CONCLUSIONES SOBRE CONVIVENCIA ESCOLAR La participación ha sido de un 63% (113 encuestas de 179 entregadas). Pensamos que la respuesta ha sido buena pero mejorable. Esperábamos mayor participación. De los resultados obtenidos se desprende: El ambiente y el clima del centro es bueno o muy bueno; las relaciones entre los profesores y los alumnos, cordiales o muy cordiales; las relaciones entre los padres y madres, buenas o muy buenas. Estas tres consideraciones están apoyadas por el 70-90 % de los encuestados aproximadamente. En el extremo contrario aparece un 2% de las familias que considera que el clima es malo y las relaciones con tensiones. Por lo tanto el clima escolar en general es muy satisfactorio y sería bueno conocer estos casos, creemos que esporádicos, de problemas convivenciales. En cuanto a las relaciones entre los alumnos, los resultados reflejan que en un 90% son normales, muy cordiales y agradables, mientras que un 8% considera que hay división entre los que van bien en clase y los que no o que no hay relación entre ellos. Aparece de nuevo un 2% de familias que ha considerado que hay grupos con enfrentamientos. Sería interesante descubrir si son casos aislados o si hay algún problema que se desconoce. Para la mayoría de las familias, la actitud conflictiva más grave que pueden sufrir los alumnos son las amenazas, chantajes y obligación de hacer cosas en contra de su voluntad, seguidas por el daño físico (empujones, patadas), el rechazo y aislamiento del resto de compañeros, no dejarles participar en juegos, trabajos,…, los insultos, motes ofensivos, reírse y hablar mal de él. Un 63% de los niños ha sufrido en alguna ocasión las consecuencias de estas actitudes frente a un 25% que ha confesado que las ha promovido. La respuesta de los padres ha sido principalmente hablar con los maestros y ésta ha sido la indicación que las familias han dado a sus hijos. Es reseñable que un 7% de los alumnos ha ocultado los conflictos a padres y a profesores. La causa probable más señalada en los conflictos está en la propia personalidad del agresor. También se señalan problemas en el posicionamiento de los niños dentro de los grupos entre iguales y en menor medida en motivos racistas (14%) o sexistas (4%). Si se tiene en cuenta el contexto social que favorece estas conductas antisociales, en la familia es la permisividad de los padres y de los modelos éticos que se les proponen a los hijos, además de la soledad del niño ante el televisor y videojuegos. En un contexto más amplio, en la sociedad, se culpabiliza al aumento de la violencia, tanto en la calle como en el entorno laboral o en otros donde prima la competitividad. Los medios de comunicación, además, se consideran como muy influyentes para mostrar y promover conductas violentas. Las soluciones aportadas en la encuesta para mejorar la convivencia en el centro han sido ordenadas por los encuestados como prioritarias de la siguiente forma: -fomentar actividades recreativas y de tiempo libre -reconocer y valorar la diversidad de las personas -crear en clase sesiones de evaluación de actitudes -tener mayor participación de las familias en el centro -trabajar en grupos en el aula -poner normas de convivencia consensuadas -aplicar a rajatabla el Reglamento de Régimen Interior -poner más personas que colaboren en el aula -cambio de actitud del profesorado