PREVENCIÓN DE DROGODEPENCIAS EN MADRES Y PADRES INDICE 1. ENTENDER A NUESTROS HIJOS 1.1. DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD A PARTIR DE LOS 12 AÑOS 1.2. CARACTERÍSTICAS PSICOEVOLUTIVAS DE LA ADOLESCENCIA 1.3. RELACIONES PADRES - HIJOS ADOLESCENTES 1.4. LA ADOLESCENCIA Y LA AUTONOMÍA 1.5. EL SIGNIFICADO DE LOS CONFLICTOS 1.6. EL GRUPO DE AMIGOS 1.7. LAS NORMAS EN LA ADOLESCENCIA 1.8. CLAVES PARA COMPRENDER LA ADOLESCENCIA 2. EL PROBLEMA DE LAS DROGAS 2.1. ¿QUÉ SON LAS DROGAS? 1. DEFINICIÓN 2. CLASIFICACIÓN 3. LOS TIPOS DE SUSTANCIAS 4. ALCOHOL 5. TABACO 6. CANNABIS 2.2. SABER PREVENIR 1. NIVELES DE PREVENCIÓN 2. ESTRATEGIAS DE ACTUACIÓN EN PREVENCIÓN 3. FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN 3. NOS ENCAMINAMOS HACÍA UNA ESCUELA DE MADRES Y PADRES 3.1. CONSECUENCIAS DE UNA BUENA SOCIALIZACIÓN 3.2. EDUCAR EN VALORES 3.3. ¿DISCIPLINA O MIMOS? 3.4. HABILIDADES SOCIALES Y ESCUCHA ACTIVA 3.5. COMUNICACIÓN INTERPERSONAL PARA SABER MÁS… CARTA DE UN/UNA HIJO/A A TODOS LOS PADRES Y MADRES DEL MUNDO INTRODUCIÓN Esta guía y este programa de prevención están pensados para ti, mamá y papá con hijos-as que caminan hacía la difícil etapa de la adolescencia y simplemente, a veces no sabemos ni qué ni cómo. Por eso queremos comenzar este librito describiendo las pautas psicológicas y los cambios más significativos que tienen lugar durante la adolescencia. Aún teniendo en cuenta eso de que “cada niño-a es de su padre y madre”, esperamos que estas consideraciones nos ayuden un poco a comprender a nuestros chavales. Por otra parte, también queremos hacer una pequeña referencia a uno de los temas más preocupan a esta edad, las drogas, que junto con el inicio de las relaciones sexuales, constituyen un quebradero de cabeza importante para vosotros-as. Y no queremos despedir ni el manual, ni al curso, sin aportaros una serie de herramientas y claves para que sepáis abordar mejor estas cuestiones para con vuestros hijos-as, y como grandes educadores que sois, os planteéis la continuación de este aula familiar. Sin más, esperamos que sea de vuestro agrado y sólo nos cabe daros la bienvenida y las gracias de antemano. EDUCAR Educar es lo mismo que ponerle un motor a una barca. Hay que medir, pesar, equilibrar... Y poner todo en marcha. Pero para eso uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que ese barco- ese niñoirá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hasta islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada. 1. ENTENDER A NUESTROS HIJOS 1.1- DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD A PARTIR DE LOS 12 AÑOS Adolescencia como periodo de transición entre infancia y adultez. Se producen cambios fisiológicos: la pubertad. Se es adulto biológicamente. Etapa de indefinición y conflictos: el adolescente no sabe qué se espera de él. Suele asociarse a una pobre autoestima (aceptación de uno mismo tal y como es). Necesidad de reconocimiento y aceptación por parte de los demás. Búsqueda de identidad personal. Importancia de la imagen corporal: el atractivo físico en ellas y las destrezas deportivas en ellos. Desarrollo del juicio moral, capacidad crítica, valores humanos y generosidad. Finalmente, la adolescencia suele culminar en la autonomía personal e independencia. Diferencias y Semejanzas entre la Infancia y la Adolescencia TIPO DE DESARROLLO PENSAMIENTO AFECTIVO SOCIAL MORAL SEXUAL INFANCIA OPERACIONES CONCRETAS ( conservación de la sustancia, clasificaciones...) APEGO ESCUELA HETERÓNOMA ( impuesta ) NIÑEZ ADOLESCENCIA OPERACIONES FORMALES ( esquemas, relaciones causales, combinaciones...) INDEPENDENCIA AMIGOS AUTÓNOMA ( propia ) PUBERTAD 1.2- CARACTERÍSTICAS PSICOEVOLUTIVAS DE LA ADOLESCENCIA La adolescencia es un periodo vulnerable para el sujeto ya que es un momento de transición donde el adolescente comienza a romper con las figuras de referencia de la infancia, los padres y la familia extensa, y empieza una nueva andadura con los amigos de su edad y otros adultos de referencia que surgirán en torno a sus estudios o a sus tiempos de ocio. Por eso, se trata de un momento de transformación y de búsqueda de nuevas figuras. A continuación enumeramos los rasgos de la adolescencia que consideramos más relevantes: Necesidad de reafirmación. Necesidad de trasgresión. Necesidad de conformidad dentro de su grupo o pandilla. Rechazo del mundo adulto. Susceptibilidad frente a las presiones del entorno. 1.3- RELACIONES PADRES - HIJOS ADOLESCENTES Ambigua situación de independencia/dependencia. Se deteriora la comunicación. El joven sigue necesitando el afecto y cariño de sus padres, sólo que rechaza el carácter de sobreprotección paternal. Importancia de la pandilla en las decisiones, aunque en los asuntos de más importancia (estudios, trabajo ) los jóvenes consultan con sus padres. Estas relaciones están estrechamente unidas a los estilos educativos que tengan los padres con sus hijos. 1.4- LA ADOLESCENCIA Y LA AUTONOMÍA El paso de la infancia al mundo adulto le exige al adolescente una serie de cambios en todos los niveles que conllevarán actitudes y comportamientos nuevos, más adaptados a la nueva realidad. Los padres y madres tienen una tarea fundamental que es acompañar a los hijos e hijas para que se desarrollen como individuos autónomos y responsables en la construcción de su propio estilo de vida. En la adolescencia crece el deseo de independencia respecto a la familia. En general la manera de ocupar el ocio y el tiempo libre, de vestir, de consumir, el lenguaje utilizado, pueden cumplir un papel diferenciador del mundo adulto e integrador al mundo juvenil. Los objetivos de la adolescencia, básicamente, se definen por el logro de las siguientes adquisiciones: Establecimiento de una identidad sexual y posibilidades de mantener relaciones afectivas estables. Capacidad de establecer compromisos personales y profesionales. Adquisición de un sistema de valores personales (moral propia). Relación de reciprocidad con la generación precedente (sobre todo con los padres). 1.5- EL SIGNIFICADO DE LOS CONFLICTOS En las relaciones entre las personas existen conflictos, por tanto es lógico que también surjan conflictos entre padres, madres e hijos/as. El conflicto es parte de las relaciones humanas en todas las épocas de la vida y es especialmente frecuente en un periodo de transición como es la adolescencia. Las discusiones o conflictos no tienen porque ser vistos como negativos. Todo lo contrario, el conflicto nos da la oportunidad de conocer sobre que temas nuestros hijos y nosotros discrepamos y nos posibilita poder negociar con ellos. En este sentido, nos ayudan a intercambiar ideas, conocer puntos de vista diferentes, sentimientos, reacciones, etc. No obstante, al tratarse de una época de transición donde los padres y el adolescente van a discrepar con mucha asiduidad, es importante intentar reducir el número de conflictos familiares (entre los padres, entre los hijos, y entre los padres y los hijos), tanto en intensidad como en frecuencia. Ya que, si son frecuentes o muy intensos, pueden afectar de manera negativa a la calidad de las relaciones familiares, lo que supone: Deterioro de la comunicación. Perder la posibilidad de ser un modelo positivo de conducta para los hijos e hijas, ya que éstos no querrán parecerse a alguien con quien tiene frecuentes conflictos. Disminución de la confianza y la capacidad que tienen los padres para influir y acompañar a los hijos cuando tienen dificultades. No olvidemos que la manera de relacionarse en la familia representa un modelo de conducta para los hijos e hijas. 1.6- EL GRUPO DE AMIGOS “Una amistad noble es una obra maestra a dúo” En el grupo de iguales, los adolescentes ponen a prueba y aprenden multitud de habilidades que les van a ser imprescindibles en la vida adulta. El grupo de iguales es necesario para el adolescente porque en él encuentra sus señas de identidad y satisface necesidades básicas como son la relación con los otros, el afecto y el apoyo mutuo y aprende a aceptar otras opiniones. El adolescente necesita sentirse partícipe del grupo, compartir los rasgos que lo definen, tener un papel que desempeñar en él, sentirse valorado por los “colegas”. En ocasiones la presión del grupo puede llevarle a llevar a cabo comportamientos no coherentes con sus criterios personales, y que, a la larga, le resulten perjudiciales. Por eso, es útil que el adolescente adquiera estrategias de comunicación asertivas que le permitan hacer frente a la presión de grupo, haciendo valer sus propias decisiones frente al grupo sin ningún coste emocional. Asimismo, es importante que el adolescente incorpore valores de solidaridad grupal y apoyo entre iguales que le permitan tener relaciones sociales positivas. 