RETOS PARA UN ORDEN INTEGRADOR DE LIBRE CONCURRENCIA PROFESOR DOCTOR D. TOMÁS PEDRO GOMARIZ ACUÑA Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, despacho J15 Universidad Rey Juan Carlos [email protected] Resumen La situación generada por la crisis económica actual nos obliga a una profunda reflexión sobre los desafíos para un orden social y político basado en la defensa del interés general y la legitimidad de la libre concurrencia de la ciudadanía. En el discurrir diario apreciamos cómo el incremento de la confrontación de las principales tendencias de opinión, al tiempo que el de los grupos corporativos económicos y cívicos más destacados, están degradando las bases y naturaleza del consenso fundamental para la estabilidad de nuestra sociedad. Estado de la cuestión evidenciado con el abandono de los modelos utilizados por Europa para su reconstrucción y desarrollo tras la Segunda Guerra Mundial. Durante las últimas décadas hemos podido percibir cómo la paulatina desaparición de los soportes del orden institucional han malogrado los soportes de la estabilidad política. La dinámica de desregularización y la apertura al arbitrio de la especulación nos están llevando a situaciones altamente insostenibles y conflictivas. La desmembración orgánica de soportes vitales del Estado está dejando a la ciudadanía en absoluto desamparo. Nuestra nación, lejos de progresar en el modelo de su forma política, se debilita ante los nuevos desafíos del escenario internacional del siglo XXI. Las grandes corporaciones económicas internacionales forjan nuestro destino. Parece ser que desagradables episodios tienden a repetirse. La vuelta a las prácticas de la teoría clásica nos coloca ante un escenario semejante al de la finalización de la Modernidad. Con tal disposición repetimos anacrónicos errores nunca superados. Sólo nos diferencia, con un efecto limitado, el influjo de los progresos alcanzados. Además, el desarrollo tecnológico abre un cúmulo de nuevas consideraciones y posibilidades a tratar. Ante tal situación sólo nos queda por contestar si la efervescencia del desarrollo tecnológico, con la generación de la sociedad virtual, no nos colocará ante fenómenos semejantes a los definidos por los teóricos de la sociedad y la comunicación de masas. PALABRAS CLAVES Desregularización, arbitrio de la especulación, desmembración orgánica, interés general, sociedad virtual. Índice Pg. I. INTRODUCCIÓN.........................................................................................................3 II. DETALLES DEL ESCENARIO ACTUAL...............................................................4 2.1. La emergencia de los condicionantes contextuales....................................................5 2.2. Las dinámicas de ajustes. ...........................................................................................6 III. RETOS DE LA SOCIEDAD GLOBAL.....................................................................8 3.1. La preponderancia especulativa..................................................................................9 3.2. La degradación de la vida política..............................................................................9 3.3. El desarrollo del crimen organizado.........................................................................10 CONCLUSIONES...........................................................................................................11 BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................12 2 I. INTRODUCCIÓN. La mera observación del contexto español actual nos hace reflexionar sobre la configuración de un escenario, poco alentador e incluso sospechoso, donde los soportes del interés general están siendo doblegados en favor de los fines especulativos de las grandes corporaciones económicas internacionales. El sistema financiero internacional está haciendo tambalear nuestra estabilidad política y social. Situación del todo preocupante por las repercusiones que esto parece tener en nuestro modo de vida e incluso en la perdurabilidad de nuestras instituciones. En esta mecánica, la crisis se ha convertido en la justificación de la acometida de muchas medidas políticas de origen foráneo cuya conveniencia es del todo discutible. Por otra parte, los métodos empleados para la ejecución de tales prácticas son del todo discutibles, aún a pesar de la urgencia