Grupo B 124899 139416 139421 139450 141760 SÍNTOMAS Y ORIGEN DEL VIRUS ÉBOLA A lo largo del tiempo se ha pensado que las enfermedades son castigo divino, sentimos que conforme avanza la ciencia se atrasan los pensamientos del hombre. En esta ocasión este trabajo se enfoca en algo que causo impacto y alta preocupación para todos, el ya tan sonado “virus Ébola”… se hace énfasis en su origen que a pesar de que los casos se han dado desde ya hace casi 40 años, el día de hoy se ha plasmado fuertemente en el área de la salud gracias a los casos de muerte que ha presentado, su alta tasa de mortalidad es más preocupante en estos tiempos. También se enfoca en la sintomatología que presenta, con peculiaridades como hemorragias internas, fallas renales y erupciones de la piel entre las principales más fuertes… pero no es todo esto ya lo suficientemente preocupante como para que todavía se crea o se confundan los síntomas con ¿otras enfermedades?... existen científicos que dicen que el contagio puede ser hasta por el aire, entonces ¿en qué podemos confiar? Hagamos un análisis, para conocer bien una enfermedad lo primero que debemos conocer es su origen, es decir, que factor desarrollo todo el problema, después buscar los primeros casos que se presentaron de esa enfermedad, compararlos con los de la actualidad para ver si el virus ha evolucionado y al final decidir cuáles son los síntomas principales para que se le pueda dar un tratamiento adecuado al paciente.Los virus siempre van a existir, por eso nuestra ciencia avanza creando vacunas contra ellos, evitando pérdidas humanas. Para este ya famoso virus del ébola aún no se ha creado vacuna, por eso debemos reconocer muy bien sus síntomas en caso de que llegara a sucedernos y saber qué medidas tomar para no infectar a más personas y salvaguardar la vida humana. Si quieren saber más sobre su origen y sus síntomas sigan leyendo… El origen del Ébola ha sido un tema muy discutido, inclusive ha sido visto como un signo de ofensa a las divinidades, mucho de esto basado en que “en el Deuteronomio hay varias referencias a la fiebre, con la que Dios herirá al hombre por desobediente. Fiebres ardientes, peste amarga, tisis, inflamación y hambre serán su castigo.” (Ramírez, 2006) Sobre todo en los últimos tiempos en que ha sido causa de gran preocupación para varios países alrededor del mundo. Para hablar del origen del Ébola es posible remontarnos a eventos históricos que nos dan una idea de la posible antigüedad de la enfermedad. Entre estos eventos históricos se puede hacer mención de la Plaga de Atenas, la cual ocurrió en tiempos de la Guerra del Peloponeso alrededor del 430 a.C. y que hoy en día sigue siendo un gran misterio médico y es mejor conocido como el síndrome de Tucídides. Según la revista chilena de infectología (2011) al haber recopilado los escritos de Tucídides describen los síntomas del sindrome de principio a fin y es posible encontrar grandes similitudes al Ébola, desde los primeros síntomas, el desarrollo, e inclusive la inmunidad del paciente que lograba recuperarse. Sin embargo, sabemos que el primer caso registrado de Ébola ocurrió hasta 1976, a pesar de que unos años antes fue confundido con otro brote de una enfermedad muy similar ocasionada por el virus Marbug. Este virus, conocido como el virus del Ébola por un tiempo, llegó a Europa en agosto de 1967 desde Uganda, siendo los monos Cercopithecus aethiops los portadores de dicho virus. Se reporta que el personal que mantenía a dichos monos en buen estado, limpiándolos, etcétera, comenzó a tener síntomas de contagio de dicho virus como fiebre, cefalea, mialgia y malestar generalizado. Para el año de 1975 se registró a un paciente con síntomas muy similares pero con algunas discrepancias con respecto al cuadro clínico presente en 1967. La sintomatología de la enfermedad ha ido avanzando conforme el virus ha mutado. Pero el virus Ébola aún no se hacía presente en los registros. Hoy sabemos por diversos estudios a las personas infectadas por el virus de Ébola que éste pertenece a la familia Filoviridae por la conformación morfológica y también se sabe que el Virus Marbug pertenece a la misma familia, lo cual explica las coincidencias patológicas que producen. El caso de 1975 es el de un joven viajero que recorrió Rhodesa. Este contagió a su vez a su compañero y a una enfermera que lo atendió, los cuales sobrevivieron. Un año después de los brotes, se observaron casos similares en E.E.U.U., Bélgica e Inglaterra con virus morfológicamente igual (Filiviridae) pero serológicamente diferentes. En 1976, tal como ya se mencionó se dieron los primeros casos de Ébola registrados. 318 personas fueron afectadas en la zona de Bumba y en el norte de Zaire con una mortalidad del 90%. 