DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS PROTOCOLO ACTG-076 ¿Qué son los Derechos Sexuales y Reproductivos? Los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos y se basan en el reconocimiento de la autonomía y libertad de todas las personas respecto a la sexualidad y la reproducción, sin discriminaciones ni distinciones de sexo, edad, condición cultural o socioeconómica. Los derechos sexuales y reproductivos promueven que las personas puedan ejercer plenamente su sexualidad y capacidad reproductiva y que tengan el control sobre su propio cuerpo y su salud. Se basan además en considerar a las personas como capaces de decidir en forma libre sobre su sexualidad y reproducción, sin sufrir de presiones, coerción, discriminación o violencia de ningún tipo. Es decir, los derechos sexuales y reproductivos promueven la posibilidad de tomar decisiones voluntarias e informadas para el ejercicio pleno de la sexualidad, lo que significa decidir con quién tener relaciones sexuales, cuándo y cómo tenerlas. Y también acerca de la reproducción, o sea, tener o no tener hijos/as. Es así como estos derechos promueven, por una parte, que las personas sean capaces de disfrutar de una vida sexual placentera y sin riesgos y de procrear; y, por otra, la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. El hombre y la mujer tienen el derecho a obtener información y tener acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, de su elección, para el control de la reproducción, así como el derecho a recibir servicios adecuados de atención de la salud que permitan los embarazos y los partos sin riesgos. En el caso de las mujeres viviendo con VIH/SIDA, su derecho a tener hijos/as está protegido por el Protocolo ACTG-076. ¿Qué es el Protocolo ACTG-076? Es un método aprobado internacional y científicamente, que CONASIDA se encuentra implementando y que reglamenta el tratamiento y los cuidados que debe entregar el servicio de salud a una mujer viviendo con VIH/SIDA que se encuentra embarazada, de manera de prevenir la transmisión vertical, es decir, la transmisión del virus desde la madre al hijo/a. ¿Cuándo se puede producir la transmisión vertical? Durante el embarazo: existe hasta un 35% de posibilidades de transmisión Durante el parto: es el momento de mayor riesgo, ya que existe hasta un 65% de probabilidades de transmisión Durante la lactancia: si se amamanta al niño/a, existe hasta un 14% de posibilidades de transmisión. ¿Qué necesito para acceder gratuitamente al Protocolo? Diagnóstico serológico VIH (+) confirmado por el Instituto de Salud Pública, ISP Notificación a la autoridad epidemiológica local y remitida a la Comisión Nacional del SIDA Ser beneficiaria del Sistema Público de Salud, (certificado por la credencial de FONASA o tarjeta de gratuidad) Asistencia regular a controles correspondientes ¿En qué consiste el Protocolo? Tratamiento antirretroviral durante el embarazo: 100 mg. de AZT oral, cinco veces al día, a partir de la semana 14 después de iniciado el embarazo. Controles del embarazo: en el programa VIH del hospital, con intervención del equipo encargado de embarazos de alto riesgo (conocido como ARO: alto riesgo obstétrico) Cesárea programada Tratamiento antirretroviral durante el parto: administración de AZT endovenoso (2mg/kg. cuatro horas antes, seguido de infusión de 1mg./kg. una hora continua hasta el parto) Tratamiento antirretroviral para el niño/a: administración oral (jarabe) de AZT (2mg/kg), cada seis horas y durante 6 semanas. El tratamiento empieza de 8 a 12 horas después de haber nacido Leche sustituta de la leche materna por 6 meses. La leche debe ser recetada por el pediatra del hospital en el primer control del niño/a, que debe ser inmediatamente después de la entrega del alta de la madre. De todas maneras ésta debe ser gestionada por el Programa de VIH del hospital durante el período de embarazo. ¿Cuándo debo iniciar el Tratamiento Antirretroviral? A partir de la semana 14 de embarazo, independientemente de los niveles de CD4 o Carga Viral. Antes de la semana 14, los antirretrovirales pueden ser nocivos para la formación de los órganos del feto. En el caso de las mujeres que se encuentran con tratamiento antirretroviral desde antes del embarazo, éste debe ajustarse a esta nueva situación, lo que deberá ser determinado por el médico tratante. ¿Por qué es importante el Protocolo? El Protocolo disminuye drásticamente la posibilidad de transmisión del virus al niño/a a sólo un 2,5% de posibilidades, riesgo comparable a cualquier patología congénita, si se sigue completamente y de manera rigurosa. Es por esta razón que es importante avisar tempranamente en el servicio de salud en caso de un embarazo. Este Protocolo también garantiza el derecho a la maternidad de las mujeres seropositivas, por lo que significa un avance en el reconocimiento de los derechos de las personas viviendo con VIH/SIDA. Si necesitas más información, comunícate a [email protected]. “Te apoyaremos” Material producido por: Area de Género VIVO POSITIVO