“LA SEGURIDAD SOCIAL Y LAS ASIGNACIONES FAMILIARES1 1.LA SEGURIDAD SOCIAL 1.1.NOCIÓN, OBJETIVOS, FUNDAMENTOS El término seguridad social puede ser considerado desde diferentes puntos de vista y ello origina, como es obvio, tantas definiciones, cuantos puntos de referencia sean consideradas y autores se ocupen de la de la materia. Estas definiciones por lo regular van desde el aspecto simplemente etimológico hasta el doctrinal y filosófico, sin dejar a un lado las referencias de carácter jurídico, económico, sociológico y técnico administrativo, o bien, integran una noción valiéndose de más de una de estos aspectos. Gramaticalmente la expresión “seguridad social” contiene un sustantivo y un adjetivo. La palabra “seguridad” designa la función primaria que el adjetivo “social” precisa con calidad inherente de pertenencia. El término “seguridad social” entraña la cualidad o estado de seguro, y a su vez, esta expresión viene a ser sinónima de invulnerable, inexpugnable e inatacable. Etimológicamente “seguro” es vocablo de ascendencia latina y corresponde a la voz “securus” que se halla integrado por la sílaba “se”, apócope de “sine” con equivalencia a “sin”, y la expresión “curus” que significa “cuidado”, o sea “sin cuidado”. La expresión “seguridad” da la idea de confianza, garantía, invariabilidad e invulnerabilidad contra el peligro, daño, pérdida, falla o mal. La expresión “social” hace relación a la “sociedad”, organismo social o agrupación de seres que conviven y se relacionan entre sí. Ambas palabras son derivadas de la voz latina “socius”, socio o compañero. Consecuente con lo anterior, la expresión “seguridad social” presenta la idea de confiabilidad de los seres que tienen trato o convivencia o de quienes viven en una sociedad: en otros términos, representa una confianza, expresa una garantía, implica una invulnerabilidad, significa la inexpugnabilidad o constituye la inatacabilidad para los miembros que integran una sociedad frente al peligro, el daño, la pérdida, la falla o el mal. En otros términos la seguridad social es un concepto polivalente que puede aplicarse a los distintos tipos de protección que la persona como ser social requiere para librarse de una situación presente que le agobia o le implica un devenir incierto. Según Mesa Lago, el termino “Seguridad”, de ascendencia 1 FRANKY VÁSQUEZ, Pablo, Textos Normativos sobre el Subsidio Familiar en Colombia, ASOCIACIÓN NACIONAL DE CAJAS DE COMPENSACIÓN FAMILIAR –ASOCAJAS, Tomo 1, Bogotá, 2001. grecolatina, significa ante todo “La situación de lo que esté cubierto de algún riesgo”, Derecho Social, indica la situación en las cuales los sujetos o miembros integrantes de una sociedad garantizados, protegidos o tutelados frente a los riesgos que puedan afectar su seguridad económicas y en general contra las preocupaciones que acompañan su vida, a fin de asentar sobre una sólida base de la seguridad política. Alcalá, Zamora y Cabanelas de Torres, han dicho que “La seguridad social en denominación menos discutida que en su contenido, aglutina un sustantivo y un adjetivo de amplitud conceptual. El primero de los vocablos que encierra las ideas genéricas de exención de peligro, daña o mal y las de confianza y garantía, se utiliza por ese sentido de protección, más que en el de indemnidad absoluta, que escapa a las posibilidades humanas ante la magnitud y frecuencia de catástrofes, desgracias, accidentes y enfermedades sobre la previsión y la defensa de los hombres”. “En cuanto al calificativo, dentro de la multiplicidad de significados, se valora lo social en escala, que va desde restricciones ya superadas que lo hacían exclusivo de los trabajadores, y únicamente de los obreros, los dedicados a trabajos manuales, hasta la amplitud de todo lo concerniente a la sociedad”. Sobre este particular Novoa Fuenzalida anota: “La palabra seguridad proviene de securus, la que, a su vez, deriva de la contracción de los vocablos latinos SE y CURA, que significan literalmente, “Sin Cuidado”. Pero aquí se habla de seguridad social. Este segundo término social, es el que ha perdurado. Siguió anteriormente a los términos seguro o previsión; y ahora se propone al término seguridad”. “Sin duda, cuando se habló de seguro o previsión social, el término social fue empleado en el sentido que es utilizado en la expresión derecho social. Esto es, como referente al asalariado, pero hoy día las contingencias sociales a que se refiere la seguridad social, no deben ser necesariamente verificadas por quien trabaja por cuenta ajena, sea empleado u obrero, y si seña la como su culminación institucional el que proteja a cualquier persona, fuere cual fuere su actividad, en virtud de que su fundamento es la existencia de una obligación y un derecho a vivir en forma digna, lo que vale en forma idéntica para todo ser humano”. “Ante esta situación, el término “Social” no tiene otra justificación que aquella que con acierto han enunciado Doublet y Lavau: La indemnización está socializada, y es en este sentido que la expresión seguridad social sería la más justa”. Mesa Lago, también explica el término de seguridad en esta forma. “La voz seguridad social suele ir acompañada de un adjetivo calificativo, integrando una expresión completa que explique cuál es el riesgo que cubre. Así puede hablarse de seguridad pública, colectiva, militar, nacional, política, económica social”. 1.“Seguridad pública. Es la que garantiza al ciudadano de un país frente a posibles atentados a su integridad personal, al bienestar y al orden económico”. 2.“Seguridad política. Es la que garantiza al ciudadano sus deberes fundamentales entre ellos el de la libertad y la estabilidad del sistema de Gobierno establecido”. 3.“Seguridad nacional. Es la que se le garantiza al país, frente a posibles agresiones de parte de otros Estados”. 4.“Seguridad militar. Es la que garantiza las medidas técnicas tomadas para defensa de la Nación. En realidad, esta es un complemento de la anterior”. 5.“Seguridad colectiva. Es la que garantiza protección a la sociedad de una Nación, o la sociedad de naciones, frente a amenazas de paz”. 6.“seguridad social. Es la que garantiza a los sujetos integrantes de una sociedad frente a los riesgos que puedan afectar su seguridad económica en general, contra las preocupaciones que acompañan su vida, a fin de asentar sobre una sólida base la seguridad política”. Almanza Pastor, al tratar de precisar la noción expresa: “Quizás la seguridad social es uno de los conceptos que más se resisten a su juridización o concreción. En el lenguaje común se sabe lo que es seguridad social. Sin embargo no hay acuerdo para expresar un contenido jurídico con la revisión de ambos vocablos. Y es que las dificultades de conceptualización derivan de la propia equivacidad terminológica del propio contenido jurídico, mutable por la evolutividad de las circunstancias y los sistemas de organización social, y, sobre todo, por la diferente perspectiva, política y jurídica, desde la que se observa la seguridad social”. Cuando se analizan las diversas definiciones que se han dado a la seguridad social, encontramos que algunas corresponden con su carácter etimológico, otras a los aspectos doctrinales o legislativos, o bien, están referidos a los medios técnicas utilizados y a los fines u objetivos perseguidos. La seguridad social en sentido amplio ha sido definida, tratándose en gran partes como equivalente al término “Welfare” que significa bienestar, pero que suele traducirse como “previsión” dentro de un sentido dinámico que implica un “sistema organizado de servicios e instituciones sociales, destinado a ayudar a los individuos y grupos para alcanzar niveles de vida y de salud satisfactorios, así como relaciones personales y sociales que les permitan desarrollar plenamente sus capacidades y promover su bienestar en armonía a las necesidades de las familias y de la comunidad”. En el concepto anterior se manifiesta la idea de una previsión social para toda la población, o al menos de su mayor parte y la intervención del estado para lograrla. En cierta forma la amplitud del término “Welfare” es de tal magnitud que engloba la mayor parte de las actividades del Estado, excluidas las tradicionales de la justicia la paz y el orden dentro de la concepción clásica liberal. Esta conceptualización encuentra respaldo en el Informe Beveridge cuando define la seguridad social como “el conjunto de medidas adoptadas por el Estado para proteger a los ciudadanos contra aquellos riesgos de concreción individual que nunca dejaron de presentarse, por óptima que sea la situación de conjunto de la sociedad en que viven”, dado que el fin de la seguridad social es “la abolición del estado de necesidad, asegurando a todo ciudadano una renta suficiente, en todo momento, para eliminar las cargas que pesan sobre él”. Marti Bufill, al respecto dice: ”En efecto, la seguridad social en cuanto al hombre es un derecho; en cuanto al Estado es una política; en cuanto a la Ciencia Jurídica ya es una disciplina; en cuanto a la Filosofía, es una expresión de justicia; en cuanto a la Sociedad, un factor de solidaridad; en cuanto a la Administración, un servicio público; en cuanto al Desarrollo, un factor integrante de la política general; en cuanto a la Economía, un factor de redistribución de riqueza, y así podríamos seguir con numerosos ángulos desde los que enfocamos la seguridad social”. El mismo tratadista, al escrutar los fundamentos filosóficos expresa que la seguridad social es un imperativo de la justicia social y esta presupone un nexo entre la idea de justicia y la idea de derecho que implica la seguridad social. El autor en referencia, después de desarrollar ampliamente el tema concluye: “El derecho de seguridad social ayuda al hombre para devolverle personalidad y dignidad y asegurarle libertad o independencia para seguir siendo un miembro conciente de la comunidad política en que vive. Luego la seguridad social es un valor derivado de la Justicia Social y por medio de esta se hace tangible como valor genérico puesto que logra asegurar, en esta faceta y en estas circunstancias, una serie de valores básicos del hombre (personalidad, dignidad, libertad, independencia), con cuyo imperio se contribuye al bienestar del individuo y a la cohesión y supervivencia de la sociedad”. La justicia a su vez, significa dar a cada uno lo propio, cabe decir lo que le pertenece. Esta apreciación presupone la inmersión del hombre en sociedad, esta, dice el mismo autor, debe darle lo necesario para su conservación y desarrollo; para luego reconocer que la vida en sociedad presupone cargas y beneficios, y necesariamente, disponen un reparto entre quienes participan o integran la sociedad. Las manifestaciones de la justicia obedecen a los criterios de la justicia legal, la justicia distributiva y la justicia conmutativa. La justicia legal ordena las relaciones del individuo respecto a la sociedad, o sea de la parte con relación al todo. La justicia distributiva ordena las relaciones de la sociedad con relación al individuo, cabe decir del todo con relación a la parte. La justicia conmutativa ordena la relación del individuo con respecto a otro, o sea de una parte con relación a otra. La justicia presenta una noción de dependencia de los hombres en sociedad, un aspecto cualitativo, sin que se determine el grado. La justicia requiere formulaciones concretas para adquirir tangibilidad. Es a través del derecho como se realiza la conjunción de lo abstracto a lo concreto. La justicia dice qué hay que hacer, en tanto que el derecho establece cuánto. La seguridad social es un derecho relacionado con la justicia y dentro de esta obedece a un concepto de justicia distributiva, de donde emana su carácter de derecho público. De otra parte, la seguridad social es derecho derivado de la justicia social, y finalmente después de haber desarrollado todos los temas antes tratados, el autor en referencia concluye: “El derecho de seguridad social ayuda al hombre para devolverle personalidad y dignidad y asegurarle libertad o independencia para seguir siendo un miembro consciente de la comunidad política en que vive. Luego la seguridad social es un valor derivado de la Justicia Social y por medio de esta se hace tangible como valor genérico puesto que logra asegurar, en esta faceta y en estas circunstancias, una serie de valores básicos del hombre (personalidad, dignidad, libertad, independencia), con cuyo imperio se contribuye al bienestar del individuo y a la cohesión y supervivencia de la sociedad”. Podetti identifica la seguridad social como “un conjunto de medios técnicos, regulado por normas jurídicas, con fundamento en la solidaridad y en la responsabilidad personal y social, tendiente a liberar al hombre de la opresión y la miseria, mediante el otorgamiento de prestaciones, cada vez que se configuren contingencias sociales que afecten desfavorablemente el nivel de vida de las personas protegidas, sus familias y quienes están a su cargo. El autor anteriormente referido, habida cuenta, por una parte de su movilidad extensiva y por otra, de la complejidad polisémica de los sentidos de la locución “seguridad social” manifiesta que su examen revela los siguientes sentidos: a)Derecho de la libertad contra la opresión a la miseria. b)Forma de distribución de la riqueza. c)Conjunto de medios técnicos para de las contingencias sociales. d)Conjunto jurídico normativo. e)Idea de fuerza de la civilización contemporánea. f)Seguridad de la sociedad. Plá Rodríguez expone que “se designa con la expresión “seguridad social” el problema de liberar a la sociedad, o sea, a los individuos de cualquier comunidad organizada, de las preocupaciones que los acompañan en la vida y el ordenamiento jurídico administrativo que debe organizarse con tal fin”. “Debe observarse que a diferencia de las expresiones “asistencia social” o “seguro social” que se refiere a los medios e instrumentos utilizados, la frase “seguridad social” alude al fin que se persigue”. Larroque, expresa que la seguridad social responde a la garantía que debe tener cada hombre en toda circunstancia que tendrá la posibilidad de asegurar en condiciones convenientes su subsistencia y la de las personas a su cargo. La seguridad social abarca la seguridad en el empleo, la seguridad en el ingreso y la defensa de la capacidad de trabajo que son el resultado de las políticas económica, sanitaria y de distribución de ingresos. Larroque identifica los elementos que integran la seguridad social en: 1.La seguridad de ocupación, como forma de eliminar la desocupación, que presupone: 1.1.Una organización económica que permita evadir la crisis y asegurar en todas las circunstancias el pleno empleo. 1.2.Una organización de la mano de obra que regule la oferta y demanda de trabajo racional que implica la política coordinada de colocación, orientación y formación profesional. 2.La seguridad de obtener con el trabajo los recursos suficientes para atender las necesidades personales y familiares. 3.La seguridad de la capacidad de trabajo que presupone conservar la actividad profesional como fuente de recursos y garantizándolo contra todos los factores y riesgos que impliquen pérdida en todo o en parte de la capacidad física. Como consecuencia, la seguridad social es un elemento de unidad, de coordinación de tres políticas diferentes a saber: a)Política económica, dirigida a la atención del pleno empleo. b)Política de equipamiento sanitario y organización médica de lucha contra la enfermedad previniéndola, cuidándola, curándola, complementada con una política de equipamiento técnico para prevenir los accidentes y las enfermedades profesionales. c)Política de distribución de la renta nacional, tendiente a modificar el reparto de los recursos que resulta del juego ciego de los mecanismos económicos adaptándolos a los factores personales y familiares y teniendo en cuenta los factores que puedan afectar la evolución de esos recursos. Pérez Llenero, ha definido la seguridad social como “la parte de la ciencia política que, mediante adecuadas instituciones técnicas de ayuda, previsión o asistencia, tiene por fin defender y propulsar la paz y prosperidad general de la sociedad a través del bienestar individual de todos sus miembros”. Quiroz, al establecer la incidencia de la materia con la economía expresa que “seguridad social se concibe como la acción del Estado, en colaboración con la sociedad, en pro de una serie de medidas encaminadas a preservar la salud, mantener la capacidad de trabajo, robustecer la ganancia y mediatizar mayores medios de vida familiar, en base popular y en pos de los más altos índices de prosperidad individual y riqueza colectiva”. En un enfoque similar se pronuncia Ruprecht, cuando comenta: “La seguridad social consiste en el conjunto de medidas adoptadas por el Estado en favor de los ciudadanos contra aquellas contingencias de concreción individual que siempre se presentan en la vida de los hombres, sea cual fueren las medidas adoptadas y por inmejorable que sea la situación de la sociedad”. “De esta manera se concluye que los fines de la seguridad social son prevenir y poner remedio a todas las contingencias que de alguna manera inciden o afectan la vida de las personas, como muertes, nacimientos, enfermedades, matrimonios, desempleo, etc.”. Jacques Doublet y George Lavau, expresan que el concepto de seguridad social debe fundarse en consideración a que aquella es un sistema de protección social o institución de carácter jurídico-político, orientado a la tutela de la sociedad y por tanto, ha de relacionarse con las normas que la estatuyen, reconocen y reglamentan; con sus campos de operación y aplicación; con una organización que la administra y ejecuta con los instrumentos o elementos de los cuales se realiza, y como es obvio fines y objetivos. Esto presupone una definición con base en sus medios o técnicas y por sus fines y objetivos. Estas técnicas se clasifican según sus causas históricas, económicas, colectivas, profesionales, sanitarias, higiénicas, etc.”.. Para Evelina Burns, la seguridad social “es la acción pública que tiene por objeto proporcionar una renta sustitutiva a las personas cuyas renta privadas normales han desaparecido temporal o permanentemente, para aliviar a individuos y familias de la carga representada por gastos excesivos, muy generalmente experimentados, sobre sus rentas”; Walter Leen, sostiene que la seguridad social busca la seguridad de la existencia y la garantía contra la miseria, estableciendo las medidas que pongan a disposición de los individuos los medios necesarios para la satisfacción de sus necesidades en una medida tal que ellos puedan llevar una existencia humanamente digna, al abrigo de la necesidad”; y Augusto Venturi la entiende como “la seguridad que la sociedad tiende a garantizar al individuo consistente, de una parte, en medidas dirigidas a conservarle una estabilidad de renta y, de otra, en medidas que aseguren la satisfacción de las necesidades que surgen como consecuencia de verificarse determinados eventos, también si el nivel de su salario no le permite o lo consiente con gran sacrificio”. Noción que N. Netter complementa al sostener que el objetivo de la legislación de la seguridad social es “crear en beneficio de los trabajadores un conjunto de garantías que los ampare frente a un cierto número de eventualidades susceptibles de reducirles o suprimirles su actividad, por la imposición de cargas suplementarias”. Mesa Lago expresa que la seguridad en un sentido amplio y a voz de los expositores en la materia, vendría a comprender “La Previsión Social (integrada principalmente por los Seguros Sociales), los Seguros Sociales (que pueden incluir la política familiar o de asignaciones familiares y la protección contra los infortunios laborales), la Asistencia Social (o ayuda a los menesterosos), el Pleno (empleo) o (política de ocupación para todos), la Política de Salarios (fijación de salarios mínimos, reglamentación del embargo y compensación, modalidades de pago salarial y, por extensión, la fijación de jornadas, descansos, etc.), la Sanidad Pública (coordinando la sanidad local, nacional y paraestatal), Política de Educación (formación profesional, difusión de la cultura, educación nacional), Política de Vivienda (casas baratas, protegidas y subvencionadas, barrios obreros)”. En síntesis, concluye el tratadista “El contenido de la seguridad social, por tanto, está formado por el conjunto de técnicas que buscan la realización de su objetivo. Y como esos métodos o medios cambian según los distintos países y épocas, tenemos que también es variable el campo de la seguridad social”. Mesa Lago al dar una versión gráfica sobre la integración, manifiesta: “La seguridad social forma una pirámide, que tiene por base la ocupación (entrada al sistema) que debe ser plena y uno de los objetivos de la seguridad social. A cada uno de los costados tenemos, respectivamente, la protección laboral (seguridad social Preventiva) y los seguros sociales y la asistencia social (seguridad social Reparadora). Finalmente en el ápice, la culminación del sistema: el bienestar social (seguridad social Complementaria). La seguridad social en un sentido estricto, viene a corresponder a la enumeración que hace la OIT en el Convenio 102 sobre “Normas mínimas”, siendo la garantía de asistencia médica e indemnización económica en caso de enfermedad y maternidad, protección al desempleo, pensiones de vejez, invalidez y supervivencia, reparación de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y la protección por cargas familiares. Esta postura busca restringir el concepto de una seguridad social desproporcionada que debe satisfacer todo cuanto el hombre como miembro de una sociedad pueda exigirle al Estado para su bienestar. Dupey Roux, al analizar las políticas de seguridad social y su punto de partida, la encuentra en el derecho positivo ligado a la reparación de las consecuencias derivadas de eventos calificados como riesgos sociales. Para Pastor Almanza son igualmente las necesidades sociales, el punto de partida de la seguridad social. Es difícil elaborar una fórmula que recoja el concepto de seguridad social, por una parte, de movilidad extensiva y por otra de la complejidad polisémica de los sentidos de la locución “seguridad social”, dice Podetti, y agrega que de un examen de los textos en que aparece dicha locución, revela al menos los siguientes sentidos de ella: a)Derecho a la libertad contra la opresión a la miseria. b)Forma de distribución de la riqueza. c)Conjunto de medios técnicos para la justicia de las contingencias sociales. d)Conjunto jurídico - normativo. e)Idea de fuerza de la civilización contemporánea. f)Seguridad de la sociedad. Ahora bien, los términos anteriores han presentado una idea sobre la identidad de la seguridad social, sin que hasta el momento, nos hayamos preocupada en escrutar sobre sus fundamentos filosóficos, habiendo llegado la oportunidad. Para ello, juzgamos oportuno traer la estructuración que hace Marti Bufill, donde parte de una concepción de la seguridad social, para señalar seguidamente que, esta presupone un nexo entre la idea de justicia y la idea de derecho que implica la seguridad social. Parra Luna en su obra: “Sistema Socio-político y seguridad social”, identifica los principios más conocidos de la seguridad social en relación con los valores finales perseguidos, así: F1 1 Seguridad Vs. Incertidumbre Seguridad 2 3 4 5 6 7 Al tratar sobre el “Principio de Seguridad”, expresa “Si bien se trata de un principio no taxativamente citado como tal en nuestros textos legales ni en comentarios doctrinales, parece obligado coloquio en primer lugar. la seguridad social no nace poseer medios de subsistencia suficientes, sólo para justos o universales, sino nada para satisfacer subjetivamente a la persona humana en su necesidad de seguridad, económica u otras. El que sea justa, universal, etc., no son, en definitiva, sino medios para proporcionar dicha sensación de seguridad. De nada valdría que sabios estudios demostraran la altísima eficacia objetiva” de un sistema de seguridad social si después de encuestas correctamente realizadas la población mostrada su insatisfacción. Por perfecto que fuera ese sistema, algo fundamental faltaría en él, aún cuando sólo sea su propia incapacidad para hacerse percibir y comprender”, y más adelante agrega “el fin de nuestra institución es proporcionar SENSACIÓN DE SEGURIDAD, individual y colectiva, ante ciertas contingencias que se consideran dentro del campo propio de los sistemas de seguridad social”. Sobre el principio del bienestar sicofísico, anota: “Se trata de otro de los principios casi nunca citados en la literatura como tal, a pesar de que está implícita en uno de los valores fundamentales que persigue todo sistema de seguridad social la conservación o recuperación de la salud física y mental de los asegurados y personas a su cargo. No olvidemos que aproximadamente un tercio de las prestaciones totales de la seguridad social están todavía consagradas a la asistencia médica”. En lo tocante con el principio de la universalidad expone que “implica que los beneficios deben alcanzar a todos los ciudadanos sin excepción dentro de cada territorio nacional”. El cuarto principio esbozado es el de la necesidad: “Quiere decir que los Sistemas de seguridad social intentarán dar a cada individuo, según sus necesidades de seguridad, otro ideal excesivamente incumplido, puesto que frente a él se arguyen principios contradictorios, como por ejemplo, los llamados de proporcionalidad o conmutatividad, los cuales preconizan dar a cada uno, según su aportación previa”. La palabra “welfare” deriva su significado corriente de su ordinaria acepción etimológica, común en este caso, a la del correspondiente término alemán. “En efecto, tanto Welfare (Well-fare) como Wohlfart (Wohlfart) significan en un sentido más prístico y radical “tener buen viaje”, implicando la idea de viajar cómodamente por el camino de la vida. El término es utilizado como “estado de viajar o encontrarse bien; estado o condición de estar bien; especialmente en condiciones de salud, felicidad, prosperidad o semejantes”. Las concepciones restringidas empiezan por sentar una sustancial diferenciación entre la política social y la seguridad social, para asignar como campo propio de esta las situaciones generadas por la enfermedad; disminución, terminación o suspensión de la capacidad de trabajo, muerte del jefe de familia y asignaciones familiares. El contenido de la seguridad social viene a corresponder a lo que Gascón y Marín denomina la “interpretación al día” de los Seguros Sociales que para Pérez Llenero significa “la culminación institucional de la asistencia individual y laboral de los antiguos Seguros Sociales”. El contenido de la seguridad social viene a configurarse en los Seguros Sociales y la asistencia social. Entre las definiciones antes dadas podemos distinguir dos tendencias claramente manifiestas, a saber: a) Las concepciones amplias y, b) Las concepciones restringidas. Las concepciones que le dan un carácter amplio a la seguridad social la identifican como mecanismo para eliminar todos los estados de necesidad de la población y establecer una justa distribución de ingresos. Para el logro de tales objetivos comprendería los Seguros Sociales, las asignaciones familiares y la asistencia social, y además las políticas de empleo, salarios, habitacional, la de redistribución de ingresos y la educacional en aquellos aspectos relacionados con la lucha contra el analfabetismo, formación profesional, ayudas en grupos especiales, etc. Dupey Roux seña la que “entre los diferentes sistemas de seguridad social existentes en los diversos países, se ha podido confrontar una identidad fundamental. La noción del Sistema de seguridad social corresponde a la organización de una distribución destinada a garantizar la seguridad económica de ciertas personas”. Novoa Fuenzalida seña la como objetivos propios específicos de la seguridad social los siguientes: a)Cuidado de la salud, mediante acciones preventivas, curativas y de rehabilitación. b)Otorgamiento de prestaciones pecuniarias sustitutivas del salario, sueldo o renta disfrutaba la persona, en caso de suspensión, disminución o terminación de su capacidad de trabajo, o en caso de muerte del jefe de familia. c)Protección de la familia, mediante otorgamiento de asignaciones familiares y demás prestaciones en beneficio de la familia. De otra parte, como funciones que él denomina “Socio-económicas”, por su importancia y asigna las descritas seguidamente: a)Redistribuir el ingreso nacional; b)Contribuir a regular la economía; c)Contribuir al mejoramiento y progreso económico social y de las condiciones de vida. Alonso Olea, da como definición de seguridad social el “Conjunto integrado de medidas de ordenación estatal para la prevención y remedio de riesgos personales mediante prestaciones individualizadas y económicamente evaluables agregando la idea de que tendencialmente tales medidas se encaminan hacia la protección general de todos los residentes contra las situaciones de necesidad, garantizando un nivel mínimo de rentas. Sagardoy, la considera como “Conjunto sistemático de normas que regulan la actividad estatal y profesional para el remedio de las situaciones de necesidad, previamente delimitadas, de los trabajadores por cuenta ajena, autónomos y asimilados, y de sus familiares que reúnan los requisitos establecidos, y a modo general como particular para cada contingencia mediante prestaciones variables. Rivero Lamas dice que es “El conjunto de normas relativas a la delimitación y cobertura de las contingencias sociales, determinadas de una supresión o reducción