LOBBY COMO FUERZA SOCIAL: UN CONTRA-ANÁLISIS Pedro Navarro López Doctorando del programa de Doctorado en Sociología de las políticas Públicas y Sociales UNIVERSIDAD de ZARAGOZA [email protected] 627494114 Resumen ¿Quién gobierna realmente en España? ¿Quién toma las decisiones? ¿Quién y cómo influye en el proceso legislativo? Aquí se apuntan unas respuestas a estas preguntas realizando una contribución teórica y empírica al análisis de los grupos de presión en el sistema político español, ampliando y actualizando el concepto de lobby. Palabras clave lobby, participación política, grass roots, astroturf, trazabilidad legal Desde un concepto tradicional de lobby ¿Quién gobierna realmente en España? ¿Quién toma las decisiones? ¿Quién y cómo influye en el proceso legislativo? Aquí se apuntan unas respuestas a estas preguntas realizando una contribución teórica y empírica al análisis de los grupos de presión en el sistema político español, ampliando y actualizando el concepto de lobby. En la literatura el ‘lobby’ tiende a presentarse como cualquier comunicación directa o indirecta con funcionarios, miembros del ejecutivo o legislativo con el propósito de influir en el proceso de toma de decisiones públicas llevado a cabo a través o por un grupo organizado.1 El enfoque tradicional ha puesto el foco en multinacionales, grandes asociaciones patronales y despachos profesionales especializados en las “relaciones institucionales”. Partimos de un concepto que lejos de lo que pueda parecer no es ajeno a la realidad histórica y política de nuestro sistema de toma de decisiones públicas, Juan Francés2 recuerda cómo Carlos I de España protagonizó la que probablemente fue la primera gran campaña electoral, una operación de lobby continental en la que invirtió un millón de florines de oro para ser elegido emperador. En la doctrina constitucional el enfoque del concepto de lobby ha continuado siendo el tradicional, defendiendo eso sí la relevancia de las organizaciones de intereses en el sistema político. Destaca el enfoque del profesor Manuel García-Pelayo3 que sitúa su estudio en el marco de las relaciones entre Estado y sociedad civil, ofreciendo una concepción sistémica de la Constitución, en la que los grupos de presión, son actores político-constitucionales distintos de los sujetos jurídicoconstitucionales pero sin los que estos no pueden actuar de manera eficaz. Coetáneamente, y siguiendo este mismo enfoque, encontramos el primer intento de regulación de los grupos de presión, a través de una enmienda a la futura Constitución de 1978 propuesta por Manuel Fraga Iribarne en el marco regulatorio de las que serían Comisiones Parlamentarias (artículo 77), intento que tras años de paralización en la práctica política, ha comenzado a ser recurrente en la presente legislatura (2015-2019) tanto en Comunidades Autónomas (los Gobiernos 1 Transparency International, Lobbying in Europe. 2015, pág. 6 2 Juan Francés, (2013) ¡Que vienen los lobbies!: El opaco negocio de la influencia en España. Madrid. Ed. Destino 3 Manuel García-Pelayo, (1977) Las transformaciones del Estado Contemporáneo. Madrid. Ed. Alianza de Aragón, Madrid y Cataluña han anunciado su intención legislativa al respecto) como en Ayuntamientos como el de Madrid. Este trabajo parte de la legitimación de la labor del lobby tradicional, entendiendo que no es más que la gestión de la defensa de unos intereses particulares ante los poderes legislativo y ejecutivo, llevada a cabo de forma directa por las empresas u organizaciones afectadas o a través de terceros, con independencia de los medios utilizados y el objetivo propuesto. Sin embargo, el estudio de la defensa de intereses particulares con la intención de influir en los poderes legislativo y ejecutivo no se ha visto correspondido, como reconociera en 2011 Rafael rubio en su tesis Los Grupos de Presión4 con la atención pormenorizada de la doctrina, y cuando sí ha sido objeto de estudio el enfoque ha sido exclusivamente el considerado tradicional, no adaptando el mismo a la realidad de los movimientos sociales en España. Frente a ese escaso interés doctrinal se propone ampliar el concepto y adaptarlo a la realidad española, en la que se han introducido por la vía de los hechos la relevancia desde la lógica de ‘grassroots’ y ‘astroturf’, dos formas de lobby que dan literalmente la vuelta, a la percepción del mismo. