Proyecto RESUMEN EJECUTIVO Resultados plataforma del Grupo de Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible ELABORADO EN BASE A RESULTADOS DEL ESTUDIO “Diagnóstico y Recomendaciones de Intervención: Condiciones para el impulso y fortalecimiento de procesos de diálogo multiactor de líderes de alcance nacional y regional en el ámbito de las industrias extractivas” Estudio elaborado en el marco del Proyecto DIALOGA por: 1 PRESENTACIÓN El presente resumen ejecutivo sintetiza los resultados del diagnóstico situacional sobre el Grupo de Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible (GDMDS). Este forma parte de un estudio más amplio sobre espacios de diálogo multiactor de líderes de alcance nacional y regional, realizado entre junio y octubre del 2011 por ProDiálogo en el marco del proyecto DIALOGA “Alianza por la Transformación de conflictos en el ámbito de las industrias extractivas”, como documento de trabajo para orientar el trabajo y la participación del equipo del proyecto. 1 La ejecución de Dialoga se inició en febrero del 2011, con el apoyo de USAID bajo la responsabilidad de CARE Perú en alianza con la Asociación Civil Labor, Redes para el Desarrollo Social (Red Social), ProDiálogo, y Seguimiento, Análisis y Evaluación para el Desarrollo (SASE). El proyecto viene operando en tres regiones del Perú (Apurímac, Cajamarca y Arequipa), teniendo como finalidad contribuir a fortalecer las condiciones para el diálogo multiactor, necesarias para la transformación de conflictos y el desarrollo sustentable del Perú, en el ámbito de la minería y el sector de hidrocarburos. El estudio en mención se propuso como objetivos: contar con un diagnóstico de las condiciones existentes en las zonas de intervención del proyecto y contar con pautas de intervención estratégicas y metodológica para que el equipo pueda desarrollar acciones orientadas a contribuir en la generación de condiciones para la creación, impulso y fortalecimiento de iniciativas de diálogo multiactor de líderes de alcance nacional y regional desde los cuales promover una Cultura de Diálogo con perspectiva transformativa. Por lo tanto, los enfoques de base sobre los que se ha desarrollado el estudio son los de Transformación de Conflictos y Construcción de la Paz. Desde estas perspectivas se plantean la necesidad de diferenciar la violencia del conflicto. Los conflictos son parte inherente a la naturaleza e interacción humana, siendo el síntoma de problemas entorno a los cuales se generan tensiones que necesitan ser abordados adecuadamente, aprovechando estas situaciones como oportunidades de cambio constructivo. Así, los conflictos no son buenos ni malos en sí mismos, sino la forma como reaccionamos y respondemos ante 1 El equipo que participó en el proceso del estudio en relación con el GDMDS estuvo conformado por Javier Caravedo, Iván Ormachea, Gustavo Moreno y Omar Elias de ProDiálogo. Asimismo, conté con la colaboración de Karina Peña y Omar Varilas de Care Perú como parte del equipo del proyecto DIALOGA. 2 ellos, lo cual determinará si el conflicto es destructivo (violencia) o constructivo (cambio proactivo, pacífico y positivo). El diálogo genuino es precisamente la herramienta fundamental para abordar preventiva y transformativamente los problemas subyacentes que alimentan los conflictos, y por tanto son la vía democrática por definición para la construcción de la paz social. Sin embargo, los procesos de diálogo presentan sus propias complejidades y retos que son necesarias de gestionar. A la luz de esta perspectiva resulta clave contar con una mirada situacional de plataformas como, en este caso, el GDMDS que han venido contribuyendo al impulsa el diálogo multiactor, a fin obtener aprendizajes que permitan consolidar las fortalezas y trabajar sobre las debilidades. La investigación está basada en la revisión de fuentes secundarias, un taller participativo con once líderes sociales, entrevistas en profundidad semiestructuradas con dieciocho actores, reuniones con el comité coordinador, observación participante de reuniones del GDMDS y encuestas a veintiún participantes. El estudio implica la realización de un análisis cualitativo, a partir de percepciones de los propios actores. No se trata de un estudio cuantitativo que pretenda rigor estadístico, sino más bien recoger una mirada integral desde los aspectos subjetivos constitutivos de los vínculos, que son los que finalmente movilizan las dinámicas de relacionamiento. Bajo esa óptica las