La importancia de una buena nutrición Tener una dieta saludable es importante para todos a cualquier edad. Los niños y adolescentes necesitan una buena nutrición para contribuir a su crecimiento y desarrollo. Los adultos también deben comer bien para conservar una buena salud a lo largo de sus vidas. Los estilos de vida modernos pueden suponer un reto en la toma de buenas decisiones en cuanto a la dieta y nutrición. Las dietas saludables incluyen las vitaminas y minerales que nuestros cuerpos necesitan para que funcionen y se mantengan saludables. Además, una dieta saludable proporciona suficientes calorías para darnos la energía que necesitamos para vivir cada día. Si nuestras dietas son deficientes en nutrientes o proporcionan muy pocas o demasiadas calorías, es posible que desarrollemos problemas de salud. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos urge a los estadounidenses a establecer límites saludables en el consumo de calorías y metas de ejercicios, y al mismo tiempo, que incluyen el consumo de una dieta rica en frutas y vegetales, proteínas magras y granos integrales. También se nos alienta a eliminar el consumo innecesario de sal, azúcar y grasas de nuestra dieta. Las personas que estén embarazadas, en período de lactancia o tengan una afección médica deberían hablar con un proveedor de cuidados de la salud acerca de las necesidades dietéticas especiales que deban tener en cuenta. Cómo pueden contribuir las comunidades religiosas a una buena nutrición Existen muchas maneras por las que las comunidades religiosas pueden contribuir a una buena nutrición y una alimentación saludable. El clero y los líderes laicos pueden aprender acerca de recursos relacionados con la nutrición dentro de sus comunidades locales, centros de salud que ofrecen consejos dietéticos, supermercados que contratan nutricionistas, bancos de alimentos y despensas y servicios de reparto de comidas caseras. Además, las comunidades religiosas pueden revisar los menúes de comida de la comunidad para asegurar que se ofrezca una la variedad de comidas sanas y deliciosas. Los equipos de cuidados pastorales pueden trabajar con personas confinadas, nuevos padres y enfermos ayudándoles con las compras de abarrotes y la preparación de las comidas. Los educadores y as enfermeras parroquiales pueden proporcionar a la congregación una programación educativa así como literatura que enfaticen la importancia de una buena nutrición. Plegaria: Querido Dios, gracias por los alimentos que cultivamos, preparamos y compartimos con otros. Ayúdanos a recordar a aquellos alrededor del mundo que tienen problemas para obtener los alimentos que necesitan. Amén. Recursos: Advocatehealth.com • Choose My Plate (Elegir Mi Plato): choosemyplate.gov • USDA “What’s Cooking” (¿Qué hay de comer)?: whatscooking.fns.usda.gov • Feeding America (Alimentando a todo Estados Unidos): feedingamerica.org • USDA Dietary Guidelines (Pautas Diéteticas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos): cnpp.usda.gov/DietaryGuidelines Maneras de mejorar su dieta ¿Tiene problemas para consumir una dieta deliciosa, balanceada y saludable? Usted no está solo. Nuestras ocupadas vidas pueden hacer que comer de manera conciente y saludable sea difícil. A continuación le presentamos algunas ideas para mejorar su alimentación y la de su familia. No tiene que poner en práctica todas estas ideas al mismo tiempo. Intente hacer un cambio a la vez. Aprenda a cocinar. Cocinar para usted y su familia le ahorra dinero y le proporciona máximo control sobre su dieta. Las tiendas de abarrotes y de comida saludable a menudo ofrecen clases de cocina, así como también los hospitales, parques distritales y los programas de educación para adultos. Lea la información nutricional y los ingredientes. Muchos platos del menú de los restaurantes y comidas preparadas, incluso las que se muestran como "saludables" pueden ser sorprendentemente altas en calorías al tiempo que proporcionan poco, si algún, valor nutricional. Aprenda a “calcular a simple vista” las porciones. Muchos de nosotros no llevamos una balanza para alimentos a donde vamos durante el día, lo que hace que el control de porciones sea difícil. Una opción es comparar el tamaño de los alimentos con el tamaño de los objetos que manipulamos día a día. Por ejemplo, una porción de tres onzas de carne o pescado es más o menos del tamaño de una baraja de cartas. Media taza de puré de papas o de helado es del tamaño de una pelota de tenis. Lleve un diario de comidas. Registrar lo que come puede ayudarle a asegurar que obtiene las calorías y los nutrientes que necesita. Diarios de comida gratuitos en línea y para dispositivos móviles tales como MyFitnessPal.com, le permiten llevar un registro de los alimentos que come y establecer metas para consumir la cantidad apropiada de fibras, carbohidratos y proteínas en su dieta. Abastézcase de alimentos saludables. Usted y su familia están más predispuestos a comer una dieta rica en nutrientes cuando hay alimentos saludables en su casa y listos para comer. Planee las compras con anticipación. Haga una lista antes de dirigirse al supermercado y nunca compre cuando sienta hambre. Consulte con su médico y/o nutricionista registrado. Su médico le dirá cuáles son las comidas que debe evitar, le ayudará a establecer metas realistas acerca de su peso y le orientará en caso de que necesite suplementos nutricionales. Un nutricionista certificado puede ayudarle a elaborar un plan de comidas saludables y le enseñará estrategias para permanecer fiel al plan a largo plazo. Marzo es el Mes Nacional de la Nutrición 3-15