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca –PAH- y las autodenominadas “mareas” han puesto sobre la mesa una nueva forma de presión, por lo que el primer objetivo planteado es la revisión del concepto tradicional de lobby para incluir las prácticas de astroturfing de la PAH y de grassroots de las distintas “mareas” profesionales. En segundo lugar, se propone mostrar empíricamente si este modelo de participación supone un nuevo enfoque de conceptos como lobby o puerta giratoria, analizando hasta qué punto modifican la participación de nuevas organizaciones de intereses y grupos de presión. Desde el albor constitucional y por lo tanto doctrinal poco o nada se ha avanzado en la conceptualización y regulación del fenómeno lobby en España, y cuando se ha hecho ha sido como es el caso movido por la vía de los hechos. 4 Rafael Rubio, Los grupos de presión. http://www.rafarubio.es/wp-content/uploads/GRUPOSDEPRESION.pdf pág. 11 El lobby con piel de cordero: de las mareas profesionales a la Plataforma de afectados por la hipoteca. Grass roots vs. Astroturf. La creciente demanda de transparencia en la labor del legislador por parte de la sociedad civil ha ido en paralelo al descontento y la desconfianza ante la política institucional, provocando la aparición de nuevos fenómenos de gestión de la influencia y la presión legítima en la toma de decisiones públicas, antesala del lobby ciudadano, si bien en contra de lo apuntado por Antoni Gutiérrez-Rubí5, este trabajo no percibe diferencia alguna entre los objetivos del lobby ciudadano y los del lobby tradicional, siendo la diferenciación exclusivamente de medios y herramientas y provocando en todo caso una sobre-representación de un grupo conectado y organizado. Esta demanda ha sido canalizada, con evidente éxito, por las autodenominadas mareas, colectivos de profesionales que bajo el pretexto de la defensa de un interés colectivo de carácter superior (marea verde –educación pública-, marea blanca –sanidad pública-, marea naranja –servicios sociales-) presionaba a los poderes ejecutivo y legislativo con la intención de conseguir sus fines, justificados o no, pero alejados del teórico bien superior que les definía como lobby. Este trabajo parte de la base de que los tres colectivos mencionados están formados, y lo que es más importante dirigidos, no por usuarios de las distintas áreas sino por profesionales de los sectores implicados: profesores de la educación pública, profesional sanitario y de los servicios sociales, que en defensa de sus intereses profesionales decidieron dar forma a un nuevo medio de presión al poder ejecutivo y legislativo con el objetivo de influir en el proceso de toma de decisiones públicas. Esta apreciación viene a justificar que se encuadre a los mismos en la categoría de grassroots lobbying, en su traducción literal lobby de raíz de hierba, forma de presión de abajo arriba, concepto teóricamente antagónico al de lobby tradicional y al que una parte de la doctrina ha pretendido contraponer calificándolo de “lobby bueno”. 5 Gutiérrez-Rubí, Antoni (2014) Movilización en entornos digitales. El lobby y advocacy a través de las TIC y la red. En Algón (Ed.) El Lobby en España. ¿Asignatura pendiente? El concepto de grassroots tiene sus orígenes en Estados Unidos a principios del siglo XX y, concretamente, en el Partido Progresista que en 1912, según el Senador Albert Jeremiah Beveridge, tenía su origen en las grass roots, había crecido en la tierra nutriéndose de las necesidades de la gente sencilla. Desde los primeros años del siglo pasado los movimientos grassroots surgieron a lo largo de todos los Estados Unidos, explotando como fenómeno de acción política de presión al poder establecido gracias al Movimiento pro Derechos Civiles y la lucha contra la segregación racial. El grassroot lobby utiliza la acción colectiva desde el nivel local para influir en el mismo nivel local, el regional, nacional e incluso internacional, asociados a un proceso de toma de decisiones de abajo a arriba en lugar de arriba abajo por lo que en general son considerados más naturales o espontáneos que las estructuras de poder tradicionales6. El fenómeno como tal, apenas tratado por la doctrina, se despierta en España en los últimos años al final de la década de los setenta con la creación del movimiento vecinal tal y como lo conocemos hoy, germen de una gran parte de la sociedad civil crítica y organizada. La excesiva politización de gran parte de estos colectivos en la siguiente década les hará perder la necesaria independencia que se le presupone a un movimiento que surge de abajo a arriba y carece de formas de control efectivo por el poder establecido. Pero no será hasta la llegada al poder del Partido Popular en 1996, y sobre todo en el año 2000, cuando la mayoría absoluta del Gobierno provocará la creación de movimientos sociales de base organizados en torno a la crítica a la acción del mismo. Del Nunca Mais relacionado con la tragedia medioambiental del Prestige al No a la Guerra provocado por la participación de España en la “foto de las Azores” llegaremos, tras la consiguiente calma del activismo local provocada por la llegada al poder del PSOE en el periodo 2004-2011, a la pasada legislatura con la explosión de las autodenominadas mareas. 