PROYECTO "ANTOLOGÍA CRITERIO" Título provisorio: " CONCIENCIAS CONSPIRANTES Y CONCIENCIAS INSPIRANTES. La política en la revista CRITERIO (1928/2007) " CARLOS FLORIA. Esquema para una exposición. . La tarea de escribir una historia intelectual de Criterio desde su remota fundación en 1928 hasta la más estricta actualidad no deja de plantearme una dificultad propia de lo que Aron calificaba como la del observador comprometido, aunque más no sea que por mi oficio docente y por una memoria cargada de testimonios de debates encarnizados. Ingresé activamente al consejo de redacción de la revista en 1956 ( medio siglo atrás ), traté personalmente a uno de sus renombrados directores -Mons. Gustavo Franceschi ( 1932-1957) --hasta cumplir el temerario rol de editorialista de la revista luego de su muerte en temas vinculados con la política nacional e internacional-- y de notables intelectuales y directores siguientes [ Jorge Mejia, Rafael Braun, José María Poirier...] e integro el consejo asesor en la actualidad. Compartí, pues, casi todos los ciclos de Criterio desde el que siguió a la "era de la sospecha" hasta la "reconciliación con la modernidad" -- según expresiones empleadas por Marcelo Montserrat en su libro Usos de la Memoria ( Ed.Sudamericana-Univ.de San Andrés, 1996)al tratar el recorrido intelectual de Criterio. . Criterio ha sido durante muchos años material necesario de consulta que atrajo a los historiadores y analistas del fenómeno nacionalista antiliberal, porque si bien su primer director -Atilio Dell'Oro Maini -- era un joven nacionalista católico moderado nunca aceptado por los partidarios del nacionalismo "doctrinario" de la época --con inclinaciones fascistas, 1 maurrasianas, falangistas y familias espirituales parecidas--, su presencia en la dirección de la revista apenas duró poco más de un año, se produjo su renuncia en crisis cubierta por una cortina de silencio, arrastró con aquella a los intelectuales más interesantes de esa corriente, y dejó espacio para un intervalo igualmente breve pero dominado por un nacionalismo sectario y francamente clerical, hasta la llegada de Gustavo Franceschi. . Por lo tanto los "ciclos" de Criterio fueron varios y variados dentro de las dos "eras" descriptas por Montserrat. El primero es un ciclo breve, militante y crítico entre el 28 yel 32. El segundo extenso entre el 32 y el 57 con importantes deslizamientos ideológicos y doctrinarios que va piloteando un importante intelectual pero tambien testigo calificado de los aires de los tiempos que en el plano internacional cubrieron los grandes totalitarismos, las turbulencias de la guerra civil en España, la segunda guerra mundial y un buen tramo de la posguerra, y en la Argentina la década del 30, el peronismo "histórico", y el golpe de estado antiperonista. Con Franceschi, la revista va registrando cambios de sensibilidades hacia fenómenos politicos de enorme complejidad, hasta la evocación de la experiencia de la "democracia cristiana" europea y la experiencia de una "democracia autoritaria" operante con el peronismo gobernante hasta el golpe del 55. . Un tercer ciclo puede ser situado entre la muerte de Franceschi y la entera década de los años 60. Como expresa muy bien Beatriz Sarlo en el estudio preliminar de La batalla de las ideas (1943-1973), en páginas dedicadas a la que llama "la gran revista católica", Criterio "había navegado en las aguas procelosas" del estado peronista, habia defendido la importancia de la "justicia social" como preocupación central de los "catolicos en el siglo", y más claramente la necesidad de lo que llama una "estructura democrática". Sobre el filo de los años 50 habia surgido una 2 fórmula que recorrerá de allí en más un largo camino: los "cristianos progresistas". Surgía la cooperación entre comunistas y católicos europeos cuyo primer capítulo se esbozó durante la guerra mundial. En editorial de 1959, la revista sostiene que "hay una táctica de 'explotación de la esperanza', que el comunismo