HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE • INTRODUCCIÓN Cada semana una mujer es asesinada en España por su marido, su ex marido o compañero. El pasado año 16378 mujeres presentaron denuncias por malos tratos, pero la realidad es mucho más grave porque se calcula que esta cifra corresponde sólo al 10% de mujeres que son víctimas del terrorismo doméstico. Las demás, por miedo a las represalias, no se atreven a dar este paso, a ir al juzgado o a la comisaria. Hasta ahora cifras; preocupantes, terribles. Pero cada uno de esos números tiene nombres y apellidos: Rosario, Concepción, Antonia, Lucía, Clara, Consuelo, Ángeles, Rosa, María, Victoria... Historias que esconden realidades tremendamente dramáticas, en las que la crueldad humana se ceba tan irracionalmente, tan incomprensiblemente, que resulta inexplicable entender por qué la sociedad y la Justicia se vendan los ojos ante uno de los casos más cercanos y evidentes de violación de los derechos fundamentales de la persona: la violencia doméstica que sufren miles de mujeres. • ANÁLISIS DE LA REALIDAD ! PROBLEMA ♦ Actitud social ante el problema Los factores socio−culturales que aparecen en el maltrato a la mujer pasan desapercibidos en la mayor parte de la sociedad. En éste ambiente se da una serie de mitos. Los delimitan como hechos aislados, particulares y limitados a determinados grupos de familias (bajo nivel económico), a determinadas mujeres (provocadoras, con falta de responsabilidad, masoquistas), a determinados hombres (psicópatas, alcohólicos, parados, drogadictos), a determinadas circunstancias (crisis familiar, aislamiento social, paro laboral,...). Todo ello para no reconocer el problema. Otro de los problemas es el de la intimidad de la pareja, ya que todo lo que pasa tras la puerta de cada casa es un asunto que corresponde a la intimidad de ésta. La religión ha jugado un papel importante en lo que los representantes de la Iglesia han sido los únicos testigos, confesores de tantas mujeres que han padecido en silencio, todo ello debido a la típica frase hasta que la muerte os separe . El origen del problema está, en la estructura de nuestra sociedad. Su solución es muy difícil. ♦ El síndrome del maltrato a la mujer Para comenzar, haremos una pequeña mención de la existencia del maltrato infantil, a los ancianos, a la mujer y las agresiones generalizadas en el medio familiar. Lo podemos estructurar en violencia doméstica y violencia familiar. Las víctimas no sólo son mujeres, sino también pueden llegar a ser otros miembros de la familia (hijos, ancianos, padre, madre...). El ambiente doméstico y familiar, es el escenario más frecuente por excelencia, pero no el único. Las agresiones se pueden iniciar durante el noviazgo y no finalizar cuando se acaba las relaciones familiares. Suele suceder al contrario, la situación se agrava, produciéndose un mayor acoso, dando como resultado daños psíquicos y agresiones físicas. A la mujer no se la maltrata por ser madre, novia o ama de casa, sino por ser mujer. Los tres elementos principales que intervienen en las lesiones son: el agresor, la víctima y las circunstancias del momento. 1 &El agresor: el agresor es alguien que mantiene o ha mantenido una relación afectiva de pareja con la víctima. No existe ningún dato específico que describe la personalidad de los agresores. No hay un tipo único. Se pueden dar algunas características generales: • Hay tres tipos de agresores: el Narcisista− Antisocial, el Esquizoide− Borderline y el Pasivo/dependiente− Compulsivo. • La personalidad de éstos agresores pueden ser: Hostilidad frente a la mujer, baja socialización y responsabilidad, consumo de drogas, comportamiento agresivo, etc. • Existencia de hipermasculinidad. • Manifestación de las conductas en tres tipos diferentes de agresores: • Agresores con características de personalidad antisocial y tendencias violentas tanto sexual como físicas. • Agresores con características de personalidad antisocial y tendencias violentas físicas y verbales, pero no sexual. • Agresores que no tienen un perfil característico, y realizan abusos verbales y físicos, pero con menos consideración que los dos nombrados anteriormente. • El factor más importante es haber sido testigo o víctima de violencia durante la infancia o adolescencia. • Razones y motivos de los hechos: Necesidad de dominar a la mujer, sentimientos de poder y considerar como una pérdida la independencia de la mujer. La violencia doméstica sigue un ciclo: primero se producen pequeños conflictos en la pareja, seguidamente aparece violencia verbal y psicológica hasta pasar a la violencia física. Después el agresor se arrepiente de su comportamiento y se muestra cariñoso. Los ciclos de violencia volverán a repetirse. La mayoría de éstos agresores no se encuentran relacionados con hechos criminales. Como hemos comprobado, no existe una característica específica en la personalidad de los agresores. Existen diferentes tipos de agresores: • El agresor patológico: Diríamos que engloba a todos. Se considera que, o está loco, o tiene problemas, o a la mujer le gusta que le pegen. Las principales característica que presenta éste tipo de agresor sería: • Enfermedades orgánicas: ♦ Traumatismos craneoencefálicos y tumores. ♦ Epilepsia • Psicosis funcionales: ♦ Esquizofrenia ♦ Trastorno delirante paranoide ♦ Psicosis maníaco−depresiva Dentro del maltrato la mujer destaca el paranoide tipo celotípico. Consiste en que el sujeto está convencido, de que su pareja es infiel. Como solución tomo medidas agresivas para acabar con esa infidelidad imaginada. • Neurosis Destaca el componente autoagresivo. 