250 personas fueron afectadas en la zona sur de Sudan, lo que son las áreas de Nzara, Maridi y Lirangu pero con una mortalidad del 60% aunque en el área más afectada llego a ser del 80%. Para el 31 de julio del 2014 se han registrado 1407 casos de Ébola con 743 defunciones en África Occidental. En Guinea se obtuvieron 346 fallecimientos de 472 casos donde 20 defunciones de 33 casos eran trabajadores de salud, en Liberia se obtuvieron 181 muertes de 360 casos donde 28 de 47 trabajadores de salud murieron, en Nigeria sólo se presentó un caso y ese mismo falleció. En Sierra Leona de 574 casos, 215 fueron defunciones y 23 de 44 entre los trabajadores de salud. Todo esto gracias a la circulación interfronteriza de los países. Según los casos que hemos mencionado se puede recopilar una sintomatología general del virus Ébola en la que está la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panaméricana de la Salud (OPS), (OPS, 2014) el brote pone de manifiesto que uno de los agentes patógenos más letales que existen puede aprovechar cualquier deficiencia de la infraestructura sanitaria. El periodo de incubación del virus Ébola varía de entre 2 a 21 días, presentándose posteriormente los signos y síntomas. En el hombre, la enfermedad se manifiesta de diferente forma a diferencia de los animales y los signos han ido evolucionando conforme el virus ha mutado, pero existe sintomatología clave en la cual se pueden englobar y formar el cuadro clínico del Ébola. Se han detectado casos en los que la persona ha sido infectada con el virus pero no desarrolla la enfermedad ni presenta manifestaciones. Ahora bien, en aquellos donde sí se representa la patología los síntomas pueden variar. Para dar mención a éstos los clasificaremos según su origen; a nivel gastrointestinal se pueden presentar nauseas, vómitos, diarrea. En el nivel cardiovascular pueden encontrarse bradicardias, hemorragias internas en órganos y tejidos, y externas como la epistaxis y hematemesis. A nivel urinario desde una oliguria hasta el deterioro de la función renal. En el neurológico se presenta con confusión, desasosiego, incluso alteraciones del estado mental. Y en el nivel dermatológico la aparición de erupciones maculopapulares eritematosas en el torso y descamación cutánea. Encontrando también como signo característico la fiebre, dolor torácico, dolor de garganta, cefaleas, mialgias que prosiguen con letargia y llegan, en algunos casos, hasta el coma. Siendo necesario mencionar los resultados que pueden presentarse en exámenes de laboratorio, los cuales son: elevación de las transaminasas, leucopenia con linfocitosis relativa y trombocitopenia significativa. Claramente no encontraremos toda la sintomatología en un solo paciente, sino que varía de persona en persona, pudiéndose presentar manifestaciones leves en unas y en otras llevar un curso rápido y mortal. La OMS (2014) da a conocer el documento “Interim infection control recommendations for care of patients with suspected or confirmed Filovirus” que presenta la lista de precauciones que deben tomarse referente a cómo tratar las muestras, a los pacientes, así como la correcta disposición de los restos humanos. Desde tiempos muy remotos se ha descrito una enfermedad con gran similitud al Ebola, nadie nos dice que no fue el Ebola de hace muchos años ya que los virus tienen la capacidad de mutar respecto al ambiente a su entorno. Claro está que no se había notificado de este virus tan mencionado ya que en los países donde ha estado presente, desde hace tiempo, son países de muy bajos recursos los cuales no pueden defenderse de las enfermedades. Lo que se puede concluir con esto es que la enfermedad del Ebola ha sido muy alarmante estos últimos meses ya que está llegando a países con mayor “importancia,” países que tienen poder, que obviamente no quieren ser afectados y tienen los recursos para poder defenderse mejor de la enfermedad. REFERENCIAS: Organización Panamericana de la Salud (2003) Zoonosis y enfermedades trasmisibles comunes al hombre y a los animales. 3ra Edición. Disponible en: http://bvs.per.paho.org Ledermann, W. (2003) Ébola: Corta y reciente historia de un joven virus. Santiago, Chile. Disponible en: http://www.scielo.cl Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (2014) Enfermedad por el virus del Ébola, implicaciones de la introducción en las Américas. Disponible en: http://www.reporteepidemiologico.com Organización Mundial de la Salud (2014), Interim infection control recommendations for care of patients with suspected or confirmed Filovirus. Disponible en: http://apps.who.int Ramirez J., (2006) Algunas referencias a la fiebre a través de la histoia de la medicina. Disponible en: http://www.scielo.org.co Revista Chilena de Infectología (2011) ¿Qué fue la plaga de Atenas? Disponible en: http://www.scielo.cl