GDM Conclusiones y Percepciones

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Proyecto
RESUMEN EJECUTIVO
Resultados plataforma del Grupo de Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible
ELABORADO EN BASE A RESULTADOS DEL ESTUDIO
“Diagnóstico y Recomendaciones de Intervención:
Condiciones para el impulso y fortalecimiento de procesos de diálogo
multiactor de líderes de alcance nacional y regional en el ámbito de las
industrias extractivas”
Estudio elaborado en el marco del Proyecto DIALOGA por:
1
PRESENTACIÓN
El presente resumen ejecutivo
sintetiza los resultados del diagnóstico
situacional sobre el Grupo de Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible (GDMDS).
Este forma parte de un
estudio más amplio sobre espacios de diálogo
multiactor de líderes de alcance nacional y regional, realizado entre junio y
octubre del 2011 por ProDiálogo en el marco del proyecto DIALOGA “Alianza
por la Transformación de conflictos en el ámbito de las industrias extractivas”,
como documento de trabajo para orientar el trabajo y la participación del equipo
del proyecto.
1
La ejecución de Dialoga se inició en febrero del 2011, con el apoyo de USAID
bajo la responsabilidad de CARE Perú en alianza con la Asociación Civil Labor,
Redes para el Desarrollo Social (Red Social), ProDiálogo, y Seguimiento, Análisis
y Evaluación para el Desarrollo (SASE). El proyecto viene operando en tres
regiones del Perú (Apurímac, Cajamarca y Arequipa), teniendo como finalidad
contribuir a fortalecer las condiciones para el diálogo multiactor, necesarias
para la transformación de conflictos y el desarrollo sustentable del Perú, en el
ámbito de la minería y el sector de hidrocarburos.
El estudio en mención se propuso como objetivos: contar con un diagnóstico de
las condiciones existentes en las zonas de intervención del proyecto y contar
con pautas de intervención estratégicas y metodológica para que el equipo
pueda desarrollar acciones orientadas a contribuir en la generación de
condiciones para la creación, impulso y fortalecimiento de iniciativas de diálogo
multiactor de líderes de alcance nacional y regional desde los cuales promover
una Cultura de Diálogo con perspectiva transformativa. Por lo tanto, los
enfoques de base sobre los que se ha desarrollado el estudio son los de
Transformación
de Conflictos y
Construcción de
la
Paz. Desde
estas
perspectivas se plantean la necesidad de diferenciar la violencia del conflicto.
Los conflictos son parte inherente a la naturaleza e interacción humana, siendo
el síntoma de problemas entorno a los cuales se generan tensiones que
necesitan ser abordados adecuadamente, aprovechando estas situaciones como
oportunidades de cambio constructivo. Así, los conflictos no son buenos ni
malos en sí mismos, sino la forma como reaccionamos y respondemos ante
1
El equipo que participó en el proceso del estudio en relación con el GDMDS estuvo conformado por Javier
Caravedo, Iván Ormachea, Gustavo Moreno y Omar Elias de ProDiálogo. Asimismo, conté con la colaboración
de Karina Peña y Omar Varilas de Care Perú como parte del equipo del proyecto DIALOGA.
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ellos, lo cual determinará si el conflicto es destructivo (violencia) o constructivo
(cambio proactivo, pacífico y positivo). El diálogo genuino es precisamente la
herramienta fundamental para abordar preventiva y transformativamente los
problemas subyacentes que alimentan los conflictos, y por tanto son la vía
democrática por definición para la construcción de la paz social. Sin embargo,
los procesos de diálogo presentan sus propias complejidades y retos que son
necesarias de gestionar. A la luz de esta perspectiva resulta clave contar con
una mirada situacional de plataformas como, en este caso, el GDMDS que han
venido
contribuyendo
al
impulsa
el diálogo
multiactor,
a fin obtener
aprendizajes que permitan consolidar las fortalezas y trabajar sobre las
debilidades.
