Tema 12.5: El régimen de la Restauración. El reinado de Alfonso XII Tema 12.6: La regencia de María Cristina y el turno de partidos. La oposición al sistema. Regionalismo y nacionalismo Tema 12.7: Guerra colonial y crisis de 1898 1.- La preparación del reinado de Alfonso XII: La vuelta de la monarquía borbónica fue posible por la combinación de tres factores: la pacificación, la aceptación por la opinión pública del príncipe Alfonso como rey de España y la labor desarrollada en 1874 por Cánovas del Castillo. Tras el asalto al Congreso del general Pavía (3-1-74), se inicia un régimen militar presidido por Serrano, centrado en recomponer el desorden causado el intento de la república federal. Sofocados los últimos cantones republicanos, la última guerra carlista se acercaba a su fin. Terminaba en febrero de 1876 tras las intervenciones de Miguel Primo de Rivera y Martínez Campos conquistando Estella. Se firmaba el Manifiesto de Somorrostro, por el que los fueros vascos quedaban abolidos pero se mantenían privilegios en el sistema impositivo, los denominados conciertos económicos. El Manifiesto de Sandhurt fue la pieza clave para lograr la aceptación de Alfonso XII. Una declaración de intenciones redactada por el propio Cánovas donde exponía las líneas maestras de la Restauración borbónica. Se presentaba como una monarquía constitucional y democrática, dispuesta a integrar a todos los partidos al margen de su trayectoria anterior. Además, integraba en su persona dos condiciones antagónicas: el liberalismo y el catolicismo. Esto concitó la adhesión en torno al rey de los grupos sociales más numerosos: burguesía industrial y terrateniente (deseosa de orden y crecimiento económico), la nobleza (aún influyente en ejército y administración), el ejército (que había acabado con el cantonalismo) y la Iglesia (que apoyará por el carácter confesional que tomaba la Restauración). En estas condiciones, el pronunciamiento de Martínez Campos (4 de nov. del 74) en Sagunto a favor de Alfonso, aun representando un contratiempo para Cánovas, que deseaba ver la implantación de la monarquía por la vía de la aceptación y no por la fuerza, acabó de definir la situación. 2.- Cánovas y la Constitución de 1876: Durante el reinado de Isabel II, Cánovas fue miembro de la Unión Liberal de O¨Donnel, y en el Sexenio fue partidario de la Restauración borbónica en Alfonso XII. Creó un modelo semejante al de Inglaterra, el bipartidismo. De enero de 1875 a febrero de 1876 Cánovas presidió el nuevo gobierno de Alfonso XII y atrajo hacia el nuevo sistema a los desencantados de la agitada etapa anterior (liberales, carlistas, republicanos). Se celebraron elecciones a cortes constituyentes por sufragio universal masculino, con la misión de elaborar una nueva constitución que sirviera para la mayoría de los españoles. El 15 de febrero de 1876 se aprobaba la constitución, incluyendo los principios siguientes: - Soberanía compartida entre rey y cortes, marginando la soberanía nacional y las conquistas democráticas de 1869. - - Las cortes están formadas por Congreso y Senado. Los diputados son elegidos por cada 50.000 habitantes y los senadores tienen derecho propio (nobles y altos cargos del clero y ejército) o nombrados por el rey. No se especifica el tipo de sufragio, que se definiría en leyes posteriores La religión católica era la oficial del Estado, desapareciendo la libertad religiosa recogida en la Constitución de 1869. 3.- El turno de partidos: conservadores y liberales A) Los partidos dinásticos: 1) El Partido Liberal Conservador, con sus líderes Cánovas del Castillo y Fco. Silvela, que procedían de la Unión Liberal. 2) El Partido Liberal: apoyado por el propio Cánovas para consolidarse, dirigido por Práxedes Mateo Sagasta, líder que había participado en el las revoluciones de 1854 y 1868 contra los gobiernos moderados y la reina Isabel II 3) La Unión Católica: el sector de la derecha más reaccionario, dirigido por Alejandro Pidal y Mon entre otros, inicialmente en el partido Conservador e independiente a partir de 1881. 4) El Partido Carlista: representante todavía del absolutismo y catolicismo. B) Los partidos no dinásticos: 1) Partido Republicano Progresista: liderado por Ruiz Zorrilla, atrajo una parte de los republicanos y algunos mandos del ejército. Entre 1875 y 1886 intentó derribar la monarquía con diversos pronunciamientos (1883 en Badajoz), siendo el último el del brigadier Villacampo en Madrid en 1886. 2) Unión Republicana: dirigido por Salmerón desde 1886, con un notable triunfo electoral en las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia). De este partido saldrá, tras la muerte de Ruiz Zorrilla en 1895 el P.Radical. 