comprendión lectora

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CONGRESO RETOS Y EXPECTATIVAS DE LA UNIVERSIDAD
SEP/ANUIES/Ixtapan de la Sal, México/Noviembre 2002.
Mesa 4 SUJETOS DE LA EDUCACIÓN (4.2)
TÍTULO: COMPRENSIÓN LECTORA Y APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN LA
EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
Por: M. en E. Q. GEORGINA MENDOZA NOVO*
M. C. Julieta Jiménez Rodríguez**
LAE Ma Isabel Quinto Rodríguez**
L en Psc. Caritina Hernández Bernal**
Universidad Autónoma del Estado de México
__________________________________________________________________
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es una investigación que documenta la problemática de la
comprensión lectora en los estudiantes del Bachillerato Universitario del Plantel
Dr. Ángel Ma Garibay Kintana, de la Escuela Preparatoria de la UAEM, de la cual
se deriva una propuesta para lograr la comprensión lectora apoyada en la
aplicación de estrategias cognitivas. Dicha propuesta persigue la finalidad de ser
una alternativa que coadyuve a elevar la comprensión lectora y formar lectores
activos que entiendan el mensaje, identifiquen, cómo apoya el autor la
argumentación; en resumen un lector conciente de sus propios procesos de
pensamiento y un lector que aprende significativamente del texto.
__________________________________________________________________
*Personal Académico de la Dirección de Desarrollo del Personal Académico.
*Profesa de Tiempo Completo en el Plantel Dr. Ángel Ma Garibay Kintana.
***Profesoras de Medio Tiempo en el Plantel Dr. Ángel Ma Garibay Kintana.
1
Antecedentes
En las instituciones educativas domina la técnica básica de la lectura –técnica es
una forma de rutina más o menos automatizada usada en situaciones de
ejercicios-, básicamente por un interés estético.
El alumno de secundaria realiza sus tareas acercándose a libros de texto copiando
los contenidos en su cuaderno e incluso copia las figuras, pero no logra adquirir
nueva información, se queda en repetir y retener memorísticamente lo
“investigado”.
En el bachillerato e incluso en los estudios superiores se enseña apoyándose en
una clase tipo conferencia pronunciada por el profesor y encomendando al alumno
la misión de buscar en el libro de texto los correspondientes temas. El estudiante
se limita a leer y aprender de memoria, posteriormente se hacen preguntas acerca
de su contenido, lo cual, no supone una auténtica educación para la lectura y un
aprendizaje significativo de la asignatura.
En el trabajo profesional la lectura juega un distinto papel según la índole y el
puesto de la persona. Va desde la lectura de meras instrucciones de uso, pasando
por el manejo de material escrito múltiple, hasta la utilización y el estudio de
material de información especializado, como; libros especializados, manuales y
libros de texto que proporcionan información sobre técnicas y concepciones
teóricas fundamentales. El éxito y progreso en la profesión requiere de la
capacidad de saber manejar textos.
2
¿Qué es leer y qué es comprender?
Leer es un proceso de interacción entre el lector que intenta satisfacer los
objetivos que guían su lectura y el texto que proporciona la información pertinente
para cumplir los objetivos del lector.
En el proceso lector esta presente un lector activo que procesa y examina el texto,
bajo la guía de un objetivo que es la finalidad de su lectura. El abanico de
objetivos y finalidades por las que un lector se sitúa ante un texto es amplio y
variado, como: el evadirse de la realidad, un mecanismo de identificación, llenar
un tiempo de ocio y disfrutar; buscar una información concreta; seguir una pauta o
instrucciones para realizar determinada actividad (cocinar, conocer un juego
normatizado), informarse acerca de un determinado hecho (leer el periódico, leer
un libro de consulta); confirmar o refutar un conocimiento previo; un modo de
informarse y aprender -aplicar la información obtenida de la lectura de un texto
para realizar un trabajo-, entre otros.
El leer implica comprender el lenguaje escrito. En esta comprensión intervienen
por un lado,
el texto, su forma y su contenido, y por el otro, el lector, sus
expectativas y sus conocimientos previos.
El comprender implica realizar un esfuerzo cognitivo que comprende un trabajo
simultáneo, en el cual el lector aplica con soltura las habilidades de
descodificación, aportar al texto sus objetivos, ideas y experiencias previas. En
todo ello es necesario desarrollar un proceso de predicción e inferencias continuo,
apoyado en una interacción entre la información que aporta el texto y el propio
bagaje del lector, proceso que permite encontrar evidencias o rechazar las
predicciones e inferencias que al inicio de la lectura se establecieron, en resumen,
se habla de un lector activo que internaliza y atribuye significado a lo que está
escrito en una página.
3
Comprensión Lectora.
La comprensión que cada persona realiza depende del texto que tiene delante,
pero también de otras cuestiones, propias del lector, como:

El conocimiento previo con que se aborda la lectura.

