MASCULINIDADES, CLASE SOCIAL, TRAYECTORIAS DE VIDA E INFARTO AGUDO DEL MIOCARDIO: ESTUDIO COMPARATIVO DE TRABAJADORES HOMBRES DE ESPAÑA (PARLA MADRID) Y COLOMBIA (BOGOTÁ) Manuel Espinel Vallejo, Universidad Complutense de Madrid [email protected] Lorena Mesa Melgarejo, Universidad Nacional de Colombia y Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud [email protected] Enrique Cerdá Cerdá Hospital Infanta Cristina de Parla [email protected] 1 RESUMEN Objetivos: El objetivo de este trabajo es explorar la relación entre la construcción de la identidad de género masculina, la clase social y las trayectorias de vida de hombres que ha sufrido infarto agudo del miocardio. La hipótesis de partida es que la construcción de la identidad de género y la clase social, sobre todo en trabajadores manuales hombres, condiciona profundamente sus trayectorias vitales (estilos de vida), situación que a su vez condición la aparición de los denominados factores de riesgo cardiovascular. Marco conceptual de referencia. Hemos considerado que la teoría de los estilos de vida de William c. Cockerham y el concepto de hábitus de Pierre Bourdieu, como marco referencia, permiten comprender estas relaciones. Metodología: hemos realizado un estudio siguiendo la metodología de Daniel Bertaux sobre trayectorias de vida. Para ello hemos realizado entrevistas en profundidad a hombres trabajadores manuales en España, en concreto en el municipio de Parla Madrid, y en Colombia en Bogotá. Para ello se contó con la base de datos de pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infanta Cristina de Parla y en la Unidad de Cuidados Coronarios del Hospital San José de Bogotá. Al final se realizaron 22 entrevistas en profundidad en total. Conclusiones: Los datos preliminares apuntan seriamente a que elementos estructurales como la clase social y el género (en términos de construcción de identidad de género masculina) marca profundamente las trayectorias de vida de hombres trabajadores. A su vez esta trayectorias se relacionan de manera importante con el desarrollo de los denominados factores de riesgo cardiovascular. Esto hallazgos ponen de relieve la importancia de los determinante sociales de la salud, especialmente el género y la clase social, a la hora de realizar acciones de prevención y promoción de la salud en relación con el infarto agudo del miocardio. 2 INTRODUCCIÓN Las enfermedades cardiovasculares representan la causa dominante de la mortalidad global actualmente. La OMS ha estimado que el número de número total de muertes por enfermedades cardiovasculares a nivel mundial ha aumentado de 14.4 millones en 1990 a 17 millones en 2008. De estas 7.3 millones son atribuibles a síndrome coronario agudo y 6.2 millones a enfermedades cerebro vasculares1. Según el INE, en España se registraron 18.101 muertes por infarto agudo de miocardio en 2011 2. En España, las tasas de mortalidad por enfermedad coronaria han disminuido de manera continuada durante los últimos 40 años. Sin embargo, en números absolutos, las muertes por enfermedad coronaria aumentaron de 1980 a 2000 para comenzar a reducirse desde entonces. Por otra parte, la enfermedad coronaria sigue siendo la causa más frecuente de muerte para los varones y la segunda para las mujeres3. Desde los años 30 y 40 del siglo pasado se comenzó a reconocer que la hipertensión, el colesterol, la pobre nutrición, la obesidad, el cigarrillo, la inactividad física y el estrés psicosocial eran factores que contribuían significativamente a la enfermedad cardíaca. En los últimos 40 años se ha acumulado suficientes evidencias que estos factores de riesgo cardiovascular (FRCV) reducen la esperanza de vida entre 10 y 15 años a partir de la década de la edad de 50 años4. Estos FRCV, que se materializan en los individuos, están a su vez afectados por el inadecuado acceso a los sistemas de salud, por la mala calidad de los proveedores de asistencia sanitaria, por la reducción de la financiación de la asistencia sanitaria, por la falta de infraestructuras adecuadas y por problemas de acceso a una dieta adecuada 5. En relación con los FRCV los estudios sobre las trayectorias de vida de personas con enfermedades crónicas reconocen que las enfermedades cardiovasculares son el resultado de la acumulación de riesgos a través de la vida de las personas. Estos estudios reconocen que los riesgos deben ser reducidos y prevenidos a los largo de la vida. De acuerdo con este principio, los riesgos de enfermedad cardiovascular 1 World Health Organization (2012). World health statistics, Geneva: World Health Organization. Instituto Nacional de Eatadística (INE). Defunciones según la causa de muerte. Internet: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t15/p417&file=inebase&L=0 (última consulta 28 de noviembre de 2013). 