La investigación está basada en la revisión de fuentes secundarias, un taller
participativo con once líderes sociales, entrevistas en profundidad semiestructuradas con dieciocho actores, reuniones con el comité coordinador,
observación participante de reuniones del GDMDS y encuestas a veintiún
participantes. El estudio implica la realización de un análisis cualitativo, a partir
de percepciones de los propios actores. No se trata de un estudio cuantitativo
que pretenda rigor estadístico, sino más bien recoger una mirada integral desde
los aspectos subjetivos constitutivos de los vínculos, que son los que finalmente
movilizan las dinámicas de relacionamiento. Bajo esa óptica las entrevistas y
encuestas a los actores fueron realizadas procurando una perspectiva multiactor
(empresa, organizaciones sociales de base, ONGs y Estado). En ese mismo
sentido, el punto de partida y perspectiva metodológica del presente análisis es
la de un tercero observador imparcial que utiliza un enfoque y marcos de
análisis señalados. Las limitaciones que encontró el estudio están relacionadas
al tiempo y a recursos disponibles para llegar a la mayor cantidad de actores
relevantes, así como la disponibilidad de éstos.
RESUMEN EJECUTIVO
Los resultados del diagnóstico revelan un conjunto de elementos que configuran
el perfil actual del GDMDS como plataforma de diálogo, a partir de la mirada de
los actores vinculados directa e indirectamente a él, ya sea de manera
comprometida o crítica. Las variables observadas son: naturaleza del espacio,
actores y proceso grupal, ámbito de actuación, organización y estructura
3
metodológica, calidad del diálogo practicado, fortalezas y debilidades para el
desarrollo del diálogo.
Respecto a la naturaleza y propósito del grupo, éste es percibido como una red
abierta de vínculos de personas que conforman un grupo diverso y plural
provenientes de distintos sectores (comunidades, empresa, sociedad civil,
Estado, cooperación internacional, medios de comunicación y consultoras, entre
otros). Se expresa a través de distintos espacios de interacción grupal (Foro,
Grupo de Diálogo Directo, Comisiones de trabajo y red virtual). El Foro es el
espacio de encuentro que para los actores expresa el núcleo de su identidad
como espacio. Los otros espacios de encuentro no son referidos en la misma
medida, salvo por quienes participan activamente en ellos. El Foro es visto como
un espacio que promueve el acercamiento entre líderes, la escucha y el
intercambio no vinculante de puntos de vista, mejora la confianza y las
relaciones entre los actores, compartiéndose información, generando contactos
y buscando alcanzar niveles de consenso básico sobre temas claves vinculados a
la minería y el desarrollo para influenciar en la formulación de políticas públicas.
Así, el grupo se desarrolla como una plataforma que articula espacios de
encuentro y procesos de diálogo social multiactor de líderes. En tal sentido,
puede caracterizarse como un grupo-proceso. No es un espacio de negociación
de conflictos locales, ni un espacio político-institucional de concertación.
Respecto a los actores y el proceso grupal, si bien no hay una identidad
compartida entre las personas que participan en el grupo, dada su diversidad;
existe una identidad colectiva más o menos reconocible en relación con la
pertenencia al grupo en tanto participante, con distintos matices en cuanto al
compromiso y crítica al mismo. Los actores involucrados refieren tener poca
experiencia previa de espacios de diálogo multiactor de estas características.
Las principales motivaciones para participar son: hacer contactos, generar
confianza, conocer información relevante, estar al tanto de los procesos y
promover consensos. Opera la percepción que están representados todos los
sectores involucrados de manera plural, sin embargo también se reconoce que
la identidad del grupo en cuanto a su composición, se ha ido matizando en los
últimos años en función de los tipos de participantes, su nivel de actividad,
liderazgo y representatividad respecto del sector de procedencia. Hay la clara
percepción que el coordinador es quien lidera el grupo, constituyéndose en la
imagen de éste. En general los actores no identifican la existencia de un
liderazgo conjunto, compartido y colegiado del grupo como tal, más allá de
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identificar eventualmente la participación activa de determinadas personas. En
tal sentido, la identificación y disposición afectiva de los actores con el GDMDS
como colectivo, y a participar en su marcha como proceso, en gran medida esta
vinculada a las percepciones que se tiene sobre el desenvolvimiento y
desempeño del coordinador, en base a entendimientos diversos de cual debería
ser su rol. Un grupo de actores importantes vinculados a los orígenes y
desarrollo del grupo, sostienen que la dinámica del grupo se va configurando a
partir la conducción del coordinador en sinergia con un número definido de
interlocutores vinculados con un grupo de consultores, ONGs y líderes
empresariales. Como consecuencia de lo cual perciben que se está perdiendo
los matices en las voces que se expresan en el grupo, especialmente de las
posturas más críticas a la actividad minera. De otro lado, se percibe el riesgo
que el grupo se convierta en la práctica en un grupo limitada y con poca
capacidad de proyección más amplia (“círculo de amigos” en los términos de un
entrevistado).
