Las emisiones de gases de efecto invernadero pueden ser una barrera para la exportación de vinos españoles Las estrategias para minimizar la huella de carbono se presentarán en Fenavin 2011 Ciudad Real, 30 de abril de 2011 Los expertos, Alejandro López-Cortijo, director de IIMA, consultoría de Cambio Climático y Medio Ambiente y Manuel Sánchez-Brunete, viticultor y director de Proyectos Agroalimentarios de la consultora internacional INCLAMCO2, presentarán en la VI edición de Fenavin la conferencia: ‘Huella de carbono en el sector vitivinícola’. Por un lado, Alejandro López-Cortijo analizará las implicaciones de la huella del carbono a nivel general y específicamente del sector vitivinícola. Por otro lado, Sánchez-Brunete explicará, desde un punto de vista práctico, su aplicación a la viticultura- estándares, fórmulas de cálculo y coste según el tamaño de las bodegas-. En el ámbito de la política medioambiental, España funciona sólo por regulación y en este panorama es fundamental un impulso por parte de Consejerías, Administraciones Públicas y Denominaciones de Origen. Estos organismos deberían favorecer la puesta en marcha de mecanismos que calculen la huella de carbono, así como de acciones que reduzcan estas emisiones, a través de campañas de divulgación y concienciación para que el sector vitivinícola conozca el ahorro de costes y los beneficios energéticos que implican. Se trata de implantar procedimientos ‘ecológicos’ en el proceso vitivinícola -en el cultivo de la vid, en los tratamientos de residuos, en la refrigeración, en la producción de envases de vidrio o en la logística- que supondrían hasta un 50% en la reducción de la huella de carbono. Para López-Cortijo “el sector vitivinícola español es uno de los sectores que más rápido está afrontando voluntariamente su contribución a reducir las emisiones de carbono en su actividad, pero aún queda mucho por hacer. Con una finalidad, no únicamente respetuosa con el medio, sino también de marketing, que permite a las bodegas ganar cuota de mercado y diferenciarse de su competencia. Asimismo, las grandes cadenas de distribución están desarrollando fórmulas, a nivel internacional, para comercializar vinos ecológicos y vinos de marca blanca comprometidos con la causa y que, en un futuro, podrían limitar la presencia de vinos españoles en estos mercados que no cumplan con sus estándares medioambientales.” Sin duda, se trata de un tema de creciente actualidad, a raíz de la firma del Protocolo de Kioto, que Fenavin ha considerado de gran importancia por su contribución al cuidado del medio ambiente y por sus consecuencias en el ámbito de la exportación de vinos, al estar más avanzados a nivel internacional en esta materia. Situación que pone a España en una complicada tesitura ante las nuevas legislaciones que están implantado otros países en materia medio ambiental y que pueden suponer una barrera para la comercialización de los vinos españoles. Ante esta perspectiva, Alejandro LópezCortijo es rotundo: “la divulgación es fundamental para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector vitivinícola.”