de nuestros socios comunitarios. Con todo ello, además, ha sido inevitable la emergencia de los diferentes debates públicos en torno a las razones para el cuestionamiento de los soportes de legitimidad del modelo político vigente en España. Todo esto, sobre todo, cuando las decisiones más relevantes están siendo tomadas, claramente, desde el exterior. Al respecto de lo anterior, debe señalarse como punto fundamental de discusión, la ausencia de una clara justificación causal de todo este proceso. Aunque la crisis otorgue muchos fundamentos a muchas medidas, todo lo hecho está respondiendo al dictado de partes interesadas en crear tal situación. Estamos a merced de la lógica especulativa del flujo, aparentemente libre, de capitales. Ninguna ley o moral gobierna esta dinámica. En tal situación, la estabilidad de toda sociedad queda desamparada. 3 II. DETALLES DEL ESCENARIO ACTUAL. El origen de esta realidad se encuentra en los primeros intentos destinados a la mundialización de la sociedad de libre mercado. A este respecto, debe ser destacado el carácter idealista de tales tentativas. Las posibilidades de desarrollo del mercado guardan el aliciente del acercamiento, la cooperación y la distensión. Proclamas, por tanto, muy valiosas, desde un punto de vista ético, si se tiene en cuenta las fricciones insalvables del escenario de la Guerra Fría de aquel entonces. Los tratados de libre comercio siempre encontraron estos obstáculos hasta la caída del Bloque del Este. La Ronda de Uruguay duró casi una década. Hasta su cierre, con la firma del Acuerdo de Marrakech, no se introdujo el concepto de globalización. En la firma del acuerdo señalado no estuvieron ausentes posicionamientos contradictorios. Lógicamente, en ellos se hicieron visibles los posicionamientos de los agentes preponderantes en perjuicio de intereses menores. A todos los efectos, a pesar de las cautelas necesarias, en la primera etapa se destacó un ambiente de amplia complacencia. Éste era el tiempo de consolidación de los soportes de legitimidad de la supuesta libre concurrencia. Todos los estados debían de ir ajustándose a tal orden de cosas por iniciativa propia. La parte problemática de este proceso se inició al principio del milenio. La aplicación radical de las tesis neoliberales fueron llevadas a efecto con el cambio de línea de la política norteamericana. 4 2.1. La emergencia de los condicionantes contextuales. Motivada por la nostalgia de viejas glorias, parece que la historia tiende a repetirse. Los paradigmas de antaño se han convertido en proclamas cargadas de futuro en el discurso de los voceros de nuestro tiempo. Los principales actores políticos y los medios de comunicación los preconizan haciendo gala de aires de innovación, excelencia y muy buen porvenir. La preponderancia de los principales agentes económicos presiona al retorno de un orden precedente que nunca llegó a culminarse y jamás existirá. Circunstancia, por otra parte, agravada con la desconsideración de las consecuencias padecidas por la sociedad occidental al final de tal periodo. Desde el inicio del proceso globalizador, a la desregularización y el libre mercado se le ha otorgado una cualidad mágica encubridora de los desastres de la especulación, cuyos riesgos habitan en los márgenes de la extinción o el suicidio. La mecánica de los acontecimientos en curso evidencia el carácter perverso de la ingenuidad de las argumentaciones aquí comprometidas, que sólo son sostenidas por los agentes interesados en tal dinámica. Sin negar las virtudes del libre mercado, nadie debería obviar sus riesgos (Polnayi, 2007). Sólo tiene valor de excelencia en condiciones ideales. A este respecto, no podemos estar al margen de las postulaciones fundamentadas del pesimismo antropológico. Nadie ha podido garantizar el presupuesto hipotético de la concurrencia homogénea de actores de muy buena voluntad en este escenario. La misma lógica de la motivación de la iniciativa individual en este marco de participación justifica la perversión del ideal que la sustenta y legitima. Dentro de las mecánicas contradictorias de las relaciones económicas, no puede ser negado cómo el afán de lucro, móvil de estas dinámicas, termina por degenerar y denigrar todos los soportes idealistas de legitimidad de tales marcos de determinación. 