6 Uphoff, Norman (1993). "Grassroots Organizations and NGOs in Rural Development: Opportunities with Diminishing States and Expanding Markets". World Development Las reformas planteadas por el Gobierno del Partido Popular en torno a la administración pública, y sobre todo, sus efectos en la política de personal de las áreas afectadas, provocaron el surgimiento de las colectivos antes mencionados, organizados con el objetivo de presionar para mantener sus teóricos derechos. De todas las mareas coordinadas y dirigidas por colectivos profesionales el presente trabajo se concentra en la marea verde, partiendo de la base de que la misma está fundamentalmente formada por docentes de la escuela pública que a través de diversas formas de presión consiguieron su objetivo, al menos en Aragón, como veremos más adelante. El colectivo comenzó sus protestas en el curso escolar 2011-2012 coincidiendo con la llegada al poder del Partido Popular y teniendo como desencadenante la no renovación de profesores interinos debido al aumento del horario lectivo del resto del profesorado de secundaria. El origen del movimiento, unido a un conflicto de carácter sectorial y en concreto de carácter laboral es lo que sitúa a la marea verde dentro del ámbito del grassroot lobby, modelo de activismo que aporta un nuevo enfoque de participación de nuevas organizaciones de intereses y grupos de presión. Desde los colegios e institutos públicos, coordinados a nivel local, autonómico y nacional el objetivo del colectivo era influir en la creación y la implementación de un cambio político, idea que Tomiko Brown-Nagin7 define como la transformación del movimiento social en ley. Según este enfoque de la creación de grupos de presión de abajo hacia arriba, el éxito de cualquier estrategia política –considerando que los colectivos autodenominados mareas la tienen- depende de un amplio apoyo de las bases y de una sólida comprensión de cómo funciona la misma. Sin este conocimiento, la estrategia tenderá a calcular mal su enfoque para manejar las bases –padres y alumnos de la escuela pública-, lo que provocará su fracaso. 7 http://dx.doi.org/10.1080/09612029900200193 El hecho es que un grassroot no tiene equivalente en el lobby tradicional. Por su propia naturaleza, es resistente al control centralizado, sin embargo, bien entendido y respetado (y por lo tanto utilizado correctamente) tiene el potencial de alterar toda una cultura en la toma de decisiones públicas. Por estas mismas razones, las estrategias de presión y la gestión del lobby tendían a ignorar el modelo grassroot centrándose casi exclusivamente en el uso de los medios de comunicación y en la gestión directa de los intereses particulares con los poderes ejecutivo y legislativo. Esta estrategia funciona bien siempre y cuando los medios de comunicación sean receptivos, enfoque que si bien no pretende ser objeto del presente trabajo sí parece demostrado por la vía de los hechos, cuando no de la hemeroteca. Siguiendo los postulados del activismo educacional norteamericano estudiado por Brown-Nagin la marea verde sentó las bases de su estrategia en la utilización del conocimiento y la defensa de la educación pública con el objetivo de defender los intereses particulares de los integrantes del grassroot: 1. Las bases no pueden ser administradas. Cualquier intento de manejar, manipular, gobernar, dirigir, explotar, o utilizar al grassroot de arriba hacia abajo fallará, porque dicha supervisión es intrínsecamente antitética al activismo de base. 2. El secreto para conseguir el apoyo entusiasta a la marea es inspirar a los ciudadanos con principios retóricos difícilmente cuestionables, de sentido común, que definen una causa digna de ser seguida incondicionalmente. La mayoría de los ciudadanos responden positivamente a los llamamientos para preservar ideales distintivos que le son próximos –educación pública de calidad-, y cuanto más sensible sea, más eficaz. 