1.7- LAS NORMAS EN LA ADOLESCENCIA Establecer a los hijos e hijas normas y pautas de conductas claras y coherentes constituye un elemento educativo que se enmarca dentro de la utilización de métodos positivos en un estilo educativo fortalecedor. Las normas son muy importantes en la mayor parte de las actividades de la vida diaria. Sin las normas que regulan el tráfico, sería casi imposible evitar accidentes o cruzar la calle con seguridad. Del mismo modo, en la familia también es básico establecer normas que indiquen a los hijos qué comportamientos esperan de ellos sus padres; qué es aceptable y qué no lo es. Además de establecer normas es necesario precisar los límites de la misma, es decir es imprescindible definir hasta dónde puede permitirse una conducta y a partir de cuando no será aceptable esa conducta. A medida que los hijos y las hijas van creciendo asumen más responsabilidades y por tanto deben ser más autónomos en la toma de decisiones. Una forma de fortalecer su autonomía es facilitar el establecimiento de normas y consecuencias ante su incumplimiento de manera consensuada entre padres e hijos. 1.8- CLAVES PARA COMPRENDER LA ADOLESCENCIA El componente más importante del cambio para el adolescente es la transición de la casa a la sociedad, de la familia a la pandilla. O en otras palabras el paso de ser “hijo de” a ser ya el mismo. Las razones por la que esta transición suele ser compleja para los padres y los adolescentes son varias: Un adolescente tiene que ganarse su espacio en la pandilla. Un adolescente todavía no sabe como manejar sus emociones y las nuevas situaciones que se van sucediendo. El/la adolescente quiere descubrir el mundo y lo quiere hacer él solo. Un adolescente tiene por definición, diferentes valores que sus padres y madres. Es muy útil como padres y madres, reflexionar sobre qué puede ocurrir si no ayudamos a nuestros hijos e hijas en esta transición e imponemos nuestros valores de forma autoritaria. En definitiva, es importante que los padres y madres estemos atentos durante la etapa de la adolescencia para diferenciar “el grano de la arena” Es decir, para intervenir educativamente sólo cuando el tema es importante (por ejemplo si nuestro hijo es racista) y para no entrometerse cuando es un tema que será temporal o de poco calado ético (por ejemplo el tipo de música que escucha o su forma de vestir). Pero, en última instancia deben ser los padres quienes decidan que valores y temas son relevantes para esa familia. ¿ Qué esperan los adolescentes de sus padres? Que nos traten como gente grande y no como niño Que tengan fe en que hacemos lo correcto Que nos amen y nos acepten como somos Que nos permitan hablar con ellos Que nos escuchen y traten de comprendernos Que se interesen en nosotros Que nos orienten Que sean divertidos y con sentido del humor Que nos hagan sentirnos orgullosos de ellos mismos 2. EL PROBLEMA DE LAS DROGAS 2.1- ¿QUÉ SON LAS DROGAS? 1. DEFINICIÓN: Toda sustancia que cuando la consumimos, produce cambios en nuestras percepciones, nuestras emociones o nuestro comportamiento y que, si es consumida repetidamente, puede generar dependencia. Todas aquellas sustancias químicas que reúnen las siguientes características: •Una vez en nuestro organismo, se dirigen a nuestro cerebro, cuyo ecosistema modifican de manera variable. •Su uso regular puede generar procesos conocidos como: –Tolerancia: a medida que el organismo se va adaptando a la presencia regular de la sustancia, se necesita una mayor cantidad para producir los mismos efectos. –Dependencia: tras un uso habitual, la persona necesita consumir la sustancia de que se trate para no experimentar síntomas de abstinencia, como veremos al hablar de la dependencia física, y/o para afrontar la vida cotidiana, como veremos en la dependencia psicológica. •Su abuso puede provocar diferentes tipos de trastornos: –Trastornos físicos, cuando dañan el organismo: por ejemplo, una bronquitis crónica causada por el tabaco. –Trastornos psicológicos, cuando inciden negativamente sobre la relación de la persona consigo misma o con su entorno afectivo, como ocurre en los conflictos de pareja por abuso de alcohol. –Trastornos sociales, cuando impactan sobre la comunidad, como ocurre con los accidentes de tráfico provocados por conductores bajo los efectos de las drogas. 2. CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS •Drogas depresoras del sistema nervioso central: tienen en común su capacidad para entorpecer el funcionamiento habitual del cerebro, provocando reacciones que pueden ir desde la desinhibición hasta el coma, en un proceso progresivo de adormecimiento cerebral. Las más importantes son: 唴 Alcohol. 唴Opiáceos: heroína, morfina, metadona, etc. 唴Tranquilizantes: pastillas para calmar la ansiedad. 唴Hipnóticos: pastillas para dormir. •Drogas estimulantes del sistema nervioso central: aceleran el funcionamiento habitual del cerebro, provocando un estado de activación que puede ir desde una mayor dificultad para dormir tras el consumo de café, hasta un estado de hiperactividad tras el consumo de cocaína o anfetaminas. Destacan: 唴Estimulantes mayores: anfetaminas y cocaína. 唴Estimulantes menores: nicotina. 唴Xantinas: cafeína, teobromina, etc. •Drogas perturbadoras del sistema nervioso central: trastocan el funcionamiento del cerebro, dando lugar a distorsiones perceptivas, alucinaciones, etc.: 唴 Alucinógenos : LSD, etc. 唴Derivados del cannabis: hachís, marihuana, etc. 唴Drogas de síntesis: éxtasis, etc. FORMAS DE CONSUMO •Las drogas pueden consumirse por diversas vías: 唴Fumada (como ocurre con el hachís y el tabaco). 唴Ingerida por vía oral (alcohol y drogas de síntesis). 唴 Aspirada (como la cocaína y el speed). 唴Inhalada (como los pegamentos). 唴Inyectadas (como en ocasiones la heroína). TIPOS DE CONSUMO •Uso. Es aquella relación con las drogas en la que, tanto por su cantidad, como por su frecuencia y por la propia situación física, psíquica y social del sujeto, no se producen consecuencias negativas sobre el consumidor ni sobre su entorno. •Abuso. Es aquella relación con las drogas en la que se producen consecuencias negativas para el consumidor y/o para su entorno. Analizando las pautas de consumo, y el contexto personal y social de cada caso podremos decidir si nos encontramos ante un uso o abuso. •Dependencia: Se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva frente a otras conductas consideradas antes como más importantes. El consumo de drogas, que quizás empezó como una experiencia esporádica, pasa a ser un eje de la vida del sujeto. La dependencia tiene dos dimensiones: Dependencia física: En ella, el organismo se ha habituado a la presencia de la droga, de manera que necesita mantener un determinado nivel en sangre para funcionar con normalidad. Cuando este nivel desciende por debajo de cierto límite aparece el síndrome de abstinencia propio de cada droga. La dependencia física está muy asociada a la tolerancia. Es el proceso que se da, por ejemplo, con el alcohol. En los primeros consumos afecta notablemente aún a dosis muy bajas. Sin embargo, si el consumo se hace habitual, el organismo se va adaptando al tóxico como medida de protección. La dependencia física es relativamente fácil de superar tras un período de desintoxicación que, en función de cada droga, puede prolongarse 15 días. Dependencia psíquica: Compulsión por consumir la droga de que se trate, para experimentar un estado afectivo agradable (placer, euforia, sociabilidad...) o librarse de un estado desagradable (aburrimiento, timidez, estrés...). Es más costoso desactivar la dependencia psíquica, ya que requiere introducir cambios en la conducta y en las emociones del sujeto que le permitan funcionar psíquicamente (obtener satisfacción, superar el aburrimiento, afrontar la ansiedad, establecer relaciones, etc.) sin recurrir a las drogas. ALGUNAS CONSIDERACIONES •Las drogas no son sustancias diabólicas que esclavizan al individuo que se atreve a probarlas; para que la dependencia aparezca han de estar presentes determinadas circunstancias psicosociales (una autoestima frágil, una presión de los amigos hacia el consumo, una disciplina familiar inconsistente, determinadas modas que transmiten una imagen positiva de ciertas drogas, etc.). •También el alcohol y el tabaco son drogas, aunque sólo una minoría de la población las percibe como tales. Son, de hecho, las sustancias de las que más se abusa y más daños producen. •Así, frente al drama que supone la muerte de alrededor de 470 personas al año a consecuencia de reacciones negativas a heroína o cocaína, se estiman en 46.000 las muertes anuales atribuibles en nuestro país al tabaco, y en 12.000 las relacionadas con el alcohol. •Cualquier situación de abuso puede superarse si el individuo y su entorno más próximo cuentan con el soporte personal y/o profesional adecuado. 