una institución
educativa estatal de Ventanilla.
41
Establecer la relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área
de ciencia, tecnología y ambiente en alumnos del cuarto año de educación secundaria
de una institución educativa estatal de Ventanilla.
Establecer la relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico general en
alumnos de cuarto año de educación secundaria de una institución educativa estatal de
Ventanilla.
Hipótesis
Hipótesis general.
Existe relación directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en alumnos de cuarto año de educación secundaria de una institución
educativa estatal de Ventanilla.
Hipótesis específicas.
H1: Existe relación directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en el área de matemática en alumnos de cuarto año de educación
secundaria de una institución educativa estatal de Ventanilla.
H2: Existe relación directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en el área de comunicación en alumnos de cuarto año de educación
secundaria de una institución educativa estatal de Ventanilla.
H3: Existe relación directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en el área de ciencia, tecnología y ambiente en alumnos de cuarto año de
educación secundaria de una institución educativa estatal de Ventanilla.
H4: Existe relación directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento
académico general en alumnos de cuarto año de educación secundaria de una
institución educativa estatal de Ventanilla.
42
MÉTODO
Tipo y diseño de investigación
El estudio corresponde a una investigación de tipo sustantiva y descriptiva, pues
trata de responder a un problema de corte teórico y se orienta a describir la realidad
(Sánchez y Reyes, 2003), en este sentido, se busca conocer cómo se da la motivación
escolar y el rendimiento escolar.
El diseño de la investigación corresponde al correlacional en la medida que los
resultados obtenidos en la medición de las variables han sido tratados para determinar el
grado de asociación que existe entre los aspectos estudiados (Sánchez y Reyes, 2003).
El diagrama representativo es el siguiente:
Ox
M
r
Oy
M : Muestra de investigación
Ox: Observación de la motivación escolar
Oy: Observación del rendimiento académico
r : Relación entre las variables
43
Variables
A continuación, se presentan las variables correlacionadas, así como las variables de
control.
Variables correlacionadas.
Las variables que serán correlacionadas en el presente estudio son la motivación escolar
y el rendimiento académico, las cuales se definen a continuación:
1. Motivación escolar
Definición conceptual. Es un proceso mediante el cual el comportamiento del alumno
se dirige a la acción de aprender, mostrándose comprometido con toda actividad que
estime importante para ayudarlo a adquirir conocimientos, atender con detenimiento
las enseñanzas del profesor, así como organizar y preparar el material educativo
correspondiente, entre otras tareas que faciliten su aprendizaje (Zimmerman y
Martínez-Pons, 1992; citado en Pintich y Schunk, 2006).
Definición operacional. Evaluado a través de la escala de motivación académica de
Thornberry (2008) y adaptada por Barrientos para los fines de la presente
investigación, al cual mediante la aplicación del análisis factorial se redujo a un solo
indicador. Los indicadores anteriores son: autoeficacia, atribuciones internas de logro
y acciones orientadas al logro, quedando con el nombre de motivación escolar. Consta
de 18 items, la cual se responde bajo la modalidad de la escala de Likert.
2. Rendimiento académico
Definición conceptual. Es el resultado del trabajo escolar realizado por el estudiante,
en cuanto a conocimientos, capacidades, habilidades y destrezas adquiridas, que se
evidencia cuando dichas elaboraciones les permiten enriquecer y transformar sus
esquemas anteriores para que construyan sus aprendizajes en relación con su
contexto (Ministerio de Educación del Perú, 2001).
Definición operacional. Cuantificado obtenido a través de las notas registradas en la
ficha de rendimiento académico del centro educativo (promedio final del año 2009) en
las áreas de Matemática, Comunicación y Ciencia, tecnología y ambiente. Las
calificaciones se encuentran de acuerdo a lo normado por el Ministerio de Educación.
44
Participantes
La población está constituida por los alumnos del nivel secundario de la institución
educativa “Villa los Reyes” del distrito de Ventanilla- Callao, los cuales está compuesto
por alumnos provenientes de una zona urbano marginal.
Para determinar el número de participantes de la presente investigación, se utilizó el
diseño no probabilístico e intencional (Sánchez y Reyes, 2003), en la medida que se
evaluó a todos los alumnos del cuarto grado de educación secundaria de la institución
educativa antes mencionada.
La muestra estuvo conformada por 216 alumnos de ambos sexos y distintos niveles
de rendimiento académico, cuyas edades se encuentran entre los 15 y 17 años de edad.
El cual se puede apreciar en la tabla 3.
Tabla 3.
Distribución de la muestra de estudio
Grado
Sección
Sexo
Edad
N°
4to
A
F
15-16
29
4to
B
F
15-16
23
4to
C
F
15-17
18
4to
D
F
15-17
32
4to
E
F
15-17
28
4to
F
M
15-16
25
4to
G
M
15-17
25
4to
H
M
15-17
22
4to
I
M
15-17
14
TOTAL
216
Total Parcial
130
86
216
45
Instrumentos de investigación
En el presente estudio, se utilizaron básicamente dos instrumentos de recolección de
datos. Para conocer la motivación escolar se utilizó un cuestionario, y para conocer el
rendimiento académico se utilizó el registro de las notas obtenidas por los alumnos.
Ambos instrumentos se explican a continuación.
Escala de motivación escolar.
Ficha técnica:
Autor
: Gaby Thornberry Noriega
Año
: 2008
Procedencia
: Lima – Perú
Adaptación
: Leonor Barrientos Chuqui
Año
: 2010
Propósito
: Mide la autoeficacia académica, atribuciones internas de logro y
acciones orientadas al logro.
Propósito actual : Para los efectos de la presente investigación se aplicó el análisis
factorial, quedando en un solo factor. Los tres indicadores
anteriores:
autoeficacia, atribuciones internas de logro y acciones orientadas al
logro, quedó reducido a un solo factor, el cual
justamente lleva el
nombre de motivación escolar.