usa con peligrosa constancia." Pero eso supone esperanzas no satisfechas, "punto de atención responsable para el hombre católico [...] La derrota del comunismo no significará el aniquilamiento del hombre marxista, sino su transformación y renacimiento como persona humana." . Por esos años se estaba preparando un acontecimiento que marcaría definitivamente, para los católicos y no sólo para ellos, las décadas siguientes: el Concilio Vaticano II. Criterio sería la única publicación latinoamericana que publicó todos sus documentos. Paralelamente, Criterio --desde comienzos de la década del 60--encara dos temas: el de las relaciones entre democracia política y democracia social, y el de los rasgos peculiares de lo que diagnostica como "la crisis argentina". Se han incorporado nuevos y jóvenes intelectuales, y con ellos perspectivas teóricas sensibles a la filosofía política no exclusivamente cristiana, a la sociología y a la economia política. La dirección de la revista está a cargo de un biblista y teólogo, intelectual notable, abierto al mundo cultural e interesado en problemas ecuménicos en medio de una jerarquía eclesiástica local muy mediocre. "Outsider" ilustrado que fue experto en el Concilio y cardenal vaticano de la mano de Juan Pablo II, ex compañero de estudios en Roma, Jorge Mejia actuó para instalar deliberadamente la única preparación intelectual del advenimiento conciliar en la Argentina, del énfasis en el "respeto y la promoción de los derechos humanos fundamentales enumerados por (la encíclica) Gaudium et spes, a la zaga de Pacem in Terris. El hombre -sigue Mejía--necesita 3 un espacio de libertad no sólo personal y familiar sino política [pues] la autoridad "existe, en última instancia, para el servicio de esta libertad..."(Mejía, en C.Floria y M.Montserrat, comps, Pensar la República, 1977 ). . El último ciclo que revisará la Antología será el que se afirma en los años 70 y se desarrolla hasta el presente: la necesidad de una cultura política apropiada a la democracia republicana. La aceptación de que la democracia es un hecho cultural y no de la naturaleza. Y la exhortación para que las dirigencias políticas y sociales expresen una suerte de pedagogía política, social y cultural con ejemplaridad ética y adhesión al pluralismo y al sentido positivo de la tolerancia, rasgos todos que no deben darse por vigentes en la cultura política de los argentinos. En esa clave, Criterio se propuso cierta forma de "predicación" política que se afirmó con su posición explícitamente opuesta al golpe de estado en preparación en el 76, en editorial recientemente reeditado por pedido de lectores, anterior en meses a la ejecución de ese golpe, comportamiento relativamente excepcional en ese tiempo [Buenos Aires Herald hizo lo mismo], cuando abundaban descripciones de la crisis aceptando como fatalidad lo que la revista sostenia que no era tal. . Publicaciones relativamente recientes y relevantes emplean materiales publicados por Criterio se refieren extensamente a la revista. Beatriz Sarlo y Marcelo Montserrat en ensayos citados. Loris Zanatta en "Del Estado liberal a la Nación católica". Austen Ivereigh en "Catholicism and Politics in Argentina. 18101960". Oscar Terán en "Nuestros Años Sesentas". Silvia Sigal en "Le rôle politique des intellectuels en Amérique Latine". Fernando J. Devoto en "Nacionalismo, fascismo y 4 tradicionalismo en la Argentina moderna. Una historia". Y los escritos de Roberto Distéfano, entre otros. . El concepto de "cultura política"y sus variantes está bien tratado en "Cultura política en América Latina" --Joseph Thesing, ed.-- y en Víctor Pérez Díaz, "Sueño y razón de América Latina" (Madrid,2005). Pero hago honor en este lugar al libro de Edgardo Catterberg "Los argentinos frente a la política. Cultura política y opinión en la transición argentina a la democracia"(1989) cuya elaboración me enriqueció a través de su seguimiento casi puntual y de los diálogos y amistad de Edgardo. Carlos Floria. Junio 2006 5