3. LOS TIPOS DE SUSTANCIA 4. ALCOHOL Priva, Katxarros, Cubatas, Pelotazo •El alcohol es la droga más consumida en España, de la que más se abusa y la que más problemas sociales y sanitarios causa (accidentes de tráfico y laborales, malos tratos, problemas de salud, alcoholismo, etc.). •Es un depresor del sistema nervioso central que adormece progresivamente el funcionamiento de los centros cerebrales superiores, produciendo desinhibición conductual y emocional. Aunque la gente crea que el alcohol ayuda en las relaciones sociales, en realidad, el primer efecto de euforia que se produce al consumirlo se debe a que el alcohol adormece primero la parte del cerebro que tiene que ver con el autocontrol. LOS EFECTOS DEPENDEN DE: • La edad (beber alcohol mientras el organismo todavía se encuentre madurando es especialmente nocivo). • El peso (afecta de modo más severo a las personas con menor masa corporal). • El sexo (por factores fisiológicos, la tolerancia femenina es, en general, menor que la masculina). • La cantidad y rapidez de la ingesta (a más alcohol en menos tiempo, mayor intoxicación). • La ingestión simultánea de comida (el estómago lleno, sobre todo de alimentos grasos, dificulta la intoxicación). •唴 La combinación con bebidas carbónicas (tónica, coca-cola, etc.), que aceleran la intoxicación. LOS EFECTOS SON: •Efectos psicológicos. Varían en función de la dosis ingerida: 唴Desinhibición 唴Euforia 唴Relajación 唴 Aumento de la sociabilidad 唴Dificultades para hablar 唴Dificultad para asociar ideas 唴Descoordinación motora •Efectos fisiológicos. Los efectos del alcohol dependen de la cantidad presente en la sangre (tasa de alcoholemia, medida en gramos por litro de sangre): 唴0,5 g/l: euforia, sobrevaloración de facultades y disminución de reflejos. 唴1 g/l: desinhibición y dificultades para hablar y coordinar movimientos. 唴1,5 g/l: embriaguez, con perdida del control de las facultades superiores. 唴2 g/l: descoordinación del habla y de la marcha, y visión doble. 唴3 g/l: estado de apatía y somnolencia. 唴4 g/l: coma. 唴5 g/l: muerte por parálisis de los centros respiratorio vasomotor. LOS RIESGOS: •Riesgos psicológicos. Además de una intensa dependencia psicológica, sentida como necesidad apremiante de beber alcohol, el abuso regular puede provocar: 唴Pérdida de memoria 唴Dificultades cognitivas 唴Demencia alcohólica •Riesgos orgánicos. El abuso crónico de alcohol está relacionado con diversos problemas de salud: 唴Gastritis 唴Úlcera gastroduodenal 唴Cirrosis hepática 唴Cardiopatías •El alcohol puede generar dependencia física, con un síndrome de abstinencia caracterizado por ansiedad, temblores, insomnio, náuseas, taquicardia e hipertensión, que puede desembocar en un delirium tremens si no es tratado. FALSOS MITOS SOBRE EL ALCOHOL Las bebidas alcohólicas son un alimento El alcohol sirve para combatir el frio El alcohol da fuerzas y mejora el trabajo físico El alcohol estimula el apetito El consumo de alcohol nos permite entablar relaciones Ciertos trucos ayudan a rebajar el nivel de alcoholemia Quien está más acostumbrado a beber, se emborracha menos UN BOTELLÓN ¡DE BUEN ROLLO! La “Botellona” es la costumbre de comprar entre varios jóvenes bebidas alcohólicas y refrescos para tomarlos en algún lugar: parque, playa, coche o plaza. Tiene varias ventajas: es barata, se conoce gente (espacio de socialización) y se respira aire sin el humo de los cigarrillos. Pero entre los inconvenientes se encuentra que se toma alcohol en exceso, se puede molestar a los vecinos, si el entorno no es adecuado. Tampoco se dispone de ciertos servicios como W.C. o papeleras. Está claro que la prohibición incita a la acción. Por eso, aparte de ofrecer variantes a esta “movida nocturna” con la implementación de una serie de actividades (conciertos, concursos creativos, etc.) alternativas y sanas, no tenemos más remedio que ofreceros estos consejos para vuestros hijos. Si vas a hacer botellón: Recuerda… Comprar las bebidas en comercios legales para que no te vendan “garrafón”, que te sentará fatal. Desplazarse en transporte público, es importante NO CONDUCIR. Comer suficiente para evitar los efectos tóxicos sobre el estómago vacío. No tomar demasiadas copas para evitar la borrachera que aumenta los efectos tóxicos del alcohol y acarrea problemas: peleas, acidentes, etc. No mezclar alcohol y otras drogas. Buscar antes un lugar donde dejar los desperdicios para tener limpia tu ciudad. No hacer la Botellota cerca de viviendas donde hay gente intentando dormir, porque el ruido puede romper la tranquilidad de los vecinos y la convivencia de todos. Beber poquito a poco porque hace menos daño y se saborea mejor. Si vas a ligar y tienes relaciones sexuales, bebe lo menos posible porque el alcohol reduce la excitación. NO OLVIDES EL PRESERVATIVO Si bebes demasiado, o coges con frecuencia una borrachera, habla con tus padres o algún amigo o consulta con un psicólogo-a. … y abstinencia si padeces alguna enfermedad de hígado, corazón, problemas psicológicos, o si estás embarazada o tienes menos de 18 años. 5. TABACO COMPONENTES: •La forma más extendida de consumo de tabaco es el cigarrillo, en cuyo humo se han identificado alrededor de 4.000 componentes tóxicos, de entre los cuales los más importantes son los siguientes: –Nicotina: responsable de la dependencia física –Alquitranes: sustancias probadamente cancerígenas –Irritantes: tóxicos responsables de la irritación del sistema respiratorio ocasionada por el consumo de tabaco (faringitis, tos, mucosidad, etc.). –Monóxido de carbono: sustancia que se adhiere a la sangre, dificultando la distribución de oxígeno por el cuerpo. EFECTOS: •Efectos psicológicos. El tabaco es consumido en busca de efectos positivos: 唴Relajación 唴Sensación de mayor concentración •Efectos fisiológicos. Entre los más importantes citamos: 唴Disminución de la capacidad pulmonar 唴Fatiga prematura 唴Merma de los sentidos del gusto y el olfato 唴Envejecimiento prematuro de la piel de la cara 唴Mal aliento 唴Color amarillento de dedos y dientes 唴Tos y expectoraciones, sobre todo matutinas RIESGOS: •El tabaquismo es considerado como la principal causa prevenible de enfermedad y muerte prematura. •Riesgos psicológicos: 唴Dependencia psicológica 唴 Reacciones de ansiedad y depresión ligados a la dificultad para dejar el tabaco •Riesgos orgánicos. De los múltiples riesgos sanitarios demostrados resaltamos: 唴Faringitis y laringitis 唴Dificultades respiratorias 唴Tos y expectoraciones 唴Disminución de la capacidad pulmonar 唴Úlcera gástrica 唴Cáncer pulmonar 唴Cáncer de boca, laringe, esófago, riñón y vejiga 唴Bronquitis y enfisema pulmonar 唴Cardiopatías: infartos de miocardio y anginas de pecho SÍNDROME DE ABSTINENCIA Al dejar de fumar es habitual la aparición del síndrome de abstinencia, cuyos síntomas más frecuentes son: ansiedad, irritabilidad, insomnio, dolor de cabeza, fatiga, aumento del apetito, dificultad de concentración, etc. Este síndrome, que aparece a las pocas horas de terminar el último cigarrillo, puede durar de siete a diez días. El deseo de encender un cigarrillo puede mantenerse durante años. ¿SABÍAS QUE…? 唴 A los 50 años un fumador tiene la capacidad respiratoria de un no-fumador a los 75 años. 唴La adicción a la nicotina se establece a partir del consumo de 10 cigarrillos al día. 