Descripción del instrumento original:
En su versión original (ver anexo 1), la prueba consta de 20 ítems, constituidos por
frases para evaluar la motivación escolar a través de una escala Likert, cuya aplicación se
realiza de manera individual y colectiva, con una duración aproximada de 15 minutos.
Este instrumento fue construido para escolares de nivel secundario e incluso para
alumnos del nivel superior. La prueba fue aplicada en una muestra de 116 alumnos
ingresantes al primer ciclo de una universidad privada de Lima metropolitana.
Para la construcción de la escala, Thornberry toma como base tres constructos con
amplio sustento empírico, los cuales se agrupan en tres escalas o dimensiones de la
prueba, los que se detalla a continuación:
46
a.
La motivación de logro: Evalúa las conductas del estudiante que lo orientan a la
consecución del éxito en tareas evaluadas con estándares de excelencia. Los ítems
3, 6, 8, 10, 12,15, 17 y 19 evalúan dicha escala.
b.
Las atribuciones causales de logro: Evalúa las explicaciones que el alumno genera
con respecto a la causa de sus resultados académicos. Los ítems1, 4, 9, 13, 16 y 20
evalúan la escala correspondiente.
c.
La autoeficacia: Evalúa la percepción que el alumno tiene de su propia capacidad
para desempeñarse con éxito en las tareas académicas. Los ítems 2, 5, 7, 11, 14, y
18 evalúan la presente escala.
El proceso de creación de la escala se inició con la revisión de las
conceptualizaciones vigentes para cada una de las perspectivas motivacionales
planteadas, tal es el caso de la motivación de logro desarrollada por McClelland, las
atribuciones causales desarrollada por Weiner y la Autoeficacia por Bandura (Thornberry,
2008), creándose ítems para cada una de ellas.
La escala está conformada por 20 ítems, con un espacio adicional al costado de
cada una de ellas, para que el entrevistado marque la alternativa que crea conveniente
(siempre, a veces, nunca).
Además del cuestionario, se cuenta con las normas de corrección, de calificación y
los baremos correspondientes.
La validez se realizó bajo el criterio de jueces, a fin de conocer el grado de
adecuación del ítem al factor, aplicándose el coeficiente V de Aiken, obteniéndose una
validez de 0.89.
Finalmente se aplicó a una muestra piloto conformada por 74 alumnos, lográndose
un coeficiente Alpha de Cronbach de 0.79, demostrando con esto, la confiabilidad del
instrumento.
Descripción del instrumento adaptado:
El instrumento adaptado (ver anexo 2) tiene las mismas características que el
instrumento original, salvo la reducción de 20 a 18 ítems, debido a que los ítems 11 y 15
no alcanzaron un adecuado coeficiente de correlación ítem – test.
Después de realizar el análisis factorial (ver anexo 3) del instrumento en el cual no
hubo coincidencia con la determinación de los factores planteados por Thornberry (2008),
y siendo los objetivos de la presente investigación el encontrar la relación entre la
47
motivación escolar y el rendimiento académico, es que se procedió a analizar el
instrumento en su globalidad, es decir, como un único factor, que es la motivación escolar.
El análisis psicométrico de la escala se explica en el rubro de validez y confiabilidad del
instrumento adaptado.
Por lo demás, el instrumento sigue manteniendo la misma estructura y
características que el planteado por su autora.
Calificación:
La escala utiliza para su calificación, una plantilla de corrección, que al
superponerse con la prueba, revela los puntajes de cada ítem. Los puntajes altos revelan
mayores niveles de motivación académica, mientras que los más bajos revelan niveles
inferiores de la variable evaluada.
De esta manera, la mayoría de los ítems se califican con los siguientes puntajes
“siempre pienso y actúo así” vale 2 puntos, “a veces pienso y actúo así” vale 1 punto, y
“nunca pienso y actúo así” tiene un valor de 0 puntos. Sin embargo, hay que tener en
consideración que algunos de los ítems se encuentran redactados de manera negativa, es
decir, describen conductas o pensamientos característicos de un nivel bajo de motivación,
por lo que en estos casos las puntuaciones se invierten.
Finalmente, los puntajes en general son convertidos luego a rangos percentiles en
base a los baremos utilizados por la autora.
Validez y confiabilidad de la escala adaptada:
Debido a que el instrumento original fue aplicado a escolares de todos los grados de
secundaria y a alumnos del nivel superior, se procedió a realizar el análisis psicométrico
del instrumento ya que en el presente estudio, el instrumento sería aplicado
específicamente a escolares del 4° grado de secundaria.
En el proceso de adaptación de la escala de motivación escolar se ha utilizado la
validación de contenido a través del criterio de jueces utilizando el coeficiente V de Aiken
(Escurra, 1988), tomando en cuenta la valoración de cinco jueces, expertos docentes
universitarios obteniéndose una valoración de .80 y 1, obteniéndose que el 100 % de la
prueba son válidas para la escala.
El análisis psicométrico de la prueba se realizó a través de la correlación ítem-test
corregida (ritc) y del coeficiente de confiabilidad por consistencia Alfa de Cronbach (Muñiz,
48
1996) el cual describe el grado en que los ítemes del test están relacionados entre sí.
Estos resultados se encuentran en el anexo 4, en el cual se puede observar que los
valores de los ítems superan el criterio establecido de Kline (1993) que es de .20, ya que
en este caso, el valor ritc más bajo fue de .237.
En el caso del ítem 15, el cual alcanzó un coeficiente ritc de -.047, fue eliminado de
la escala, ocurriendo lo mismo con el ítem 11, el cual obtuvo un coeficiente ritc de .181.
