COMADREANDO Noticias de las HERMANAS MISIONERAS MÉDICAS N° 9, Abril 2005 ¡BENDICIONES EN EL AÑO 2005 PARA TODOS Y TODAS! En este número de Comadreando queremos compartir con Ustedes algunos de los acontecimientos más destacados del año 2004: algunos pequeños – algunos grandes. Dos artículos presentan dos eventos muy importantes del año pasado: la celebración de 50 años de vida religiosa de la Hermana Patricia Gootee y los votos perpetuos de la Hermana Marisol Martinez. Además tenemos que decir que tres hermanas tuvieron la oportunidad de ir a sus países de origen para un programa de renovación por tres meses. Cathy Ouellette y Barbara Brigham fueron a EE.UU. y Gisela Reich fue a Alemania. Después de su renovación, Gisela participó en un taller de liderazgo en EE.UU. que también disfrutó mucho. Birgit Weiler despidió al Perú para ir a Alemania e iniciar sus estudios de doctorado. Estos estudios requieren por lo menos 3 años. Ahora ella está instalada en Francfort y ya empezó sus clases y su investigación. Historia de una Vocación Religiosa “QUE DIOS SEA SIEMPRE EL CENTRO DE MI VIDA” Marisol Martinez, HMM M i vocación comenzó 10 años atrás, cuando todavía era una estudiante en la universidad. Como toda joven soñaba terminar mis estudios, tener un trabajo, ayudar a mi familia, etc. Como toda joven buscaba superarme en la vida, pero había algo que me inquietaba. Buscaba algo pero no sabía que era, hasta que conocí a las H.M.M en la Parroquia “Cristo Liberador” (Previ, Callao). Con ellas pude descubrir lo que me inquietaba. Realmente aprendí a conocerme interiormente y pude escuchar la llamada de Dios - una llamada que te inquieta, que te impulsa a hacer algo por la vida, por la gente más necesitada. A hacer muchas cosas solo con el deseo de hacerlo, y al final de la jornada de sentirte bien y alegre contigo misma. 2 Durante mi formación para la Vida Religiosa fueron Dios y la comunidad quienes me guiaron en todos estos años y me siguen guiando a seguir respondiendo a este llamado de Dios. Me han ayudado a clarificar bien cual es la vocación a la que he sido llamada. A ver cual es mi proyecto, mis sueños, ideales, etc. Y todo esto fui descubriendo poco a poco, gracias también al contacto con la gente en mi misión y con las Hermanas con quienes estaba viviendo en comunidad y en oración. Al principio no fue fácil por supuesto. Cuando una comienza algo nuevo necesita mucha fe, paciencia y saber que Dios siempre le llama a ser feliz. Ahí es donde la comunidad y Dios actúan en una y dan la fuerza que se necesita para poder descubrir con libertad su verdadera vocación religiosa. Dios me ha acompañado y me sigue acompañando en mi vida; me alienta a seguir descubriendo nuevas cosas y a responder creativamente a los nuevos retos de la vida. Siento que Dios me ha dado el ciento por uno, todo lo que soy y todo lo que tengo se lo debo a Él. Por eso me siento que soy rica - no es el dinero - sino por pertenecer a una comunidad HMM, mi familia, las personas que he conocido, la gente con quienes trabajo y vivo, por la vida, etc. Siento que Dios me ha dado mucho más de lo que he soñado. Para mí, encontrar la vocación religiosa es aprender a caminar junto con el pueblo y a confiar en la voluntad de Dios. Ellos me van indicando cual es mi verdadero camino a seguir en la vida. Por eso la verdadera felicidad la voy encontrando en la vida cotidiana, en la misión y el caminar junto con la gente. Por eso cuando sientas el llamado de Dios, no rehuyas de el, búscalo y no lo dejes pasar, porque Dios siempre busca tu felicidad. El que busca, lo encuentra y el que lo encuentra, encuentra un gran tesoro en la vida, que es DIOS. Doy gracias a Dios por todas las personas que he conocido y que conozco, ellas me han ayudado a descubrir mi vocación como una H.M.M y así poder responder sin miedo al llamado de Dios en mi vida. También quiero dar las gracias a Dios primeramente y a la comunidad por realizar mis votos perpetuos, a mi familia y cada uno y cada una de ustedes por su cariño y amistad en todo momento. Mil gracias. N ada te turbe Nada te espante Quien a Dios tiene Nada le falta Solo Dios basta. (Teresa de Jesús) 3 50 AÑOS DE VIDA RELIGIOSA: Hermana Patricia Gootee E n el año 2004 estuve celebrando 50 años de vida religiosa – una vida llena de cambios: en el mundo, en la iglesia y en mi vida personal. Yo siento que he vivido tiempos maravillosos y emocionantes. Me acuerdo que cuando era novicia, la gente decía acerca una persona callada y “santa” que era una buena religiosa. Al contrario, mi idea de una religiosa buena era estar en medio de la gente como miembro de su comunidad y hacer lo posible para