Retiro de Mi Madre en MI y el Silencio Inteior Retiro de 3 días En Del Viso Parte esencial de la vida emocional del bebé Melanie Klein habla que la posición depresiva infantil es la posición central del desarrollo. Durante los primeros meses, una parte esencial de la vida emocional del bebé está determinada por la lactancia la que se caracteriza por la sucesión y repetición de experiencias de pérdida y reencuentro (notemos que Mailén en forma temprana perdió la lactancia y le acarreo horas de llanto por las noches). Así nace en el niño el sentimiento de que existe un objeto «bueno» (pecho, madre) que gratifica y es amado, y un objeto «malo» perseguidor, que frustra y es odiado. El bebé proyecta sus mociones amorosas y las atribuye al pecho gratificador ("bueno"), así como proyecta al exterior sus mociones destructivas y las atribuye al pecho frustrante ("malo"). Este es un mecanismo de defensa característico de la posición esquizoparanoide el mantener al objeto perseguidor y terrorífico separado del objeto amado y protector, posibilitando así al yo una relativa seguridad; este sentido, es la condición previa a la instauración de un objeto bueno» interno, a la cual llegará el yo una vez elaborada la posición depresiva (vemos que Mailén se identifica mas con el pecho malo frustrador, lo cual la inhabilita a equilibrar su yo en proceso de construcción). Klein ubica cronológicamente esta posición en los primeros meses, y sostuvo al mismo tiempo que ella representa un proceso con respecto a la posición esquizo-paranoide inmediatamente antes, durante y después del destete (notamos nuevamente un destete temprano impuesto por la madre, con todo lo que ello implica como las caricias, el sostenimiento, la mirada, etc.) Al comprender que el objeto de amor es el mismo que el objeto de odio, el yo comienza a efectuar la síntesis entre esos sentimientos de amor y sus mociones destructivas (evidentemente en Mailén tal síntesis no se realizo hasta el momento). Entonces surge la angustia depresiva. Su aparición significa que el yo está accediendo a la posición depresiva, proceso que se inscribe en una duración ligada a la complejidad y a la diversidad de los mecanismos en juego: conciliación de los aspectos bueno y malo de un mismo objeto conciliación del amor y el odio, introyección progresiva de la madre como objeto total que genera inquietud y dolor ante la destrucción posible de ese objeto. Se alcanza la posición depresiva cuando la angustia por la posible pérdida del objeto amado toma el relevo, sin reemplazarla nunca totalmente de la angustia de ser perseguido por el objeto terrorífico. Pero, mientras que la angustia de persecución de la posición esquizoparanoide se relacionaba con los peligros que amenazaban aniquilar al yo, la angustia depresiva se relaciona con los peligros que son experimentados como amenazando al objeto amado interno, y esto principalmente por la agresividad del sujeto (lo que se puede deducir es que el proceso de angustia depresiva no la elabora Mailén, se puede decir que hay un retardo en el desarrollo, ya que se encuentra todavía en la posición esquizo-paranoide, de ahí que sus dos años cronológicos no coincidan con su edad psicológica). La madre sostén es aquel periodo inicial donde él bebe no tiene noción de sí mismo En su teoría Winnicott le da suma importancia al “objeto trancisional” o primera posesión de un objeto creado por un bebe y al papel fundamental de la madre en el primer periodo de desarrollo del niño (función materna). Atribuye el origen de trastornos no neuróticos a interferencias debidas a fallas en el medio; ya que considera como “bastante bueno” el ambiente donde el hombre nace. Divide en tres periodos el rol materno. -La madre sostén es aquel periodo inicial donde él bebe no tiene noción de sí mismo, ni tiene estructurado su yo. Debe haber una comunicación empática con la madre. Esta debe transmitir sensación de apoyo, de confianza y amor, sino se produce lo que se denomina angustia de aniquilación. Se produce la primera relación objetal (el pecho) y la primera gratificación instintiva (la succión). Él bebe se encuentra listo para crear. La madre le posibilita y le permite la ilusión de que su pecho fue creado a partir del impulso de su necesidad. Esto para él bebe tiene existencia real. (notamos que Mailén no tuvo el tiempo suficiente para crear, ya que en forma prematura fue separada de su primera “creación”. Como también se puede observar la carencia de afecto y sostén al no tenerla en brazos). -La madre que manipula y capta es aquella