Finalmente, se alcanzó un alfa de Cronbach del total de la prueba de .764, con lo
cual se demuestra que la escala de motivación escolar es una prueba altamente
confiable.
Rendimiento académico.
La ficha de documentación del alumno es el instrumento elaborado para conocer el
rendimiento académico en el área de matemáticas, comunicación, y ciencia tecnología y
ambiente (ver anexo 5). Los datos fueron obtenidos de las actas de evaluación de los
alumnos del cuarto grado de secundaria de la Institución Educativa Estatal “Villa Los
Reyes”, al finalizar el año escolar 2009.
Procedimientos
En principio, se realizaron las coordinaciones necesarias con el director de la
institución educativa en mención, y luego se coordinó con los tutores de las ocho aulas de
cuarto año a fin de coordinar las fechas de evaluación.
Las pruebas se aplicaron a los escolares durante las primeras tres horas de clase,
en sus propias aulas, las cuales cuentan con una adecuada iluminación y ventilación,
cumpliéndose con las condiciones ambientales requeridas para una buena evaluación.
El tiempo aproximado de evaluación fue de 25 minutos, en el que se considera la
presentación del instrumento y la revisión de las instrucciones. Algunos alumnos utilizaron
más tiempo, sin embargo, sus resultados también fueron considerados como parte del
estudio debido a que este instrumento no es una prueba de rendimiento y el tiempo
empleado puede variar de sujeto a sujeto.
La investigadora contó con el apoyo de las docentes de aula que estaban presentes
en las aulas durante la evaluación, debido a que les tocaba el dictado de clase.
49
Por otro lado, no se aplicó la escala a los alumnos que faltaron ese día y los que
voluntariamente no deseaban participar.
En cuanto a la evaluación del rendimiento escolar, se procedió a recoger las notas
finales del año escolar 2009 de los cursos de matemáticas, comunicación y ciencia,
tecnología y ambiente, de acuerdo a la relación de alumnos evaluados con la escala de
motivación escolar.
En síntesis, se podría decir que el proceso de recolección de datos siguió la
siguiente secuencia:
Realización de los trámites administrativos para acceder a la muestra que se
estudió.
Aplicación de la escala de motivación escolar en forma colectiva a los alumnos de
la muestra distribuidos en 8 sesiones.
El tiempo de duración de la escala fue de 25 minutos aproximadamente.
La aplicación de la escala fue ejecutada por la investigadora con la ayuda de los
docentes de aula, para organizar y controlar el desarrollo de las mismas.
Para acceder a los datos del rendimiento académico se utilizó la ficha documental,
accediendo a los promedios en las áreas curriculares de Matemática,
comunicación y Ciencia tecnología y ambiente de los alumnos en estudio.
Seguidamente se procedió a analizar los datos y elaborar el informe final.
El análisis estadístico de los datos se realizó con el programa SPSS. La prueba de
Kolmogorov-Smirnov fue utilizada para determinar el tipo de prueba estadística que se
utilizó para la contrastación de las hipótesis. El resultado de K-S fue de 1.390 para la
escala de motivación escolar, con un nivel de significación p de .042, mientras que para el
rendimiento escolar, el resultado de K-S fue de 1.480, con un nivel de significación p de
.025. Considerando que el nivel de significación fue menor que .05 se concluye que no
hay distribución normal de los datos.
Es importante señalar que, a nivel de las dimensiones del rendimiento escolar, los
resultados fueron similares, en la medida que todos los valores del nivel de significatividad
fueron menores a .001, lo cual se puede observar en el anexo 6, en el que se detallan los
valores encontrados.
50
RESULTADOS
Los resultados obtenidos en la presente investigación han sido organizados de la
siguiente manera: Primero se presentarán los resultados descriptivos, luego los que
permiten realizar la contrastación de las hipótesis y finalmente, los resultados
complementarios.
Resultados descriptivos de la investigación
En la tabla 4 se puede apreciar los valores promedios y la desviación estándar de la
evaluación realizada sobre la motivación escolar y el rendimiento académico en sus
diferentes áreas. Como se podrá ver entre las dimensiones evaluadas, la mayor
desviación estándar se puede encontrar en motivación escolar.
Tabla 4.
Medias y desviaciones estándares de la motivación escolar y el rendimiento
académico
Dimensiones
Media
D. E.
Motivación escolar
24.62
4.78
Rendimiento académico total
12.57
1.44
Rendimiento en Matemática
12.58
2.03
Rendimiento en Comunicación
13.16
1.66
Rendimiento en CTA
11.98
1.47
n = 216
51
Resultados para la contrastación de las hipótesis
Ya que no existe distribución normal de los datos, se utilizó una prueba no
paramétrica para la contrastación de las hipótesis, que en este caso sería el coeficiente
de correlación de Spearman.
Al realizar el contraste de la hipótesis H1, la cual plantea la existencia de una
relación directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el
área de matemática en los alumnos de cuarto año de secundaria de una institución
educativa, dio como resultado un coeficiente r de .511, con un nivel de significancia p de
.000, lo que permite observar que sí existe una relación altamente significativa entre
ambas variables, por consiguiente, se acepta la hipótesis H1.
En cuanto a la hipótesis H2, la cual hace referencia a la relación directa y
significativa entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área de
comunicación en los alumnos de cuarto año de secundaria de una institución educativa,
dio como resultado un coeficiente r de .331, con un nivel de significancia p de .000, lo que
permite observar que sí existe una relación altamente significativa entre ambas variables,
por consiguiente, se acepta la hipótesis H2.
Ambos resultados se pueden apreciar en la tabla Nº 5, la cual describe los datos
presentados.
Tabla 5.
Relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico en
matemáticas y comunicación
Motivación escolar
Dimensiones del rendimiento
escolar
r
Sig.