Los objetivos que la presiden.

La motivación que se siente hacia la lectura.

Conocimiento previo.
A lo largo de la vida de todo individuo, se establecen y mantienen interacciones
con los demás, se construyen representaciones acerca de la realidad, de los
elementos constitutivos de la cultura, entendida, ésta en un sentido amplio:
valores,
sistemas
conceptuales,
ideologías,
sistemas
de
comunicación,
procedimientos, entre otros. Estos esquemas de conocimiento, presentan un
grado variable de organización interna y en conjunto representan la historia, el
conocimiento, siempre relativo y siempre ampliable. En cualquier caso, mediante
estos esquemas, las personas comprenden: situaciones, una conferencia, una
información transmitida en la escuela o en la radio y, evidentemente, un texto
escrito.

Objetivos
Un factor que resulta determinante para la comprensión es el de los objetivos o
intenciones que presiden la lectura. Como ha sido señalado por numerosos
autores, entre ellos Baker y Brown (1984), “comprender no es una cuestión de
todo o nada, sino relativa a los conocimientos de que dispone el lector sobre el
tema del texto y a los objetivos que se marca el lector” [Solé, 2001;35]. Los
objetivos determinan no sólo las estrategias que se activan para lograr una
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interpretación del texto; sino también, establecen el umbral de tolerancia del lector
respecto de sus propios sentimientos de no comprensión. Es decir, la actividad de
lectura está dirigida por los objetivos, no es lo mismo leer para ver si interesa
seguir leyendo, que leer para buscar información determinada, o leer para formar
una idea global del contenido y trasmitirlo a otra persona.