2 • Alcohol y sustancias tóxicas. La agresividad viene ocasionada fundamentalmente por los efectos de estas sustancias. • Agresores normales: No tienen enfermedades mentales ni trastornos de la personalidad • Agresores con Psicopatías o Trastornos de la personalidad: Aparecen como personalidades perturbadoras. Existen doce tipos de trastornos de la personalidad y en un mismo individuo pueden presentarse más de un tipo. Dentro de estos tipos, destacaremos la personalidad paranoide, antisocial , límite y pasivo−agresivo la víctima presenta unas características, que hace pensar que la situación está condicionada por ella. Generalmente la víctima, cree que su pareja cambiará. Mientras tanto estos hechos se repiten constantemente, transformando la personalidad de la víctima. Se sienten extrañas, con un miedo terrible. La víctima suele tardar demasiado tiempo en pedir ayuda por miedo, amenazas, falta económica... El principal problema para la víctima es ser mujer. Los hechos violentos hacia las mujeres son mejor comprendidos como la realización de una conducta masculina . −Contexto socio−cultural La violencia funciona como un control social de la mujer, para mantener la dominación masculina. Las sociedades o grupos que están dominados por ideas masculinas tienen mayores agresiones a la mujer. El maltratador es, fuera de su casa, un tipo ejemplar. Suele estar muy considerado fuera del entorno doméstico. Por eso, cuando se conoce su conducta , las reacciones suelen ser de sorpresa. Podemos distinguir tres frases: a) Fase de tensión creciente. b) Fase de agresión aguda. c) Fase de amabilidad y afecto. • SOLUCIONES POSIBLES Y ORGANIZACIÓN Cuando una mujer decide marcharse del domicilio conyugal por malos tratos, tanto como si va a una casa de acogida, como a la casa de un familiar, de amigos, o bien decide buscarse un piso, hay una serie de papeles que no debe olvidarse antes de salir de la vivienda documentos como, el carné de identidad, la cartilla de la seguridad social y facturas con su nombre, para no tener ningún tipo de problema al realizar la denuncia. Cuando se realiza la denuncia, la mujer se encuentra con un grave problema: como regresar a su domicilio si al agresor se la tienen que notificar. Todas las denuncias que presente una mujer deben ir al mismo juzgado para que el maltrato se convierta en un delito. Dentro de estas posibles soluciones no debemos olvidar las figuras de los profesionales que lo llevan a cabo. El médico es el único que puede observar la gravedad de estas agresiones y tiene la oportunidad de remitir a la mujer al trabajador social del hospital que tramitará la denuncia judicilmente. 3 • EXCEPCIONES ¿ El hombre maltratado? En la inmensa mayoría de las ocasiones la víctima es la mujer. Se ha encontrado como agresión también la que se produce por parte de la mujer al hombre, así como en parejas homosexuales, ya sea de mujer a mujer o de hombre a hombre. El elemento común en cualquier caso es la relación de pareja. Es sorprendente el aumento de preocupación por el problema de violencia en la pareja, a raíz del creciente número de casos en los que el hombre es agredido por la mujer. Por su parte la mujer, sin la utilización de arma, sólo con las amenazas y la fuerza física, difícilmente podrá poner a su pareja en peligro de un daño importante o la muerte. La violencia de la mujer no será tomada en serio por el hombre, ya que piensa que no podrá producir daños importantes, como citamos anteriormente. El hombre trasmite la agresividad en forma de violencia, porque sabe de poder físico, y cree que con ello pone solución a cualquier improvisto. Del mismo modo la mujer difícilmente tomará una actitud violente de tipo físico, ya que las consecuencias sobre ella pueden que sean peores que sus objetivos iniciales. • REFLEXIÓN El hecho de cada vez se conozcan más casos de malos tratos no es porque haya más agresiones, sino porque la mujer empieza a alzar la voz. De todos modos es una cifra muy importante que se conoce gracias a la valentía de mujeres que han decidido poner fin, porque la violencia familiar no es un problema privado sino también público que atenta contra los derechos de la mujer y las criaturas. 4