Rendimiento en matemáticas
.511 **
.000
Rendimiento en comunicación
.331 **
.000
n = 216
p < .01
52
Como se aprecia en la figura 2, la tendencia de los datos sigue una dirección positiva.
Figura 2. Tendencia de los datos en la relación entre la motivación escolar y
el rendimiento académico en matemáticas
Como se aprecia en la figura 3, la tendencia de los datos sigue una dirección positiva.
Figura 3. Tendencia de los datos en la relación entre la motivación escolar y el
rendimiento académico en comunicación.
53
La hipótesis H3, plantea la existencia de una relación directa y significativa entre la
motivación escolar y el rendimiento académico en el área de ciencia, tecnología y
ambiente, en los alumnos de cuarto año de secundaria de una institución educativa, en
este sentido, el resultado obtenido en cuanto a la correlación de las variables fue de .401,
con un nivel de significancia p de .000, lo que permite observar que sí existe una relación
altamente significativa entre ambas variables, por consiguiente, se acepta la hipótesis H3.
Finalmente, en cuanto a la hipótesis H4, la cual plantea la relación entre la
motivación escolar y la puntuación global del rendimiento académico de los escolares de
cuarto año de secundaria, se observa que sí existe una relación altamente significativa, ya
que se obtuvo un coeficiente r de .493, con un nivel de significancia p de .000, por
consiguiente, se acepta la hipótesis H4.
Ambos resultados se pueden apreciar en la tabla 6, la cual describe los datos
presentados.
Tabla 6.
Relación entre la motivación escolar y el rendimiento académico en ciencia,
tecnología y ambiente (CTA), y puntuación global del rendimiento académico
Motivación escolar
Dimensiones del rendimiento
escolar
r
Sig.
Rendimiento en CTA
.401 **
.000
Rendimiento académico total
.493 **
.000
n = 216
p < .01
54
En la figura 4, se observa que la tendencia de los datos sigue una dirección positiva.
Figura 4. Tendencia de los datos en la relación entre la motivación escolar y el
rendimiento académico en CTA
En la figura 5, se observa una dispersión media de los datos de motivación escolar con
respecto al rendimiento académico, así mismo, la tendencia de los datos sigue una
dirección positiva.
Figura 5. Tendencia de los datos en la relación entre la motivación escolar y el
rendimiento académico general
55
Resultados complementarios
Además de los datos obtenidos en cuanto a la correlación de las variables, también
se realizó un análisis complementario para determinar si existen diferencias o no en
cuanto a la motivación escolar y al rendimiento académico entre varones y mujeres.
Seguidamente, se utilizó la prueba U de Mann-Whitney por ser un estadístico no
paramétrico. Los resultados fueron los siguientes:
En cuanto a las diferencias que se pueden dar entre los escolares varones y
mujeres en relación a la motivación escolar y al rendimiento escolar general (Tabla Nº 7),
se observa que no existen diferencias significativas en la motivación escolar que poseen
los escolares según sexo, en cambio, sí existen diferencias altamente significativas en
cuanto al rendimiento escolar a favor de los escolares varones.
Tabla 7.
Comparación de la motivación escolar y el rendimiento académico general entre escolares
varones y mujeres
Mujeres
n = 130
RM
Varones
n = 86
RM
U
Sig.
Motivación escolar
106.10
112.12
5278.500
.487
Rendimiento académico general
98.00
124.38
4224.500 **
.002
Dimensiones
** p < .01
De igual forma, se aplicó a U de Mann-Whitney para calcular las diferencias entre
los escolares varones y mujeres en relación al rendimiento escolar en el área de
matemática,
comunicación
y
CTA,
encontrándose
que,
no
existen
diferencias
significativas en el rendimiento en matemáticas entre los dos grupos comparados, pero sí
56
existen diferencias altamente significativas al comparar el rendimiento académico en
comunicación y en CTA, a favor de los escolares varones. Estos resultados pueden ser
observados en la tabla 8.
Tabla 8.
Comparación del rendimiento académico en matemática, comunicación y CTA entre
escolares varones y mujeres
Dimensiones
Mujeres
n = 130
RM
Varones
n = 86
RM
U
Sig.
Rendimiento académico en matemática
106.51
111.51
5331.500
.556
Rendimiento académico en
comunicación
95.01
128.89
3836.500 **
.000
Rendimiento académico en CTA
93.95
130.49
3698.500 **
.000
** p < .01
57
DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
Discusión
La investigación que se presenta ha permitido estudiar la relación entre la motivación
escolar y el rendimiento académico en alumnos de cuarto año de secundaria de una
institución educativa estatal, en el cual se puede observar que los resultados son
relevantes y cuyo análisis se realizó teniendo en cuenta las hipótesis planteadas
secuencialmente.
Antes de pasar a la contrastación de las hipótesis, se debe mencionar que los
resultados psicométricos obtenidos con respecto a la Escala de Motivación Escolar,
indican que el instrumento desarrollado por Thornberry y adaptado por Barrientos cumple
con los requisitos básicos, en la medida que al realizar un nuevo análisis de ítemes con la
escala revisada y mediante la correlación ítem-test corregida, se obtienen coeficientes
ítem-test mayores a .20 y un Alfa de Cronbach por encima de .70, lo que indica que es un
instrumento confiable.
En cuanto a la hipótesis H1 que plantea que existe relación directa y significativa
entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área de matemática en los
alumnos de cuarto año de educación secundaria, se halló una relación significativa (r =
.511) tal como se observa en la tabla 5.
Es importante destacar que dentro de las áreas del rendimiento académico es la
que más alta correlación tiene, en este sentido, habría que considerar la fuerte presión
social que se suscita en los alumnos alrededor del aprendizaje de las matemáticas, por lo
que el factor motivacional tiene una carga más fuerte.