Motivación
El término “motivación” es polisémico, y en al ámbito de la lectura se refiere a:
“que una actividad de lectura será motivadora para alguien si el contenido conecta
con los intereses de la persona que tiene que leer, y desde luego, si la tarea en sí
responde a un objetivo” [Solé, 2001; 36]. Puede ser muy difícil, en un grupo de
clase, conciliar siempre los intereses de todos los integrantes respecto de la
lectura, y además hacerlos coincidir con los del profesor, que supuestamente
interpreta las prescripciones de las propuestas curriculares.
No hay que olvidar que el interés se crea, se suscita y se educa, y que depende
del entusiasmo de la presentación que hace el profesor de las lecturas.
Los textos que se ofrecen a los alumnos para que éstos elaboren una
interpretación, deben “dejarse comprender” es decir, hay que asegurar, por un
lado, que los alumnos no los conocen y por el otro de que los lectores disponen de
conocimientos necesarios para abordar los contenidos, es decir que no queden
lejos de sus expectativas y conocimientos para que su comprensión no resulte
imposible –lo cual es desmotivador-. En otras palabras, se trata de asegurar en la
medida de lo posible un desajuste óptimo entre el texto y el lector, de modo que
tenga sentido para éste último implicarse en la actividad que supone elaborar una
interpretación plausible de aquel.
5
Tipos de Lectores.
Es claro, que no perturbará del mismo modo percibir lagunas en la comprensión
en un caso que en otro, depende de las diversas estrategias que se empleen para
comprender dichas lagunas: desde ignorarlas, hasta interrumpir la lectura por
completo y acudir a un experto que pueda eventualmente ayudar
a salir del
atolladero .Por lo tanto, con base en las estrategias que el lector aplica, se tienen:
Lectores-novatos que tienden
a abordar cada tarea como si fuera una
experiencia nueva con la que tiene que luchar cada vez, son aquellos que por
alguna razón no pueden leer al mismo nivel que sus compañeros de clase o al
nivel que espera el profesor, generan expectativas de fracaso y es muy difícil que
esos lectores puedan asumir el reto que significa la lectura, -como el elaborar una
interpretación adecuada-, por el contrario, el reto puede convertirse en una seria
carga, y provocar el desánimo, el abandono, la desmotivación.
Los lectores-expertos son los que han adquirido experiencia y saben enfrentar
los diferentes problemas de la lectura, los puede reconocer por lo que son y saben
qué estrategias usar en cada ocasión. En general, pueden resolver las tareas de
lectura, pero incluso cuando no logran comprender un texto,
por que su
organización es demasiado compleja o densa, por que puede que no se disponga
de los conocimientos previos relevantes para el tema de que se trate, o bien que
aun disponiendo de ellos, el nivel de contenido del texto no se ajuste a las
posibilidades del lector.
Para que una persona pueda aplicarse en una actividad de lectura, es necesario
que se sienta que es capaz de leer, de comprender el texto que tiene en sus
manos, ya sea de forma autónoma o contando con la ayuda de otros expertos
que actúan como soporte y recurso (ZDP).
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Comprensión lectora y aprendizaje significativo
El leer es comprender, y comprender es ante todo un proceso de construcción de
significados acerca del texto que el lector pretende comprender. Es un proceso
que implica un lector activo, en la medida que la comprensión que realiza no sea
un derivado de la recitación del contenido que se trata. Por ello, es imprescindible
que el lector encuentre el sentido en efectuar el esfuerzo cognitivo que supone
leer, lo que exige conocer qué va a leer, y para qué va hacerlo; exige además
disponer de recursos –conocimiento previo relevante, confianza en las propias
posibilidades como lector, disponibilidad de ayudas necesarias, entre otras- que
permitan abordar la tarea con garantías de éxito; exige también que se sienta
motivado y que su interés se mantenga a lo largo de la lectura. Cuando esas
condiciones, en algún grado, se encuentran presentes, y si el texto se deja,
podemos afirmar que, el lector podrá comprenderlo.
El enfoque constructivista adopta y reinterpreta el concepto de aprendizaje
significativo acuñado por Ausubel (1963). “Aprender algo equivale a formarse una
representación, un modelo propio, de aquello que se presenta con objeto de
aprendizaje; implica poder atribuirle significado al contenido en cuestión, en un
proceso que conduce a una construcción personal, subjetiva, de algo que existe
objetivamente”. Ese proceso remite a la posibilidad de relacionar de una forma no
arbitraria y sustantiva lo que ya se sabe y lo que se pretende aprender.
En el campo de la lectura, se presenta un proceso de aprendizaje no intencionado
aun cuando los objetivos del lector se encaminen en otra dirección: leer por
placer.
Cuando un lector comprende lo que lee, está aprendiendo, en la medida en que su
lectura le informe, le permita acceder al mundo de significados y le brinde nuevas
perspectivas u opiniones sobre determinados aspectos. La lectura acerca al lector
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a múltiples culturas y, en ese sentido, siempre es una contribución esencial a la
cultura propia del lector.
En una gran variedad de contextos y situaciones, se lee con la finalidad clara de
aprender. Los objetivos que presiden a la lectura y los textos que sirven a dicha
finalidad presentan características específicas –estructura expositiva-, así como, la
finalidad de la tarea, que exige requerimientos claros, entre ellos, controlar y
demostrar que se ha aprendido. Aunque la forma en que se entiende aquí la
comprensión implica la presencia de un lector activo que procese la información
que lee, relacionándola con lo que ya posee y modificar ésta como consecuencia
de su actividad, sin perder de vista que cuando se lee para aprender, se pone en
marcha una serie de estrategias cuya función es asegurar ese objetivo.
La comprensión lectora y el aprendizaje significativo se deben considerar en el
tratamiento educativo de la lectura. La primera nos ayuda a ver potencialidad en la
formación integral de la persona; la segunda nos alerta sobre la necesidad de
enseñar a usar la lectura como instrumento de aprendizaje y, a cuestionar la
creencia de que una vez que se aprende a leer, se puede leer todo y leer para
aprender.
Las Estrategias en la Enseñanza de la Lectura.
Las estrategias de comprensión lectora , son procedimientos de carácter elevado,
que implican la presencia de objetivos que cumplir, la planificación de las acciones
que se desencadenan para lograrlos, así como su evaluación y posible cambio.
Si las estrategias de lectura son procedimientos y los procedimientos son
contenidos de enseñanza, entonces hay que enseñar estrategias para la
comprensión de los textos. Éstas no maduran, ni se desarrollan, ni emergen, ni
aparecen. Se enseñan –o no se enseñan- y se aprenden –o no se aprenden-.
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Si las estrategias de lectura son procedimientos de orden elevado que implican lo
cognitivo y lo metacognitivo, en la enseñanza no pueden ser tratadas como
técnicas precisas, recetas infalibles o habilidades específicas. Lo que caracteriza a
la mentalidad estratégica es su capacidad para representarse y analizar los
problemas y la flexibilidad para dar con las soluciones. De ahí que al enseñar
estrategias de comprensión lectora haya que primar la construcción y uso por
parte de los alumnos de procedimientos generales que pueden ser transferidos sin
mayores dificultades a situaciones de lectura múltiples y variadas. De ahí también
que al abordar estos contenidos y al asegurar su aprendizaje significativo se
contribuye al desarrollo global del individuo, más allá de fomentar sus
competencias como lectores.
Propuesta.
Los estudiantes que ingresan a las aulas de los diferentes planteles de la escuela
preparatoria de la UAEM, lo hacen con la ilusión de emprender una carrera
universitaria, sin embargo, la población comprende a los hijos de familias
asentadas en las zonas rurales, en la periferia de la ciudad y de las diferentes
esferas sociales de la misma ciudad, enfrentándose a una diferencia cultural muy
marcada, como el desconocimiento de palabras o conceptos de uso común en la
ciudad, terminología que aparece en los diferentes programas de estudios, en los
contenido de los textos, el lenguaje del profesional que imparte la asignatura y la
forma en que están redactados los exámenes. El problema no radica en la falta de
inteligencia, sino, en que existe una elevada proporción de estudiantes que juntan
las palabras pero NO COMPRENDEN el texto.
Los estudiantes preparatorianos no logran una comprensión lectora, debido a que
en la educación básica aprenden a leer mecánicamente, es decir, alcanzan el nivel
de alfabetización obligatorio que les permite cumplir con sus tareas escolares, sin
embargo, el nivel de comprensión alcanzado es el mínimo derivando en una
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limitada destreza para extraer datos e información del texto y en consecuencia una
capacidad de escribir muy pobre.
Ante esta problemática, decidimos integrar un grupo de trabajo* de académicos
de la Dirección de Desarrollo del Personal Académico y del Plantel Dr. Ángel Ma
Garibay Kintana de la Escuela Preparatoria de la UAEM, para conformar un
proyecto de investigación titulado “Propuesta para Lograr la Comprensión Lectora
Apoyada en la Aplicación de Estrategias Cognitivas, en el Plantel Dr. Ángel Ma
Garibay Kintana de la Escuela Preparatoria de la UAEM” **.
Los H. H. Consejos de Gobierno y Académico del Plantel Dr. Ángel Ma Garibay
Kintana de la Escuela Preparatoria de la UAEM, en la sesión del mes de agosto
del presente año, autorizaron se pusiera en marcha la propuesta para lograr la
Comprensión Lectora Apoyada en la Aplicación de Estrategias Cognitivas, en la
asignatura de Comprensión y Razonamiento Verbal que se ubica en el tercer
semestre del Plan de Estudios del Bachillerato Universitario, en el semestre
Septiembre 2002 – Febrero 2003.
La propuesta consiste en un cuadernillo de lecturas, que se compone de 40
lecturas, que se seleccionaron considerando textos actuales y atractivos, de
acuerdo a las expectativas de los estudiantes de Bachillerato. Las lecturas
pretenden propiciar un conflicto cognitivo en el estudiante con el objeto de que
aplique las estrategias y logre internalizar el contenido de las lecturas, alcanzando
la comprensión lectora.
*L.en Psc. Caritina Hernández Bernal
M.C. Julieta Jiménez Rodríguez
M. en E. Q. Georgina Mendoza Novo
L.A.E. Ma Isabel Quinto Rodríguez
**Proyecto que se encuentra en trámite ante la C.G.I. Y E.A.
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Las estrategias que se abordan en la propuesta son:
LECTURA SELECTIVA:

