Cada postulante seleccionará a cuál personaje se presentará al casting

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Programa Comedia Municipal Norberto Campos 2015
Casting de actores
Fragmentos de textos a estudiar
Cada postulante seleccionará a cuál personaje se presentará al casting
Pierre: La explosión de anteayer no fue una bomba en un edificio, fue un avión.
Una mujer tomó el vuelo de Manaos a Sochi (un puerto turístico en las costas del
Mar Negro) Hicieron escala en Venado Tuerto. Detonó un explosivo con base de
hexógeno, más potente que el trinitrotolueno (TNT). Todos, pasajeros y tripulación
murieron, en total, 89 personas, con seis excepciones: los borrachos que por
haber estado tan intoxicados no se les permitió abordar. Al principio existía la duda
sobre si la tragedia se debía a un error humano o una falla técnica, pero el
Servicio Federal de Seguridad ruso, encontró restos del explosivo en algunos
pedazos del fuselaje de lo que fue el baño del avión. La pregunta que queda por
responder es como llego el explosivo allá, cómo fue que la mujer burló los
controles de seguridad.
Torcuato: Ahora sí que se acabó el tiempo. Habrá que meterse el agua mineral en
el orto. Nunca rechacé el discurso de la defensa del medio ambiente. En lo
personal y como funcionario. ¿Acaso no creamos una Secretaría Para Temas
Ecológicos y Ambientales?...Sí, ya sé. Sabiendo que era poco lo que se iba a
poder hacer. Somos débiles…El Caudaloso no paró de contaminarse. Me
conformé con ir a mirarlo de vez en cuando. Legislamos lo que pudimos…Empecé
a tratar de asegurar los estudios universitarios de mis hijos y nietos. Laburando
honestamente, ¡ojo!...incluso en algunos períodos devolví mi dieta como
legislador. Y empecé a comprar agua mineral, ¡hectolitros tengo! Hice el cálculo
para que toda mi familia tenía el agua asegurada por años cuando el Caudaloso
se fuera a la concha de su madre…qué tiene de malo eso?...
Beto: Después del Blanqueo la frontera más lejana de lo que había sido el centro
fue la de Gran Oeste Periférico. Allí, algunos quedaron viviendo por elección y
otros no tuvieron más remedio. Desde allí y desde Centro Sur Ribera entramos a
Oeste Urbano y a Ribera Norte para trabajar. Para agilizar los ingresos ellos nos
pusieron un Chip de Seguridad que contiene todos nuestros datos y antecedentes.
A ciertos horarios cruzan los colectivos y desde una torre se hace la requisa láserinfrarrojo y pasamos…Los niños también lo tienen.
La Mujer: Yo me terminé acostumbrando a todo esto. Son los restos de la ciudad
de mis antepasados. Me fui acostumbrando. Me muevo en las Franjas Neutras
con la misma libertad que tenían nuestros abuelos en la Ciudad Vieja. Tengo el
Chip de Seguridad al día, si esto no estalla en mil pedazos podría entrar a
cualquier territorio y alcanzar la media de Supervivencia Confortable de por vida.
Tengo excedente en bonos para quedarme tranquila un tiempo.
El Mozo: Primero murió mi viejo. Y después le anunciaron a mi vieja que le
quedaban pocas semanas de vida o un par de meses como mucho. Compró tres
freezer grandes. Y empezó a cocinar día y noche. Día y noche cocinaba. Tomaba
merca de la de antes y cocinaba sin parar. No dormía. Yo le preguntaba y ella
nada. Cocinaba…Ciento veinte menúes distintos me cocinó. Los dejó en los tres
freezer. En cada uno también dejó un cuaderno de tapas duras de doscientas
hojas. Rojas, las tapas de los cuadernos. Cuando ya estaba muy mal me hizo
prometerle que al otro día que ella se muriera ella, yo iba a empezar a comer cada
uno de los menús. Pero nunca antes de su muerte. Una vuelta que pareció que se
moría estuve tres días sin moverme de al lado de ella. Todo esto fue durante la
Transición y el Blanqueo.
Fotógrafo: Nací de dos nativos puros de la Ciudad Vieja en tiempos de la
Transición Trunca. Entonces regía un dispositivo de límite de palabras…Se nacía
con la posibilidad de decir una cantidad determinada de palabras. ¿Se entiende?
Cuando se agotaban las palabras que tenías asignadas no podías hablar más y si
hablabas, te morías. Yo mismo lo he visto, unas fuertes convulsiones, breves pero
fuertes, y adiós…A lo largo de la vida había un sistema de conteo en el que las
obviedades cotizaban el doble y, por lo tanto, aceleraban el final. Después de los
cuarenta años a las obviedades se agregaban las frases hechas, los lugares
comunes, que contaban el triple. Al principio moría mucha gente que no podía
quedarse callada…Yo llevo años mudo porque me di cuenta que me quedaban
pocas palabras…Esta pudo ser la última, ¿se entiende?...la palabra “palabras”
pudo ser la última.
Los aspirantes deberán leer la obra completa para el casting.
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