3 Dégano, I., Elosua, R., Marrugat, J (2013), Epidemiología del síndrome coronario agudo en España: estimación del número de casos y la tendencia de 2005 a 2049. Revista Española de Cardiología, 66(6): 472–481. 4 Institute of Medicine (2010). Promoting Cardiovascular Health in the Developing World: A Critical Challenge to Achieve Global Health. Washington, DC: National Academies Press 5 Kelly, B., Narula, J., Fuster, V. (2012). Recognizing Global Burden of Cardiovascular Disease and Related Chronic Diseases. Mount Sinai Journal of Medicine 79:632-640. 2 3 comienzan a acumularse desde la vida fetal y continua a través de la infancia la adolescencia y la vida adulta4,6,7. De lo anterior se desprende que una adecuada prevención los FRCV a lo largo de la vida de las persona se convierte en la piedra angular para reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares y, por ende, de su mortalidad8. La idea fundamental es desplazar los estilos de vida y su relación con los FRCV de un nivel individual, en términos de decisiones personales e individuales, a un nivel de relaciones estructurales que condicional los estilos de vida, las trayectorias y las decisiones personales9 En este sentido, en los últimos años el sociólogo norteamericano William Cockerham ha señalado que el paradigma individualista ha influido mucho en la teoría de los estilos de vida y en consecuencia en el control de los factores de riesgo. Para Cockerham los estilos de vida en relación con la salud, a diferencia del paradigma individualista, son pautas colectivas de comportamientos relacionados con la salud, que están basadas en decisiones sobre opciones disponibles para las personas, de acuerdo con sus posibilidades. Es una dialéctica entre las posibilidades y las decisiones de vida. Las decisiones de las personas (los actores sociales) se constituyen, en términos abstractos, en la agencia que ejecuta las acciones, en función de las decisiones que toman, y las posibilidades representas las estructuras sociales que restringen o facilitan tales decisiones. Los comportamientos relacionados con los estilos de vida no son pautas individuales sino roles reconocibles dentro del grupo o clase social de referencia. Es decir son fenómenos social y colectivamente fundados10. Las formas como se jerarquizan y se legitiman los comportamientos (estatus) dentro del colectivo definen entonces los estilos de vida. En este sentido el estudio de las trayectoria de vida de las persona con infarto agudo de miocardio debe incluir, no solo el conocimiento y la comprensión de los comportamiento y decisiones individuales en relación con los FRCV, sino el reconocimiento de las estructuras sociales subyacentes que dan cuenta de tales comportamientos y decisiones. 6 Lantz, P., House, J., Mero. R., Williams, D. (2005): Stress, Life Events, and Socioeconomic Disparities in Health: Results from the Americans' Changing Lives Study, Journal of Health and Social Behavior, 46 (3): 274–288. 7 Pearlin, LI., Schieman, S., Fazio, EM., Meersman. SC. (2005). Stress, Health, and the Life Course: Some Conceptual Perspectives. Journal of Health and Social Behavior 46 (2): 205–219. 8 Eriksson MK, Franks PW, Eliasson M.(2009)A 3-year randomized trial of lifestyle intervention for cardiovascular risk reduction in the primary care setting: the Swedish Björknäs study.PLOS ONE 4(4):e5195 9 Lupton, D. (1993). Risk as moral danger: the social and political functions of risk discourse in public health. International journal of health services, 23(3), 425-435. 