3) Partido Radical, fundado por Alejandro Lerroux, en Barcelona, y Blasco Ibáñez en Valencia. 4) Partido Republicano Federal: de Pi y Margall, que derivará en los nacionalismos, especialmente el catalán, el vasco y el gallego. 5) PSOE y UGT: fundado el PSOE en 1879, su crecimiento fue lento. Desde el periódico “El Socialista”, se subrayaba la necesidad de la lucha política para acelerar los cambios. En estos años el objetivo era organizar a la clase obrera dentro del partido. En 1888, de la mano de Pablo Iglesias, nacía el sindicato socialista UGT, pero en las urnas los resultados eran escasos y hasta 1910 no tendrán ningún diputado. A pesar de este conjunto de partidos, el republicanismo no será un peligro para la monarquía de Alfonso XII. 4.- Oligarquía y caciquismo: “el pucherazo” a) Funcionamiento del sistema: El sistema funcionaba de este modo: el rey encargaba al líder de uno de los principales partidos la formación de gobierno. A continuación se convocaban elecciones a Cortes. Cánovas o Sagasta, a través del ministro de la Gobernación, tomaban las medidas necesarias para asegurarse la victoria electoral, procediendo al “encasillado”, consistente en la planificación previa de los resultados electorales por parte de las altas cúpulas de los partidos turnantes, y en el control y manipulación del proceso electoral para dotar a cada partido de los escaños previamente acordados. B) Preparación de las elecciones: Para ganar las elecciones, el partido que le correspondiera, preparaba el proceso electoral de dos formas: - Publicación de una ley electoral favorable - Contar en cada provincia con personajes adinerados que organizasen los resultados electorales contando con la colaboración de los caciques locales (señoritos rurales) y de la minoría política dirigente, así como desde la capital provincial el gobernador civil. Por tanto, el sistema se definía así: “El político en Madrid, el cacique en cada comarca y el gobernador civil en la capital de provincia como enlace entre uno y otro, constituyen las piezas clave en el funcionamiento real del sistema”. C) El voto rural y el voto urbano: La decisión estaba tomada antes de realizar el proceso electoral, y en los distritos rurales (70% del total) ya se sabía quienes iban a ser los candidatos ganadores y perdedores. Los resultados en zonas urbanas eran más inciertos, al ser más difícil manipular las elecciones en las ciudades. Aún así, si al final el recuento no cuadraba, se recurría al pucherazo, consistente en añadir los votos que faltaban previamente guardados (teóricamente en un puchero) por si eran necesarios. Eran prácticas habituales la coacción a los votantes, la inclusión de fallecidos en el censo o la destrucción de actas con resultados desfavorables. 5.- El reinado de Alfonso XII (1875-1885) a) El gobierno de Cánovas (1875-1880): Además de la elaboración de la Constitución de 1876, el gobierno de Cánovas se centró en el reforzamiento del control del Estado. Las principales actuaciones fueron: - Final del conflicto carlista (febrero de 1876): trajo la reforma del régimen foral. Los fueros vascos fueron modificados, no como castigo por el apoyo vasco al carlismo, sino que la consolidación del Estado liberal exigía la unificación jurídica del país. A partir de este momento, el País Vasco contribuiría con contingentes de soldados para el servicio militar aunque se establecían conciertos económicos especiales que todavía perduran. Por esta fórmula, los impuestos no los cobra la Hacienda del Estado sino las diputaciones vascas, que luego aportan el “cupo” acordado a las arcas del Estado. - Reformas administrativas y políticas, que volvían a la restricción de libertades semejante a los gobiernos moderados de Isabel II. Las organizaciones obreras se declararon ilegales y sus líderes pasaron a la clandestinidad o fueron encarcelados. Esto hará que vaya apareciendo con más frecuencia violencia en el campo y atentados terroristas en las ciudades. - Ley de Imprenta: se consideraba delito cualquier crítica a la monarquía o al sistema político, lo que implica el recorte evidente de la libertad de expresión. - Ley Electoral de 1876: establecía el sufragio censitario - Control de los ayuntamientos (dic. 1876): los gobernadores civiles aprobarían los presupuestos municipales, y la corona nombraba los alcaldes con más de 30.000 habit. b) El gobierno de Sagasta (1881-1883):La política de restricciones de Cánovas dio paso a años de desarrollo de algunas libertades: - Mayor libertad