3. Una vez conseguida la inspiración los activistas de base –los docentes- tienen por delante el trabajo de extensión de la red. Su papel - además de inspirar - es dar a la red recursos preparados para utilizar contribuyendo a la causa común. En la red de blogs de marea verde, https://mareaverdearagon.wordpress.com, encontramos una gran variedad entre los que elegir incluyendo manuales de auto-instrucción, directrices para actividades y literatura más que efectiva. 4. Aquellos situados en la parte superior del movimiento se ven a sí mismos como recursos. Ya que no pueden hacer nada directamente para controlarlo, una vez que comienzan a atraer a activistas serán más influyentes si adoptan una postura de defensa de la “causa común”. La traducción española de esta estrategia del Grassroots Education Movement norteamericano son las protestas semanales, cada miércoles, de profesores, padres e incluso niños vistiendo algunos de los recursos más característicos del punto anterior, las ya famosas camisetas verdes. 5. El punto final que justifica la transformación del movimiento social en ley desde esta óptica es que a pesar de que los miembros del grassroot necesitan libertad para funcionar, es imprescindible una guía para ayudarles a participar de manera efectiva. Los activistas esperan la libertad sin restricciones para hacer lo que quieran dentro del movimiento, pero la mayoría prefiere - y esperaun liderazgo sensato de activistas con experiencia para guiarlos. El resultado de la acción colectiva en forma de grassroot, más allá de la influencia de las protestas en la deslegitimación de la posición del gobierno autonómico y nacional del Partido Popular que no es objeto de este trabajo, produjo el resultado esperado por toda forma de presión a los poderes ejecutivo y/o legislativo, eso sí, tras el cambio de gobierno autonómico. Meses después del citado cambio el Gobierno de Aragón aprobó la ORDEN ECD/63/20168, de 16 de febrero, por la que se regula la implantación de Proyectos educativos de organización de tiempos escolares en centros de Educación Infantil y Primaria y en centros de Educación Especial de la Comunidad Autónoma de Aragón, sostenidos con fondos públicos, y se realiza su convocatoria para el curso 2016-17, asumiendo así una reivindicación histórica del profesorado de la educación pública, la jornada continua. 8 htttp://boa.aragon.es/cgi-bin/EBOA/BRSCGI?CMD=VEROBJ&MLKOB=894428823939 La puerta también gira hacia la izquierda. Prácticamente a la vez surge en Estados Unidos el fenómeno Astroturf, definido como el proceso de búsqueda de influencia política o legislativa influyendo en el proceso de toma de decisiones públicas movilizando a un colectivo de afectados creando la imagen de consenso público donde no lo hay9. Las prácticas de Astroturf –nombre de la marca comercial más famosa en Estados Unidos de césped artificial- tratan de influir en la opinión pública financiadas por grandes multinacionales, gobiernos y partidos políticos. El término astroturf fue utilizado por primera vez en 1985 por el Senador estadounidense Lloyd Bentsen cuando dijo “un ciudadano de Texas –su Estado- sabe distinguir el césped natural del artificial, los grass roots del Astrotuf” al calificar de “correo dirigido” el aluvión de cartas que había recibido su oficina a favor de modificaciones legislativas pro compañías aseguradoras. La explosión de las redes sociales y la cultura española, proclive a la politización de los movimientos sociales, han dado un nuevo enfoque al fenómeno, creando teóricos grupos de afectados aprovechando el anonimato de internet y los medios que algunos partidos y organizaciones satélite han puesto al servicio de grupos organizados. Desde la creación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca como movimiento, coincidiendo de nuevo con la llegada a Gobiernos Autonómicos del Partido Popular, y a unos meses de la llegada a la Presidencia del Gobierno de la Nación de Mariano Rajoy, se reconoce por la propia organización la paternidad del proyecto alejada de la presencia de “afectados”, tomando como ejemplo la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Zaragoza vemos como es creada por plataformas solidarias de distrito, asociaciones de vecinos, de consumidores y ciudadanas. Entidades de base que se unieron para asumir y coordinar distintos casos que hasta entonces se trabajaban desde las Asambleas o Plataformas de barrio10. 