entrevistas y encuestas a los actores fueron realizadas procurando una perspectiva multiactor (empresa, organizaciones sociales de base, ONGs y Estado). En ese mismo sentido, el punto de partida y perspectiva metodológica del presente análisis es la de un tercero observador imparcial que utiliza un enfoque y marcos de análisis señalados. Las limitaciones que encontró el estudio están relacionadas al tiempo y a recursos disponibles para llegar a la mayor cantidad de actores relevantes, así como la disponibilidad de éstos. RESUMEN EJECUTIVO Los resultados del diagnóstico revelan un conjunto de elementos que configuran el perfil actual del GDMDS como plataforma de diálogo, a partir de la mirada de los actores vinculados directa e indirectamente a él, ya sea de manera comprometida o crítica. Las variables observadas son: naturaleza del espacio, actores y proceso grupal, ámbito de actuación, organización y estructura 3 metodológica, calidad del diálogo practicado, fortalezas y debilidades para el desarrollo del diálogo. Respecto a la naturaleza y propósito del grupo, éste es percibido como una red abierta de vínculos de personas que conforman un grupo diverso y plural provenientes de distintos sectores (comunidades, empresa, sociedad civil, Estado, cooperación internacional, medios de comunicación y consultoras, entre otros). Se expresa a través de distintos espacios de interacción grupal (Foro, Grupo de Diálogo Directo, Comisiones de trabajo y red virtual). El Foro es el espacio de encuentro que para los actores expresa el núcleo de su identidad como espacio. Los otros espacios de encuentro no son referidos en la misma medida, salvo por quienes participan activamente en ellos. El Foro es visto como un espacio que promueve el acercamiento entre líderes, la escucha y el intercambio no vinculante de puntos de vista, mejora la confianza y las relaciones entre los actores, compartiéndose información, generando contactos y buscando alcanzar niveles de consenso básico sobre temas claves vinculados a la minería y el desarrollo para influenciar en la formulación de políticas públicas. Así, el grupo se desarrolla como una plataforma que articula espacios de encuentro y procesos de diálogo social multiactor de líderes. En tal sentido, puede caracterizarse como un grupo-proceso. No es un espacio de negociación de conflictos locales, ni un espacio político-institucional de concertación. Respecto a los actores y el proceso grupal, si bien no hay una identidad compartida entre las personas que participan en el grupo, dada su diversidad; existe una identidad colectiva más o menos reconocible en relación con la pertenencia al grupo en tanto participante, con distintos matices en cuanto al compromiso y crítica al mismo. Los actores involucrados refieren tener poca experiencia previa de espacios de diálogo multiactor de estas características. Las principales motivaciones para participar son: hacer contactos, generar confianza, conocer información relevante, estar al tanto de los procesos y promover consensos. Opera la percepción que están representados todos los sectores involucrados de manera plural, sin embargo también se reconoce que la identidad del grupo en cuanto a su composición, se ha ido matizando en los últimos años en función de los tipos de participantes, su nivel de actividad, liderazgo y representatividad respecto del sector de procedencia. Hay la clara percepción que el coordinador es quien lidera el grupo, constituyéndose en la imagen de éste. En general los actores no identifican la existencia de un liderazgo conjunto, compartido y colegiado del grupo como tal, más allá de 4 identificar eventualmente la participación activa de determinadas personas. En tal sentido, la identificación y disposición afectiva de los actores con el GDMDS como colectivo, y a participar en su marcha como proceso, en gran medida esta vinculada a las percepciones que se tiene sobre el desenvolvimiento y desempeño del coordinador, en base a entendimientos diversos de cual debería ser su rol. Un grupo de actores importantes vinculados a los orígenes y desarrollo del grupo, sostienen que la dinámica del grupo se va configurando a partir la conducción del coordinador en sinergia con un número definido de interlocutores vinculados con un grupo de consultores, ONGs y líderes empresariales. Como consecuencia de lo cual perciben que se está perdiendo los matices en las voces que se expresan en el grupo, especialmente de las posturas más críticas a la