Un aspecto que sobresale en la escala de motivación escolar, es que ésta tiene un
alto componente de autoeficacia para el aprendizaje como parte de su constructo, el cual
hace referencia al carácter autodirectivo del comportamiento humano, resaltándose el
papel autorregulador del comportamiento por el cual el hombre controla su
comportamiento, pensamientos y sentimientos (Bandura, 1999). Dado que el aprendizaje
de las matemáticas genera una significativa presión social, requeriría entonces una mayor
58
necesidad de autorregular el comportamiento en esta área de aprendizaje, en la medida
de que los escolares son participantes activos de su propio proceso de aprendizaje.
En efecto, el comportamiento autorregulado hace referencia a aquel aprendizaje en
el que los sujetos autogeneran sus propias actuaciones, sistemáticamente encaminadas a
alcanzar las metas de aprendizaje previamente formuladas o elegidas. Justamente estas
características es parte del constructo motivación escolar.
Otro estudio que permite entender esta vinculación entre motivación y el rendimiento
escolar es el realizado por Aliaga y Pecho (2000), quienes investigaron la relación entre
rendimiento y actitud hacia las matemáticas en el sistema escolar, y comprobaron en
general que las actitudes hacia las matemáticas fueron negativas y que estuvieron
relacionadas con el bajo rendimiento escolar en esa área.
Siguiendo con Bandura, él menciona que en el dominio específico del aprendizaje,
el constructo de autoeficacia destaca dos aspectos diferentes pero relacionados, los
cuales son la autoeficacia para el aprendizaje o para la autorregulación de procesos de
aprendizaje y la autoeficacia para el rendimiento. Esto quiere decir que el interés y la
seguridad que experimenta el escolar, entorno a un área académica, repercutirá en el
éxito de dicha área y viceversa. Menciona que son diferentes en la medida que la
autoeficacia puede acompañar a un proceso más general y amplio como es el proceso de
aprendizaje, como también puede acompañar a algo más particular como es el
aprendizaje hacia las matemáticas por ejemplo. Pero también, dichos procesos son
complementarios en la medida que constituyen procesos de aprendizaje fundamentales
en el escolar. En los procesos de autorregulación son importantes las creencias en la
propia capacidad para dominar las actividades académicas.
Esto quiere decir que los estudiantes con altas expectativas de autoeficacia gozan
de mayor motivación académica y asimismo obtienen mejores resultados, son más
capaces de autorregular eficazmente su aprendizaje y muestran mayor motivación
intrínseca cuando aprenden. En consecuencia, la mejora de las expectativas de
autoeficacia incrementa la motivación y el rendimiento en las tareas de aprendizaje
(Gonzales y Touron, 1992).
59
En cuanto a la segunda hipótesis H2, que plantea la existencia de una relación
directa y significativa entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área de
comunicación en los alumnos de cuarto año de educación secundaria, se halló una
relación significativa (r = ,331) tal como se observa en la tabla 5, por lo cual se acepta la
hipótesis planteada, pues ambas variables se correlacionan de manera directa y
significativa.
En realidad, es necesario aclarar que en toda actividad educativa se requiere de
cierto grado de motivación para que ésta pueda desarrollarse exitosamente, es decir, para
que haya un buen aprendizaje. Es importante que los alumnos estén motivados para la
adquisición de nuevos conocimientos, que encuentren interesante todo lo que están
realizando. Es evidente que en esta área no se espera un resultado diferente a las otras
áreas por correlacionar, como por ejemplo en el rendimiento en el área de matemática,
toda vez que su esencia en este aspecto constituye el proceso de aprendizaje, y como
toda actividad humana implica esfuerzo, voluntad, y por lo tanto, autorregulación de su
comportamiento.
Los psicólogos y maestros modernos han podido apreciar la gran importancia de
los estados y tendencia afectiva en el proceso de aprendizaje, viendo que sirven de
verdadero motor de la acción cognitiva. En los aspectos motivacionales, de igual manera
el aspecto afectivo juega un papel importante, por lo que estos asuntos afectivos deben
ser incorporados plenamente en los procesos de lectura y escritura en general.
En cuanto a la tercera hipótesis H3, que plantea que existe relación directa y
significativa entre la motivación escolar y el rendimiento académico en el área de ciencia,
tecnología y ambiente, en los alumnos de cuarto año de educación secundaria, se halló
una relación significativa (r = ,401) tal como se observa en la tabla 6.
En este caso, vale decir que siempre los cursos de ciencia generan un mayor nivel
de abstracción dado la complejidad que pudiese experimentar el estudiante, son
asignaturas que se encuentran enmarcadas en un contexto de objetividad y el aspecto
subjetivo solo se puede observar en el alumno en la medida que pueda expresar un
mayor interés en estas áreas del conocimiento o una mayor preferencia. Existen otros
factores que serían necesarios para explicar dicha situación pero que no es motivo de la
60
presente investigación, como por ejemplo los estilos de aprendizaje o también las
estrategias de aprendizaje.
Con respecto a la hipótesis H4 que plantea la existencia de una relación directa y
significativa entre la motivación escolar y el rendimiento académico total en alumnos de
cuarto año de educación secundaria, se halló una relación significativa (r = .493) tal como
se observa en la tabla 6.
Si bien es cierto que la presente investigación se dirige a encontrar las relaciones
existentes entre la motivación escolar y el rendimiento académico total, es necesario
reconocer que dichas variables no siguen un modelo lineal en términos de causa–efecto,
sino, siguen un modelo circular dentro del proceso de aprendizaje, por lo que requeriría de
un análisis multifactorial, sin embargo, en el presente estudio, se ha tratado de resaltar la
fuerza de voluntad, el afán de logro, los factores atribucionales y la autoeficacia descritos
en el concepto de motivación escolar, como factor importante en el proceso de
aprendizaje, lo que no significa la falta de reconocimiento de otros factores que inciden en
el desempeño escolar.