que ya no adivina las necesidades del bebe, sino que las comprende. El niño en este periodo debe diferenciar el yo del no-yo, darse cuenta de su exterior y su interior, construir su esquema corporal e iniciar el proceso de simbolización. Los recuerdos se construyen a partir de muchísimas impresiones sensoriales asociadas a la actividad de la lactancia y 1 del encuentro con el objeto. En caso de que la madre se maneje en forma mecánica o sin sensibilidad, produce que se adelante a los deseos del niño y los satisfaga antes de que este los pida, logrando que se detenga el proceso de individuación, no se realice la defusión y este quede como una extensión de la madre o desarrolle un falso yo. (la madre de Mailén no solo no adivino sino que no comprendió las necesidades reales de la bebe). -La madre facilitadora es aquella que introduce en el niño el mundo que lo rodea y al padre, además de nuevos objetos y contactos. Esto lleva al niño a relacionarse con los objetos en forma objetiva y a relacionarse con la madre en forma separada, llevándolo a la estructuración del yo. Una vez establecida la capacidad para relacionarse, él bebe da el siguiente paso hacia el reconocimiento de la esencial soledad del ser humano. (es evidente que esta beba no puede diferenciarse de los objetos externos debido a que en forma precoz fue separada de ellos “el pecho, la madre”, esto la lleva a verse como una extensión de la madre. Hay fallas en la estructura del yo y perdura la angustia de aniquilación). Luego de analizar las diferentes teorías se puede comprobar que las experiencias tempranas (relación madre-hijo) juegan un papel trascendental en la constitución psicobiológica del individuo. Con el paso de los años, las experiencias posteriores se asimilarán fundamentándose en las iniciales, y a su vez el sujeto se acomodará a dicha información reciente. Hay retardo en el desarrollo temprano de Mailén como bien se puede observar en las diferentes teorías. Es de suponer que esta niña, aunque en forma tardía pueda ser ayudada junto con sus padres para poder desarrollar su personalidad en forma plena. Definición de apego En el campo del desarrollo infantil, el apego se refiere a un vínculo específico y especial que se forma entre madre-infante o cuidador primario-infante. El vínculo de apego tiene varios elementos claves: 1) Es una relación emocional perdurable con una persona en específico. 2) Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer. 3) La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad. Los investigadores de la conducta infantil entienden como apego la relación madre-infante, describiendo que esta relación ofrece el andamiaje funcional para todas las relaciones subsecuentes que el niño desarrollará en su vida. Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales a lo largo de la vida. Teorías del apego La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno de los temas centrales de muchos investigadores. Los primeros trabajos en esta línea fueron realizados por René Spitz, (1935) psicoanalista, quien comenzó sus trabajos observando el desarrollo de niños abandonados por sus madres que llegaban a centros de huérfanos. Estas observaciones le permitieron concluir que la madre sería la representante del medio externo y a través de ella el niño podía comenzar a constituir la objetividad de éste. En 1958, Bowlby plantea una hipótesis que difiere por completo de la anterior. Postula que el vínculo que une al niño con su madre es producto de una serie de sistemas de conducta, cuya consecuencia previsible es aproximarse a la madre. Mas tarde, en 1968, Bowlby define la conducta de apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. Como resultado de la interacción del bebé con el ambiente y, en especial con la principal figura de ese ambiente, es decir la madre, se crean determinados sistemas de conducta, que son activados en la conducta de apego. Generalmente el apego tiene lugar en los primeros 8 a 36 meses de edad. En resumen sostiene que el sistema de apego está compuesto de tendencias conductuales y emocionales diseñadas para mantener a los niños en cercanía física de su madre o cuidadores. Formas de apego Las formas de apego se desarrollan en forma temprana y poseen alta probabilidad de mantenerse durante toda la vida. En base a como los individuos responden en relación a su figura de apego cuando están ansiosos, Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, definieron los tres patrones más importantes de apego y las condiciones familiares que los promueven, existiendo