9 Howard, Philip N. (2003). "Digitizing the Social Contract: Producing American Political Culture in the Age of New Media". The Communication Review 6 (3): 213–45. 10 https://stopdesahucioszaragoza.wordpress.com/about/ El primer intento de desahucio paralizado en Zaragoza por el colectivo se realizó el 19 de julio de 2011, estando presente en el mismo miembros de la plataforma formada por asociaciones vecinales del Actur, Parque Goya, Torrero, Delicias, La Madalena (barrios de la ciudad de Zaragoza) y un grupo de Acampada Zaragoza (colectivo 15M Zaragoza). Y ya en ese primer momento se erige en portavoz de los “afectados” el que fuera Secretario General de la Juventud Comunista de Aragón y miembro de IU Pablo Hijar. Clasificar a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca como falso lobby ciudadano, lobby Astrotuf en su concepción anglosajona, no es un ejercicio teórico sino empírico, al ser sus propios fundadores los que así lo reconocen. El propio Hijar, líder indiscutible del movimiento en Zaragoza se define en su curriculum vitae11 como fundador de la misma, sin dejar pasar la oportunidad de presumir por haber sido sancionado por realizar un escrache a un Diputado nacional del Partido Popular. Las prácticas astroturf comienzan con la creación de una organización pantalla, colectivo que se presenta a sí mismo como defensor de una causa de interés general ajena a intereses particulares, cuando realmente trabajan en defensa de sus propios intereses. Como se apuntaba anteriormente el anonimato propiciado por las redes sociales facilita esta labor, generando el caldo de cultivo óptimo para legitimar posteriores acciones que tienen como único fin la influencia en la toma de decisiones. Asociaciones de vecinos controladas por Izquierda Unida y el movimiento 15M –vinculado personalmente en Zaragoza con destacados miembros del mismo partido- concentran desde ese momento sus esfuerzos en intentar detener los procesos de ejecución hipotecaria (que implican subastas y desahucios) al mismo tiempo que organizar al mayor número de afectados para luchar por una solución colectiva al problema de la vivienda y de la deuda hipotecaria. Tras el “bien común” se esconde la verdadera intención del colectivo, “organizar afectados” con la intención de influir, o como ellos mismos se definen “comprometidos con la ILP por la dación en pago, la moratoria de desahucios y el alquiler social impulsada por la PAH”. 11 http://www.zaragoza.es/ciudad/organizacion/pablo-hijar.htm Y para ello como lobby astroturf lo hacen a través de falsas acciones de origen teóricamente anónimo y no organizados, si bien no es intención de esta investigación el estudio de los denominados escraches, su propia organización como fenómeno de influencia en la toma de decisiones públicas ayudan a asentar la tesis de la clasificación de lobby astroturf de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, así como el hecho de que los verdaderos afectados, que obviamente son parte importante del colectivo, no son sino medios instrumentales para la consecución de un fin general –la aceptación de la dación en pago en la legislación española- y otro particular –la puerta giratoria de sus líderes-. El estudio en detalle de la organización de los escraches a Diputados Nacionales del Partido Popular en Aragón vincula los mismos a miembros del Comité de Dirección de Izquierda Unida en la Comunidad Autónoma, siendo el propio desarrollo de los mismos actos no solo de ejercicio de presión al legislador sino también de marcado carácter político. El escrache organizado por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a un Diputado Nacional del Partido Popular el 9 de abril de 2013 contó con la presencia del Portavoz de la misma, Pablo Hijar, actual concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, finalizando con una protesta a las puertas de la sede del Partido Popular. La PAH consiguió sin duda alguna sus objetivos, generales y particulares, con esta forma de presión al legislador. De un lado el Gobierno de la Nación aprobó el Real Decreto-ley 27/2012, de 15 de noviembre, de medidas urgentes para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, asumiendo por primera vez la dación en pago y la mayoría de las medidas contempladas en la Iniciativa Legislativa Popular planteada por la PAH12. De otro dio inicio a un nuevo fenómeno, denominado por los afectados “de las plazas a las instituciones”, que no es otra cosa sino la confirmación de que la puerta también gira hacia la izquierda. El fenómeno de la puerta giratoria, tan común en la relación lobby tradicional-poder establecido, tenía antecedentes en la relación activismo-izquierda pero en ningún caso tan directo, rápido y exitoso como los casos de Ada Colau –Alcaldesa de Barcelona- y Pablo Hijar –Concejal de Vivienda de Zaragoza-. 