mejorar su vida; ser una agente de cambio en situaciones de opresión. Entré a las Hermanas Misioneras Médicas porque me sentí llamada a servir a quienes viven en la pobreza y, como resultado, están enfermos. Yo soy la menor de una familia de siete hermanos y hermanas. Tempranamente aprendí que la vida es cambio. Mis hermanos salieron para la universidad, el seminario, las fuerzas armadas y, finalmente, me quedé sola en casa con mis padres. Al terminar secundaria decidí entrar a la comunidad de las Hermanas Misioneras Médicas. Después de una correspondencia breve con las hermanas en Filadelfia, me informaron sobre lo que necesitaba comprar y me recomendaron llegar a Filadelfia a mediados de Agosta de 1951. La vida del “convento” - como verdaderamente fue en ésta época - no me parecía muy relevante como preparación para lo que yo quería hacer con mi vida, pero si vivir así era necesario para realizar mi llamada a la misión, estaba lista para hacerlo. Poco después de mis primeros votos fui enviada a Baltimore, EE.UU., para estudiar enfermería. Fue una buena experiencia – sentir la responsabilidad por la vida de mucha gente. Tres años después me gradué en el hospital de San Francisco en Trenton, Nueva Jersey. Me parecía que había vivido una vida entera. Fui enviada a la universidad de St. Louis para ser licenciada como enfermera. Terminé estos estudios tan rápidamente como fue posible y fui asignada a Pakistán. La vida, sin embargo, tomó otra dirección inesperada y fui enviada a Venezuela para reemplazar a una hermana enferma. Esto pasó en 1959 y ahora, 44 años después, continúo en América Latina. Estuve 10 años en Maracaibo: 5 años trabajando como enfermera en el hospital Coromoto y 5 años como profesora clínica en la universidad de Zulia. Ambas fueron experiencias muy buenas para mí – tanto profesionalmente como una enfermera, como religiosa en América Latina durante un tiempo de cambio profundo ocasionado por “la opción preferencial por los pobres” tomada por la Conferencia Episcopal de América Latina que tuvo lugar en Medellín, Colombia en 1968. Esto resonaba con mi manera de leer el evangelio y mi idea del rol de la iglesia en América Latina. Fuimos animadas a descubrir a Jesús en lo común, en medio de los pobres y los que sufren, en los rostros de las víctimas de la injusticia. Todo esto comenzó a formar mi vida y mi espiritualidad. Muchas hermanas decidieron salir de la congregación y nosotras quienes optamos por quedarnos, tuvimos que buscar cómo vivir en una realidad distinta y cómo entrar en la vida del pueblo de Dios - los pobres y maltratados. Esto produjo cambios profundos en mi estilo de vida y mi espiritualidad. 4 Esta búsqueda me llevó al Perú en 1973 y con el tiempo el número de hermanas aquí creció y Perú se convirtió en Distrito. Muchas Hermanas Misioneras Médicas han venido y salido y ahora tenemos tres HMM en Arequipa y cinco en Lima/Callao. En Mayo de 2004, Marisol Martinez (Peruana) celebró sus votos perpetuos en la parroquia Cristo Obrero en Arequipa y dos mujeres jóvenes están el proceso de entrar en la congregación. Celebré mi 50 años como HMM en Arequipa el 30 de Octubre en medio de la gente que he conocido durante los últimos 30 años. Me pareció la manera apropiada de celebrar este hito. Fue una celebración sencilla pero llena de sentido hecha en el estilo de la parroquia Cristo Obrero. Durante el 2005 tengo la intención de seguir celebrando. Mi hermano, un sacerdote quien ha trabajado toda su vida en Timor, Indonesia, regresará a los EE.UU. y celebrará 50 años como sacerdote. ¡No quiero perder este evento! Quiero terminar con esta parte del Salmo 103: Bendice a Yavé, alma mía, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice a Yavé alma mía, no te olvides de sus beneficios. Él perdona todas tus culpas, y sana todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la tumba, y te colma de amor y de ternura; sacia de bienes tu existencia, y te rejuvenece como un águila. Yavé hace justicia y defiende a todos los oprimidos. Él dio a conocer sus planes a Moisés, sus hazañas a los hijos de Israel. Yavé es clemente y compasivo, paciente y lleno de amor; no está siempre acusando ni guarda rencor eternamente; no nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos paga de acuerdo con nuestras culpas. S ALUDOS DE SUS COMADRES....... Cathy Ouellette, Marisol Martinez, Patricia Gootee Parroquia Cristo Obrero Porvenir, AREQUIPA Telf. 26 32 35 e-mail: [email protected] Cristina Gadiot, Barbara Ann Brigham, Gisela Reich, María Fernanda Ramírez, Tomasa Martinez Av. El Olivar 974 Urb. Jorge Chávez, CALLAO Telf. 574 50 34 e-mail: [email protected] 5