10 Cockerham, W (2005). Health Lifestyle Theory and the Convergence of Agency and Structure, Journal of Health and Social Behavior 46: 51-67 4 El propio Cockerham reconoce que el concepto de habitus de Pierre Bourdieu es una pieza central para comprender su teoría de los estilos de vida 11. Para Cockerham, el concepto de habitus de Bourdieu es fundamental para explicar de la conducta social. Representar el mapa cognitivo o conjunto de percepciones que rutinariamente permite orientar y evaluar las opciones de las personas y las opciones de comportamiento. El hábitus entonces, en términos abstractos, representa la incorporación las estructuras sociales y las condiciones exteriores en las personas dando cuenta de sus inclinaciones, preferencias e interpretaciones. Como una construcción subjetiva, el concepto de habitus representa un desafío metodológico en la cuantificación, ya que parece implicar tanto a disposiciones hacia la acción (como se refleja en el comportamiento observable) y la influencia de la sociedad en general (estructuras sociales exteriores) en el individuo. El objetivo de este trabajo es explorar la relación entre la construcción de la identidad de género masculina, la clase social y las trayectorias de vida de hombres que ha sufrido infarto agudo de miocardio. La hipótesis de partida es que la construcción de la identidad de género y la clase social, sobre todo en trabajadores manuales hombres condiciona profundamente sus trayectorias vitales (estilos de vida), situación que a su vez condición la aparición de los denominados FRCV. En consecuencia con la discusión anterior, hemos considerado que la teoría de los estilos de vida de William Cockerham y su íntima relación con la teoría del hábitus de Pierre Bourdieu permiten tanto comprender, interpretar y analizar esta relación, como fijar las coordenadas sociales que dan cuenta de los FRCV de fenómenos como el Infarto Agudo de Miocardio que parece fijado exclusivamente por coordenadas individuales y su consecuente relato fisiopatológico. METODOLOGÍA Estudio cualitativo descriptivo que sigue la fundamentación de Daniel Bertaux (2005) para el tratamiento de los datos, quien propone la exploración de los fenómenos desde los relatos de vida. Para Bertaux: “Los relatos de vida tienen como fin realizar algunas historias de vida sin buscar que sean completas, de tal manera que sea posible empezar a hacer visibles los procesos sociales más relevantes (estructurantes) que dan cuenta de esos relatos. 11 Cockerham, W. C., & Hinote, B. P. (2009). Quantifying habitus: Future directions. In Quantifying Theory: Pierre Bourdieu (pp. 201-210). Netherlands: Springer. 5 Se hace entonces del relato una utilización extensiva, con el fin de cubrir el máximo posible de aspectos de la vida social, para tratar de poner en evidencia los elementos que se consideran relevantes para la investigación. Cuando estos últimos empiezan a emerger, entonces se puede pasar a una utilización intensiva, es decir centrada sobre algún aspecto que parece digno de un estudio en profundidad”12 De acuerdo con Bertaux, cuando se multiplican los relatos de vida similares se trata de sacar provecho de los conocimientos que han adquirido de dichas experiencias, al relacionar numerosos testimonios, se podrán superar sus singularidades con una construcción progresiva, posibilitando la comprensión de los fenómenos desde el tejido colectivo y la vivencia particular. El estudio fue realizado entre el 2014 y el 2015 en dos fases, una en la ciudad de Parla (Madrid, España) y otra en Bogotá (Colombia). Los datos de los participantes fueron obtenidos de los registros de Egreso de las Unidad de Cuidados Intensivos Hospital Infanta Cristina de Parla y de la Unidad de Cuidados Coronarios del Hospital de San José de Bogotá, respectivamente. A través de un primer contacto telefónico, se invitó a participar en el estudio a hombres que habían estado ingresados por diagnóstico de IAM, con al menos dos años de anterioridad, tiempo considerado necesario para generar una asimilación de la experiencia por parte de la persona afectada. Quienes aceptaron participar fueron convocados a una entrevista personal. Una vez en el sitio de la entrevista se informó y firmó el consentimiento para grabar la entrevista y poder usar los testimonios con fines académicos, guardando el anonimato y la confidencialidad. En los dos escenarios se usó el mismo protocolo de preguntas, en algunos casos se cambiaron palabras para adecuarse al contexto y al lenguaje coloquial, sin afectar el sentido de las mismas. CONSIDERACIONES ÉTICAS El estudio fue avalado por el Comité de Investigaciones del Hospital Infanta Cristina de Parla en España, por el Comité de Investigación de la Facultad de Enfermería de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud y por el Comité de 12 Beartaux, D. (2005). Relatos de vida. Perspectiva etnosociológica. Barcelona: Ediciones Bellaterra. 