Cómo conocerse a uno mismo Llegar a un buen autoconocimiento es bastante complicado aunque no imposible. Es importante en este camino de conocerse a uno mismo, estar a favor de lo que somos, de lo que necesitamos y queremos, no podemos luchar contra nuestras verdaderas necesidades, siendo honestos con nosotros mismos conseguiremos el bienestar. Si no profundizamos en nuestros deseos y necesidades y no trabajamos para darles gusto, a la larga generaremos algún problema emocional, ya que nos defraudaremos a nosotros mismos. Muchas personas, ante un mal día o una mala experiencia, se descuidan, se dejan y se abandonan, se dejan llevar por la situación y no trabajan para superarla. Ese día malo se convierte en varios días y estos a su vez en semanas de malestar. Tenemos que ser más listos y no dejarnos llevar, tenemos que tratarnos lo mejor posible, si nosotros no lo hacemos, nadie lo hará por nosotros y estaremos descuidados. Hacer las cosas con optimismo y serenidad Cuando un acontecimiento nos provoque malestar, No podemos vivir en un tenemos que confiar en que pasará en poco tiempo, si continuo trastorno dura demasiado tendremos que cambiar la situación ansioso, con mil buscando la solución más adecuada. Tendremos que preocupaciones y creer en que siempre hay una solución, aunque no sea exageraciones, seremos de nuestro total agrado. Las cosas no pueden suceder infelices y los que nos siempre como a nosotros nos gustaría. Debemos ponernos activamente a solucionarlo y no rodean también catastrófica la situación ni centrarnos en lo mucho que estamos sufriendo ni re-pensar una y otra vez en lo complicado que es. Simplemente busca la solución y hala; después verás sus consecuencias y en base a eso volverás y actuar. La clave es hacer las cosas con optimismo y serenidad, así podrás disfrutar de cada pequeña circunstancia. No podemos vivir en un continuo trastorno ansioso, con mil preocupaciones y exageraciones, seremos infelices y los que nos rodean también. Las dificultades vitales no se pueden evitar Es importante dedicar pequeños momentos de soledad a centrarme en lo que deseo, lo que quiero y como quiero conseguirlo, me ayudará a tener más claro quién soy y adónde voy. Para tener claro quién soy necesitaré conocer mi cuerpo y sus sensaciones, averiguaré cuál es mi punto débil y lo mimaré todo lo que pueda. Cuando estoy mal del estómago no podré hacer excesos ni estresarme demasiado porque ayudará a empeorar. No daré más explicaciones incoherentes a mi malestar, sé que estoy mal emocionalmente y por eso me duele es estómago, por ejemplo, relájate, tranquilízate, haz una solución de problemas, ponla en práctica y actívate en la resolución, te sentirás mejor contigo mismo y los síntomas remitirán. Si aprendemos a conocer nuestro cuerpo, nos ayudará a detectar problemas emocionales ya que éstos se reflejan físicamente. Si lo controlamos, buscaremos antes la solución y antes remitirán los síntomas. Puede suceder que tenga una bajada de defensas, estas disminuyen ante un hecho estresante: tendrás que profundizar para detectar cuáles son tus estresares más habituales y así poder preverlos con anterioridad y actuar mejor en ocasiones futuras. Las dificultades vitales no se pueden evitar, pero sí podemos mejorar nuestra forma de evaluarlas y enfrentarnos a ellas. Hay que trabajar las emociones Otro punto importante a la hora de auto conocerse será trabajar las emociones, si soy consciente de cuáles son y en qué momento aparecen, podré controlar las que me hacen daño, relativizarlas y no vivirlas como si fueran una catástrofe. Sabemos que hay personas que actúan con agresividad ante determinadas situaciones, siempre que detectan que sus necesidades no están siendo satisfechas. Esta agresividad les genera malestar a ellos y a los que les rodean, con lo cual deberá aprender a aceptar a los demás tal y como son y comprender que no siempre se puede imponer el propio criterio como único y verdadero. Si consigue conocerse hasta ese punto, las situaciones complicadas les resultarán más llevaderas. En el otro polo está la persona pasiva, la que no expresa el malestar y se retrae hacia adentro, esto le provocará angustia debido a la tardanza en la resolución del problema. Si se conoce bien, sabrá cual es su punto débil y trabajará para mejorar. Igual que tengo que conocer mis debilidades, es importante fomentar los puntos fuertes y potenciarlos, esto nos ayudará a permanecer fuertes ante cualquier contratiempo. Haz un listado con tus virtudes y repítelas día a día, intenta practicarlas más a menudo y encauzarlas mejor. A la hora de necesitarlas en algún imprevisto, estarás preparado para solucionar el altercado rápida y eficazmente, debido al aprendizaje de días anteriores. Ocultar los problemas solo sirve para incrementar el conflicto Cambiar es difícil, lleva Para obtener un buen conocimiento de uno mismo, es su tiempo y esfuerzo, imprescindible valorar los puntos débiles y trabajarlos pero la recompensa final para mejorar, a menudo nos encontramos a personas será tan gratificante que que aceptan que son así y que no van a cambiar. Esto es me alegraré de haberlo un error, todos podemos cambiar, aunque, por supuesto, hecho es más cómodo seguir como estoy a pesar de que me provoque malestar en algunas ocasiones. Cambiar es difícil, lleva su tiempo y esfuerzo, pero la recompensa final será tan gratificante que me alegraré de haberlo hecho. Si forzamos la situación y ocultamos nuestra debilidad camuflándola, nos encontraremos en difícil situación, estamos negando algo que todos conocen y no me enfrento a ello, con lo cual, en un momento malo, no sabré actuar y me frustraré. ¿No es más saludable intentar mejorar poco a poco y estar preparado para el siguiente problema con todas las armas que yo mismo me he trabajado? Ocultar o negar los problemas o debilidades solo sirve para incrementar el conflicto, ya sea interno con nosotros mismos o con los demás. Hacer caso a las críticas que recibimos Una buena táctica para aprender de nosotros es hacer caso a las críticas que recibimos de los demás. No me refiero a asumirlas como tales y a cambiar sin más argumentos, esto sería contraproducente. Estoy hablando de tomar la crítica, llevártela a casa y allí, con tranquilidad, desmenuzarla, analizarla. ¿Tiene razón? ¿Algún aspecto de la crítica se ha repetido en otras ocasiones o por otras personas? ¿Pensando desde el interior, sospecho que pueda ser verdad? ¿Tengo pruebas que lo justifiquen? ¿Me ha ocurrido más veces? ¿La persona que hace la crítica sabe de qué habla o es un profano en la materia? ¿Es objetivo, puedo hacerle caso? ¿Puedo consultarlo con algún amigo íntimo que me dé su opinión? Una vez realizadas y comprobadas todas estas preguntas, decide si la crítica es válida y toma cartas en el asunto para intentar mejorar, sabes que lo haces mal y no te agrada, busca nuevas estrategias y ponlas en práctica. Pregunta a los otros si lo has hecho bien, pide gratificaciones al respecto y felicítate por tu éxito, la armonía será agradable para ti y para los demás.