En este sentido, el análisis de la hipótesis H4 indica que ésta es válida, pues las
variables motivación escolar y rendimiento académico total en escolares de cuarto año de
secundaria se correlacionan de manera significativa.
Los resultados evidencian que el rendimiento escolar total es interdependiente de la
motivación escolar, es decir, son dos aspectos de una misma realidad o de un mismo
proceso, lo que se puede explicar de la siguiente manera:
El rendimiento escolar se inicia con un análisis y percepción de sus propias
posibilidades (autoeficacia), la organización de su comportamiento a las metas propuestas
(afán de logro) y también al análisis de los resultados de su rendimiento (atribución
causal). En este proceso se establece un camino por recorrer, todo dentro del desarrollo
de la excelencia en el aprendizaje. En dicho camino el alumno realiza una evaluación o
auto-análisis de sus posibilidades personales, como se ha dicho, y evalúa las
consecuencias de sus actos, así como que reprime sus impulsos en términos de
postergar para después actividades que pudiesen interferir sus metas académicas. En
61
este sentido, autores como Capafóns y Silva (2001) señalan, precisamente, la importancia
que tiene la auto-observación como una función cognitiva del conocimiento de sí mismo y
del análisis de las situaciones que hay que afrontar, los cuales guían el comportamiento
del escolar.
En la medida que las evaluaciones que realiza el alumno sobre los resultados de su
conducta sean exitosas, éstos se convertirán en reforzadores de su propio esfuerzo, y de
esta manera, el reforzamiento, de alguna forma, modelará en el tiempo algunos
comportamientos del alumno.
En términos de Skinner (1969), esto se da así ya que la persona que controla su
propia conducta tiene acceso a sus propios estímulos privados, lo que quiere decir que
del esfuerzo por el dominio externo se pasa al dominio interno, o en otras palabras, nadie
puede modificar su conducta o controlarla, en términos de motivación, si realmente no
está convencido de que puede lograrlo. Es evidente la importancia que le da Skinner al
dominio interno en las acciones de las personas en general y del estudiante en particular.
Hay que tomar en cuenta que cuando la motivación por aprender se establece como
un estado o condición interna entonces activa, dirige y mantiene el comportamiento. En
estos casos el concepto toma visos de fuerza de voluntad y disciplina, elementos básicos
en los procesos por aprender.
Según Bandura y Walters (1990), si el éxito ó fracaso se atribuye a factores internos
en el proceso de aprendizaje, el éxito provoca orgullo, aumento de la autoestima y
también genera expectativas de optimismo sobre el futuro. Si las causas del éxito o
fracaso de dicho proceso son vistas como externas, la persona se sentirá afortunada por
su buena suerte cuando tenga éxito y amargada por su destino cruel cuando fracase.
Siempre se ha considerado el proceso exitoso de los estudios como una secuencia
de acciones, los cuales implican organización de materiales, elección del tema,
planificación del tiempo y lugar entre otros pero si bien estas acciones son importante,
mucho más importante son las situaciones que lo anteceden y que consolidan los
procesos de aprendizaje, vale decir los procesos internos que lo acompañan e interactúa,
que en este caso es la motivación escolar.
62
Como resultado complementario que se obtuvo comparando dos grupos
diferenciados (masculino y femenino) a través de las dos variables, motivación escolar y
rendimiento académico, no se encontró diferencias estadísticamente significativa en la
variables motivación escolar, alcanzando un coeficiente U de 5278.500 y un nivel de
significación p de .487. En cuanto a la variable rendimiento académico, sí se obtuvo
diferencias estadísticamente significativa a favor de los hombres, alcanzando un
coeficiente U de 4224.500, con un nivel de significación p de ,002.
Estos resultados adicionales de la investigación revelan que si bien en el aspecto
motivacional no hay diferencia entre escolares varones y mujeres, sin embargo desde el
punto de vista del rendimiento académico si se observa una mejor disposición y un mejor
nivel competitivo en los escolares varones, encontrándose diferencia por tal motivo.
En este caso habría que buscar otros factores que expliquen la diferencia
encontrada, los cuales no se han tomado en cuenta en la presente investigación. Por
ejemplo analizar su nivel de organización de las actividades escolares, la estructuración
de sus quehaceres personales, la forma como planifican sus actividades, vale decir, por
un lado habría que analizar los hábitos de trabajo o de estudio que poseen los escolares,
y por otro lado, las expectativas sociales que se tiene de ellos. Se considera que por esa
vía podría encontrarse la explicación respectiva.
En tal sentido, Bulnes y otros (2008) en una investigación realizada con escolares,
varones y mujeres de Lima Metropolitana respecto a la resiliencia y a los modos de
socialización parental en escolares de cuarto y quinto año de secundaria, encontró que
había una mayor estimulación y preocupación de parte de los padres respecto al hijo
varón, sus expectativas eran mayores sobre el hijo en comparación a la hija. Estos
resultados no deben entenderse en términos de rechazo hacia la escolar mujer, sino en
términos de mayor preocupación y expectativa respecto al hijo varón. Se tendría que
analizar si estas condiciones descritas que encuentra el varón en el proceso educativo
explicarían la diferencia en el rendimiento escolar entre varones y mujeres.
También Bandura (1999) describe otra circunstancia psicológica parecida que
influye en el rendimiento académico del escolar y que tiene que ver con la forma cómo el
estudiante siente que es percibido respecto a su rendimiento, en este sentido, el autor
63
refiere que el alumno tiende a comportarse académicamente en la forma que es percibido,
motivo por el cual la percepción que el alumno tiene y siente que es percibido por sus
padres o sus profesores influye en la manera en que se comportará académicamente, el
cual podría ser de manera positiva o de manera negativa. Este proceso ha sido
demostrado experimentalmente y se le denomina metafóricamente el efecto pigmaleon.