En general se identifican dos etapas en la evolución del proceso grupal: los
inicios, marcado por los primeros acercamientos entre actores confrontados que
aprendieron a interactuar de manera cordial y encontrando terreno para el
intercambio constructivo de puntos de vista sin de dejar de lado sus agendas; y,
un segundo, marcada por el crecimiento del número de participantes -especialmente consultores- atraídos por la experiencia, y por el alejamiento de
actores claves y activos originalmente, situación que ha afectado la dinámica y
recursos del grupo. El alejamiento se ha producido de diversas maneras y por
diversas razones. En base al conjunto de miradas, el distanciamiento en la
participación activa y directa de actores del sector empresarial estaría
relacionada con: 1) los actores claves se conocen y reconocen en sus estilos y
posiciones en distintas instancias más allá del mismo grupo, no haciendo
necesaria una interacción “cara a cara” frecuente; 2) la pérdida de interés dada la
presencia creciente de consultores, lo cual diluye la voz de otros actores que
son parte directamente vinculadas e influyentes en los procesos locales; 3) en el
Foro ya no se juegan los procesos de decisión de los temas de fondo; 4) la
inversión de tiempo de participación. Asimismo, hay un marcado alejamiento y
crítica de un grupo de líderes provenientes de ONGs activistas en la defensa de
derechos y el medio ambiente, que fueron activos participantes en los orígenes
del grupo, principalmente por dos factores: sensación de maltrato personal e
institucional; y, percepción que el proceso está estancado y perdiendo en
pluralidad y equilibrio, acortando los espacios reales de diálogo, por una
5
creciente cercanía percibida al sector empresarial. La disminución en cuanto a
los recursos que sustentan las actividades del grupo, ha tenido igualmente
impacto en la imagen del grupo respecto de su pluralidad y balance. Los
alejamientos son percibidos como pérdidas por otros integrantes del grupo,
sobre todo por parte de aquellos provenientes de la sociedad civil. Sobre la
participación de líderes sociales y comunitarios se identifica una brecha por
saldar en cuanto a la participación de líderes de base provenientes de los
entornos sociales de las distintas zonas donde se ubican los proyectos mineros
más relevantes, así como de interlocutores sociales locales con proyección
regional y nacional. Se observa una preponderancia de líderes sociales
provenientes del sur. En cuanto a la presencia del Estado esta se ha
caracterizado por la participación ocasional y puntual de algunos funcionarios,
por una apuesta personal más que un compromiso y apoyo institucional. Hay un
reclamo de los demás actores en mayor participación de funcionarios estatales,
pero los funcionarios tienen cierto temor de generar expectativas y además
priorizan espacios institucionales donde si pueden construir consensos
gremiales con los distintos grupos de interés.
Respecto al ámbito de actuación, existe el entendimiento común que éste tiene
un alcance nacional en cuanto a los temas de agenda, los actores participantes y
los escenarios de análisis. No obstante, se percibe que el espacio tiene una
dinámica
“centralizada”
debiéndose
desplegar
esfuerzos
para
llevar
la
experiencia a las regiones. Hay una insistente demanda por “descentralizar” las
actividades del grupo. Algunos enfatizan que esto debe darse apoyando,
complementando y fortaleciendo los procesos institucionales existentes.