Hojear en forma general.

Hojear textos cortos.

Examinar un texto.

Examinar para contestar un cuestionario.

Examinar para preparar un examen.
LECTURA CRÍTICA:

Evaluar la fuente.

Identificar el lenguaje.

Identificar el propósito del autor.

Identificar el objetivo del autor.

Identificar el tono.

Identificar el tema.

Identificar la tesis.

Identificar la hipótesis central.

Identificar el desarrollo de la tesis o hipótesis.

Identificar las connotaciones internas.

Identificar los elementos tendenciosos.
Cada lectura se acompaña de un instrumento que está diseñado para valorar y
apreciar que tanto el estudiante aplica las estrategias en sus lecturas.
Se espera que para el mes de Febrero de 2003, se tenga la información de la
aplicación del cuadernillo de lecturas, para continuar con las etapas siguientes de
la investigación y reportar el informe final.
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BIBLIOGRAFÍA
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Ed Plaza y Valdes. Colombia.
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Editorial Universitaria Veracruzana. Xalapa. México.
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Ministerio de la Educación y Ciencia (1994) COMPRENSIÓN LECTORA. En
Volver a Leer. Ed. Vincens-Vives. Madrid España.
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Ulrick Lorenzo Figueroa (2001) LOS VERDADEROS PROBLEMAS DE LA
UNIVERSIDAD. Sol de Toluca. Abril 21.
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PENSAR PARA APRENDER A LEER. Mayo.
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