6 Ética de Investigaciones en Seres Humanos del Hospital de San José. La información transcrita y los textos que surgieron de las grabaciones fueron conocidos por los investigadores y por la persona encargada de transcribir la información, quien firmó un documento de confidencialidad de los datos. Los archivos correspondientes quedaron bajo la custodia del coordinador del proyecto y la información obtenida solo fue utilizada para los fines de esta investigación. MARCO CONCEPTUAL En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial la medicina, como un sector político-económico- institucional y sociocultural considerado "bueno", creció de manera espectacular particularmente en los Estados Unidos a través de importantes inversiones, tanto privadas(Industria y fundaciones) como pública (por ejemplo, los Institutos Nacionales de Salud [NIH], Medicare, Medicaid). La producción de conocimientos médicos y las intervenciones clínicas, en términos de bienes y los servicios, se expandieron rápidamente13. Es en este contexto en el que se entiende el “Framingham Heart Study” que comenzó en 1947. Los estudios realizados en este período ayudaron a a la emergencia de los denominados factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la hiperlipidemia y la diabetes mellitus. De hecho, el término"Factor de riesgo" fue popularizado en el léxico médico por Dawber y Kannel en su publicación de 1961, “Factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad coronaria”14. Como señala Deborah Lupton, a partir de la década de 1960, la mayoría de las industrias se dedicaron a la cuantificación del riesgo, y dieron una gran importancia a la medición de la evaluación de riesgos, la percepción del riesgo y a la evaluación del riesgo por parte de los individuos en la población general15. Para Lupton, el discurso del riesgo en salud pública se puede analizar desde dos perspectivas. En primer lugar, los riesgos son vistos como un peligro para la salud de la población que está expuesta a peligros como la contaminación, los residuos nucleares y los residuos químicos tóxicos. En esta conceptualización del riesgo, los riesgos para la salud son considerados como un peligro externo, sobre que los individuos tienen poco control. En segundo lugar, en los riesgos para la salud aparecen como consecuencia de los "estilo de vida" de lo 13 Clarke, A., Shim, J., Mamo, L., Fosket, J., Fishman, J., (2003). Biomedicalization: Technoscientific Transformations of Health, Illness, and U.S. Biomedicine, American Sociological Review, 68: 161-91. 14 Mahmood, S. S., Levy, D., Vasan, R. S., & Wang, T. J. (2014). The Framingham Heart Study and the epidemiology of cardiovascular disease: a historical perspective. The Lancet, 383(9921), 999-1008. 15 Lupton, D. (1993). Risk as moral danger: the social and political functions of risk discourse in public health. International journal of health services, 23(3), 425-435. 7 individuos, y por lo tanto pone el énfasis en el autocontrol. Los individuos son exhortados por las autoridades sanitarias para que evalúen sus comportamientos de riesgo en relación con las enfermedades y, como consecuencia de tal evaluación, modifique tales comportamientos. La evaluación relacionada con los riegos generados por el estilo de vida se lleva a cabo generalmente por medio de programas de cribado en los que el individuo participa. Tales evaluaciones se utilizan normalmente para aconsejar a las personas sobre las amenazas potenciales para su salud que están asociados con comportamientos que se consideran modificables. Como se indicó anteriormente, para William Cockerham10 el paradigma individualista de los estilos de vida saludables es demasiado estrecho y poco realista, ya que no considera las influencias estructurales en la vida de las personas y en sus opciones sobre la salud. Siguiendo a autores como Margaret Archer y Pierre Bourdieu considera que los estilos de vida emergen de una dialéctica conflictiva entre la agencia y la estructura, cuyo resultado final es un correlato de las posibilidades de la agencia y del peso de la estructura. Una orientación macrosocial no quiere decir que la acción está predeterminada estructuralmente; más bien, se reconoce que los factores sociales estructurales influyen en los pensamientos, decisiones, y las acciones de los individuos. Cockerhan reconoce particularmente la influencia de Bourdieu en este enfoque, especialmente en lo que hace referencia a su noción de habitus en términos de la interiorización de las estructuras externas en la mente y los procesos de percepción del individuo. El resultado es un registro de disposiciones para actuar que en la práctica son consistentes con los comportamientos socialmente aprobados por un orden social más grande