Respecto a la agenda del grupo, existe el común entendimiento que está
orientada a tratar temas de fondo vinculados a la minería y el desarrollo
sustentable del país, aunque los procesos y las coyunturas han ido marcando la
agenda concreta. Así, entre los temas que se reconocen haberse abordado
están: institucionalidad ambiental, participación ciudadana y estudios de
impacto ambiental, consulta previa, monitoreo ambiental, gestión de cuencas y
recursos hídricos, responsabilidad social, aportes económicos de la minería
(Canon, Regalías, Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo- Aporte
Voluntario), desarrollo local, empresas comunales, minería artesanal e informal,
entre otros. En la agenda también se incluye informes sobre casos locales y se
promueve la reflexión desde distintos puntos de vista a fin de profundizar en el
análisis y contribuir a vislumbrar salidas pacíficas a los conflictos, especialmente
en coyunturas de crisis. Los distintos grupos de interés tienen matices en cómo
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enmarcan y plantean los temas. Los actores empresariales muestran más una
preocupación por generar mayor comprensión, desde su perspectiva, sobre las
actividades mineras y sus beneficios, por ello la definición de la agenda se
plantea en términos generales. Para la sociedad civil, la agenda se plantea en
términos de la necesidad de enfocarla de manera más específica y sobre temas
de fondo con el fin de lograr consensos básicos (agua, EIA, monitoreo, consulta,
zonificación económica y ecológica y ordenamiento territorial, entre otros). Los
líderes sociales están más enfocados en agendas coyunturales y locales, en
búsqueda de soluciones concretas dado que tienen que atender expectativas de
sus bases y rendir cuenta ante ellas, buscando evitar generar la imagen ante
ellas que su participación en el grupo implica un debilitamiento de su posición
frente a los intereses empresariales. Por otro lado, se observa una fuerte
tendencia a considerar que el desarrollo de la agenda del grupo, de manera
plural, debiera influenciar de manera más decidida en la formulación de
políticas públicas. Algunos ven la necesidad que el liderazgo del diálogo sea
asumido por el Estado para que se institucionalice. Otros consideran que el
grupo debiera implicar un acercamiento a las instancias institucionales para
aportar como insumos al debate público. Aunque otros consideran que el
espacio se mantenga netamente como espacio de diálogo para fortalecer
vínculos.
Respecto a la organización y estructura metodológica, en sus inicios la
organización del grupo estuvo básicamente conformada por el coordinador y un
equipo básico de apoyo logístico. En esta etapa, la interacción se realizaba bajo
el formato de “mesa redonda”. Habiendo alcanzado un número cercano a las
cien personas, el espacio adquirió implícitamente un formato de foro. La
metodología de “mesa redonda” se trasladó a las comisiones de trabajo. La
necesidad de continuar con una interacción con las características original del
grupo, originó que se constituyera el denominado Grupo de Diálogo Directo
(GDD). La ampliación del grupo y su consolidación implicó la necesidad de
gestionar la interacción a través de plataformas virtuales en internet. Este
crecimiento grupal, y la tensión por organizar y gestionar la dinámica de una
manera más eficiente y compartida, llevaron a la ampliación del equipo ejecutor
de apoyo para atender temas logísticos, de comunicaciones y manejo de
recursos. Asimismo, se constituyó un Comité Coordinador colegiado de tres
personas quienes se encargan de organizar la agenda y el calendario, así como
a sistematizar los aprendizajes y consensos que se van construyendo.
Eventualmente el grupo promueve actividades de encuentro más allá de los
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espacios señalados: pasantías, visitas in situ, actividades conjuntas. Se observa
que no todos los actores tienen un igual conocimiento sobre la estructura
orgánica del grupo. Todos conocen e identifican al grupo a partir de su
coordinador y las reuniones de Foro. No sucede lo mismo en relación con los
otros espacios e iniciativas impulsadas (Red Nacional de Comités de Monitoreo
Ambiental Participativo, por ejemplo). La mayoría refiere conocer la existencia
de comisiones, pero no hay necesariamente una claridad sobre cuantas son, qué
temas tratan, cuál es su dinámica y cómo se articulan con el proceso general.
Respecto a la calidad del diálogo practicado, la mayoría de participantes tienen
una mirada del diálogo relacionada con la búsqueda de acercamientos para
mejorar las relaciones y la comunicación entre actores, así como para la
búsqueda de la construcción de consensos. Hay una valoración compartida del
diálogo, pero siempre que sea practicado de manera genuina. La calidad del
diálogo del Foro es mayoritariamente valorada como adecuada; sin embargo,
hay cierta preocupación que la dinámica esta perdiendo fuerza y declinando en
calidad dialógica dado el crecimiento del grupo por la presencia de nuevos
actores, que hace que metodológicamente se dificulte mantener el tipo de
interacción original, así como la orientación en la gestión del espacio. Se
reconoce la complejidad y dificultad de organizar la dinámica del Foro, pero en
general también se reconoce la necesidad de hacerlo. Existen también algunos
cuestionamientos a la metodología que se viene empleando: poco tiempo a
informes, estructura expositiva, no hay organicidad en cuanto a la información
que circula, a la calendarización anticipada de la reuniones y las agendas.
