Voces: DERECHO ECONOMICO ~ DERECHOS SOCIALES ~ CULTURA ~ DERECHOS HUMANOS ~ CONSTITUCION NACIONAL ~ DERECHO CONSTITUCIONAL Título: Constitución socioeconómica y derechos económicos, sociales y culturales. Comentario de 802Bazán, Víctor Autor: Gil Domínguez, Andrés Publicado en: LA LEY2010-A, 1284 Abstract: –I– Más allá de que desde el punto de vista formal el libro que anotamos se estructure con una Introducción, cuatro capítulos y una nómina bibliográfica (sectores que reseñaremos en el ap. II de esta presentación), si debiéramos condensar en pocas líneas su contenido, creemos no equivocarnos al afirmar que se mueve entre dos ejes de fundamental importancia para el Estado de Derecho: la Constitución socioeconómica y los derechos económicos, sociales y culturales (en adelante: DESC). Lo que pretendemos advertir es que el título de la obra refleja verdaderamente la preocupación que el autor deja plasmada en sus páginas en torno a aquel tándem de cuestiones esenciales. – II – En la Introducción deja entrever la plataforma argumental subyacente en el texto que presenta al lector: la íntima vinculación entre la Constitución socioeconómica y los DESC, por medio de un modelo que genere recursos para "efectivizar derechos de naturaleza prestacional que dependen de la actividad estatal". (1) Desde la perspectiva del autor, y en el marco de las redes interactivas que tejen aquellos dos elementos fundamentales de la obra, sin Constitución socioeconómica no habrá DESC realizados en la dimensión cotidiana de los hombres y mujeres, de los niños y niñas; y sin DESC, no existirá una Constitución socioeconómica con una orientación última dirigida al ser humano. (2) En el Capítulo I ("La Constitución socioeconómica") se perfila el concepto de ésta (que denota la existencia de una subordinación de lo económico al sistema de derechos emergente de un paradigma constitucional) (3) se analiza el desarrollo histórico del constitucionalismo económico y, luego de enfocar los distintos sistemas económicos, el autor se detiene en el constitucionalismo económico argentino, recorriendo la base histórica del texto constitucional de 1853-1860, la reforma constitucional de 1957 con la introducción del denominado art. 14 bis y la innovación constitucional de 1994, que produjo —"consciente o inconscientemente" (4)— un cambio del paradigma constitucional económico; cuestión esta última que oficia como preludio del núcleo temático del segundo capítulo del libro. En éste (titulado "El paradigma constitucional económico argentino. La reforma constitucional de 1994") afronta sucesivamente las siguientes problemáticas: el Estado Constitucional de Derecho y la regla de reconocimiento constitucional económica; las normas estructurales del orden socioeconómico (donde aborda tópicos como el derecho de propiedad y los principios de economía de mercado, desarrollo humano, nivel de vida adecuado y orientación de la actividad financiera); la Constitución financiera (sector en el que no rehúye el conflictivo y actual tema de los derechos de exportación y las retenciones); el orden socioeconómico y los pueblos originarios [donde deja sentado, entre otras apreciaciones, que "el establecimiento de un orden socioeconómico en una regla de reconocimiento constitucional enfrenta un gran desafío cuando también reconoce y protege la preexistencia étnica y cultural de pueblos originarios, y consecuentemente, al garantizar un conjunto de prerrogativas que configuran su acervo como pueblo genera un régimen de excepción (basado justamente en el respeto por el multiculturalismo")] (5) y el sistema de garantías (donde el autor bucea en distintas fórmulas para concretizar la efectividad de un orden socioeconómico). El Capítulo III (rotulado "Los derechos económicos, sociales y culturales") se moldea a partir de la existencia de un vínculo ineludible entre Constitución socioeconómica y los DESC; dedicándose el autor principalmente a intentar una aproximación conceptual a estos últimos, para luego detenerse en su exigibilidad, que en el plano interno se conecta de manera directa con la expansión operativa de la fuerza normativa de la Constitución y desde la óptica externa, con las obligaciones asumidas en la materia por el Estado argentino. (6) Por último, emprende un recorrido jurisprudencial, que incluye precedentes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Tribunal Superior de la Provincia de Entre Ríos. El cuarto segmento (bajo el epígrafe de "Derechos económicos, sociales y culturales y garantías"), que (previo a la nota bibliográfica) cierra la obra, exhibe el intento del autor por buscar alternativas garantistas para remediar la conculcación de los DESC con el objeto de su inmediata reparación. En ese punto, intenta primeramente modelar una teoría de las garantías de los DESC, para luego detenerse en las garantías transnacionales y las garantías en sede interna. – III – © Thomson La Ley 1 Presentado sucintamente el contenido de la obra que anotamos, no nos queda sino afirmar que se trata de un valioso estudio en un ámbito de los derechos humanos que sigue siendo conflictivo y que exhibe —en más ocasiones de las deseadas— un caudal tuitivo débil, donde abundan las palabras y escasean las soluciones pragmáticas. El libro anotado aporta a la causa que tiene por desiderátum la necesidad de superar preconceptos, abandonar concepciones que ven en los DESC ciertos "defectos congénitos" que obstan a catalogarlos como verdaderos "derechos" o a atribuirles magnitud jurídica, y dejar de lado percepciones que, al entender que aquéllos no generan obligaciones estatales correlativas, postulan la "irresponsabilidad" del Estado en caso de incumplimiento de normas nacionales o internacionales que los reconozcan. Sin duda, los esfuerzos deberán canalizarse constructivamente y, al superar relativismos y escepticismos, convertirse en ideas creativas para generar, modular y repensar técnicas de realización, vías de maximización o mecanismos de garantía de los DESC que coadyuven definitivamente a ponerlos en acción. Es que las bases jurídicas, políticas y axiológicas mínimas de sustentación de un cabal Estado (Constitucional) de Derecho, fincan —entre otros elementos— en: a) una Constitución suprema y con densidad normativa, al igual que los instrumentos internacionales básicos en materia de derechos humanos, que contienen una fuerte carga preceptiva; b) un sistema democrático no declamado sino real; c) el goce y el ejercicio efectivos de los derechos humanos, y d) una magistratura judicial que asegure la normatividad y la primacía constitucionales y el respeto y la realización de los derechos humanos, sean civiles y políticos o económicos, sociales y culturales, lo que significa superar cualquier pretendida diferencia categorial entre ellos. Nada más y nada menos que la dignidad de la persona, de la cual los derechos humanos son reflejo directo, se pone aquí en juego. (1) p. 13. (2) Ídem. (3) p. 21. (4) P. 41. (5) p. 138. (6) pp. 172/173. © Thomson La Ley 2