de la actividad laboral o de la aparición de cargas adicionales. Almanza, dice que “la experiencia muestra sobradamente que los individuos en todos los tiempos y países, ya aislados, ya en conjunto, que han estado y están sometidos a determinadas incidencias que provocan necesidades sociales. Pero también demuestran las experiencias que raramente los individuos se resignan y entregan a la fatalidad, sino que buscan e instauran elementos de protección contra esas necesidades sociales. Y agrega, como finalidad última de la seguridad social la satisfacción de las necesidades sociales que constituye el punto de partida de aquella. Consideremos que es función esencial del Estado proveer de los medios indispensables para que sus miembros puedan afrontar la satisfacción de sus necesidades sociales y que a este fin esta encaminada la seguridad social. La forma de encausar la realización del ideal platónico de proveer la satisfacción de las necesidades de los hombres es el fundamento de la política de seguridad social y su realidad, se plasma en el Derecho de la seguridad social. Por consiguiente a nuestro entender, el estudio de las necesidades y la forma de satisfacción, constituyen punto de partida cuando se evoca la materia. De otra manera, no lograríamos comprender totalmente la razón de las metas propuestas y las medidas adoptadas. En el sentido lato, el término necesidad implica la ausencia de las cosas que son necesarias para la conservación de la vida o bien, se entiende como un padecimiento por un especial riesgo o peligro que necesita atenderse para su eliminación. La necesidad calificada con el término de social puede entenderse como la ausencia de las cosas que son necesarios para mantener un estatus o posición individual dentro de un conglomerado de personas, pero, también, como la ausencia de los bienes indispensables para conservación de la vida o niveles de bienestar de una comunidad o en general de toda la sociedad unida al deseo de satisfacerla ya sea tanto por la persona como cédula de dicho conglomerado, por un grupo de ellas o por su totalidad las necesidades sociales en la segunda acepción es la que verdaderamente nos interesa para los fines de estos estudios. Todo ser, para vivir, desarrollarse y llegar a sus fines, necesita tomar del mundo exterior ciertos elementos y cuando estos faltan, resultan primero el padecimiento y finalmente la muerte, advierte Gide, y agrega que toda necesidad engendra en el ser viviente un deseo, y por consiguiente, un esfuerzo para proporcionarse esos objetos exteriores, porque su posesión de procura una satisfacción. De otra parte, distinta que entra la necesidad y el deseo, la primera de origen fisiológico y el segundo, psicológica. Efectivamente, seña la el autor citado que la necesidad consiste en la sensación de que le falta algo al organismo y en el apetito de lo que le falta, más ignora aún el objeto determinado que podrá satisfacerlo. Solo cuando el instinto o la invención o la casualidad, nos ha revelado ese objeto, sólo entonces es deseado, y también mediatamente los medios propios para satisfacerlos. Para el mismo autor el deseo, es creado por la necesidad, y se apaga cuando queda satisfecho. Pero como en general la necesidad es permanente, no tarda en renacer el deseo y cuando es satisfecho varias veces de la misma manera crea la costumbre, es decir una necesidad especializada. Consideramos que la satisfacción de las necesidades sociales son el objetivo de la seguridad social y que según las épocas y los países el contenido puede variar, pero siempre existe una base común constituida por los requerimientos fundamentales del ser. 1.2. EL DERECHO DE SEGURIDAD SOCIAL El desarrollo industrial y la complejidad del mundo moderno, han hecho que el derecho evolucione dando nuevas respuestas a la relación del trabajo surgido como consecuencia de tal proceso y diversidad. En un principio la protección al trabajador se hace, cuando nuevas formas de interpretación a la clásica teoría del derecho común o sobre la indemnización de los daños y perjuicios basada en el dolo, culpa o negligencia, extendiendo las obligaciones mas allá de la verdadera intención tenida por los partes al contratar, para imponer responsabilidades al propietario por su conexión con la cosa o riesgo profesional que señalan deberes de velar por la seguridad de los trabajadores. Nuevas formas del derecho imprimen obligaciones implícitas e inderogables en razón del contrato de trabajo y estas evoluciones, hasta admitir una determinada responsabilidad social por cuanto algunas contingencias no se pueden imputar a dolo, culpa o negligencia de alguien en particular. La necesidad de expresar en forma práctica esa responsabilidad social, conlleva a la distribución económica del cargo prestacional entre quienes se encuentran en iguales condiciones. En esta forma y como sustituta a una teoría de riesgo se organizaron los seguros sociales obligatorios que responden a situaciones de contingencia, cuyos primeros desarrollos tienen una aplicación limitada en el campo personal a trabajadores de una determinada actividad o categoría profesional. El Estado, en actitud intervencionista, crea los seguros sociales y los declara obligatorios, con la cual da lugar al nacimiento de un nuevo servicio publico, aun cuando la responsabilidad social admitida esté restringida al señalar algunas y no todas los actividades de los empresas, a bien, limitada por circunstancias de edad, sexo, parentesco, cuantía de los remuneraciones, lugar de trabajo, afiliación, nacionalidad, cantidad de cotizaciones, etc., y exija, al menos en su iniciación, la calidad laboral bajo contrato, dependencia o subordinación. La evolución de los seguros sociales obligatorios concibe una seguridad social que tiene por objeto garantizar a todas los habitantes la continuidad de sus ingresos cuando se produzcan determinadas contingencias o sean suficientes para satisfacer sus necesidades mínimas. El reconocimiento del derecho a la seguridad social como derecho de toda persona humana, imprime al Estado una nueva función por cuanto tiene la obligación de dar y hacer. Esta circunstancia es mayormente manifiesta en aquellos organizaciones donde tal derecho se eleva a garantía reconocida por su Carta Fundamental. El Estado, abandona su posición de dejar hacer e interviene para crear los mecanismos que permitan dar y otorgar los cargos asumidas por su responsabilidad social. Le corresponde por consiguiente al Estado, la satisfacción objetiva de la seguridad social como derecho fundamental de la persona humana. El nuevo modelo de seguridad social Participada (VI Congreso de la OISS, Panamá, 1976), señaló los nuevos grandes objetivas del Sistema de seguridad social Participada, así: “1. Promover la integración de las ciudadanas en una sociedad solidaria”. 2. Aunar esfuerzos públicos y privados para contribuir a la cobertura de las contingencias sociales y la promoción del bienestar social”. “3. Mejorar la calificación profesional y el incremento de prestos de trabajo para contribuir a una sociedad de galena empleo“. “4. Alcanzar a dignas niveles de bienestar social para las familias que constituyen la Comunidad Nacional” El nuevo modelo acoge como principios rectores de la seguridad social, la universalidad, la integridad y suficiencia, la solidaridad, la unidad, la participación, la subsidiaridad del Estado, el pluralismo institucional y la planificación nacional. En el plano internacional es importante destacar que el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de los Naciones Unidas, reunidas en París, después de señalar que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”, expresa: “toda persona como miembro de una sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional - habida cuenta de la organización y recursos de cada Estado la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad” (art. 22). “Toda persona que trabaje tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, la existencia conforme a la dignidad humana y que será complementada, en caso necesaria, por cualesquiera otros medios de protección social” (art. 23); “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuada que le asegure así como a su familia, la salud y el bienestar y, en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios, tiene así mismo derecho a los seguros en cosa de desempleo, enfermedad, viudez, vejez u otros casos de pérdida de los medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad; la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidadas y asistencias especiales. Todos los niños, nacidos en matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social (art. 25)”. [ 0002 ] 2. REGULACIÓN CONSTITUCIONAL EN COLOMBIA 2.1.PRINCIPIOS FUNDAMENTALES La Constitución Política de 1991 en su Título I, trata “De los Principios Fundamentales”, con lo cual se han querido señalar los derroteros de la nueva organización política. Este capítulo implica una innovación respecto a la ordenación anterior. Son principios básicos, los contenidos en la ordenación siguiente: 1.El artículo 1º moldea la organización política de Colombia como Estado Social, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y con prevalencia del interés general. La definición que se hace de “Estado Social” constituye una afirmación respecto a que el fin que va a acometer tiene metas colectivas o sociales, y más propiamente, que se encausa hacia las clases menos favorecidas por la fortuna. Esta característica es nota que han consagrado, entre otras, las Constituciones de España de 1978 (art. 1º); Haití de 1950 (art. 2º); Francia de 1958 (art. 2º); Marruecos de 1962 (art. 1º); Turquía de 1961 (art. 2º) y Perú de 1979. La calificación de Estado Social implica la tendencia moderna para distinguirse del Estado Liberal que se halla caracterizado por reconocer simples derechos civiles y políticos, correspondiéndole al ciudadano, buscar su bienestar mediante su propio esfuerzo. En el Estado Social además de las normas que tratan sobre aspectos civiles y políticos, prescribe derechos sociales que persiguen la implantación del bienestar mediante formas solidarias que buscan satisfacer las necesidades de los habitantes, donde las masas económicamente débiles adquieren la primera prioridad. La organización del Estado, ya no pretende consagrar un amplio régimen de libertades civiles, sino asegurar la libertad económica y la igualdad social del hombre. Con la precisión de Estado Social “de derecho” se quiere resaltar, como expresa Xifra Heras, que se ha instituido el Gobierno de los hombres por el Gobierno de las normas. La expresión de “Estado de Derecho” fue utilizada inicialmente por Roberto Van Mohl para designar la forma de Estado que reconoce y garantiza determinados derechos a los ciudadanos. Sucesivamente ha sido utilizada para señalar la modalidad del Estado que se somete al derecho, es decir, que admite formas jurídicas condicionantes de sus funciones. El Estado de Derecho, es en otros términos, una organización política cuyas facultades están limitadas, medidas o precisadas por el ordenamiento jurídico. La concepción de Estado Social de Derecho enuncia la primacía de lo colectivo sobre lo individual y de la legalidad sobre lo arbitrario. La referencia respecto a que Colombia es una “República” implica la nota característica de su organización política en forma representativa, cuya orientación corresponde a un magistrado elegido por los asociados, en quienes radica el poder político, que a su vez, descarta los términos opuestos de dirección hereditaria. La calificación de “unitaria” que acompaña al término “República” trae la nota adicional de integración de sus asociados en un sólo ente político en contraposición a los conformados por Uniones o Confederaciones de Estados o Repúblicas Federadas. La forma de República unitaria proviene de la Constitución de 1886, como lo expresaba perentoriamente su artículo 1º. La predicada “autonomía de sus entidades territoriales” debe entenderse como la forma relativa de autogobierno o autodeterminación regional, circunscrito al ordenamiento nacional, porque concebida en forma absoluta los territorios serían estados. Los artículos 287 y 288 prevén estas circunstancias cuando enumeran los derechos de las entidades territoriales y encargan a una ley orgánica la distribución de competencias entre la Nación y entidades territoriales. Lo anterior estaba prevista en el artículo 182 de la Constitución derogada bajo la fórmula de descentralización administrativa y centralización política, señalado como uno de sus pilares fundamentales. La organización “democrática” conlleva la reafirmación que el poder proviene del pueblo y es ejercido por éste ya sea en forma directa o indirecta. El carácter participativo de la República, significa que sus miembros disfrutan o padecen de su destino, como empresa común en la cual colaboran, contribuyen, cooperan, comulgan y coparticipan. A efecto de establecer la participación democrática, la constitución en su artículo 113 desarrolló las formas de hacerla efectiva directamente, acorde con la concepción sobre la soberanía en cabeza del pueblo a que alude el canon tercero. El estado pluralista implica la coexistencia de partidos políticos, la legitimidad de la oposición, las elecciones libres y la posibilidad de acceso al poder y el ejercicio garantizado de las libertades públicas, tales como las de opinión, culto, asociación y reunión. El extremo opuesto corresponde al Estado unánime, ausente de libertad de opinión, reunión y prensa, caracterizado por un partido único y elecciones no disputadas. Destaca la parte final del artículo 1º el fundamento del Estado en el respeto de la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y la prevalencia del interés general, nota esta última repetitiva, por cuanto se halla implícita en la definición de “Estado Social”. 2.El precepto 2 define como fines esenciales del Estado, el servicio de la comunidad; la promoción de la prosperidad en general y la garantía sobre la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; el facilitar la participación de todos en las decisiones que los afecten y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; la defensa de la independencia nacional y el aseguramiento de la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. De otra parte la misma norma incluye la reafirmación hecha en acto legislativo 1 de 1936; codificada con el número 16 del texto derogado, en el sentido que las autoridades de la República están creadas para proteger todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra y bienes, a lo cual se ha agregado “creencias y demás derechos y libertades”, para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares. El artículo tiene su antecedente en el artículo 19 de la Constitución de 1.986 que expresaba que “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia en su vida, honra y bienes y asegurar el respeto recíproco de los derechos naturales, previniendo y castigando los delitos”, que implica un cambio esencial de la concepción de Estado Liberal de 1986 a Estado Social. En el primero el deber supremo del Estado consiste en permitir que los particulares ejercitan sus derechos naturales y evitar la interferencia de su ejercicio de otros. En el segundo, el Estado tiene deberes sociales, implicando, su intervención y la restricción de las libertades individuales. 3.El canon tercero reafirma la soberanía como proveniente del pueblo del que emana el poder público y se ejerce en forma directa o por medio de sus representantes en los términos de la ley. La Constitución de 1886 expresaba que la “soberanía reside esencial y exclusivamente en la Nación y de ella emanan los poderes públicos..”., lo cual implicaba que el poder fundador del Estado es la voluntad de la Nación, como unidad aglutinante de la comunidad y no en la suma de voluntades individuales de sus miembros, y de otra parte, que de ella emana el Estado de Derecho y la forma como debe ejercerse. Esta concepción proveniente de la Revolución Francesa hace recaer la titularidad de la soberanía en persona moral distinta de los individuos que la componen o integran, cabe decir, “la Nación”. Esta se expresa mediante sus representantes, conforme las reglas dadas e implica la democracia representativa. La reforma al instituir la soberanía en el “pueblo”, viene a ser un retorno a la concepción de Rousseau, que entraña la soberanía fraccionada, donde cada individuo tiene una porción, siendo la concepción típica de las democracias directas. La soberanía en la Nación o en el Pueblo, es pauta controvertida que tiene a Duguit y Laski, como principales teorizantes. El primero sostiene que admitir la soberanía, en el plano de la filosofía del derecho, equivale a desconocer el límite del Estado por el Derecho; y el segundo, arguye que la sociedad política no es única, sino que está integrada por una pluralidad de sociedades, con fines e intereses desiguales, siendo preciso que la acción política tienda a crear un orden en que concurran la pluralidad de esos intereses legítimos. Ahora, cuando el derecho internacional ha invadido el campo del derecho constitucional, una serie de instituciones limitan el denominado campo de la soberanía del Estado siendo patente que si se dan tales circunstancias es porque no son absolutamente soberanos. El ejercicio de la soberanía directa por el pueblo permite la práctica de la democracia a través del voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato, formas de democracia participativa tratadas en el artículo 103 de la Constitución Política. 4.La pauta 4 dispone la primacía de la Constitución como “norma de normas” y seña la como deber de nacionales y extranjeros acatar la Constitución y las leyes y respetar y obedecer a las autoridades. 5.La regla 5 seña la la primacía de los derechos inalienables de la persona y el amparo de la familia como institución básica de la sociedad. 6.La disposición sexta determina la responsabilidad de los particulares ante las autoridades solamente por infringir la Constitución y las leyes y para los servidores públicos, iguales causas, y además, por omisión o extralimitación en ejercicio de sus funciones. 7.La norma séptima reconoce y protege la diversidad técnica y cultural de la Nación. 8.El artículo octavo contempla como obligación del Estado la protección de las riquezas culturales y naturales de la Nación. 9.La norma novena que trata sobre las relaciones exteriores del Estado, fundamentadas en la soberana nacional, el respeto a la autodeterminación de los pueblos y los principios de derecho internacional aceptados por Colombia. 10.El mandato décimo acoge el castellano como idioma oficial de Colombia; empero, las lenguas y dialectos de los grupos étnicos son también oficiales en sus respectivos territorios. Por otra parte, dispone que la enseñanza a impartirse en las comunidades con tradiciones lingüísticas propias sea bilingüe. 2.2.DE LOS DERECHOS, GARANTIAS Y DEBERES El Título II trata “De los Derechos, las Garantías y los Deberes” e incluye los siguientes capítulos: 1.De los Derechos Fundamentales. 2.De los Derechos Sociales, Económicos y Culturales. 3.De los Derechos Colectivos y del Ambiente. 4.De la Protección y Aplicación de Los Derechos. 5.De los Deberes y Obligaciones. 2.3.DERECHOS FUNDAMENTALES. El capítulo I “Derechos Humanos” o “De Los Derechos Fundamentales” hace parte del título II que trata en forma general sobre “Los Derechos, las Garantías y los Deberes”. Bajo la expresión “derechos humanos” o “derechos fundamentales” se recogen aquellos que corresponden esencialmente a todos y cada uno de los representantes de la especie Homo Sapiens. En sentido objetivo, el derecho es el conjunto de normas que rigen las relaciones de los hombres en sociedad y que se hallan dotadas de un poder coercitivo para su cumplimiento. En sentido sujetivo, el derecho es prerrogativa de la persona que le permite exigir de otras pretensiones o abstenciones como en el caso de los derechos personales o el respeto de una situación que aproveche con el caso de los derechos reales e individuales. Los vocablos “derechos humanos” son utilizados como sinónimos de “derechos del hombre”, “derechos de la persona humana”, “derechos individuales”, “derechos naturales del hombre”, “derechos fundamentales del hombre”, u otros emanados del juego de las mismas expresiones. Aún cuando todos estos términos responden a un concepto general, no todos son idénticos. Así, por ejemplo, “los derechos del hombre” llevan implícita la noción del derecho en relación con todo ser que pertenezca a la especie humana. Si bien, los derechos se relacionan con el género masculino, no quiere decir que ellos sean propios del hombre, con exclusión de la mujer. La utilización de la palabra “hombre” en forma singular, le da una connotación especial, en cuanto implica la aseveración de corresponder a derechos reconocidos a todo ser de la especie humana, es decir, pertenecen a cada uno al mismo tiempo que son de todos. Lo anterior presupone la universalidad de los derechos y ésta lleva implícita la afirmación de la igualdad en la titularidad de los derechos, pues, si son de cada uno y para todos, no tiene cabida la desigualdad o privilegio de algunos en detrimento del principio general. La expresión “derechos del hombre” ha sido aceptada tradicionalmente como el conjunto de garantías pertenecientes a toda persona frente al poder público, es decir, la igualdad y la libertad civiles que consagró la Revolución Francesa, en su Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, habiendo incluido la última parte para señalar, como su nombre lo indica, derechos del ciudadano que son la forma de su participación en el ejercicio del poder público mediante su voto y por admisión en la administración. La expresión “derechos de la persona humana” encierra una conceptualización similar a la anterior. Con el cambio de la palabra “hombre” por “persona” se pretende reafirmar que los derechos son tanto para el género masculino como para el femenino, zanjando cualquier posible crítica sobre el particular. La precisión de “humana” elimina cualquier discusión respecto a los entes jurídicos, aún cuando cae en una tautología parcial, como quiera que las personas naturales llevan en sí la noción de pertenecer a la categoría de seres humanos. Los términos “derechos individuales” responden al criterio de la titularidad de los derechos de cada y todo hombre en el individuo. Si bien la voz “individuo” implica todo ser organizado, animal o vegetal, respecto a la especie que representa, en la expresión en referencia está tomada como persona participe o integrante de la especie humana. El conjunto “derechos naturales” del hombre presenta la idea de una inherencia al hombre en cuanto participan de una naturaleza que les es común y los diferencian de las especies restantes a la humana. Para los escolásticos el derecho natural tiene por fundamento la razón divina (derecho natural primario) que los hombres pueden completar a través de la costumbre o la legislación (derecho natural secundarlo). A su vez, este último distingue entre el ius gentium y el ius civile; el primero, es tenido como conquista general de la civilización; y el segundo, agregados hechos por la legislación de cada Estado. La distinción anterior tiene raíces en el derecho romano donde el ius naturae es el derecho común a los hombres y animales, en oposición al Ius gentium, común a todos los hombres. Para la Escuela del Derecho Natural, son derechos inmutables como la naturaleza misma del hombre. Los Enciclopedistas al desarrollar el principio llegan a la doctrina de la autonomía de voluntad, donde todo derecho proviene de un contrato y así, el derecho público es el contrato social. El derecho natural ha sido negado por la Escuela Histórica, la Solidarista, la Sociológica y la Positivista. La locución “derechos fundamentales” está íntimamente relacionada con la anterior por cuanto lo que es propio de la naturaleza del hombre le es fundamental. La calidad de hombre viene a ser la raíz, principio y origen de los derechos. La expresión hoy muy generalizada de “derechos humanos” es criticada por cuanto los derechos siempre están referidos al hombre como único sujeto de derechos, los términos en referencia dan margen a imaginar derechos que no son del hombre. La crítica anterior es válida tanto para la expresión “derechos humanos” como para las de “derechos del hombre” o “derechos de la persona humana”, sin embargo, todos ellos hacen esta repetición o énfasis para realizar la dignidad de la persona humana donde encuentran su justificación. Los criterios de catalogación de los derechos humanos son eminentemente sujetiva de los autores, sin embargó, la más frecuente es la distinción entre derechos civiles, políticos y sociales. 2.3.1.DERECHOS CIVILES. Corresponden al derecho privado y son pertenecientes a todos los miembros de la sociedad. En términos generales son opuestos a los derechos políticos y de ellos participan nacionales y extranjeros. Entre los derechos civiles son ubicados aquellos concernientes con los individuos como los correspondientes a la vida, libertad, igualdad, intimidad, nombre, nacionalidad, profesión de culto, expresión, petición, locomoción, asociación, trabajo y propiedad. 2.3.2.DERECHOS POLITICOS. En forma general corresponden a los “Derechos del Ciudadano” siendo opuestos a los civiles. Los derechos políticos, tocan aspectos relativos a la calidad de ciudadano y su implicación en el Gobierno del Estado. Están entre ellos los pertinentes con el voto, elección, participación en referendum, intervención en el Gobierno y en la dirección de los asuntos públicos a cualquier nivel, petición, reunión política y formación de partidos políticos. 2.3.3.DERECHOS SOCIALES. Atañen con la colectividad y respecto a situaciones que surgen de las relaciones sociales, como las laborales y la existencia de grupos intermedios, encontrando su fundamento en la justicia social que pretende de quienes tienen más ayuda para los que poseen menos. Están entre ellos los relacionados con la protección a la familia, educación y formación profesional, el trabajo, la salud, la participación en gremios, la seguridad social y los Servicios Sociales. En resumen pudiéramos decir que en los derechos civiles participan nacionales y extranjeros; en los políticos, generalmente los ciudadanos y en los sociales, la persona como integrante de la sociedad. El tema de los derechos, como es obvio, plantea el de la libertad. Entre los derechos humanos de mayor trascendencia se encuentran: 1.Derecho a la vida. 2.Derecho a la personalidad jurídica. 3.Derecho a la Integridad física y psíquica. 4.Derecho a la dignidad personal. 5.Derecho al nombre. 6.Derecho a una nacionalidad. 7.Derecho al honor. 8.Derecho a la libertad personal. 8.1.Libertad corporal. 8.2.Libertad de locomoción. 8.3.Libertad de intimidad o privacidad. 8.4.Inviolabilidad de domicilio. 8.5.Inviolabilidad de correspondencia. 8.6.Inviolabilidad de las comunicaciones privadas. 8.7.Inviolabilidad de los papeles privados. 8.8.Inviolabilidad de la sexualidad. 8.9.Inviolabilidad de la moral autoreferente. 9.Derecho a la libre expresión. 9.1.Libertad de dar y recibir información. 9.2.Libertad de crónica. 9.3.Libertad de comunicación. 9.4.Derecho de rectificación y respuesta. 10.Derecho a la libertad religiosa, conciencia y culto. 11.Derecho a la libertad de enseñanza. 11.1.Libertad de enseñar. 11.2.Libertad de aprender. 11.3.Libertad de educar a los hijos. 11.4.Libertad de cátedra. 12.Derecho al trabajo. 12.1.Derecho a la remuneración justa. 12.2.Derecho a condiciones dignas de trabajo. 12.3.Derecho a jornadas limitadas de trabajo. 12.4.Derecho al descanso. 13.Derecho de libre asociación. 14.Derecho de reunión. 15.Derecho a contraer matrimonio. 16.Derecho de petición. 17.Derecho a contratar, individual o colectivamente. 18.Derecho de propiedad y a la sucesión. 19.Derecho de ejercer el comercio, industria o actividades lícitas 20.Derecho a la seguridad social. 20.1.Derecho a la salud. 20.2.Derecho a la alimentación. 20.3.Derecho al vestido. 20.4.Derecho a la vivienda digna. 20.5.Derecho a la recreación social. 21.Derecho a la jurisdicción. 21.1.Derecho de acceso. 21.2.Derecho al debido proceso. 21.3.Derecho a sentencia justa. 22.Derecho a la libertad política y de participación. 22.1.Derecho a elegir y ser elegido. 22.2.Derecho a participar en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y otras formas de participación democrática. 22.3.Derecho a participar en la constitución de partidos, movimientos y agrupaciones políticas, formar parte de ellos y difundir sus ideas y programas. 22.4.Derecho de iniciativa a las corporaciones públicas. 