En cuanto a la comparación según sexo respecto al rendimiento académico en el
área de matemática, no se observan diferencias estadísticamente significativas entre
escolares varones y mujeres (U = 5331.500, nivel de significación p de ,556). Ya se ha
mencionado que en el aprendizaje de la matemática existe una clara presión social y todo
parece que dicha presión la ejercen por igual tanto a escolares varones y mujeres. Pero
también hay que tomar en cuenta que el aprendizaje de la matemática encuentra su
aplicación en la vida diaria, en la actividad en general y esta aplicación no distingue sexo.
Todos por igual se ven inmerso en su contexto aplicativo (sumar, restar, dividir, etc.).
En cuanto al rendimiento académico en el área comunicación, sí se observan
diferencias estadísticamente significativas entre escolares varones y mujeres, a favor de
los varones (U = 3836.500, nivel de significación p de ,000). Al respecto, se tendría que
ensayar una explicación que pudiese justificar dichas diferencias, porque desde el punto
de la motivación escolar no lo existe.
Podría deberse a los hábitos de estudio, preferencias personales u otros factores
que no han sido tomados en cuenta en la presente investigación. Rodríguez (2009), en los
resultados de su investigación sobre autocontrol y hábitos de estudio en escolares de
Lima Metropolitana, encuentra diferencias estadísticamente significativas entre escolares
varones y mujeres respecto a la variable hábitos de estudio.
Por otro lado, respecto al rendimiento académico en el área de ciencia, tecnología y
ambiente también se observan diferencias estadísticamente significativas entre escolares
varones y mujeres, a favor de los varones (U = 3698.500 y un nivel de significación p de
,000). De igual manera, se tendría que analizar otros factores que expliquen dicha
diferencia, ya que desde el punto de vista de la motivación escolar no se observa
diferencia significativa.
64
Desde el punto de vista del currículo, el área de ciencia, tecnología y ambiente
requiere de un tratamiento interdisciplinario de los enfoques, de manera que permita a los
estudiantes una mejor comprensión de las ciencias. Para su aprendizaje, requiere una
actitud científica que les ayude a valorar los aportes de la ciencia y la tecnología a favor
del bienestar humano, para lo cual se requiere conocimientos de las disciplinas científicas.
Desde el punto de vista de lo descrito, la diferencia podría encontrarse en la actitud
hacia el contenido de la asignatura, que en el presente caso los resultados estarían
describiendo una mejor actitud de los escolares varones en relación a las escolares
mujeres.
Conclusiones
De todo lo anteriormente descrito podemos llegar a las siguientes conclusiones:
Existe una relación positiva media entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en el área de matemática en los alumnos de cuarto año de secundaria.
Existe una relación positiva débil entre la variable motivación escolar y el
rendimiento académico en el área de comunicación en los alumnos de cuarto año de
secundaria.
Existe una relación positiva media entre la motivación escolar y el rendimiento
académico en el área de ciencia, tecnología y ambiente, en los alumnos de cuarto año de
secundaria.
Existe una relación positiva media entre la variable motivación escolar y la
puntuación global del rendimiento académico en los alumnos de cuarto año de
secundaria.
65
En cuanto a los resultados complementarios se puede concluir que:
No existe diferencia significativa entre escolares varones y mujeres en relación a la
variable motivación escolar.
Si existen diferencias altamente significativas en cuanto a la variable rendimiento
escolar entre escolares varones y mujeres a favor de los varones.
No existe diferencia entre escolares varones y escolares mujeres respecto al
rendimiento en el área de matemática.
Si existen diferencias altamente significativas entre escolares varones y escolares
mujeres respecto al rendimiento en el área de comunicación.
Si existen diferencias altamente significativas entre escolares varones y escolares
mujeres respecto al rendimiento en el área ciencia, tecnología y ambiente.
Sugerencias
Estudiar la motivación escolar relacionada con la autoestima
y el rendimiento
académico.
Ampliar la investigación sobre la motivación escolar y los estilos y estrategias de
aprendizaje.
Relacionar la motivación escolar y la autoeficacia en el rendimiento académico en
escolares.
Estudiar las implicancias de la motivación escolar en el área de la elección
vocacional.
66
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72
ANEXOS
73
ANEXO 1
ESCALA DE MOTIVACIÓN ACADÉMICA
INDICACIONES: A continuación se presentan una serie de frases que las personas usan
para describirse. Lee cada una y marca la categoría (casi siempre, a veces, casi nunca)
que mejor describe como piensas y actúas hoy en día. No hay respuestas buenas o
malas.
ÍTEMS
1. No importa que haga, tendré bajas calificaciones.
2. Me considero una persona competente en lo
académico
3. Dejo para el último momento, la realización de los
trabajos o el estudiar para un examen.
4. pienso que mis calificaciones dependen de mi
esfuerzo.
5. Tener éxito en los estudios es muy difícil para mí.
6. Realizo todos los trabajos y tareas que los
profesores asignan.
7. No tengo la capacidad para lograr buenos
resultados académicos.
8. Cuando hago un trabajo, estudio o doy un
examen, me esfuerzo todo lo posible por hacerlo
excelente.
9. Pienso que mis resultados académicos poco
tienen que ver con el esfuerzo que ponga al estudiar.
10. Hago más de lo requerido en los cursos.
11. Tengo pocas expectativas de terminar con éxito
mis trabajos escolares.
12. Cuando tengo dificultad para resolver un trabajo
académico, sigo intentando hacerlo todo el tiempo
necesario.
13. Mi rendimiento en los cursos es algo qué está
fuera de mi control.
14. Pienso que tengo lo que se necesita para tener
éxito en mis estudios .
