APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA POTESTAD SANCIONADORA DE LA LEY N° 27444 – LPAG EN EL ÁMBITO TRIBUTARIO. Mario A. Madau Martínez XII JORNADAS NACIONALES DE DERECHO TRIBUTARIO IPDT 2012 Conclusiones (1): Se mantiene polémica acerca de la aplicación de los principios del derecho penal, al derecho administrativo sancionador. Doctrina mayoritaria y posición del legislador peruano en la LPAG. Identidad sustancial, no implica un trasvase indiscriminado, no justificado, o sin matices, de los principios del derecho penal al derecho administrativo sancionador. Modificación en el 2007, del artículo 171° del Código Tributario, enunciando principios no fue suficiente. Los principios, sobre todo los que fluyen de la constitución, sirven de garantía para evitar que leyes comunes, vulneren los valores de la sociedad o los derechos ciudadanos que se consideren primordiales en las normas de convivencia de la sociedad. Aplicar una sanción implica limitar un derecho y/o afectar patrimonialmente al ciudadano, la labor de determinar en qué casos corresponde su aplicación recaería desde un punto de vista dogmático en el Poder Judicial. Conclusiones (2): Razones de eficiencia, fundadas en complejidad de las sociedades modernas, así como de un alto grado de utilización del sistema judicial llevaron a que la aplicación de las sanciones administrativas (aplicables a los ilícitos de menor gravedad) quede en manos de funcionarios de la Administración Pública. La Ley del Procedimiento Administrativo General – Ley 27444, contiene en el artículo 230°, una relación de los principios aplicables al procedimiento administrativo sancionador, que deben ser respetados por toda autoridad que aplique sanciones administrativas. La existencia de normas del mismo rango que la LPGA, como el Código Tributario, en donde se regula la aplicación de las sanciones, no debe apartarse de estos principios, salvo que medie una justificación razonable. Lamentablemente, el legislador tributario se ha apartado de algunos de los mencionados principios, sin que se pueda apreciar una razón de la especialidad tributaria que sea suficiente. Recomendaciones (1): Principio de Legalidad: Ley o Decreto Legislativo con alcance nacional, que enmarque los tipos de infracciones y sanciones municipales; así como los límites mínimos y máximos, dejando a las municipalidades la posibilidad de regular a través de los regímenes de gradualidad, las sanciones aplicables en cada jurisdicción a fin de adecuarlas a su realidad. Asimismo, incluir en el artículo 164° del Código Tributario, que la regulación municipal de la gradualidad deberá hacerse a través de normas municipales con rango de Ley (ordenanzas). Principio de Tipicidad: Precisar que cuando en el numeral 4) del artículo 230° de la LPAG, se hace referencia a la tipificación por la vía reglamentaria, la Ley al realizar tal delegación debe establecer con claridad los límites mínimos y máximos dentro de los que puede moverse el reglamentador. Toda remisión en blanco debe ser tachada como una remisión viciada de inconstitucionalidad. Recomendaciones (2) Principio de Proporcionalidad: Revisión de la Ponderación de los elementos gravedad de la infracción y sanción aplicables sobre todo en las sanciones que se aplican sobre un porcentaje de los ingresos brutos del año, a fin de adecuarlas a este principio. El sistema de determinación de las infracciones basado en el principio objetivo: Incluir en el Código Tributario excepciones al criterio objetivo que se justifican por la incapacidad absoluta, el caso fortuito y la fuerza mayor, así como al error excusable, y las causas imputables a la Administración, como causales eximentes de responsabilidad. Cambiar el sistema de determinación de las infracciones basado en un principio objetivo, a uno de tipo subjetivo. Como medida provisional y transitoria evaluar introducción de un mecanismo que incorpore para algunas infracciones la inversión de la carga de la prueba obligando a la Administración a evaluar las pruebas de no culpabilidad. Reconocemos que esta solución provisional es susceptible de críticas, pero estaríamos en una mejor posición que un sistema objetivo absoluto como en el que estamos actualmente. Recomendaciones (3) El principio de “Non bis in idem”: Proponer regla que obligue, a que la Administración en casos de determinada cuantía o gravedad, se abstenga de proseguir el procedimiento sancionador y remita los actuados al Ministerio Público para el análisis de la posible acción penal, de modo que, sólo en caso ésta no fuera viable, pero existieran elementos suficientes para aplicación de la sanción administrativa, regresaran los actuados a la Administración para su ejecución. Para ello, claro está, debe existir una regla que establezca la suspensión de la prescripción de la potestad de la Administración para aplicar la sanción, mientras dure el proceso penal. El Principio de Retroactividad Benigna: Modificar la redacción del artículo 168° del Código Tributario permitiendo la aplicación de la retroactividad benigna. Recomendaciones (4) El Principio de Prohibición de la Reforma Peyorativa: Eliminar del artículo 179° del Código Tributario la referencia a que el régimen de incentivos se perderá si el deudor tributario, luego de acogerse a él, interpone cualquier impugnación, salvo que el medio impugnatorio esté referido a la aplicación del régimen de incentivos”. En lugar de plantearse la pérdida del régimen, lo que debe hacerse es plantear como un requisito del acogimiento un acto que muestre el reconocimiento de la conducta infractora y a su vez plantear que en caso de desistimiento de dicho acto se retornará a la etapa anterior, vale decir a un régimen sin incentivos. Principio de Seguridad Jurídica y la falta de precisión de lo que se entiende por “criterio de la Administración” como causal eximente de intereses y sanciones, a que se refiere el artículo 170° del Libro IV del Código Tributario: Que se definan los casos en que se produce “dualidad de criterio” por parte de la Administración Tributaria.