唴De cada 3 fumadores, 2 quieren dejar de fumar y no pueden. 唴 En España, cada día 9.000 personas intentan dejar de fumar; sólo 300 siguen abstinentes al cabo de un año. 唴Cada año mueren en España 46.000 personas a causa del tabaco. ¿Quieres dejar de Fumar? Aparte de tu salud, actúa como referente para tu hijo-a. Si tienes decidido dejar de fumar… 1. Fija un día concreto, día X, a ser posible en un plazo de 2 semanas. 2. Haz una lista con los motivos que tienes para dejar el tabaco. 3. Si lo intentaste alguna vez, identifica lo que te fue más útil y los motivos que te llevaron a recaer. 4. Retira de tu entorno todos los utensilios relacionados con el tabaco. 5. Informa a tu familia y amigos de tu decisión, busca comprensión y apoyo. 6. Tu médico o enfermera pueden ayudarte, no dejes de pedir información. 7. Existen fármacos a base de nicotina que te pueden ayudar (chicle, parches…) 8. Piensa en los cigarrillos que te fumas al día y busca alternativas para esos momentos, sobre todo en los primeros días. 9. No pienses en “no fumaré en toda la vida”. Concéntrate en el presente. 10. Intenta comer más fruta y verduras y hacer más ejercicio. Dejar de fumar y mantener el peso es posible. 11. Empieza alguna actividad física, te puede ayudar. 12. Si tienes insomnio: evita tomar café y otros estimulantes. 13. Si te encuentras cansado: aumenta las horas de sueño y de descanso. 14. Si tienes un deseo muy fuerte de fumar: Intenta relajarte ( p.e. respirando profundamente). Consume agua y zumos. Mastica chicles sin azúcar. Piensa que el deseo más intenso dura poco y va siendo cada vez menos fuerte. Intenta distraerte. 15. Para evitar recaídas: recuerda que un solo cigarrillo puede llevarte a volver a fumar. 16. Evita falsas seguridades “por una vez no pasa nada” o las recaídas sociales (celebraciones). 17. Si llevas una semana sin fumar, ya ha pasado lo peor, a partir de este momento las ganas irán disminuyendo. Felicidades! Lo has conseguido. 6. CANNABIS Porros, Hachís, Grifa, Costo, Polen, María, Peta, Joy •El cannabis es una planta con cuya resina, hojas y flores se elaboran las sustancias psicoactivas ilegales más empleadas: hachís y marihuana. •En España se consume principalmente hachís, procedente en su mayoría de los cultivos del norte de Marruecos, del valle de Ketama, en la región del Rif. El hachís se elabora a partir de la resina almacenada en las flores de la planta. Su concentración de THC es superior a la de la marihuana, por lo que su toxicidad potencial es mayor. •La marihuana se elabora a partir de la trituración de flores, hojas y tallos secos. EFECTOS: •Al consumirse fumado, es fácilmente absorbido por los pulmones, por lo que llega al cerebro con rapidez. •Efectos psicológicos: Los efectos más frecuentes son: 唴Relajación 唴Desinhibición 唴Hilaridad 唴Sensación de lentitud en el paso del tiempo 唴Somnolencia 唴Alteraciones sensoriales 唴Dificultad en el ejercicio de funciones complejas: • Expresarse con claridad • Memoria inmediata • Capacidad de concentración • Procesos de aprendizaje •Efectos fisiológicos: Tras el consumo de cannabis pueden darse diversas reacciones orgánicas, las más frecuentes de las cuales son las siguientes: 唴Aumento del apetito 唴Sequedad de la boca 唴Ojos brillantes y enrojecidos 唴Taquicardia 唴Sudoración 唴Somnolencia 唴Descoordinación de movimientos RIESGOS: •Los riesgos asociados al consumo de derivados del cannabis se explican tanto por las peculiaridades de su principal principio activo, el THC, como por el hecho de que se consuma habitualmente fumado. •En el plano psicológico: El THC es particularmente soluble en aceite, por lo que tiende a concentrarse en los tejidos grasos del organismo, como es el caso del cerebro. Tiene una vida media de una semana, por lo que a los siete días de su consumo aún se mantiene en el cuerpo el 50% del principio activo, favoreciendo su acumulación cuando el consumo es regular. •Debido a este proceso existen riesgos: 唴 El consumo diario de hachís puede ralentizar el funcionamiento psicológico del usuario, entorpeciendo las funciones relacionadas con el aprendizaje, la concentración y la memoria. 唴 Otro tanto cabe decir de la ejecución de tareas complejas que requieran lucidez mental y coordinación psicomotora, como pueden ser conducir un vehículo a motor, tomar decisiones o subir a un andamio. 唴Pueden darse reacciones agudas de pánico y ansiedad. •En personas predispuestas, puede favorecer el desencadenamiento de trastornos psiquiátricos de tipo esquizofrénico. •En el plano orgánico: Los derivados del cannabis se consumen fumados, con una pauta de inhalación profunda, sin filtro, con retención pulmonar del humo y apurando el cigarrillo al máximo. •Por ello, su uso habitual multiplica los riesgos asociados al consumo de tabaco, favoreciendo la aparición de los siguientes problemas: 唴 Respiratorios: tos crónica y bronquitis en consumidores habituales de dosis elevadas. 唴 Cardiovasculares: empeoramiento de síntomas en personas que padezcan hipertensión o insuficiencia cardiaca. 唴 Frecuentemente, el hachís se consume con alcohol, con lo que los efectos se multiplican y aumenta el riesgo de lipotimias. ¿EXISTE EL ‘PORRO TERAPÉUTICO’? •Hoy se estudia la utilidad terapéutica del cannabis para tratar el glaucoma, contra los vómitos en pacientes de cáncer sometidos a quimioterapia y contra la pérdida de apetito de enfermos de sida. •Esto no debe confundirnos: aún no se ha demostrado que tenga ventajas sobre medicamentos ya existentes. Además, el cannabis plantea un problema importante: a medida que se repite la administración de la sustancia disminuyen sus efectos terapéuticos. •En todo caso, si las investigaciones confirmaran una aplicación terapéutica, el médico no recetaría cannabis fumado, sino pastillas, jarabes... de compuestos sintéticos derivados de la planta para evitar así los efectos negativos del porro ALGUNOS DATOS. No estamos ante una sustancia inocua: consumir cannabis facilita la aparición de problemas psiquiátricos previos y empeora los síntomas cuando ya se sufren. También aumenta las posibilidades de sufrir depresión y ansiedad, no sólo mientras se consume, sino también en la edad adulta. Además, disminuye la capacidad de concentración y atención. El cannabis contiene muchos de los cancerígenos del tabaco y en mucha mayor cantidad. Los daños pulmonares que produce son aún mayores que los asociados al tabaco. El Instituto Británico del Pulmón calcula que tres porros perjudican los pulmones tanto como 20 cigarrillos. El síndrome de abstinencia no es intenso, porque el cannabis se elimina muy lentamente. El organismo tarda en quedar limpio casi dos meses. Un 10% de todos los que han probado el cannabis acaban teniendo problemas de dependencia, pues se han acostumbrado a afrontar la vida bajo sus efectos. 2.2- SABER PREVENIR 1. NIVELES DE PREVENCIÓN: Existen 3 niveles de prevención: La prevención primaria, actúa antes del abuso, y se dirige principalmente con actividades de tipo educativas, formativas (crecimiento personal y social) e informativas. Veremos con más detalle este nivel en el siguiente epígrafe. La prevención secundaria interviene en el principio del abuso. Es importante realizar un diagnóstico precoz y disponer de una serie de recursos y habilidades para orientar durante la crisis. Mantener la alerta ante los indicios de que un joven toma drogas o alcohol requiere una capacidad perceptiva aguda. A veces, es difícil diferenciar entre la conducta adolescente normal y la que está provocada por las drogas. Sus cambios en el estilo de peinarse y de vestirse, o el uso de jergas lingüísticas, por ejemplo, a usted le pueden descentrar, pero constituyen algo normal en los adolescentes que tratan de averiguar quiénes son. Por otra parte, los cambios extremos, o los que duran más de unos días, pueden ser la señal del uso de drogas. Preguntas. · ¿Su hijo parece encerrado en sí mismo, deprimido, fatigado y descuida su aseo personal? · ¿Se ha vuelto hostil y poco cooperador? · ¿Se ha deteriorado la relación de su hijo con los demás integrantes de la familia? · ¿Tiene nuevos amigos que usted desconoce? · ¿Ha perdido el interés por su aspecto y se ha deteriorado su higiene personal? · ¿Ha perdido interés por sus aficiones, deportes y actividades favoritas? · ¿Han cambiado sus pautas de sueño y de alimentación? · ¿Se gasta enseguida su dinero? ¡Qué hacer? Las respuestas afirmativas a las preguntas anteriores podrían indicar que toma alcohol u otras drogas. Sin embargo, esos signos se pueden aplicar también a un joven que no toma drogas pero puede tener otros problemas en la escuela o en la familia. En caso de duda, busque ayuda. Su médico de cabecera, o la clínica que le corresponda, deberían hacerle un examen, para descartar enfermedades o cualquier otro problema físico o psicológico. La prevención terciaria, en la cual ya hay una dependencia de la sustancia, ocurre si la intervención en el anterior nivel no ha resultado efectiva y, por tanto, se requiere de un tratamiento y desintoxicación. 