actividad minera. De otro lado, se percibe el riesgo que el grupo se convierta en la práctica en un grupo limitada y con poca capacidad de proyección más amplia (“círculo de amigos” en los términos de un entrevistado). En general se identifican dos etapas en la evolución del proceso grupal: los inicios, marcado por los primeros acercamientos entre actores confrontados que aprendieron a interactuar de manera cordial y encontrando terreno para el intercambio constructivo de puntos de vista sin de dejar de lado sus agendas; y, un segundo, marcada por el crecimiento del número de participantes -especialmente consultores- atraídos por la experiencia, y por el alejamiento de actores claves y activos originalmente, situación que ha afectado la dinámica y recursos del grupo. El alejamiento se ha producido de diversas maneras y por diversas razones. En base al conjunto de miradas, el distanciamiento en la participación activa y directa de actores del sector empresarial estaría relacionada con: 1) los actores claves se conocen y reconocen en sus estilos y posiciones en distintas instancias más allá del mismo grupo, no haciendo necesaria una interacción “cara a cara” frecuente; 2) la pérdida de interés dada la presencia creciente de consultores, lo cual diluye la voz de otros actores que son parte directamente vinculadas e influyentes en los procesos locales; 3) en el Foro ya no se juegan los procesos de decisión de los temas de fondo; 4) la inversión de tiempo de participación. Asimismo, hay un marcado alejamiento y crítica de un grupo de líderes provenientes de ONGs activistas en la defensa de derechos y el medio ambiente, que fueron activos participantes en los orígenes del grupo, principalmente por dos factores: sensación de maltrato personal e institucional; y, percepción que el proceso está estancado y perdiendo en pluralidad y equilibrio, acortando los espacios reales de diálogo, por una 5 creciente cercanía percibida al sector empresarial. La disminución en cuanto a los recursos que sustentan las actividades del grupo, ha tenido igualmente impacto en la imagen del grupo respecto de su pluralidad y balance. Los alejamientos son percibidos como pérdidas por otros integrantes del grupo, sobre todo por parte de aquellos provenientes de la sociedad civil. Sobre la participación de líderes sociales y comunitarios se identifica una brecha por saldar en cuanto a la participación de líderes de base provenientes de los entornos sociales de las distintas zonas donde se ubican los proyectos mineros más relevantes, así como de interlocutores sociales locales con proyección regional y nacional. Se observa una preponderancia de líderes sociales provenientes del sur. En cuanto a la presencia del Estado esta se ha caracterizado por la participación ocasional y puntual de algunos funcionarios, por una apuesta personal más que un compromiso y apoyo institucional. Hay un reclamo de los demás actores en mayor participación de funcionarios estatales, pero los funcionarios tienen cierto temor de generar expectativas y además priorizan espacios institucionales donde si pueden construir consensos gremiales con los distintos grupos de interés. Respecto al ámbito de actuación, existe el entendimiento común que éste tiene un alcance nacional en cuanto a los temas de agenda, los actores participantes y los escenarios de análisis. No obstante, se percibe que el espacio tiene una dinámica “centralizada” debiéndose desplegar esfuerzos para llevar la experiencia a las regiones. Hay una insistente demanda por “descentralizar” las actividades del grupo. Algunos enfatizan que esto debe darse apoyando, complementando y fortaleciendo los procesos institucionales existentes. Respecto a la agenda del grupo, existe el común entendimiento que está orientada a tratar temas de fondo vinculados a la minería y el desarrollo sustentable del país, aunque los procesos y las coyunturas han ido marcando la agenda concreta. Así, entre los temas que se reconocen haberse abordado están: institucionalidad ambiental, participación ciudadana y estudios de impacto ambiental, consulta previa, monitoreo ambiental, gestión de cuencas y recursos hídricos, responsabilidad social, aportes económicos de la minería (Canon, Regalías, Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo- Aporte Voluntario), desarrollo local, empresas comunales, minería artesanal e informal, entre otros. En la agenda también se incluye informes sobre casos locales y se promueve la reflexión desde distintos