12 http://www.boe.es/boe/dias/2012/11/16/pdfs/BOE-A-2012-14115.pdf Sin transición alguna y tras años de militancia comunista carente de éxito en lo político el caso de Hijar es sin duda paradigmático como fenómeno no solo de control de un lobby teóricamente ciudadano –astroturf- sino de una evidente puerta giratoria. Desde que en 2011 se autoerigiera en portavoz de la PAH en Zaragoza fue el protagonista indiscutible de los numerosos intentos de paralización de desahucios en la ciudad, llegando a ser condenado, como ya se ha mencionado, por el escrache a un Diputado Nacional del Partido Popular. Si como se apuntaba con antelación este trabajo pretende legitimar la labor del lobby, de todo tipo de lobby, adaptando y ampliando el concepto a la realidad española, en la que se han introducido por la vía de los hechos el fenómeno grassroots y astroturf, dos formas de lobby que han dado literalmente la vuelta a la percepción del mismo. Se pretende de la misma forma añadir luz, dotar de transparencia, y porque no decirlo, defender la que comúnmente se conoce como “puerta giratoria”. Y para ello, tanto para legitimar la labor del que quiere influir en el proceso de toma de decisiones públicas, como para eliminar la carga peyorativa del término puerta giratoria, parece obligatorio ampliar ambos conceptos en la línea que aquí se apunta, introduciendo en el concepto de lobby las prácticas mal llamadas ciudadanas y en el de puerta giratoria el sentido inverso, de la sociedad civil, a las instituciones. Normalización del lobby: del registro a la trazabilidad legal Se concluye, tras la re-conceptualización del lobby, con un modelo de regulación que vaya más allá del simple registro de grupos e intereses, introduciendo el concepto de «trazabilidad legal», una suerte de huella legislativa en forma de memoria de acompañamiento que plasme quién y con qué objetivo ha influido en el proceso legislativo y de toma de decisiones públicas. La agenda pública contempla varios proyectos de regulación de los grupos de presión en sus distintas formas, tanto en Comunidades Autónomas como en Ayuntamientos, destacando los casos de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. El último hito de esta nueva agenda pro regulatoria ha sido el debate de la proposición de reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados presentada el Grupo Parlamentario Catalán (Democràcia i Llibertat) para la creación del Registro de los grupos de interés o lobbies que fue aprobada por unanimidad de la Cámara, eso sí, carente de continuidad en sus tramitación parlamentaria al disolverse las Cortes por la convocatoria de elecciones de efectos inmediatos. El estudio del derecho comparado tanto en Estados Unidos –la Lobbying Act regula el fenómeno desde 1946- como en la Unión Europea – el Parlamento Europeo lo hizo en 1996- limita la normalización del lobby al mero registro de intereses. La obligatoriedad de inscripción para poder actuar ante el Senado Americano o el Parlamento y la Comisión Europea permite a los ciudadanos un acceso sencillo y directo a la información sobre quienes intervienen en actividades destinadas a influir en la decisiones de estas instituciones, los intereses que persiguen y los recursos que destinan. Desde el 1 de enero de 2012 los diputados europeos al ejercer una iniciativa legislativa deben adjuntar un documento en el que se incluya la lista de todos los grupos con los que se han reunido durante la redacción del informe que presenten, aparece por primera vez el concepto de “huella legislativa”. Más allá del simple registro de intereses este debe ser el camino para la total legitimación del lobby en nuestro país, del tradicional y del grassroots, del ejercido por grandes corporaciones y despachos de relaciones institucionales y del que nace de reivindicaciones de base, la trazabilidad legal completa permitirá a los poderes legislativo y ejecutivo tomar decisiones públicas desde la más absoluta transparencia y a los ciudadanos conocer quién y con qué intención influye en cada momento. Solo así podremos responder a las preguntas que plantea esta investigación con transparencia e información veraz. ¿Quién gobierna realmente en España? ¿Quién toma las decisiones? ¿Quién y cómo influye en el proceso legislativo?