2. ESTRATEGIAS DE ACTUACIÓN EN PREVENCIÓN Un Programa de Prevención, es un grupo de acciones conjuntas y planificadas encaminadas a prevenir los problemas derivados del uso de drogas. Para alcanzar este objetivo, las actuaciones preventivas deberán intentar neutralizar los factores de riesgo que se detecten así como potenciar los factores de protección. La prevención será más eficaz cuanto mejor planificada esté y, cuantos más agentes preventivos se impliquen. Las estrategias de actuación en el ámbito preventivo conforman un amplio abanico de posibilidades, cada una de las cuales cuenta con una serie de variables a contemplar. Sin embargo, debido al alto número de líneas de actuación existentes, nosotros tan solo vamos a describir las pautas a tener en cuenta en tres de ellas, éstas son: a. La Información. b. La Formación en habilidades afrontamiento. c. Alternativas al consumo. y estrategias de A) INFORMACIÓN Cuando el objetivo es realizar un programa de prevención basado en la información y el destinatario es el conjunto de la sociedad, se ha de tener en cuenta alguno de los siguientes aspectos: - Conocer y evaluar el efecto de las drogas, así como la problemática existente en nuestro entorno. - Facilitar información sobre los efectos de las distintas drogas tanto a corto plazo como a medio y largo plazo, haciendo hincapié en aquellos que sean cuantificables, así como en las consecuencias inmediatas (Ej.: dinero, perdida de amigos, perdida de interés por actividades que antes eran interesantes, problemas con los padres, etc.). - Conocimiento de las consecuencias positivas como de las negativas, cuestionando en todo momento estos teóricos “efectos positivos”, fomentar el espíritu crítico y mostrar que éstos no compensan frente a los negativos. - Advertir acerca de los mitos y creencias erróneas que existen de las sustancias a la vez que de su consumo y, proceder a su desmitificación (Ej. de mito: “con el alcohol se entra en calor”, “con el alcohol se liga más”, etc.) - Es recomendable advertir sobre los procesos de drogodependencias (para que se entienda que hay una puerta de entrada de difícil retorno), frente a la existencia de una idea estática de las drogas. Es decir, es recomendable centrar nuestro discurso en las drogodependencias en lugar de en las drogas. En este sentido, es preferible referirnos a los conceptos básicos que explican perfectamente el proceso: uso, abuso, dependencia, síndrome de abstinencia, etc., que a los tipos de sustancias. - Manifestar que afirmaciones del tipo “yo lo dejo cuando quiera” no son factibles. Dichos retos deben mantenerse en el tiempo ya que, por ejemplo, el hecho de que alguien esté unos días sin fumar no significa que se controle el consumo de tabaco, sobre todo cuando la dependencia psicológica tarda más en hacer su aparición. - Proponer actividades de indagación de la realidad, o de la información existente, frente a la mera presentación de información de forma pasiva. Es decir, intentar estimular métodos activos de aprendizaje. Además, debe tenerse en cuenta que indagar no significa experimentar con las sustancias, sino buscar información, elaborar una encuesta, etc. - Presentación de modelos positivos de conducta que sirvan de referentes de hábitos adecuados de salud. Es decir, debemos presentar a deportistas, personas que no consuman, etc. - Cuando no exista consumo, el mensaje a facilitar ha de ser del tipo “la drogodependencia tiene muy fácil acceso y muy difícil salida”; por el contrario, ante conductas adictivas o personas que han desarrollado una drogodependencia el mensaje ha de ser positivo del tipo “de la droga siempre se puede salir”. - Evitar presentar el fenómeno de la drogodependencia con una imagen cargada de estigma social, es mejor presentarlo como un fenómeno en el que podemos caer todos en cualquier momento, independientemente de la clase social, barrio, nivel cultural, grado de información. - Evitar hablar de drogas como algo asociado a un tipo de estado creativo, de fomento de la imaginación, etc. - Entre la terminología a utilizar, referirnos al fenómeno del consumo de sustancias con términos del tipo “consumo abusivo” o “consumo responsable”, ya que, el no consumo es la actitud más responsable. - Utilización de material adecuado para la población destinataria. - Debemos tener precaución con el modelo que presentamos de nosotros mismos. Es difícil poder hablar de los efectos negativos del tabaco, y ser convincentes, si nosotros mismo fumamos delante de nuestros alumnos. B) FORMACIÓN EN EL ÁMBITO ESCOLAR Y FAMILIAR La investigación y la experiencia en programas preventivos, han demostrado que la mera presentación de información es insuficiente para modificar conductas tan complejas como el consumo de drogas, quedando en entredicho su nivel de eficacia y en muchos casos pudiendo generar incluso efectos contra preventivos. Por el contrario, sí ha quedado demostrada la eficacia de intervenciones llevadas a cabo en el ámbito escolar y familiar, integradas en el marco de la Educación para la Salud. Dichas intervenciones, hacen hincapié en aquellos factores cuya relación con el consumo de drogas ha sido empíricamente demostrada. Nos referimos a los factores de protección y factores de riesgos. Se trata en realidad de fomentar en el alumnado los factores de protección. En definitiva, se pretende desarrollar una serie de competencias personales y sociales en el individuo, promoviendo el desarrollo cognitivo, las destrezas conductuales y socio-emocionales que proporcionarán comportamientos más adaptativos, y, por tanto, una mayor capacidad para afrontar situaciones vitales críticas. Las variables que debemos trabajar son: - Actitudes hacia la salud. Lugar que ocupa la salud en el individuo, actitudes de higiene, hacia una alimentación equilibrada, sueño regulado, deporte, prevención de enfermedades. Generalización de estas conductas a otras menos saludables como es el consumo de drogas. - Actitudes hacia el consumo de drogas, o predisposición hacia su consumo, el conjunto de creencias, convicciones y expectativas, que hacen que el individuo acepte o rechace; se muestre favorable o desfavorable al consumo de sustancias y a todas las realidades vinculadas con ellas. - Habilidades sociales, o capacidad del individuo para establecer relaciones de calidad, siendo habilidoso en las situaciones de interacción social, de forma que sea capaz de expresar de una forma correcta y adecuada sus opiniones, deseos, necesidades y pensamientos, respetando el punto de vista del otro minimizando al máximo las situaciones de conflicto en el presente y en un futuro. - Asertividad negativa, referidas a la capacidad de oponerse asertivamente a las demandas, influencias o manipulaciones de los demás, sin crear conflictos innecesarios y sin poner en peligro las relaciones con los otros. Se trata de la habilidad de decir no, acompañada de la capacidad para discernir cuando es pertinente dar una negativa. - Habilidades de comunicación, o habilidad de entablar un diálogo con otras personas, inicio, mantenimiento y fin de la conversación, dar y recibir elogios, escuchar atentamente a la otra persona y mostrar interés hacia ella. - Toma de decisiones. Capacidad para elegir de forma autónoma y responsable la opción que más nos convenga, considerando ventajas e inconvenientes y asumiendo las consecuencias. Hay que estimular al máximo las decisiones reflexivas frente al tipo de decisiones guiadas por el impulso. - Motivación. Interés que mostramos hacia las cosas o