DI-CR-184

DIVISIÓN DE DESARROLLO INSTITUCIONAL
CENTRO DE RELACIONES PARA EL FORTALECIMIENTO DEL CONTROL Y LA FISCALIZACION SUPERIORES
Al contestar refiérase
al oficio Nº
04013
20 de abril, 2004
DI-CR-184
Señor
Tobías Cerdas Sáenz
Auditor Interno
SUPERINTENDENCIA DE PENSIONES
Estimado señor:
Asunto:
Posibilidad de que ejerciendo su cargo de Auditor Interno de la
Superintendencia de Pensiones se vea imposibilitado ocupar el cargo de Fiscal de una
Asociación Deportiva sin fines de lucro y del Comité de Vigilancia de una Cooperativa
de Servicios Educativos sin fines de lucro.
Se atiende su oficio AI-SUPEN-08-2004 del 13 de febrero del 2004 en el cual
solicita criterio de este Órgano Contralor acerca la posibilidad de que ejerciendo su
cargo de Auditor Interno de la Superintendencia de Pensiones se vea imposibilitado
ocupar el cargo de Fiscal de una Asociación Deportiva sin fines de lucro y del Comité
de Vigilancia de una Cooperativa de Servicios Educativos sin fines de lucro.
El artículo 34 de la Ley General de Control Interno estableció una serie de
prohibiciones aplicables al auditor, subauditor y demás funcionarios de las auditorías
internas del sector público. De esas prohibiciones interesa ahora la prevista en el inciso
c) del citado artículo, mediante la cual se limita el ejercicio liberal de la profesión.
En ese sentido, se ha indicado por parte de la Procuraduría que la prohibición
prevista en la Ley supramencionada es general -pues se refiere al ejercicio de
cualquier actividad profesional fuera del cargo (remito al dictamen C-071-2003 de 13
de marzo del 2003)-, el ostentar un determinado grado académico "no es relevante
para el pago de la compensación, siempre que ese grado académico le permita, de
acuerdo a la profesión que ostente, y a las reglas que rigen su ejercicio profesional,
ejercer liberalmente su profesión" (OJ-045-2003 op. cit.). Y efectivamente, existen
Corporaciones Profesionales cuyas normas internas admiten la incorporación o
colegiatura, como autorización del ejercicio profesional, a bachilleres universitarios,
como ocurre con el Colegio de Psicólogos de Costa Rica (relación armónica de los
numerales 1, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 del Reglamento para la Supervisión del Ejercicio Laboral
del (la) Bachiller en Psicología), mientras que otros lo harán con el grado académico de
Licenciado.
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Sr. Tobías Cerdas Sáenz
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Es por ello que lo que estipula precisamente el artículo en comentario es el
impedimento legal de ejercer en forma liberal su profesión (es) en actividades
diferentes a las realizadas en la institución donde se labora.
Si esta regla no se violenta con la participación que Usted tiene tanto en la
Asociación Deportiva del Barrio La Soledad o bien en la Cooperativa de Servicios
Educativos Jorge Volio Jiménez, no encontramos que la misma transgreda la
normativa supra citada.
Por otra parte, resulta importante analizar la figura que podría operar, ya no
tanto de la prohibición, como de la incompatibilidad para realizar ciertas actividades por
parte de funcionarios públicos.
La diferencia entre ambas figuras consiste en que el régimen de prohibición (al
menos en lo que se refiere al ejercicio liberal de la profesión), tal y como se indicó
líneas atrás, impide a quien está sujeto a él, dedicarse a cualquier tipo de actividad
profesional, sea que ésta última presente o no algún conflicto de intereses con el cargo
público que desempeña. Las incompatibilidades, por su parte, inhiben al servidor - por
razones éticas- para prestar servicios profesionales privados en aquellos asuntos
específicos en los cuales sí existe ese conflicto de intereses. La prohibición para el
ejercicio liberal de la profesión lleva consigo, por lo general, el pago de una
compensación económica que tiende a indemnizar el perjuicio que tal restricción causa
al servidor. Las incompatibilidades en cambio, se fundamentan en un deber moral de
objetividad e imparcialidad que debe ser respetado por todo funcionario público, sin
que ello justifique el pago de indemnización económica alguna.
La Sala Constitucional se ha referido a estos temas en los siguientes términos:
"Las incompatibilidades se basan en razones de moralidad y tienden a
evitar la acumulación de facultades en una sola persona, así como que los
funcionarios aparezcan en oposición con el organismo público del cual
dependen, en contiendas judiciales o reclamos administrativos, a causa de
la designación profesional por parte de particulares; es decir tienden a
evitar la colisión de intereses - interés público e interés privado- . (…) el
artículo 11 de la Constitución Política establece el principio de legalidad, así
como también sienta las bases constitucionales del deber de objetividad e
imparcialidad de los funcionarios públicos, al señalar que éstos están
sometidos a la Constitución y a las leyes; aquí nace el fundamento de las
incompatibilidades, el funcionario público no puede estar en una situación
donde haya colisión entre interés público e interés privado." (Sala
Constitucional, sentencia N° 3932-95 de las 15:33 horas del 18 de julio de
1995).
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En ese sentido, el funcionario público no debe prestar servicios profesionales
privados en razón de las prohibiciones que a tal efecto esta reguladas por nuestro
Ordenamiento Jurídico, así como cuando exista "un interés directo o indirecto del
propio ente u órgano" para el cual trabaja, debe catalogarse como una
incompatibilidad, a cambio de la cual, no es posible exigir remuneración alguna.
En conclusión, debe analizar que las funciones que ejerce en la Asociación
Deportiva del Barrio La Soledad y en la Cooperativa de Servicios Educativos Jorge
Volio Jiménez, no sean incompatibles con las que se desprenden del cargo que ejerce
en la Superintendencia de Pensiones, así como revisar que en la normativa interna de
dicha institución no se prohíbe el realizar ese tipo de actividades.
Atentamente,
Licda. Ana Paula Hernández
Fiscalizadora Asociada
MCA/APHC/ech
ci Archivo Central (29
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