Biocarbón: Por una Auténtica Revolución Verde Por Thierry Mangel Coordinador de campo para SeaChar [email protected] El biocarbón es carbón de biomasa ( no fósil ) producido para introducir al suelo. Es una manera de secuestrar carbono en el suelo a largo plazo, lo que puede contribuir a mitigar los cambios climáticos si se populariza esta práctica. De hecho ya existen herramientas simples y de bajo costo, de fabricación artesanal y de todos tamaños según los usos y recursos, de metal o de barro. Además de producir carbón permiten cocinar con fuego casi sin humo (90% menos humo), más rápido y con menos combustible. El cual puede ser variado, a condición de estar seco y homogéneo: leña, bambú, aserrín, cáscaras, residuos de cultivos…El biocarbón resultante activado biológicamente con microorganismos y nutrientes, se revela una bendición para recuperar y sanar suelos y hasta construir suelos altamente fértiles donde no existían. Los antiguos pobladores de la cuenca amazónica han aplicado este conocimiento por milenios y dejaron extensas áreas muy fértiles en lugar del pobre suelo original. La urgencia actual de soluciones globales basadas en la acción local con responsabilidad individual y el redescubrimiento de sabidurías antiguas propiciaron la reinvención del fuego. En efecto, a diferencia de la producción tradicional de carbón vegetal, el proceso de carbonización ocurre aquí casi sin humo, puesto que los gases emitidos están quemados produciendo un fuego muy activado y sostenido. En escala más grande, estos gases se pueden usar para producir biogasolina o generar electricidad. El fuego está contenido en una cámara de combustión con entradas de aire apropiadas, y se enciende el combustible por encima ( para imágenes y recomendaciones ver www.seachar.org/estufafinca y videos en youtube de “Estufa Finca Talamanca” ). En Costa Rica la ONG SeaChar.org, en cooperación con asociaciones de mujeres indígenas (ACOMUITA ) y de pequeños productores (APPTA ) en Talamanca, así como con estudiantes de CATIE, imparte talleres de demostración y educación ambiental con su programa Estufa Finca. Además de los obvios beneficios para la salud, especialmente de mujeres y niños, el uso de la estufa trae muchas ventajas. Si la preparación del combustible puede anular el ahorro de tiempo en cocinar, el ahorro de combustible es real ( %40 menos leña ), lo que disminuye el trabajo de recolección y la presión sobre los recursos naturales. Hay muchos residuos desperdiciados o quemados, y la posibilidad de utilizar todo tipo de biomasa puede aliviar mucha miseria humana y permitir la recuperación de ecosistemas. Hacer biocarbón es alquimia, es transformar desperdicios orgánicos en cristal. El biocarbón tiene excelentes cualidades agronómicas que permiten regenerar la vida de los suelos, lo que garantiza la salud de las plantas y la de los consumidores. Muchas enfermedades se deben no sólo a la contaminación ambiental sino también a la desmineralización de los suelos, resultante de prácticas agrícolas destructivas, motivadas por el afán de lucro. Los datos de las Naciones Unidas demuestran que hay sobreproducción alimentaria a nivel planetario y que cada muerte de hambre es un crimen organizado, sostenido por la desigualdad en la repartición de nuestras riquezas. Eliminar la codicia parece ilusorio, pero producir biocarbón es fácil. Por su estructura microporosa, el biocarbón actua en el suelo como regulador físico-químico, como mansión para microorganismos y almacen de nutrientes, también como filtro y trampa para residuos tóxicos, biológicos y sintéticos. En filtros de carbón para agua potable, con el tiempo ciertas bacterias logran producir enzimas que descompones moléculas recalcitrantes, y los restantes tóxicos quedan fuertemente atrapados. La fabricación de estufas y biocarboneras puede generar empleos e ingresos; también la producción de carbón para la agricultura y las huertas urbanas en un mercado en auge. La construcción de filtros para aguas, potable y residual, requiere mano de obra y asesoría, generando empleos adicionales. La valoración por servicios ambientales: ahorro de combustible, conservación de bosques, limpieza de aguas y suelos, secuestración de carbono, es una fuente creciente de ingresos económicos. Para eso es necesario organizarse a nivel comunitario, al mismo tiempo influir y vigilar en la creación de mecanismos legales transparentes y equitativos. So muuuuuuchos bonos de carbono y el biocarbón está por valer más que diamante. Con lo anterior vemos que el biocarbón es un elemento del nuevo paradigma que venimos inventado. Trae beneficios ambientales, sanitarios, sociales, económicos, y puede contribuir a solucionar muchos problemas. A la vez, la tecnología es simple, sin patente, de implemento casero, y estimula la creatividad. Oímos con frecuencia de la meta para Costa Rica de ser algún día “carbón neutro”. Es difícil definir la neutralidad climática, pero lo cierto es que con la producción de biocarbón tenemos una herramienta “carbón negativo”, pues no sólo se compensan las emisiones por fijación equivalente de carbono a corto plazo, sino que se secuestra carbono a largo plazo, hasta milenios, el cual queda excluido del ciclo atmosférico. Empecemos pues a limpiar nuestra atmósfera volviendo a poner el carbono donde pertenecía para que pueda cumplir sus múltiples funciones como parte de la sangre de la Tierra.