Comentario de texto de Platón. PAEG. Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la moradaprisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público. Platón, La República, Libro VII, 517a-d, en PLATÓN, Diálogos IV. La República, trd. de Conrado Eggers, Madrid, Gredos, 1986, p. 342. Sitúa al autor en su momento histórico: Platón fue un filósofo ateniense, discípulo de Sócrates, con el que se inaugura la etapa clásica de la filosofía griega. Vivió a caballo entre los siglos V y IV a.d.C, fundó la Academia, fue maestro de Aristóteles y expuso su filosofía en forma de diálogos. Fue el creador de la teoría de las Ideas, defendió el intelectualismo ético y escribió el primer libro de filosofía política, La república, donde afirmaba que habían de gobernar los sabios para que hubiese un estado justo. Señala el tema o el problema del texto: El tema central del texto es la interpretación del mito de la caverna: la caverna y el exterior simbolizan el mundo sensible y el inteligible: La ascensión del esclavo, el proceso de conocimiento. Y la luz del sol exterior representa la Idea de Bien, fuente de toda verdad y conocimiento. Indica las ideas principales: La primera idea es la comparación entre el mundo sensible y el interior de la caverna. La segunda idea consiste en asimilar la subida del esclavo al exterior con el proceso de conocimiento del mundo inteligible. La tercera idea que se formula es la de la Idea de Bien como cima de la jerarquía de las Ideas causa de la verdad de todas ellas La cuarta y última idea que señalamos es que para actuar con sabiduría tanto en el ámbito de la vida privada como la pública es menester haber conocido la Idea de Bien. Muestra las relaciones entre las ideas: En el párrafo comentado Platón se vale de la analogía como elemento explicativo. Va señalando la equivalencia entre las regiones del mito de la caverna y su dualismo entre mundo sensible y mundo inteligible. El interior de la caverna ejemplifica el mundo de los sentidos. El mundo exterior a la caverna representa el mundo de las Ideas. El ascenso al que se obliga al esclavo es una metáfora de proceso de conocimiento. Y, finalmente, el Sol externo, fuente de luz y de vida, simboliza la Idea de Bien. Así Platón concluye que quien llega a conocerla alcanza la sabiduría tanto en la vida privada como en la vida política. Explica las ideas: El texto, a través de la analogía ya comentada, nos presenta el dualismo ontológico platónico y su concepción, también afectad de dualismo, sobre el conocimiento. Para Platón la realidad, como la caverna, se compone de dos niveles o planos ontológicos: un nivel inferior integrado por el mundo de los objetos sensibles, cambiantes, finitos y perceptibles por los sentidos, y un nivel superior constituido por el mundo de los objetos matemáticos y, sobre todo, por las Formas o Ideas en sí, eternas, inmutables y cognoscibles solamente por la razón. Ambos mundos no están al mismo nivel: el mundo sensible, en el que se mueve ordinariamente el hombre, es un mundo del que no puede haber verdadero conocimiento porque está en permanente cambio como ya había enseñado Heráclito. Por tanto, en relación con el mundo inteligible, es un mundo inferior, no verdadero. La verdadera realidad, el verdadero conocimiento está en las Ideas en sí, entidades inmateriales y eternas que para Platón constituyen el modelo o el arquetipo de las cosas. Conocimiento racional, pero intuitivo que se logra tras superar la fase de dianoia o conocimiento matemático basado en hipótesis y en deducciones a partir de ellas. El conocimiento de las Ideas es, por el contrario, “an-hipotético”, es decir, las Ideas no se suponen hipotéticamente ni tampoco se demuestran sino que se captan intuitivamente por el nous o facultad racional del alma. De las ideas podemos decir que son algo así como el “arquetipo”, el “modelo” o “patrón” de las cosas del mundo sensible que serán tanto más “perfectas” cuanto más se aproximen, asemejen o participen de las Ideas en sí. Para Platón hay una jerarquía en el mundo inteligible: la de los objetos matemáticos y las Ideas. Los primeros son más imperfectos que las segundas porque el matemático, para conocerlos, tiene que recurrir de una u otra manera a su representación sensible como auxiliar. También hay una jerarquía en el ámbito de las Ideas: tendríamos primero las Ideas de las cosas sensibles (ideas de árbol, caballo o montaña), luego las Ideas de los objetos matemáticos (ideas de triángulo, número o polígono), y por ultimo, la Idea más perfecta de todas: a Idea de Bien, de cuya perfección dice Platón que el resto de las Ideas participan. Es el equivalente del Sol del exterior de la caverna que es el que hace posible la vida del mundo. El texto concluye con una interesante referencia platónica al papel ético y político del verdadero conocimiento. En el mito de la caverna, una vez que ha subido el esclavo al exterior, le gustaría quedarse allí y no bajar al mundo de los esclavos encadenados del que partió. Sin embargo, Sócrates, el protagonista del diálogo afirma que a los que han conocido la verdad ha de obligárseles a bajar al mundo de los esclavos, aunque no quieran, con el fin de promover su ilustración y liberación por el conocimiento. La bajada a la caverna del sabio ejemplifica la idea de Platón de que para que haya verdadera justicia en la polis o el estado, han de gobernar los sabios debido a que han conocido, tras una larga preparación, la Idea de Bien. Aquí se expresa la dimensión política del mito y el sesgo práctico de la teoría del conocimiento platónica.