interés dirigido a la acción. Depende en gran medida de la atribución causal que establezcamos, y de la experiencia previa de éxitos y fracasos. La motivación puede ser intrínseca (más deseable), o extrínseca. - Autoestima. El autoconcepto resulta ser una elaboración cognitiva del sujeto que se desarrolla a partir de la interacción con el medio social. Implica la percepción de nosotros mismos en lo que somos, lo que se tiene y lo que se es capaz de hacer. La autoestima es la valoración positiva o negativa del autoconcepto. - Autoafirmación. Incluye la defensa del propio pensamiento, opciones y formas de actuar. Para ello debemos asumir opiniones propias, ideas, capacidad crítica, conocer nuestros derechos, clarificación de valores, gustos y aficiones. - Empatía, o capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entender al otro en su realidad sin que por ello sintamos lo mismo que él. No implica la sintonía con el otro, sino el entendimiento y el respeto. Este tipo de habilidades fomenta las conductas prosociales. - Lugar de control. Capacidad de responder decidiendo, sopesando las respuestas más que actuando de manera automática e impulsiva. Implica la capacidad de inhibir impulsos y de posponer la gratificación inmediata. - Afrontamiento de estrés, o capacidad para regular nuestras respuestas a las demandas del medio. - Afrontamiento o solución de problemas. Ser capaz de dar respuestas a situaciones de conflicto o divergencia de intereses, incluyendo la actitud de querer solucionar el problema, el análisis del mismo, y la búsqueda de alternativas de solución. - Resistencia a la presión grupal, o capacidad para defender su opinión, conducta, o sentimientos frente a la presión social, identificándonos como seres diferenciados del resto, con características personales que nos son propias. Se pueden incluir actividades que incluyan la resistencia a la presión social en modas, publicidad, etc. C) ALTERNATIVAS AL CONSUMO El consumo generalmente suele estar asociado o vinculado a una situación determinada que tiene mucho que ver con el empleo del ocio y el tiempo libre, sobre todo en la fase que coincide con el inicio del proceso (consumo inicial y consumo habitual). En ese sentido, podemos establecer una conexión entre determinados hábitos y la disposición al consumo. Cuando hacemos referencia a las alternativas del consumo, estamos proponiendo generar todo un sin fin de posibilidades que funcionen como factores de protección en el presente, pero sobre todo en el futuro. Cuando se le pregunta a los jóvenes por las motivaciones de los inicios del consumo, generalmente suelen hacer referencia a unos determinados hábitos ligados al grupo de amigos, bien por imitación: “Porqué lo hacían los demás”, bien porque encuentra una forma diferente de pasarlo bien en la cual la sustancia está presente: “Disponibilidad de la sustancia”. En esta alternativa de actuación, adquieren importancia las actividades que promuevan la adquisición de aficiones, gustos u opciones de tiempo libre que alimenten la búsqueda de nuevas sensaciones del niño y del adolescente, que satisfagan el riesgo pero que a su vez impliquen prácticas saludables. Es importante la clarificación del tiempo libre, en cuanto a la distribución que hacemos de las actividades que desarrollamos y el grado de interés que tenemos hacia ellas. Por ejemplo, puede ocurrir que nos guste mucho la práctica de un deporte pero sólo le dediquemos unas pocas horas a la semana, y por el contrario tengamos la sensación de no hacer nada con los amigos pero empleemos tardes enteras en estar con ellos. Como labor preventiva sería adecuado el fomento de nuevas formas de diversión que supongan alternativas al consumo. Las propuestas y el desarrollo de actividades de ocio es una buena opción para la prevención de drogodependencias. Por último, es importante inculcar la gestión del riesgo. Es decir, es posible que fracasemos si proponemos el no consumo de sustancias como única vía saludable y aceptable. La realidad es que la sustancia está ahí y, está al alcance de todos. Por tanto, puede ser más efectivo plantear y educar en la responsabilidad de nuestros propios actos, siendo cada persona la que asuma y evalué el riesgo que supone consumir determinadas sustancias. Cuando pretendemos hacer del ocio un instrumento que contribuya a prevenir el consumo de drogas, es fundamental tener en cuenta una serie de premisas de tipo metodológico, para que este tipo de actividades tengan el impacto deseado, es decir, la prevención del consumo de drogas: - Las actividades propuestas deben servir para que los destinatarios encuentren formas gratificantes y enriquecedoras de utilizar el tiempo libre. Esto supone que las actividades de ocio ofertadas deben, antes que nada, resultar atractivas y procurar satisfacción a los participantes en las mismas. - Las actividades a desarrollar no tienen un carácter finalista, sino que se orientan a generar aficiones perdurables (tienen una proyección de futuro), debiendo procurarse su continuidad. - Se ha de tener en cuenta la dimensión educativa de las actividades de ocio (fomento de valores, actitudes, capacidades, etc.), por tanto habrá que prestar atención a los aspectos pedagógicos. - Nuestro trabajo está dirigido fundamentalmente a los niños y adolescentes, lo que supone aceptar sus necesidades y sus propias contradicciones. - El grupo tiene una importancia fundamental en la vida de los niños y adolescentes, por lo tanto, debe ser el cauce preferente desde el cual canalizar las diferentes propuestas de ocio. - No existen alternativas que a priori sean útiles para trabajar con cualquier grupo, razón por la cual es preciso profundizar en el conocimiento de las expectativas, preferencias y posibilidades de abordar el ocio y tiempo libre que tiene cada grupo concreto. La participación es un requisito básico para asegurar, tanto la satisfacción de las expectativas de los niños como de los adolescentes, como la continuidad futura de las aficiones generadas. Debemos recordar que perseguimos estimular la capacidad de auto para organizar el ocio, a través de la participación activa de los propios interesados, donde a partir de sus gustos y aficiones se desencadene un proceso de búsqueda de recursos, de organización y puesta en marcha de actividades. 3. FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN 3. NOS ENCAMINAMOS HACÍA UNA ESCUELA DE MADRES Y PADRES Las familias son el núcleo más poderoso de influencias sobre lo que son y lo que serán cada uno de sus miembros, los cuales interactúan y se influyen recíprocamente a lo largo de su vida en común. Así, el entorno familiar condiciona el equilibrio personal, los conocimientos, las habilidades, los valores, los comportamientos, la manera de relacionarse dentro y fuera de las familias… y en definitiva el grado de satisfacción personal ante la vida. Dado el papel tan importante de las familias en la sociedad, se hace necesario el desarrollo de actividades que ayuden a los individuos con responsabilidades familiares a formarse para desempeñar de manera adecuada sus funciones. El Aula Familiar pretende ser un espacio de información, formación, reflexión y comunicación, que facilite la adaptación y el desarrollo de habilidades ante los cambios que se producen en todos y cada uno de los miembros de las familias, a lo largo de su dinámica evolutiva. En estas páginas intentamos recoger una serie de orientaciones respecto a cómo contribuir al desarrollo personal de los miembros de las familias y cómo prevenir y actuar ante algunos de los problemas más frecuentes que se nos presentan en su ámbito de actuación. 