Desarrollo de capacidades: Su Principal Herramienta Estratégica por: William T. Scheurer En 1894, Guglielmo Marconi ofreció a su nativa Italia la primicia para ser el “dueño” de su naciente tecnología de radio. La respuesta de ese país fue “gracias, pero no, gracias”. No hubo una sola persona en el gobierno italiano que entendiera de lo que hablaba Marconi. ¿Algo sobre ondas que flotaban en el aire? El problema persiste hasta la actualidad. Las empresas de hoy saben que pueden ser sobrepasadas en cualquier momento por una nueva tecnología que requerirá un enfoque totalmente nuevo. Polaroid, Digital, Xerox: una lista de lo inflexible constituye el cementerio de los elefantes corporativos. “Los directivos no se dan cuenta de que su principal herramienta estratégica es el desarrollo de capacidades. Y la culpa es nuestra”, dice Blair Shepard, director general de Duke Corporate Education Inc. Con el título de “Un modelo para los pasos estratégicos y tácticos para crear capacidad en la empresa”, el Consorcio Internacional de Universidades para la Educación Ejecutiva (UNICON, por sus siglas en inglés) pone al servicio de las organizaciones un modelo que permite enfocarse en la estrategia de capacidades. UNICON, un consorcio con más de 70 de las mejores escuelas de negocios en el mundo, comprometido con la educación ejecutiva, cuenta con la membresía de universidades tan afamadas como Harvard Business School y la Carlson School of Management de la Universidad de Minnesota, ambas de Estados Unidos, el ITAM en México y el INSEAD en Francia. El profundo conocimiento de los problemas de capacidades de más de mil compañías contribuyó en esta investigación. De manera conjunta ellas enfrentaron el reto de Marconi: cómo estar preparados y poseer las habilidades y los conocimientos necesarios para el próximo gran cambio. “La herramienta funciona como un sistema de posicionamiento global (GPS). Al igual éste, ayuda a mantener a una organización en el camino y en la dirección correcta al navegar durante el cambio extremo”, dijo Bob Stilliard, director de educación ejecutiva en Ashridge College en el Reino Unido, una de las escuelas que contribuyeron al proyecto. La tarea que el modelo se fijó para sí mismo fue romper con el frecuentemente avasallador concepto de estrategia de capacidades, llevándolo a niveles más manejables, empezando con el liderazgo y examinando el reto hasta tener el diseño correcto para cada organización y sus necesidades cambiantes. El modelo tomo en cuenta seis factores fundamentales: 1. Liderazgo ¿Quién está a cargo de la estrategia de capacidades? ¿Qué tipo de equipo se necesita para apoyarlo (a)? Se recomienda enfáticamente que el consejo de administración asuma, de forma más directa, la supervisión de la tarea de realizar una estrategia de capacidades. En años recientes, se ha vuelto aparente que en demasiadas organizaciones los consejos se han alejado de esta responsabilidad fundamental. No se trata de pedir a los consejos que micro-administren el desarrollo y evolución del conocimiento para satisfacer necesidades futuras, sino que reconozcan que prestar atención a la generación y administración del conocimiento es una parte importante de las responsabilidades de la dirección. De igual manera, el construir una fuerte red de apoyo alrededor de la persona que está a cargo de fortalecer las capacidades –ya sea el director de desarrollo, el vicepresidente de RH– es de vital importancia. El reto de este equipo es decidir cómo ir de aquí a allá, un viaje que puede llevar a una compañía (como el radio de Marconi hubiera llevado a Italia) a un territorio totalmente inexplorado. 2. Diagnóstico: Es aquí donde se perciben las áreas de oportunidad del sistema actual y la facultad que tenga la organización para cambiarlo. ¿Está la organización capacitada para enfrentar este reto –cultural, financiero y de infraestructura? Deben ser contestadas tres preguntas difíciles en su compañía: ¿Hacia dónde se presupone que va la organización actualmente? ¿Cuáles de las capacidades existentes son las adecuadas para dar este paso? ¿En qué aspectos específicos o situacionales de capacidades está preparada (o no) para enfrentar la organización? Muchas cosas tienen que pasar en esta coyuntura del proceso. Cada engrane en la máquina – desde la dirección a la fuerza laboral actual, a las relaciones con la comunidad que nos rodea– debe examinarse para determinar si está o no adaptada para el uso en el futuro y, donde sea necesario, arreglar o sustituir las cosas. Especialmente los sistemas gerenciales deben revisarse exhaustivamente. La compensación, planeación de la sucesión, rotación laboral, capacitación interna, dirección y mentoría– éstas son áreas en donde el éxito o se da o no se da. Cuando tenga dudas, recuerde esta agobiante verdad: “Recetar sin diagnóstico es negligencia.” 