5 Los principales soportes de nuestra sociedad, garantes de los principios fundamentales que sostienen nuestro sistema de convivencia, libre expresión y concurrencia son los sólidos marcos y organismos institucionales. Por todo lo dicho y la demostración de los últimos fenómenos y acontecimientos, no podemos afirmar nuestra autonomía como sociedad para funcionar al margen de la salvaguardia del interés general. Para todo esto es imprescindible la articulación de los debidos mecanismos reguladores del acontecer social. Sin formas políticas como los estados democráticos no es posible garantizar el sostenimiento del valor del dinero como instrumento de cambio que, en última instancia, es recurso imprescindible de la economía de libre mercado. 2,2, Las dinámicas de ajustes. En la actualidad vivimos un periodo convulsivo de carácter reactivo carente de dirección y destino. No fue el resultado de ninguna maquinación previa. Nada fue preparado. Carece, por completo, de fundamentos sólidamente elaborados o ideología. Surgió de un cambio brusco de las condiciones y expectativas de vida. No está dando lugar a la generación de estructuras organizativas que articulen, de la forma más ágil y efectiva, las aportaciones de los participantes en las numerosas y diversas protestas. En tanto efecto de lo acontecido en el escenario político de los últimos años, observamos que la decepción de la ciudadanía con las estructuras cívicas y políticas ha motivado, en muy alta medida, la desconfianza con nuestro entramado institucional de representación de los intereses colectivos. Por tanto, la degradación del modelo de participación en la esfera pública de discusión, sobre el interés general, es incuestionable. Estas cuestiones nos están avocando al desarrollo de un entorno de vacío político, desprovisto absolutamente de coherencia, y dado al arbitrio de sinergias al margen de las garantías elementales de los principios del derecho. 6 La transformación de las expectativas desarrolladas en el último periodo de bonanza ha sido el mayor revulsivo de la agitación social desde la última conflagración mundial. Movilizaciones caóticas que han seguido conductas y posturas muy variadas. Concurrencia que ha sido motivada desde todas las corrientes de pensamiento y el conjunto de los grupos de interés. Sin caer en la ingenuidad, las expectativas del desastre estaban generando muchos anhelos entre tendencias de muy variada índole. A este efecto podemos señalar, que estos acontecimientos podían ser considerados la oportunidad para diferentes actores políticos relegados a los márgenes del juego parlamentario y de la negociación social. Por otra parte, nadie duda que este orden de cosas fue considerado por importantes corporaciones económicas, de gran relevancia a nivel internacional, como la ocasión para la intervención y el ajuste en clave neoliberal. A la vez, nos encontramos frente a un panorama, en mayor grado confuso, por la aparición de los trasfondos de muchas operaciones económicas y políticas fraudulentas. Circunstancias iluminadas ante la opinión pública, de la mejor manera, con las posibilidades ofrecidas por los nuevos avances tecnológicos de la comunicación. 7 III. RETOS DE LA SOCIEDAD GLOBAL. Los fundamentos de los desafíos del nuevo escenario vienen dados por la naturaleza y la lógica del marco de definición donde éstos se generan. La desregularización ha destruido los soportes del orden institucionalizado y el riesgo ha sido convertido en el más recurrente y preciado recurso económico. La ausencia de arbitrios a la especulación está sirviendo para distorsionar todos los ámbitos de la convivencia, al habilitar el abuso y el delito como práctica común o regular. La desmembración del Estado de Derecho deja sin garantías a la ciudadanía frente a los excesos de diferentes poderes corruptos y da lugar a la radicalización de los conflictos sociales, que suele ser la respuesta improvisada frente a tal circunstancia. La globalización de la economía está provocando efectos muy preocupantes que están afectando a la armonía del conjunto de los entornos sociales de nuestro planeta. La voracidad del mercado no encuentra barreras, perturba o corrompe todo. Carece de principios, no se somete a moralidad alguna, su lógica la marca el oportunismo y su única meta es la obtención del mayor beneficio. En esta carrera dominan la planificación de las estrategias corporativas elaboradas sobre previsiones estimadas a corto plazo. Para los actores de este escenario la perdurabilidad es, en gran medida, un inconveniente y la rapidez se ha convertido en el mejor eslogan. En esta cultura de los negocios nadie quiere asumir ninguna responsabilidad porque reduce las expectativas de logro. En esta desenfrenada carrera, la competencia siempre te arrebatará las mejores oportunidades. 