Jesús el Rey Manso

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Jesús el Rey Manso
Introducción
La Semana Santa comienza con el Domingo de Palmas y
termina con el Domingo de Resurrección.
También podemos decir, que fue la última semana del
Tiempo de la Ley, para pasar a una nueva Etapa: El tiempo de
la Gracia.
En el Antiguo Testamento, se celebraba la Fiesta de la Pascua,
recordando que Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto.
Al tiempo de Jesús también se celebró esta fiesta en
Jerusalén, a donde venían muchos creyentes judíos y
prosélitos.
En el templo de Jerusalén entre los muchos programas que
había, también se daba la lectura bíblica. Es interesante
notar, que en este domingo, el último antes de la crucifixión y
muerte del Cordero de Vida, se dio a lectura el Salmo 24:7-10.
Leyendo el Salmo nos daremos cuenta, que se refiere a la
venida un Rey. Las características de éste Rey es uno que es
fuerte y poderoso. Comparando con el Jesús el Rey manso y
humilde que vino el domingo de Palmas parecería a vista
simple que nada tiene que ver el uno con el otro.
El Rey humilde
Tratando de dar un concepto de lo que es la humildad
diremos:
Es un comportamiento no agresivo frente a otra persona. Es
decir, no se hiere a la otra persona, sino se le hace el bien.
Incluso, cuando castiga, corrige, molesta lo hace con amor.
Jesús el Mesías, dijo pues: Yo soy manso y humilde de corazón
(Mateo11:28).
Estudiando del carácter de Jesús vemos:
- El actuó con paz.
- El era amigable.
- No se hizo el importante o interesante frente a lo
demás.
La invitación del Rey
Cuando Jesús estuvo el último domingo antes de Su muerte,
El dijo: Vengan a mí todos los que estáis cansados y cargados
y yo os haré descansar (Mateo 11:28).
Vale la pena recordar, que Dios siendo Eterno se hace
hombre y viene en la Persona de Jesús a donde los hombres y
con una meta: La Redención de la muerte eterna. Al venir, lo
hizo con ese carácter manso y humilde. Ahora, desafía a sus
oyentes en Jerusalén les dice: Vengan a mí todos.
¿Quiénes son los invitados? Aquellos que estaban cansados
en la vida, aquellos que llevaban cargas de dolor, problemas.
A aquellos que estaban subyugados con el pecado. A ellos les
dijo y nos dice ahora: Y yo te haré descansar.
¿Estás cansado corporalmente y espiritualmente? Acepta a
Jesús como tu Salvador. El dará descanso a tu alma a tu vida.
Si has aceptado a Jesús no olvides el ejemplo del yugo
El creyente en Cristo ha sido salvado para alabar, adorar y
servir a su Salvador Jesucristo. Y para esto debe llevar el yugo,
«el yugo de Jesús».
Jesús nos da una figura de la vida campesina. Tanto para arar
la tierra o para transportar algo se hace uso del yugo.
Y esto nos enseña:
- Ligados al Yugo de Jesús podremos trabajar en su obra.
- Su yugo nos ha de dar descanso.
Llevando el yugo de Jesús aprendemos y practicamos la
humildad.
Que en esta semana, la llamada Semana Santa en América del
Sur, sea un buen tiempo para demostrar tu humildad en el
lugar que te ha puesto, El Rey humilde, Jesucristo. El mismo
que ha de venir con poder y fuerza para gobernar todo el
mundo (Apocalipsis 19:13-16).
La mansedumbre y humildad en la vida cristiana
Se cuenta, que un grupo de hombres estaban tomado alcohol
y como este elemento hace hablar a los hombres mucho
acerca de las mujeres y otras cosas, algunos del grupo se
dieron cuenta, de uno que estaba muy callado. Le
preguntaron: ¿Y tú no dices nada de tu mujer? El hombre
contesta: A la verdad aquí no tengo mucho que decir. No
tengo de que quejarme, mi mujer nunca habla mal de algo.
Los otros le contradijeron y dijeron: Esto no puede haber. Ya
claro, defendió a su esposa. Si le dijera a la medianoche:
Levántate y cocina. Ella lo hace.
Los otros reían porque no creían y le dijeron: Hacemos una
apuesta para ver si es cierto lo que dices. Y se hizo la apuesta.
El grupo de hombres se fueron a la casa del colega para
comprobar si era cierto que la esposa haría lo que el esposo
decía. Al llegar a la casa el marido gritó: Esposa levántate
cocina café ya que he traído invitados.
Los invitados esperaban una respuesta lleno de insultos y
maldiciones de la esposa, así como estaban acostumbrados.
Pero nada se oyó. Algo más tarde la esposa entró a la sala con
una sonrisa y en las manos traía las tazas para el café.
Más adelante los hombres algo avergonzados le contaron a la
esposa que habían hecho una apuesta para ver si era cierto o
no lo que su esposo dijo acerca de ella. Y le preguntaron:
¿Qué le lleva a comportarse así mansamente frente a
hombres cómo nosotros? ¿Cómo lo hace?
Frente a esto la mujer contesto: Yo veo que mi esposo trata
de arruinar su vida como puede. El sólo tiene una vida. Una
vida eterna no hay para alcohólicos.
Frente a esto, yo trato de hacer algo bien para él, para esta
corta vida que tiene en la tierra.
Admirados frente a la respuesta los invitados se fueron cada
uno a su casa. Luego al estar los esposos solos. El esposo le
pregunta a su esposa: ¿De verdad tanto te interesa la
salvación de mi alma? La respuesta fueron sólo lágrimas de la
esposa. El esposo al ver esto, también se puso a llorar y luego
se arrepintió de sus pecados. Ambos se arrodillaron y el Señor
Jesús le ayudó a ser otra persona.
(Traducido y adaptado de: www. Bibelstudium.de)
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