Algunos cuestionan la realización de ciertas dinámicas y ejercicios, así como
rituales, por considerarlos fuera de lugar y porque que mediante ellos se
pretenden, según esta percepción, forzar afectos entre actores que van a
defender intereses. La práctica del diálogo de ida y vuelta entre todos los
participantes en condiciones de igualdad de participación se mantiene en su real
dimensión a nivel de las comisiones y el Grupo de Diálogo Directo. En cuanto a
la calidad del diálogo practicado la mayoría de actores reconoce que en las
interacciones en el espacio del Foro hay en general buena fe, respeto, tolerancia
y escucha. La mayoría de actores identifica que la calidad del diálogo a través
del internet es sustancialmente menor. Hay quienes señalan que se ha perdido
el diálogo en ese espacio debido a los ataques personales que se han producido
y el protagonismo de un grupo pequeño pero activo de actores que han
“monopolizado” el intercambio y han “intoxicado el diálogo”, lo cual no ha
podido
ser
adecuadamente
moderado.
Para
otro
grupo
este
tipo
de
8
intercambios son parte natural de estos procesos complejos y si bien no
necesariamente
aprueban las formas consideran que no deberían moderarse
por el coordinador del grupo porque ello implicaría una suerte de censura que
iría en contra del espíritu del espacio. Lo cierto es que estas dinámicas han
terminado afectando a la composición, participación y dinámica del grupo,
generando una desafección y brechas de desconfianza entre actores. Los
actores reconocen en su mayoría que en ellos se ha producido un cambio
personal a través del aprendizaje de las perspectivas de los demás, pero
también hay una preocupación respecto del retroceso que algunos perciben se
viene produciendo por las dinámicas señaladas.
Respecto a las condiciones para el desarrollo del diálogo, las fortalezas se
encuentran en la capacidad de promover el acercamiento voluntario, la
articulación y confianza entre múltiples y diversos actores con experiencia e
influencia, la capacidad de generar información clave y agendas de fondo; la
existencia de una dinámica horizontal, una perspectiva intercultural y con
equidad de género. Asimismo, se reconoce como una experiencia nueva e
innovadora y la generación de oportunidades para fortalecer las capacidades de
los líderes, especialmente de sector social. Las debilidades identificadas del
grupo
están
relacionadas
con
la
necesidad
de
una
metodología
más
estructurada que en el contexto actual del grupo es considerada como
disfuncional al proceso, no contándose con un plan estratégico; el limitado
financiamiento; la falta de difusión adecuada de la información entre los propios
participantes; el liderazgo y conducción del grupo percibido como un círculo
limitado; el
débil y poco constructivo manejo del internet como medio de
comunicación e interacción; la poca participación de los líderes sociales y del
Estado; así como la débil coordinación con espacios regionales y la
”centralización” del desarrollo de actividades.
RECOMENDACIONES
En
base
a
los
resultados
del
diagnóstico
alcanzamos
las
siguientes
recomendaciones de orientación estratégica y metodológica que apuntan a
fortalecer el proceso impulsado por la plataforma del GDMDS:
1. Mantener la naturaleza del grupo como una red abierta, libre, no vinculante,
que promueve el diálogo a nivel personal entre una diversidad de líderes,
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pero reconociendo que estos expresan las percepciones, discursos e
intereses de los grupos de los cuales provienen.
2. Afianzar la identidad del grupo sobre la base de su conformación por
personas comprometidas con una Cultura del Diálogo, más allá de sus
diferencias, motivaciones y agendas particulares; de manera que se vaya
consolidando un capital social que pueda influir positivamente en espacios y
procesos de alcance locales, regionales y nacionales.
3. Hacer esfuerzos por resaltar el carácter colegiado de la coordinación del
grupo (Comité Coordinador y Comisiones de trabajo), promoviendo así un
sentido de liderazgo compartido y co-responsabilidad conjunta en la gestión
de la plataforma. Para ello sería importante fortalecer la difusión de
información sobre el Comité Coordinador (organización, miembros, roles,
funciones y actividades) y los distintos sub-espacios; además de visibilizar
en la práctica la distribución de roles y tareas.