o por alguna clase o grupo. La importancia del concepto de hábitos en Bourdieu adquiere mayor relevancia para el modelo de estilos de vida y salud, si se tiene en cuenta la interpretación que hace Loïc Wacquant16 de este concepto. Según Wacquant existen cuatro interpretaciones erróneas del concepto de hábitos de Bourdieu: (1) El habitus no es la réplica de una única estructura social, sino un proceso dinámico, multiescalar y un conjunto de múltiples capas de los esquemas que los sujetos “revisan permanente" en la práctica; ésta en la dimensión reflexiva del hábitus. (2) El habitus no es necesariamente coherente y unificado, sino que muestra diversos grados de integración y la tensión; ésta es la dimensión conflictiva del hábitus. (3) Porque no siempre es congruente con el cosmos en el que está involucrado, el habitus es consiste tanto para el análisis tanto de la crisis y 16 Wacquant, L. (2016). A concise genealogy and anatomy of habitus. The Sociological Review, 64(1), 64-72. 8 cambio como de la cohesión y la perpetuación; ésta es la dimensión del cambio social del hábitus. (4) Finalmente, el hábitus no es una mecanismo de auto-suficiente para la generación de la acción: la disección de las disposiciones debe proceder siempre en estrecha relación con el mapeo del sistema de posiciones que alternativamente excita, reprime, o redirige las capacidades e inclinaciones socialmente constituidas del agente. Teniendo en cuenta que los estudios epidemiológicos sobres la tasa de mortalidad ajustada por edad de los hombres para las enfermedades del corazón es 2 veces mayor que la de las mujeres17, y las condiciones de trabajo para los hombres, en términos tanto de la exposición a riesgos laborales como en la construcción de la identidad masculina, afectan significativamente su salud 17,18 hemos construido el siguiente esquema conceptual para analizar la relación entre masculinidades, estilos de vida y clase social, en términos de clase ocupacional, según la perspectiva neoweberiana de Goldthorpe, en el infarto agudo de miocardio. Desde el punto de vista de la clase social, se ha seguido la perspectiva neoweberiana porque se considera que es la que permite relacionar mejor la idea de trabajo y la construcción de la identidad masculina. Siguiendo al Goldthorp 19 una estructura de clases está formada por las relaciones sociales de la vida económica o, más específicamente, por las relaciones en mercados de trabajo y las unidades de producción. En este sentido, las relaciones ocupacionales y el estatus generado por estas relaciones claramente generan ventajas e inconvenientes en lo que se refiere a la seguridad, la estabilidad en el empleo, las ganancias potenciales, la promoción y las oportunidades laborales. Finalmente, el status ocupacional general una estructura de relaciones de superioridad, igualdad e inferioridad percibida entre los individuos, en cierto grado aceptada socialmente, que no refleja sus cualidades personales, sino más bien el grado de "honor social" unido a algunos de sus atributos de posición tal vez puramente adscritos como puede ser el "nacimiento", el género o la etnia. La jerarquía social así creada se expresa diferencias sociales expresadas en estilos de vida, que generan distinciones consideras adecuadas a los diferentes niveles de tal jerarquía. 17 Courtenay, W. H. (2000). Constructions of masculinity and their influence on men's well-being: a theory of gender and health. Social science & medicine,50(10), 1385-1401. 18 Artazcoz, L., Escribà-Agüir, V., & Cortès, I. (2004). Género, trabajos y salud en España. Gaceta Sanitaria, 18, 24-35; Nayak, A. (2006). Displaced masculinities: Chavs, youth and class in the post-industrial city. Sociology, 40(5), 813-831. 19 Chan, T. W., & Goldthorpe, J. H. (2007). Class and status: The conceptual distinction and its empirical relevance. American sociological review, 72(4), 512-532. 