el estilo seguro, el ansioso-ambivalente y el evasivo. • Los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen cuidadores que son 2 sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo. • Los niños con estilos de apego evasivo, exhiben un aparente desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores durante períodos de angustia. Estos niños tienen poca confianza en que serán ayudados, poseen inseguridad hacia los demás, miedo a la intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros. • Los niños con estilos de apego ansioso-ambivalente, responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores. Las experiencias que forman vínculo El acto de coger el bebé al hombro, mecerlo, cantarle, alimentarlo, mirarlo detenidamente, besarlo y otras conductas nutrientes asociadas al cuidado de infantes y niños pequeños, son experiencias de vinculación. Algunos factores cruciales de estas experiencias de vinculación incluyen la calidad y la cantidad. Los científicos consideran que el factor más importante en la creación del apego, es el contacto físico positivo (ej: abrazar, besar, mecer, etc.), ya que estas actividades causan respuestas neuroquímicas específicas en el cerebro que llevan a la organización normal de los sistemas cerebrales responsables del apego. Durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. De allí que las experiencias de vinculación conducen a un apego y capacidades de apego saludables cuando ocurren en los primeros años. La relación más importante en la vida de un niño es el apego a su madre o cuidador primario, esto es así, ya que esta primera relación determina el “molde” biológico y emocional para todas sus relaciones futuras. Un apego saludable a la madre, construido de experiencias de vínculo repetitivas durante la infancia, provee una base sólida para futuras relaciones saludables. En la actualidad está tomando importancia la relación o vínculo de apego del niño con el padre, figura ésta de gran importancia para el normal desarrollo evolutivo de todo ser. El sonido del silencio (Relato basado en el testimonio de David Fischman) Esta semana, en el Congreso Internacional de Liderazgo realizado en Washington, asistí a una ponencia cuyo titulo me atrajo: "Espíritu, silencio y reflexión en liderazgo". La sala estaba, sorprendentemente, llena con más de 50 doctores de las mejores universidades americanas, interesados en profundizar sobre el silencio y lo espiritual. Todos comentaban la importancia del silencio en el liderazgo. Lo consideraban una pieza fundamental en el entrenamiento de liderazgo. ¿Qué es el silencio? Es dejar nuestra actividad diaria y sentarnos solo con nosotros mismos. Es tener un momento para dejar de hacer y empezar a ser. Es un espacio para buscar nuestra verdadera identidad. Es dejar de lado nuestros roles; nuestra profesión, nuestro rol de familia, nuestro rol de amigo, nuestra cultura y religión, para ponernos en contacto con lo único que queda al final: nuestro espíritu. No es fácil. Cuando entramos en silencio, el primer reto es acallar el sonido externo, la ruido de autos, personas, pájaros y otros sonidos. Esto se puede lograr si nos concentramos, y es la parte fácil. Lo difícil es acallar nuestra ruido interno, nuestros pensamientos. Haga la prueba. Siéntese unos minutos en silencio y verá cómo una lluvia de pensamientos le mojarán la mente con preocupaciones. 3 ¿Por qué entrar en silencio cuando hay tanto que hacer? Es como esa persona que se encuentra en el bosque con un leñador cortando un árbol con una sierra. La persona, al ver que el leñador mueve y mueve una sierra desafilada sin cortar nada, le pregunta: "¿Por qué no para y afila su sierra?" El leñador le responde. "No puedo parar, tengo muchos árboles que cortar". Entrar en silencio es afilar nuestra sierra. Es sorprendente lo que ganamos dejando de hacer cosas. Aunque nuestra cultura nos oriente cada vez más a la acción, es cuando dejamos de hacer cosas que mejoramos como personas. Entrar en silencio no es fácil, nos vendrán muchos pensamientos y sentiremos una sensación de frustración inicial. Sin embargo, si pasamos esta etapa, y seguimos en silencio por media hora al día, encontraremos enormes beneficios. Empezaremos a sentir una paz y tranquilidad única. Una sensación de conexión con el todo. Como mencionaban los doctores en la conferencia, el silencio te da distancia y perspectiva y esto es vital para el liderazgo. No reaccionas negativamente ante los problemas, en cambio, mantienes tu paz y tomas decisiones más acertadas. 4