22.5.Derecho a interponer acciones públicas. En lo concerniente con nuestra Constitución Política, en primer término deseamos anotar que la titulación del Capítulo I “De los Derechos Fundamentales” no es congruente con todo lo en él tratado, ni armónico con la enunciación de los restantes. Efectivamente, la denominación supracitada da a entender que todo lo comprendido en ella es fundamental, y por ende, lo excluido, no tiene tal calidad. Sin embargo, el capítulo contiene preceptos que no tienen tal contenido y excluye otros que sí lo tienen. Así por ejemplo, el artículo 41 no tiene nada de esencial, ni de principio cuando seña la el deber para que en “todas las instituciones de educación, oficiales y privadas, serán obligatorias el estudio de la constitución y la instrucción, cívica” y además, “fomentarán prácticas para el aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana”, para finalmente encomendar al “Estado divulgar la constitución”. Fuera de que dicho precepto no tiene nada de fundamental está mal concebido y redactado porque “las prácticas para el aprendizaje de los principios y valores de participación” no sería cosa distinta a los ensayos de elecciones, referendum, plebiscitos, cabildos abiertos, iniciativas legislativas y revocatorias del mandato que son las formas de democracia participativa escogidas en la nueva constitución, y además, no existe aprendizaje en el arte u oficio de “principios democráticos y valores de participación ciudadana” sino formación con arreglo a tales postulados. La divulgación de la Constitución por parte del Estado, tampoco es derecho fundamental de la persona, simplemente es nota característica que debe cumplir la ley para que sea conocida por los asociados y en este caso, en tratándose de la ley de leyes, obviamente debe ser de la mayor difusión. El Capítulo II (Derechos no fundamentales) titulado “De los Derechos Sociales, económicos y culturales”, contiene derechos fundamentales, como el derecho de salud consagrado en el artículo 49 cuya prioridad nadie discute, menos si se compara en el antes citado sobre percepción de instrucción cívica que aún cuando de finalidad ilustrativa indiscutible, no es básico para la subsistencia de la persona. Tampoco es acertado que el deber genérico del Estado de proteger “especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física a mental se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta”, quede incursa bajo el capítulo “De los Derechos Fundamentales” (art. 13) y los específicamente previstos para tales grupos, hagan parte de lo no fundamental al estar insertos en el Capítulo II “De los Derechos Sociales, Económicos y Culturales” como acontece con la protección a la niñez (arts. 44 y 50) los adolescentes (art. 45), los ancianos (art. 46) y los minusválidos o discapacitados (arts. 47 y 54), para citar solamente algunos casos. Las declaraciones mayormente relacionadas con el tema que nos ocupa corresponden a las siguientes: 1.El artículo 11 que proclama que el derecho de vida es inviolable. También prohíbe la pena de muerte. El derecho a la vida es el principio básico y fundamental de toda persona. La anterior carta en su artículo 16 disponía como deber de las autoridades la protección de la vida y el artículo 29 prohibía al legislador imponer la pena de muerte en inserción hecha en el año de 1910 mediante el acto legislativo 3, artículo 3º. 2.El artículo 13 proclama que “todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. El Estado debe promover las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptar medidas en favor de grupos discriminados o marginados”. La libertad e igualdad de personas ante la ley, son aspectos no contenidos en la carta derogada, pero se encontraban reconocidos a través de convenios internacionales vigentes. El precepto en su parte final dispone protección especial para las personas económicamente débiles y los disminuidos o discapacitados, circunstancias que hace en otros artículos cuando trata de la seguridad social y la protección a cierta clase de grupos, por consiguiente, se ha hecho una repetición no afortunada, primero en los derechos fundamentales y luego en los derechos sociales. 3.El trabajo ha sido establecido como derecho y obligación social, y goza de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas, según la normatización del artículo 25, que tiene su antecedente en el artículo 17 de la constitución derogada. 4.La libertad de escoger profesión u oficio es garantía consagrada en el artículo 26. Sin embargo, la ley puede exigir título de idoneidad. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica son de libre ejercicio, salvo que impliquen un riesgo social, lo cual implica que en caso de darse el riesgo social no existe la libertad de ejercicio. Prevé el artículo la posibilidad de agrupar las personas en colegios cuya estructura y funcionamiento deben ser democráticos y a los cuales la ley les puede encomendar funciones públicas. Los comentarios hechos en los dos últimos párrafos son innovaciones sobre el texto del artículo 39 de la anterior constitución. 5.El derecho de asociación queda incluido en el artículo 38 para las “distintas actividades que las personas realizan en sociedad”, y que la anterior constitución incluía en su artículo 44 pero limitando a las no contrarias a la moral o al orden legal. Al no prever la regulación legal, el derecho de asociación ha quedado ilimitado, es decir, podrán existir asociaciones contrarias a las órdenes expresadas. 6.Específicamente es tratada la constitución de asociaciones y sindicatos para empleadores y trabajadores por el artículo 39, sin intervención del Estado y cuyo reconocimiento jurídico se produce con la simple inscripción del acta de constitución. Estas organizaciones en su estructura interna y funcionamiento se sujetarán al orden legal y los principios democráticos. La cancelación o suspensión de la personería jurídica sólo podrá hacerse por vía judicial. El derecho de asociación sindical ha sido establecido en forma general y absoluta para empleadores y trabajadores sin intervención del Estado, salvo para los miembros de la fuerza pública, el fuero sindical ha pasado a ser de categoría constitucional y la cancelación de las personas jurídicas es procedente sólo por la rama judicial. 2.4. DE LOS DERECHOS SOCIALES, ECONOMICOS Y CULTURALES El Capítulo II trata “De Los Derechos Sociales, Económicos y Culturales”, que hace parte del Título II “De los Derechos, Garantías y los Deberes” y tiene referencia expresa a la seguridad social en los artículos que más adelante comentaremos. Grandes y profundas transformaciones en la vida y la actividad humana, individuales y colectivas, han hecho que el Estado incorpore en su Ley Fundamental principio de preceptos de derecho social, que prácticamente comienzan a tener vigencia y efectiva aplicación a partir de la Revolución Industrial del Siglo XIX, como consecuencia de la pugnaz división de clases en que la máquina y el industrialismo sumieron a la familia, y de la insurgencia en el campo jurídico político que aquella provocó, hoy no del todo atenuados, en la nueva era post-industrial. Efectivamente, la aspiración de libertad fundamentó la Revolución Francesa y su Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, dio lugar a una evolución constitucional que consagraba libertades, frente a las cuales, sucesivamente fueron emergiendo nuevas aspiraciones que sustitutivamente buscan establecer derechos como nueva expresión de igualdad. Son estos los “Derechos Sociales” que ya no implican como en las libertades una capacidad para actuar o decidir, sino una facultad para reclamar del Estado el cumplimiento de las funciones encomendadas. Son los nuevos “poderes de exigir” que tienden a extender a todos lo que estaba reservado a una minoría, viniendo a constituir un avance en la igualdad de hecho. Gracias, pues, a la evolución estructural y funcional de la sociedad humana, a su desarrollo cívico y cultural, a su renovada y decidida voluntad de progreso, de conquistar en niveles de vida acordes con su condición o categoría, el derecho social ha llegado a ser principio del derecho público, canon fundamental de las Constituciones Modernas que ya no son sólo Estatutos políticos sino también sociales. Con razón escribió el ilustre jurista Mirkine Guetzevicth: “Las nuevas Constituciones han sido redactadas en una época en que ningún partido político puede ignorar la cuestión social. En el siglo XX, el sentido social del derecho no es ya una doctrina, no es ya una escuela jurídica, es la vida misma. No va a ser posible distinguir entre el individuo político y el individuo social; asistimos a la transformación, no solamente de la teoría general del Estado, sino también de la doctrina de los derechos individuales. El Estado no puede ya limitarse al reconocimiento de la independencia jurídica del individuo, sino que debe crear un mínimo de condiciones necesarias para asegurar la independencia social. De aquí dos procesos simultáneos: por una parte, entre los derechos individuales figura poco a poco la defensa de la persona social, y por otra parte, en nombre de un principio objetivo, solidaridad, orden público, etc. (No queremos vincular la Constitución del hecho a una determinada doctrina). En nombre de éste principio social superior asistimos a la limitación de ciertos derechos fundamentales, en particular del derecho de propiedad que va evolucionando a ojos vista. Es decir que hay, al mismo tiempo, extensión de los derechos individuales y ciertas limitaciones de aquellos derechos fundamentales anteriormente proclamados”. Si pues la cuestión social ha sido y es la más trascendente de cuantas se vienen agitando en los tiempos actuales, como producto de la lucha de clases, desatada a partir de la evolución operada en el campo económico laboral, el derecho social ha venido a ser la respuesta y solución a los problemas que aquélla ha planteado en el campo jurídico. La evolución del derecho constitucional primero planteó las constituciones escritas que buscaron el imperio de la ley con la arbitrariedad del gobernante, y luego, da lugar a “constitucionalismo social”, que, a los textos de las declaraciones y garantías individuales, agrega los pronunciamientos de orden económico y social tendientes a lograr que la justicia social sea realidad. [ 0003 ] 3.DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL 3.1. ANTECEDENTES NACIONALES Aunque Simón Bolívar, uno de los gestores de la organización política de la Nación Colombiana, está considerado entre los primeros en utilizar en documento político el término de “seguridad social”, ésta no fue expresamente considerada en la Constitución de la República. Anotamos que el pronunciamiento por esa época estaba referido a la seguridad común y no al concepto de la seguridad social actual, noción que aparece un siglo después. Con todo, desde un comienzo en la Carta Fundamental del Estado Colombiano, se incorporaron principios jurídicos políticos relacionados con los derechos sociales que son soportes de los objetivos buscados por la seguridad social. Herederos intelectuales de los ideólogos franceses, anglosajones y norteamericanos de fines del Siglo XVIII, nuestros primeros constituyentes, inspirados en los movimientos políticos de entonces, trasladaron a las Constituciones iniciales de la República muchos de los principios y postulados que en el campo del derecho se gestaron a partir de la Revolución Francesa. En cánones tomados de su fuente sin otra modificación que la versión o traducción al español, las primeras constituciones reconocieron los derechos de trabajo, propiedad, libre asociación, libertad de industria, libertad de profesión y oficio y otros de los llamados derechos sociales; muchos de ellos puestos en vigencia y exaltados en algunos casos exageradamente - a la cima jerárquica de los derechos humanos, entonces con razón denominados los derechos del hombre, durante los dos grandes sismos que removieron y transformaron el mundo político y económico de la segunda mitad del Siglo XVIII. Sin embargo, es de observar que sólo hasta en 1936 se vino a consagrar de manera expresa en la Constitución Nacional la noción moderna del derecho social. Es cierto que en el texto original de la Constitución de 1886 (ago. 4), Título III (De los Derechos Civiles y Garantías Sociales) se incorporó este principio, que posteriormente fue complementado hasta convertirse en el germen constitucional de las disposiciones nacionales sobre Derecho Social: “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en sus vidas, honra y bienes, y asegurar el respeto recíproco de los derechos naturales, previniendo y castigando los delitos” (art. 19). Pero fue en 1936 cuando, por el artículo 9º del acto legislativo 1, que pasó a ser el artículo 16 de la Constitución de entonces, se habló clara y directamente de los “deberes sociales del Estado y de los particulares”, en un canon que textualmente dice: “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en sus vidas, honra y bienes y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares” (el subrayado es nuestro y se refiere a la parte del texto que difiere del original, o sea, del aprobado en 1886). Como se puede deducir de la simple lectura y comparación de los dos textos transcritos, la parte inicial de la norma consagrada en 1886 quedó vigente en la reforma de 1936, es decir, la relativa al fin y razón de ser de la autoridad respecto a los derechos de los ciudadanos. Empero, en 1936 la norma fue complementada de manera que se puede considerar trascendental, al proclamar los deberes sociales del Estado y de los particulares y establecer que es función inherente, ineludible e irrevocable de las autoridades de la República garantizar y hacer cumplir tales deberes, tanto por parte de los organismos oficiales como de las personas y entidades privadas. La consagración constitucional de los derechos sociales, que de suyo involucran, contienen o relacionan con la seguridad social, data de 1936, año en el que se proclamó “El trabajo es una obligación social y gozará de la especial protección del Estado” (art. 17 del acto legislativo 1, que pasó a ser el art. 17 del texto constitucional integrado). “Se garantiza el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos. La ley reglamentará sus ejercicios” (Correspondiente al inc. 20 del art. 20 del acto legislativo 1). “La asistencia pública es función del Estado. Se deberá prestar a quienes careciendo de medios de subsistencia y de derecho para exigirla de otras personas, estén físicamente incapacitadas para trabajar”. “La ley determinará la forma como se preste la asistencia y los casos en que deba darla directamente el Estado”. artículo 19 (Correspondiente al art. 16 del acto legislativo 1). “... Cuando la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad reconocida por la misma ley, el interés privado deberá ceder al interés publico o social. La propiedad es una función social que implica obligaciones”. “Por motivos de utilidad pública o de interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación, mediante sentencia judicial o indemnización previa”, Art. 30 de la Constitución (Correspondiente al art. 10 del acto legislativo 1/36; al art. único del acto reformatorio de la Constitución 6 de 1945 y a los artículos. 31 y 32 del texto original aprobado en 1886). Otra norma de idénticas proyecciones, por medio de la cual se facultaba al Estado para que intervenga en la actividad privada con el fin de dar la organización y orientación debidas tendientes a la instauración y conservación de la equidad y la justicia entre los factores de producción capital y trabajo, lo fue el artículo 32 de la Constitución Nacional, correspondiente a los artículos 11 del acto legislativo 1 del citado año, y al artículo 4º del acto legislativo 1 de 1945, que manifiesta: “El Estado puede intervenir por medio de leyes en la explotación de las industrias o empresas públicas y privadas, con el fin de racionalizar la producción y distribución de las riquezas, o de dar al trabajador la justa protección a que tiene derecho. Las leyes que se dictan en ejercicio de la facultad que otorga este artículo, requiere para su aprobación el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros de una y otra Cámara” (el subrayado es nuestro). “Esta función no podrá ejercerse en uso de las facultades del artículo 76, numeral 12 de la Constitución”. La norma permitía al legislador dictar las disposiciones del caso tendientes a regular la intervención estatal y así como podía ser mínima, cabía la posibilidad de ser de tal magnitud que variara fundamentalmente la organización económica de la libre empresa que hasta los momentos actuales ha predominado, para cimentar un régimen completamente interventor. Como se puede apreciar, las más importantes normas jurídico sociales contenidas en nuestra anterior Carta Fundamental datan de 1936, año en el cual la Constitución expedida en 1886 fue reformada y adicionada sustancialmente para incorporarle, o incorporándole, los principios del derecho social en boga en la mayor parte de las naciones civilizadas, como consecuencia del planteamiento y reactualización hechas por eminentes tratadistas, entre ellos el célebre León Duguit, maestro que inspiró a buen número de los autores de la Reforma Constitucional citada y que luego se complementó en 1945. En relación con los tópicos expuestos, el doctor Rafael Bernal Jiménez en su informe a la Comisión de Estudios Constitucionales, creada en 1.952 para preparar la Reforma a la Carta, que entonces se proyectaba, presentó a la consideración un título nuevo para incorporarse al texto constitucional que trataba de los “Derechos y Deberes Sociales”, integrado por once artículos y al mismo tiempo efectuaba las siguientes consideraciones. “El artículo 17 de la Carta vigente, que declara el trabajo una obligación social, el 18 que garantiza el derecho de huelga y el 19 que establece la asistencia pública como función del Estado, fueron introducidos por la Reforma de 1936. A pesar de que tal Reforma se realizó al impulso de nuevas y muy fundamentales transformaciones en el mundo de las relaciones laborales, ella dejó inmensos vacíos en el ámbito de la asistencia social. Nada se estatuyó sobre salario vital, nada sobre el fuero de la familia como célula fundamental de la sociedad. Tampoco las constituciones colombianas anteriores, establecieron nada sobre éstas materias. Ello es explicable por el hecho de que el gran conflicto social que tan rudamente venía conmoviendo los pueblos europeos durante la última mitad del Siglo XIX, no tuvo repercusiones mayores en aquella época, ni en los primeros lustros del actual, sobre el mundo iberoamericano. El gran problema del proletariado no podía adquirir caracteres conflictivos en pueblos que aún no habían ingresado en la etapa del desarrollo industrial. Otros eran los motivos que preocupaban a nuestros constituyentes y legisladores anteriores al año 36: la orientación federalista o unitaria de la Nación, las relaciones entre la potestad civil y la eclesiástica, la regulación de las atribuciones de los diferentes poderes públicos, el Estatuto de las libertades y garantías individuales. Todo ello estaba tocado de estricta juridicidad y se resentía de las tendencias acentuadamente individualistas que dominaban en los pueblos latinos de América como emanación del espíritu de la Revolución Francesa. Tal etapa se halla ya superada por los hechos de los últimos tiempos. Aquello que trae hoy conmovido el universo, no es una cuestión especulativa sobre la amplitud del ámbito de las libertades, sino un problema de más honda y trascendental resonancia; se trata de saber hasta qué punto el Estado puede y debe intervenir en la solución de la pugna en que vienen enfrentadas las clases sociales en todo el universo y que amenaza precipitar a todo él en una nueva y aniquiladora hecatombe“. Aún cuando ni la seguridad social, ni el Seguro Social, estaban consagrados expresamente en el texto anterior de la Constitución Nacional Colombiana, esta, empero, como se acaba de ver, sí hace referencia a los llamados Derechos Sociales, que fueron incorporados a ella en las reformas de 1936 y 1945, como consecuencia de las tendencias predominantes entonces en los campos del derecho y la política, aunque en forma irregular y deficiente, de acuerdo con las observaciones formuladas por el doctor Bernal Jiménez, a quien, precisamente, le correspondió elaborar y presentar en la Comisión de Estudios Constitucionales, ya mencionada, el articulado sobre los Derechos y Deberes Sociales de la reforma proyectada, en la cual tampoco se hacía referencia específica ni a la seguridad social ni al Seguro Social obligatorio, aunque por aquél tiempo el Instituto Colombiano de Seguros Sociales ofreció a la Comisión de Estudios Constitucionales presentar “un estudio relativo a la incorporación del principio de seguridad social entre las normas constitucionales colombianas”. El artículo 32 antes expresado fue sustituido por el artículo 60 del acto legislativo 1 de 1968 que “garantiza la libertad de empresa privada y la iniciativa privada dentro de los límites del bien común, pero la dirección general de la economía estará a cargo del Estado. Éste intervendrá, por mandato de la ley, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes y en los servicios públicos y privados, para racionalizar y planificar la economía a fin de lograr el desarrollo integral”. Por otra parte, complementa el acto legislativo, “Intervendrá también el Estado, para dar pleno empleo a los recursos humanos y naturales, dentro de una política de ingresos y salarios, conforme a la cual el desarrollo económico tenga como objetivo principal la justicia social y el mejoramiento armónico e integrado de la comunidad, y de las clases proletarias en particular”. El texto anterior no obedece a una proyección filosófica única; así cuando dispone “la libertad de empresa y la iniciativa privada”, recoge las tendencias individualistas o liberales clásicas, pero, al enmarcarla dentro del “bien común”, involucra las metas de la doctrina social cristiana, y una y otra, son contrarias a la “dirección general de la economía a cargo del Estado” y su intervención en “producción, distribución, utilización y consumo de los bienes y servicios públicos y privados, para racionalizar y planificar la economía” que incluyen la concepción marxista de un Estado todopoderoso, interventor y planificador. El inciso 2º inserta la intervención del Estado para dar pleno empleo a los recursos humanos y naturales, e incluye igual mezcla entre “política de ingresos y egresos”, conforme el “desarrollo económico”, para proteger las “clases proletarias” frente a los objetivos de “justicia social” y “mejoramiento armónico de la comunidad”. Como se ha visto, repetimos, nuestra anterior Constitución no consagraba en forma perentoria un derecho de seguridad social, pero sí, varios de sus principios, a través de la protección al trabajo, la asistencia pública, la intervención del Estado en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, el pleno empleo, la política de ingresos y egresos, junto con la finalidad social del Estado. En cierta forma, la protección a la persona se debatía entre un concepto de asistencia pública debida a los indigentes, con fuertes raingambres en la caridad y la beneficencia pública, y un régimen de previsión social previsto para los trabajadores. 3.2. REGULACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL 1.Primordialmente la seguridad social está contemplada en el artículo 48 que dice: “La seguridad social es un servicio público de carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en sujeción a los principias de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la ley”. “Se garantiza a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la seguridad social”. “El Estado, con la participación de los particulares, ampliará progresivamente la cobertura de la seguridad social que comprenderá la prestación de los servicios en la forma que determine la ley. La seguridad social podrá ser prestada por entidades públicas o privadas, de conformidad con la ley”. “No se podrán destinar ni utilizar los recursos de las instituciones de la seguridad social para fines diferentes a ella”. “La ley definirá los medios para que los recursos destinados a pensiones mantengan su poder adquisitivo constante”. El derecho tiene las características siguientes: 1.Servicio público de carácter obligatorio. 2.Dirección, coordinación y control a cargo del Estado. 3.Sujeción del derecho a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. 4.Derecho irrenunciable para todos los habitantes. 5.Ampliación progresiva de la cobertura. 6.Prestación de los servicios en la forma que determine la ley. 7.Gestión por parte de entidades públicas o privadas. 8.Garantía sobre el destino de los recursos de la seguridad social. 9.Poder adquisitivo constante de los recursos para pensiones. De acuerdo con los numerales anteriores hacemos las siguientes consideraciones: 3.2.1. SERVICIO PÚBLICO DE CARÁCTER OBLIGATORIO En la inclusión de la seguridad como derecho social, nuestra Constitución Nacional recoge las nuevas tendencias de incluir deberes a cargo del Estado en vez de proclamar libertades individuales propias de las constituciones inspiradas en la Declaración de los Derechos del Hombre y Ciudadano de la Revolución Francesa. La forma como el Estado atiende sus deberes no es otra que mediante la organización del servicio público. La afirmación que hace el artículo en referencia respecto al carácter obligatorio del servicio público, implica que la vinculación no es voluntaria sino imperativa, es decir, puede y debe aplicarse a todas las personas, las cuales no tienen libertad para acogerse o no al sistema de protección social que determine el Estado, sino por el contrario, están obligadas. Esta característica es propia de la seguridad social y encuentra su primer antecedente en los seguros sociales obligatorios, implantados inicialmente por Alemania al finalizar el siglo pasado. 3.2.2. DIRECCIÓN, COORDINACIÓN Y CONTROL A CARGO DEL ESTADO Por cuanto la seguridad social ha sido incorporada entre los fines del Estado, es obvio que corresponda la suprema dirección, que además surge del mismo carácter obligatorio que se le da, el cual no puede alcanzarse sino mediante la ley. La coordinación es necesaria para su debida eficacia e implica una fase planificadora. La función de control o inspección es característica del servicio público. Estas notas son convenientes, sobre todo, si se observa que la seguridad social no está a cargo de un ente único estatal, sino que por el contrario es pluralista y así, a su realización confluyen los sectores público y privado. 3.2.3.SUJECIÓN LOS PRINCIPIOS DE EFICIENCIA, UNIVERSALIDAD Y SOLIDARIDAD Como primer principio orientador se ha dispuesto la eficiencia o sea que el servicio público previsto debe ser efectivo para satisfacer la necesidad social. Como segundo elemento orientador está la universalidad consistente en que todos los habitantes tienen derecho a las prestaciones propias del sistema de seguridad social, independiente de su actividad o capacidad económica. La universalidad viene a ser sinónimo de generalidad, totalidad inespecífica o común, cabe decir, lo que “es de todo o todos o para todo o todos”. La universalidad en una concepción amplia viene a comprender la protección general para todas las personas (universalidad sujetiva) contra todos los riesgos (universalidad objetiva) que se reduce a la fórmula de “a todos contra todo”. Efectivamente, la constitución al disponer la seguridad social para todos los habitantes, acoge el principio de la universalidad que implica la generalidad de un cambio fundamental, pues, la mayoría de las normas colombianas en la materia han estado referidas a la población laboral, porque, entre otras circunstancias habían tenido inspiración el sistema alemán Bismarkiano que tiene esa característica y no en el inglés cuyas tendencias inspiran esta parte. La solidaridad que es el tercer principio orientador, implica el compromiso u obligación de los integrantes de la comunidad en orden a satisfacer las necesidades de sus miembros. Superado el individualismo, la sociedad se desenvuelve dentro de un nuevo concepto emanado de la naturaleza misma de sus componentes que viven en comunidad y que requieren solventar sus apremios sobre las bases de la cooperación. La solidaridad emerge como un deber colectivo resultante de la ley natural, determinados por la ley. 3.2.4. DERECHO IRRENUNCIABLE PARA TODOS LOS CIUDADANOS Es característica de la legislación social su carácter de imperatividad o irrenunciabilidad como consecuencia de ser norma de orden público. Nuestro Código Sustantivo de Trabajo, había creado esta garantía en relación con las normas protectoras de trabajo que cubre el régimen prestacional y que hoy se ha incorporado en la nueva Carta Fundamental. La irrenunciabilidad implica una restricción a los principios de autonomía de voluntad y libertad contractual por interés social. Las normas sobre la seguridad social son parte del orden público, entendiendo éste como el conjunto de condiciones fundamentales de la vida social instituidas en una comunidad jurídica y que por afectar la vida no pueden ser alteradas por voluntad de los individuos. Como consecuencia de este principio, las renuncias o las transacciones no son viables cuando afectan derechos determinados por la ley. La norma en análisis tiene su concordancia con el artículo 53 que dispone que el Congreso expedir el Estatuto de Trabajo dentro del cual ha de tener en cuenta, entre otros, la “irrenunciabilidad de los beneficios mínimos establecidos por las normas laborales” precepto que acoge el supuesto que, el trabajador, en razón de su Estado de necesidad opera compulsivamente sobre la libertad de su consentimiento, lo cual le forza a renunciar los derechos reconocidos por la ley. En Esta forma la irrenunciabilidad dispuesta, en una protección a tales garantías. La garantía en análisis, necesaria en una seguridad social de carácter laboral, pierde importancia frente a una seguridad social de carácter universal, pues, ésta ya no es garantía circunscrita a quienes están bajo vínculo contractual de trabajo. 