8 3.1. La preponderancia especulativa y sus efectos cuando no hay control. Siendo el fundamento de la lógica de la sociedad de libre mercado el afán de lucro, cualquier acontecimiento de máxima perversión y degradación puede ocurrir si no existen los debidos mecanismos de regulación. Sobre todo cuando las prácticas implicadas son altamente beneficiosas. En tales casos, mientras la posibilidad de logro es perdurable, estas formas de proceder se terminan haciendo rutinarias. Mientras exista un beneficio que las pueda alimentar tenderán a perpetuarse. Además, dadas las condiciones de configuración de este tipo de entorno, las mecánicas de acumulación de riquezas, que se generan de estas maneras, dan lugar a concentraciones peligrosas de poder, donde éste suele ser ejercido de forma despótica por los correspondientes tiranos allí surgidos. La lógica de este proceso la estamos apreciando en la realidad a través del acontecer de los últimos escándalos públicos. Las demostraciones de impunidad que efectúan los implicados está poniendo en entredicho la armonía de nuestro modelo de convivencia. Roto el principio de integración, las sociedades pierden su coherencia y todo deja de funcionar. Todo orden social necesita de la disposición general de los ciudadanos a la reciprocidad. Salvo en el caso de las acciones sociales afectivas o filantrópicas, todos los agentes sociales hacen sus aportaciones para alcanzar alguna finalidad. Por tal razón, podemos afirmar que no hay nada más destructivo que las dinámicas desarrolladas sobre estos paradigmas de las relaciones sociales de intercambio. 9 2.2. La degradación de la vida política. El efecto de esta dinámica afecta en muy gran medida la vida política y las instituciones relacionadas con ella. La corrupción es la cara más visible de este problema de la mercantilización de la vida pública. La lógica de las relaciones de mercado ha invadido todas las facetas de nuestra existencia y nadie está a salvo de poder ser comprado. El valor del dinero se está imponiendo sobre las reglas propias del Estado de Derecho. Las instituciones democráticas están siendo vaciadas de sentido y contenido. Los poderes ejecutivos están siendo viciados. Con ello se está poniendo en peligro nuestro modelo de convivencia y nuestro modelo de representación de intereses en los foros del debate público. Con la justificación de la crisis, la potencialidad del poder de los principales agentes económicos internacionales está imponiéndose sobre las instancias que representan la voluntad de la ciudadanía. Esto se está haciendo por varias vías. Entre ellas destaca, además de la señalada en el párrafo anterior, la capacidad de tales instancias para condicionar las políticas económicas de los países. Poseen una capacidad extrema para influir sobre los mercados y generar las situaciones más favorables para inducir las medidas políticas que mejor les convengan. Para estas corporaciones las estructuras políticas son objetos a manipular. Para ellas son fuentes de beneficios directos a través de la venta de productos, la contratación de servicios y la negociación de condiciones de explotación de los recursos económicos disponibles en tales entornos. Para la consecución de sus fines son muy eficientes en la explotación de los márgenes de la regulación del funcionamiento de las instituciones. El tema tratado en este apartado hace visible un problema fundamental de nuestro modelo de vida, que puede llegar a afectar asuntos relativos a la seguridad nacional y la defensa de nuestro modelo político. Con el panorama señalado se evidencia cómo están siendo menoscabados, en beneficio de intereses ocultos, los soportes del modelo de Estado vigente. Por otra parte, simultáneamente, las influencias foráneas están contribuyendo a elevar exponencialmente el grado de crispación social. 10 Se pretende que la ciudadanía asuma las consecuencias de sucesos que no son de su incumbencia y carecen de todo sentido de racionalidad. 