puntos de vista a fin de profundizar en el análisis y contribuir a vislumbrar salidas pacíficas a los conflictos, especialmente en coyunturas de crisis. Los distintos grupos de interés tienen matices en cómo 6 enmarcan y plantean los temas. Los actores empresariales muestran más una preocupación por generar mayor comprensión, desde su perspectiva, sobre las actividades mineras y sus beneficios, por ello la definición de la agenda se plantea en términos generales. Para la sociedad civil, la agenda se plantea en términos de la necesidad de enfocarla de manera más específica y sobre temas de fondo con el fin de lograr consensos básicos (agua, EIA, monitoreo, consulta, zonificación económica y ecológica y ordenamiento territorial, entre otros). Los líderes sociales están más enfocados en agendas coyunturales y locales, en búsqueda de soluciones concretas dado que tienen que atender expectativas de sus bases y rendir cuenta ante ellas, buscando evitar generar la imagen ante ellas que su participación en el grupo implica un debilitamiento de su posición frente a los intereses empresariales. Por otro lado, se observa una fuerte tendencia a considerar que el desarrollo de la agenda del grupo, de manera plural, debiera influenciar de manera más decidida en la formulación de políticas públicas. Algunos ven la necesidad que el liderazgo del diálogo sea asumido por el Estado para que se institucionalice. Otros consideran que el grupo debiera implicar un acercamiento a las instancias institucionales para aportar como insumos al debate público. Aunque otros consideran que el espacio se mantenga netamente como espacio de diálogo para fortalecer vínculos. Respecto a la organización y estructura metodológica, en sus inicios la organización del grupo estuvo básicamente conformada por el coordinador y un equipo básico de apoyo logístico. En esta etapa, la interacción se realizaba bajo el formato de “mesa redonda”. Habiendo alcanzado un número cercano a las cien personas, el espacio adquirió implícitamente un formato de foro. La metodología de “mesa redonda” se trasladó a las comisiones de trabajo. La necesidad de continuar con una interacción con las características original del grupo, originó que se constituyera el denominado Grupo de Diálogo Directo (GDD). La ampliación del grupo y su consolidación implicó la necesidad de gestionar la interacción a través de plataformas virtuales en internet. Este crecimiento grupal, y la tensión por organizar y gestionar la dinámica de una manera más eficiente y compartida, llevaron a la ampliación del equipo ejecutor de apoyo para atender temas logísticos, de comunicaciones y manejo de recursos. Asimismo, se constituyó un Comité Coordinador colegiado de tres personas quienes se encargan de organizar la agenda y el calendario, así como a sistematizar los aprendizajes y consensos que se van construyendo. Eventualmente el grupo promueve actividades de encuentro más allá de los 7 espacios señalados: pasantías, visitas in situ, actividades conjuntas. Se observa que no todos los actores tienen un igual conocimiento sobre la estructura orgánica del grupo. Todos conocen e identifican al grupo a partir de su coordinador y las reuniones de Foro. No sucede lo mismo en relación con los otros espacios e iniciativas impulsadas (Red Nacional de Comités de Monitoreo Ambiental Participativo, por ejemplo). La mayoría refiere conocer la existencia de comisiones, pero no hay necesariamente una claridad sobre cuantas son, qué temas tratan, cuál es su dinámica y cómo se articulan con el proceso general. Respecto a la calidad del diálogo practicado, la mayoría de participantes tienen una mirada del diálogo relacionada con la búsqueda de acercamientos para mejorar las relaciones y la comunicación entre actores, así como para la búsqueda de la construcción de consensos. Hay una valoración compartida del diálogo, pero siempre que sea practicado de manera genuina. La calidad del diálogo del Foro es mayoritariamente valorada como adecuada; sin embargo, hay cierta preocupación que la dinámica esta perdiendo fuerza y declinando en calidad dialógica dado el crecimiento del grupo por la presencia de nuevos actores, que hace que metodológicamente se dificulte mantener el tipo de interacción original, así como la orientación en la gestión del espacio. Se reconoce la complejidad y dificultad de organizar la dinámica del Foro, pero en general también se reconoce la necesidad de hacerlo. Existen también algunos cuestionamientos