3.2.5. AMPLIACIÓN PROGRESIVA DE COBERTURA Dispone el precepto constitucional que el Estado en colaboración con los particulares ampliará progresivamente la cobertura de la seguridad social, con lo cual parte de una posición realista, por cuanto se ha consagrado un derecho teórico para todos los habitantes que sólo mediante la extensión paulatina podrá tener acontecer. La cobertura en cierta forma es la medida del principio de la universalidad de la seguridad social que cubre tanto la sujetiva o personal, como la objetiva o amparo contra las contingencias sociales. La meta de una seguridad social generalizada y suficiente, solo puede lograrse mediante la incorporación paulatina de personas y el amparo de contingencias sociales de toda índole. 3.2.6.PRESTACIÓN DE LOS SERVICIOS EN LA FORMA QUE DETERMINE LA LEY La Constitución no definió el contenido de la seguridad social y dejó a la ley dar su precisión, circunstancia que es acertada porque los servicios son variables. Dentro de los seguros clásicos, los servicios prestados estaban encausados a satisfacer las necesidades básicas en relación con los seguros tradicionales de enfermedad-maternidad, accidentes de trabajo, enfermedad profesional, invalidez, vejez, sobrevivientes, cargas familiares y desempleo. El Convenio 102 de la Organización Internacional del Trabajo sobre normas mínimas de la seguridad social, incluye dentro de su contenido: asistencia médica, prestaciones monetarias por enfermedad, desempleo, vejez, accidente de trabajo y enfermedad profesional, maternidad, invalidez y sobrevivientes. Sin embargo, el contenido de la seguridad social, si bien mantiene la concepción inicial emanada de Beveridge en el sentido de prestar asistencia médica en forma general y en garantizar ingresos básicos a los necesitados, con el tiempo se ha venido ampliando para dar margen a la incorporación de nuevos conceptos que ya no tocan con un nivel mínimo de ingresos, sino propiamente con la calidad de vida. En todo caso, el contenido de la seguridad social, en cantidad y calidad de servicios, en su mayor parte, está condicionada a la capacidad de los recursos económicos utilizables. 3.2.7. GESTIÓN POR PARTE DE ENTIDADES PÚBLICAS O PRIVADAS El artículo seña la que la gestión de la seguridad social debe estar confiada a diversidad de entes administradores o sea que admite el pluralismo institucional, tanto del sector público como en el privado o bien la participación de unos y otros. En este punto la Carta toma una posición intermedia entre las corrientes individualistas para quienes la administración de la seguridad social debe estar en manos de los particulares, y las socialistas, quienes propugnan por el monopolio o exclusividad de la gestión por parte del Estado. 3.2.8.GARANTÍA SOBRE EL DESTINO DE LOS RECURSOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL El canon constitucional dispone que los recursos de las instituciones de seguridad social no pueden destinarse a fines diferentes e implica una garantía frente a las continuas desviaciones que suelen presentarse sobre el particular. Es frecuente que los Gobiernos en el afán de ejecutar sus programas se valgan de diferentes mecanismos para apropiarse o utilizar los recursos acumulados y propios de las instituciones de seguridad social, sobre todo, cuando las arcas del tesoro público están exhaustas. Esta situación es de mayor frecuencia respecto a las reservas constituidas en los seguros sociales de capitalización donde se acumulan sumas de gran volumen por el pago de las cotizaciones destinadas a cubrir las pensiones de vejez, invalidez y muerte. Llegado el momento de disfrute de las pensiones, no pueden sufragarse porque las reservas han sido gastadas en fines diferentes, creándose la gran frustración de seguridad social y una estafa pública a los cotizantes. 3.2.9.PODER ADQUISITIVO CONSTANTE DE LOS RECURSOS PARA PENSIONES El inciso 4º del artículo en análisis expresa que “La ley definirá los medios para que los recursos destinados a pensiones mantengan su poder adquisitivo constante”. La norma no está clara y suficientemente concebida, empero, trata un aspecto importante del financiamiento de la seguridad social. La intención del Constituyente fue la de evitar que los recursos de la seguridad social se invirtieran en operaciones con rendimiento escaso o insuficiente para mantener su valor real, teniendo en cuenta los antecedentes registrados en el Instituto de Seguros Sociales. Desde este punto de vista encomendó a la ley la definición de los medios destinados a tal fin y esto no es cosa diferente que la regulación de las inversiones, a fin que obtengan rendimiento adecuado, y lo pudiera haberlo expresado en forma nítida. El artículo fue insuficiente porque además del tema expresado, la garantía debiera implicar el financiamiento demandado para el pago de las pensiones y su revalorización periódica. Anotamos que el posterior precepto 53 viene a complementar Este artículo en cuanto afirma el derecho al pago oportuno y reajuste periódico. En los regímenes de pensiones basados en sistema de capitalización, los fenómenos anotados se remedian con base en una inversión apropiada de los recursos cuyos rendimientos compensen el deterioro monetario. Sin embargo, en los regímenes de reparto, el problema latente estriba en la insuficiencia de las apropiaciones presupuéstales de los diversos órdenes (nacional, distrital, departamental, municipal, etc.) y esta circunstancia no fue solucionada completamente por la norma constitucional en cita, que debiera incluir la ordenación presupuestal del gasto, como tampoco la revalorización de las pensiones, pues, no se trata simplemente de que los recursos de las instituciones conserven su valor, y las prestaciones o pensiones se reajusten anualmente, sino que éstas mantengan su poder real para que los jubilados conserven el nivel de ingreso poseído al momento del retiro. El artículo 85 seña la que son de aplicación inmediata los derechos incluidos en los artículos 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 23, 24, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 33, 34, 37 y 40. Como consecuencia de la exclusión del artículo 48 de la enunciación anterior, se infiere que el constituyente reconoció que el derecho de seguridad social es una meta del Estado social cuya aplicación total sólo vendrá a efectuarse con el tiempo. En el proyecto del Acto Reformatorio de la Constitución Política de Colombia 8, presentado por el Gobierno, el artículo 46, contemplaba el Derecho a la seguridad social y la Asistencia Públicas: “1. El Estado promover el desarrollo de un sistema de seguridad social que garantice protección en los casos de muerte, vejez, enfermedad, maternidad, accidentes de trabajo, invalidez y demás riesgos que señale la ley”. “2. Toda persona incapacitada para trabajar y desprovista de los medios necesarios para vivir, tiene derecho a la asistencia pública”. El Proyecto de Acto Reformatorio de la Constitución Política de Colombia 9, contenía una iniciativa de mejor corte, así: “Artículo 23. De la seguridad social Integral. Es un derecho de toda persona y una función del Estado y de los particulares que comprende la previsión, la asistencia, la protección y el fomento de los siguientes derechos: 1.Protección digna contra el hambre y la desnutrición. 2.Servicio integral y gratuito de salud física y mental y por maternidad. 3.Amparo de los riesgos de invalidez, vejez y muerte. 4.Estimular para la consecución de vivienda y para participar en las formas comunitarias de producción. 5.Descanso, cultura y recreación. Una ley marco establecerá el régimen de seguridad social integral, los organismos encargados de prestarla en los sectores público y privado y fijar los mecanismos de financiación, así como la articulación de la oferta pública y privada del servicio. Se protegerá muy especialmente a las madres, a los niños y a los ancianos”. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948, en su artículo 22 consagra la garantía en la forma transcrita seguidamente “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos Económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”. Se protegerá muy especialmente a las madres, a los niños y a los ancianos”. En Proyecto de Acto Reformatorio de la Constitución Política de Colombia 124, es de anotar que el Constituyente Hernando Herrera Vergara, proponía la reforma del artículo 19 de la constitución vigente en la forma que seguidamente se incluye: “La seguridad social es un servicio público a cargo de la Nación y un derecho de la persona humana, de carácter obligatorio, que se presta bajo la dirección, coordinación y control del Estado, con el objeto de permitirle al ciudadano una protección social integral que lo libere de las contingencias que puedan crearle un estado de necesidad”. “La financiación de la seguridad social estará a cargo del Estado y de la comunidad en forma solidaria en los términos y condiciones señalados por la ley”. “La asistencia pública será asumida directamente por el Estado cuando la persona no se encuentre vinculada a ningún régimen de seguridad social y deberá prestarse en todo caso a quien careciendo de medios de subsistencia y de derecho para exigirla de otras personas, se encuentre físicamente incapacitada para trabajar”. “La ley determinará la forma como debe prestarse la asistencia pública y el régimen administrativo, financiero y prestacional correspondiente”. El proponente, después de anotar la ausencia en el país de la norma constitucional reguladora de la materia argüía en favor de la iniciativa que “nadie podrá negar la necesidad existente entre nosotros hoy en día, acerca de su normatividad que elimine los insensibles propósitos de privatización del seguro social, evite el desmonte de los aportes estatales, la excesiva burocracia que ha impedido su funcionamiento y sepulte definitivamente el desbarajuste económico y la ineficiencia acrecentada del seguro y de los organismos de previsión social que existen en Colombia”. “Con la obligación del Estado a la seguridad social se atenderían en forma eficiente aquellas contingencias derivadas del accidente de trabajo, de las enfermedades, de la invalidez, la vejez y muerte, de la orfandad y desempleo, con las perspectivas de que su cobertura haga posible la asistencia pública a todos los habitantes del territorio nacional”. “Lo concerniente a la gestión compartida entre el Estado y los particulares que constituye el sistema más conveniente para el manejo de la seguridad social, deberán ser determinados por la ley, así como la responsabilidad que le corresponde a cada uno de los protagonistas o gestores”. “Con ello se interpreta el clamor nacional que sobre este punto se ha formulado, con el ánimo de contribuir a consolidar la verdadera justicia social que con la seguridad social de los colombianos el país anhela con prontitud”. El Proyecto del Acto Reformatorio de la Constitución Política 128 del que fue autor el constituyente Iván Marulanda Gómez, incluía un artículo nuevo relativo a la seguridad social y concebido en la forma siguiente: “El Estado interviene para alcanzar la capacitación y el empleo pleno de la población económicamente activa y su justa remuneración. También lo hace para que los hombres y mujeres trabajadores tengan el descanso y la recreación necesarios, lo mismo que la seguridad social. El Proyecto de Acto Reformatorio de la Constitución Política de Colombia 130, de que fue autor el constituyente Eduardo Faccio-Lince, convenía en su artículo 15 la materia que nos ocupa así: “La seguridad social es responsabilidad del Estado, para garantizar la protección de los derechos esenciales a toda persona”. “Al Estado corresponde la obligación de organizar, dirigir y desarrollar un Sistema de seguridad social para garantizar tales derechos, lo que podrá hacer por sus propios medios o por conducto de particulares”. “El Sistema de seguridad social en lo correspondiente al Estado, no podrá desarrollar acciones para la prestación directa de servicios que son competencia de los sectores responsables de asegurar la satisfacción de los derechos esenciales”. “La inversión social será la prioridad fundamental del Estado al asignar el gasto público”. En la parte pertinente de la sustentación de la iniciativa el proponente manifestaba: “El enfoque amplio y moderno de seguridad social comprende los Seguros Sociales y la previsión social que tienen como fin la protección del trabajador de los riesgos sociales, la asistencia social, y en general la satisfacción de las necesidades básicas del individuo y de la comunidad. Para la garantía de los derechos sociales esenciales, la seguridad social es entonces responsabilidad del Estado y éste tendrá como función organizar, dirigir y desarrollar un sistema de seguridad social, con el fin de unificar, dirigir y controlar todo lo relativo a esa responsabilidad”. “Vale la pena señalar que el Sistema de seguridad social no debe desarrollar actividades que sean competencia de sectores específicos, responsables a su vez de garantizar esos derechos esenciales: salud, nutrición, vivienda, educación, trabajo, recreación y cultura”. En la ponencia rendida “Sobre el Trabajo y el Trabajador”, por parte de los ponentes de la Comisión respectiva, la seguridad social hacia parte del artículo 40 concebido en la forma que a continuación se expone: “ART. 40. El Estado garantiza a los trabajadores la igualdad de oportunidades, garantiza el descanso necesario mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas remuneradas, la seguridad social integral, la capacitación y adiestramiento laboral, la promoción de centros de recreación, protección especial a la mujer y a la maternidad, y, vela por la seguridad e higiene en el trabajo. Queda abolido el trabajo para menores de 12 años”. 3.3.COMISIÓN PARA EL DESARROLLO DE NORMAS DE SEGURIDAD SOCIAL El artículo 57 de las disposiciones transitorias, dispone que el Gobierno formará una Comisión integrada por representantes propios y de los sindicatos, gremios económicos, movimientos políticos y sociales, campesinos y trabajadores informales, para que en un plazo de ciento ochenta dadas a partir de la vigencia de la Constitución, elabore una propuesta que desarrolle las normas sobre seguridad social. El estudio servirá de base al Gobierno para la preparación de proyectos de ley para su presentación al Congreso. La propuesta inicial hizo parte del Proyecto de Acto Reformatorio de la Constitución Política de Colombia 109 y corresponde al literal a) del artículo 7º que expresaba: “Dentro de los ciento ochenta (180) días siguientes a la fecha en que entre en vigencia esta Constitución, el Gobierno conformará una Comisión compuesta por delegados suyos, el órgano legislativo nacional, los partidos políticos, las etnias, de los campesinos, de las asociaciones comunales, los trabajadores y las universidades para que en un plazo de seis meses presenten un proyecto de ley orgánica, con una estructuración de la salud y la seguridad social acorde con esta Constitución”. 3.4.SEGURIDAD SOCIAL PARA LOS TRABAJADORES AGRARIOS El artículo 64 dispone como deber del Estado promover para los trabajadores agrarios de los servicios de seguridad social, junto con los de la educación, salud, vivienda, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de productos, asistencia técnica y empresarial, con el fin de mejorar el ingreso y la calidad de vida de los campesinos. El artículo en su parte inicial seña la la promoción del acceso progresivo de la propiedad en forma individual o colectiva. La norma en cita es programática y permite desarrollar toda clase de políticas en favor de los trabajadores agrarios, quienes, no sobra advertirlo, ya están incluidos en los pronunciamientos generales. En esta forma, el precepto constituye una repetición de principios dispuestos en forma universal. 3.5.NORMAS TRANSITORIAS SOBRE DESARROLLO DE LA SEGURIDAD SOCIAL 3.5.1.FONDO DE SOLIDARIDAD Y EMERGENCIA SOCIAL El artículo 46 de las disposiciones transitorias autoriza al Gobierno Nacional para poner en funcionamiento un fondo de solidaridad y emergencia social, adscrito a la Presidencia de la República, para financiar proyectos de apoyo a los sectores más vulnerados de la población colombiana, que deberá buscar recursos de cooperación nacional e internacional. 3.5.2.PLAN DE SEGURIDAD SOCIAL DE EMERGENCIA El artículo 47 de las disposiciones transitorias determina que la ley organizará un plan de seguridad social de emergencia por un período de tres años para las zonas afectadas por la violencia aguda. 3.5.3.INTEGRACIÓN DE UNA COMISIÓN PARA ELABORACIÓN DE UNA PROPUESTA DE DESARROLLO DE LAS NORMAS DE SEGURIDAD SOCIAL El artículo transitorio 57 que dispone la integración de una Comisión para que el un plazo de ciento ochenta (180) días a partir de la vigencia de la Constitución, elabore una propuesta que desarrolle las normas sobre seguridad social. [ 0004 ] 4. NORMAS COMPLEMENTARIAS Y ADICIONALES 4.1. RELACIÓN GENERAL Además de la regulación específica de los artículos 48 y 64 y las normas transitorias 46, 47 y 57, otras disposiciones hacen referencia o tocan aspectos concernientes con la seguridad social, y entre ellas están: 1.El artículo 42 sobre protección y derecho de familia. 2.La norma 43 sobre igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. 3.La pauta 44 sobre derechos de los niños. 4.El mandato 45 sobre protección a los adolescentes. 5.El canon 46 transitorio sobre asistencia a las personas de la tercera edad. 6.El precepto 47 sobre medidas referentes a los minusválidos. 7.La regla 49 sobre la atención de la salud y saneamiento ambiental como servicios públicos a cargo del Estado. 8.El apartado 50 sobre protección especial a los menores de un año. 9.El reglamento 51 sobre derecho a la vivienda digna. 10.La declaración 52 sobre derecho de recreación. 11.El pronunciamiento 53 que ordena la expedición del Estatuto del Trabajador sobre principios y garantías básicas que involucra la seguridad social. 12.La prescripción 54 referente a formación profesional y técnica y ubicación laboral de los trabajadores. 13.La prescripción 58 que Establece el derecho de propiedad privada y sus funciones señalando límites entre la actividad del Estado y las personas 14.La disposición 64 que seña la la promoción para el acceso a la tierra y la seguridad social para los trabajadores agrarios. 15.La orden 65 que trata sobre la protección para la producción de alimentos. 16.La disposición 67 sobre el derecho y acceso a la educación, conocimiento, ciencia, técnica y demás bienes y valores de la cultura. 17.El artículo 79 sobre el derecho a gozar de un ambiente sano. 18.La regla 80 sobre protección ecológica. 19.La pauta 81 sobre prohibición de fabricación, importación y posesión y uso de armas químicas, biológicas y nucleares, es como la introducción de residuos nucleares y derechos tóxicos; es como el ingreso y salida de recursos genéticos y su utilización de acuerdo al interés general. 20.El mandato 93 que dispone que los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso en cuanto reconocen derechos humanos y prohíben su limitación en casos de excepción, prevalecen en el orden interno. 21.El precepto 179 sobre el régimen de inhabilidades e incompatibilidades de los Congresistas que abarca gestiones y cargos en los entes de seguridad social que administran tributos o contribuciones parafiscales. 22.La declaración 333 sobre libertad de actividad económica. 23.El principio 334 que fija responsabilidad del Estado en la dirección de la economía. 24.El canon 338 que prevé como facultad propia del Congreso, las asambleas departamentales y los concejos distritales y municipales, la de imponer contribuciones fiscales y parafiscales en tiempo de paz. 25.La razón 339 que dispone la configuración de un Plan Nacional de Desarrollo. 26.La orden 340 que prevé el Consejo Nacional de Planeación con participación de los sectores públicos y privados. 27.El precepto 341 que dispone la forma de elaboración y aprobación del Plan Nacional de Desarrollo. 28.Los artículos 345, 346, 347 y 350 sobre la no percepción de contribuciones o impuestos no contemplados en el presupuesto, el gasto público y la formulación del presupuesto nacional. 29.El artículo 359 sobre la destinación inespecífica de las rentas nacionales, con las excepciones señaladas dentro de las cuales se encuentran las que con base en leyes anteriores, la Nación asigna a entidades de previsión social. 30.La guía 365 que modela los servicios públicos a fin de cumplir la finalidad social del Estado. 31.El artículo transitorio 43 que permite al Congreso, disponer por una sola vez, de ajustes tributarios cuyo producto se destine exclusivamente a la Nación para financiar el funcionamiento de las nuevas instituciones y atender las obligaciones derivadas de la reforma constitucional. 4.2.RELACIÓN ESPECÍFICA 4.2.1.PROTECCIÓN A LA FAMILIA, LA NIÑEZ, LA TERCERA EDAD Y LOS MINUSVÁLIDOS 4.2.1.1. PROTECCIÓN Y DERECHO DE LA FAMILIA El artículo 42 trata sobre la familia, y contiene los principios siguientes: 1.Reconocimiento como núcleo fundamental de la sociedad, constituida por vínculos jurídicos o naturales, mediante la decisión libre de un hombre y una mujer para confirmarla a través del matrimonio o de su voluntad. 2.Protección integral con garantía de inviolabilidad de su hora, dignidad e intimidad. 3.Constitución del patrimonio familiar inalienable e inembargable dentro de los parámetros señalados en la ley. 4.Igualdad de derechos de la pareja y respeto recíproco de todos los integrantes. 5.Igualdad de derecho de los hijos habidos dentro del matrimonio o fuera de él, ya sean adoptados, procreados naturalmente o mediante asistencia científica. 6.Facultad para que la pareja decida libremente sobre el número de hijos a sostener y educar mientras sean menores o impedidos. 7.Regulación por ley civil sobre las formas de matrimonio, edad y capacidad para contraerlo, deberes y derechos de los cónyuges, separación y disolución del vínculo. 8.Efectos civiles de los matrimonios religiosos en los términos de la ley. 9.Divorcio con arreglo a la ley civil. 10.Regulación legal sobre el Estado civil de las personas y consiguientes derechos y deberes. La protección a la familia como núcleo fundamental de la sociedad implica: 1.El derecho a fundar una familia que presupone el derecho al matrimonio y el derecho a tener hijos. 2.El derecho de subsistencia de la familia, que conlleva deberes de asistencia familiar para sus miembros, y del Estado, en orden de subsidiar o beneficiar las familias económicamente débiles. 3.El derecho a realizar los fines propios de la familia que presupone la libertad de recreación, de adopción, de educación de los hijos, la provisión de vivienda, el amparo por contingencias sociales del sostén de la familia, la transmisión hereditaria y servicios sociales de ayuda a sus miembros. La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, 1948, en su artículo 19 expresa que “Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia y disfrutar de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio”. Seguidamente la norma en cita agrega que “Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse matrimonio”; para rematar reafirmando que “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 23 seña la que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene especial protección del Estado”, “reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tiene edad para ello”, prohíbe celebrarse “sin el libre y pleno consentimiento de los contrayentes” y dispone para los Estados Partes la adopción de “medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y de responsabilidades de ambos esposos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en el caso de disolución del mismo. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos”. La familia debe estar libre de toda ingerencia arbitraria o ilegal como lo prevé el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 17. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1948, en su artículo VI proclamó que “Toda persona tiene derecho a constituir familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella”. La Carta Internacional Americana de Garantías Sociales en su artículo 17 dispone lo concerniente con la protección de la familia en los términos siguientes: 1.La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegido por la sociedad y el Estado. 2.Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta Convención. 3.El matrimonio no puede celebrarse sin el libre y pleno consentimiento de los contrayentes. 4.Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de disolución se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos. 5.La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera del matrimonio como a los nacidos dentro del mismo. 4.2.1.2.IGUALDAD DE DERECHOS ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER El artículo 43 dispone la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer y elimina toda forma de discriminación contra esta última, quien además goza de asistencia y protección del Estado durante el embarazo y después del parto. Prevé la creación de un subsidio alimentario a cargo del Estado para toda mujer desempleada o desamparada durante el embarazo y después del parto. Además, dispone la protección especial del Estado para toda mujer cabeza de familia. La forma de redacción del artículo, deja sin asistencia y protección a la mujer durante el parto, que, es cuando más lo necesita, pero, esta deficiencia, posible consecuencia de la premura con que fue aprobada la Constitución, se obvia como una interpretación lógica en tanto que la ley desarrolla garantías. La norma anterior es la reafirmación de principios internacionalmente aceptados tendiente al respeto universal de los derechos humanos y las libertades fundamentales sin distinción alguna, incluida específicamente la distinción por motivos de sexo, tal como lo proclama el artículo 2º de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, 1948. El artículo 25 dispone el derecho a cuidados y asistencia especiales para la maternidad y la infancia. La ONU, mediante Resolución 2263 de noviembre 4 de 1967 había adoptado una declaración sobre la eliminación de la discriminación por motivos de sexo, que dió lugar a la posterior Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (107 Sesión Plenaria, 18 de dic./79), abierto a la ratificación de los Estados, tendiente a: 2.1. Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consetudinarias y de cualquier otra índole que están basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres. 2.2.Garantizar que la educación familiar incluya una comprensión adecuada de la maternidad como función social y el reconocimiento de la responsabilidad común de hombres y mujeres en cuanto a la educación y al desarrollo de sus hijos, en la inteligencia de que el interés de los hijos constituir la consideración, primordial en todos los casos. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, también seña la para los Estados Contratantes el deber de garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos garantizados en dicho instrumento (art. 3º). La convención Americana sobre Derechos Humanos, en su artículo 24 dispone en forma general que: todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección. 4.2.1.3.DERECHOS DE LOS NIÑOS El artículo 44 garantiza como deberes fundamentales de los niños la vida, la integridad física, la salud y seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separado de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Dispone la protección contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajo riesgoso. Perentoriamente prescribe que gozarán de los demás derechos consagrados en la Constitución, leyes y tratados internacionales, ratificados por el Estado. Seña la para la familia, la sociedad y el Estado la obligación de proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Faculta a cualquier persona para exigir de la autoridad competente el cumplimiento de las obligaciones concernientes con los niños y la sanción para los infractores de sus derechos. Dispone prioridad de los derechos de los niños sobre las restantes personas. La conveniencia de disponer una protección especial para la infancia fue objeto de la Declaración de Ginebra de 1.924 sobre Derechos del Niño. El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama para la infancia cuidados y asistencia especiales, a la vez que dispone la protección social para todos los niños nacidos de matrimonio o fuera de él. El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 24 prevé que “Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y el Estado”, seña la además, que todo niño después de su nacimiento deber ser inscrito y tener un nombre, es como dispuso el derecho a adquirir una nacionalidad. En el ámbito continental la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José, 1969), había expresado: Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que en su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del estado. La Asamblea General de la ONU en su reunión del 20 de noviembre de 1989, adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual fue aprobada por Colombia por medio de la Ley 12 de 1991. El texto constitucional en análisis, incluye las partes esenciales de los pronunciamientos internacionales en referencia. 4.2.1.4.PROTECCIÓN A LOS ADOLESCENTES El artículo 45 seña la para los adolescentes: 1.El derecho de protección y a la formación profesional. 2.La participación activa en los organismos públicos que tengan a su campo la protección, educación y progreso de la juventud. La adolescencia es considerada como la edad que sucede a la niñez y que transcurre desde que aparecen los primeros indicios de la pubertad hasta la edad adulta. El artículo en estudio ha querido dar una protección especial a esta categoría poblacional. Sin embargo, en nuestro concepto, ya estaba incluida por el artículo 44 antecedente, por cuanto, la Convención sobre Derechos del Niño de la ONU y otra serie de pronunciamientos internacionales consideran niño a “todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad” (Convención sobre Derechos del Niño de la ONU, 1989, art. 1º). 