3.3. El desarrollo del crimen organizado. En último lugar, una cuestión de especial trascendencia es el beneficio de la desregularización para el desarrollo de actividades ilícitas. Desde la finalización de la Ronda de Uruguay y el nacimiento de la Organización Mundial de Comercio, el crimen organizado, el mercado negro, la evasión fiscal y el tráfico ilícito de capitales ha crecido desorbitadamente. El control de este tipo de operaciones es cada vez más difícil para los estados. Estas corporaciones internacionales del crimen tienen cada vez más poder, superando, en ocasiones, el potencial de muchas naciones. Su capacidad de influencia en las esferas políticas es muy grande. Tienen mucha capacidad para afectar, con mucha eficacia, en el funcionamiento de estos escenarios. Lógicamente, todas las medidas de nuevo cuño de carácter globalizador han abierto paso a estos fenómenos porque en primer lugar se dio paso a la degeneración institucional. La degradación del sistema financiero y los mecanismos de control que debieron evitarlo fue el ejemplo más significativo. Posteriormente, el desmoronamiento del modelo de economía que sustentó las mejores posibilidades de desarrollo de la historia de la humanidad dio paso al sistema caótico que ahora padecemos. En los últimos años hemos sido espectadores de acontecimientos como el desmoronamiento de Albania y la narcoguerra de México. En la actualidad no sabemos cuál será el futuro de Europa. . 11 IV. CONCLUSIONES. A tenor de los acontecimientos que se han venido produciendo desde el inicio de la crisis, deben señalarse algunas consideraciones sobre cuestiones que nos afectan y suelen pasar desapercibidas para el conjunto de la ciudadanía. Al día de hoy, estamos sumidos en un agitado debate sobre las alternativas de la crisis sin comprender el fondo de los acontecimientos y sin prestar atención a las consecuencias de lo realizado en otras naciones. A la vista de los acontecimientos, claro está que todo se está haciendo de una forma encubierta en favor de intereses que son ajenos a nuestro estado. Si la situación es difícil para el estado español, las medidas que se nos proponen poco pueden ayudar para la vuelta a la situación de normalidad. Así, a tenor de todo lo tratado en estas páginas se deben señalar las siguientes estimaciones: 1.- La desregularización de la economía es la mejor contribución al desmoronamiento de las instituciones del Estado. Con ello la ciudadanía puede quedar en situación de desamparo ante el avatar de la más férrea especulación de diversas corporaciones exteriores. 2.- La principal razón de la degeneración de la vida política está vinculada a la preponderancia otorgada a los agentes económicos y a la reducción de las competencias de los mecanismos de control judicial. La regulación del control de la financiación de partidos fue muy tenue y poco ágil. La desactivación de los pocos mecanismos existentes ha sido ignorada por la opinión pública y el conjunto de los partidos del espectro parlamentario. 12 3.- La situación creada en el ámbito político está dando lugar a una crisis de legitimidad que puede poner en peligro la vigencia del actual sistema de representación de intereses. Gracias a todo esto se está volviendo a provocar el surgimiento de la agitación y turbulencia social. Un síntoma evidente es el de la radicalización de las tendencias políticas. Las protestas y actividades reivindicativas están adquiriendo un tono cada vez más violento. Las organizaciones de ideología autócrata son cada vez más visibles. 4.- Los principales sectores corporativos internacionales de la economía y sus organismos asociativos tratan de obtener provecho de las situaciones convulsivas. Entre sus fines destaca la intención de promover intervenciones que en gran medida pueden dejar al margen el interés general de la ciudadanía. 5.- El efecto más grave de la tentativa liberalizadora es el incremento prodigioso del crimen organizado. La desregularización hace emerger este tipo de prácticas dotadas de un nuevo aspecto de normalidad. En el nuevo contexto es más difícil perseguir el delito porque se han malogrado las herramientas legales para hacerlo. 13 BIBLIOGRAFÍA BAUMAN, Z. (2006) Vida líquida, Barcelona, Paidós. BECK, U. (2003) Un nuevo mundo feliz. La precariedad del trabajo en la era de la globalización, Barcelona, Paidos. CALVO RUFANGES, J. 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