3.1. CONSECUENCIAS DE UNA BUENA SOCIALIZACIÓN • La seguridad afectiva La persona segura afectivamente se siente digna de amor y no teme al rechazo. Procure Mantener una buena comunicación con todos los miembros de su familia y comunicarse las vivencias. Escuchar y razonar, aunque no esté de acuerdo con las opiniones. Utilizar expresiones de afecto verbales, como halagos, agradecimientos y expresiones de reconocimiento, así como físicas (besos, caricias y abrazos). Dedicar todos los días un tiempo a su familia. Compartir el tiempo libre con los suyos realizando paseos, juegos, conversaciones, viajes, lecturas… Compartir las responsabilidades del hogar entre todos. Aprender a superar el malhumor por problemas externos para que no afecte a los suyos. Evite Encerrarse en sí mismo e ignorar lo que viven sus familiares. Hablar sin escuchar al otro sus opiniones y sus experiencias. Comparar, descalificar, ridiculizar, insultar… Regañar o castigar sin razonar o sin proporción con la causa. Las conductas agresivas y los castigos físicos. Las peleas entre los adultos. Delegar en exceso los cuidados de sus hijos/as. Decir una cosa y hacer otra. Que no haya acuerdo entre los educadores y no pongan las mismas normas y límites. La presión de exigencias excesivas. Mantenerse en situación de stress. • La autoestima Procure Enseñarles a valorarse como únicos e irrepetibles. Demostrarles su afecto. Valorar los esfuerzos, aunque no logren el objetivo. Analizar con ellos los errores para ver lo que es correcto y lo que se puede mejorar. Darles oportunidad de experimentar y tener confianza en que lo conseguirán. Emplear el sentido del humor ante los fracasos, sin desanimarse. Favorecer la construcción y el desarrollo de la propia identidad de los suyos, diferente de la de usted. Ayudar a desarrollar una actitud crítica respecto a los mensajes de los medios de comunicación y de la publicidad. Evite Juzgar, criticar, ridiculizar… en lugar de razonar y analizar. Comparar y compararse con otras personas. Mostrar rechazo hacia la persona en vez de desacuerdo con su conducta. Los estereotipos de belleza, de éxito, de superioridad, de identidad ideal. Descuidar su propia autoestima. Plantear objetivos no realistas que generen situaciones de ansiedad. La excesiva dependencia de los suyos. Culpabilizar en lugar de responsabilizar. La sobreprotección. 3.2. EDUCAR EN VALORES Cada familia tiene unas expectativas de conducta que vienen determinadas por los principios y los estándares. Les damos el nombre de "valores". Con mucha frecuencia son estos valores los que ayudan a nuestros hijos a decidir que no tomarán alcohol ni otras drogas. Los valores sociales, familiares y religiosos son los que dan a los jóvenes los motivos para decir "no" y los que les ayudan a mantener su decisión. Probablemente ya conocerá esto y, seguramente, ya lo habrá puesto en práctica en su casa. Sin embargo, no está de más examinar nuestras acciones como padres. Por ello le presentamos algunas maneras de ayudarle a aclarar los valores familiares: · Comunicar los valores abiertamente. Hablar sobre la razón de la importancia de valores como la honestidad, la confianza en uno mismo y la responsabilidad, así como de la utilidad que tienen para ayudar a sus hijos a tomar decisiones correctas. Enséñeles a sus hijos que cada decisión se basa en una decisión anterior, tomada cuando se está formando el carácter, por lo que una buena decisión hace que sea más fácil tomar la siguiente. · Es imprescindible que los progenitores se muestren siempre de acuerdo delante del hijo sobre las normas y los valores. Los niños, por muy pequeños que sean detectan las sutilezas y las contradicciones de los adultos. Si el mensaje que da cada padre es distinto, es decir, si por ejemplo uno es más tolerante que otro con respecto al consumo de drogas, el hijo se sentirá confuso y desorientado cuando se le presente una situación donde tenga que decir "NO". · Enseñe a sus hijos a tolerar la frustración. Vivimos en una época caracterizada por la abundancia y la inmediatez, por lo que estamos menos entrenados en saber esperar, nos resulta difícil tolerar los estados de ánimo displacenteros, nos cuesta renunciar a algo que nos gusta, etc. Muchos padres creen que harán más felices a sus hijos dándoles siempre todo lo que desean. Esto es un error, ya que a lo largo de la vida aparecerán muchas situaciones frustrantes y, entonces, no sabrán cómo afrontarlas. · Reconozca cómo afectan sus acciones al desarrollo de los valores de sus hijos. Dicho de una manera simple: los hijos copian la conducta de sus padres. Por ejemplo, si los padres fuman los hijos tienen más probabilidades de convertirse en fumadores. Trate de evaluar cómo usa usted el tabaco, el alcohol, las medicinas recetadas e incluso las que se compran sin receta. Considere que con sus actitudes y actos puede estar conformando la decisión de sus hijos de tomar, o no, alcohol y otras drogas. Lo anterior no significa que, si usted acostumbra a beber un poco de vino en la comida, o a tomar ocasionalmente una cerveza, deba dejar de hacerlo. Los niños pueden entender y aceptar que hay diferencias entre lo que pueden hacer los adultos legal y responsablemente, y lo que resulta apropiado y legal para ellos. Sin embargo, debe mantener esa distinción con toda claridad. A este respecto, sus hijos no deben intervenir en absoluto: no deben prepararle la copa ni traerle la cerveza. Y por muy inofensivo que parezca, NO permita que prueben unos sorbitos. Muchos de nosotros hacemos algunas cosas sin pensar en lo que significan. Es algo normal. Pero si queremos transmitir a nuestros hijos el mensaje correcto, conviene que seamos precavidos ante determinadas conductas. · Observe si existe contradicción entre lo que usted dice y lo que hace. Recuerde que los niños captan rápidamente las señales que emiten los padres en sus actos, en el sentido de que no siempre está mal saltarse los deberes desagradables o ser deshonesto. · Asegúrese de que sus hijos entienden los valores de su familia. Los padres, a veces erróneamente, suponen que sus hijos han "absorbido" los valores a pesar de que raramente o nunca hablen de ellos. Puede comprobar si sus hijos los entienden hablando de situaciones comunes durante la comida; por ejemplo, plantee la siguiente pregunta: "¿Qué haríais si a un desconocido se le cae un billete del bolsillo?" Sin embargo, el establecimiento de las normas sólo es la mitad de la tarea: debemos estar dispuestos a que se cumpla el castigo por el incumplimiento de las normas. Cuando establezca normas: · Sea espécifico. Explique la razón de cada norma. Dígales a sus hijos lo que son las normas y la conducta que se espera de ellos. Analice las consecuencias del incumplimiento de las normas: cuál será el castigo, cómo se realizará, durante cuánto tiempo y lo que se supone que se persigue con el castigo. · Sea coherente. Debe quedar claro que la norma de no tomar alcohol ni drogas es la misma en todo momento y situación: en su casa, en la de un amigo, en cualquier lugar en donde se encuentre. · Sea razonable. No agregue nuevas consecuencias de las que no había hablado antes del incumplimiento de las normas. Hay que evitar las amenazas poco realistas, como "tu padre te matará cuando llegue a casa". Lo que debe hacer es reaccionar con calma y hacer que se cumpla el castigo que el hijo espera recibir por haber incumplido la norma. - Las normas de la casa han de ser: limitadas al mínimo indispensable; asequibles a las capacidades del niño; exigible su cumplimiento por ambos miembros de la pareja; justas y razonables; - dictadas desde el afecto; establecidas de común acuerdo con los hijos; formuladas de forma constructiva, no coercitiva; insistiendo más en lo permitido que en lo prohibido. 3.3. ¿DISCIPLINA O MIMOS? Estilos Educativos de los Padres: Autoritario: Controla en exceso a su hijo y apenas le da cariño y apoyo cuando el menor lo necesita. Permisivo: Proporciona afecto al menor (a veces demasiado) aunque no le exige apenas obligaciones. DEMOCRÁTICO: Exige y controla a sus hijos (sólo cuando es necesario) pero proporciona comunicación, afecto y seguridad (sin sobreproteger). Los padres que presentan actitudes democráticas hacía sus hijos son aquellos que muestran un mayor grado de afecto y un mayor sentido de control , que irá disminuyendo conforme el niño crece .Algunos factores que refuerzan la valía del niño vienen dados con este estilo educativo y son: aceptación incondicional del hijo valorar sus aspectos positivos hacer emerger sus posibilidades hacer ver que es digno de confianza orientación y guía constante respeto de su criterio y decisiones El niño-a madurará si encuentra en su hogar el clima adecuado (calor y afecto), que son la base de unas relaciones personales sanas y equilibradas. El Cariño.