4.2.1.5.PROTECCIÓN ESPECIAL A LOS MENORES DE UN AÑO El artículo 50 contiene un derecho adicional para los niños menores de un año, que no están cubiertos por algún tipo de protección o de seguridad social a fin que obtengan atención gratuita de cualquier entidad de salud que reciba aportes del Estado. La regulación de la materia corre a cargo de la ley. El artículo en cierta forma es una reiteración del derecho de seguridad social Establecido en el artículo 48 para todos los habitantes; sin embargo, por cuanto la obligación de la atención gratuita se impone a las instituciones de salud que reciban aportes del Estado, debemos entender que la norma consagra para los menores un derecho de salud y en esta forma, también es, un complemento o repetición del derecho de salud dispuesto para todas las personas mediante el artículo 50. 4.2.1.6.PROTECCIÓN A LA TERCERA EDAD Por intermedio del artículo 46 dispone la concurrencia del Estado, la sociedad y la familia para la protección y asistencia de las personas de la tercera edad y su promoción para la integración a la vida activa y comunitaria. Además les garantiza: 1.Los servicios de seguridad social integral. 2.Subsidios alimentarios en caso de indigencia. La prolongación de la vida como consecuencia del mejoramiento de la salud y bienestar trae para el mundo actual el envejecimiento de la población a la cual contribuye las bajas tasas de natalidad. Cuando a lo anterior se agregan los cambios verificados en la sociedad por la concentración en las ciudades, la reducción en la composición de las familias, la limitación de espacios en la vivienda y el retiro o exclusión del empleo a unos determinados límites de edad, se encuentra que ha nacido una nueva problemática como es la segregación de las personas que alcanzan la tercera edad. Aún cuando los ancianos constituyen una parte de la cobertura poblacional de la seguridad social, para los cuales se previó inicialmente las pensiones de vejez, hoy exige la implementación de medidas especiales que saquen a los ancianos del aislamiento social del nuevo orden y del psicológico que produce en ellos el peso de los factores analizados. El pronunciamiento constitucional implica reiterar para las personas de tercera todas. edad los derechos reconocidos en forma general a 4.2.1.7.PROTECCIÓN A LOS MINUSVÁLIDOS A través del artículo 47 es asignada al Estado la política de previsión, rehabilitación e integración social para los disminuidos físicos, sensoriales o psíquicos a quienes se prestar la atención especializada que requieran. La ONU en su Asamblea General del 20 de diciembre de 1.971 adoptó la “Declaración de los Derechos del Retrasado Mental” que consagra los siguientes derechos: 1.El retrasado mental debe gozar, hasta el máximo grado de viabilidad, de los mismos derechos que los demás seres humanos. 2.El retrasado mental tiene derecho a la atención médica y el tratamiento físico que requiera su caso, así como a la educación, la capacitación, la rehabilitación y la orientación que le permitan desarrollar al máximo su capacidad y sus aptitudes. 3.El retrasado mental tiene derecho a la seguridad económica y a un nivel de vida decoroso. Tiene derecho, en la medida de sus posibilidades, a desempeñar un empleo productivo o alguna otra ocupación útil. 4.De ser posible, el retrasado mental debe residir con su familia o en un hogar que reemplace al propio, y participar en las distintas formas de la vida de la comunidad. El hogar en que viva debe recibir asistencia. En caso de que sea necesario internarlo en un establecimiento especializado, el ambiente y las condiciones de vida dentro de tal institución, deberán asemejarse en la mayor medida posible a los de la vida normal. 5.El retrasado mental debe poder contar con la atención de un tutor calificado cuando esto resulte indispensable para la protección de su persona y sus bienes. 6.El retrasado mental debe ser protegido contra toda explotación y todo abuso o trato degradante. En caso de que sea objeto de una acción judicial, deberá ser sometido a un proceso justo en que se tenga plenamente en cuenta su grado de responsabilidad, atendidas sus facultades mentales. 7.Si algunos retrasados mentales no son capaces, debido a la gravedad de su impedimento, de ejercer efectivamente todos sus derechos, o si se hace necesario limitar o incluso suprimir tales derechos, el procedimiento que se emplee a los fines de esa limitación o supresión deberá entrañar salvaguardas jurídicas que protejan al retrasado mental contra toda forma de abuso. Dicho procedimientos deberá basarse en una evaluación de su capacidad social por expertos calificados. Así mismo, tal limitación o supresión quedará sujeta a revisiones periódicas y reconocerá el derecho de apelación a autoridades superiores. La misma organización en su Asamblea General del 9 de diciembre de 1.975 promulga la “Declaración de los Derechos de los Impedidos”, cuyos pronunciamientos corresponden a los transcritos a continuación: 1.El término “impedido” designa a toda persona incapacitada de subvenir por sí misma, en su totalidad o en parte, a las necesidades de una vida individual o social normal a consecuencia de una deficiencia, congénita o no, de sus facultades físicas o mentales. 2.El impedido debe gozar de todos los derechos enunciados en la presente declaración. Deben reconocerse esos derechos a todos los impedidos, sin excepción alguna y sin distinción ni discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, fortuna, nacimiento o cualquier otra circunstancia, tanto si se refiere personalmente al impedido como a su familia. 3.El impedido tiene esencialmente derecho a que se respete su dignidad humana. El impedido, cualesquiera sean el origen, la naturaleza o la gravedad de sus trastornos y deficiencias, tiene los mismos derechos fundamentales que sus conciudadanos de la misma edad, lo que supone, en primer lugar, el derecho a disfrutar de una vida decorosa, lo más normal y plena que sea posible. 4.El impedido tiene los mismos derechos civiles y políticos que los demás seres humanos; el párrafo 7º de la Declaración de los Derechos del Retrasado Mental se aplica a toda posible limitación o supresión de esos derechos para los impedidos mentales. 5.El impedido tiene derecho a las medidas destinadas a permitir lograr la mayor autonomía posible. 6.El impedido tiene derecho a recibir atención médica, psicológica y funcional, incluidos los aparatos de prótesis y ortopedia; a la readaptación médica y social; a la educación; a la formación y a la readaptación profesionales; a las ayudas, consejos, servicios de colocación y otros servicios que aseguren el aprovechamiento máximo de sus facultades y aptitudes y aceleren el proceso de su integración o reintegración social. 7.El impedido tiene derecho a la seguridad económica y social y a un nivel de vida decoroso. Tiene derecho, en la medida de sus posibilidades, a obtener y conservar un empleo y a ejercer una ocupación útil, productiva y remunerativa, y a formar parte de organizaciones sindicales. 8.El impedido tiene derecho a que se tengan en cuenta sus necesidades particulares en todas las etapas de la planificación económica y social. 9.El impedido tiene derecho a vivir en el seno de su familia o de un hogar que la sustituya y a participar en todas las actividades sociales, creadoras o recreativas. Ningún impedido podrá ser obligado, en materia de residencia, a un trato distinto del que exija su estado o la mejoría que se le podría aportar. Si fuese indispensable la permanencia del impedido en un establecimiento especializado, el medio y las condiciones de vida en él deberán asemejarse lo más posible a los de la vida normal de las personas de su edad. 10.El impedido debe ser protegido contra toda explotación, toda reglamentación o todo trato discriminatorio, abusivo o degradante. 11.El impedido debe poder contar con el beneficio de una asistencia letrada jurídica competente cuando se compruebe que esa asistencia es indispensable para la protección de su persona y sus bienes. Si fuere objeto de una acción judicial, deberá ser sometido a un procedimiento justo que tenga plenamente en cuenta sus condiciones físicas y mentales. 12.Las organizaciones de impedidos podrán ser consultadas con provecho respecto de todos los asuntos que se relacionen con los derechos humanos y otros derechos de los impedidos. 13.El impedido, su familia y su comunidad deben ser informados plenamente, por todos los medios apropiados, de los derechos enunciados en la presente declaración. 4.2.2.DERECHO A LA SALUD, SANEAMIENTO Y PROTECCIÓN AMBIENTAL 4.2.2.1.DERECHO A LA SALUD Y SANEAMIENTO Consagra el artículo 49 la atención de la salud y el saneamiento ambiental como servicios públicos a cargo del Estado. En virtud de tal pronunciamiento se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud. Como es obvio en todos los servicios públicos a cargo del Estado, se asignan las facultades para organizar, dirigir y reglamentar los servicios públicos de salud a los habitantes y de saneamiento común bajo los principios de solidaridad, universalidad y solidaridad. También prevé el artículo en cita la disposición de las políticas para la prestación de servicios de salud para entidades privadas y su vigilancia. Los servicios de salud deben organizarse en forma descentralizada, por niveles de atención y con participación de la comunidad. Encarga el texto de la constitución a la ley, la misión de señalar los términos de la atención básica para todos los habitantes con el carácter de gratuita y obligatoria. Finalmente la norma seña la como deber de toda persona el cuidado integral de su salud y de su comunidad. A medida que se ha ido estructurando el campo de la seguridad social, la salud ha pasado a ser uno de sus objetivos básicos. Efectivamente, dentro de la noción de los seguros sociales obligatorios aparecieron las prestaciones sanitarias por los considerados riesgos de enfermedad común, accidente de trabajo y enfermedad profesional, pero hoy, como lo advierte Marti Bufill, se supera el estudio de las prestaciones sanitarias independientes en función de contingencias sociales diversas, para considerar en toda su integridad la razón de ser de toda prestación sanitaria: la salud. En esta forma han perdido trascendencia la enfermedad, el accidente, la maternidad; para alzarse, con todo su vigor, el concepto de salud como factor preponderante y esencial en toda la dogmática protectora de la seguridad social. Siendo la seguridad social, un derecho de la persona y no de los asalariados, no cabe la menor duda que, la salud, es meta de garantía general, así se trate de lograr o alcanzar un estado de bienestar, o bien, de mantener y conservar un estado de equilibrio orgánico. Dentro del esquema clásico de la seguridad social laboral, ésta tuvo a su cargo el cuidado de los trabajadores y le correspondió a los sistemas de beneficencia pública o asistencia social, encargarse de la población indigente. Pero siendo la atención de la salud un deber del Estado y una meta de la seguridad social, lógico es que corresponde aquel dar respuesta única en la solución del problema. La Declaración de los Derechos Humanos 1948, reconoce el derecho a la salud, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios para su efectividad, según reza el canon 25. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, reconoce el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. Dentro de las acciones que deben adoptar los Estados Partes, figuran las necesarias para: -La reducción de la natalidad y mortalidad infantil y el sano desarrollo de los niños. -El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente. -La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole y la lucha contra ellas. -La creación de condiciones que aseguren a todos, asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en su artículo 11 reconoce que: toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondiente al nivel que permitan los recursos públicos y de la comunidad. 4.2.2.2.PROTECCIÓN AMBIENTAL El artículo 79 enfatiza que todas las personas tienen derecho a disfrutar de ambiente sano y seña la como deberes del Estado su protección y el fomento de la educación para el logro de tal fin. Otras medidas tendientes a prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental son previstos por el artículo 80 y además, como garantía adicional, el artículo 81 ha prohibido la fabricación, importación y uso de armas químicas, biológicas y nucleares, as como la introducción al territorio nacional de residuos nucleares y desechos tóxicos. Esta última disposición encomienda al Estado la regulación del ingreso y salida del país de recursos genéticos y su utilización acorde con el interés nacional. 4.2.3.DERECHO A LA VIVIENDA DIGNA La regla 51 incluye el derecho a la vivienda digna para todo colombiano. El Estado debe fijar las condiciones necesarias para garantizar el derecho, para lo cual le corresponde promover planes de vivienda de interés social, sistemas adecuados de financiación a largo plazo y formas asociativas de ejecución. El derecho de la vivienda está incluido en la Carta Internacional de los Derechos del Hombre, 1948, en su artículo 25 y en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966, en el artículo 11 también ha sido objeto de pronunciamiento en la Declaración de los Derechos del Niño, 1959, artículo 4º. La vivienda es un derecho programático ya que no se puede exigir como derecho sujetivo frente a uno obligado a satisfacerla. 4.2.4.DERECHO A LA RECREACIÓN El artículo 52 proclama para toda persona el derecho a la recreación, la práctica del deporte y el aprovechamiento del tiempo libre. Es misión del Estado fomentar las actividades anteriores e inspeccionar las organizaciones que cumplen tales fines, “cuya estructura y propiedad deberán ser democráticas”. El artículo está defectuoso o confusamente concebido, puesto que, si bien es cierto que las “organizaciones deportivas” pueden ser estructuradas o previstas en su Gobierno y administración en forma democrática, tal concepción no encaja respecto a la propiedad que hace relación al dominio de bienes. La garantía está relacionada con el goce de descansos y la limitación de la jornada laboral, de los cuales el artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, 1948, había predecido que “toda persona tiene derecho al descanso, el disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en su artículo XV seña la para toda persona el derecho al descanso, a honesta recreación y a la oportunidad de emplear el tiempo libre en beneficio de su mejoramiento cultural, espiritual y físico. La Carta Institucional Americana de Garantías Sociales en sus artículos 13, 14 y 15 trata sobre los derechos del trabajador al descanso semanal remunerado y en días festivos civiles y religiosos, así como a las vacaciones anuales igualmente remuneradas. 4.2.5.DERECHO A LA EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL 4.2.5.1.DERECHO A LA EDUCACIÓN La educación está constituida como derecho y declarada servicio público, ya sea pública o privada, mediante la cual se busca el acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y demás bienes y valores de la cultura, según reza el artículo 67. La educación tiene por misión formar a los colombianos en el respeto a los derechos humanos, la paz y la democracia y la práctica del trabajo y la recreación para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y protección del medio ambiente. La responsabilidad de la educación corre a cargo del Estado, la sociedad y la familia, siendo obligatoria entre los cinco y quince años y comprende un mínimo de un año de preescolar y nueve de educación básica. La educación es gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos. La Declaración de los Derechos Humanos, 1948, proclama que “toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos”. “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos del hombre y a las libertades fundamentales; favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre las naciones y todos los grupos étnicos y religiones; y promover el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”. “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”. El Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, partiendo del derecho de toda persona a la educación, seña la su orientación hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, para fortalecer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Enfatiza que la educación debe capacitar a todas las personas para participar en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos sociales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz. Son consideradas como metas para lograr el ejercicio pleno del derecho las siguientes: -Enseñanza primaria obligatoria y accequible a todos gratuitamente. -Enseñanza secundaria, incluyendo la técnica profesional, general y accesible a todos, con implantación progresiva de gratuidad. -Enseñanza superior accesible a todos con base en la capacidad de cada cual con implantación progresiva de gratuidad. -Educación fundamental para las personas que no han recibido o terminado el ciclo de la institución primaria. -Desarrollo del sistema escolar en todos los ciclos de la enseñanza, implantación de un sistema de becas y mejorar continuamente las condiciones materiales del cuerpo docente. La garantía adicional del respeto por la libertad de los padres o de los tutores legales para la escogencia de escuelas diferentes a las creadas por las autoridades públicas, siempre que satisfagan las normas mínimas prescritas y que la educación religiosa o moral está de acuerdo con sus convicciones. 4.2.5.2.DEBÉRES SOBRE LA FORMACIÓN PROFESIONAL Y TÉCNICA Y UBICACIÓN LABORAL DE LOS TRABAJADORES Mediante el canon señalado con el número 54 se responsabiliza al Estado y a los empleadores de responsabilidad de ofrecer formación y habilitación profesional y técnica a quienes la requieran. De otra parte el Estado debe propiciar la ubicación laboral de las personas en edad de trabajar y garantizar a los minusválidos el derecho a un trabajo acorde con sus condiciones de salud. 4.2.6.ESTATUTO DE TRABAJO El artículo 53 asigna privativamente al Congreso la expedición del Estatuto de Trabajo, que debe tener en cuenta los principios mínimos fundamentales siguientes: 1.Igualdad de oportunidades para los trabajadores. 2.Remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la calidad y cantidad de trabajo. 3.Irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en las normas laborales. 4.Facultad para transigir y conciliar derechos inciertos y discutibles. 5.Favorabilidad para el trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes normales de derecho. 6.Primacía de la realidad sobre las formalidades Establecidas por las sujetas de la relación laboral. 7.Garantía de la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario. 8.Protección especial a la mujer, la maternidad y el menor de edad. El mismo artículo dispone otras garantías no supeditadas a su inclusión en el Estatuto Laboral como son: 1.El derecho al pago oportuno y reajuste periódico de las pensiones. 2.La inclusión en la legislación interna de las normas internacionales del trabajo cuando hayan sido ratificadas por el país. 3.La supremacía de la libertad, la dignidad humana y los derechos de los trabajadores que no pueden ser menoscabados por la ley, contratos y convenios de trabajo. La norma, al asignar al Congreso la aprobación del Estatuto de Trabajo, es congruente con la disposición contenida en el numeral 1º del artículo 150 que prohíbe el otorgamiento de facultades extraordinarias al Presidente de la República para expedir códigos, leyes estatutarias, orgánicas, crear servicios administrativos o técnicas de las cámaras y decretar impuestos. 4.2.7.DERECHO DE PROPIEDAD 4.2.7.1.PROPIEDAD PRIVADA El artículo 58 garantiza el derecho de propiedad y demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos por leyes posteriores. Esta norma reemplaza al artículo 30 de la anterior codificación y en este aparte ha suprimido “el justo título” con arreglo a las leyes civiles objeto de la reglamentación anterior que corresponda al artículo 10 del acto legislativo 1 de 1936. Cuando la aplicación de una ley expedida por motivo de utilidad pública o interés social, resultan en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deber ceder al interés público o social. La propiedad es concebida como función social que implica obligaciones y le es inherente una función ecológica, parte esta última agregada al antiguo texto. Las formas asociativas y solidarias de asociación son promovidas y protegidas por el Estado en regulación nueva que se inserta en la regla comentada. Los motivos de utilidad pública o interés social definidos por el legislador dan lugar a expropiación por sentencia judicial e indemnización previa. La indemnización se hará consultando los intereses de la comunidad y el afectado. Podrá igualmente adelantarse expropiación por la va administrativa en los casos que determine el legislador, sujeta a posterior acción contencioso administrativa. El legislador, por razones de equidad, puede determinar los casos en los que no haya lugar al pago de indemnización, mediante el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros de una y otra Cámara. Las razones de equidad, los motivos de utilidad pública o de interés social, invocados por el legislador no son controvertibles judicialmente. La apropiación por vía administrativa y la exclusión de controversia judicial sobre las causas motivantes invocados por el legislador, son puntos nuevos que ocasionaron grandes discusiones. En el siglo pasado los partidos políticos tradicionales tuvieron un concepto absoluto de la propiedad privada hasta que la Constituyente de 1886 dispuso que el interés privado deba ceder ante el interés público. La concepción anterior proviene del Código de Napoleón que en su artículo 544 define la propiedad como el derecho de usar, gozar y disponer de las cosas en forma absoluta, siempre que no se haga un uso vetado por la ley y los reglamentos. La norma anteriormente citada inspiró numerosos códigos, entre ellos el nuestro, donde el artículo 669 define la propiedad o dominio “como el derecho real en una cosa corporal, para gozar o disponer de ella arbitrariamente, no siendo contra la ley o contra el derecho ajeno”. Aún cuando también se anota que tiene inspiración o coincidencia con el Código Civil de Austria de 1811 que trata sobre la facultad “para actuar según su propio arbitrio”. Empero, tenga una u otra inspiración, la nota esencial del derecho de propiedad es la disposición con entera libertad, que, vino a ser producto de la Revolución Francesa de 1789. La propiedad así concebida implicaba la posibilidad de someter al dominio individual toda clase de bienes, sin limitante cuantitativo; también para producir cosas o mercancías; por otra parte, da a los titulares el derecho de disposición por acto entre vivos como por causa de muerte; pero, además, se complementa con la compra de la fuerza de trabajo. En la reforma de 1936 se estatuyó que la “propiedad es una función social que implica obligaciones” en fórmula ampliamente controvertida por cuanto la propiedad en sí, no es una función, sino que tiene tal característica. La propiedad como “función social” implica que el derecho de propiedad ha dejado de ser absoluto, es más, ha perdido su calidad sujetiva para convertirse en un deber. El derecho de propiedad pasa del concepto individualista a la posición contraria de deber social que implica que se ejerce por interés ajeno. La propiedad es pues, uno de los derechos mayormente controvertidos en todo el proceso histórico de la humanidad y su diversa concepción filosófica, fundamento de los más variados tipos de organización política. Tomás Moro, en su célebre Utopía vive una sociedad con comunidad de bienes y obligación para el trabajo, que es de seis horas, lo cual basta de sobra para que todos tengan lo que necesitan, pues el reparto de los bienes es equitativo y el consumo sobrio, la ostentación y el gasto inútil no existe en Utopía. El dinero ha sido sustituido por el trueque en el mercado, donde los ciudadanos van a tomar lo que necesitan sin tener que dejar nada en cambio. Teniendo todas las personas lo necesario para vivir, todos son iguales y ello hace que no represente clases sociales entre los ricos y pobres, según sean o no propietarios. Tomás de Campanela en la Ciudad del Sol, funda una orden social con propiedad comunitaria y obligación de trabajar en actividades útiles cuatro horas diarias, presentándose un estadio de completa igualdad. El trabajo obligatorio para cada adulto que gozará de buena salud unido a la propiedad comunitaria de todos los medios de producción y utilización conjunta de la materia de consumo, lo que permitía reducir las horas de trabajo a solamente cuatro diarias. Es una verdadera comunidad donde eran todos ricos y pobres al mismo tiempo, ricos porque todos tenían lo que necesitaban; pobres porque ninguno poseía nada; pero al mismo tiempo, ellos no servían a las cosas, sino las cosas a ellos. Henri Rouvroi, Conde de Saint-Simon aduce todos los males de la sociedad al sistema capitalista y propugna por el establecimiento de una sociedad con obligación de laborar y una producción planificada. Fourier criticó el sistema de propiedad privada y propone la creación de cooperativas o falansterios donde todos laboran según sus inclinaciones para la formación de un fondo común encargado de satisfacer las necesidades. La humanidad deber de organizarse en una federación mundial. Desea que la monotonía, la incomodidad, el sufrimiento del obrero acaben mediante una mejor organización de su lugar de trabajo y del trabajo mismo. Es así como imagina unidades de trabajo que llama “Falanges” que laboran en emplazamientos especiales de producción que bautiza con el nombre de “Falasterios” donde se labora en armonía mutua, con la consiguiente eliminación de la competencia industrial, que crea esclavos del capitalista, el obrero que en ellos trabaje los considera como cosa propia y se sentirá identificados con ellos y con su propia labor. Cuando el mundo esté organizado en falasterios, habrá un Sistema General de Garantías merced al cual, todo individuo hallará servicios públicos que le acogerán en caso de necesidad, le encontrarán empleo y le ayudarán en caso de enfermedad. Roberto Owen, advierte la imperfección del sistema capitalista al igual que el esclavista o feudal siendo la solución el socialismo. Las máquinas como generadoras de bienes han producido riqueza para una clase y para la otra miseria, razón por la cual propugna por la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Considera que la moderna técnica productiva permitirá la existencia de un capital que cubrirá todas las necesidades generales, aún cuando para esto fuera preciso optar entre el trabajo agrario e industrial y el productivo e improductivo. Era necesario unir la agricultura y la industria en una comunidad. Los productos debían distribuirse equitativamente según las necesidades. Expuso así mismo un detallado plan de organización para el futuro Gobierno. Proudhom, Cabet y Hall, afirman que los grandes males recaen sobre la institución de la propiedad privada, sobre todo aquella referente a la tierra, las grandes fábricas y los medios de producción que debe abolirse a la par que el trabajo como obligación social, asegura a todos lo necesario para subsistir. El socialismo científico entraña la posición crítica de mayor importancia en contra del derecho de propiedad privada. Marx, Engels y Lenin, consideran que ella da lugar a la sociedad capitalista, donde de una parte están los propietarios de tierras, fábricas, medios de producción, etc., y de otra, los trabajadores que es la masa desposeída. Los primeros necesitan de los segundos para vender su fuerza de trabajo. El precio de la fuerza de trabajo se descompone en dos factores: el primero, es el salario que recibe el trabajador, y el segundo, “la plusvalía” que se reserva el capitalista. El trabajador recibe por su trabajo una suma inferior al precio de su fuerza de trabajo y la diferencia (plusvalía) es apropiada por el capitalista explotador porque con el salario no paga el valor efectivo de la fuerza de trabajo. La producción capitalista, no es tanto producción de mercancías, sino substancialmente, acumulación de plusvalía. La clase capitalista será siempre explotadora y la trabajadora explotada. Consecuente con la posición anterior, la doctrina marxistaleninista propugna porque los medios de producción no pueden ser objeto de propiedad privada, por el contrario, deben ser de propiedad de todo el pueblo; aquella, sólo puede recaer en cosas producidas por el trabajo personal y administradas sin el empleo de asalariados, es decir, sobre medios de vida y cosas de uso personal. Como resultado de la eliminación de la propiedad privada en los medios de producción, se llega a la eliminación de las dos clases sociales existentes: la capitalista y la asalariada. Además, toda persona está obligada a trabajar para producir riqueza social y tiene derecho a los medios básicos de vida que se traducen en habitación, salud, alimentación, educación, etc. La doctrina social de la iglesia católica defiende la propiedad privada pero se pronuncia contra su concentración y la miseria de las clases trabajadoras. León XIII, Pío X, Juan XXIII, son contrarios a la lucha de clases entre capitalistas y asalariados, condenan el afán de lucro, propugnan por el salario justo que permita al trabajador vivir decorosamente y hacerse propietario y ordenan que los capitalistas con sus rentas superfluas deben ayudar a los necesitados. El problema social, estiman, puede ser resuelto mediante la difusión de la propiedad privada a la mayor parte de la gente. En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, 1948, la propiedad, individual o colectiva, es derecho de toda persona, a quien no puede privársele arbitrariamente, según reza el artículo 17. 