Transcript translation for: The Power of a Lie: The History of Blood

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Transcript translation for: The Power of a Lie: The History of Blood Libel
[HIGLIGHTS IN GRAY ARE TEXTS AND ARE INSERTED AS THEY APPEAR IN THE VIDEO]
[00:06] – Phyllis Goldstein: Profesional Asociada para el Desarrollo de Recursos
Curriculares. Los odios tienen su origen en estereotipos y en mitos. Las mentiras persisten a
pesar de los esfuerzos que se hacen por aclarar los hechos. Vamos a examinar una de las más
poderosas y perniciosas de esas mentiras, el libelo de sangre. Es una falsa acusación que
afirmaba que los judíos participaban en asesinatos rituales —es decir, asesinatos autorizados
por la religión. Esto se remonta a la Inglaterra del siglo XII.
INGLATERRA EN EL SIGLO DOCE
[00:37] – En la época de los años 1100, a muchos cristianos les indignaba que los judíos
rechazaran convertirse al cristianismo.
[00: 47] Doc Miller: Profesional Asociado para el Desarrollo de Personal. Veían el rechazo
de los judíos como una negación intencionada y obstinada de lo que los cristianos percibían
como la “verdad de Dios”. [TEXTO QUE MUESTRA LA IGLESIA COMO SUPERIOR A LA
SINAGOGA] Expresaban su ira en palabras e imágenes que deshumanizaban y demonizaban
a los judíos. Fue en ese tenso ambiente que algunos cristianos comenzaron a acusar a los
judíos de asesinatos rituales. Shira Deener: Profesional Asociada para Programas. La
acusación surgió en un momento en el que la vida era precaria en Europa. Y, al igual que en
otras épocas de gran temor y ansiedad, a muchas personas les resultaba demasiado fácil
culparlos a “ellos” —las personas que no son como “nosotros”— por cada tragedia, cada
dificultad, cada pérdida.
[01:23] –El libelo de sangre surgió a partir de un incidente que se produjo en Norwich,
Inglaterra, en 1144. Un día de Viernes Santo, un leñador descubrió el cuerpo de un niño perdido
en un bosque cerca de su casa. Jeremy Nesoff: Profesional Asociado para Programas. El
hombre afirmó que la muerte del joven Guillermo debía ser obra de los judíos, porque ningún
cristiano podría haber asesinado a un niño con tanta brutalidad. La familia del niño, angustiada,
pensaba lo mismo. Las autoridades no. Con firmeza, sostuvieron que no había evidencia de que
algún judío estuviera involucrado. Nadie fue castigado por la muerte del niño.
[01:51] - Cinco años después, un monje llamado Tomás de Monmouth llegó a Norwich. Tras
escuchar este rumor, decidió que la muerte del niño no era un asesinato común, sino un
asesinato ritual. Santo Guillermo de Norwich Este afirmó que “los judíos” estaban recreando la
crucifixión. Los acusó de asesinar, todos los años, a un niño inocente casi de la misma manera
en que “ellos” asesinaron a Cristo. Insistió en que, en 1144, el país que eligieron fue Inglaterra y
la ciudad, Norwich. El niño elegido había sido Guillermo de Norwich.
[02:31] En tan solo un período de 50 años, los cristianos de 8 ciudades europeas habían
acusado a los judíos de asesinato ritual. En 1255, se añadió un nuevo elemento a esas
acusaciones en la ciudad alemana de Fulda. Era la extraña idea de que “los judíos” asesinan a
niños inocentes “para obtener su sangre”. Para fines del siglo XIII, la cantidad de acusaciones
se había más que triplicado, y estas se habían difundido, prácticamente, a todas las regiones de
Europa, a pesar de los muchos soberanos y papas que insistieron en que tal acusación era
falsa. Insistían en que el judaísmo no permite el asesinato ritual.
[03:05] Con el paso de los siglos, el libelo de sangre se arraigó en la cultura cristiana, en
parte, porque aprovechó los temores y las ansiedades de los padres y los hijos por igual.
También resultó de particular interés para los avaros y los corruptos. Como observó el papa
Gregorio X en 1271, algunos cristianos escondían a sus hijos intencionalmente, para poder
usar el libelo de sangre con el fin de extorsionar a los judíos y quitarles dinero.
[03:34] En los siglos XII y XIII, el libelo de sangre se arraigó en las creencias religiosas. Cuando
cambiaron esas creencias, la mentira persistió. Hacia la década de 1800, se lo solía vincular
con nociones de la “raza”. Las acusaciones que afirmaban que los judíos participaban en
asesinatos rituales ahora se consideraban “evidencia” de la depravación de la denominada
“raza judía”. En las décadas de 1930 y de 1940, Adolf Hitler y sus seguidores usaron el libelo de
sangre como propaganda.
[04:00] Para sorpresa de muchas personas, el libelo de sangre continuó incitando violencia
mucho tiempo después de que terminara el holocausto. El 4 de julio de 1946, un niño de 9 años
en Polonia afirmó falsamente que “los judíos” lo habían metido en una bolsa y que, luego, lo
habían llevado a un sótano donde presenció el asesinato de 15 niños cristianos “para obtener su
sangre”. A horas de su supuesto escape de “los judíos”, 5000 manifestantes polacos enfadados
rodearon un edificio que era propiedad de la comunidad judía y atacaron a los judíos que
estaban adentro —los cuales eran, prácticamente, todos sobrevivientes de Auschwitz y de otros
campos de exterminio. Cuando finalizó el disturbio, alrededor de 75 judíos resultaron heridos y
41 fueron asesinados, incluyendo varios niños. Los soldados y los oficiales de policía se
dirigieron a la escena rápidamente, pero ni siquiera intentaron detener la violencia.
[04:49] Y casi 700 años después de que Inocencio IV se convirtiera en el primer papa en
confirmar que los judíos no practicaban asesinatos rituales, el cardenal de Polonia y todos los
obispos, menos uno, insistieron en que el problema todavía no se había resuelto. Hacia fines
de 1946, un antisemitismo virulento había desplazado a miles de judíos de Polonia, y muchos
otros estaban dispuestos a seguirlos.
[05:22] El libelo de sangre revela mucho sobre la manera en que una mentira se arraiga en
una sociedad. También revela por qué persiste el antisemitismo: es un odio muy conveniente.
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