4. Ampliar las sinergias del Comité Coordinado con un mayor número de
interlocutores, especialmente del lado de liderazgos sociales, funcionarios
del estado y ONGs activistas en temas ambientales y defensa de derechos.
5. Considerar que el principal activo de una plataforma de diálogo multiactor es
su
legitimidad
como
tal,
en
tal
sentido
orientar
el
trabajo
a
permanentemente cuidar, fortalecer y proyectar el carácter autónomo, plural
y balanceado del grupo tanto en la búsqueda diversificada de las fuentes de
financiamiento
(cooperación
internacional,
empresas
y
ONGs);
la
participación de actores en los distintos sub-espacios; las adhesiones en los
pronunciamientos y las propuestas sobre agendas que trabaja el grupo.
6. En cuanto a la participación de actores será importante trabajar en
promover:
6.1.
La recuperación de la participación de aquellos actores que se han
alejado del grupo, especialmente de líderes de la sociedad civil y del
sector empresarial que tienen capacidad para influenciar las dinámicas
de relacionamiento entre los distintos grupos de interés en el ámbito
minero y que estuvieron vinculados activamente al inicio y desarrollo
del grupo.
6.2.
La incorporación de líderes sociales y comunales provenientes de los
entornos de las distintas zonas donde se ubican los proyectos mineros
más importantes, facilitando su articulación por ámbito territorial
(norte, centro y sur) y fomentando su participación en los distintos
sub-espacios. Asimismo, sostener el apoyo en las gestiones que
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realicen ante autoridades públicas, con la finalidad de consolidar sus
capacidades de interlocución mediante el diálogo.
6.3.
La sensibilización de los funcionarios públicos con poder de decisión
relacionados a los sectores involucrados con la problemática de la
minería, el medio ambiente y comunidades (Energía y Minas; Ambiente;
Cultura, especialmente) sobre la importancia y rol del diálogo social en
el ámbito de la minería, a partir del cual madurar agendas y generar
aprendizajes que sirvan de insumos para la formulación de políticas
públicas en los espacios institucionales. De esta manera, se buscaría
promover y facilitar la participación activa de funcionarios directamente
involucrados
en temas de interés en los procesos que impulse el
GDMDS, con apoyo institucional
pero sin que ello implique
comprometer decisiones.
6.4.
Mayor participación de la cooperación internacional, tanto de la
multilateral como de la bilateral, especialmente de los países de
procedencia de la inversión minera y las que trabajan temas de
desarrollo, derechos y medios ambiente.
7. Impulsar la reactivación de la Red Nacional de Comités de Monitoreo y
Vigilancia Ambiental Participativa, como una de las iniciativas que surgen de
las sinergias del GDMDS, brindándole acompañamiento, soporte organizativo
y asistencia técnica, promoviendo simultáneamente su propio liderazgo para
su autonomía y sostenibilidad como red.
8. Fomentar la red de facilitadores que participan del GDMDS, como otra de las
iniciativas que surgen de las sinergias del grupo, y que eventualmente podría
constituirse en recurso profesional y capital social para contribuir en
situaciones concretas como terceros en la prevención y transformación de
conflicto sociales.
9. Impulsar el proceso de “descentralización” del GDMDS, en el sentido de
buscar apoyar, complementar y fortalecer los procesos existentes en los
niveles subnacionales, especialmente si son institucionales, replicando la
experiencia de practicar el diálogo multiactor de líderes. Este proceso
debiera estar orientado principalmente a generar espacios de interacción y
reflexión conjunta a partir de llevar información desde una perspectiva plural
sobre los temas de agenda de fondo y coyunturales.
10. Asegurar que las agendas de trabajo, además de ser consensuadas,
contengan tanto temas coyunturales como temas de fondo, de modo de
promover un diálogo proactivo y no sólo reactivo.
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11. Buscar que la agenda de trabajo del grupo se orienten a articularse con la
agenda pública nacional y subnacional en espacios institucionales, a fin de
que el diálogo y los consensos que se vaya madurando tengan un nivel de
alcance e influencia a nivel institucional.
12. Promover activamente las condiciones para el desarrollo de procesos de
diálogo multiactor vinculados al ámbito de la minería y el desarrollo
sostenible tanto a nivel nacional, regional y local, a partir de los insumos
generados en el grupo y desde un rol de imparcialidad.
