DE CHARANGOS Y CHARANGUISTAS - a propósito del IV Concierto organizado por el Instituto del Charango PeruanoChalena Vásquez (musicóloga) “A través de la quena y el charango lo oiré todo”, escribió José María Arguedas poco antes de morir. ¿A qué “todo” se refería? talvez a las vicisitudes, inquietudes, esperanzas y dolores del Perú. ¿Se expresan en la quena y el charango, todo el sentir de los peruanos? Probablemente sí... y especialmente a través de la música andina, como lo pudimos apreciar en el IV Concierto de Charango Peruano, en el pequeño y colmado auditorio de la Asociación Guadalupana. ¡Muchas gracias a los maestros charanguistas! Una larga historia y arduo trabajo individual y colectivo, han transcurrido a través de varios siglos, para lograr los lenguajes musicales actuales, cuyas sutilezas técnicas y fuerza interpretativa, muestran el vigor, la diversidad y valor estético de manera incuestionable; aquí y ahora, en los albores del siglo XXI. Sin embargo los caminos recorridos por nuestros músicos, en la defensa del elemental derecho a la propia cultura, no han sido fáciles. En especial para el pueblo andino, cuya cultura ha sido y aún es, lamentablemente, sistemáticamente despreciada, discriminada, bloqueada, incomprendida e inclusive en algún momento tildada de subversiva, por el simple hecho de ser andina y corresponder a una cultura no oficial, no gubernamental, ni académica. De allí que el agradecimiento a los maestros charanguistas que brindaron un hermoso concierto –el viernes 26 de diciembre- es doble: por un lado agradecer su trabajo artístico (¿se puede agradecer la belleza?) y por otro, agradecer su persistencia y convicción para defender nuestro patrimonio cultural en contextos hostiles como son las ciudades y los circuitos mercantiles de la música y el arte. (donde hasta lo extranjero se vuelve “nacional” por letra y gracia de la Ley del artista) Jaime Guardia, es el maestro más conocido en el arte de tocar el charango, lleva más de 50 años en la práctica profesional de este instrumento. Su pulsación hace brotar un sonido dulce, con una claridad que evoca los manantiales, reforzando la sensación de que el charango y el agua clara poseen una magia compartida. Pero hay manantiales y manantiales, diría el maestro Roberto Teves, quien pulsa el charango con fuerza, quizás con la violencia del agua embravecida, en un canto bravío, imprescindible en los momentos de mayor indignación y rebeldía. Otra es la delicadeza, la ternura ofrecida en las canciones de amor que interpreta el maestro Avelino Rodríguez; alegre y sentimental a la vez, el charango se hace cómplice del cantor enamorado. Y los Hermanos Alvarado, que otrora acompañaron a la legendaria Mama Paulina, estuvieron también en el IV Concierto, brindando nuevas versiones de antiguas composiciones como el vals “Quenas” de Dunker Lavalle. Junto a los grandes maestros, en este IV Concierto de Charango Peruano, estuvieron los jóvenes de Taki Apaq, a quienes les tocará tomar la posta y “llevar el canto” en el curso de esta historia, así como la presencia ya madura del trío Los Cholos formado por Henry Guevara (voz, quena) Gomer Valverde (guitarra) y Ricardo García (charango); los Heraldos Negros en el que tocan Jaime Guardia –hijo- y Francisco de la Cruz, y el retorno –aunque sea temporal- de Julio Mendívil acompañado en la guitarra por Marino Martínez; todos ellos ofrecieron con gran calidad interpretativa, sinceridad y depurada técnica, las obras musicales de un rico repertorio: huaynos, carnavales, yaravíes, marineras, pandillas, danzas de Navidad, valses, tonderos, reafirmando una vez más la belleza y diversidad de nuestra música. Un público agradecido aplaudió con entusiasmo la labor plenamente cumplida. Mención aparte merece el maestro Manuel Acosta Ojeda, quien estuvo en la conducción del IV Concierto, con el comentario atinado, preciso y con su siempre crítico sentido del humor. El Instituto del Charango Peruano y su trascendencia Una rápida encuesta entre los jóvenes peruanos, sobre el charango, arrojaría sin duda, por un lado un gran desconocimiento de este instrumento, por otro, identificarían el charango con el que usan los grupos denominados latinoamericanos: el estilo boliviano. Las referencias a su forma física –morfología- con caparazón de quirquincho, las formas de tocar o técnica instrumental con arpegiados y rasgueos intensos, el tipo de wayno llamado moderno o balada andina que acompaña, corresponden al estilo boliviano que se ha difundido en los últimos años, y que tuvo en los Kjarkas su paradigma. Sin embargo, la gran riqueza musical que se encuentra en el charango peruano, su forma como guitarrita pequeña, de diversos tamaños y afinaciones, estilos de tocar –el trémolo ayacuchano, el t´ipi cusqueño- así como los géneros y danzas que acompaña, es prácticamente desconocida en la actualidad por la gran mayoría de los jóvenes peruanos y peruanas. De allí que los objetivos que se plantea el recientemente fundado Instituto del Charango Peruano, tengan una trascendencia cultural de gran valor histórico: revalorizar el instrumento, conocer su historia, reconocer a los grandes instrumentistas y constructores de charangos, promover la práctica del charango apreciando los estilos regionales, disfrutar de esta expresión artística como parte del derecho a la cultura que todos los peruanos y peruanas deseamos ejercer a plenitud. Desde estas líneas agradecemos a los maestros y alentamos su comprometida labor en pro de la cultura nacional, que sin duda desarrollarán con seriedad y calidad, a través de conciertos, cursos, talleres y la próxima página web que estará al servicio de todos los interesados. Por todo esto gracias a los maestros charanguistas... y al público asistente que esperamos se convierta también en un difusor y promotor permanente de las actividades del Instituto del Charango Peruano. Lima, Diciembre, 2003