9 Desde el siglo XIX, estos han sido elementos centrales en la construcción de la masculinidad particularmente en el periodo victoriano 20. La masculinidad, como identidad de género, es otra categoría central para comprender las relaciones sociales y los habitus incorporados que subyacen en los factores de riesgo cardiovascular. El género entendido como relaciones dinámicas socialmente construidas que son producidas y reproducidas por las personas a través de sus acciones21, posibilita comprender que los comportamientos y creencias relacionados con la salud tienen una importante base en los modos en que hombres y mujeres llegan a ser; un ser que cambia con el devenir, la historia y el contexto. El género como determinante en los procesos de salud-enfermedad ha sido ampliamente documentado, diversos estudios22 demuestran como la construcción estereotipada y heteronormativa de los géneros definen y estructuran muchas de las elecciones a lo largo de los procesos vitales. Siguiendo a Courtenay, las características normativas o impuestas a lo masculino en términos de comportamiento se relacionan con aspectos como el fumar, beber, escaso autocuidado, entre otras, que son en sí mismas riesgos para la salud 23; y que además se convierten en expectativas social del ser hombre desde una perspectiva de masculinidad hegemónica que además está representada por el hombre heterosexual, blanco, de elevada clase social, fuerte y varonil. En contraste con lo anterior, los estudios sobre los hombres reconocen la coexistencia de masculinidades, es decir diferentes formas de ser hombre y por lo tanto de ejercer la masculinidad; al respecto Nascimiento y Segundo, afirman que “…Estas masculinidades se diferencian, sobre todo, en relación al ejercicio del poder. Algunas masculinidades se sobreponen a otras, ya sea por desigualdad de clases, étnico-raciales y/o de orientación sexual”24; así la aproximación a las masculinidades desde diversos 20 Sennett, R. (1978). El declive del hombre público, Barcelona: Península Gerson and Peiss, 1985. Citados por: Courtenay, W. (2000) Constructions of masculinity and their influence on men's well-being: a theory of gender and health. Social Science & Medicine 50: 1385±1401. 22 Prata J, Quelhas-Martins A, Ramos S, Rocha-Gonçalves F, Coelho R (2016). Gender differences in quality of life perception and cardiovascular risk in a community sample. Rev Port Cardiol. Feb 25; Hunt K, Lewars H, Emslie C, Batty G. (2007). Decreased risk of death from coronary heart disease amongst men with higher 'femininity' scores: a general population cohort study. Int J Epidemiol Jun;36(3):612-20; George J, Rapsomaniki, E, Pujades-Rodriguez M, Dinesh-Shah A, Denaxas S, Herrett E, et al. (2015). How Does Cardiovascular Disease First Present in Women and Men? Incidence of 12 Cardiovascular Diseases in a Contemporary Cohort of 1 937 360 People. Circulation. Oct 6; 132(14): 1320–1328. 23 Courtenay, W. (2000) Constructions of masculinity and their influence on men's well-being: a theory of gender and health. Social Science & Medicine 50: 1385±1401. 24 Nascimento, M & Segundo, M. (2011). Experiencias y actitudes de hombres en relación a la equidad de género y salud en Río de Janeiro, Brasil: Aportes para las politicas públicas. En: Estudios sobre Varones y Masculinidades para la generación de políticas públicas y acciones transformadoras. IV Coloquio Internacional de Estudios sobre Varones y Masculinidades Montevideo. 21 10 contextos y espacios socio-culturales permitirían ampliar el conocimiento sobre esas otras formas del ser hombre que han sido excluidas por la norma hegemónica. Por otro lado, la construcción normativa del género ha llevado también a privilegiar el estudio de la situación de las mujeres en relación con su salud, ya que hay mayores expresiones en las relaciones de dominación, sin embargo esto se reconoce “Una de la debilidades de la investigación de género tradicional… de modo que poco se sabe sobre el efecto de los roles familiares en la salud de los hombres”25; al ubicar a los estudios de género como sinónimo de estudios sobre las situación de las mujeres, ha resultado un descuido científico y político de las necesidades específicas de los hombres26, evidenciando la necesidad de profundizar sobre el cómo se construyen las masculinidades desde los espacios y experiencias privadas de los hombres. HALLAZGOS Se realizaron 22 entrevistas a profundidad, 11 en cada ciudad. Una vez analizados los relatos se encuentran que las categorías Clase social ocupacional y masculinidad, son ejes comunes en la estructuración de los hábitos y trayectorias de vida de los varones participantes. Estas dos categorías resultaron determinantes a la hora de estructurar comportamientos y creencias frente a la salud en general y a los factores de riesgo cardiovascular en particular. (Ver Figura 1). Los participantes, tanto de Parla como de Bogotá, reflejan provenir de una clase obrera, quienes empezaron a trabajar desde edades tempranas, o por lo menos desde edades que en nuestro contexto no son socialmente esperadas; quienes asumieron el rol de proveedores de sus familias extensas o de auto-sostenimiento, para luego ser proveedores de sus familias nucleares. Figura 1. Esquema de categorías y relaciones. 