13. Sistematizar las reflexiones y aprendizajes entorno a los temas discutidos,
identificando los las zonas de convergencia
y divergencia, a fin de
establecer los matices en los puntos de vista que permitan ir madurando y
profundizando el diálogo.
14. Realizar análisis de casos tanto en el Foro como en espacios especiales ad
hoc,
procurando
la
búsqueda
de
aprendizajes
sobre
prácticas
de
transformación de conflictos tanto en el plano de los procesos como de las
propuestas sustantivas.
15. Mantener como componente importante en las reuniones del Foro el espacio
de presentación de informes sobre la problemática locales, procurando que
se expresen los distintos puntos de vista sobre cada caso.
16. Fortalecer el trabajo de comunicación e información sobre el GDMDS en
cuanto a sus actividades y funcionamiento como plataforma.
17. Cuidar que cada sub-espacio o instancias del grupo (Foro, internet, GDD y
comisiones) no afecta a la otra sino que la potencie, lo cual implica orientar
los esfuerzos a que la participación en el grupo sea percibida como una
experiencia de diálogo genuino.
18. Elaborar un plan estratégico consensuado, participativo y plural, orientado a
fortalecer y darle sostenibilidad al grupo como plataforma multiactor de
diálogo donde una pluralidad de voces interactúan de manera constructiva,
más allá de sus distintos puntos de vista, para tratar una agenda común. En
este sentido, en la medida que el grupo no es una institución sino un
espacio, el esfuerzo del planeamiento debiera concentrase, más que en
determinar resultados en relación con una agenda determinada, en el
proceso que permitirá sostener la legitimidad y fortalecer la interacciones
que el grupo promueva.
19. Desarrollar la articulación con distintas experiencias extranjeras de diálogo,
cuidando que su materialización no implique la detracción de recursos y que
no se perciba como una búsqueda de oportunidades personales, sino más
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bien como una oportunidad de aprendizaje, profundización y fortalecimiento
de la plataforma como proceso de diálogo multiactor y genuino.
20. Fortalecer la estructura metodológica de la plataforma de manera que
fomente las interacciones dialógicas, recogidas en los principios del grupo:
20.1. Utilizar el formato metodológico de “mesa redonda” para las reuniones
del Grupo de Diálogo Directo, el mismo que debería estar conformado
por un grupo de veinte miembros con alta incidencia y que representen
de manera plural y balanceada a todos los grupos de interés a manera
de un “microcosmos” del GDMDS.
20.2. El Foro debería conservar su identidad de espacio abierto de amplia
participación y promotora del diálogo, realizando ajuste en aspectos de
procedimentales: calendarización de las reuniones, agendas de trabajo
que incluyan temas coyunturales y de fondo; difundir información
relevante con anticipación vía electrónica (documentos, presentaciones
a ser utilizados por los expositores, etc.); estructura del espacio físico
que fomente una interacción más directa y personalizada; sistematizar
la
información
de
la
reunión
y
socializarla
de
manera
comunicacionalmente amigable; cuidar con detalle los aspectos
logísticos a fin de facilitar el manejo del tiempo y el flujo de la
interacción.
20.3. Hacer ajustes a la plataforma de Internet de tal forma que los actores
sientan que se les brinde de forma amigable información clara,
transparente y oportuna, que facilite la interacción virtual, pensada en
sobretodo en aquellos miembros no familiarizados con el uso de
recursos informáticos y promoviendo eventualmente programas de
capacitación para su conocimiento y manejo.
20.4. Establecer reglas consensuadas de interacción en el espacio virtual
(listas de interés de correo electrónico) sobre la base de los principios
del grupo, las mismas que deben limitar los excesos de los
participantes a la vez que asegurar la libertad de expresión y
comunicación de las ideas. Contribuiría en la gestión constructiva de la
interacción comunicativa, que el espacio virtual cuente con un
moderador que utilice las técnicas modernas de facilitación para
plataformas virtuales.
20.5. Articular de manera más explícita y difundida eventos complementarios
a la reunión del Foro para fortalecer los procesos intra e intergrupales
como: espacios de diálogo para la articulación de la Red de líderes
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sociales;
espacios
de
interaprendizajes
vivenciales;
talleres
de
capacitación en diversos temas de interés, entre otros.
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