SOCIETAT ESPANYOLA DE PSICOANÀLISI Fundada el 1959 Component de la International Psychoanalytical Association - IPA Fundada el 1910 A PROPÓSITO DE LA SALUD MENTAL Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, en estos días ha vuelto a mi mente la respuesta de Freud al ser preguntado sobre cómo definiría la salud mental. Sus palabras al respecto, ampliamente conocidas y citadas, no sólo no han perdido valor a lo largo de todos estos años sino que, a mi entender, tienen en estos tiempos y en nuestra sociedad más valor si cabe. Freud definió la salud mental como la capacidad de amar y trabajar. Podemos interpretar desde distintos puntos de vista esta definición sabia, básica y escueta, que en dos palabras contiene la esencia de lo que nos hace sentir bien con nosotros mismos y con los demás en el ámbito de las relaciones personales y familiares, y como parte integrante de la sociedad. La necesidad afectiva básica del ser humano para su desarrollo físico, emocional y psicológico es la de ser amado y poder amar. Forma parte del amor hacia otra persona la aceptación y el reconocimiento de su propia subjetividad, el respeto por sus cualidades, el apoyo ante sus dificultades y el estímulo de sus potencialidades. Todo ello está en la base de una autoestima saludable, de la confianza en uno mismo y en los demás, y favorece la posibilidad de unas relaciones afectivas más seguras y consistentes. También nos capacita para poder reconocer mejor los estados mentales y emocionales propios y de los otros. Lo que favorece una mayor diferenciación y tolerancia ante lo diferente, lo distinto, imprescindible para vivir en sociedad. No significa esto que no puedan presentarse dificultades y alteraciones que afecten nuestro equilibrio emocional y psicológico, pero las posibilidades de recuperarlo serán mayores si la persona afectada ha podido contar con unas primeras relaciones empáticas y en buena sintonía con sus necesidades emocionales. Sabemos que cubrir únicamente las necesidades biológicas y materiales para mantenernos en vida no es suficiente para un buen desarrollo. La alimentación, por ejemplo, es además una de las principales vías de intercambio de amor, cuidado, atención, aceptación, ternura, respeto y reconocimiento, si todo va bien. También puede convertirse en fuente de conflictos cuando las dificultades que se presentan no se superan adecuadamente. Estos intercambios afectivos son imprescindibles para el desarrollo de la personalidad y, sin ellos, el ser humano puede ver muy comprometida su salud física y mental. Conocemos experimentos de deprivación afectiva que han puesto de manifiesto que, en circunstancias extremas, los niños podían llegar a una situación de marasmo que podría acabar con sus vidas. Hoy en día, los avances en neurociencias nos informan de la plasticidad cerebral, máxima en los primeros años de la vida, y de la importancia de la interacción con el ambiente y su influencia en este período, también desde el punto de vista del desarrollo neuronal y cerebral. Alacant 27, entr.C 08022 Barcelona Tel / Fax 93 212 58 39 [email protected], www.sep-psicoanalisi.org SOCIETAT ESPANYOLA DE PSICOANÀLISI Fundada el 1959 Component de la International Psychoanalytical Association - IPA Fundada el 1910 A medida que crecemos vamos ampliando nuestros vínculos y experiencias y, si se dan las condiciones necesarias de un entorno estable y seguro, la persona irá desplegando sus capacidades, lo que le permitirá nuevos aprendizajes y habilidades, imprescindibles para su relación cada vez más amplia con el mundo y con los otros. La estima hacia uno mismo y hacia los demás, y también la estima hacia lo que hacemos es lo que nos produce el sentimiento de bienestar y de satisfacción. Contar con buenas relaciones personales y familiares, y tener capacidad de trabajar u ocuparnos en tareas que nos hagan sentir útiles, creativos y productivos constituyen dos de las principales fuentes de bienestar a nivel personal y social. Estos dos aspectos fundamentales de la vida humana, la capacidad de amar y trabajar, quizá están en la sociedad actual especialmente amenazados. Vivimos tiempos de incertidumbre, de crisis de valores y modelos de relación anteriores, en los que parece difícil establecer relaciones con un compromiso emocional duradero y estable. Por otro lado, el derecho al trabajo, no ya como medio de realización personal y profesional sino en su finalidad más básica de subsistencia, se ve seriamente comprometido ante la actual crisis financiera, económica y política. Un siglo después, las palabras de Freud cobran relevancia y nos invitan a la reflexión. Mercedes Olmo Andreu Psicoanalista SEP-IPA Octubre 2013 Alacant 27, entr.C 08022 Barcelona Tel / Fax 93 212 58 39 [email protected], www.sep-psicoanalisi.org