25 Artazcoz, L. (2002) Salud y género. Documentación Social 127. Fundación Caritas 26 Hankivsky, O. (2012). Women’s health, men’s health, and gender and health: Implications of intersectionality. Social Science & Medicine 74; 1712-1720 11 Datos sociodemográficos de los participantes La edad promedio de los participantes fue de 64,7 años, en su mayoría, casados. Siguiendo el esquema de Goldthorpe27 las clases sociales ocupacionales que predomina son la VI y VII. (Ver Tablas 1 y 2) Tabla 1. Características sociodemográficas de los participantes del Estudio en Bogotá-Colombia. PARTICIPANTE EDAD PROCEDENCIA ESTADO OCUPACIÓN CIVIL 1 55 Bogotá Separado Vigilante (Parqueadero) 2 76 Barbosa Casado Independiente (taller de (Santander) 27 mecánica) Goldthorpe JH. (2012) De vuelta a la clase y el estatus: por qué debe reivindicarse una perspectiva sociológica de la desigualdad social. Rev Esp Invest Sociol.137:43-58. 12 3 61 Bogotá Casado Mecánico 4 65 Bogotá Casado Comandante (Bomberos) 5 76 Prado Casado Agricultor Casado Independiente (Tolima) 63 6 Cunday (Tolima) 69 7 (Comercio) Cáqueza Soltero Administrador Público Casado Ebanista Casado Conductor (Cundinamarca) 90 8 Manizales (Caldas) 86 9 Guateque (Boyacá) 10 75 Bogotá Casado Mecánico 11 58 Cúcuta Unión libre Abogado (Norte de Santander) Tabla 2. Características sociodemográficas de los participantes del Estudio en Parla-España PARTICIPANTE EDAD PROCEDENCIA ESTADO OCUPACIÓN CIVIL 1 62 Madrid Casado Técnico operario 2 50 Extremadura Casado Linotipista 3 47 Alcorcón Casado Operario 4 58 Marruecos Casado Personal de Aseo 5 63 Madrid Casado Conserje 6 51 Alcalá de Henares Separado Taxista 13 7 56 Extremadura Casado Ebanista 8 68 Madrid Separado Jubilado 9 74 Madrid Casado Jubilado 10 58 Madrid 11 64 Parla Casado Casado Pintor Jubilado Clase Social, trabajo y elecciones sobre los estilos de vida Al indagar sobre la experiencia de vida desde lo cotidiano, los relatos de los hombres reflejan una transversalidad del papel del trabajo en la construcción de hábitos y sentidos sobre la salud, la alimentación, la actividad física y, en general sobre lo que conocemos como estilos de vida. En las trayectorias de vida de los varones entrevistados, el espacio de lo laboral resulta determinante para la construcción, aprendizaje e incorporación de los estilos de vida, es muy poca la relación que la familia tiene en este proceso de construcción desde los textos de los entrevistados, lo cual puede estar vinculado a la salida a temprana edad de sus hogares y familias de origen. La familia emerge para referirse a dolencias que se heredaron y que se relacionan con el IAM. Respecto a lo anterior, Goldthorpe y McKnight consideran que las oportunidades vitales derivan de la posición que los sujetos ocupan en los mercados capitalistas –en especial en el mercado del trabajo 28, de modo que tales oportunidades de los varones entrevistados, cuyas clases ocupacionales están dentro los ultimas estratificaciones, están restringidas. Si bien es cierto la propuesta de los autores antes mencionados, es que la clase ocupacional es un aspecto fundamental en las desigualdades sociales, los hallazgos del presente estudio sugieren que además, la clase ocupacional y el trabajo, en términos de trayectoria, son determinantes en los procesos fisiopatológicos de las personas por la relación que estos tienen con procesos de origen social. 28 Goldthorpe JH, McKnight, A. The Economic Basis of Social Class. Centre for Analysis of Social Exclusion. London School of Economics. February, 2004. 14 Así, las elecciones que los participantes hacen sobre su alimentación, sobre el consumo de alcohol y tabaco, tanto de Parla como de Bogotá, dependen de esas oportunidades vitales que se ofertan desde el medio ocupacional. “Para ese entonces fumaba todo el mundo, en las fábricas.” (Hombre de Parla, 2) “Osea a mi me llaman por teléfono y lo primero que hago es coger un cigarro, me llaman para un problema y con un cigarro, entonces yo veía que a lo mejor si, el tabaco me perjudicaba, el estrés me hacía fumar” (Hombre de Parla, 5) "en ese trabajo se toma mucho, se fuma mucho"(Hombre de Bogotá, 4-4:18) “la alimentación era mucha harina, empecé a trabajar como a los 12 años y ahí es cuando uno come en la calle y esa comida es lo que lo degenera mucho” (Hombre de Bogotá, 1-17:155) Es