- para lograr ese clima el hogar debe ofrecer: Cierto bienestar material Seguridad en el ambiente familiar Protección contra fuertes tensiones emotivas Posibilidad de contacto social, de relacionarse con otros niños. De faltar ese cariño, se producen consecuencias de todo tipo: Perturbaciones fisiológicas (úlceras, aumento de tensión...), Alteraciones mentales (manías, ilusiones...), Sentimientos de inferioridad, inadaptación, culpabilidad y rechazo, e incluso, Comportamientos asociales o delictivos. Las necesidades afectivas son tan o más importantes que las necesidades biológicas (comida, abrigo y descanso). Estas necesidades afectivas son: Necesidad de ser Amado, de sentirse querido por la familia y el entorno general. Necesidad de ser Aceptado como es, con sus virtudes y defectos. Debe percibir que él/ella es alguien dentro de la familia. Necesidad de Seguridad, el niño se sentirá a gusto en un mundo familiar con suficiente orden, serenidad y continuidad de las mismas normas. La disciplina permite formar la voluntad del hijo, es decir, el esfuerzo voluntario es necesario para que tome las riendas de su actuación personal. Una sobreprotección afectiva también provoca desequilibrios en los hijos. 3.4. HABILIDADES SOCIALES Y ESCUCHA ACTIVA HABILIDAD SOCIAL Es la conducta que permite a una persona actuar según sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar comodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los demás. Es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas. Características de la habilidad social: Es una característica de la conducta, no de las personas. Es una característica específica a la persona y a la situación, no universal. Debe contemplarse en el contexto cultural del individuo, así como en términos de otras variables situacionales. Está basada en la capacidad de un individuo de escoger libremente su acción. Es una característica de la conducta socialmente efectiva, no dañina. Clases de respuesta que abarcan las habilidades sociales: La capacidad de decir no. La capacidad de pedir favores y hacer peticiones. La capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos. La capacidad de iniciar, mantener y terminar conversaciones. LA ESCUCHA ACTIVA Dar señales no verbales de escucha: Proximidad física Contacto visual : Mirar a los ojos Postura orientada y relajada Asentir Mímica y gestos Contacto físico ligero Dar señales verbales de escucha: Sonidos confirmatorios ( Ajá, ya, uh, etc...) Parafrasear Resumir Preguntar Recibir y no emitir Pedir más información No anticipar lo que el otro va a decir Para lograr la eficacia comunicativa es muy conveniente ser activo en la escucha. Escuchar activamente supone prestar atención intensa y detenerse a pensar qué ideas y sentimientos nos quiere enviar el emisor antes de responder a su mensaje, incluso antes de plantearnos cómo responder a su mensaje. • Expresiones que invitan a hablar Ya veo como te sientes. ¿De verdad? ¿En serio? Mm hmmm… ¡No me digas! ¡Sí! Sigue… ¿Lo hiciste? ¡Qué bien! ¡Qué interesante! ¿Eso te pasó? Cuéntame… ¿Te gustaría hablar sobre eso? Me gustaría escucharte. Me gustaría conocer tu punto de vista. Parece que eso es muy importante para ti. Discutámoslo. ¿Vale? 3.5. COMUNICACIÓN INTERPERSONAL Procure o Desde bebé recompensar los esfuerzos por comunicarse dedicándole sonrisas, palabras agradables… o Facilitarle la expresión de las emociones. También de las negativas como malhumor, frustración, rabia, enfado. o Enseñarle a aceptar retrasos razonables en la atención de sus necesidades. o Animarle a que explique por qué ha hecho algo que le dijo que no hiciera. Déle tiempo y escúchelo/la. o Escucharlo/la tratando de captar su mensaje y ponerse en su lugar. o Comenzar a hablar con enunciados de comprensión, en vez de consejos, crítica o instrucción. Evite o Hacer un discurso excesivamente emocional. o Hablar demasiado alto o bajo. No modular el tono de voz. o Hablar excesivamente rápido o lento. No regular el ritmo de la conversación. o Permanecer pasivo/a, sin opinar, preguntar o asentir. o Hablar demasiado, interrumpiendo, sin escuchar. o Dar por supuesto lo que va a decir o siente. o Dar respuestas cortantes (insultos, malos modos, expresiones ofensivas…). o Contraatacar: responder a una queja con otra, sin intentar solucionar el problema. o No admitir el punto de vista del/de la otro/a. o No concretar. o Desviar el tema. o Mostrar desinterés. o Hacer afirmaciones radicales. Ej. Todo o nada. o Ser pedante. Usar palabras complicadas, difíciles o raras. o Responder con monosílabos. o No utilizar un lenguaje positivo y constructivo. Fijarse más en la crítica que en lo positivo. ESTILOS DE COMUNICACIÓN Son las tendencias de comportamiento que se manifiestan en la comunicación. Procure o Tener un estilo “asertivo”. o Expresarse de forma que respete tanto sus derechos propios como los ajenos. o Hablar honestamente para resolver un problema. o Mostrarse satisfecho/a consigo mismo/a. Con autocontrol. o Utilizar mensajes en primera persona: Yo pienso, opino, siento… o Respetar del mismo modo a los demás: ¿Qué piensas, opinas, sientes…? o Conocer tus derechos y defenderlos. o Hablar de forma modulada y fluida. o Mirar a los ojos del/de la interlocutor/a. o Transmitir seguridad y respeto, con expresión tranquila, mirada directa y cuerpo relajado. Evite El estilo pasivo: No hacer valer sus opiniones, deseos, ni derechos. No expresar sus sentimientos, necesidades o pensamientos. Respetar en exceso a los demás, pero no a sí mismo/a. Quedarse callado sin expresar sus criterios. Quitar importancia a las situaciones. Hablar de forma temblorosa, en voz baja y demasiados silencios. o Tener la mirada huidiza, la cara triste y los hombros encogidos. o o o o o o El estilo agresivo: o o o o o o Amenazar, descalificar, insultar, ser desconsiderado/a. Tratar de dominar. Imponer las reglas y querer tomar siempre las decisiones. Usar un volumen alto de voz. Hablar sin escuchar. Tener la mirada desafiante, la expresión de enfado, gestos exagerados y tensión corporal. TÉCNICA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS 1 Reconozco que tengo un problema. 2 Defino el problema. 3 Busco soluciones. ¿Cuántas? ¿Cuáles? 4 Analizo cada idea para ver las consecuencias positivas y negativas y si es aceptable para todos/as. 5 Selecciono la que considero mejor y más aceptable. 6 Llevo la idea a la práctica. 7 Compruebo si se ha resuelto y si la solución es definitiva. 8 … Si no se ha resuelto, lo intento con otra idea. Para saber más… Fundación Alcohol y Sociedad www.alcoholysociedad.org www.lascarasdelalcohol.com ACP: Asociación Cívica para la Prevención www.samorg.tk Línea de información juvenil: 900 100 118 Plan Nacional sobre Drogas www.mir.es/pnd www.sindrogas.es Teléfono de atención sobre Drogas: 900 200 514 www.solohijos.com “El portal para ser mejores padres” Bibliografía recomendada Palacios, J., Marchesi, A. y Coll, C (1990). Desarrollo Psicológico y Educación. Madrid: Alianza Brunet Gutiérrez, J. y Negro Failde, J. (1994). ¿Cómo Organizar una Escuela de Padres?. Madrid: San Pio X CARTA DE UN/UNA HIJO/A A TODOS LOS PADRES Y MADRES DEL MUNDO No me grites. Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo. Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos/as. Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos/as. Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice. A veces, ni yo mismo lo sé. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti. Aunque sea para sacarte de un apuro. Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal. Cuando te equivoques en algo, admítelo. Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores. No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos/as. Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra). Déjame valerme por mí mismo/a. Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender. No me des siempre órdenes. Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa posición. Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo. Trata de comprenderme y ayudarme. Cuando te cuente un problema no me digas eso no tiene importancia... porque para mí sí la tiene. No me digas que haga algo que tú no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas. No me des todo lo que te pido. A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir. Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.