3. Jerarquización: Usted no puede hacerlo todo, ¿qué va a hacer entonces? Si el diagnóstico crea una larga lista de pendientes, la jerarquización apunta en la dirección contraria; habrá que reducir la lista a lo que se tiene que hacer. Muchas empresas crean “modelos de competencia” que revelan a primera vista lo que una compañía está haciendo bien y en dónde debe mejorar. Nuestra herramienta recomienda un enfoque matricial. Todas las personas que pertenecen a una organización pueden ser “calificadas” por la importancia que tendrían en un sistema mayor, y de acuerdo con ello se establecen prioridades de capacitación para la organización y no sólo para las personas. 4. Objetivos de aprendizaje: En todos los niveles, desde el “penthouse” hasta el puesto más remoto, se tienen que aprender cosas. Usted debe decidir qué sabrá quién. No es suficiente decir que la compañía necesitará mayor capacitación en finanzas en los próximos cinco años. Sea específico. Saque a relucir las capas de complejidad de la organización como si pelara una cebolla. Determine de manera clara cuáles son las capacidades y conocimientos necesarias para cada persona y nivel. 5. Medición: Puede jerarquizar a través de la mejor matriz del mundo, pero si no lleva un registro de sus éxitos, no sabrá dónde está parado. Durante décadas, los gerentes han buscado medidas que hagan justicia a los activos intangibles, como el conocimiento. Este modelo no asume la existencia de dicha métrica como un “santo grial”. Por lo pronto, nosotros sugerimos que la organización empiece por entender lo que desean los directivos de la empresa en cuanto a capacidades –y que midan el éxito al alcanzar estos objetivos. El reto de las capacidades es que usted nunca puede descansar, porque éstas no lo hacen nunca. Pero una medición adecuada le permite saber qué pasó con instrumentaciones previas. Y usar una herramienta como la de UNICON le proporciona un mapa para cada uno de los cambios. 6. Diseño: Si las organizaciones miden comparándose con la visión establecida por los directivos, los elementos específicos del diseño deben seguir al igual que la noche sigue al día. Por lo tanto, el diseño es el último de los pasos al determinar la estrategia de capacidades. El diseño del programa incluye decisiones relativas a la selección de facultad, materiales, programas, formatos, metodologías de enseñanza, instalaciones y aspectos administrativos. Un diseñador hábil debería poder crear un programa que produzca los resultados esperados. Si el diseño no es adecuado habrá que pagar el precio. Un diseño fragmentado puede pasar por alto los contenidos o las consecuencias. Un diseño ad hoc tiende a perder de vista las metas. Un diseño exageradamente complicado desperdicia tiempo y energía. Realice un buen diseño desde la primera vez. ¡Es posible que no tenga una segunda oportunidad! Liderando Iniciativas Exitosas Las revistas de negocios están llenas de compañías que lanzaron iniciativas exitosas evaluando las necesidades futuras de conocimientos. GE, Motorola, 3M Company, Texas Instruments, Ericsson y Siemens son sólo unas cuantas de las más notables. Pero una herramienta exhaustiva también puede ayudar a compañías más pequeñas a aplicar la visión estratégica al manejo del conocimiento. Tal vez lo mejor del modelo al que se hace referencia es que no es un producto con marca registrada de una sola organización. Es el resultado del trabajo de 70 instituciones de investigación que han reunido sus mejores cerebros para permitirle a las organizaciones una visión más clara de lo que hay en el tema. “Compañías como la nuestra están justificadamente orgullosas de los procesos y la métrica que hemos podido reunir para enfrentar el reto de las capacidades. Por lo tanto, me sorprende muchísimo ver lo que sucede cuando tantas cabezas de tantas industrias diferentes se juntan para crear una herramienta como la suya. Nos hubiera llevado cien años lograrlo”, dice Alice Essen, en REXAM PLC. “Las escuelas alineadas bajo UNICON tal vez sean la mejor defensa de las organizaciones para poder anticipar sus necesidades de conocimientos. Somos como un embudo que atrapa las mejores prácticas conforme van apareciendo. Nadie puede acaparar el mercado de sabiduría emergente. Cada escuela ha hecho aportaciones muy valiosas a este estudio”, dijo Marie Eiter, directora ejecutiva de educación en la Sloan School of Management de MIT. En cualquier momento una nueva tecnología, un nuevo tipo de competidor o un cambio en el mercado puede hacer que su forma de operar en el mundo de los negocios se vuelva obsoleta de la noche a la mañana. El reto del directivo de hoy no es tan diferente del que tenían los niños exploradores: ¡Estar preparado! Si Marconi le ofreciera el radio, ¿lo aceptaría? ¿Puede adquirir nuevos conocimientos a tiempo para aprovechar dicho regalo? Con esta poderosa herramienta a su alcance, tendrá la posibilidad de intentarlo. Referencias William T. Scheurer, autor de “A Model for the Strategic and Tactical Steps That Create Enterprise Capability,”(Un modelo para los pasos estratégicos y tácticos que crean la capacidad empresarial”) es el director del Centro de Desarrollo Ejecutivo Carlson, de la Escuela de Administración de Carlson en la Universidad de Minnesota. Si quiere conocer más acerca de UNICON y sus escuelas afiliadas consulte www.uniconexed.org