Madrid, 1 de junio de 2015
uerida Familia Oblata:
Celebramos un nuevo aniversario de aquel maravilloso día 1° de Junio de 1864, en que
se abrían las puertas de nuestro “primer espacio vital” para las mujeres que por la
prostitución o la trata, sufren de explotación sexual.
Son 151 años que llevamos “compartiendo vida” desde este compromiso solidario que
se va encarnando en diversos países, adaptándose a diferentes culturas y desvelando
variados perfiles a la hora de dar respuestas a las situaciones complejas que viven las
mujeres y sus familiares, (especialmente sus hijas/os), favoreciendo procesos de
inclusión comunitaria, cultural y laboral.
Con espíritu renovado queremos celebrar aquellos valores innovadores, llenos de
audacia y marcados por las huellas de Jesús Redentor, que nuestros queridos Padres
Fundadores: Madre Antonia María de Oviedo y Schönthal y Padre José María Benito
Serra, destacaron en aquel momento histórico y que hoy, queremos actualizar desde la
Fundación Serra-Schönthal mostrando que siguen siendo válidos y valiosos.
Antonia y José María fueron capaces de detectar situaciones de exclusión y
explotación que vivían las mujeres a mediados del siglo XIX. Se dedicaron a
instruirlas, con el proyecto de Jesús Redentor que humaniza y libera, actuando
desde la pedagogía del amor, y logrando así, la promoción social y la
posibilidad de autogestión de manera integral.
Hoy, la Fundación “Serra – Schönthal”, quiere brindar a las mujeres
víctimas de explotación sexual, un apoyo económico que sea una
oportunidad más en su proceso de desarrollo integral, basado en
intervenciones interdisciplinarias desde los Proyectos de Misión Oblata.
El Obispo José María Benito Serra conmovido y con mucho dolor frente a las
diferentes formas de violencia que sufrían las mujeres, denunció ante las
autoridades de su época las prácticas de injusticia que las deshumanizaban.
Madre Antonia de la Misericordia, con pasión y convicción, fue denunciando en
cuanto espacio público y privado pudo, aquello que parecía invisible a los ojos
de la sociedad: no se respetaba la vida de muchas mujeres y jóvenes que
estaban sufriendo explotación sexual y a la vez exclusión social.
Hoy, la Fundación “Serra – Schönthal”, tiene la perspectiva de denunciar
las estructuras injustas, de los sistemas políticos, económicos y sociales,
que no respetan los derechos humanos de las mujeres y hacer una
pública manifestación de las prácticas que son expresiones de violación
de los derechos de las mujeres en todas las partes del mundo.
Antonia María de Oviedo y Schönthal y José María Benito Serra tuvieron el
coraje de responder generosamente a realidades dolorosas de su momento
histórico, siendo interpelación efectiva ante instituciones sociales, estatales,
eclesiales… y, desde el mensaje evangélico de misericordia y justicia,
sensibilizar y comprometer a otras/os en favor de las mujeres en situación de
prostitución. Impulsaron prácticas inclusivas y soñaron una comunidad de
iguales, donde las mujeres excluidas son parte integrante e importante, siendo
respetadas en su dignidad.
Hoy la Fundación “Serra – Schönthal”, tiene como desafío sensibilizar y
concientizar las instituciones, especialmente en relación a la situación de
las mujeres que ejercen prostitución o son víctimas de trata con fines de
explotación sexual, creando cauces adecuados para favorecer una
sociedad inclusiva, que en sus valores y expresiones culturales ponga de
manifiesto la dignidad humana, especialmente de las mujeres, y
favorezca un mundo más solidario y justo.
Madre Antonia y Padre José María Benito, conocieron la generosidad de
entregar su vida al servicio de las más pobres, y asumieron el riesgo de la
incomprensión, la soledad y el abandono de familiares y amigos a la hora de
optar por acompañar el dolor de las heridas de las mujeres que ejercían la
prostitución en su época. A la vez, ambos son capaces de transmitir esta
sensibilidad a otras/os que voluntariamente se sintieron invitadas/os y se
fueron sumando a lo largo de los años a la Misión Oblata.
Hoy, la Fundación “Serra – Schönthal”, puede ser una plataforma para
impulsar la promoción del voluntariado, ofreciendo un canal de
participación solidaria para quienes deseen comprometerse con las
realidades de exclusión y explotación que viven las mujeres por estar
vinculadas a la prostitución.
En 2015 revitalizamos esa inicial determinación de “abrir la primera puerta” a las
mujeres y descubrir en ellas la imagen del Redentor. Lo hacemos desde las acciones
orientadas por los derechos humanos:
∗
Reconocer “la dignidad de las mujeres”.
∗
Promover “los procesos de autonomía y empoderamiento de las mujeres”.
∗
Garantizar “la defensa de sus derechos”.
Como Fundación queremos dar continuidad a este recorrido de misericordia y
solidaridad que lleva 151 años y va marcando presencia en ciudades y países que aún
requieren crecer en justicia y equidad.
¡Gracias por formar parte de este camino que juntas/os seguimos recorriendo!
En la conmemoración de la apertura de la Primera Casa: ¡Feliz Día!
GT Fundación Serra - Schöntal
Colaboración de: Mariana Serrano, osr.