de expresión y libertad de cátedra en los centros docentes - Mayor libertad de reunión para las asociaciones obreras y republicanas. Así, en 1881 nacía la Federación de Trabajadores de la Región Española, de tipo anarquista y con implantación sobre todo en las regiones del Mediterráneo (Barcelona, Valencia), valle del Ebro (Zaragoza) y en el campo andaluz. Pero algunos acontecimientos enturbiaron el período de gobierno del P.Liberal: - - - En Andalucía, una organización secreta, Mano Negra, según versión policial, se proponía eliminar a todos los terratenientes con actos terroristas de sus miembros anarquistas. Esto dio lugar a la condena indiscriminada de los dirigentes anarquistas de la región, con quince condenados a muerte. En Madrid, una huelga de tipógrafos, como consecuencia de la incapacidad del gobierno para atenuar las consecuencias de la recesión económica de 1882. En la huelga aparece por primera vez el PSOE. Intento de pronunciamiento republicano (1883), reprimido con dureza por Sagasta. Estos hechos llevaron al rey a cesar a Sagasta y encargó a Cánovas formar gobierno en enero de 1884. En noviembre de 1885 fallecía Alfonso XII a los 28 años a causa de una bronquitis asociada a la tuberculosis que padecía. 6.- La regencia de Mª Cristina de Habsburgo (1885-1902) Al morir Alfonso XIII asumió la regencia su segunda esposa Mª Cristina de Habsburgo, embarazada de tres meses. Ante el peligro de descomposición del sistema, Cánovas y Sagasta llegaban a un acuerdo para apoyar a la regente y para facilitar el turno de partidos cuando alguno de ellos cayera en desprestigio o los acontecimientos le fueran adversos. Firmaron el llamado Pacto del El Pardo, terminando de consolidar la política del caciquismo. En la segunda mitad de los años ochenta gobernó el partido liberal de Sagasta. Su política se encaminó a la concesión de algunas libertades: Ley de Asociaciones (1887): las organizaciones obreras eran legalizadas, lo que permitía el nacimiento del sindicato socialista UGT en 1888. También el anarquismo renacía, y con él, actos violentos que llevan a promulgar leyes antiterroristas y al ajusticiamiento en Barcelona de obreros tras el llamado juicio de Montjuic en 1896. Esto creará más violencia y serán asesinados jefes de gobierno en los años siguientes (Cánovas, José Canalejas y Eduardo Dato) así como el futuro rey Alfonso XIII sufrirá varios atentados. El anarquismo no cristalizará en una organización hasta 1909, año en el que nacerá el sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Código Civil (1889): pieza clave den la configuración del Estado liberal. En el Código destaca la primacía del derecho a la propiedad privada o la coexistencia del matrimonio civil y canónico. Ley de Sufragio Universal Masculino (1890): la pral. reforma del gobierno de Sagasta. En los años noventa, los partidos liberal y conservador se fueron sucediendo cada dos años, sin propuestas de reformas a largo plazo por la resistencia de las clases dominantes. Los asuntos se iban gestionando sin planes de futuro. Los evidentes fraudes electorales contemplaron el resurgimiento del republicanismo hacia el final de siglo, como rechazo al sistema de la Restauración. El sufragio universal permitió que en las ciudades, donde era más difícil el fraude electoral, lograrían los primeros diputados. En 1897 moría Cánovas asesinado por un anarquista, sucediéndole como líderes del partido conservador Francisco Silvela y Antonio Maura, y en 1903 moría Sagasta, aunque antes tenía que ver el desprestigio político y militar tras la guerra con Estados Unidos y la pérdida de nuestras últimas colonias. 7.- La crisis de 1898: la Guerra de Cuba a) Desarrollo de los acontecimientos: A partir de la revolución del 68, Cuba se convirtió en una fuente de problemas para España. Se sucedieron hasta tres guerras motivadas por el deseo de independencia de la isla y alimentada por la ayuda de USA, por sus intereses económicos. Las empresas azucareras americanas aspiraban a que su país dominara la isla en su afán imperialista por el Caribe y el Pacífico. USA llegará a ofrecer al gobierno 300 millones de $ por la venta de la isla. La última guerra se inicia en 1895 y el general Weiler es enviado a Cuba actuando con gran dureza que levanta las protestas americanas. En 1898 Sagasta entabla conversaciones con los sublevados y les concede una amplia autonomía tanto a Cuba como Puerto Rico pero USA no está dispuesto a que se solucione el conflicto. En estas circunstancias el presidente americano MC Kinley envió al crucero Maine al puerto de La Habana explotando