Siete guías para determinar: “Si es la voluntad de Dios o es mi

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Siete guías para determinar: “Si es la voluntad de Dios o es mi voluntad”
Aquí tenemos Siete guías por las cuales puedes determinar la voluntad de
Dios para tu vida.
1.- ¿Jesús va a ser exaltado por esta elección? Yo llamo a este punto “La
prueba de Jesús” y lo pongo primero, porque Mateo 6:33 dice: “Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su Justicia y todas estas cosas serán
añadidas.”
Colosenses 1:18 dice: “Y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, él que es
el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia.”
Juan 16:13 dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda
la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”
Puedes preguntarte “Lo que hago va a exaltar a Cristo” Una de las maneras
que puedes hacerte esta pregunta es “¿La persona que estoy considerando
para casarme exalta a Jesús?” ¿Mi socio, en los negocios, exalta a Jesús en su
vida? ¿La compañía o empresa exalta a Jesús? ¿El colegio al que voy exalta a
Jesús? ¿Mis decisiones dan gloria y honor a Jesús? Todo tiene que ser hecho
para Su gloria y honor, porque sólo lo que se hace para Él permanecerá.
2.- ¿Tu decisión está de acuerdo con la Palabra de Dios? Hebreos 4:12 dice:
“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de
dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
Este versículo habla acerca de la habilidad de la Palabra de Dios para cortar
hasta lo más profundo o íntimo de tu ser. Así como un bisturí que corta y
divide hasta el hueso, así es la Palabra, capaz de cortar hasta lo más íntimo de
tu ser interior y divide tus ideas del alma y lo que viene del espíritu.
La dirección de Dios viene a ti por el Espíritu de Dios que mora en el espíritu
humano. Cuando naces de nuevo, tu espíritu humano creado de nuevo es
hecho a la imagen y semejanza de Dios.
Lo que viene de tu espíritu, que es dominado por el Espíritu Santo, es
revelación de Dios. La parte de ti que toma decisiones está en el reino del alma
que consta de tu mente, voluntad y emociones.
3.- ¿Tu decisión produce paz? 2 Corintios 5:17 dice: “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.”
Tú debes ser guiado por el testigo interno o la voz interior de tu espíritu
humano nacido de nuevo. La voz de tu hombre interior, el hombre escondido
en el corazón, te traerá paz. Dios dará testimonio con paz.
Colosenses 3:15 dice: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la
que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.”
La Biblia Amplificada dice: “Y la paz (armonía del alma que viene) de Cristo
gobierne (actúe como juez continuamente) en vuestros corazones, decidiendo
y resolviendo con finalidad todas las preguntas que se levantan en sus
mentes”. Cuando Dios da testimonio a tu espíritu con paz para hacer algo, no
importa si todo en el mundo se descompone o se sale de forma. ¡Ve por ello!
4.- ¿EL Espíritu Santo da testimonio de tu decisión? ? Una vez que has nacido
de nuevo, tu hombre interior te hablará. El Espíritu Santo es una persona y él
vive dentro de ti. Romanos 8:14 dice: “Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” El Espíritu Santo hablará a tu
interior.
5.- ¿Tu decisión pasa la prueba del tiempo? Algunas personas se mueven por
impulso, ellos obtienen una idea y la persiguen hasta descubrir que en realidad
no era tan buena o importante. Después dicen: “Bien, creo que esto no era de
Dios después de todo. Bueno, iré a perseguir otra cosa”.
Cuando tú te precipitas en hacer algo, casi siempre que lo haces, desearás no
haberlo hecho.
Algunas personas están bajo presión para casarse, para conseguir un trabajo
en particular o para comprar una artículo, y en está presión, ellos toman
decisiones incorrectas que traen dolor y agonía mas tarde. Salmo 33:11 dice:
“El consejo de Jehová permanecerá para siempre” Todo lo demás caerá al lado
del camino, pero si es el concejo de Dios, permanecerá. Habacuc 2:3 dice:
“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y
no mentirá; aunque tardare, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará.”
Eclesiastés 3:1 dice: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del
cielo tiene su hora.”
Hay un tiempo para cada propósito de Dios, así que en el tiempo de Dios, el
cumplimiento vendrá.
6.- ¿Tu decisión pasa la prueba del consejo divino? Salmo 1:1 dice
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos….” Antes de que
busques consejos, conoce el espíritu de la persona de quien estás buscando el
consejo.
Una persona mayor que tú, no necesariamente tiene la Palabra de Dios dentro
de él. Recuerda, los diez espías que regresaron con un mal reporte, y sólo dos
regresaron con un buen reporte concerniente a la tierra prometida. Aunque los
doce eran de los ancianos de Israel.
Si toda una nación se perdió por escuchar un consejo incorrecto acerca de la
tierra prometida, de seguro nosotros necesitamos un consejo sabio.
El consejo de los impíos y de los mundanos te hará descarriar. La gente nacida
de nuevo e incluso llenos del Espíritu que no tienen la Palabra de Dios morando
ricamente dentro de ellos, hablarán con sus sentimientos o con opiniones
naturales.
Hay seguridad en la multitud de consejeros. Proverbios 15:22 dice: “Los
pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de
consejeros se afirman.”
En la versión amplificada este verso dice: “Donde no hay consejo, los
propósitos son frustrados, pero con muchos consejos hay cumplimiento.”
Las palabras de un consejero nunca deben sustituir ninguno de los textos
anteriores. Tú no debes ser guiado por la gente, sino por la Palabra de Dios,
por Jesús, por el Espíritu de Dios, por tu espíritu creado de nuevo, por la paz
de Dios, y la prueba de tiempo.
Un consejero sabio te señalará la Palabra de Dios y al Espíritu, pero la gente
que quiere dominar tu vida siempre tratará de influenciarte por sus emociones.
7.- ¿Has rendido tu voluntad a Dios? Jesús, en el jardín de Getsemaní, tuvo
una tremenda decisión que tomar. Él sabía que la humanidad sólo podía ser
redimida por su sangre. Él sabía que la voluntad del Padre para Él era que
vaya a la cruz, ser crucificado, sepultado y al tercer día levantado de la
muerte. En su carne y en su mente, él era completamente humano. El sabía la
agonía, el dolor, el rechazo y el sufrimiento al que Él iría, y Él fue quebrantado.
Su Espíritu, su alma y su cuerpo estaban yendo en direcciones opuestas. Es
por eso que él sudó como grandes gotas de sangre en el jardín de Getsemaní.
Habrá veces que sentirás eso mismo. Tu espíritu sabe qué hacer, pero tu
cuerpo y tu mente tirarán para otro lado. La gente a menudo toma decisiones
equivocadas porque la lujuria de su carne los tira lejos de los planes de Dios.
Estos deseos carnales deben morir si vas a cumplir la voluntad de Dios. “Andad
en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16). La
sumisión de tu cuerpo y mente al Espíritu de Dios te permitirá vencer los
deseos de la carne.
Jesús sometió su alma, que incluye la mente, voluntad, emociones e intelecto
al Padre.
El dijo: “...Pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lucas 22:42). Él puso su
cuerpo en sujeción y fue a la cruz por nuestros pecados.
Jesús nació del Espíritu, Él hizo milagros, señales y maravillas, Él obedeció a
Dios toda su vida, pero a la hora final, a la edad de 33 años, Él todavía tuvo
que rendir Su voluntad y sus emociones a Dios para completar el propósito
total de Dios para Su vida.
Cada día es necesario que hagamos esta misma decisión: “Señor, haré lo que
sea que Tú quieres que haga. Que no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Ahora
mismo es el tiempo para rendirte a Dios.
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