a la metodología que se viene empleando: poco tiempo a informes, estructura expositiva, no hay organicidad en cuanto a la información que circula, a la calendarización anticipada de la reuniones y las agendas. Algunos cuestionan la realización de ciertas dinámicas y ejercicios, así como rituales, por considerarlos fuera de lugar y porque que mediante ellos se pretenden, según esta percepción, forzar afectos entre actores que van a defender intereses. La práctica del diálogo de ida y vuelta entre todos los participantes en condiciones de igualdad de participación se mantiene en su real dimensión a nivel de las comisiones y el Grupo de Diálogo Directo. En cuanto a la calidad del diálogo practicado la mayoría de actores reconoce que en las interacciones en el espacio del Foro hay en general buena fe, respeto, tolerancia y escucha. La mayoría de actores identifica que la calidad del diálogo a través del internet es sustancialmente menor. Hay quienes señalan que se ha perdido el diálogo en ese espacio debido a los ataques personales que se han producido y el protagonismo de un grupo pequeño pero activo de actores que han “monopolizado” el intercambio y han “intoxicado el diálogo”, lo cual no ha podido ser adecuadamente moderado. Para otro grupo este tipo de 8 intercambios son parte natural de estos procesos complejos y si bien no necesariamente aprueban las formas consideran que no deberían moderarse por el coordinador del grupo porque ello implicaría una suerte de censura que iría en contra del espíritu del espacio. Lo cierto es que estas dinámicas han terminado afectando a la composición, participación y dinámica del grupo, generando una desafección y brechas de desconfianza entre actores. Los actores reconocen en su mayoría que en ellos se ha producido un cambio personal a través del aprendizaje de las perspectivas de los demás, pero también hay una preocupación respecto del retroceso que algunos perciben se viene produciendo por las dinámicas señaladas. Respecto a las condiciones para el desarrollo del diálogo, las fortalezas se encuentran en la capacidad de promover el acercamiento voluntario, la articulación y confianza entre múltiples y diversos actores con experiencia e influencia, la capacidad de generar información clave y agendas de fondo; la existencia de una dinámica horizontal, una perspectiva intercultural y con equidad de género. Asimismo, se reconoce como una experiencia nueva e innovadora y la generación de oportunidades para fortalecer las capacidades de los líderes, especialmente de sector social. Las debilidades identificadas del grupo están relacionadas con la necesidad de una metodología más estructurada que en el contexto actual del grupo es considerada como disfuncional al proceso, no contándose con un plan estratégico; el limitado financiamiento; la falta de difusión adecuada de la información entre los propios participantes; el liderazgo y conducción del grupo percibido como un círculo limitado; el débil y poco constructivo manejo del internet como medio de comunicación e interacción; la poca participación de los líderes sociales y del Estado; así como la débil coordinación con espacios regionales y la ”centralización” del desarrollo de actividades. RECOMENDACIONES En base a los resultados del diagnóstico alcanzamos las siguientes recomendaciones de orientación estratégica y metodológica que apuntan a fortalecer el proceso impulsado por la plataforma del GDMDS: 1. Mantener la naturaleza del grupo como una red abierta, libre, no vinculante, que promueve el diálogo a nivel personal entre una diversidad de líderes, 9 pero reconociendo que estos expresan las percepciones, discursos e intereses de los grupos de los cuales provienen. 2. Afianzar la identidad del grupo sobre la base de su conformación por personas comprometidas con una Cultura del Diálogo, más allá de sus diferencias, motivaciones y agendas particulares; de manera que se vaya consolidando un capital social que pueda influir positivamente en espacios y procesos de alcance locales, regionales y nacionales. 3. Hacer esfuerzos por resaltar el carácter colegiado de la coordinación del grupo (Comité Coordinador y Comisiones de trabajo), promoviendo así un sentido de liderazgo compartido y co-responsabilidad conjunta en la gestión de la plataforma. Para ello sería importante fortalecer la difusión de información sobre el Comité Coordinador (organización, miembros, roles, funciones y actividades) y los distintos sub-espacios; además de visibilizar en la práctica la distribución de roles y tareas. 