4.2.7.2. PROMOCIÓN PARA EL ACCESO A LA TIERRA Y SERVICIOS DE SEGURIDAD SOCIAL Y OTROS PARA LOS TRABAJADORES AGRARIOS Dentro de la regulación que se ha hecho de la propiedad, el artículo 64 seña la como deber del Estado la promoción al acceso progresivo de la tierra por parte de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa, y además, a los servicios de educación, salud, vivienda, seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de productos, asistencia técnica y empresarial, con el fin de mejorar el ingreso y la calidad de vida de los campesinos. El artículo no es técnico por cuanto los campesinos no constituyen una categoría diferente a las demás personas para las cuales diversas normas tratan en forma general sobre la Constitución de tales derechos o garantías. 4.2.7.3.PROTECCIÓN ESPECIAL PARA LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS La producción de alimentos gozar de la especial protección del Estado, conforme la regulación del artículo 65, que además seña la prioridad al desarrollo de las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales, as como la construcción de infraestructura física y adecuación de tierras. 4.2.8.RÉGIMEN ECONÓMICO Y HACIENDA PÚBLICA 4.2.8.1. LIBRE EMPRESA El artículo 333 trata sobre la libertad de actividad económica e iniciativa privada dentro de los límites del bien común, para lo cual, no se podrán exigir permisos previos, ni requisitos no autorizados por la ley. La norma en cita complementa la regulación en la forma siguiente: 1.La libre competencia económica es un derecho de todos que supone responsabilidades. 2.La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones. El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimular el desarrollo empresarial. 3.El Estado, por mandato de la ley, impedir que se obstruya o se restrinja la libertad económica y evitar o controlar cualquier abuso que personas o empresas hagan de su posición dominante en el mercado nacional. 4.La ley podrá delimitar el alcance de la libertad económica cuando as lo exijan el interés social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación. 4.2.8.2.DIRECCIÓN DE LA ECONOMÍA El Estado es responsable de la dirección general de la economía en armonía con el precepto señalado con el número 334. A los fines anteriores intervendrá, por mandato de ley, en la explotación de los recursos naturales, el uso del suelo, la producción, distribución, distribución y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para racionalizar la economía con el fin de conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de las oportunidades y los beneficios del desarrollo y la prevención de un ambiente sano. En forma especial ha sido prevista la intervención del Estado, para dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar a todas las personas, en particular, a los de menores ingresos que tengan acceso efectivo a los bienes y servicios básicos. También para promover la productividad y la competitividad y el desarrollo armónico de las regiones. 4.2.8.3.CONTRIBUCIONES FISCALES Y PARAFISCALES, FUNCIÓN RESERVADA AL CONGRESO, ASAMBLEAS Y CONCEJOS El precepto 338 dispone como función propia del Congreso, las Asambleas Departamentales y Concejos Distritales y Municipales, la de imponer contribuciones fiscales y parafiscales en tiempo de paz. Por otra parte precisa que la ley, las ordenanzas y los acuerdos deben fijar, directamente, los sujetos activos y pasivos, los hechos y las bases gravables y las tarifas de los impuestos. Además dispone que las leyes, ordenanzas y acuerdos reguladores de contribuciones que tengan por base hechos ocurridos durante un período determinado, tendrán aplicación sólo para el tiempo futuro a partir de la vigencia de la norma. La norma constitucional recoge las nuevas tendencias de la hacienda pública al incluir el nuevo concepto de la parafiscalidad para incluir en el las tasas destinadas a determinados organismos públicos o privados, que tienen la característica de ser extrapresupuestales y entre las cuales están las impuestas a los empleadores por razones sociales para el Servicio Nacional de Aprendizaje, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Instituto de Seguros Sociales, Cajas de Previsión Social, Cajas de Compensación Familiar, etc. y otras, como las pertinentes al Fondo de Transporte, retención cafetera, fomento arrocero, entre una variedad, que son gastos de carácter coactivo impuestos por el Estado. La no retroactividad de las normas fiscales y la precisión de los sujetos, hechos y bases gravables, son medidas saludables, as como su restricción al pronunciamiento de los cuerpos electivos que hacen norma constitucional el principio de no tributación sin representación. 4.2.8.4.DESTINACIÓN INESPECÍFICA DE LAS RENTAS NACIONALES El artículo 359 dispone que las rentas nacionales no podrán tener destinación específica. Sin embargo, Establece las siguientes excepciones: 1.Las participaciones previstas en la Constitución en favor de los Departamentos, Distritos y Municipios. 2.Las destinadas para inversión social. 3.Las que, con base en leyes anteriores, la Nación asigna a entidades de previsión social y a las antiguas Intendencias y Comisaras. 4.2.8.5.REAJUSTE TRIBUTARIO ÚNICO PARA ATENDER LAS RESPONSABILIDADES DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL El artículo 43 de las disposiciones transitorias autoriza al Congreso, por una sola vez, para disponer ajustes tributarios cuyo producto se destine exclusivamente a la Nación a efecto de financiar el funcionamiento de las nuevas instituciones y atender las obligaciones derivadas de la reforma constitucional, que no hayan sido compensados por disminución de gastos o traslado de responsabilidades. También dispone el artículo en cita, que si en el plazo de diez y ocho meses, el Congreso, no ha efectuado tales ajustes fiscales y es evidente que los esfuerzos de la administración para ser más eficiente el recaudo y para disminuir el gasto público a nivel nacional no ha sido suficiente para cubrir los nuevos gastos, el Gobierno Nacional podrá dejar de aplicar los nuevos compromisos por garantías y transferencias consagradas por la Constitución. Como hemos podido apreciar en los aspectos sociales, el deseo de eliminar la pobreza absoluta y crear una mejor distribución de ingreso, determinó que la reforma diera función social al derecho de propiedad y mediante los servicios públicos se busque el otorgamiento de educación, salud, seguridad social, vivienda y servicios domiciliarios. La satisfacción de estas necesidades básicas de la población y la prioridad de los aspectos sociales sobre los económicos, como corresponde a un estado social de derecho, ha impuesto al Estado nuevas responsabilidades para lo cual requiere nuevos recursos fiscales. El Constituyente a fin de impedir el crecimiento del gasto público financiado con base en la emisión monetaria, reformó el Banco de la República al cual le anexó las funciones de la existente Junta Monetaria que suprimió, a la par que lo independizó del Poder Ejecutivo dejando como representante sólo al Ministro de Hacienda y Crédito Público. Descontado, pues, el financiamiento de las nuevas cargas sociales mediante el rápido mecanismo inflacionario de la emisión; le quedan como alternativas el endeudamiento público y el aumento de las cargas tributarias. La disposición en análisis, al permitir ajustes tributarios cuyo producto se destine exclusivamente a la Nación, tiene por objeto cubrir el costo de las instituciones creadas y atender las obligaciones dispuestas para el Estado, dentro de las cuales, las concernientes con los aspectos sociales, tienen la mayor significación. 4.2.9.PLANEACIÓN 4.2.9.1. PLANES DE DESARROLLO A través del artículo 339 se manda que debe existir un Plan Nacional de Desarrollo conformado así: 1.Una parte general que señalar los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo, las notas y las prioridades de acción Estatal a mediano plazo, las estrategias y las orientaciones globales de la política económica, social y ambiental adoptadas por el Gobierno. 2.Un plan de inversión de las entidades públicas del orden nacional que contendrá los presupuestos plurianuales de los principales programas y proyectos de inversión pública nacional y la especificación de los recursos financieros requeridos para su ejecución. 3.Las entidades territoriales elaborarán planes de desarrollo concertados con el Gobierno Nacional con el objeto de asegurar el uso eficiente de los recursos asignados por la Constitución y la ley. Los planes de estas entidades estarán conformados en forma similar para los previstos a nivel nacional, es decir, una parte estratégica y otra de inversiones. La Reforma Constitucional de 1968 había institucionalizado la planeación económica mediante el artículo 80. Esta norma determinó la creación de una Comisión Especial Permanente del Congreso encargada de dar primer debate a los planes y programas de desarrollo económico a que debiera someterse la economía nacional y los de las obras públicas. Su integración fue prevista por un senador y un representante de cada Departamento y dos representantes más de las Intendencias y Comisaras, todos elegidos por las expresadas corporaciones en la proporción a la representación de los partidos en las Cámaras. Durante el tiempo de vigencia de la norma la Comisión no llegó a integrarse. 4.2.9.2. CONSEJO NACIONAL DE PLANEACIÓN El artículo 340 ha previsto un Consejo Nacional de Planeación integrado por representantes de las entidades territoriales y de los sectores Económicos, sociales, ecológicos, comunitarios y culturales, que tendrá el carácter de consultivo. Los Miembros del Consejo Nacional designados por el Presidente de la República de listas que presenten las autoridades y las organizaciones de las entidades y sectores antes enunciados, implica el reconocimiento del principio de participación en la confección de los planes de desarrollo, así sea simple título consultivo. 4.2.9.3. PLANES NACIONALES DE DESARROLLO E INVERSIONES Las responsabilidades en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo le incumben al Gobierno, según reza el artículo 341, el cual, una vez oído el concepto del Consejo Nacional de Planeación, lo llevará a consideración del Congreso que debe efectuarse dentro de los seis meses siguientes a la iniciación del período presidencial respectivo. El Plan General de Inversiones se expedirá mediante ley que tendrá prelación sobre las restantes. El Gobierno podrá poner en vigencia el plan antes referido cuando haya transcurrido un término de tres meses desde su presentación sin que haya tenido aprobación por parte del Congreso. 4.2.10.PRESUPUESTO Prevé el artículo 345 que en tiempo de paz no se podrá percibir contribución o impuesto que no figure en el Presupuesto de Rentas, ni hacer erogación con cargo al tesoro que no se halle incluida en el de gastos. De otra parte, prohíbe efectuar gasto público que no haya sido decretado por el Congreso, por las Asambleas Departamentales, o por los Concejos Distritales o Municipales, ni transferir crédito alguno a objeto no previsto en el respectivo Presupuesto. Le corresponde al Gobierno formular anualmente el Presupuesto de Rentas y el Proyecto de Ley de apropiaciones que deber corresponder al Plan Nacional de Desarrollo (art. 346). El Proyecto de Ley de apropiaciones deber contener la totalidad de los gastos que el Estado pretenda realizar durante la vigencia atinente (art. 347). Conforme el artículo 350 la Ley de Apropiaciones deber tener un componente denominado gasto público social, que agrupara las partidas de tal naturaleza, según definición hecha por la ley orgánica respectiva. El gasto público social tiene prioridad sobre cualquier otra asignación, salvo en los casos de guerra exterior o por razones de seguridad nacional. Para la distribución territorial del gasto público social debe ser tenido en cuenta el número de personas con necesidades básicas insatisfechas, la población y la eficiencia fiscal y administrativa, según reglamentación que hará la ley. 4.2.11.INHABILIDADES E INCOMPATIBILIDADES DE LOS CONGRESISTAS El artículo 179 seña la las inhabilidades de los congresistas y dentro de ellas, el numeral 3º las dispone para “Quienes hayan intervenido en gestión de negocios ante entidades públicas, o en la celebración de contratos con ellas en interés propio, o en el de terceros, o hayan sido representantes legales de entidades que administren tributos o contribuciones parafiscales, dentro de los seis meses anteriores a la fecha de la elección”. En el ámbito de las Cajas de Compensación Familiar, la inhabilidad se presenta en los Directores Administrativos como representantes legales de las mismas, pues, si bien son entidades privadas, administran recursos parafiscales. El canon 180 trata sobre las incompatibilidades de los Congresistas y destacamos entre las más directamente relacionadas con el sistema de seguridad social, las siguientes: 1.Desempeñar, cargo o empleo público o privado. 2.Gestionar en nombre propio o ajeno, asuntos ante las entidades públicas o ante personas que administren tributos, ser apoderados ante las mismas, celebrar con ellas o por interpuesta persona contrato alguno. 3.Ser miembros de Juntas o Consejos Directivos de entidades descentralizadas de cualquier nivel o de instituciones que administren tributos. 4.Celebrar contratos o realizar gestiones con personas naturales o jurídicas de derecho privado que administren o inviertan fondos públicos o sean contratistas del Estado o reciben donaciones de este. Se exceptúa la adquisición de bienes o servicios que se ofrecen a los ciudadanos en igualdad de condiciones. Acorde con el mandato 181, las incompatibilidades tienen vigencia durante el período constitucional respectivo y en caso de renuncia se mantendrán durante el año siguiente a su aceptación, si el lapso que faltare para el vencimiento del período fuere superior. Las incompatibilidades e inhabilidades cubren a quienes fueren llamados a ocupar el cargo a partir de la fecha de su posesión. En Este evento y lo tocante con las inhabilidades por el desempeño con cargos en las entidades privadas que administren tributos a cargas parafiscales, se extienden al período de los seis meses anteriores a su posesión y no a la fecha de elecciones, pues, éstos en realidad no han sido elegidos, sino que en virtud de vacancia absoluta son llamados a suplir a quien efectivamente fue elegido según el orden de inscripción en la lista donde se presenta tal vacío. La contravención al régimen de incompatibilidades constituye causal de ma la conducta. Señalamos de las incompatibilidades anteriores el simple ejercicio de la calidad de Miembros de los Consejos Directivos de las Cajas por ser administradoras de recursos parafiscales. No cabe duda de que las prescripciones anteriores tuvieron por finalidad eliminar el clientelismo, combatir el nepotismo y evitar el tráfico de influencias, pero, de otra parte, vienen a profesionalizar la política creando una clase política. 4.2.12. FINALIDAD SOCIAL DEL ESTADO Y LOS SERVICIOS PÚBLICOS El artículo 365 dispone que los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado, siendo deber propio asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional. Manifiesta, además, que los servicios públicos estarán sometidos al régimen jurídico que determine la ley. Por otra parte determina que podrán ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades organizadas o particulares. También asigna al Estado las funciones de regulación, control y vigilancia. Determina que por razones de soberana o interés social, mediante ley aprobada por mayoría de una y otra Cámara, por iniciativa del Gobierno, el Estado podrá reservarse determinadas actividades estratégicas o servicios públicos. En este caso, las personas privadas del ejercicio de una actividad lícita deberán ser indemnizadas previa y plenamente. Igualmente el precepto 366 seña la que el bienestar general y mejoramiento de la calidad de vida de la población, son finalidades sociales del Estado. A los fines anteriores agrega que las necesidades insatisfechas de salud, educación, saneamiento ambiental y agua potable son objetivo fundamental de su actividad. Finalmente la norma en cita dispone la prioridad del gasto público social sobre cualquier otra asignación a efecto de la conformación de los planes y presupuestos de la Nación. Estos artículos hubieran sido suficientes para evitar la repetición de los fines y características de los servicios públicos establecidos en muchos de los derechos sociales y así se hubiera logrado una concepción de mayor técnica jurídica. Los artículos 367, 368, 369 y 370 regulan específicamente servicios públicos domiciliarios en complemento hecho a las normas supracitadas. Tradicionalmente se ha entendido como servicio público “toda actividad de una persona u organismo público, tendiente a satisfacer una necesidad de interés general”. Contra esta concepción, se presenta una evolución conceptual en el sentido que no todas las actividades de servicio público son cumplidas por la administración, por cuanto algunas son realizadas, por los particulares, y además, el Estado desarrolla actividades de carácter privado, como acontece en sus empresas. Hoy, la noción de servicio público, se concibe con relación al interés general, la participación de la administración y el régimen jurídico especial aplicable. La existencia del servicio público, por tanto, implica la satisfacción de necesidades colectivas en contraposición de las necesidades individuales o de grupo. Por otra parte, la eliminación de estas necesidades ya no es un monopolio del Estado pues existen actividades de los particulares que buscan satisfacer las necesidades generales, como son entre otras, las desarrolladas por las fundaciones. La acción de la administración en forma directa, característica del criterio inicial del servicio público, ha perdido tal virtualidad, para permitir la prestación indirecta mediante los particulares que actúan bajo su influencia. Sin embargo, es de anotar que con el creciente intervencionismo del Estado moderno, son pocas las actividades en que no interviene o influye la administración, por consiguiente, esta situación plantea el interrogante de establecer un determinado grado de participación de la administración para saber cuando debe ser considerado como público. Una posición práctica viene a descartar la tesis tanto del servicio público por naturaleza, coma la del servicio público virtual e imprime la categoría de tal a todas aquellas actividades que el Estado determine, dando lugar a una concepción sujetiva del servicio público. La materia aquí expuesta no presenta ningún problema cuando el Estado expresa su intención de considerar determinada actividad como servicio público, pero el tema queda sin resolver cuando omite tal manifestación. En el tema en análisis algunos expositores del derecho público han avanzado conceptualmente para exponer la “teoría de las índices de servicio público”, mediante la cual, la intención del Estado para determinar una actividad como servicio público, cuando no aparece claramente expresada, puede ser determinada por hechos o índices externos, como son, entre otros, el otorgamiento por parte de los poderes públicos de prerrogativas de dicho orden, como son: la capacidad de expropiación: la facultad para imponer prohibiciones a los particulares: fijar tasas; la posibilidad de restringir derechos de orden privado; la fijación de tarifas por parte del Estado o el sometimiento de la actividad a un estrecho control estatal. Para el caso colombiano la ley ha definido la noción de servicio público y manifestado expresamente su intención para incluir en tal concepto algunas actividades. Cuando el Estado reguló el derecho de huelga impuso su prohibición respecto a los servicios públicos y considera como tal “toda actividad organizada que tienda a satisfacer necesidades de interés general en forma regular y continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial, bien que se realice por el Estado directa o indirectamente, o por personas privadas”; por otra parte, agrega que sean tenidos como tales los prestados a cualquiera de las ramas del poder público, empresas de transporte por tierra, mar o aire, acueducto, energía eléctrica y telecomunicaciones; los establecimientos sanitarios de toda clase, como hospitales y clínicas; establecimientos de asistencia social, caridad y beneficencias; las plantas de leches, plazas de mercado, mataderos y distribución de productos; servicios de higiene y aseo: la explotación, refinación, transporte y distribución del petróleo y sus derivados, y cualesquiera otra que a juicio del Gobierno interese a la seguridad, sanidad, enseñanza y a la vida económica y social del pueblo, previo concepto del Consejo de Estado. La disposición en cita corresponde al artículo 10 del Decreto 753 de 1956, posteriormente incorporada al Código Sustantivo del Trabajo bajo el artículo 430, luego parcialmente derogado por el artículo 30 de la Ley 48 de 1968. La regulación anterior sufre las modificaciones del artículo 56 de la nueva Constitución, por cuanto la prohibición de la huelga ha quedado limitada a los “servicios públicos esenciales definidos por el legislador”. Es de anotar que la jurisprudencia juega papel importante en la precisión de los casos que no estando expresamente señalados, también tienen modalidad de servicio público. Consecuente con lo antes expuesto podemos expresar que los servicios públicos pueden ser prestados tanto por parte de la administración como mediante la gestión de los particulares, o bien, a través de una composición mixta, caso este último en que una persona pública se aúna con particulares para desarrollar en conjunto una actividad considerada como de servicio público. [ 0005] C. P. 5.CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA, 1991 5.1.PREÁMBULO EL PUEBLO DE COLOMBIA En ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana decreta, sanciona y promulga la siguiente: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA [ 0006 ] C. P. TÍTULO I 5.2.DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES ART. 1º. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. [ 0007 ] C. P. ART. 2º. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares. [ 0008 ] C. P. ART. 3º. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece. [ 0009 ] C. P. ART. 4º. La Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales. Es deber de los nacionales y de los extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades. [ 0010 ] C. P. ART. 5º. El Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad. [ 0011 ] C. P. ART. 6º. Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por omisión o extralimitación [ 0012 ] C. P. ART. 7º. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana. [ 0013 ] C. P. ART. 8º. Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación. [ 0014 ] C. P. ART. 9º. Las relaciones exteriores del Estado se fundamentan en la soberanía nacional, en el respeto a la autodeterminación de los pueblos y en el reconocimiento de los principios del derecho internacional aceptados por Colombia. De igual manera, la política exterior de Colombia se orientará hacia la integración latinoamericana y del Caribe. [ 0015 ] C. P. ART. 10. El castellano es lenguas y dialectos de los en sus territorios. La comunidades con tradiciones el idioma oficial grupos étnicos son enseñanza que se lingüísticas propias de Colombia. Las también oficiales imparta en las será bilingüe. TÍTULO II 5.3. DE LOS DERECHOS, LAS GARANTÍAS Y LOS DEBERES CAPÍTULO 1 5.3.1.DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES [ 0016 ] C. P. ART. 11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte. [ 0017 ] C. P. ART. 12. Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas, ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. [ 0018 ] C. P. ART. 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan. [ 0019 ] C. P. ART. 14. Toda persona personalidad jurídica. tiene derecho al reconocimiento de su [ 0020 ] C. P. ART. 15. Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas. En la recolección, tratamiento y circulación de datos, se respetará la libertad y demás garantías consagradas en la Constitución. La correspondencia y demás formas de comunicación privada son inviolables. Sólo pueden ser interceptadas o registradas mediante orden judicial, en los casos y con las formalidades que establezca la ley. Para efectos tributarios o judiciales y para los casos de inspección, vigilancia e intervención del Estado podrá exigirse la presentación de libros de contabilidad y demás documentos privados, en los términos que señale la ley. [ 0021 ] C. P. ART. 16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico. [ 0022 ] C. P. ART. 17. Se prohíben la esclavitud, la servidumbre y la tirata de seres humanos en todas sus formas. [ 0023 ] C. P. ART. 18. Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia. [ 0024 ] C. P. ART. 19. Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley. [ 0025 ] C. P. ART. 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. [ 0026 ] C. P. ART. 21. Se garantiza el derecho a la honra. La ley señalará la forma de su protección. [ 0027 ] C. P. ART. 22. La paz cumplimiento. es un derecho y un deber de obligatorio [ 0028 ] C. P. ART. 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y obtener pronta resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los derechos fundamentales. [ 0029 ] C. P. ART. 24. Todo colombiano, con las limitaciones que-establezca la ley, tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a permanecer y residenciarse en Colombia. [ 0030 ] C. P. ART. 25. El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas. [ 0031 ] C. P. ART. 26. Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley podrá exigir títulos de idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán el ejercicio de las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo social. Las profesiones legalmente reconocidas pueden organizarse en colegios. La estructura interna y el funcionamiento de éstos deberán ser democráticos. La ley podrá asignarles funciones públicas y establecer los debidos controles. [ 0032 ] C. P. ART. 27. El Estado garantiza las aprendizaje, investigación y cátedra. libertades de enseñanza, [ 0033 ] C. P. ART. 28. Toda persona es libre. Nadie puede ser molestado en su persona o familia, ni reducido a prisión o arresto, ni detenido, ni su domicilio registrado, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente, con las formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley. La persona detenida preventivamente será puesta a disposición del juez competente dentro de las treinta y seis horas siguientes, para que éste adopte la decisión correspondiente en el término que establezca la ley. En ningún caso podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas de seguridad imprescriptibles. [ 0034 ] C. P. ART. 29. El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de preferencia á la restrictiva o desfavorable. Toda persona se presume inocente mientras no se le haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso. [ 0035 ] C. P. ART. 30. Quien estuviere privado de su libertad, y creyere estarlo ilegalmente, tiene derecho a invocar ante cualquier autoridad judicial, en todo tiempo, por sí o por interpuesta persona, el Habeas Corpus, el cual debe resolverse en el término de treinta y seis horas. [ 0036 ] C. P. ART. 31. Toda sentencia judicial podrá ser apelada o consultada, salvo las excepciones que consagre la ley. El superior no podrá agravar la pena impuesta cuando el condenado sea apelante único. [ 0037 ] C. P. ART. 32. El delincuente sorprendido en flagrancia podrá ser aprehendido y llevado ante el juez por cualquier persona. Si los agentes de la autoridad lo persiguieren y se refugiare en su propio domicilio, podrán penetrar en él, para el acto de la aprehensión; si se acogiere a domicilio ajeno, deberá preceder requerimiento al morador. [ 0038 ] C. P. ART. 33. Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo o contra su cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil. [ 0039 ] C. P. ART. 34. Se prohíben las penas de destierro, prisión perpetua y confiscación. No obstante, por sentencia judicial, se declarará extinguido el dominio sobre los bienes adquiridos mediante enriquecimiento ilícito, en perjuicio del Tesoro Público o con grave deterioro de la moral social. [ 0040 ] C. P. ART. 35. Se prohíbe la extradición de colombianos por nacimiento. No se concederá la extradición de extranjeros por delitos políticos o de opinión. Los colombianos que hayan cometido delitos en el exterior, considerados como tales en la legislación nacional, serán procesados y juzgados en Colombia. [ 0041 ] C. P. ART. 36. Se reconoce previstos en la ley. el derecho de asilo en los términos [ 0042 ] C. P. ART. 37. Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho. [ 0043 ] C. P. ART. 38. Se garantiza el derecho de libre asociación para el desarrollo de las distintas actividades que las personas realizar en sociedad. [ 0044 ] C. P. ART. 39. Los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá con la simple inscripción del acta de constitución. La estructura interna y el funcionamiento de los sindicatos y organizaciones sociales y gremiales se sujetarán al orden legal y a los principios democráticos. La cancelación o la suspensión de la personería jurídica sólo procede por vía judicial. Se reconoce a los representantes sindicales el fuero y las demás garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión. No gozan del derecho de asociación sindical los miembros de la Fuerza Pública. [ 0045 ] C. P. ART. 40. Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Para hacer efectivo este derecho puede: 1.Elegir y ser elegido. 2.Tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y otras formas de participación democrática. 3.Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas. 4.Revocar el mandato de los elegidos en los casos y en la forma que establecen la Constitución y la ley. 5.Tener iniciativa en las corporaciones públicas. 6.Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y de la ley. 7.Acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, salvo los colombianos, por nacimiento o por adopción, que tengan doble nacionalidad. La ley reglamentará esta excepción y determinará los casos a los cuales ha de aplicarse. Las autoridades garantizarán la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública. [ 0046 ] C. P. ART. 41. En todas las instituciones de educación, oficiales o privadas, serán obligatorios el estudio de la Constitución y la Instrucción Cívica. Así mismo se fomentarán prácticas democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana. El Estado divulgará la Constitución. CAPÍTULO 2 5.3.2.DE LOS DERECHOS SOCIALES, ECONÓMICOS Y CULTURALES [ 0047 ] C. P. ART. 42. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la familia. La ley podrá determinar el patrimonio familiar inalienable e inembargable. La honra, la dignidad y la intimidad de la familia son inviolables. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes de la pareja y en el respeto recíproco entre todos sus integrantes. Cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será sancionada conforme a la ley. Los hijos habidos en el matrimonio o fuera de él, adoptados o procreados naturalmente o con asistencia científica, tienen iguales derechos y deberes. La ley reglamentará la progenitura responsable. La pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos, y deberá sostenerlos y educarlos mientras sean menores o impedidos. Las formas del matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los deberes y derechos de los cónyuges, su separación y la disolución del vínculo, se rigen por la ley civil. Los matrimonios religiosos tendrán efectos civiles en los términos que establezca la ley. Los efectos civiles de todo matrimonio cesarán por divorcio con arreglo a la ley civil. También tendrán efectos civiles las sentencias de nulidad de los matrimonios religiosos dictadas por las autoridades de la respectiva religión, en los términos que establezca la ley. La ley determinará lo relativo al estado civil de las personas y los consiguientes derechos y deberes. [ 0048 ] C. P. ART. 43. La mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Durante el embarazo y después del parto gozará de especial asistencia y protección del Estado, y recibirá de éste subsidio alimentario si entonces estuviere desempleada o desamparada. El Estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia. [ 0049 ] C. P. ART. 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños Prevalecen sobre los derechos de los demás. [ 0050 ] C. P. ART. 45. El adolescente tiene derecho a la protección y a la formación integral. El Estado y la sociedad garantizan la participación activa de los jóvenes en los organismos públicos y privados que tengan a cargo la protección, educación y progreso de la juventud. [ 0051 ] C. P. ART. 46. El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria. El Estado les garantizará los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia. [ 0052 ] C. P. ART. 47. El Estado adelantará una política de previsión, rehabilitación e integración social para los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a quienes se prestará la atención especializada que requieran. [ 0053 ] C. P. ART. 48. La seguridad social es un servicio público de carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en ejecución a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la Ley. Se garantiza a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la seguridad social. El Estado, con la participación de los particulares, ampliará progresivamente la cobertura de la seguridad social que comprenderá la prestación de los servicios en la forma que determine la ley. La seguridad social podrá ser prestadas por entidades públicas o privadas, de conformidad con la ley. No se podrá destinar ni utilizar los recursos de las instituciones de la seguridad social para fines diferentes a ella. La ley definirá los medios para que los recursos destinados a pensiones mantengan su poder adquisitivo constante. [ 0054 ] C. P. ART. 49. La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud. Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia. y control. Así mismo, establecerlas competencias de la Nación, las entidades territoriales y los particulares y determinar los aportes a su cargo en los términos y condiciones señalados en la ley. Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de atención y con participación de la comunidad. La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los habitantes será gratuita y obligatoria. Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad. [ 0055 ] C. P. ART. 50. Todo niño menor de un año que no esté cubierto por algún tipo de protección o de seguridad social, tendrá derecho a recibir atención gratuita en todas las instituciones de salud que reciban aportes del Estado. La ley reglamentará la materia. [ 0056 ] C. P. ART. 51. Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna. El Estado fijará las condiciones necesarias para hacer efectivo este derecho y promoverá planes de vivienda de interés social, sistemas adecuados de financiación a largo plazo y formas asociativas de ejecución de estos programas de vivienda. [ 0057 ] C. P. ART. 52. Se reconoce el derecho de todas las personas a la recreación, a la práctica del deporte y al aprovechamiento del tiempo libre. El Estado fomentará estas actividades e inspeccionará las organizaciones deportivas, cuya estructura y propiedad deberán ser democráticas. [ 0058 ] C. P. ART. 53. El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales: Igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo; irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad. El Estado garantiza el derecho al pago oportuno y al reajuste periódico de las pensiones legales. Los convenios internacionales del trabajo debidamente ratificados, hacen parte de la legislación interna. La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores. [ 0059 ] C. P. ART. 54. Es obligación del Estado y de los empleadores ofrecer formación y habilitación profesional y técnica a quienes lo requieran. El Estado debe propiciar la ubicación laboral de las personas en edad de trabajar y garantizar a los minusválidos el derecho a un trabajo acorde con sus condiciones de salud. [ 0060 ] C. P. ART. 58. Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivo de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social. La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente una función ecológica. El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad. Por motivos de utilidad pública o de interés social definidos por el legislador, podrá haber expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Esta se fijará consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior acción contenciosa administrativa, incluso respecto del precio. Con todo, el legislador, por razones de equidad, podrá determinar los casos en que no haya lugar al pago de indemnización, mediante el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros de una y otra Cámara. Las razones de equidad, así como los motivos de utilidad pública o de interés social, invocados por el legislador, no serán controvertibles judicialmente. [ 0061 ] C. P. ART. 64. Es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa, y a los servicios de educación, salud, vivienda, seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de los productos, asistencia técnica y empresarial, con el fin de mejorar el ingreso y calidad de vida de los campesinos. [ 0062 ] C. P. ART. 65. La producción de alimentos gozará de la especial protección del Estado. Para tal efecto, se otorgará prioridad al desarrollo integral de las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales, así como también a la construcción de obras de infraestructura física y adecuación de tierras. [ 0063 ] C. P. ART. 66. Las disposiciones que se dicten en materia crediticia podrán reglamentar las condiciones especiales del crédito agropecuario, teniendo en cuenta los ciclos de las cosechas y de los precios, como también los riesgos inherentes a la actividad y las calamidades ambientales. De igual manera, el Estado promoverá la investigación y la transferencia de tecnología para la producción de alimentos y materias primas de origen agropecuario, con el propósito de incrementar la productividad. [ 0064 ] C. P. ART. 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente. El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica. La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos. Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo. La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley. [ 0065 ] C. P. ART. 68. Los particulares podrán fundar establecimientos educativos. La ley establecerá las condiciones para su creación y gestión. La comunidad educativa participará en la dirección de las instituciones de educación. La enseñanza estará a cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica. La ley garantiza la profesionalización y dignificación de la actividad docente. Los padres de familia tendrán derecho de escoger el tipo de educación para sus hijos menores. En los establecimientos del Estado ninguna persona podrá ser obligada a recibir educación religiosa. Las integrantes de los grupos étnicos tendrán derecho a una formación que respete y desarrolle su identidad cultural. La erradicación del analfabetismo y la educación de personas con limitaciones físicas o mentales, o con capacidades excepcionales, son obligaciones especiales del Estado. [ 0066 ] C. P. ART. 69. Se garantiza la autonomía universitaria. Las universidades podrán darse sus directivas y regirse por sus propios estatutos, de acuerdo con la ley. La ley establecerá un régimen especial para las universidades del Estado. El Estado fortalecerá la investigación científica en las universidades oficiales y privadas y ofrecerá las condiciones especiales para su desarrollo. El Estado facilitará mecanismos financieros que hagan posible el acceso de todas las personas aptas para la educación superior. [ 0067 ] C. P. ART. 70. El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional. La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la Nación. [ 0068 ] C. P. ART. 79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines. [ 0069 ] C. P. ART. 80. El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados. Así mismo, cooperará con otras naciones en la protección de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas. [ 0070 ] C. P. ART. 81. Queda prohibida la fabricación, importación, posesión y uso de armas químicas, biológicas y nucleares, así como la introducción al territorio nacional de residuos nucleares y desechos tóxicos. El Estado regulará el ingreso al país y la salida de él de los recursos genéticos, y su utilización, de acuerdo con el interés nacional. CAPÍTULO 6 5.4.DE LOS CONGRESISTAS [ 0071 ] C. P. ART. 179. No podrán ser congresistas: 1.Quienes hayan sido condenados en cualquier época por sentencia judicial, a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos. 2.Quienes hubieren ejercido, como empleados públicos, jurisdicción o autoridad política, civil, administrativa o militar, dentro de los doce meses anteriores a la fecha de la elección. 3.Quienes hayan intervenido en gestión de negocios ante entidades públicas, o en la celebración de contratos con ellas en interés propio, o en el de terceros, o hayan sido representantes legales de entidades que administren tributos o contribuciones parafiscales, dentro de los seis meses anteriores a la fecha de la elección. 4.Quienes hayan perdido la investidura de congresista. 5.Quienes tengan vínculos por matrimonio, o unión permanente, o de parentesco en tercer grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil, con funcionarios que ejerzan autoridad civil o política. 6.Quienes estén vinculados entre sí por matrimonio, o unión permanente, o parentesco dentro del tercer grado de consanguinidad, segundo de afinidad, o primero civil, y se inscriban por el mismo partido, movimiento o grupo para elección de cargos, o de miembros de corporaciones públicas que deban realizarse en la misma fecha. 7.Quienes tengan doble nacionalidad, exceptuando los colombianos por nacimiento. 8.Nadie podrá ser elegido para más de una corporación o cargo público, ni para una corporación y un cargo, si los respectivos períodos coinciden en el tiempo, así sea parcialmente. Las inhabilidades previstas en los numerales 2º, 3º, 5º y 6º se refieren a situaciones que tengan lugar en la circunscripción en la cual deba efectuarse la respectiva elección. La ley reglamentará los demás casos de inhabilidades por parentesco, con las autoridades no contemplados en estas disposiciones. Para los fines de este artículo se considera que la circunscripción nacional coincide con cada una de las territoriales, excepto para la inhabilidad consignada en el numeral 5º. [ 0072 ] C. P. ART. 180. Los congresistas no podrán: 1.Desempeñar un cargo o empleo público o privado. 2.Gestionar, en nombre propio o ajeno, asuntos ante las entidades públicas o ante las personas que administren tributos, ser apoderados ante las mismas, celebrar con ellas, por sí o por interpuesta persona, contrato alguno. La ley establecerá las excepciones a esta disposición. 3.Ser miembros de juntas o consejos directivos de entidades descentralizadas de cualquier nivel o de instituciones que administren tributos. 4.Celebrar contratos o realizar gestiones con personas naturales o jurídicas de derecho privado que administren, manejen o inviertan fondos públicos o sean contratistas del Estado o reciban donaciones de éste. Se exceptúa la adquisición de bienes o servicios que se ofrecen a los ciudadanos en igualdad de condiciones. PARÁGRAFO 1º. Se exceptúa del régimen de incompatibilidades el ejercicio de la cátedra universitaria. PARÁGRAFO 2º. El funcionario que en contravención del presente artículo, nombre a un Congresista para un empleo o cargo o celebre con él un contrato o acepte que actúe como gestor en nombre propio o de terceros, incurrirá en causal de ma la conducta. [ 0073 ] C. P. ART. 181. Las incompatibilidades de los congresistas tendrán vigencia durante el período constitucional respectivo. En caso de renuncia, se mantendrán durante el año siguiente a su aceptación, si el lapso que faltare para el vencimiento del período fuere superior. Quien fuere llamado a ocupar el cargo, quedará sometido al mismo régimen de inhabilidades e incompatibilidades a partir de su posesión. [ 0074 ] C. P. ART. 333. La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien común. Para su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley. La libre competencia económica es un derecho de todos que supone responsabilidades. La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones. El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el desarrollo empresarial. El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se restrinja la libertad económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o empresas hagan de su posición dominante en el mercado nacional. La ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación. [ 0075 ] C. P. ART. 334. La dirección general de la economía estará a cargo del Estado. Este intervendrá, por mandato de la ley, en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para racionalizar la economía con el fin de conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de las oportunidades y los beneficios del desarrollo y la preservación de un ambiente sano. El Estado, de manera especial, intervendrá para dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar que todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso efectivo a l6s bienes y servicios básicos. También para promover la productividad y la competitividad y el desarrollo armónico de las regiones. [ 0076 ] C. P. ART. 338. En tiempo de paz, solamente el Congreso, las Asambleas Departamentales y los Concejos Distritales y Municipales podrán imponer contribuciones fiscales o parafiscales. La ley, las ordenanzas y los acuerdos deben fijar, directamente, los sujetos activos y pasivos, los hechos y las bases gravables, y las tarifas de los impuestos. La ley, las ordenanzas y los acuerdos pueden permitir que las autoridades fijen la tarifa de las tasas y contribuciones que cobren a los contribuyentes, como recuperación de los costos de los servicios que les presten o participación en los beneficios que les proporcionen; pero el sistema y el método para definir tales costos y beneficios, y la forma de hacer su reparto, deben ser fijados por la ley, las ordenanzas o los acuerdos. Las leyes, ordenanzas o acuerdos que regulen contribuciones en las que la base sea el resultado de hechos ocurridos durante un período determinado, no pueden aplicarse sino a partir del período que comience después de iniciar la vigencia de la respectiva ley, ordenanza o acuerdo. CAPÍTULO 2 5.5.DE LOS PLANES DE DESARROLLO [ 0077 ] C. P. ART. 339. Habrá un Plan Nacional de Desarrollo conformado por una parte general y un plan de inversiones de las entidades públicas del orden nacional. En la parte general se señalarán los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo, las metas y prioridades de la acción estatal a mediano plazo y las estrategias y orientaciones generales de la política económica, social y ambiental que serán adoptadas por el Gobierno. El Plan de Inversiones Públicas contendrá los presupuestos plurianuales de los principales programas y proyectos de inversión pública nacional y la especificación de los recursos financieros requeridos para su ejecución. Las entidades territoriales elaborarán y adoptarán de manera concertada entre ellas y el Gobierno Nacional, planes de desarrollo, con el objeto de asegurar el uso eficiente de sus recursos y el desempeño adecuado de las funciones que les hayan sido asigna das por la Constitución y la ley. Los planes de las entidades territoriales estarán conformados pop una parte estratégica y un plan de inversiones de mediano y corto plazo. [ 0078 ] C. P. ART. 340. Habrá un Consejo Nacional de Planeación integrado por representantes de las entidades territoriales y de los sectores económicos, sociales, ecológicos, comunitarios y culturales. El Consejo tendrá carácter consultivo y servirá de foro para la discusión del Plan Nacional de Desarrollo. Los miembros del Consejo Nacional serán designados por el Presidente de la República de listas que le presenten las autoridades y las organizaciones de las entidades y sectores a que se refiere el inciso anterior, quienes deberán estar o haber estado vinculados a dichas actividades. Su período será de ocho años y cada cuatro se renovará parcialmente en la forma que establezca la ley. En las entidades territoriales habrá también consejos de planeación, según lo determine la ley. El Consejo Nacional y los consejos territoriales de planeación constituyen el Sistema Nacional de Planeación. [ 0079 ] C. P. ART. 341. El Gobierno elaborará el Plan Nacional de Desarrollo con participación activa de las autoridades de planeación de las entidades territoriales y del Consejo Superior de la judicatura y someterá el proyecto correspondiente al concepto del Consejo Nacional de Planeación: oída la opinión del Consejo procederá a efectuar las enmiendas que considere pertinentes y presentará el proyecto a consideración del Congreso, dentro de los seis meses siguientes a la iniciación del período presidencial respectivo. Con fundamento en el informe que elaboren las comisiones conjuntas de asuntos económicos, cada corporación discutirá y evaluará el plan en sesión plenaria. Los desacuerdos con el contenido de la parte general, si los hubiere, no serán obstáculo para que el Gobierno ejecute las políticas propuestas en lo que sea de su competencia. No obstante, cuando el Gobierno decida modificar la parte general del plan deberá seguir el procedimiento indicado en el artículo siguiente. El Plan Nacional de Inversiones se expedirá mediante una ley que tendrá prelación sobre las demás leyes: en consecuencia, sus mandatos constituirán mecanismos idóneos para su ejecución y suplirán los existentes sin necesidad de la expedición de leyes posteriores, con todo, en las leyes anuales de presupuesto se podrán aumentar o disminuir las partidas y recursos aprobados en la ley del plan. Si el Congreso no aprueba el Plan Nacional de Inversiones Públicas en un término de tres meses después de presentado, el Gobierno podrá ponerlo en vigencia mediante decreto con fuerza de ley. El Congreso podrá modificar el Plan de Inversiones Públicas siempre y cuando se mantenga el equilibrio financiero. Cualquier incremento en las autorizaciones de endeudamiento solicitadas en el proyecto gubernamental o inclusión de proyectos de inversión no contemplados en él, requerirá el visto bueno del Gobierno Nacional. CAPÍTULO 3 5.6.DEL PRESUPUESTO [ 0080 ] C. P. ART. 345. En tiempo de paz no se podrá percibir contribución o impuesto que no figure en el presupuesto de rentas, ni hacer erogación con cargo al Tesoro que no se halle incluida en el de gastos. Tampoco podrá hacerse ningún gasto público que no haya sido decretado por el Congreso, por las asambleas departamentales, o por los concejos distritales o municipales, ni transferir crédito alguno a objeto no previsto en el respectivo presupuesto. [ 0081 ] C. P. ART. 346. El Gobierno formulará anualmente el Presupuesto de Rentas y Ley de Apropiaciones que deberá corresponder al Plan Nacional de Desarrollo y lo presentará al Congreso, dentro de los primeros diez días de cada legislatura. En la Ley de Apropiaciones no podrá incluirse partida alguna que no corresponda a un crédito judicialmente reconocido, o a un gasto decretado conforme a la ley anterior, o a uno propuesto por el Gobierno para atender debidamente el funcionamiento de las ramas del poder público, o al servicio de la deuda, `o destinado a dar cumplimiento al Plan Nacional de Desarrollo. Las comisiones de asuntos económicos de las dos cámaras deliberarán en forma conjunta para dar primer debate al proyecto de Presupuesto de Rentas y Ley de Apropiaciones. [ 0082 ] C. P. ART. 347. El proyecto de ley de apropiaciones deberá-contener la totalidad de los gastos que el Estado pretenda realizar durante la vigencia fiscal respectiva. Si los ingresos legalmente autorizados no fueren suficientes para atender los gastos proyectados, el Gobierno propondrá, por separado, ante las mismas comisiones que estudian el proyecto de ley del presupuesto, la creación de nuevas rentas o la modificación de las existentes para financiar el monto de gastos contemplados. El presupuesto podrá aprobarse sin que se hubiere perfeccionado el proyecto de ley referente a los recursos adicionales, cuyo trámite podrá continuar su curso en el período legislativo siguiente. [ 0083 ] C. P. ART. 350. La ley de apropiaciones deberá tener un componente denominado gasto público social que agrupará las partidas de tal naturaleza, según definición hecha por la ley orgánica respectiva. Excepto en los casos de guerra exterior o por razones de seguridad nacional, el gasto público social tendrá prioridad sobre cualquier otra asignación. En la distribución territorial del gasto público social se tendrá en cuenta el número de personas con necesidades básicas insatisfechas, la población, y la eficiencia fiscal y administrativa, según reglamentación que hará la ley. El presupuesto de inversión no se podrá disminuir porcentualmente con relación al año anterior respecto del gasto total de la correspondiente ley de apropiaciones. CAPITULO 4 5.7.DE LA DISTRIBUCIÓN DE RECURSOS Y DE LAS COMPETENCIAS [ 0084 ] C. P. ART. 356. Salvo lo dispuesto por la Constitución, la ley, a iniciativa del Gobierno, fijará los servicios a cargo de la Nación y de las entidades territoriales. Determinará así mismo, el situado fiscal, esto es, el porcentaje de los ingresos corrientes dela Nación que será cedido a los departamentos, el distrito capital y los distritos especiales de Cartagena y Santa Marta, para la atención directa, o a través de los municipios, de los servicios que se le asignen. Los recursos del situado fiscal se destinarán a financiar la educación preescolar, primaria, secundaria y media, y la salud, en los niveles que la ley señale, con especial atención a los niños. El situado fiscal aumentará anualmente hasta llegar a un porcentaje de los ingresos corrientes de la Nación que permita atender adecuadamente los servicios para los cuales está destinado. Con este fin, se incorporarán a él la retención del impuesto a las ventas y todos los demás recursos que la Nación transfiere directamente para cubrir gastos en los citados niveles de educación. La ley fijará los plazos para la cesión de estos ingresos y el traslado de las correspondientes obligaciones, establecerá las condiciones en que cada departamento asumirá la atención de los mencionados servicios y podrá autorizar a los municipios para prestarlos directamente en forma individual o asociada. No se podrá descentralizar responsabilidades sin la previa asignación de los recursos fiscales suficiente para atenderla. Un quince por ciento del situado fiscal se distribuirá por partes iguales entre los departamentos, el Distrito Capital y los Distritos de Cartagena y Santa Marta. El resto se asignará en proporción al número de usuarios actuales y potenciales de los servicios mencionados, teniendo en cuenta, además, el esfuerzo fiscal ponderado y la eficiencia administrativa de la respectiva entidad territorial. Cada cinco años la ley a iniciativa de los miembros del Congreso, podrá revisar estos porcentajes de distribución. [ 0085 ] C. P. ART. 359. No habrá rentas nacionales de destinación específica. Se exceptúan: 1.Las participaciones previstas en la Constitución a favor de los departamentos, distritos y municipios. 2.Las destinadas para inversión social. 3.Las que, con base en leyes anteriores, la Nación asigna a entidades de previsión social y a las antiguas intendencias y comisarías. CAPÍTULO 5 5.8.DE LA FINALIDAD SOCIAL DEL ESTADO Y DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS [ 0086 ] C. P. ART. 365. Los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional. Los servicios públicos estarán sometidos al régimen jurídico que fije la ley, podrán ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares. En todo caso, el Estado mantendrá la regulación, el control y la vigilancia de dichos servicios. Si por razones de soberanía o de interés social, el Estado, mediante ley aprobada por la mayoría de los miembros de una y otra cámara, por iniciativa del Gobierno decide reservarse determinadas actividades estratégicas o servicios públicos, deberán indemnizar previa y plenamente a las personas que en virtud de dicha ley, queden privadas del ejercicio de una actividad lícita. [ 0087 ] C. P. ART. 366. El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado. Será objetivo fundamental de su actividad la solución de las necesidades insatisfechas de salud, de educación, de saneamiento ambiental y de agua potable. Para tales efectos, en los planes y, presupuestos de la Nación y de las entidades territoriales, el gasto público social tendrá prioridad sobre cualquier otra asignación. [ 0088 ] C. P. ART. 367. La ley fijará las competencias y responsabilidades relativas a la prestación de los servicios públicos domiciliarios, su cobertura, calidad y financiación, y el régimen tarifario que tendrá en cuenta además de los criterios de costos, los de solidaridad y redistribución de ingresos. Los servicios públicos domiciliarios se prestarán directamente por cada municipio cuando las características técnicas y económicas del servicio y las conveniencias generales lo permitan y aconsejen, y los departamentos cumplirán funciones de apoyo y coordinación. La ley determinará las entidades competentes para fijar las tarifas. [ 0089 ] C. P. ART. 368. La Nación, los departamentos, los distritos, los municipios y las entidades descentralizadas podrán conceder subsidios, en sus respectivos presupuestos, para que las personas de menores ingresos puedan pagar las tarifas de los servicios públicos domiciliarios que cubran sus necesidades básicas. [ 0090 ] C. P. ART. 369. La ley determinará los deberes y derechos de los usuarios, el régimen de su protección y sus formas de participación en la gestión y fiscalización de las empresas estatales que presten el servicio. Igualmente definirá la participación de los municipios o de sus representantes, en las entidades y empresas que les presten servicios públicos domiciliarios. [ 0091 ] C. P. ART. 370. Corresponde al Presidente de la República señalar, con sujeción a la ley, las políticas generales de administración y control de eficiencia de los servicios públicos domiciliarios y ejercer por medio de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, el control, la inspección y vigilancia de las entidades que los presten. 