misteriosamente el 15 de febrero de 1898. USA lo consideró un atentado y dio a España el 20 de Abril 3 días para abandonar la isla, lo que significaba una declaración de guerra. En España se desató un fuerte antiamericanismo y una euforia injustificada en la idea de que se iba a derrotar a este país. Pero, por el contrario, de abril a agosto de 1898, los poderosos barcos americanos destrozaban a la flota española en Santiago de Cuba, Puerto Rico y Cavite (Manila). En diciembre del 98 se firmaba la Paz de París: España cedía Cuba, Puerto Rico y Filipinas e isla de Guam a USA, recibiendo 20 millones de dólares de indemnización. Dos meses después se vendían las islas Carolinas, Marianas y Palaos a Alemania, desapareciendo nuestras posesiones en ultramar. b) Consecuencias de la crisis del 98: Económicas: pérdida de mercados consumidores para nuestra industria (textil sobre todo) y el aprovisionamiento de materias primas (azúcar, café). Psicológicas: la población española vivió la derrota como un trauma nacional, extendiéndose los sentimientos de inferioridad, desmoralización e impotencia. Frente al nacionalismo español desmoralizado, crecen los sentimientos nacionalistas en algunas regiones (Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia, Andalucía). En el ejército: donde se hace evidente la necesidad de su modernización. En los intelectuales: donde se ve la necesidad de regenerar España en múltiples aspectos: - En la política: reformando el sistema canovista. Crecerán los partidos antidinásticos como los republicanos y nacionalistas. - En la economía: modernizar sus estructuras productivas y, como consecuencia, su sociedad, mejorando las condiciones de vida de las clases populares. 8.- El inicio de los regionalismos y nacionalismos: A) Caracteres regionalistas: 1.- El hecho diferenciador: donde la lengua es un elemento primordial (Cataluña, Galicia y País Vasco) 2.- Derechos históricos: fueros, perdidos en 1715 en Cataluña (tras la Guerra de Sucesión), y en 1876 en el País Vasco (tras la Tercera Guerra Carlista). 3.- Movimientos culturales: en Cataluña la Renaixença y en Galicia el Resurdimento, que definen el catalanismo y galeguismo respectivamente. 4.- Desarrollo industrial superior al resto de España en Cataluña y P. Vasco. 5.- Desastre del 98: precipitaría los acontecimientos. Ante la crisis del nacionalismo español los nacionalismos periféricos (catalán, vasco, gallego y valenciano) resurgirán. B) El nacionalismo vasco: - En 1893 Sabino Arana publica su “Bizcaya por la independencia” y en 1895 funda el Partido Nacionalista Vasco, con una ideología expresada en el periódico Bizcaitarra.. Tras ocupar Arana en la Diputación Provincial de Bilbao en 1898, el PNV moderará su ideología y deseos de independencia se sustituyen por la de mayor autonomía. Fundamentos ideológicos del PNV: - Independencia del País Vasco (Laburdi, Zuberoa, Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra). - Conservadurismo ideológico - Antiespañolismo: “esclavitud de la patria vasca” - Racismo: exaltación de la etnia vasca, rechazo a los inmigrantes foráneos. - Integrismo religioso católico: subordinación del Estado a la Iglesia Apoyo social del PNV: pequeña y mediana burguesía y del mundo rural Apoyos territoriales: Guipúzcoa y Vizcaya. Escasas en Álava y Navarra. Clases opuestas al nacionalismo vasco: gran burguesía industrial, comercial y financiera, apostarán por su integración en España donde están sus intereses económicos. El proletariado industrial se identificará con el PSOE, UGT y partidos defensores de los intereses de los trabajadores. C) El calalanismo: - El catalanismo surge por vez primera en 1873 con el federalismo republicano de Pi y Margall, intentando independizar Cataluña del Estado en la Primera República. - En 1879, Almirall, a través del periódico Diari Catala, revitaliza el catalanismo. - En 1880 se celebra en Barcelona el Primer Congreso Catalanista y en 1886 publica el libro “Lo Catalanisme”, donde se sientan las bases del movimiento político catalán. - En 1892 se redacta el documento llamado “Las Bases de Manresa”, destacando junto a Almirall, Prat de la Riba. - La crisis de los noventa facilitará la difusión del catalanismo. Burguesía y propietarios rurales se unen con los catalanistas en una coalición que triunfa en 1901 y que será el núcleo del primer partido catalanista conservador: “La Lliga Regionalista”, liderada por Cambó y Prat de la Riba. Este partido se caracteriza por su carácter burgués, católico, conservador en lo ideológico y partidario de la autonomía de Cataluña pero no de la independencia.