4. Ampliar las sinergias del Comité Coordinado con un mayor número de interlocutores, especialmente del lado de liderazgos sociales, funcionarios del estado y ONGs activistas en temas ambientales y defensa de derechos. 5. Considerar que el principal activo de una plataforma de diálogo multiactor es su legitimidad como tal, en tal sentido orientar el trabajo a permanentemente cuidar, fortalecer y proyectar el carácter autónomo, plural y balanceado del grupo tanto en la búsqueda diversificada de las fuentes de financiamiento (cooperación internacional, empresas y ONGs); la participación de actores en los distintos sub-espacios; las adhesiones en los pronunciamientos y las propuestas sobre agendas que trabaja el grupo. 6. En cuanto a la participación de actores será importante trabajar en promover: 6.1. La recuperación de la participación de aquellos actores que se han alejado del grupo, especialmente de líderes de la sociedad civil y del sector empresarial que tienen capacidad para influenciar las dinámicas de relacionamiento entre los distintos grupos de interés en el ámbito minero y que estuvieron vinculados activamente al inicio y desarrollo del grupo. 6.2. La incorporación de líderes sociales y comunales provenientes de los entornos de las distintas zonas donde se ubican los proyectos mineros más importantes, facilitando su articulación por ámbito territorial (norte, centro y sur) y fomentando su participación en los distintos sub-espacios. Asimismo, sostener el apoyo en las gestiones que 10 realicen ante autoridades públicas, con la finalidad de consolidar sus capacidades de interlocución mediante el diálogo. 6.3. La sensibilización de los funcionarios públicos con poder de decisión relacionados a los sectores involucrados con la problemática de la minería, el medio ambiente y comunidades (Energía y Minas; Ambiente; Cultura, especialmente) sobre la importancia y rol del diálogo social en el ámbito de la minería, a partir del cual madurar agendas y generar aprendizajes que sirvan de insumos para la formulación de políticas públicas en los espacios institucionales. De esta manera, se buscaría promover y facilitar la participación activa de funcionarios directamente involucrados en temas de interés en los procesos que impulse el GDMDS, con apoyo institucional pero sin que ello implique comprometer decisiones. 6.4. Mayor participación de la cooperación internacional, tanto de la multilateral como de la bilateral, especialmente de los países de procedencia de la inversión minera y las que trabajan temas de desarrollo, derechos y medios ambiente. 7. Impulsar la reactivación de la Red Nacional de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativa, como una de las iniciativas que surgen de las sinergias del GDMDS, brindándole acompañamiento, soporte organizativo y asistencia técnica, promoviendo simultáneamente su propio liderazgo para su autonomía y sostenibilidad como red. 8. Fomentar la red de facilitadores que participan del GDMDS, como otra de las iniciativas que surgen de las sinergias del grupo, y que eventualmente podría constituirse en recurso profesional y capital social para contribuir en situaciones concretas como terceros en la prevención y transformación de conflicto sociales. 9. Impulsar el proceso de “descentralización” del GDMDS, en el sentido de buscar apoyar, complementar y fortalecer los procesos existentes en los niveles subnacionales, especialmente si son institucionales, replicando la experiencia de practicar el diálogo multiactor de líderes. Este proceso debiera estar orientado principalmente a generar espacios de interacción y reflexión conjunta a partir de llevar información desde una perspectiva plural sobre los temas de agenda de fondo y coyunturales. 10. Asegurar que las agendas de trabajo, además de ser consensuadas, contengan tanto temas coyunturales como temas de fondo, de modo de promover un diálogo proactivo y no sólo reactivo. 11 11. Buscar que la agenda de trabajo del grupo se orienten a articularse con la agenda pública nacional y subnacional en espacios institucionales, a fin de que el diálogo y los consensos que se vaya madurando tengan un nivel de alcance e influencia a nivel institucional. 12. Promover activamente las condiciones para el desarrollo de procesos de diálogo multiactor vinculados al ámbito de la minería y el desarrollo sostenible tanto a nivel nacional, regional y local, a partir de los insumos generados en el grupo y desde un rol de imparcialidad. 