5.9.DISPOSICIONES TRANSITORIAS [ 0092 ] C. P. ART. TRANSITORIO 46. El Gobierno Nacional pondrá en funcionamiento, por un período de cinco años, un fondo de solidaridad y emergencia social, adscrito a la Presidencia de la República. Este fondo financiará proyectos de apoyo a los sectores más vulnerables de la población colombiana. El fondo deberá buscar, además, recursos de cooperación nacional e internacional. [ 0093 ] C. P. ART. TRANSITORIO 47. La ley organizará para las zonas afectadas por aguda violencia, un plan de seguridad social de emergencia, que cubrirá un período de tres años. [ 0094 ] C. P. ART. TRANSITORIO 57. El Gobierno formará una comisión integrada por representantes del Gobierno, los sindicatos, los gremios económicos, los movimientos políticos y sociales, los campesinos y los trabajadores informales, para que en un plazo de ciento ochenta días a partir de la entrada en vigencia de esta Constitución, elabore una propuesta que desarrolle las normas sobre seguridad social. Esta propuesta servirá de base al Gobierno para la preparación de los proyectos de ley que sobre la materia deberá presentar a consideración del Congreso. COMENTARIOS La Constitución Política de la República de Colombia fue adoptada el 4 de julio de 1991 y promulgada al día siguiente y es el fruto de la Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente [ 0095 ] 6.LAS ASIGNACIONES FAMILIARES Y SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA Como consecuencia de la evolución económica, especialmente industrial que se experimenta en los dos últimos siglos, las familias comenzaron a ser arrancadas de los lugares en que tradicionalmente habían vivido y evolucionan hacia nuevos medios de acción que sacuden la sociedad y ponen de manifiesto la falta de seguridad económica. La ayuda a la familia surge como una necesidad tendiente a restaurar el equilibrio y estabilidad sociales, a fin de que pueda seguir cumpliendo sus tareas esenciales, y evite así un serio daño no solamente a sus miembros, sino también a la sociedad de la cual es célula fundamental. El proceso de concentración industrial contribuye poderosamente a la migración de los pobladores rurales, que llegan a las urbes para aportar la mano de obra demandada, bajo los espejismos del salario y las ilusiones de un mejor modus-vivendi. De esta manera forman los contingentes de la nueva clase asalariada, que ignoran que su trabajo entra a constituir una nueva referencia mercantil sujeta a las oscilaciones de la ley de la oferta y demanda, como producto de los principios de liberalismo clásico en boga. Al finalizar el siglo XIX, se registra un mayor caudal de las corrientes ideológicas que propugnan por la restauración o el establecimiento de la justicia social, seriamente resquebrajada por el avance industrial que ha restado importancia al concepto de la dignidad humana al establecer condiciones degradantes de explotación laboral. La paga por el cambio de servicios personales de trabajo es insuficiente para cubrir las necesidades vitales de la familia y para remediar esta situación ingresan al trabajo las mujeres y los niños, que frecuentemente desplazan la mano de obra adulta masculina. La búsqueda de un salario justo, surge como meta de las diferentes y nuevas corrientes del pensamiento, y a los principios de igualdad, se aúna la del salario para la misma actividad —a trabajo igual, salario igual— que, a la postre, no da los resultados esperados. Las disparidades en las condiciones de vida de los asalariados pertenecientes a una misma categoría laboral, es aspecto protuberante puesto de manifiesto por la ausencia o presencia de las cargas familiares, o mejor, del sostenimiento de prole numerosa, que conlleva al disfrute integral o fragmentado de la remuneración. La planificación familiar y el control de la natalidad, por ese entonces, no tenían las proyecciones actuales, sin que sea este el momento oportuno para ensayar su apología o censura. En remedio a la situación anterior, aparece la idea del salario familiar como complemento indispensable y nivelador de las cargas familiares, a la par que, significa el desarrollo de una política de protección al núcleo primario de la sociedad. Las innovaciones cuentan con el sólido respaldo de la doctrina social católica, entre otras, y el Papa León XIII, hace uso de toda su autoridad espiritual para señalar los principios doctrinales en su inmortal Encíclica Rerum Novarum. Empero, la institución del salario familiar implantada débil y tentativamente, se vuelve bien pronto contra los trabajadores a quienes se quiere proteger, al ser desplazados por aquellos sin cargas familiares o de número reducido de hijos, cuya utilización significa menor costo para los patronos y elimina la problemática doctrinal. Entre los primeros desarrollos podemos anotar los siguientes: 6.1. FRANCIA 6.1.1. INSTAURACIÓN DEL SUBSIDIO Dentro de los primeros antecedentes del sistema encontramos la Circular del Ministerio de Marina de Francia, del 26 de diciembre de 1860, donde se dispone para los marinos con más de cinco años de antigüedad, el pago de una asignación de 0.10 francos por día y por hijo. En el año de 1884 los Establecimientos Klein, da Vizilla (Isére), implementaron un servicio de “indemnizaciones por cargas familiares”, que dio lugar a “la Caja de Familia”, creada en 1981 en Valdes-Bois a iniciativa de Louis Harmel. A partir del 30 de julio de 1908 se ordenó el pago de 200 francos anuales por cada hijo de militar o marino menor de 16 años. Una iniciativa similar ha sido implantada por el Ministerio de Hacienda en el año de 1897, luego por el Ministerio de Instrucción Pública en 1908, seguidos del Ministerio de Guerra en 1913. Para determinados funcionarios y trabajadores de la Administración Central de Colonias desde el 28 de diciembre de 1911 se dispuso una asignación por nacimiento de cada hijo, equivalente a 150 francos y además 20 francos por año para cada uno de los dos primeros y 60 desde el tercero hasta la edad límite de 16 años. La ley del 30 de diciembre de 1913 dispuso el pago de 200 francos por hijo menor de 16 años para los miembros de las fuerzas militares Una ley de asignaciones del 17 de abril de 1917 fijó para todos los empleados con salarios inferiores a 3.000 francos, un subsidio de 200 francos anuales por cada uno de los dos primeros hijos y de 4.500 si tenía más de esta cantidad. El 14 de noviembre de 1918 se eliminó el tope salarial al mismo tiempo que se extendió a todos los funcionarios franceses. El 13 de octubre de 1919 se fijó 530 francos para cada uno de los dos primeros hijos y de 480 francos por cada uno de los siguientes, sumas estas que se elevaron en 1914 a 495 y 804 francos en su orden. Desde el 29 de diciembre de 1929 la esca la varió en la forma siguiente: 600francos por el primer hijo. 960francos por el segundo hijo. 1.560francos por el tercer hilo. 1.920francos por el cuarto y cada uno de los siguientes hijos. En las provincias y municipalidades se fueron efectuando concesiones similares que adquieren mayor significación a partir del año de 1917. 6.1.2. LA CAJA DE FAMILIA DE LEÓN DE HARMEL Todo parece indicar que León de Armel es el verdadero precursor de las Cajas de Asignaciones familiares al fundar en 1891 la Caja de Familia para atender las necesidades familiares de sus trabajadores en fecha ligeramente posterior a la expedición de la encíclica Rerum Novarum. Sin embargo Fernández Pousa, anota que la primera Caja de Familia la fundó Armel en 1843. En 1850 construyó casas baratas para sus obreros; éstas las hizo de varias clases y luego cada obrero elegía la suya. Tenían 300 metros cuadrados de extensión. Amortizaban en 15 años. En 1852 estableció ya subsidios familiares. León Armel, “pocos meses después de la Encíclica, en el mismo año de 1891, funda en su gran industria la Caja de Familia; entendía que, según León XIII, la remuneración del obrero debía bastar para sostener la familia y que, según Federico de Play, maestro de quien recibió no pocas inspiraciones, era el patrono el que debía garantizar ese derecho. Él habló ya de subsidios para la familia ordinaria, casi al mismo tiempo que comenzaba a dibujarse la fórmula de salarios para dicha familia ordinaria o media”. Fuertemente influenciado por la Encíclica de León XIII, Harmel expresó: “El Soberano Pontífice quiere que el patrono se preocupe, no solamente del salario general de la región, sino también de la relación que existe entre el salario y las necesidades de la vida. Creémos, pues, que un trabajo normal, hecho por un hombre colocado en condiciones ordinarias, debe producir una remuneración necesaria para el obrero y una familia ordinaria. Creemos con el Sr. Le Play, dice, que los patronos deben proveer en sus gastos generales una reserva destinada a las necesidades de las familias numerosas”. Harmel, mantuvo en su fábrica los salarios propios de la región y dispuso subsidios para quienes no le alcanzaban en razón de sus familias, para la cual hizo minuciosas encuestas sobre el costo de vida y según ellas puso en práctica su nueva concepción y así expresa: “Hemos estimado, que para familias encargadas de niños jóvenes, en Val-des-Bois, con el precio moderado de los alquileres, el goce de jardines y las ventajas de la campiña la suma indispensable para la vida puede ser de 4.20 francos por semana y por persona, lo que equivale a 5.60 francos para la ciudad, o sea, de gasto semanal: Para el campo 7 días x 0.60 = 4.20 francos Para la ciudad 7 días x 0.80 = 5.60 francos. Pero como el mínimo anterior no llegaba a las con hijos en edad temprana, ni las viudas, ni los hogares atacados por enfermedad era conveniente proveer al reestablecimiento del equilibrio de sus ingresos mediante subvenciones concedidas por la Caja de Familia. Harmel participaba en la concepción remunerativa de que cada trabajador debía tener un ingreso que le permitiera subsistir junto con las personas que estuvieran a su cuidado. Bajo los presupuestos anteriores sobre costo de vida, un obrero con 13.20 francos de salario por semana, podría bastar para sostener a 3 personas habida cuenta que cada una de ellas necesitaba una suma equivalente a 4.20 francos semanales. Empero si se trataba de una viuda con tres hijos, sería necesario subvencionarla con 3.60 francos que sería la cantidad faltante para completar el mínimo necesario de ingreso, como consecuencia de enfrentar el salario de 13.20 francos frente a 16.80 francos, resultante de multiplicar 4 personas por 4.20 francos de mínimo. La subvención para una familia compuesta de 8 personas, pero donde el padre y un hijo trabajan con salarios sumados de 27 francos, la subvención habría de ser de 6.60 francos (8 x 4.20 27). Un salario de 18 francos sería suficiente para sostener a cuatro personas, empero, cuando quien lo devenga es un hijo de viuda que debe sostener además a seis hermanos, resulta totalmente insuficiente y dentro de los presupuestos en análisis debía ser completado con 1.40 francos (8 x 4.20 = 18) suma esta que resultaba muy cercana al salario devengado. Aún cuando las circunstancias de orden económico y racial existentes no permitieran llegar a este ideal trató de remediarlas la Caja de Familia que siendo provista con recursos patronales estaba dirigida por una Comisión obrera que reunida semanalmente tomaba conocimiento de los salarios insuficientes y las completaba en especie a gusta del obrero. Gide, al concretar la institución de las Cajas de Familia de Val-des-Bois y Van Marken como obra de los patronos para el mejoramiento de los salarios, expresa: “He aquí una institución muy caritativa, pero que, precisamente porque hace intervenir la caridad en el tipo de salario, implica un estado anormal de cosas, por cuanto el salario debe ser suficiente para que vivan el obrero y su familia. Por desgracia ya hemos hecho anotar en la introducción, cómo la inestabilidad del salario constituye precisamente “el estado normal” en nuestra organización económica”. Harmel fue hombre de gran, sensibilidad social y considero que todo patrono debía reducir sus ganancias y ayudar a que los trabajadores pudieran vivir dignamente, pero eso en su empresa y conciente del mayor costo que le implicaba, prefirió recibir aquellos con familias y para asegurar que el subsidio llegara al hogar no se pagó al trabajador sino a su empresa, antecedente este que fue acogido por las Cajas de Compensación Familiar. Paralelamente a los desarrollos del sector público es conveniente anotar que una situación similar se registra en el sector de la actividad privada y entre ellos están: El “Ferrocarril Norte-Orleans”, que los reconoció desde 1890: el “Ferrocarril ParísLyon-Marsella”, en 1892: los del Estado en 1907 y los del Este que pagaban primas mensuales de nacimiento equivalentes a 50 francos mensuales por el primer hijo. 100 por el segundo, 150 por el tercero y 200 por el cuarto y cada uno de los siguientes. Las iniciativas de Harmel, con diversas modalidades, también fueron haciendo eco y así en 1895 el Sindicato del Norte fundado por los industriales de Ulle, Roubalx y Tourcoing, dispuso una asignación de 60 francos a partir del quinto hijo que se reducía al cuarto cuando el padre era viudo. En la industria minera desde el 31 de diciembre de 1917 se había firmado una Convención entre el Comité Central de los Hulleros de Francia y la Federación de los Obreros del Paso de Calais, donde se preveía una asignación de tres francos por hijo y mes. Desarrollos adicionales tuvieron ocurrencia entre los Comités Mixtos de patronos y trabajadores. Entre los años de 1900 y 1916 cerca de cuarenta establecimientos pagaban subsidio familiar entre los cuales se citan: 1909Sociedad Lyonesa de Agua y Luz. 1911Sociedad de Usinas de Rosiére. 1912Compañía de Gas de Lyon. 1914Sociedad Anónima Papelería de Rives (Isére). 1915Sociedad Anónima y Fraguas de Finmini (Loire). 1916 Establecimiento Michelin en Elermont y en las Manufacturas de Causon y Montgolfier de Vidalon-les-Annonay. “Pero la fórmula de León Armel tuvo pocos imitadores. Tenía dos inconvenientes que la hacían inviable: uno, el que al parecer pensaba en la fórmula de la familia medida que obligaba, como se ha dicho antes, a sacrificios necesarios e imposibles; otro, que se estrellaba contra el régimen de libre concurrencia laboral. Desde este punto de vista, el subsidio tenía los mismos inconvenientes que el salario familiar; el patrono, para no ser vencido en la concurrencia, buscaría a los obreros célibes, con daño definitivo para los casados con hijos, a quienes se quería favorecer. Un patrono aislado, no podía aplicar la fórmula del subsidio familiar sin grave riesgo para su empresa o para los obreros casados, sino en un caso: cuando no tuvieran concurrentes. Así, los Estados, las Corporaciones Públicas, Locales y algunas grandes empresas que han podido eludir la concurrencia. Para hacer de posible generalización el subsidio familiar, faltaba vencer esos dos obstáculos y eso se consiguió mucho más tarde, en el año de 1916, con las Cajas de Compensación ”. Otros antecedentes de los subsidios familiares pertenecen igualmente a Francia, donde por ley del 30 de diciembre de 1913 se dispuso el pago de 200 francos por hijo menor de 16 años, para los miembros de las fuerzas armadas, siendo, pocos a años más tarde (17 de abr./17), extendidos a los funcionarios públicos comprendidos dentro de ciertos límites de remuneración que en un corto período se eliminan. El trastorno que produce la guerra de 1914 a 1918, obliga a casi todos los es todos a conceder “primas de vida cara”, tomando como base a la familia tipo, compuesta de matrimonio y dos hijos. Este sistema pudo subsistir mientras que el Estado controlaba la producción y el consumo, pero una vez desaparecidos los intervencionismos estatales plenamente justificados en épocas de guerra, no pudo sostenerse el régimen de “prima de vida cara”, porque como, con sobrada razón se ha dicho, la familia tipo no produce. No bien implantado el sistema se advierten inconvenientes de gran trascendencia. En primer término, el costo de la mano de obra resultaba proporcionalmente más elevado para los establecimientos que adoptaban el sistema respecto de aquellos que lo omitían con su natural consecuencia en el precio final de producción. A. Romanet, Director de la Casa Regis Joya, en Grenoble, idea y funda el 1 de mayo de 1918, una nueva institución que denomina Caja de Compensación de Indemnizaciones y Asociaciones Familiares que auspicia el Sindicato Patronal de Mecánicos, Calderos y Fundidores de L´isere y da nuevo giro al concepto de la asignación familiar que deja su remuneración directa al trabajador. Los anteriores antecedentes muestran a Romanet como el creador del sistema de la compensación familiar, sin embargo, algunos autores señalan que, “A pesar de que la paternidad de las Cajas de Compensación se atribuye a Emil Romanet en forma casi exclusiva, cabe citar que el 1º de abril de ese mismo año y por iniciativa de M. Marcesche, Presidente de la Cámara de Comercio de LOrient, también en Francia, se fundó la “Caja de Compensación de Familia de la Región Lorenense”, creación absolutamente independiente de la de Romanet que ha llevado a su autor, con toda justicia, a disputarle la paternidad de estas instituciones, dado que se basaba en los mismos principios”. Con todo, Hochard, al tratar el tema seña la que la idea de Romanet se logra en el seno del Sindicato de Constructores, Mecánicos y Calderos y Fundadores de Isére, desde el 27 de noviembre de 1916“. Es posible que la discrepancia en fechas sea consecuencia entre el punto de constitución material y el formal. El mismo autor, seguidamente advierte que la iniciativa del 1º de abril de 1918 de Márchese respecto a la creación de la Caja Familiar Obrera en LOrient va más lejos de la anterior, pues, son las empresas las que crean dentro de su seno una Caja de Asignaciones Familiares vertida al conjunto de su personal. En el año de 1916 las asignaciones familiares son dispuestas en el establecimiento Regis Joya de Grenoble, por incorporación que se hace con el sindicato obrero y como consecuencia de una revisión de las primas de vida cara y cuyo ejemplo es seguido por establecimientos similares de dicha región. Como acuerdo bilateral entre empresa y trabajadores, el régimen de asignaciones comienza a transformarse adquiriendo la modalidad de obligatoriedad al ser objeto de regulaciones colectivas de trabajo. El “régimen de asignaciones parte de una simple diferenciación de las primas de vida cara, que rápidamente constituye un sistema especial y distinto, confiriendo un concepto nuevo al problema general de la remuneración del trabajo”. Emilio Romanet al conocer los resultados de una encuesta realizada entre sus trabajadores con hijos, sintió la necesidad de un salario familiar, al comprobar la espantosa miseria en que vivían quienes estaban encontrados con las enseñanzas de León XIII de las cuales participaba como católico social militante. Comprendió que no se podía pensar en salario familiar practicado aisladamente por patronos, debida a la concurrencia. Hizo propaganda y muy pronto un grupo de patronos decidieron pagar subsidios de vida cara. Pero para el establecimiento de ese sobresueldo no se podía descuidar el hecho de que el beneficiario tuviere o no numerosa familia. La vida cara presentaba evidentemente para consecuencias muy diferentes según tuviera a no varias bocas que llenar. Y de este modo el factor familiar interviene en la remuneración del asalariado. Se tuvo entonces el salario familiar. El mecanismo comenzó a operar en algunas empresas, pero como era de esperarse no todos los patronos la aceptaban y además los trabajadores célibes entraron a desplazar a los casados en el mercado del trabajo, por ende, la iniciativa se volvió, en primer término, contra los innovadores que se encontraban en desventaja en un sistema de libre concurrencia, y luego contra los padres de familia a quienes se deseaba proteger. Emilio Romanet, idea en 1917 una institución que, basada en la idea de una remuneración familiar, evita para patronos y trabajadores las consecuencias propias del mismo y esta no es otra que las Cajas de Compensación. Dos años utilizó para propagar la idea organizar la primer-a institución que nació el 1º de mayo de 1918. Aznar, al respecto dice: “El inventor de esta rueda tan esencial o la maquinaría del subsidio familiar, fue también un católico social militante, director de la casa Regis de Joya, en Granoble, M. Romanet, sintió la necesidad del subsidio familiar en octubre de 1916. Una enquete ceñida sobre la vida de sus obreros con varios hijos le dio la revelación de la miseria espantable en que vivían, y entonces recordó las palabras de León XIII en su Encíclica Rerum Novarum y la interpretación de los moralistas glosadores de la Encíclica, comprendió que no se podía pensar en un salario familiar practicado por los patronos aislados, porque esa se estrellaba contra el escollo del régimen fatal de libre concurrencia de la vida económica. Pero una vez descubierta la dificultad, ya no le fue imposible vencerla; la venció con las Cajas de Compensación. Dos años mas tarde en propagar y organizar la primera, que se inauguró en Grenoble, el 1º de mayo de 1918, y se llamó Caja de Compensación de los Mecánicos, Caldereros y Fundidores de Isére”. Y luego, el mismo autor agrega: “Así, el primero que aparece practicando el subsidio familiar, no como acto de caridad o de filantropía libre, sino como un deber de justicia, y el primero que pensó en las Cajas de Compensación que hicieran viable el cumplimiento de ese deber a todos, fueron dos demócratas cristianos católicos, y los dos reconocen que su inspiración la encontraron en la encíclica famosa de León XIII”. La Caja de Asignaciones surge como una Asociación Mutual de Industriales contra el riesgo de la desigualdad de cargas familiares de sus respectivos trabajadores, para la cual paga una asignación por hijo con base en fondos que aportan los empleado- res afiliados voluntariamente. La distribución de los subsidios se hace bajo principios de simple distribución proporcional del número de hijos de los trabajadores. Estas orientaciones son idénticas en los desarrollos inmediatos del sistema que acoge como modelo la compensación sectorial hecha por Caja propia. La Caja de Compensación de Romanet pagó en sus primero tiempos las asignaciones mensuales siguientes: Por un hijo7.50 francos Por dos hijos18 francos Por tres hijos31.50 francos Por cuatro hijos48 francos A partir del quinto hijo una adición de 15 francos por cada uno de ellos. Igualmente se reconoció una prima mensual de 12.50 francos cuando la esposa no era trabajadora. El sistema de compensación familiar tiene una concepción diferente al pago directo de un salario de tipo familiar o un subsidio pagado directamente por el empleador, que en la mayoría de los casos determinaba un trato excluyente para el empleo de trabajadores con hijos. La determinación de “Caja de Compensación”, como órgano gestor del sistema, obedece a un significado preciso porque implicaba “una compensación de las cargas entre las empresas”, lo anota entre otros, Clara Hoffner. P. Pic, también decifra que “tales mecanismos tienen por objeto repartirse las cargas entre todos los adherentes, según la importancia de sus establecimientos, operando de esta manera la compensación de ellos, con el objeto de no verse incitados a despedir los miembros del personal que tuviere cargas familiares”. Similares manifestaciones se producen en otros países. Austria implanta un régimen para funcionarios y empleados públicos por ley del 9 de febrero de 1916. Dinamarca hace otro tanto en 1918. 6.1.3. DESARROLLO DE LAS CAJAS DE COMPENSACIÓN La fórmula de Romanet comenzó a tener aplicación y así en mayo de 1918 el Sindicato de Metalurgia de la región de Grenoble decidió conceder una asignación mensual de 12.50 francos para los trabajadores cuyas esposas no laborarán por estar ocupadas en tareas del hogar y 25 francos para aquellos cuyas esposas no pudieran laborar por motivos de enfermedad. El ejemplo de Grenoble fue destacado e incentivado en su establecimiento; primero por la Unión de Industrias Metalúrgicas y Mineras de Grenoble que en 1918 envió circulares a todas las asociaciones de la región, dando a conocer la iniciativa y luego ... imitado por organizaciones de similar corte. El Congreso de Natalidad de Nancy de 1919 aprobó una proposición en el sentido de “Que se creen Cajas de Compensación profesionales en todas las regiones de Francia, a fin de repartir asignaciones por cargas familiares”. En el año de 1919 fueron constituidas cuatro Cajas y al año siguiente las seis que existían en funcionamiento ya cubrían 50.000 trabajadores a quienes se pagaba una cantidad aproximada de cuatro millones de francos. El ritmo de crecimiento hizo que estas constituyeran bien pronta un Comité Central en París y celebraron su Primer Congreso el 4 de julio de 1921 en la misma ciudad, fecha en la cual ya había 72 Cajas en actividad. Para el mes de mayo del año siguiente en que se realizó el Segunda Congreso, el número había crecido en 20 y adicionalmente estaban en proceso de formación otras 25. Al finalizar el año de 1922 se habían constituida 120 con 800.000 trabajadores beneficiados que pagaban subsidios 92 millones de francos anuales. 6.1.4. CARACTERÍSTICAS DE LAS CAJAS Las Cajas se constituyeran con carácter profesional por parte de las industriales de una misma rama de actividad económica, siguiendo los desarrollos de las diferentes regiones; a bien, tuvieron un carácter interprofesional que aglutinaban a los patronos de una misma región pertenecientes a cualquier actividad. La tendencia inicial hacía la creación de Cajas de carácter profesional, bien pronto se modificó en sentido contrario, pero, adquirió realce la regionalización. En el Primer Congreso de Cajas verificado en París en el año de 1921 se produjo un pronunciamiento unánime en favor de las Cajas regionales de carácter interprofesional. Las Cajas de Compensación creadas voluntariamente por asociaciones de patronos, tuvieron las características de entidades privadas cuya finalidad fue la de proporcionar subsidios a los trabajadores de empresas vinculadas. Su costo fue asumido directamente por los patronos y repartido a prorrata según el número de trabajadores al servicio. Como consecuencia de lo anterior no tuvieron ningún ánimo lucrativo y constituyeron antes de simple reparto que recibían la aportación de los patronos para repartir entre sus trabajadores. 6.1.5. APORTES La forma de aportación no fue única por cuanta los patronos establecían las condiciones de su propia Caja haciéndose unas veces sobre la totalidad de los salarios pagados en un período; en otras, por el número de horas laboradas, empero, la más generalizada tuvo como base el número de trabajadores ocupados. En el sector agrario primó una tasa fijada sobre la superficie explotada. La contribución igualmente fue unas veces variable o en otras fija, aún cuando las Cajas que escogieron esta última modalidad, muy frecuentemente tenían que pagar cuotas adicionales para subsanar los déficit presentados al finalizar los respectivos ejercicios. Algunos ejemplos pueden ilustrar las modalidades anteriores, así a la Caja de Avranches se contribuía con el 2% del valor de los salarios pagados; en Bardeaux: contribuían en 4.60 francos mensuales por cada obrero; en Alex; con el 2.40% de los salarios de los hombres y el 0.20% del pertinente a las mujeres; en Alger con 14 francos mensuales por trabajador mayor de 18 años y 11 francos por los menores de edad. 6.1.6. FORMA DE PAGO DE LOS SUBSIDIOS En cuanto la forma de pago de los subsidios, las Cajas tampoco tuvieron un criterio uniforme. Algunas adoptaron su pago directo a los trabajadores al mismo tiempo que recibían en igual forma los aportes de los empleadores siendo una manera de establecer una clara distinción entre el salario y el subsidio. Por el contrario, otras aceptaron el pago de los patronos de las cantidades preestablecidas y fijas que debían pagarse por cada niño, cuyo número era conocido previamente, proveyéndose a cancelar posteriormente los saldos resultantes de la cuenta. 6.1.7. TRABAJADORES BENEFICIARIOS Obviamente, la primera condición impuesta consistía en que los trabajadores pertenecieran a una empresa o dependencia adherida a la respectiva Caja. La mayoría de las entidades no exigían tiempo previo de vinculación o espera para entrar a devengar los subsidios por cuanto estas surgían como complemento del salario. Las excepciones preveían un lapso de jornadas, así la Caja de Mulhouse las condicionaba a 12 jornadas, la de Limoges a 15 y la de Dunkerque a 120 horas por mes. En los estados de enfermedad de enfermedad o accidente del subsidiario, los auxilios comúnmente siguieron pagándose y aún llegaron a complementarse en el caso de muerte, como la fue en la Caja de Havre. En términos generales la cuantía del salario no constituyó limitante a la obtención de los subsidios, pues, tal situación emanada de la especialización del oficio o calidad de los servicios y además, era injusto por tales circunstancias privar a sus hijos de la adición familiar. Las Cajas de Calais, Aubeans, Blois, Dunkerque, Marsella (comercio), Rouen, Valence, entre otras, siguieron esta orientación no aceptada en las de Ales, Alancon, Amiens, Auch, Autun y Beauvis que contemplaran diferentes límites.