CREATIVIDAD Expresión Escrita El mar, ángel de alas azules, se balanceaba al compás de un viento que en rápidos soplos ondulaba olas de blanca cresta. Decidí tumbarme en la arena y cerrar los párpados para escuchar el ir i venir de las olas. Muti, mi fiel perro, hábilmente empezó a escarbar un hoyo. Cuando pasó un rato, me incorporé para leer el periódico, pero un zumbido constante me impidió concentrarme. El perro no paraba de ladrar. ¿A quien ladraba? Muti empezó a correr y dar saltos como si estuviera loco. Se acercó hacia el mar y se puso a nadar. Yo me asusté pensando que moriría ahogado. Rápidamente cogí de una bolsa que había traído, las gafas de bucear y el tubo me los puse y me tiré al agua. Pude alcanzar a mi perro a duras penas. Cuando estábamos a punto de salir del agua pude observar una cosa muy brillante que me llamo la atención. Dejé al perro atado a un palo cerca de la playa, y me puse a nadar en búsqueda de lo que había visto. Me sumergí y contemplé un cangrejo muy, pero que muy grande que emitía un ruido muy fuerte como el que habíamos oído antes, tenía la parte de lomo de un material parecido al oro y las patas de un dorado. Era muy hermoso, cuando me dispuse a tocarlo se escondió bajo la arena y ni lo volví a ver. Fue entonces cuando descubrí que el fondo del mar está lleno de MISTERIOS. . Alba Perelló 1º C EXPRESIÓN ESCRITA El mar, ángel de alas azules, se balanceaba al compás de un viento que en rápidos soplos ondulaba olas de blanca cresta. Decidí tumbarme en la arena y cerrar los párpados para escuchar el ir y venir de las olas. Muti, mi fiel perro, hábilmente empezó a escarbar un hoyo. Cuando pasó un rato, me incorporé para leer el periódico, pero un zumbido constante me impidió concentrarme. El perro no paraba de ladrar. ¿A quién ladraba? Me levanté y fui a ver qué le pasaba a Muti. De repente lo vi. Un mapa viejo y arrugado. Parecía que había algo escrito: “El mapa del mejor tesoro que puedas encontrar”. Cogí el mapa y lo empecé a observar. En una esquina había un dibujo de un típico cofre del tesoro. Continué observando. Parecía un mapa interesante y un tesoro muy prometedor. Decidí ir a buscar ese tesoro tan preciable. Cogí a Muti en brazos y a partir de ese momento empezó la búsqueda. En el mapa sólo había un dibujo. El dibujo eran unas gafas para bucear. Entonces fuimos a la tienda de “Sumérgete en el mar”. En la tienda, dentro de un tubo, había el segundo dibujo. Era un cisne. Pensé y pensé pero no se me ocurrió nada relacionado con un cisne. Hasta que se me ocurrió que quizás se refería a las barquitas en forma de cisne que se alquilan en “Los cisnes enamorados”. Cuando llegamos Muti y yo empezamos a buscar. Muti encontró el siguiente dibujo. Esto se ponía cada vez más emocionante. Ya era tarde pero seguíamos buscando. El dibujo eran unas rocas. Entonces pensé: ¡Las rocas de Abedur! Fuimos corriendo hasta allí. Cuando llegamos empezamos a buscar, pero sólo encontramos una nota. La nota decía que el verdadero tesoro lo teníamos delante. Entonces comprendí, que el tesoro al que se refería, era el hermoso paisaje que se contemplaba desde allí. Estábamos tan obsesionados con la riqueza, que no supimos ver el verdadero tesoro. Laura Batlle Sánchez 1º ESO C