13. Sistematizar las reflexiones y aprendizajes entorno a los temas discutidos, identificando los las zonas de convergencia y divergencia, a fin de establecer los matices en los puntos de vista que permitan ir madurando y profundizando el diálogo. 14. Realizar análisis de casos tanto en el Foro como en espacios especiales ad hoc, procurando la búsqueda de aprendizajes sobre prácticas de transformación de conflictos tanto en el plano de los procesos como de las propuestas sustantivas. 15. Mantener como componente importante en las reuniones del Foro el espacio de presentación de informes sobre la problemática locales, procurando que se expresen los distintos puntos de vista sobre cada caso. 16. Fortalecer el trabajo de comunicación e información sobre el GDMDS en cuanto a sus actividades y funcionamiento como plataforma. 17. Cuidar que cada sub-espacio o instancias del grupo (Foro, internet, GDD y comisiones) no afecta a la otra sino que la potencie, lo cual implica orientar los esfuerzos a que la participación en el grupo sea percibida como una experiencia de diálogo genuino. 18. Elaborar un plan estratégico consensuado, participativo y plural, orientado a fortalecer y darle sostenibilidad al grupo como plataforma multiactor de diálogo donde una pluralidad de voces interactúan de manera constructiva, más allá de sus distintos puntos de vista, para tratar una agenda común. En este sentido, en la medida que el grupo no es una institución sino un espacio, el esfuerzo del planeamiento debiera concentrase, más que en determinar resultados en relación con una agenda determinada, en el proceso que permitirá sostener la legitimidad y fortalecer la interacciones que el grupo promueva. 19. Desarrollar la articulación con distintas experiencias extranjeras de diálogo, cuidando que su materialización no implique la detracción de recursos y que no se perciba como una búsqueda de oportunidades personales, sino más 12 bien como una oportunidad de aprendizaje, profundización y fortalecimiento de la plataforma como proceso de diálogo multiactor y genuino. 20. Fortalecer la estructura metodológica de la plataforma de manera que fomente las interacciones dialógicas, recogidas en los principios del grupo: 20.1. Utilizar el formato metodológico de “mesa redonda” para las reuniones del Grupo de Diálogo Directo, el mismo que debería estar conformado por un grupo de veinte miembros con alta incidencia y que representen de manera plural y balanceada a todos los grupos de interés a manera de un “microcosmos” del GDMDS. 20.2. El Foro debería conservar su identidad de espacio abierto de amplia participación y promotora del diálogo, realizando ajuste en aspectos de procedimentales: calendarización de las reuniones, agendas de trabajo que incluyan temas coyunturales y de fondo; difundir información relevante con anticipación vía electrónica (documentos, presentaciones a ser utilizados por los expositores, etc.); estructura del espacio físico que fomente una interacción más directa y personalizada; sistematizar la información de la reunión y socializarla de manera comunicacionalmente amigable; cuidar con detalle los aspectos logísticos a fin de facilitar el manejo del tiempo y el flujo de la interacción. 20.3. Hacer ajustes a la plataforma de Internet de tal forma que los actores sientan que se les brinde de forma amigable información clara, transparente y oportuna, que facilite la interacción virtual, pensada en sobretodo en aquellos miembros no familiarizados con el uso de recursos informáticos y promoviendo eventualmente programas de capacitación para su conocimiento y manejo. 20.4. Establecer reglas consensuadas de interacción en el espacio virtual (listas de interés de correo electrónico) sobre la base de los principios del grupo, las mismas que deben limitar los excesos de los participantes a la vez que asegurar la libertad de expresión y comunicación de las ideas. Contribuiría en la gestión constructiva de la interacción comunicativa, que el espacio virtual cuente con un moderador que utilice las técnicas modernas de facilitación para plataformas virtuales. 20.5. Articular de manera más explícita y difundida eventos complementarios a la reunión del Foro para fortalecer los procesos intra e intergrupales como: espacios de diálogo para la articulación de la Red de líderes 13 sociales; espacios de interaprendizajes vivenciales; talleres de capacitación en diversos temas de interés, entre otros. 14