15. Me siento satisfecho con cumplir los requisitos
mínimos de una tarea.
16. Mí rendimiento en el colegio es algo que
depende de mí.
17. En mi tiempo libre, doy prioridad a otras
actividades en vez de mis estudios.
18. Soy capaz de tener éxito en mis estudios
universitarios.
19. Me quedo con dudas y no busco la forma de
solucionarlas.
20. Puedo controlar mis resultados universitarios.
Siempre
pienso y
actúo así
A veces
pienso y
actúo así
Nunca
pienso y
actúo así
74
ANEXO 2
ESCALA DE MOTIVACIÓN ESCOLAR
INDICACIONES: A continuación se presentan una serie de frases que las personas usan
para describirse. Lee cada una y marca la categoría (casi siempre, a veces, casi nunca)
que mejor describe como piensas y actúas hoy en día. No hay respuestas buenas o
malas.
ÍTEMS
1. No importa que haga, tendré bajas
calificaciones.
2. Me considero una persona competente en lo
académico
3. Dejo para el último momento, la realización de
los trabajos o el estudiar para un examen.
4. pienso que mis calificaciones dependen de mi
esfuerzo.
5. Tener éxito en los estudios es muy difícil para
mí.
6. Realizo todos los trabajos y tareas que los
profesores asignan.
7. No tengo la capacidad para lograr buenos
resultados escolares.
8. Cuando hago un trabajo, estudio o doy un
examen, me esfuerzo todo lo posible por hacerlo
excelente.
9. Pienso que mis resultados escolares poco
tienen que ver con el esfuerzo que ponga al
estudiar.
10. Hago más de lo requerido en los cursos.
11. Cuando tengo dificultad para resolver un
trabajo escolar, sigo intentando hacerlo todo el
tiempo necesario.
12. Mi rendimiento en los cursos es algo qué está
fuera de mi control.
13. Pienso que tengo lo que se necesita para tener
éxito en mis estudios escolares.
14. Mí rendimiento en el colegio es algo que
depende de mí.
15. En mi tiempo libre, doy prioridad a otras
actividades en vez de mis estudios.
16. Soy capaz de tener éxito en mis estudios
escolares.
17. Me quedo con dudas y no busco la forma de
solucionarlas.
18. Puedo controlar mis resultados escolares
Siempre
pienso y
actúo así
A veces
pienso y
actúo así
Nunca
pienso y
actúo así
75
ANEXO 3
Análisis de ítems de la escala de motivación escolar
Medida de adecuación muestral de Kaiser-MeyerOlkin.
Prueba de esfericidad de Chi-cuadrado
Bartlett
aproximado
gl
Sig.
,776
591,850
171
Componentes
,000
1
2
3
ITEM1
,449
,233
,190
ITEM2
,476
,136
-,210
ITEM3
,462
,242
-,399
ITEM4
,493
-,384
,303
ITEM5
,398
,367
,038
ITEM6
,538
-,112
-,144
ITEM7
,445
,344
,075
ITEM8
,478
-,323
,013
ITEM9
,312
,537
,051
ITEM10
,358
-,052
-,578
ITEM11
,489
-,148
-,322
ITEM12
,369
,220
,583
ITEM13
,562
-,093
-,204
ITEM14
,575
-,432
,179
ITEM15
,335
,005
,208
ITEM16
,610
-,196
-,021
ITEM17
,314
,150
,152
ITEM18
,472
-,126
,262
76
ANEXO 4
Análisis de ítems de la escala de motivación escolar
Ítem
Correlación
ítem-test
Alfa si se
elimina
item
Ítem
Correlación
ítem-test
Alfa si se
elimina
item
1
.357
.752
10
.255
.760
2
.370
.751
11
.374
.750
3
.382
.750
12
.291
.758
4
.365
.753
13
.421
.746
5
.316
.755
14
.434
.748
6
.417
.748
15
.454
.760
7
.356
.752
16
.474
.743
8
.351
.752
17
.237
.761
9
.246
.763
18
.353
.752
Alfa de Cronbach = .764
n = 216
77
ANEXO 5
Actas de evaluación de los alumnos del cuarto grado de educación secundaria de la
Institución Educativa Estatal “Villa Los Reyes”, al finalizar el año escolar 2009.
78
ANEXO 6
Prueba de bondad de ajuste a la curva normal de Kolmorov-Smirnov de las variables
motivación escolar y rendimiento académico
Dimensiones
Z de KolmorovSmirnov
Sig.
Motivación escolar
1.390
.042
Rendimiento académico
1.480
.025
Rendimiento en Matemática
2.941
.000
Rendimiento en Comunicación
2.236
.000
Rendimiento en CTA
3.192
.000
n = 216
79
ANEXO 7
Escalas de interpretación de la prueba estadística correlación de Spearman
-1.00= correlación negativa perfecta. ("A mayor X, menor Y", de manera proporcional.
Es decir, cada vez que X aumenta una unidad, Y disminuye siempre una cantidad
constante). Esto también se aplica "a menor X, mayor Y.
-0.90= correlacíón negativa muy fuerte.
-0.75= correlación negativa considerable.
-0.50= correlación negativa media.
-0.25= correlación negativa débil.
-0.10= correlación negativa muy débil.
0.00= No existe correlación alguna entre las variables.
+0.10= correlación positiva muy débil.
+0.25= correlación positiva débil.
+0.50= correlación positiva media.
+0.75= correlación positiva considerable.
+0.90= correlación positiva muy fuerte.
+1.00= correlación positiva perfecta. ( "A mayor X, mayor Y o "a menor X menor Y", de
manera proporcional. Es decir, cada vez que X aumenta una unidad, Y aumenta
siempre una cantidad constante)
Fuente: Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2006). ). Metodología de la investigación.
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