alrededor de la labor que han desempeñado los participantes que se generan prácticas como el consumo de cigarrillo o alcohol, pues en los espacios después de la jornada laboral, estas prácticas se entienden como "naturales" a su ocupación. Identidad de género, construcción social del cuerpo e IAM. Otra dimensión que se relaciona con lo ocupacional como estructurantes de los estilos de vida es la idea de masculinidad que subyace en las historias de los entrevistados, pues ésta reafirma las elecciones sobre prácticas que pueden resultar nocivas, así como el modo de comprenderlas. La masculinidad es un articulador de las trayectorias de vida de los varones: un hombre trabaja, provee a su familia, bebe, fuma, no asiste al médico, a no ser que sea estrictamente necesario, y no reflexiona sobre qué alimentos consumir, aspectos que están naturalizados o normalizados en el "hacerse hombre" o de construirse corporalmente como hombre 29. Los anteriores elementos emergen como patrones comunes en las trayectorias de vida de los hombres entrevistados y resultan aspectos relevantes como determinantes de un IAM. "me la paso recordando el pasado, por ejemplo cuando me emborrachaba; mujer aquí, mujer allí, en cada puerta un amor; fume uno, dos paquetes [de 29 Bourdieu P. La dominación Masculina. (Traducción de Joaquín Jordán). Editorial Anagrama. Barcelona, 2000. 15 cigarrillo], descaradamente les cuento porque así era mi vida... uno de hombre, eso es así" (Hombre de Bogotá, 9-10:9) “Yo me fui con 17 años de mi casa y he re-corrido media España, más de media España. Desde crio el curro fue central. Ahí se aprende de todo”(Hombre de parla, 6) Los hábitos que emergen en la trayectoria en la vida, como el tabaco y el alcohol, fueron comunes en todos los entrevistados y han sido ampliamente documentados en la literatura científica como factores sobre los que se encuentran mayores diferencias entre hombres y mujeres con enfermedad cardiovacular 30,31, es decir, es un factor que está presente con mayor frecuencia en hombres, razón por la cual, algunos de estos estudios lo ligan a la construcción de lo masculino. Uno de los elementos emergentes en los textos de los entrevistados se relaciona con elecciones comportamientos sobre el beber, fumar, incluso no asistir al médico, los cuales se han explicado desde la naturalización de lo que “significa ser un hombre” como un universal histórico 32; evidenciando la necesidad de profundizar en la indagación sobre el cómo se construyen las masculinidades desde sus espacios y experiencias privadas33, de modo que posibilite repensar las categorías de género y sus manifestaciones en el proceso salud-enfermedad. Conclusiones preliminares La aproximación comprensiva a las trayectorias que estructuran los estilos de vida de varones que han sufrido infarto agudo de miocardio desde sus voces y representaciones nos muestran cómo el mundo del trabajo sobredetermina muchos de los comportamientos y elecciones de la cotidianidad. Al respecto autores como Cockerham proponen una interpretación de los estilos de vida en relación con la salud como una dialéctica entre las posibilidades (estructura) y las decisiones de vida (agencia); así los comportamientos relacionados con los estilos de vida no son pautas individuales sino roles reconocibles, dentro del grupo o clase social de referencia. Es 30 Prata J, Quelhas-Martins A, Ramos S, Rocha-Gonçalves F, Coelho R. Gender differences in quality of life perception and cardiovascular risk in a community sample. Rev Port Cardiol. 2016 Feb 25. pii: S0870-2551(16)00013-5. doi: 10.1016/j.repc.2015.09.022. 31 Hunt K, Lewars H, Emslie C, Batty G (2007). Decreased risk of death from coronary heart disease amongst men with higher 'femininity' scores: a general population cohort study. Int J Epidemiol. 36(3):612-20 32 Courtenay W (2000).Constructions of masculinity and their influence on men's well-being: a theory of gender and health. Social Science & Medicine, 50:1385-1401. 33 Figueroa-Perea. J. Un apunte sobre varones y masculinidades enajenadas. Conferencia del III congreso internacional sobre estudios de varones y masculinidades. Colegio de México. México, 2013. 16 decir son fenómenos socialmente fundamentados y los resultados del presente estudio reflejan esa dialéctica entre agencia y estructura. Por otro lado, resulta de gran relevancia comprender la relación de las clases sociales con el proceso de enfermar, más allá de la explicación del origen de las desigualdades sociales en salud. 17